"TREINTA Y PICO"
No llega la lluvia
no llega
el tiempo pasa
y el plasma del Verano
me ataca...
No me has entendido,
cuando dije
que no quise ser
un niño débil
caprichoso asustadizo
dependiente
no por eso
no fui niño
fui otro niño
diferente al que desearon
sin saberlo
nunca saben
no supieron
del deseo que se infiltra
en cada gesto
contrario a la palabra
oculto en el enredo
de argumentos transtocados
las falacias del garrote
y la melaza
vi a la cara
de esos monstruos
todos esos monstruos
tan reales en Uno
y en el Otro
tan ajenos como propios
fue tan triste verme
viéndo fui otro niño
de cara a lo siniestro
aventurero
valiente secreto...
¡Y fue maravilloso!
Me recuerdo
y es tan cómico
el pequeño siempre firme
y debatiendo su entereza
ante los nudo del amor...
Hay la tristeza
cuando impío traidor
de mi Codex
cuánta pena
cuánta pena
y lágrima de arena
en la garganta
preso de mi falta
al escupir mi regla áurea.
Y ese llanto de niño
perforando mis oidos
frecuencia infiltrada
en la exigencia de las voces
esas voces adultas
¿Adultas?
Me han engañado
aquí yo como idiota
portando los emblemas
y vosotros...
Dios
¡Dios!
Los adultos no existían
escúchalos escúchalos
no saben lo que hacen
pero lo hacen tan bien.
Hay
yo que habiendo renunciado
al llanto ingrato
de la garra y la malicia
yo que pude verme
y me incliné como un
Gallahad devoto
ante la espada
que me armara
caballero de la ley...
¿Ahora que quereis?
Si no quieren
que comprenda
si no que obedezca
si no quieren que ame
si no que dependa
me rebelo a ejercer
esa miseria
tanto como rotundo
a invertir los términos
en la monstruosa dualidad
de los pares inversos
y malversos.
Podría ofrecerte
la conciencia de
mis perversiones
y apetencias
presentarte
a mis demonios
para que conozcas
lo humano de
mis improcedencias
y nada podría serte ajeno
sino que genérico
el panteón
de las potencias
cósmicas del Ser
a todos nos afecta.
Pero no temas
ni esperes que ejecute
perversos rituales
no quiero ser humano
no de esa manera.
Sé de virtudes
fundamentales
y de caminos celestes
acepto mis infiernos
pero no les obedezco
aunque hondas
mis raíces son visibles
la tierra es negra
y hiede porque
fértil se ofrece
el tronco es fuerte
las ramas amplias
denso el follaje
y mis frutos...
mis frutos siguen verdes.
18 de diciembre de 1999