La transformación mundial del capitalismo. Implicaciones para México.

Miguel Angel Rivera Ríos


En la década de los ochenta el país se vio inmerso en una oleada tecnológica que afectó en sus cimientos a la economía; las implicaciones del arrastre tecnológico no tienen carácter universal ni mecánico. El problema radica no en la tecnología por sí, ni en la potencialidad de la misma, radica en la capacidad de adaptación de la sociedad receptora. Ahora bien, este no es un proceso fácil, hay que atacarlo desde tres francos principalmente: el determinismo geográfico y económico el cual provoca la transformación constante del sistema capitalista y afecta por supuesto a los distintos componentes que acuden al mercado mundial; el subjetivismo del individuo que interactúa con necesidades, recompensas y castigos que provocan el cambio social; la capacidad de respuesta de los países en vías a las condiciones, oportunidades y riesgos de la economía mundial.

Las fuerzas del capitalismo mundial son caracterizadas por la expansión hacia las economías de la periferia; estos países adoptan una postura generalmente pasiva y no dan respuesta a las absorciones, fusiones o desaparición de la industria interna; la integración activa, por su parte, implica contestaciones - principalmente del Estado- a las absorciones inherentes a la expansión imperialistas, sustentadas en políticas a favor de "núcleos tecnológicos" internos.

Es evidente que la tecnología trae modificaciones estructurales en la producción y el papel institucional del Estado. Esto es debido a la forma ahora inadecuada de las instituciones, culturas y prácticas sociales arrastradas por sistemas de producción con diferente modalidad.

El sistema organizacional de los nipones, por ejemplo, superó la lógica de flexibilidad al expandir de manera elevada el potencial de la producción y sobre todo, de la eficiencia. En un caso aún más específico como la industria del cómputo se puede observar al avance al engendrar subsectores y expandirse a nuevos horizontes bajo el mandato de los Estados Unidos. International Business Machine configuró de una manera diferente la estructura empresarial e industrial con sistemas informáticos de vanguardia que permitieron crear un estándar en hardware y software así puedo ser posible la explotación de economías de escala; en respuesta , las compañías rivales en Europa y Japón, siguieron con diferente éxito, tratando de engancharse a esta precisa etapa del ciclo y participar en la renta tecnológica, no trataron de modificar o volver iniciar el proceso.

El sistema capitalista se desenvuelve en el ámbito nacional o internacional que encuentran el motor de desarrollo en la actividad económica. La manera en que interactúa el mercado mundial tiene repercusiones directas y muy variadas sobre cada una de las economías. Detrás de todas las relaciones comerciales o financieras establecidas por mutuo acuerdo está la autonomía cada vez más acabada del mercado global ( como un sólo organismo) contradictoriamente, los países en unidad cada vez son más dependientes. La libre movilidad de capitales y ha reducido la posibilidad de que un país pueda proseguir una política monetaria o hasta fiscal independiente. Esto asegura la reproducción del sistema. En el caso de los espacios nacionales existen motores al interior. El motor de la economía global procede de factores exógenos por lo que es vulnerable y no puede quedar inmutable.

La transformación de Asia Pacífico en el extremo capitalista más activo es el principal determinante de la nueva configuración de los encadenamientos productivos; unen a empresas de Estados Unidos, Asia Oriental y Japón.