“JIMMY” LOZANO, EL
EMBLEMA DEL ESFUERZO
Por Edgar Contreras
México,
14/06/04 (AUNAM);
Jaime
Arturo Lozano Espín es dueño de la banda izquierda de Pumas. “Jimmy”,
como le dicen sus amigos, juega una posición engañosa, pues su labor
no se limita sólo a mandar centros al área, también anota goles. La
temporada pasada, terminó como el segundo goleador de su equipo con
seis anotaciones. En el presente torneo, lleva 2 anotaciones. Su
desempeño individual le valió la convocatoria a la Selección
Mexicana, en el partido que disputó contra Uruguay.
Hijo único de dos actores, el “Jimmy” forjó su propio
sendero. Él está agradecido con el apoyo moral que recibió de sus
padres, Ana Bertha Espín y Jaime Lozano Aguilar. Debutó en primera
división el 15 de agosto de 1998 en un partido en que Pumas derrotó
tres goles contra uno al Pachuca.
Desde su primera infancia, su anhelo fue jugar fútbol
profesional. “El fútbol me llamaba la atención desde niño. Siempre
soñé con jugar en primera división. Todos los días me veías jugando
con una pelota y trataba de ser campeón en todos los equipos. Yo le
iba al América por influencia de mis tíos.
Nunca fui un niño estudioso, era distraído. Entrenaba
fútbol cuando salía de la escuela. En la noche veía televisión y me
dormía, pero no llegaba a estudiar. Cuando cumplí doce años, ingresé
a las fuerzas básicas del club Universidad y, desde ese momento, el
auriazul ha sido mi único color.”
El divorcio de sus padres en 1991, fue una de las
primeras lecciones difíciles que le deparó la vida. Algunos años
después, cuando jugaba en segunda división, tuvo dos cirugías en
ambas rodillas, hecho que lo deprimió bastante. “Fue una lesión
complicada y pensé en el retiro durante tres días. Nunca he pensado
en desistir por no jugar; hay que ser fuerte mentalmente para
aguantar que no te metan y toda la presión que eso conlleva”.
En 1998, año de su debut con Pumas, Lozano jugó su
primera liguilla contra Cruz Azul. Tuvo la fortuna de anotar un gol
de cabeza, que le valió a la UNAM el pase a la semifinal. Los
siguientes torneos no fueron tan gratos para él. La poca actividad
futbolística lo llevó a pedir su salida del equipo en el 2001. Se
contrató con el Atlético Celaya. ”Busqué otra opción en Celaya,
porque aquí me daban todo, estaba bien cobijado pero no tenía
continuidad. Mi apuesta era por jugar, aunque fuera en un equipo de
media tabla”.
Con Celaya la mayoría de los partidos los disfrutó
desde la banca. Éste pudo ser el acabose en su carrera. En ese
tiempo, su madre lo invitó a una la entrega de premios, donde ella
ganó en la categoría de mejor actriz del año. Ana Bertha le dedicó
su premio a Jaime, como muestra de que todo lo que vale la pena se
consigue con base en el trabajo y sacrificio. Éste fue un revulsivo
para Lozano, quien tendría una segunda oportunidad con Pumas desde
el año 2002.
Sus constantes desbordes por la banda lo han
convertido en el complemento ideal de Ailton da Silva. Es uno de los
mejores rematadores de cabeza de Pumas, un defensa muy seguro en el
marcaje, y pretende consolidarse como el mejor lateral izquierdo del
fútbol mexicano. “Si quieres ser algo grande tienes que ser muy
disciplinado. Todo tiene muchos sacrificios y ya que estas aquí y lo
valoras, te das cuenta de que todo valió la pena”, dijo Lozano con
convicción.
Con Hugo Sánchez como técnico, “Jimmy” ha crecido
como futbolista y le reconoce al pentapichichi las enseñanzas
que le otorga a él y a sus compañeros: “hay muchas cosas que
aprender de Hugo. Sus logros no los tiene cualquiera y su mentalidad
lo llevó a ser el mejor futbolista de México. Esfuerzo, dedicación y
sacrificio son los conceptos que compartimos”.
Al término de su preparatoria abierta, a Jaime le
gustaría estudiar Música o Comunicación. ”Es complicado dejar todo
al final, la educación tiene mucho que ver.
Son metas que tienes en tu vida. Ir en contra del
conformismo te conduce a una realización integral como persona y
como deportista. Aunque sea convocado a la Selección nacional o
participe en un mundial, seguiré preparándome”.
Mientras tanto, “Jimmy” Lozano se prepara para
disputar la gran final del fútbol mexicano contra Guadalajara; es la
primera en su etapa como futbolista. Ya vendrán tiempos para jugar
en la Selección Mexicana a la cual fue convocado nuevamente por La
Volpe. Hoy, su sueño consiste en levantar el trofeo de campeón del
fútbol mexicano, seguirá poniendo centros, anotando goles y
coadyuvando al triunfo de su equipo, con el color auriazul
estampado en su pecho. |