Se confirma Humberto Zurita como gran histrión del teatro nacional

Una obra que el propio Zurita estelarizó en 1991, al lado de Nuria Bages y bajo la dirección de Sergio Jiménez. Diez años transcurrieron para que el actor se decidiera a producirla, dirigirla -en codirección con Adela Adamowa- y actuarla nuevamente.

Sin embargo el paso del tiempo no han hecho mella en el actor, por el contrario, presenta una mayor madurez, dominio del escenario y la plenitud de sus capacidades histriónicas; cualidades que llevan a la pregunta obligada: ¿Por qué un gran actor decide abandonar por largos períodos el escenario teatral? La respuesta sólo él la sabe, pero cada retorno es para sorprender al público.

Zurita interpreta a un gran actor del teatro -la trama se vale del recurso dramatúrgico de presentar teatro en el teatro-, un enamorado del escenario, de la literatura, de los clásicos; al mismo tiempo, un hombre que se desliza sutilmente del mundo real al de la fantasía y viceversa.

Como hombre, el personaje, no se aparta de la dramatización, su mejor y gran actuación es cuando engaña, cuando alimenta su ego con el cinismo, cuando dice la verdad y hace dudar sobre su sinceridad y cuando finalmente es víctima del destino creado por él mismo.

Un don Juan en el escenario y en el camerino, que es donde se desarrolla toda la obra. Antes de salir a escena, el personaje que se transformará en otro para salir de un escenario y entrar a otro, introduce al público en el tema: su delirio, casi enfermizo por las mujeres, su especial sentido de la amistad, su concepto sobre el amor y la pasión por su trabajo.

El teatro es su reino, los hombres su súbditos, las mujeres sus esclavas, la vida su diversión. Sin embargo, ese ser engañador, cínico y honesto, posee una profunda necesidad de afecto, necesidad de encontrarse a sí mismo, pero con un miedo igual de profundo por enfrentar la vida.

Ese miedo lo lleva a realizar su mejor caracterización: el actor interpretado por el mismo actor. En ese momento entra el mayor talento de Humberto Zurita, quien traspasa los límites del escenario para embaucar al espectador en la duda de su verdadera esencia.

Zurita cambia con una facilidad increíble de estados de ánimos, de géneros, tonos y ritmos. En un momento provoca la risa con su cinismo, en otro la tristeza con su honestidad y la duda cuando todo mundo sabe que su medio natural es el engaño.

Una gran obra para un gran actor y éste sale avante, mueve y conmueve, vence y convence, sin por ello descontar al apoyo que recibe de Carmelita González y Olivia Collins, así como de Constantino Costas, Fabiola Campomanes y Xavier Massimi.

David Antón, ha adaptado el espacio del Polyfórum Siqueiros para recrear en forma realista, pero idónea, el camerino, donde el personaje, entre escena y escena de la otra obra que representa, mientras cambia de vestuario, enfrenta los problemas que él mismo ha creado y que, hasta cierto punto, disfruta.

Una gran puesta en escena que ofrece la cartelera comercial, con la ventaja que el público reirá, se conmoverá y disfrutará, para una vez pasada la alegría reprochar al personaje o, por qué no, envidiarlo. Un final, hasta cierto punto inesperado, que será sólo el principio para el comentario o el análisis.

"El protagonista" se representa en el Polyfórum Siqueiros, los jueves a las 20:00, viernes a las 19:00 y 21:30, sábados a las 18:00 y 20:30 y domingos a las 18:00 horas ■