CURSO
DE DISEÑO WEB AVANZADO (VI)
Dale estilo
a tu sitio
Cambiar
la apariencia de todo un sitio Web puede ser complicado si hay que hacerlo página
por página. Para facilitar esta tarea los especialistas desarrollaron las páginas
de estilo o Cascade Stylesheets (CSS). Ellas permiten, básicamente, cambiar
el aspecto de todo el site con sólo modificar una página.
Por
Agustín
d'Empaire
La
solución para evitar cambiar miles de líneas de código
para editar un página que surgió es un complemento del HTML al
que se llama Cascade Style Sheets (CSS), que literalmente significa "hojas
de estilo en cascada".
Contra la creencia popular, el HTML no tiene como función principal embellecer
las páginas web, sino definir de manera muy general la estructura del texto
y su distribución jerárquica dentro de la página. En rigor, el
HTML en sus comienzos fue pensado para darle libertad al browser para que muestre
la información como quiera. Pero los diseñadores necesitaban herramientas que
permitieran manejar la apariencia de sus páginas.
Ante esta situación, Netscape y Microsoft tomaron la posta e inventaron un sinfín
de etiquetas HTML destinadas a cambiar el aspecto de las páginas Web. Un ejemplo
es la etiqueta FONT, que permite cambiar de tipografía, color o tamaño
de letra. Lo que realmente importa, más allá de la bizantina discusión sobre
el si el HTML debe mantenerse "puro" o si es mejor su versión "empresarial",
es que a larga siempre termina siendo más eficaz tener bien diferenciada la
estructura de un documento de su apariencia. Aquí es dónde hacen su aporte las
CSS: un estándar que permite almacenar toda la descripción estética
de un sitio en un único documento que controla la apariencia de todo
un sitio.
Al estar incorporadas en
1996 como estándar por el W3 (World Wide Web Consortium), las CSS son
reconocidas por la mayoría de los browsers lanzados desde entonces (a
saber, Internet Explorer desde la versión 3.0 y Netscape Navigator desde
la 4.0). Pero tanto Netscape como Microsoft aprovecharon las bondades
de esta norma y desarrollaron sus propias interpretaciones. El resultado
es la incompatibilidad: una vez más, las características desarrolladas
por Microsoft no se pueden ver con el navegador de Netscape y viceversa.
Además, ambos navegadores incorporaron sólo algunas de las
especificaciones
oficiales de las CSS. El diseñador que profundice
en esta tecnología no debe perder de vista este inconveniente.
Cómo
funcionan las hojas de estilo