"REMINISCENCIAS"
Sabores
una atmósfera de aromas
casi tocable
como la neblina
en las noches mágicas
de Luna.
Suspenso ingrávido
en el seno de
cálidos océanos arcaicos
el caos apacible
y difuso del origen
nos envuelve
dulce reminiscencia.
El espíritu del Dios
aleteaba sobre las aguas
el cuerpo era Cosmos
la caricia de esas alas
las fauces del abismo
el sismo el cataclismo
la calma.
Dime
dime todo lo que sabes
de la angustia innominada
y del eterno fantasma
que habita en el vacío
tras la mirada
y del grito rebelde
al filo de agonías.
Dime dime todo lo que sepas
de la tristeza infinita
tras la euforia de
los renacimientos
y del otro Gran Vacío
puesto al extremo
de nuestras proyecciones
allí en el límite
epidermis intangible
del cuerpo de la noche
inaccesible abismo
frontera en donde
desfallece la palabra.
Puedo oir el aullido
del Gran Perro
que perdido en la negrura
eternamente llama
a la Luna
esperando que se acerque
un poco más
lo suficiente para comérsela.
A resguardo
en la nostalgia del insomnio
me refugio en el vientre
tenso y vigoroso
de la melancolía.
Imposible es
el quebranto
al eje del vacío
el punto del misterio
desde donde miro
descarnado
y si pregunto
yo hechicero
y mago
pregunto por la vida.
Ustedes están vivos
eso creo
porque soy
un recién llegado
por eso les indago
por eso evito contestarles
aunque a veces
como los niños
yo quisiera mostrar
a todos los misterios
que he traido
de aquellos mundos
los mundos del olvido.
Cómo debo comportarme
a veces pienso
en realidad se trata
de un reencuentro.
Yo los conozco
somos semejantes
paseo por las ferias
de mi barrio
como un turista embelesado
voy a clases
al trabajo me detengo...
Yo
quise vivir rápido
terminar pronto
cumplir con mis mandatos
y despedirme discreto
en algún póstumo acto.
Si he despreciado
no fue desprecio
sino espanto
y si avancé
como un soldado
fue por sentirme
acorralado.
Despacio
con cautela
me aproximo a la Vida
a los otros
a la mía.
20 de noviembre de 1999