No esperes una sonrisa, para ser gentil.

No esperes ser amado, para amar.

No esperes quedarte solo, para reconocer el valor de un amigo.

No esperes el mejor empleo, para comenzar a trabajar.

No esperes tener mucho, para compartir un poco.

No esperes quebrar, para pedir un consejo.

No esperes al dolor, para hacer una oración.

No esperes tener tiempo, para poder servir.

No esperes la mano del otro, para pedir perdón.

Nunca esperes la separación para reconciliarte.

No esperes. . . porque tú no sabes cuanto tiempo tienes.




Indice