Jesus, Todopoderoso
CRISTIANOS UNIDOS
“Era
Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo
soy el Dios todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”Génesis 17:1
“Y el
Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta
llegar a ser multitud de pueblos; y te de la bendición de Abraham, y a tu
descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a
Abraham”. Génesis 28:3-4
Dios tiene muchos atributos, entre ellos es
Todopoderoso, Omnipotente. Todopoderoso significa: Altísimo, Creador, Supremo,
Sumo, Hacedor, Superior, Ser supremo. Estos atributos solo los encontramos en
Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de Israel, el Dios de los
Cristianos. Dios es Omnipotente, Irresistible, Soberano y Todopoderoso, y
además, es nuestro hacedor, creador y Padre. A este irresistible Dios es al que
servimos con todo el corazón. Además de todas estas cosas, Dios es el que nos
corrige, para que vivamos.
“He aquí, bienaventurado es el hombre al que Dios castiga; Por lo tanto,
no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es quien hace la
llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan”. Job 5:17-18
“Bienaventurado el Hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo
instruyes. Para hacerle descansar en los días de aflicción, En tanto que para
el impío se cava hoyo.” Salmos 94:12-13
Muchos cristianos piensan que todo lo malo que nos
pasa proviene de Satanás, pero Job es un clarísimo ejemplo de Satanás está al
servicio de Dios, y que muchas veces Dios mismo lo envía para que nos dé una
zarandeada. Job era un hombre justo, que aparentemente vivía de acuerdo a Dios,
y su ley. Pero Dios escudriña los
corazones, y Dios sabía, en su omnipresencia, lo que había en el corazón de
Job, y fue Dios el que le dijo a Satanás: “¿No has considerado a mi siervo
Job?” Dios envió corrección e instrucción a la vida de Job, y para ello se
valió de Satanás. La corrección tiene un propósito divino, y es el que
aprendamos a andar en el Camino, para que vivamos. El único camino al Padre es JESUCRISTO. Y
Jesucristo es Todopoderoso. Y Jesucristo está por venir. Él es el que ha de venir,
al que esperamos, y cuyas magníficas obras proclamamos.
“¡Ay del día! Porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como
destrucción del Todopoderoso.” Joel 1:15
“Aullad, porque cercano está el día de Jehová; vendrá como asolamiento
del Todopoderoso”. Isaías 13:6
El día del Todopoderoso sin duda vendrá, pues todos
los cristianos sentimos en nuestro Espíritu que el gran día se acerca:
Jesucristo está a las puertas, y él vendrá a Juzgar a las naciones con vara de
hierro. Nosotros los Cristianos estamos siendo corregidos por Dios, para que podamos
ver ese día: ¿Quién de nosotros esta bajo una gran tribulación? ¿Quién de
nosotros puede decir que todo esta bien? Sabemos que Dios nos está corrigiendo,
y en su soberanía ha enviado su Espíritu para que nos redarguya, y todo aquel
que se niegue al cambio, será corregido por Dios. Los cristianos en todo el mundo estamos
viviendo persecución, pruebas, problemas, enfermedades, muertes y toda
preocupación, pues Dios está depurando a su iglesia, porque Jesucristo está a
las puertas. Es responsabilidad nuestra
emblanquecer nuestras ropas con la sangre del cordero, y vivir en santidad,
para que seamos libres de la corrección de Dios. Necesitamos apegarnos a las
escrituras y vivir de acuerdo a Dios, y no de acuerdo al mundo, a nuestra
carne, o a Satanás. Cuando los cristianos comprendamos que hay poder en estar
de ACUERDO con Dios, y hacemos su voluntad,
cosas increíbles pasan. Cuando no queremos estar de acuerdo con Dios, y
queremos hacer nuestra voluntad, cosas increíbles pasan también. La diferencia es que si no buscamos vivir en
acuerdo con Dios, entonces aprenderemos a punta de corrección pero de cualquier
manera, seremos instruidos en la Palabra de Dios, ya sea voluntariamente, ya
sea por la voluntad correctora del Todopoderoso. Sabemos que Dios es el
todopoderoso, pero ¿creemos que Jesucristo es el todopoderoso?
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y
el que era, y el que ha de venir, el Todopoderoso”. Apocalipsis 1:8
Jesucristo es el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Jesús
es la piedra que los edificadores rechazaron. Jesús es el que los judíos
esperan, y no se pueden dar cuenta que su Mesías ya vino, y que vuelve otra vez
a reinar con poder en las naciones.
Ellos, los judíos, tienen más de 2000 años que no han visto otro profeta
mayor que Juan el bautista, ni otro redentor mayor que Jesucristo. No le conocieron cuando Él caminaba entre
ellos, y no creyeron las palabras del maestro cuando les decía: Yo te daré a
beber el agua que quita la sed. No solo
no creyeron, sino que además le crucificaron.
Pero todo esto era necesario para que todos los seres
humanos pudiéramos tener acceso al Padre, por medio de los judíos. Jesucristo
era judío, pero su salvación es para judíos y gentiles. ¡Jesucristo es el que
había de venir! Jesucristo es el que vuelve pronto por su Iglesia.
“El séptimo ángel tocó la trompeta y hubo grandes voces en el cielo que
decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo;
y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que
estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros
y adoraron a Dios, diciendo: te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, el que
eres, y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.”
Apocalipsis 11:15-17
“Y cantan el Cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del
Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios
Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.”
Apocalipsis 15:3
En la misma revelación, se establece que todas las
naciones adorarán al Rey de los Santos, Jesucristo, cuando sus juicios sean
manifestados. Israel es parte de las naciones que reconocerán que Jesucristo es
el Señor Dios Todopoderoso y Eterno. Jesucristo es el Hijo de Dios, y tiene
todos los atributos de Dios. Él es el Salvador del Mundo, nuestro Redentor. Por
Él, toda rodilla se doblará y confesará que Jesucristo es el Señor, para gloria
de Dios Padre.
La hora se acerca, está a las puertas. Nuestro
Espíritu lo sabe, todo nuestro ser espera la hora que ha de llegar, y no
tarda. Jesucristo viene por su Iglesia,
todos nosotros, Cristianos que amamos y servimos al Rey. Si tú eres judío, o
eres gentil inconverso, aún si eres ateo, o si tienes otros credos, otras
religiones, otra fe, otro Dios, pero no tienes a Jesús en tu corazón, tu no
eres salvo. Necesitas a Jesús en tu
corazón para alcanzar la vida eterna, para ser parte del gran mar de gente que
alaba al único Hijo del Dios Todopoderoso, al Camino la verdad y la vida, a
Jesucristo nuestro Señor.
“Y oí una voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y
como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro
Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han
llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha
concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino
fino son las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Bienaventurados
los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo, estas
palabras son verdaderas de Dios.” Apocalipsis 19:6-9
Si tu que lees estas palabras, eres inconverso(a),
pero aún tu espíritu se regocija dentro de ti al leer acerca de Jesús, si
sientes que Dios te está hablando a tu espíritu, y con lazos de amor te está
atrayendo a Sí mismo, hoy es tu día. Acepta el regalo de Jesús, tu
salvación. En Cristo tendrás la
esperanza bienaventurada de verle cuando venga por su Iglesia. Si aceptas a Jesús en tu corazón hoy, tu
formarás parte de esa multitud que alabe Su nombre. También serás llamado a las
Bodas del Cordero, y vivirás eternamente en sus moradas celestiales. Ora
conmigo así:
“Señor Jesús, en esta hora reconozco que he vivido toda mi vida sin ti,
y que he pecado. Te pido que perdones todas mis ofensas, todas las veces que te
he rechazado, todas las veces que no quise saber nada de ti. Yo sé que tú eres
el que los judíos esperan, el que los Cristianos alaban, y el que ha de venir.
En esta hora, yo te pido que me laves de todos mis pecados, y me redimas por
medio de tu sangre preciosa, derramada en la cruz del calvario por todos los
pecadores. En esta hora, yo acepto tu
regalo de Salvación, y te acepto como mi Señor y Salvador. Te pido que tomes el
control de mi vida, mis emociones, mis sentimientos, mi alma, mi espíritu y mi
cuerpo, y que me lleves de la mano por sendas de justicia. Te pido que me
ministres de manera intensiva para que yo pueda servirte todos los días de mi
vida, en tu nombre oro, amen.” Si has orado así, haz hecho a
Jesucristo tu Señor y Salvador. Has pasado de tinieblas a luz. Comienza a leer
la Biblia para que conozcas el plan de Dios para tu vida.
”Y todas las naciones te llamarán
bienaventurado; porque serás tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”
Malaquías 3:12
Si tú eres un Cristiano que está pasando por alguna
tribulación, te pido que pongas todas tus causas ante el tribunal de Cristo,
pidiéndole a Dios que haga justicia en tu vida, y que se manifieste con todo
poder en tus circunstancias. Recuerda: Jesucristo es Dios todopoderoso, y no
hay nada que escape de su mano. Para
Dios nada hay imposible, y el te ayudará.
Pídele que rompa toda maldición en tu vida, generacional, heredada o
adquirida, y que ate y reprenda todo espíritu que tenga ingerencia en tu vida
por medio de esa maldición, que quebrante toda potestad en tu contra, en el
nombre de Jesús, y sé libre. Jesucristo tu redentor, el Dios Todopoderoso, te
ha dado el dominio.
“¡He aquí yo vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de
la profecía de este libro..Yo soy el alfa y la Omega, el principio y el fin, el
primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener
derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.”
Apocalipsis 22:7 y 13-14
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo
venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le
hicieron acercarse delante de él. Y le
fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su
reino uno que no será destruido.” Daniel 7:13-14
“Y que el reino, el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo
el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino
eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.” Daniel 7:27
“Padre Celestial: En esta hora yo te doy gracias por toda prueba y
tribulación, por tu corrección y porque nos has concedido lavar nuestras ropas
en la Sangre del Cordero. Te doy gracias por todos los judíos que ya han
aceptado tu regalo: a Jesús en sus corazones. Te pido que los bendigas y los
uses grandemente para llevar las buenas nuevas de Salvación a todo el pueblo
judío en todos los confines de la tierra. Te pido la paz para Jerusalén y te
pido que bendigas a tu pueblo Israel. Envía a tu Espíritu Santo para que los
convenza de sus pecados, de tu justicia y de tu juicio, para que se conviertan
y vivan. Te pido la paz de Jesús en Israel, la paz que sobrepasa todo nuestro
entendimiento.
En esta hora, Padre amado, te pido por todos nuestros hermanos que están
sufriendo penas y dolor, persecuciones y hambres. Por todos los países en guerra, por todos los
que se han quedado con las manos vacías. Por todas las madres que lloran la
pérdida de sus hijos, sus hogares, sus esposos. Envía a ellas al Consolador, el
Espíritu de Verdad.
Pon en nuestro corazón la certeza de los tiempos en que vivimos, y del
pronto retorno de nuestro Salvador. Te
pido que sostengas al cuerpo de Cristo en la unidad del Espíritu Santo, y que
tu nombre sea glorificado en nuestras vidas, en todo momento y en todo lugar.
Te ruego que prepares el cuerpo de Cristo para trabajar activamente en la gran
cosecha de almas, y que nos des dirección y propósito todos los días de nuestra
vida, o hasta el retorno de nuestro Señor Jesucristo, y en Su nombre,
Todopoderoso, te alabo y te doy gracias por lo que haz hecho, por lo que haces,
y por lo que haz de hacer. En Su nombre, amén.”
¡Que la paz de Jesús inunde nuestros corazones!
Amén.
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