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TODA
UNA VIDA
Todo
denotaba tranquilidad, la quietud y el silencio dominaban el ambiente. Eran
altas horas de la madrugada y no había casi ninguna actividad, el centro de
mando estaba inactivo, únicamente se veían de vez en cuando a algunas personas
que se encontraban de guardia, todo lo demás dentro de la Sección estaba
dormido como corresponde a esas horas y cuando hay muy pocas misiones en marcha
o estaban en estado pasivo.
No se si quedan amigos, ni
si existe el amor
Si puedo contar contigo para
hablar de dolor
Si existe alguien que
escuche cuando alzo la voz
Y no sentirme sola
Únicamente
destacaba una figura oscura que estaba en el pasillo de acceso de vehículos en
actitud de espera.
Puede ser que la vida me
guie hasta el sol
Puede ser que el mar domine
tus horas
Puede que toda tu risa le
gane ese pulso al dolor
Puede ser que el malo sea
hoy
En
eso, que sonó el aviso de que un
transporte estaba llegando, era la misión Gallager, dirigida por Michael desde
el centro de control y su equipo en el campo.
Naces y vives solo,
Naces y vives solo
Naces y vives solo hoy
Su
equipo volvía y allí estaba él, como siempre que se quedaba dentro de la
Sección en alguna misión, para recibirlos. Había sido una misión fácil,
únicamente recoger un intel de una caja fuerte poco custodiada y volver, por
eso no le habían requerido en el campo.
Voy haciendo mis planes, voy
sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte, voy
logrando el control
Van jugando contigo, van
rompiendo tu amor
Van dejandote solo
Pero
cuando se abrieron las puertas, el espectáculo que Michael vio fue dantesco,
caras de dolor, con heridas y laceraciones, todo su equipo venía magullado.
Esto le hizo reaccionar inmediatamente corriendo hacia el transmisor.
“Medico
inmediatamente al acceso de vehículos, deprisa”.
Naces y vives solo,
Naces y vives solo
Naces y vives solo hoy
Sus
hombres se apoyaban unos sobre otros, unos cojeando otros con otras heridas.
Inmediatamente llegó el equipo medico y se los fue llevando.
Voy haciendo mis planes, voy
sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte, voy
logrando el control
Van jugando contigo, van
rompiendo tu amor
Van dejandote solo
¿
Que había pasado? La misión había ido bien, cuando él los dejó estaban a punto
de coger el transporte que les trajera de vuelta a casa. ¿Qué podía haber
causado esto?, Y sobre todo ¿Dónde estaba ella?. La persona que más le
interesaba no aparecía. Su pulso estaba consiguiendo una carrera importante, la
ansiedad le estaba consumiendo, la sangre le rebotaba en las sienes, hasta que
de repente...
Naces y vives solo,
Naces y vives solo
Naces y vives solo hoy
De
repente la vio saliendo del transporte, también con magulladuras y diversas
heridas, venia desgreñada pero en un repaso rápido, para su alivio, no percibió nada grave.
Algo puede mejorar, algo que
pueda encontrar
Algo que me de ese aliento,
que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr,
ya no quiero recordar, y
darle tiempo a este momento
que me ayude a superar, que
me de tus sentimientos
“¿Qué
ha ocurrido?”, La pregunto con el tono más tranquilo posible, sin que se notase
la ansiedad que le comía por dentro.
“¿Qué que ha pasado?. Maldita sea Michael,
¿por qué no verificaste el transporte?, Nos tendieron una emboscada cuando
estabamos tomando el avión”.
“¿Por
qué no me avisaste?”
“Pero
si te he estado llamando desde entonces ¿ Donde estabas tu?, Hemos intentado
comunicarnos desde entonces sin conseguirlo, Michael ¡nos habéis vendido!,
estabamos solos sin nada, ¿es que no nos habéis oído?. Si nos queríais muertos
haberlo hecho antes, no en una emboscada” le respondió ella con aire enfadado y
con una mirada mortal.
“Aquí
no hemos recibido nada” intento responderle él. Pero ella lo corto de seguir
hablando.
“Ya,
aquí nunca pasa nada, últimamente no
nos enteramos de nada. Pero en las misiones estamos cayendo como moscas
y no se hace nada. Pues escúchame bien, si no llega a ser por los refuerzos de
Walter”.
“Intentaré
averiguar que ha pasado” la corto él.
“¡Intentarás!, A la mierda Michael, sabes lo
que ha pasado, está pasando desde hace tiempo, hay alguien que esta haciendo que las misiones fallen,
nos han vendido desde hace tiempo y tu solo dices que intentaré averiguarlo,
mira, está muriendo gente muy valiosa, como decís muchas veces, y aquí no se
está haciendo nada, da gracias de que
estabamos preparados y nos pudimos defender. , Seguramente no estarías
hablando conmigo en este momento.”
Puede ser que la vida me
guie hasta el sol
Puede ser que el mar domine
tus horas
Puede que toda tu risa le
gane ese pulso al dolor
Puede ser que el malo sea
hoy
Esto
le dejo helado por dentro, la visión de
no volver a verla se le paso por la mente, una vida sin ella, sin poder
contemplarla durante horas, su sonrisa, esos ojos increíblemente azules que
poseían un destello único. Pero nada de esto salió al exterior, el siempre el
operatorio perfecto, jamás se le nota la debilidad ni deja traslucir los
sentimientos, la maquina perfecta.
“Ve
a la enfermería”, la espetó y salió en
la dirección opuesta.
Naces y vives solo,
Naces y vives solo
Naces y vives solo hoy
Allí
la dejó, contemplándolo como se alejaba, ella sabía que su última frase le
había afectado lo había visto en sus ojos, después de tantos años había
aprendido que Michael no habla con su
cara o gestos sino que como mejor se le puede leer es en sus ojos, por eso ella
siempre le miraba a ellos para saber sus reacciones. Y si, había visto algo en
ellos, había visto miedo, desesperanza, cuando ella le lanzó el comentario
final y por ultimo había visto enfado y determinación.
Si,
algo iba a cambiar después de todo dentro de la Sección. Lo había visto en sus
ojos, esto no iba a que darse así, pero de momento no la quedaba otra solución
que esperar, así que se fue para la enfermería.
Como
bien Nikita había intuido, Michael estaba pensando eso exactamente, esto no
puede quedar así, no puede seguir así, se había callado durante algún tiempo,
muchos habían muerto y no se había hecho nada, no estaba dispuesto a tolerarlo
mas, no cuando ahora era su equipo y concretamente ella a por los que iban.
Michael
llegó al área principal sumido en estos pensamientos y se dirigió a la zona de
Walter. El hombre viejo, como siempre ya estaba allí, siempre era de los más
madrugadores, incluso mas que Michael.
“Walter,
quiero que todos los dispositivos de mi equipo sean revisados minuciosamente,
comunicación, armas, incluso sus trajes, botas, todo. Y lo quiero lo antes posible, por favor”.
“De
acuerdo Michael, pero ¿qué pasa?”
Michael le devolvió su mirada en blanco y
salió hacia el centro de comunicaciones, donde solamente encontró a Cloud.
“¿Dónde
está Birkoff?”
“Aún
no es su turno, estará descansando en su cuarto”.
“Llámalo,
despiértalo si es necesario y que venga inmediatamente, cuando llegue que venga
a mi oficina”.
“Pero...”
intento protestar Cloud.
“Que
es lo que no has entendido” le espetó con una voz baja y mortal.
Y
se dio media vuelta como antes y salió en dirección a su oficina.
Una
vez dentro de ella, dejó rienda suelta a toda su angustia.
Había
estado a punto de perderla, su vida estaría rota, toda su alegría ida al
garete, no poder ver su rostro de nuevo, sus ojos, su cabello. No poder
disfrutar contemplándola en la distancia que era el lugar que el mismo se había
asignado, resignándose a nada más. Después de lo de Adan y Elena, esto sería su
peor golpe, ya se estaba recuperando de ello, con su ayuda, y ahora le querían
retirar su apoyo, su sostén para poder seguir viviendo.
Todo
esto podría estar destruido en cuestión de segundos solo porque alguien no
estaba haciendo bien su trabajo o como insinuaba Nikita alguien hacia demasiado
bien el suyo.
Últimamente
eso le rondaba la cabeza, tantas misiones falladas, que en realidad no habían
fallado, era al final una vez concluida, en el transporte o en la recogida
donde había demasiados accidentes o emboscadas, esto no era normal, tenia que
haber alguien a quien esto beneficiara. Y comenzó a darle vueltas a una idea que le era familiar desde hace
algún tiempo por las habladurías que cuando él era un recluta había oído.
Estaba
concentrado en estos pensamientos cuando llegó Birkoff, todavía con signos de
haber estado dormido, vestido apresuradamente, despeinado y desgreñado.
“¿Que
querías Michael?, Estaba descansando, mi turno no empieza hasta dentro de tres
horas. Ya puede ser algo importante.”
“Quiero
que revises todas las comunicaciones de la misión Gallager desde el principio
hasta la ultima que encuentres, quiero que revises las filmaciones de cada una
de las cámaras de cada miembro del equipo y las del transporte, haz un cruce
entre ambas cosas para ver si coinciden o no y localiza cada emisión que haya
podido salir de aquí, por si encuentras
alguna anomalía Ah! Y lo quiero lo antes posible”,
“¿Por
qué?”
“
Tu hazlo, y me comunicas lo que encuentres, únicamente a mí, no hables de esto
con nadie más. Además Birkoff, Gail no creo que se haya quejado después de lo
de anoche “
“
Vale, vale, Entendido” le respondió un Birkoff colorado como un tomate,
saliendo de su oficina y todavía más confuso de cómo Michael se podía haber
enterado de lo que el y Gail habían estado haciendo esa noche.
De
momento no se podía hacer nada más hasta ver los resultados. Así que Michael
salió de su oficina y se dirigió a la enfermería para ver como se encontraba su
equipo.
Allí
se encontró a la doctora Paterson
“Doctora”
“Michael”
“¿Cómo
está mi equipo?”
“Algunos
mejor que otros. Pero no hay ninguno muy grave y no has tenido ninguna baja.”
“Mills,
operativo. Herida de hombro. 3 semanas.”
“Johnson.
Luxación de hombro, metralla. 4 semanas”
“Gills.
Solo laceraciones de cristales. 2 días”
“Méndez
rasguños y torcedura de tobillos. 1
semana”
“Nikita,
rasguños y esguince de muñeca. “Días”. Concluyó su informe la doctora.
Eso
era lo que él estaba buscando, que no había ninguna baja y que sobre todo ella
estaba bien, se quitaba un peso de encima, ahora solo había que averiguar que
es lo que lo había causado y si era lo que él intuía había que prepararse para
lo que podía venir o intentar evitar el daño posible tanto para él como sobre
todo para la seguridad de Nikita.
De
vuelta en su oficina llegó Walter con sus noticias.
“Michael,
no he encontrado nada anormal ni en su equipo ni en los transmisores o en las
cámaras, todo estaba bien “.
“gracias
Walter”
“Michael
¿qué está pasando?”
“Aun
no lo sé, aun no”
“Si
necesitas mi ayuda ya sabes donde encontrarme”.
“Gracias
Walter, de momento esta bien”.
Si
como Walter decía todo su material estaba bien, la única solución es que el
problema residiera en la parte técnica de comunicaciones. Faltaba saber que era
lo que Birkoff averiguaba. Y por lo que se intuía debía de haber encontrado
algo, puesto que desde la ventana se le veía que tenia a todo el puesto de
comunicaciones revolucionado.
“Birkoff,
¿Algo?” le pregunto al acercarse allí
“Aun
no Michael, pero estoy en ello “ le contesto el chico.
“Bien
date prisa Birkoff, lo quiero para ayer” le dijo con tono autoritario y severo,
dándose la vuelta y yendo de nuevo a su oficina.
Este
intercambio fue presenciado por algunas personas que se iban incorporando a sus
quehaceres, pues tan solo habían pasado unas horas desde la llegada de la
misión. También fue presenciado por Walter desde su lugar y por Nikita que
llegaba al centro de mando procedente de la enfermería.
Se
fue donde se encontraba Birkoff.
“Birkoff,
¿qué quería Michael?”
“pregúntale
a él “
“
No, te lo estoy preguntando a ti “. Le espetó ella cogiéndole y dándole la
vuelta a la silla para enfrentarlo y poniéndole las manos en los hombros.
“
No puedo decírtelo, me dijo que no se lo dijera a nadie”, le respondió
valientemente él. “Pregúntale a él”. Y con esto dio la vuelta a la silla y
volvió a su trabajo.
Sabiendo
que no podía sacar mas información de aquí se fue hacia Walter.
“Hola
nena”, le saludo Walter con una sonrisa. “ he oído que tuviste problemas en la
misión”
“Así
es” y le enseño su muñeca con el fuerte vendaje.
“¿Pero
estas bien?”
“Sí.
A propósito ¿Michael te ha encargado algo Walter?”
“Si,
¿porque pequeña?”
“¿Qué
era?”
“Solamente
que revisase todo vuestro equipo, pero no encontré nada anormal, ¿porque, nena?
¿Qué está pasando? ¿A que vienen tanta pregunta y tanto misterio?”.
“Aun
no lo sé Walter, aun no lo sé”, le contestó ella distraídamente porque estaba
pendiente de la oficina de Michael.
Allí
estaba él, frente a su ventana, como muchas veces ella lo había visto,
majestuoso, contemplándolo todo, pero esta vez era distinto, estaba allí frente
a su ventana pero su mirada parecía perdida, no mirando nada, inmerso en sus
propios pensamientos, de alguna manera vulnerable como pocas veces lo había
visto. Concretamente durante 3 días que estuvo en su casa y no recordaba ni
siquiera quien era y después de su abandono de Elena y sobre todo de Adan.
¿Qué
es lo que estaría pensando? ¿Qué podría causar esa vulnerabilidad?.
En
ese momento vio a Birkoff que se dirigía apresuradamente a la oficina de
Michael. Entro sin llamar, causando que Michael saliera de su ensimismamiento,
pareciendo ansioso. Algo le dijo, le mostró algo y volvió a salir
apresuradamente mascullando entre dientes.
¿Qué
estaba ocurriendo? Iba a averiguarlo fuese como fuese. Y la única manera era yendo a buscar
respuestas y sabia quien era la única persona que la podía sacar de dudas.
Llamo
al marco de la puerta y espero a oír su voz
“Entras”
“¿Michael,
tienes un minuto?”
“Sí.
Nikita. ¿Qué ocurre?” Y mientras decía esto estaba tecleando en su panel para
suprimir la vigilancia.
“Sé
que estas iniciando una investigación sobre lo que fallo en la misión”.
Al
ver la cara en blanco de él, ella continuo. “Quiero ayudarte”.
“No
te metas Nikita” la interrumpió él.
“No,
quiero ayudarte, cuatro ojos ven mas que dos, y si no me dejas ayudarte lo haré
por mi cuenta y será peor porque ni tu avanzaras ni lo haré yo”
Después
de unos segundos en silencio, Michael, la pregunto ”¿Cómo esta tu muñeca?”
“Estoy
bien Michael, y la muñeca no me impedirá trabajar, así que tu decides”, Y
siguió diciendo ”sé que has hablado con Walter y que el no ha encontrado nada
anormal, aun no sé lo que ha averiguado Birkoff pero espero que tu me lo
digas”.
Michael
sabia que todo esto se lo estaba diciendo para que él supiera que, aunque el no
le dejara que le ayudase, ella iba a seguir con la investigación. Además sabia
que en la única persona en quien
confiaba era ella y que con su intuición, quizás encontrara algo que los demás
no habían visto, que el ni Birkoff habían visto, aunque esto no se lo diría
nunca.
“
Está bien” iba a seguir hablando cuando le interrumpió el interfono con dos
pitidos.
“¿Si?”
“Michael,
Ops quiere verte enseguida”
“Vale”
respondió Michael al interfono, y dirigiéndose a Nikita. ”Empieza por este CD
que ha dejado Birkoff, es de lo que recogieron las cámaras, revísalo y cuando
traiga el de comunicaciones los comparas. Hazlo desde éste ordenador, no
utilices ningún otro y no le digas a nadie lo que estas haciendo, si te
preguntan, estas remitiendo unos perfiles que te he pedido.”
“Así,
que por lo que me estas diciendo, sospechas que hay alguien de aquí dentro que
nos quiere perjudicar” respondió Nikita.
A
lo que Michael respondió con su mirada típica en blanco.
“Enseguida
vuelvo” y se fue hacia la oficina de Ops.
“Michael,
he leído el informe de la misión Gallager, ¿qué ocurrió?”
“Como
dice el informe nos estaban esperando cuando nos íbamos, pero la misión salió
bien, tenemos el intel que era lo que importaba, además no he tenido bajas en
el equipo”.
“Últimamente
hay misiones que están fallando” dijo Ops.
“
No fallan, mintió Michael, “solo hay mas accidentes.”
“
¿Es tu opinión?”
“Si,
no pienso que sea importante” dijo Michael en tono sereno, “por ahora” terminó
de apostillar.
“Bien,
eso es todo Michael, gracias” le despidió Ops.
Con
eso Michael salió, dándose por despedido, había ganado tiempo y podía dedicar
éste a investigar, aportar pruebas y resultados que serían convenientes.
“
Birkoff, quiero una terminal portátil en mi despacho para Nikita, que
únicamente pueda manejarla ella y nadie más.” Le dijo al joven cuando pasó en
dirección a su oficina. Pero se arrepintió por un momento, se dio la vuelta y
salió en al dirección contraria.
A
los cinco minutos volvía con dos tazas en la mano. Cuando llegó a su puerta,
encontró a Nikita en su silla y tecleando muy concentrada en lo que veía en la
pantalla.
Se
la quedo mirando unos instantes, como si la descubriera por primera vez,
siempre le pasaba lo mismo, ella era para él como una aparición cada vez que la
miraba, como algo nuevo por descubrir y sorprenderlo.
Salió
de su ensimismamiento por un ruido detrás de él como un carraspeo.
“
Ejem, Michael, aquí esta la terminal que me pediste”, era Birkoff con el
ordenador portátil.
“Bien,
ponlo a este lado de la mesa, y conéctalo al mío”, disimulo él, entrando en la oficina.
Se dirigió a Nikita, “toma” y le dio una de las tazas.
A lo que ella respondió con una amplia
sonrisa, “gracias”.
“
Le he dicho a Birkoff que te instale una terminal aquí para que podamos
trabajar”.
“
Eso esta bien”, respondió ella, tomando un sorbo de la taza, cada vez mas asombrada, primero por la deferencia de
dejarla su ordenador, luego por haberla traído algo de beber, que era
precisamente su té favorito y luego por
lo de la terminal. Así que era verdad, por una vez iba a dejarla trabajar en
algo con él, la iba a permitir adentrase en una forma de vida de él, que era
como hacer su trabajo, como ayudarle a encontrar al responsable de lo que les
había pasado, aunque ella ya tenia la ligera sospecha de que Michael o ya lo
sabia, o estaba muy cerca de averiguarlo, pero por fin el se abría un poco a
ella y esto tenía la intención de aprovecharlo.
Mientras
Birkoff instalaba la terminal, permanecieron en silencio, Michael mirando por
la ventana de espaldas a los otros dos y Nikita sentada en la silla de Michael,
tomando pensativamente a sorbos su té. Cada uno metido en sus propios
pensamientos.
“Bien,
esto ya está”, los saco de sus ensimismamientos la voz de Birkoff.
“Gracias”,
le contesto Michael. Mientras, Nikita se levantaba y tomaba asiento delante de
su nueva terminal, en la silla que ella había ocupado desde siempre, que ella
sentía como suya.
Michael
fue el primero en romper el silencio, “bien, ¿qué has encontrado?”.
“No
lo sé aun, parece que todo fue normal desde aquí, pero tenias que haber estado
allí, nada funcionaba, nada salía al derecho y aun no se porqué, he mirado la
cinta como diez veces y no encuentro
nada”.
“Bueno,
sigamos mirando, tiene que haber algo que se nos haya escapado, además tenemos
tiempo”.
“¿Qué
quieres decir con que tenemos tiempo?” Le preguntó ella intrigada.
“He
ganado algo de tiempo con Operations”.
“¿Cómo?”
Preguntó ella, y de repente amaneció, “ no se lo has dicho, le has mentido a
Operations”.
“No
lo he mentido, digamos que no le he dicho toda la verdad”.
Uau,
esto era nuevo para ella, Michael transgrediendo las normas. Salió de su
asombro cuando oyó teclear a Michael en su ordenador.
“Bueno,
comencemos desde el principio”.
Así
aparecieron las imágenes en ambos ordenadores.
Tanto
había cambiado, con el simple hecho de que la permitiera ayudarle, ¿qué había
provocado esto?, Este cambio repentino, para permitirla acercarse, para ser un
poco más vulnerable. ¿Podría ser que las palabras que ella dijo a la llegada de
la misión le hubiesen asustado tanto?, No lo sabia, estaba tan confusa, pero
definitivamente algo era distinto.
Michael
la estaba observando cuidadosamente sin ella advertirlo, y veía todas estas
emociones pasar por su cara, desde el asombro, hasta la comprensión finalmente,
pasando por la alegría y la perplejidad.
“Nikita,
enfoca”, le dijo él sin quitar la vista de su ordenador. Lo que la saco de sus
pensamientos.
“Um,
sí, sí”. Y ambos siguieron trabajando.
Era
después de unas horas cuando Birkoff y Walter se presentaron con algo. Y los
encontraron, a Nikita sentada en su silla delante del ordenador y Michael
detrás de ella contemplando la pantalla y con una mano en el respaldo de la
silla.
“Michael,
creo que hemos encontrado algo”, espetó Birkoff que no podía disimular sus
nervios y ansiedad.
Los
dos que habían llegado miraron un poco ansiosos a la pareja.
Michael
mientras tanto sacó el teclado del lado derecho de su escritorio y desactivó la
vigilancia.
“Hemos
comparado todo, todos los equipos con todas las cámaras, y no se veía nada.
Pero al hacerlo ambos a la vez hemos visto que el sonido que nosotros teníamos
no concordaba con la imagen que las cámaras de los equipos retransmitían.”
Intentó explicarse Birkoff.
“Es
decir”, Nikita dijo, “que era una grabación”.
“Eso
es imposible” concluyó Michael.
“
Un momento”, intervino Walter, “niño, a ver si te explicas bien. La imagen que
recibíamos y el sonido que recibíamos durante la misión si coinciden, pero la
imagen grabada de los equipamientos de cada uno de los miembros de tu equipo y
el sonido que recibíamos es lo que
difiere.”
“Lo
que estas diciendo, es que todo en su conjunto ¿era una grabación?” Preguntó
Nikita.
“Exactamente”
contestaron los otros dos a la vez.
“Pero
eso es imposible, os habríais dado cuenta que nuestros comentarios no era lo
que habíais estado viendo.”
“Pero
Nikita, nosotros no os oíamos o veíamos. Era una grabación, y conforme a ello
ponían el sonido. En definitiva, que imitaban nuestras y vuestras voces para
que no nos diésemos cuenta.”
“Pero..”
Continuaba diciendo Nikita.
“Eso
es muy sofisticado” cortó la voz de
Michael.
“Si,
lo es” respondió Birkoff.
“Entonces,
la pregunta es” dijo Nikita recogiendo el hilo de la conversación,” ¿quién
tiene poder para hacer esto?, ¿Quién tiene esa tecnología?”.
“Exacto!”
Exclamo Walter.
“Agencias
occidentales”, dio una idea Birkoff.
“¿Célula
roja?” Dijo Nikita.
“¿Irak?”
Respondió Walter.
“Nosotros”
espetó Michael que en un momento dado se había levantado y había estado mirando
por la ventana de espaldas a los otros. Dándose la vuelta enfrentándose a la
mirada de asombro de los otros tres ocupantes de la habitación.
“¿Estas
diciendo que puede haber sido de dentro?” Preguntó Walter.
“¿Por
que no?” Le contesto Michael.
“Si,
puede tener sentido”, apostilló Birkoff.
“Esta
conversación, no debe salir de aquí”, comenzó a decir Michael, con una mirada
dura en su cara. ”Nadie debe saber lo que estamos haciendo, nadie”.
“De
acuerdo” contestaron los otros tres a la vez.
“Bueno,
si no queréis nada mas” respondió Birkoff, ”tengo mucho que hacer” y con una
inclinación de su cabeza a Nikita salió por la puerta.
“Michael,
esto puede ser peligroso” empezó diciendo Walter.
“Lo
sé, Walter”, le respondió Michael con lo que dio por terminado el argumento que
quería empezar el hombre más viejo.
“Bien,
tu sabrás lo que haces” y con esto salió por la puerta cerrándola.
Por
unos momentos ambos se quedaron en silencio. Michael por la ventana y Nikita en
su silla, que todavía ocupaba.
“Michael,
tu sabes mas de lo que dices” terminó por romper este silencio ella.
Este
comentario sacó una pequeña chifladura de su boca, un esbozo de sonrisa.
Intentado ocultar pero sin embargo ella lo vio.
“En
serio, Michael, ¿Qué sabes?”
“Aun
no se nada, Nikita, únicamente intuyo”
“Intuición,
¿tú?“ Dijo ella en tono sarcástico.
Lo
que sí que provocó una sonrisa de su parte. Con lo que ella decidió aprovechar
el momento de buen humor.
Estirando
los brazos por encima de su cabeza y metiendo sus manos a través de su pelo,
ella dijo. “umh, estoy cansada” y a la mirada magnetizada de Michael le dijo,
“es tarde, quieres salir a por un café?” Esperando anhelantemente por su
contestación, aunque su cara no retrataba la tensión que sentía.
“Claro,
vamos”, contestó él, apagando su ordenador y abrochándose la chaqueta.
A
esta contestación apareció una sonrisa en la cara de Nikita. Él le ayudó a
ponerse su abrigo y ambos salieron por la puerta de la oficina, el caballero
como siempre la dejó pasar primero.
Caminando
por el suelo principal Nikita ondeó a Birkoff y luego a Walter. Y ambos
subieron por el ascensor hasta el aparcamiento.
“¿Cómo
has venido?” La preguntó él.
“En
coche, y ¿tu?”.
“También”.
“Bueno,
pues entonces nos veremos allí” dijo ella.
“No,
vamos andando, luego podemos volver a por los coches”.
Una
cierta desilusión pasó por la cara de Nikita cuando Michael dijo esto. Es
decir, que piensas volver después del café, pensó para si.
Donde hay agua siempre hay
vida
Donde hay sueños hay caminos
Donde hay paz hay alegria
Si hay amor, tambien
suspiros
Lo
que Nikita no sabia es que Michael tenia otros planes.
Viste en flor la primavera
Y el invierno te pide abrigo
Donde hay risas nunca hay
pena
Donde estes estoy contigo
Salieron
a la superficie y un viento helado, los pegó de repente. Nikita se estremeció,
lo que no pasó desapercibido al experto ojo de Michael.
Cuando hay fe hay esperanza
Si me olvidas no te olvido
Y si hay fuego en tu cabaña
Dime que entre que hace frio
Si hay sueños hay caminos
Donde hay sol siempre habra
luz
Donde estes estoy contigo
Por muy lejos que estes tu.
“¿Frío?”
Le preguntó él.
“Un
poco” le respondió ella. “Vienes aquí” la dijo Michael amarrándola por la
cintura y estrechándola contra su cuerpo. Ella pasó una de sus brazos por la
cintura y se acurrucó contra él.
Donde hay ricos siempre hay
pobres
Donde hay tierra siempre hay
sitio
Si me das lo que te sobre
,yo te doy lo no tenido
Así
caminaron hasta llegar a la cafetería. Una vez dentro fueron a la ultima
casilla de todas, como buenos operarios, y desde la cual podían contemplar todo
el local y todas las salidas.
“¿Qué
van a tomar?”, Llegó el camarero.
“Un
té verde y...”, Mirando a Michael dijo, “un café solo sin azúcar”, viendo que
Michael no decía nada, añadió “y dos bollos de mermelada”, lo que provocó el
levantamiento de cejas de él.
“Tengo
hambre”, se justificó ella cuando se marchó el camarero.
“¿Cuándo
no?” Le contestó él.
“Michael,
acabas de hacer un chiste”
Caen las hojas en otoño,
y en verano yo me derrito
donde hay fuertes siempre
hay flojos
donde vayas yo voy contigo
“Bien
esto tendrá que quedar entre nosotros, porque si no tendré que cancelarte.” Lo
que provocó la risa de ella.
Cuando hay fe hay esperanza
Si me olvidas no te olvido
Y si aprieta la solana
soplame y dame fresquito
Si hay sueños hay caminos
Donde hay sol siempre habra
luz
Donde estes estoy contigo
Por muy lejos que estes tu.
En
ese momento llegó el camarero con su pedido.
“Ahora
en serio, Michael, que está pasando?, Le preguntó Nikita.
El
se puso muy serio, con la mirada pálida que llevaba siempre en la sección y la
contestó “aun no tengo pruebas pero creo que alguien de dentro está
vendiéndonos, sobre todo mis misiones y sobre todo mis misiones contigo”.
“Pero”
repuso ella con asombro, “entonces van a por mí, Michael, ¿estoy en la
suspensión?” Dijo ella casi temblándola la voz.
“No!”
Se apresuró a desmentirla él. “Claro que no!, Solo digo que es demasiada
coincidencia, eso es todo”.
“Vale,
te creo” dijo ella con un poco de sorpresa y perplejidad en su voz. “Pero no
significa que me guste”. “Y según tú, ¿quién está vendiendo tus misiones?, Creo
que sabes mas de lo que me estas diciendo.”
“
En serio Nikita, no lo sé, sólo tengo una ligera sospecha y si es lo que creo,
será muy grave y tendrá muchas consecuencias, como sea esto, no sé lo que vamos
a hacer” dijo él como pensando en voz alta, y con una cierta preocupación en
sus rasgos.
“¿Tan
grave es Michael?”
“Si”
respondió él en un tono tétrico.
Se
quedaron ambos unos minutos en silencio contemplando sus bebidas y comidas y
pensando.
“Michael,
¿puedo hacerte una pregunta?” Dijo Nikita rompiendo el silencio. “¿Por qué me
has dejado ayudarte hoy?, Nunca me implicas en nada, sin embargo hoy, ¿Qué es
lo que cambió?”.
“me
asustaste”
“¿Qué?,
¿Cómo?”, Si ella hubiera estado bebiendo de su taza, ahora mismo él estaría
bañado en té.
“Cuando
me dijiste que podría no estar hablando contigo, en ese momento, me asustaste.
Así que cuando me dijiste que querías ayudar fue un motivo para tenerte dentro
de mi vista, igual que el café...”
“Pero,
¿porqué Michael? No es como si no fuese a pasarme algo si estoy contigo, si me
tiene que pasar, me pasará...”
“No
si yo puedo evitarlo” la cortó él.
“Y
que es de ti?, También pueden ir a por ti”.
“es
una posibilidad”
“Entonces,
si tu me cubres, yo te cubriré” le dijo ella.
Esa
es la idea, pensó Michael para si.
“Bueno
ya que estamos hechos en este punto, dime, que planes tienes para encontrar, o
mejor dicho, para destapar a quien está haciendo esto. Porque si es que vas a
ser mi sombra y yo la tuya, tengo que saber el plan”. Tentó ella a la suerte.
Michael
la miró por un momento. Como había crecido desde que se la encontró en el
cuarto blanco, sus argumentos eran con fundamento, no intentaba dejar cabos
sueltos por donde el se pudiera evadir. Si, ésta era la mujer que él anhelaba.
Ella
ya pensaba que la iba a dejar de nuevo en la oscuridad, cuando de repente él
contestó, “bien pues lo que voy a hacer es...”, “lo que vamos a hacer” le
corrigió ella. “ Vale, lo que vamos a hacer...” y procedió a contarla parte de
lo que iba a preparar y acabó la argumentación, “ y mientras tanto,” dijo
apuntándola con el dedo,” no voy a perderte de vista ni un solo minuto” con una
media sonrisa en su cara.
“Vale,
ya que estamos de acuerdo”, se atrevió ella, “como se dice por ahí, ¿tu casa o
la mía?”.
“Primero
cena” la respondió él, “luego ya veremos”.
“Bien,
¿dónde?”
“¿Qué
te apetece?”
“Mm,
italiano, ¿de acuerdo?”
“De
acuerdo, vamos”. Michael pagó el café y salieron caminando hasta el restaurante
La Fontana a unas dos calles mas abajo. Pasaron de un ambiente frío en la calle
a uno muy caluroso y acogedor en el interior del mismo, con una decoración que
parecía que se habían transportado a la propia Italia.
“La
verdad es que este sitio es bueno, me recuerda a la misión que tuvimos en
Verona hace dos años, ¿te acuerdas Michael?”
“Si”
le respondió él. Como no se iba a acordar de lo maravillosa que ella parecía
como dama de la alta aristocracia, de vacaciones, en un tour por toda Italia,
esa era su tapa, y él de guardaespaldas de ella. Solo para coger a un
terrorista, que para sacar dinero secuestraba a millonarios.
De
repente, le sacó de sus recuerdos, una señora mayor que salió de detrás de la
barra de la entrada, con aires italianos y hablando muy deprisa.
“Miquele,
Miquele, come estai?”
Fue
lo único que entendió Nikita, de toda la perorata que lanzó la mujer en un
segundo.
También
vio como Michael la contestaba en su mismo idioma.
Cuando
ya les conducía hasta su mesa, Nikita le dio una mirada levantando las cejas,
como diciendo, ¿y eso qué era?.
Una
vez que se sentaron y les trajeron las cartas, Michael le explicó que venía muy
frecuentemente al restaurante, que la señora Mila, que era como se llamaba, lo
había medio adoptado allí y siempre salía a saludarlo cuando lo veía caminado por la calle. Lo que no la dijo,
era que la había salvado de un ataque terrorista en Italia con la frontera de
Macedonia y la había traído a París y la había puesto el restaurante. Pero
claro, eso desviaría la versión que ella tenía de él y le obligaría a desvelar
muchas cosas y dar muchas explicaciones que de momento, no estaba dispuesto a
dar.
Estuvieron
en un ambiente muy relajado y tranquilo, comieron una buena cena, en un
silencio amable, no como los silencios que antes ocurrían entre ellos que eran
tan tensos.
Cuando
salieron, Nikita se disponía a regresar a la Sección para recoger el coche,
después de haber pasado una muy buena velada, cuando Michael la agarró del
brazo y la dijo, “no, no es en esa dirección”.
“¿Cómo,
que?” Preguntó ella asombrada. “¿No vamos a la Sección?”
“No,
quiero enseñarte algo antes”.
Con
eso, caminaron juntos un trecho, cuando de repente Nikita sintió que Michael la
cogió la mano y entrelazó sus dedos con los suyos.
Pero,
¿qué?, Se preguntó ella para si, ¿de qué dependes Michael?, Este cambio repentino,
no lo entiendo, continuó ella con sus pensamientos. ¿Realmente te ha asustado
tanto?, No lo creo, ¿qué será?. Y le dirigió una mirada lateral.
Vio
a Michael mas relajado que nunca, paseando como si nada, con la mirada al
frente, como si ellos fuesen una pareja normal sin ninguna preocupación, dando
un paseo por la noche. No lo entendía, ¿acaso Michael la iba a tener ahora mas
cerca?, ¿La estaba preparando para lo que iba a venir?.
De
momento, concluyó, iba a aprovechar todo lo que pudiera conseguir, y se
concentró a percibir la sensación de tener su mano calurosa entrelazada con la
de él.
Michael
también iba meditando, y había decidido algo, no la rebelaría de su vista en
los próximos días. Porque si pasaba y se comprobaba su teoría, donde mejor iba
a estar era en su vista y compañía constante. Y él estaba dispuesto a no
permitirse ni un minuto sin ella. Debería ganarse su confianza porque iban a
venir pruebas muy duras y seguro que deberían compenetrarse y confiar entre
ellos como nunca antes había pasado. Y aprovechando la situación, se proponía
estar mucho más abierto a ella y mostrar algo de sus sentimientos.
Así
que el también se concentró en percibir sus dedos entrelazados con los de ella,
dándole un sentido de candidez y paz, así es como deberían ser siempre las
cosas, concluyó.
Después
de unos pocos minutos llegaron a su destino.
“Ya
estamos aquí”, anunció Michael.
Era
un edificio con varios pisos que acababan en un ático.
“¿Dónde
estamos Michael?”
“Ya
lo veras, ven”, y procedió a abrir la puerta, dejándola pasar.
Por
la puerta se saludaron por el portero.
“buenas
noches, Sr. Samuelle”
“buenas
noches Cloud”
“hacia
mucho tiempo que no venía”
“Si,
los negocios ya sabes como son. ¿Cómo está tu familia?, ¿Y la pequeña Sofie?”
“Muy
bien señor, y creciendo”.
“Por
cierto, donde están mis modales, esta es mi amiga Nikita. Estará mucho por
aquí”.
“Encantado
señora”, se dirigió a ella por primera vez el portero.
“Lo
mismo digo Cloud”.
Subieron
al ascensor que les llevó al ultimo piso, el ático. Michael sacó una llave y
abrió la puerta de la derecha a la salida de ese ascensor. Le remitió a Nikita
entrar y procedió a encender las luces y en el acto, comenzó a salir musica
como de las paredes. “El equipo de musica esta conectado a la luz” le dijo el
al ver la cara de asombro de ella.
El vino es mejor en tu boca
Te amo es mas tierno en tu
voz
La noche en tu cuerpo es mas
corta
Estoy enfermando de amor
El
apartamento era muy vistoso, muy elegante y espacioso, con varias habitaciones,
si, se notaba que era Michael el que
vivía allí.
“Siéntete
como en tu casa” le había dicho él. “¿Quieres algo?, café, té, vino...”
“Té
estará bien, gracias”.
“De
acuerdo, voy a prepararlo”, y desapareció por una puerta corredera. Después de
unos segundos abrió un panel de madera en una de las paredes y ella vio la
cocina. En realidad, donde había estado apoyado ese panel era una mesa y
enfrente estaba la cocina, muy parecido a lo que tenía ella en su cocina.
Quisiera caminar tu pelo
Quisiera ser noche en tu
piel
Pensar que fue todo un sueño
Despues descubrirte otra vez
Mientras
él estaba cacharreando en la cocina, ella se dedicó a dar una vuelta por la
sala principal del ático. Vio una chimenea, y sobre ella fotografías, de
Michael con Simone, de Michael con Elena y Adan, y a su asombro, de Michael con
ella en lo que se parecía la misión de Armel. ¿Cómo la ha conseguido? Se
preguntaba ella, pensándolo mejor, todo era posible en la Sección, ¿no?.
Y amarte como yo lo haria
Como un hombre a una mujer
Tenerte como cosa mia
Y no podermelo creer
Siguió
dando una vuelta por ahí, vio muchas pinturas, parecían originales, había
puertas, serían habitaciones, que desembocaban en esta sala principal que
parecía el eje central del ático.
Tan mia, mia, mia, mia
Que eres parte de mi piel
Conocerte fue mi suerte
Amarte es un place, mujer
Si,
definitivamente esta era la casa de Michael. Todo bien estructurado, elegante,
con las mejores salidas en caso de emergencia. Algo la llamó la atención. Unas
puertas correderas al lado de la chimenea, era la salida a una terraza
impresionante, estaba llena de plantas, además tenia un toldo que hacia como
una especie de techo, como si climatizara el lugar, pero lo que más la llamó la
atención fue la gran vista que descubrió delante de ella, prácticamente toda la
ciudad se podía ver desde allí, era impresionante, no se podía describir, desde
allí se podía ver un jardín enorme, sí, era el jardín donde ella iba a pasear a
menudo y sí, ahora que lo pensaba era el mismo jardín donde ella lo había visto paseando una vez, cuando el
se iba a encontrar con un contacto que luego murió en la explosión de su coche.
Que
cerca había estado de su casa sin saberlo, ¿Michael la habría visto alguna vez
paseando desde esa misma terraza?. ¿Desde su propio santuario?.
Porque
si, se repitió ella, este era definitivamente su lugar, todo transpiraba a él,
no como el otro sitio donde ella le había encontrado cuando ocurrió la
casualidad con Elena y Adan.
Desde
entonces, Michael era distinto, más cercano y cordial, dentro de su propia
lejanía, no siempre había esa mirada en su cara, mas a menudo, como ahora,
dejaba bajar sus barreras, parecía, más vulnerable, mas humano, no como el
ángel de la muerte que todos le llamaban.
Ella
sabia que en su interior había un ser humano fantástico, sensible y muy frágil, eso era lo que ella pretendía sacar
de él, que fuese el Michael que debió de ser si no estuviese entre ellos el
lugar donde trabajaban.
La
sacó de su ensimismamiento un sonido detrás de ella, vino él ofreciéndola la
taza de té. “Toma”. “Gracias”.
“Es
bonito ¿verdad?”.
“si
ayuda a relajarse”.
“Esta
es tu verdadera casa, ¿verdad?” Le preguntó ella.
“Si,
lo es”.
“¿Lo
saben ellos?” Siguió inquiriendo ella.
“no,
creen que vivo donde me instalaron”
“¿En
que estabas pensando?”, Le preguntó él. ”Hace un rato, estabas muy pensativa”.
Ella
mintió con toda la naturalidad, “en la bonita vista que tienes aquí. Sabes, en
ese jardín te vi un día, hace bastante tiempo, estaba paseando, ojeando una
feria de artesanía y entonces te vi, fue cuando esa informadora tuya se murió
por una bomba en su coche”. Dijo ella en tono muy serio.
Él
suspiró, recordando. “Si, ella no se merecía morir”.
Ambos
se quedaron en silencio, como recordando. Pero el silencio se volvió afable,
estaban a gusto entre ellos, sus presencias mutuas les confortaban.
“Nikita,
escúchame con atención. Si ocurre algo”. Rectificó en un momento,” si me ocurre
algo, quiero que vengas aquí”
“Pero
Michael”.
“No,
escúchame. Aquí estarás a salvo, ven conmigo “ y la condujo dentro de la casa,
hacia una de las habitaciones, en concreto su dormitorio.
La
llevó enfrente del espejo y mirando su reflejo la indicó, “como puedes ver hay
una anomalía en esta habitación, que solo se puede ver a través del espejo”, y
la señaló donde. “ Allí hay una caja fuerte, ábrela, hay documentos y dinero y
te vas de aquí lo mas lejos posible”.
“Pero
Michael”.
“¡Ningún
pero, Nikita!, prométemelo”
“Pero..”
“¡
PROMÉTEMELO!” Le dijo él en tono autoritario.
“Vale,
pero si tu me prometes lo mismo, prométeme que si algo me pasa, té iras de la
Sección, buscarás a Adan y no te sacrificarás”. Le dijo ella con furia en sus
ojos. “Hazlo Michael porque si no, no conseguirás nada de mí”.
“Esta
bien, lo prometo” respondió él con un tono callado.
“Entonces,
yo también”, dijo ella en tono conciliador.
Y
en ese momento tan crucial, ella vio donde estaban, y con su gracia
característica y para poner un tono desenfadado a lo que acababa de suceder
entre ellos. Dio una vuelta a sí misma, mirando por primera vez la habitación y
dijo en tono juguetón, “no está nada mal, nada mal, buena combinación de
colores. Michael”, y apuntándole con el dedo índice, concluyó,” tienes estilo”.
Se
dio la vuelta y salió de la habitación dejándolo allí indefenso.
Lo
que Michael no sabia era el tumulto interno que en ese momento ella sentía.
Dios mío, que ha pasado. En ese momento de tensión he conseguido sacar un poco
de emoción del agente más frío de la Sección. Si definitivamente esto es un
cambio.
Michael
la encontró en el sofá, recogiendo su abrigo.
“Bueno,
Michael, va siendo tarde, será mejor que me vaya, gracias por el té”.
“No,
es mejor que te quedes aquí esta noche” le respondió Michael. “Mañana
entraremos juntos, además tendrías que volver a la sección a por el coche y se
te haría tarde y mañana hay que estar allí muy pronto, tenemos una sesión de
información a las 6, entraremos juntos”.
“Michael,
¿me vas a dejar el sofá?” Respondió ella en tono sarcástico.
“No,
quédate con la cama, yo dormiré en el sofá”.
“Michael,
es tu cama” intentó justificarse ella.
“Déjalo
Nikita, dormirás en ella”.
“Vale,
vale, pero es una cama muy grande”, se atrevió ella, “podemos compartirla, no
es como si no hubiésemos compartido una nunca, además, prometo comportarme”
dijo ella juguetonamente, “palabra de honor”.
“¿Seguro
que no te importa?” Dijo él.
“Claro
que no Michael”.
Pasaron
a la habitación y Michael buscó en la cómoda y sacó un pijama, negro por
supuesto, y le dio a ella la parte de arriba.
“toma,
puedes cambiarte en el baño”
“Cómo,
Michael, ¿no te fías de mi palabra?”, Le dijo ella con una sonrisa en sus
labios.
“Por
supuesto”, le contestó él, a lo que añadió para sus adentros, lo que no me fío
es de mí.
Cuando
ella salió del baño, Michael no estaba en la habitación, ella abrió las sabanas
y se metió en la cama. A los dos minutos apareció Michael con la parte de abajo
del pijama.
“He
estado verificando la seguridad”,
respondió a la pregunta que vio en su expresión.
“Ah”,
respondió ella mientras el se metía en el otro lado de la cama. Michael apagó
la luz y se instaló contra la almohada. Con un suspiro dijo “buenas noches,
Kita”.
“Buenas
noches Michael”.
Y
con eso ambos se durmieron.
A
la mañana siguiente, Michael se despertó para encontrar que Nikita estaba
quedando a su lado, o más bien, la mitad encima de él, con su cara apoyada
sobre su corazón y un brazo alrededor de su pecho, durmiendo apaciblemente como
si nada en este mundo la pudiera perturbar, como el ángel que el siempre la
había considerado, que había entrado en su vida para salvarle de su agonía y
que el creía que no se merecía.
Tal
fue el agobio de sentimientos que se agolparon sobre él, que muy tiernamente
para no despertarla, pero con urgencia, se levantó dejándola dormir un poco
más.
Nikita
como sintiendo su ausencia se despertó a los veinte minutos mas o menos, pare
encontrarse sola en mitad de la cama. Se quedó un momento demorando en el olor
que aun quedaba en la almohada que él había ocupado y en el silencio
reconfortante del cuarto, hasta que oyó un ligero ruido proveniente, pensó
ella, de la cocina, confirmado posteriormente por el olor de algo cocinándose.
Se
levantó, y después de hacer sus abluciones, llegó hasta la cocina donde Michael
estaba totalmente vestido, cocinando algo en una sartén.
“Buenos
días, eso huele maravilloso, Michael”.
“Buenos
días, ¿tienes hambre?”, Dijo él dándose la vuelta para coger un vislumbre de
ella.
“umm,
si estoy hambreando” le contestó ella con una sonrisa.
Michael
la sirvió en un plato unos huevos y bacon, con un trozo de pan. “¿Té?”, La
preguntó educadamente él.
Ella
asintió con la cabeza puesto que ya había comenzado a comer y tenía la boca
llena.
“umm,
está buenísimo”
“Ya
veo, ya” respondió él con humor cuando observó que ella estaba acabando.
“¿Quieres
mas?”
“Y
tu, ¿no comes?”
“
no suelo desayunar nada, solo café”
“¿No
comes nada?” Preguntó ella asombrada.
“No”
respondió él echándola el resto del contenido de la sartén en su plato.
Una
vez acabado el desayuno, “bueno, debemos irnos”, dijo él caminando en la cocina
con el abrigo de ella, “debemos llegar pronto para la sesión de información”.
“uf,
creo que será la primera vez que llegue pronto a una. Espero que al jefe no le
dé algo cuando me vea allí”. dijo ella intentando poner un poco de humor a la
situación.
“Tranquila,
tiene un corazón fuerte”. Le respondió él. Ella se lo quedó mirando
especulativamente, arqueando ambas cejas y diciendo de nuevo. “Sabes Michael, a
veces me asombras”..
A
lo que el no respondió nada pero se dijo para sí. Tu siempre me asombras mi
vida.
Salieron
a la calle cuando estaba aun amaneciendo. Y comenzaron a pasear en dirección a
la sección.
“Michael,
¿es muy peligrosa la misión?”.
“No,
es pura rutina, lo hemos hecho miles de veces”.
“Hemos,
quieres decir que esta vez vienes con nosotros?”.
“Si,
no quiero arriesgarme a que ocurra nada”.
“Pero,
Michael, quizás si vienes con nosotros no hagan nada”.
“Nadie
sabe que voy con vosotros excepto tu. Y nadie lo sabrá hasta el transporte”.
“Tanto
confías en mi?” Le respondió ella un poco asombrada.
“Eres
la única persona en quien confió”, le dijo el muy serio. Si supieras cuanto,
pensó para si.
Llegaron
juntos a la entrada de la sección, cuando estaban cerca de la planta principal.
Michael le dijo, “quedan veinte minutos para la sesión, tengo que terminar los
preparativos, nos vemos allí” iba a
darse la salir cuando añadió “ah, y no llegues tarde”.
“Descuida”
y separaron sus caminos. Michael se dirigió a su oficina y Nikita se dirigió a
saludar a Walter.
“Walter!”
“Hola,
cariño!, Tanto me has echado de menos que tenías que venir temprano para saludarme?”
“Siempre,
Walter, saber que eres el único para mí y no podía pasar un minuto mas sin
verte”.
“Um!
Veamos, pareces muy bien con la misma ropa de ayer, Eh!”
“
No se te escapa una, verdad Walter?”
“Que
pasa nena, tan pronto me has reemplazado?”
“OH,
Walter eres incorregible”
“siempre
cariño, siempre”
“Nikita!”
Oyó detrás de si la voz inconfundible de Michael.
“¿Sí?”
Respondió ella dándose la vuelta.
“Es
hora”.
“Bien
adiós Walter”.
“Hasta
luego nena”.
Cuando
llegaron a la mesa de conferencias, solo estaba la mitad del equipo de Michael.
Se saludaron todos, efusivamente a Nikita y como siempre con silencio y una
inclinación a Michael.
A
dos minutos para que empezara, ya estaba todo el equipo allí, los que iban
llegando, iban ocupando los asientos libres.
A
la hora en punto apareció Operations. Y si, Michael noto, como también hizo
Nikita, un gesto de asombro al verla allí, pero paso en un segundo.
Sí!,
Pensó para si ella. Y tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener la sonrisa.
Operations
encendió el panel y comenzó a explicarles la misión.
“Esta
es Moira Capsaw, una activista reconocida del Twin Tack, sobre ella hay un
busca y captura en todos los países occidentales. Pero siempre ha escapado”.
“Este
es Costa Graco, una adinerado hombre de negocios griego que la está
protegiendo. Sabemos que en su propiedad guarda direcciones, fotografías y
documentos sobre el Twin Tack y sobre la señorita Capsaw.
Queremos
que traigáis al señor Graco y recuperéis esos documentos.
Michael,
prepara la misión” y con eso salió de allí, como había venido.
Uno
por uno los miembros del equipo se fueron levantando a conseguir sus propios
paneles y estudiar la misión.
Michael
por su parte se dirigió a Birkoff en el centro de comunicaciones. “Birkoff,
quiero que revises este intel, por favor” y se alejó de allí.
Cuando
el muchacho insertó el disco en su
unidad, vio un mensaje que decía:
CONVOCA
A WALTER Y Nikita PARA UNA REUNION EN EL NIVEL 10 EN MEDIA HORA, VEN TU
TAMBIEN.
A
la media hora en punto estaban los tres esperándole, se notaba el nerviosismo,
por su silencio tenso- se oyeron unos pasos y a la vuelta de la esquina
apareció Michael con su cara estoica y sus andares elegantes.
“Hola,
os he llamado aquí, porque como le dije antes a Nikita, voy a salir en la
misión. Pero nadie debe saberlo. Birkoff te quiero supervisando la
comunicación, Walter da al equipo el material normal, pero además pon una
unidad de comunicaciones especial en el equipo de Nikita y en el mío. Y otra te
la quedas tú para comunicarte con nosotros. Birkoff si hay alguna anomalía, en
el momento que Walter te dé una señal, quiero que intentes averiguar de donde
proviene lo que estas viendo y oyendo, rastréala y si es nuestra, averigua
desde que terminal, aíslala y cámbiala si puedes por otra igual. Eso es todo,
estar atentos”.
Los
otros no habían dicho nada, y permanecían en silencio. Este era el discurso mas
largo que habían oído de Michael en toda su vida. Estaban impresionados.
“Nikita
ve con Walter a preparar todo, coge mi unidad también, nos vemos a la salida” y
con eso se dio la vuelta y salió para preparar lo que quedaba. Cada uno por su
lado se fueron marchando.
A
la hora revista estaban casi todos en el acceso de vehículos esperando. Nikita
llegaba tarde como siempre. Iba a dar la vuelta a una esquina cuando casi se
topa de bruces con alguien.
“
Perdón! OH! Hola Madeleine”
“Nikita”.
Le devolvió el saludo la otra mujer.
“hacia
tiempo que no te veía”
“Sí,
unos días de descanso. Que tal todo por aquí?”
“Bien,
disculpa, llego tarde. Nos vemos”.
“Sí,
adiós Nikita”.
Era
raro volver a ver a Madeleine, hacia tiempo que no la veía por los pasillos de
la sección. Descansando unos días, había dicho, raro, sí muy raro. Pero desechó
cualquier pensamiento de su cabeza para concentrarse en la misión.
Se
acercó a la salida de vehículos. Estaban casi todos allí esperando, como
siempre.
“Nik!”
La llamó una voz por detrás.
“Gary!,
¿Cómo tu por aquí?” Le respondió ella al otro agente que la había llamado.
“Llamada
de ultima hora, para tu misión”.
“¿Quién
se ha caído?”.
“Hesky,
en el gimnasio, boxeando con uno nuevo, un tal Caperikos, un mastodonte diría
yo”.
“¿Qué
tiene?”
“Una
rodilla rota y creo que algo en la muñeca” la respondió el otro operario
mientras ambos caminaban hacia donde estaban los demás. ”Así que nada, de nuevo
en el equipo de Michael, contigo creo”.
“¿Conmigo?”,
Conmigo estaba Taylor.
“Ya
no” respondió Michael detrás de ellos. Llegando ya a la salida de vehículos.
“Bien
hay un cambio de ultima hora. Gary ocupará el sitio de Taylor junto a Nikita. Y
Taylor estará en el sitio de Hesky. Vámonos”.
“Cómo,
Michael, vienes con nosotros?” Preguntó Gary
“Si,
vamos, no perdamos tiempo”.
La
misión comenzó bien, capturaron a Graco en su casa como planeado, y los
documentos que necesitaron, parecía que esta vez todo iba a salir normal.
Ya
estaban en el furgón para salir cuando de repente, delante de ellos hubo una
gran explosión que retumbó alrededor, y comenzaron a oírse disparos.
Parecía
como si el infierno apareciera delante de sus ojos.
“¡Fuera
del furgón todos!” Gritó Michael. “¡ A los bosques todos juntos!”
Miró
a Nikita, y su famosa comunicación visual, sin palabras comenzó. ‘ Cambia la
unidad de comunicación’ ‘ ok’. Nikita echó mano a su cinturón y le puso a
Michael una en su oreja y la otra para ella.
“Walter”
la voz de Michael bramó en la oreja del hombre viejo.
“Si,
aquí estoy”.
“Hazle
la señal a Birkoff”.
“Ok,
Michael, en el asiento del táctico hay un regalito”.
“gracias
Walter”
“De
nada amigo, cuida de ella”.
Y
mirando a Nikita, Michael le contestó “siempre”.
“Vamos”
le dijo a ella “no te separes de mí”.
Michael
cogió la bolsa que estaba donde Walter había dicho, en su interior había
algunos de sus juguetes.
Salieron
ambos del furgón, y corriendo se dirigieron a los bosques, mientras los tiros
volaban sobre sus cabezas. Escondiéndose entre la maleza, Michael comenzó a
pasar revista sobre su equipo.
“Gills”,
“ ileso, en los bosques”.
“Taylor”,
“ileso, con él”.
“Gary”, “ileso, bosque”
“Mendoza”,
“rodeado, pero ileso, a cinco metros en dirección este del furgón”.
“¿Puedes
ocuparte?”, Le preguntó Michael en tono tranquilo.
“Por
supuesto”.
Con
una mirada a Nikita. ’Saca el mapa’. Y con un bolígrafo linterna comenzó a
estudiarlo, mientras Nikita con sus gafas de visión nocturna estaba alerta
vigilando para que no les descubrieran.
“Hay
un claro a pocas millas de aquí, dirección este. Allí nos recogerá el
transporte, una hora”.
“Nikita,
debem” no pudo decir nada mas porque Nikita le tapó la boca con su mano y
señaló con la otra delante de ellos.
Michael
se puso sus gafas de visión nocturna y vio pasar como a un metro de ellos a
cinco hombres armados.
Ambos
controlaron sus respiraciones para que no les delataran y cuando pasaron de
largo. “Bien, tenemos media hora, para llegar hasta el lugar de recogida”.
“Walter,
me oyes?”
“Sí”
“nos
han atacado”
“Birkoff
no recibe nada, ya está intentando localizar la señal”.
“De
acuerdo, que le diga al transporte que esté en una hora en las coordenadas 165
sudoeste, 10 norte”.
“Vale,
tened cuidado”.
Dirigiéndose
a Nikita, “vamos será mejor que nos pongamos en camino, quiero llegar allí
pronto para estudiar el terreno”.
“Por
eso les has dicho a los otros que una hora”. Él le contestó con un simple
movimiento afirmativo de cabeza.
Anduvieron
como un cuarto de hora, con diligencia pero con precaución, sin encontrarse a
nadie. Estaban llegando al lugar indicado, era una ligero claro en el bosque
donde podían aterrizar los helicópteros, pero deberían estar preparados para
correr, pues el ruido de los mismos podrían alertar a los que los perseguían.
Por lo que cuando llegasen, deberían estar ya todos en su lugar.
Escondidos
entre los árboles, se sentaron a descansar. “Michael, me crees ahora cuando te
digo que esto es grave?”
“si
Nikita, siempre te he creído”
“Ves
porque creo que van a por mí, no sabían que tú venias”.
“Puede
que no seas tu Nikita”.
“Bueno,
lo que ahora sé seguro es que no van a por ti”.
“Yo
no estaría tan segura. ¿Quién te dice que no han provocado que yo estuviera
aquí?”
“OH!”.
“Sí OH!” Dijo él.
“Tranquila,
saldremos de esta”.
“Si,
pero si no salimos, Michael, recuerda tu promesa”.
“Ahora
no pienses en eso”, la cortó él, abrazándola y acunándola dándole un beso en su
cabeza, “ahora no pienses en eso”.
Estuvieron
un rato en silencio, abrazados, hasta que oyeron un ruido detrás de ellos.
Ambos a la vez, apuntaron en la dirección del mismo, para ver salir en la
oscuridad a los otros operativos. “Tranquilos, somos nosotros”.
“Bueno,
algún problema?, Méndez?”
“Ninguno”.
“De
acuerdo, esperemos al transporte”.
A
los pocos minutos se oyó el ruido inequívoco de los helicópteros.
“Preparémonos”
dijo Michael al grupo.
Cuando
los helicópteros se posaron, les gritó “vamos”. Y salieron todos corriendo en
dirección a los pájaros voladores.
Cuando
la mitad de ellos ya estaban dentro de uno y los otros llegando al otro se
oyeron disparos detrás de ellos.
Y
Michael en ese momento lo sintió, sintió como algo le desgarraba el corazón,
una sensación de perdida irreparable, una agonía insufrible, se dio la vuelta y
la vio tendida en el suelo.
“NOOOOOOOOO!” Ese alarido casi inhumano se oyó en medio
del bosque, por encima del ruido de los helicópteros y de las armas disparando.
“NOOOOOOOOO!”. Y salió corriendo en su dirección, la cogió en sus brazos, y
volvió al helicóptero, donde los otros le estaban esperando. La recogieron, la
tumbaron en el suelo y le ayudaron a él a subir.
No
vio ni oyó a nadie, lo único en lo que estaba fijo era en ella. Mientras los
otros la atendían, él la acunó contra su cuerpo, mirando fijamente a su cara
llena de dolor.
Y pensando, ‘no!, No, dios mío, no ella no,
por favor, todo menos ella’. ’No, mi niña, no, no te mueras, no sin saber lo
que siento por ti, o no, no’.
“Alguien
va a pagar por esto” fue lo que oyeron los otros agentes, mientras el
helicóptero ascendía.
No quiero estar sin ti, si
tu no estas aquí, me sobra el aire
No quiero estar asi, si tu
no estas la gente se hace nadie
Si tu no estas aquí, no se,
que diablos hago amandote
Si tu no estas aquí, sabré,
que Dios no va a entender porque te vas
No puedo estar sin ti, si tu
no estas aquí, me falta el sueño
No quiero andar así,
latiendo un corazón de amor sin dueño
Si tu no estas aquí, no sé,
que diablos hago amándote
Si tu no estas aquí, sabré,
que dios no va a entender porque te vas
Derramare mis sueños, si
algún día no te tengo,
Lo más grande se hará lo más
pequeño
Paseare en un cielo sin
estrellas esta vez
Tratando de entender quien
hizo un infierno el paraíso
No te vayas nunca porque...
No puedo estar sin ti si tu
no estas aquí, me quema el aire
Si tu no estas aquí, no sé,
que diablos hago amándote
Si tu no estas aquí, sabre,
que dios no va a entender porque te vas
Si tu no estas aquí, no se,
que diablos hago amandote
Si tu no estas aquí, sabre,
que dios no va entender porque te vas.
Si tu no estas aquí.
Se
abrieron las puestas y apareció Taylor corriendo y gritando, ”deprisa,
¡Medico!”.
Pero
ya estaban allí, Walter los había llamado. “Rápido, donde está el herido?”,
Pregunto la doctora Paterson.
En
ese momento apareció Michael que llevaba en brazos a Nikita, no la había
soltado en todo el viaje, ni siquiera cuando ella se desmayó en el transporte.
“Michael
suéltala para que podamos atenderla”, pero Michael no oía nada, solo la veía
allí en sus brazos.
“Michael!,
Suéltala” le zarandeó la doctora para llamar su atención, lo que surtió efecto,
consiguió la atención del agente, “suéltala para que pueda atenderla”, le
volvió a decir la doctora Paterson, esta vez mirándole a los ojos y con tono
ansioso.
Michael
muy cuidadosamente la depositó en la camilla.
“¡Vamos!,¡
Rápido!!” Dijo una enfermera, “herida de bala en el costado derecho, con
abundante perdida de sangre, hay un orificio de salida”.
Es
lo ultimo que oyeron los que estaban de pie en el acceso de vehículos.
Todo
el equipo de Michael, Walter y el propio
agente de nivel cinco, que vio como ella se alejaba, un pedazo de él se
iba en la lejanía, su luz se desvanecía para dejarle donde siempre había
estado, entre tinieblas.
“Michael
lo siento”, le dijo Mendoza poniéndole una mano en el hombro.
“Si
hombre, espero que se recupere” dijo Taylor y se alejó con los otros.
Todos
intentaban darle ánimos, pero el no podía entenderlos ni verlos. Estaba en su
propio mundo de sufrimiento y angustia. Hasta que la voz de Walter lo sacó de
allí.
“Eh,
niño”, “vamos hombre, sabes que ella es fuerte, además esto no se quedará así”.
A
esas palabras el hombre viejo vio como el operativo mejor de la Sección dejó de
mirar hacia donde se la habían llevado y fijó una mirada de acero en él.
“Si,
tienes razón, esto no se quedará así”, le contestó él con gran determinación. “Que
habéis averiguado?” Comenzó a preguntar cuando fue interrumpido.
“Michael,
que ha pasado?”, Era la voz de Operations.
“Nos
emboscaron después de la misión. Todos los documento y Graco desaparecieron con
el furgón, los demás pudimos escapar. Cuando nos recogieron hirieron a Nikita”.
“Eso
es inaceptable Michael” dijo Operations con furia refiriéndose a la misión.
“Si
lo es” le contestó él con voz mortal refiriéndose a Nikita.
“Arréglalo
Michael” diciendo esto se fue.
“Sí,
seguro”. Y volviéndose a Walter le preguntó con la mirada, para que siguiera
relatando lo que había empezado a decir.
“Tenias
razón, es de dentro. Era de una sala común, cambiamos la terminal mientras no
había nadie. Estoy con las huellas y Birkoff está con el disco duro.
“Bien,
manténme informado, quiero saber quien ha sido”.
“Michael,
ella estará bien, sabes que es fuerte. Saldrá de esta”.
Al
ver que el otro hombre se iba a estropear, pues se le veía al borde de las
lagrimas. Y como Walter le conocía bien y sabía que eso sería una vergüenza
para el hombre joven, le dijo,” esta bien, Michael, ve con ella, y ya te dije,
cuidad de ella”.
“Siempre
Walter, siempre”. Con eso se despidió y se fue con paso firme hacia medlab.
Cuando
llegó le dijeron que estaba en cirugía. Que debería esperar.
Pasaron
cuatro horas, las cuatro horas mas largas de su vida para Michael, antes de que
saliera de quirófano, para Michael ese tiempo había sido todo angustia por
dentro. Pero por fuera siempre la cara neutral, pálida sin mostrar nada.
No
quería perderla, sabia que era su vida, también sabía que ella era fuerte, que
lucharía por vivir, porque era una superviviente desde siempre.
‘
Oh, mi niña vive, vive por favor, sabes que si no lo haces, romperé mi promesa,
yo tampoco viviré’ sufría por dentro.
Michael nunca había sido religioso, su madre
se empeñaba en que fuese a la iglesia, pero el nunca hacia mucho caso. Pero en
este momento se aferraba a algo.
‘
OH! Dios! Por favor no te la lleves, no ahora, por favor’.
“¿Cómo
está, Michael?” Le sorprendió una voz a su lado que lo sobresaltó.
“Aun
no se nada Madeleine”. Le respondió él tan estoicamente como pudo.
“Operations
me ha dicho que os atacaron”.
“Si,
cuando ya veníamos, después de haber completado la misión. Tuvimos que
refugiarnos en los bosques, cuando nos estaban recogiendo dispararon a Nikita”.
Michael sabia que Madeleine había venido a por su informe.
“¿Y
Graco?”
“Murió
cuando nos atacaron. Un disparo perdido al furgón”.
“
No detonasteis el furgón?”. Era una pregunta obvia. Toda la tecnología que
llevaban los furgones no podía caer en
manos enemigas.
“
Si, Taylor se ocupó de eso” respondió Michael metódicamente.
“según
el perfil, tu no debías estar allí”
“Si,
hubo un cambio de ultima hora” dijo Michael esperando con impaciencia la
pregunta que vendría después.
“¿Por
qué?” Aquí estaba. Y Michael comenzó sus mentiras.
“Al
accidentarse Hesky. Y cambiarlo por Gary, pensé que debía ir en la misión
porque Gary no está familiarizado con mi equipo. También quería evaluarle para
una posible integración en él. No me gusta que se me cambien los planes. Como
sabes bien”, la cebó con este ultimo comentario.
A
lo que Madeleine respondió con una sonrisa, si ella le conocía.
“ha
habido muchos ataques últimamente Michael, sobre todo en tus misiones”
“Será
casualidad”, otra mentira.
“Tu
crees?”
“Si,
no le des importancia”, otra más. “Los accidentes ocurren, mal intel, mala
planificación, a veces el enemigo también es listo”. La tercera y ultima
mentira, porque en ese momento fueron interrumpidos por la doctora Paterson que
salía del quirófano.
“Hemos
tenido suerte, la bala pegó en el costado derecho, no ha dañado órganos
importantes, únicamente tejido de revestimiento, eso si, ha perdido mucha
sangre, la hemos tenido que transfundir mas de seis bolsas para contener la
hemorragia, y estamos transfundiéndola ahora mismo otra mas.”
“Cuándo
se repondrá?” Preguntó Madeleine.
“Aun
es pronto para decirlo”, le respondió Meg Paterson, le gustaba Nikita, era un resplandor
dentro de esas paredes muertas, si podía hacer algo por ella, para mantenerla
segura un poco mas lo haría. Además no le gustaba Madeleine, pero claro, ¿a
quien sí?.
“¿Puedo
verla?” Preguntó ávidamente Michael.
“si,
pues claro, ven conmigo”
“Madeleine?”
Se volvió hacia ella Michael como preguntando si quería algo mas de él.
“Eso
es todo gracias, Michael”. Y la mujer se dio la vuelta y fue andando por el
pasillo.
Lo
mismo que los otros dos, Michael y la doctora Paterson.
“Meg,
¿de verdad que está bien?”
“Si
Michael, no te preocupes, como antes dije no habrá secuelas, únicamente ha
perdido mucha sangre, tranquilo, todo está bien”.
“Gracias”
respondió él. Ese gracias no iba solamente dirigido a la diminuta doctora, iba
también a todo en general, esa angustia que sentía había decaído un poco y se fue totalmente cuando entrando en
un cuarto la vio en una cama, dormida angelicalmente, con su pelo extendido
encima de la almohada. Le dejó petrificado, sin poder moverse.
“Puedes
acercarte Michael, que no la vas a hacer daño” le dijo la doctora con una
sonrisa en la cara, al ver el titubeo del hombre. “Incluso, creo que la
beneficiaría. Tranquilo, se despertará dentro de un rato”. “Bueno, te dejo con
ella” y salió de la habitación.
Michael
se acercó lentamente a la cama, se sentó en el taburete que había al lado de la
misma y en ningún momento quitó su vista de ella.
No
supo si pasaron minutos u horas, siempre le ocurría lo mismo cuando la
contemplaba. ‘¡ OH! Que belleza’. Era impresionante, se sabía de memoria cada
rasgo de su cara, cada curva de su cuerpo, cada lunar y cada peca, cada
expresión por pequeña que fuese, el se la conocía. Podría cerrar los ojos y la
podría reproducir en su cabeza.
Así
se lo encontró ella cuando se despertó. Sus ojos cerrados y una expresión de
paz en su cara. Mira que es guapo, pensó ella.
“Michael”
le llamó con su voz baja y ronca por la sequedad.
Inmediatamente
él abrió los sus ojos. Ambos se encontraron, verde con azul y azul con verde, y
por primera vez en mucho tiempo alguien recibió una sonrisa plena y sincera de
Michael.
Michael
dejo fluir sus emociones contenidas durante todas esas horas de angustia.
“Mi
niña”, fue lo único que dijo, pero de sus ojos fluían dos ríos de lagrimas
imparables.
Nikita
cogió su mano e intentó consolarlo,
“shss, shss, Michael, shss". “shss, mi vida, ya está, ya está”
cuando esto salió de sus labios, comprendió que lo había dicho en alto, y se
quedó petrificada. Pero mirando a Michael se dio cuanta o que no le importó o
que no la oyó en su estado.
Michael
la había oído, por supuesto que la había oído y ella con solo esas dos palabras le había transportado al
infinito. Se sintió tan poderoso de repente que tuvo miedo de que esto solo
hubiese sido un sueño, tal era la grandeza de lo que sentía, se había abierto
las compuertas, su infinita paciencia se había desbordado y ahora sus
sentimientos corrían libres como por una cascada. Si, esto es lo que él quería,
ambicionaba hasta mas no poder, quería sentirse a sí todos los días, vivir en
la pasión, irse a dormir sin pensar que se iba a despertar solo,
exclusivamente. Irse a dormir y al despertarse encontrarla a su lado todos los
días de su vida.
En
ese momento se abrieron las puertas y Michael inmediatamente limpió las
lagrimas de su cara y se compuso como pudo, cuando Madeleine caminaba hacia la
cama.
“Nikita
veo que estas despierta”.
“hola
Madeleine”
“Cómo
estas?”
“Bien”,
típica respuesta de la Sección.
“Michael”
“Madeleine”
le contestó él absolutamente en calma.
“Tengo
que escribir el informe” y mirando hacia Nikita. ‘Volveré luego’ le dijo con
sus ojos. A lo que ella respondió con una sonrisa y un apretón en su mano.
“Madeleine”
dijo él despidiéndose con una inclinación de cabeza.
“Michael”
le respondió ella igual.
Michael
se alejó dejando a las dos mujeres. Tenia mucho que hacer, escribir el informe,
dárselo a Operations y averiguar que es lo que habían encontrado Birkoff y
Walter. Antes de volver a ver a Nikita.
Llegó
a la estancia de Walter.
“Walter,
tienes los explosivos que querías que viera?”.
“Um
si Michael, pasa, están dentro”.
“Con
eso pasaron ambos hombre dentro del cubil de Walter.
“Bien,
que tienes” no quiso perder tiempo Michael.
“Tengo
varias huellas, en concreto de cuatro operativos, y uno que aun está buscando
el programa”.
“que
nombres”
“Bien,
están Wallace, Gray, Konstar y Maurice, ah, y quinto, que es..Espera un
momento, sí. ¡No puede ser!”.
“que”
“Es
de Nikita!”.
“Imposible,
esa no es su terminal” respondió Michael.
“lo
sé, ella nunca va a esa sala”
“llama
a Birkoff”
“Eh!
Niño, puedes ayudarme con esto?”.
“Claro
Walter, ya voy”. Cuando Birkoff entró se encontró con Michael.
“¿Qué
pasa?”
“Puedes
conseguir la grabación de la sala donde encontraste la terminal?”
“Claro,
aquí, espera un momento” se puso delante del ordenador. Dio unas claves. “Aquí
está”.
“bien,
enfoca en la terminal”
“Eso
es, pasa, pasa, pasa”.
“Nikita
no sale aquí” dice Walter.
“Exacto”
dice Michael, “han puesto la huella allí”.
“Pero
porque?” Pregunta asombrado Birkoff.
“Eso
es ¿porqué?”, “Esa es la pregunta” dice
Walter.
“Quieren
incriminarla” dijo Michael, “quieren que dudemos de ella, seguramente no
deberíamos estar viendo esta grabación, pero nos hemos adelantado”.
“Pero
además, Michael, les ha salido mal porque a la que han disparado es a ella”,
dice Birkoff.
“No,
quizás era lo que querían, pueden argumentar que para quitarse las sospechas de
encima la han disparado”.
“Pero
Michael, tu no lo creerás?” Le dijo Birkoff, “no de Nikita”.
“Por
supuesto que no”. Ahora lo que ya se es que van a por ella, pensó para si
Michael. “Birkoff, ¿qué has encontrado en el disco duro?”
“nada,
eso es lo raro, es como si la terminal fuese solamente un enlace hacia otra,
pero no puedo determinarlo de momento, tengo que seguir investigando, me
vendría bien que hubiese otra transmisión”
“Eso
no podrá ser, Nikita está herida y no saldrá en una misión como yo pueda
impedirlo”.
“De
acuerdo entonces, volverla a poner en su sitio y mantenerla vigilada”, concluyó
Michael con la intención de despedirse.
“Michael,
como está Nikita?”
“bien,
ya está despierta, seguro que no le sienta mal una visita, además la dejé con
Madeleine cuando me vine”
“Um,
creo que voy a sacarla de las fauces del león” dijo Walter con una gran
sonrisa.
Así
se despidieron cada uno saliendo para un sitio diferente.
Cuando
Michael llegó a su despachó, cerró la puerta, la ventana, encendió su ordenador
y comenzó a teclear su informe, pero en la esquina de la pantalla, abrió una
ventana en la que apareció medlab y en concreto la habitación de su ángel, que
en ese momento esta con Walter que seguramente la estaba diciendo algo gracioso
porque había traído la risa a su cara y eso la provocaba retorcerse por el
dolor.
Madeleine
ya había desaparecido de la escena.
Una
vez terminado el informe y mandado donde corresponde, a Michael no le quedaba
otra cosa que hacer, que pensar en ella, acariciando su imagen, ahora agrandada
ocupando la pantalla completa. Pensaba en su salida de tono, allí cuando ella
se despertó. No se pudo aguantar, solo de pensar que la podía haber perdido, y
al encontrarse con sus ojos azules que lo miraban tan tiernamente, supo, en ese
instante, que podía abrirse a esa mujer, tomo la decisión, ella sería la única
que tendría acceso a él, costase lo que costase, ella se merecía poder llegar
al Michael que el pensó que estaba muerto y que ella lo resucitó, tiró las
paredes ladrillo a ladrillo. Ella fue la única que lo intentó y lo consiguió,
así que el se juró en ese preciso momento que ella sería la única para él.
Había
sido una gran satisfacción oírla llamarle mi vida, intentando consolarle,
consolarle ella cuando debía ser al revés. Saber que era correspondido era la
mayor de las alegrías que él podía tener.
¿Que
podía hacer para protegerla?, Sin que ella se diese cuenta, aquí en la Sección
corría peligro, no debía quedarse ni un minuto sola, necesitaba sacarla de
aquí. ¿Pero como?. La única manera era que la doctora Paterson la diese el
alta, o la dejase a cargo de otro. Claro, él podría cuidarla en su casa. No,
pero no en su apartamento, seguramente estaba vigilado y no podrían hablar
abiertamente. Tenía que ser un sitio sin cámaras, pero que ellos creyesen que
estaban allí. Podría ser bien su ático. Claro, allí la llevaría, sí la tuviera
que dejar por tener que volver a la Sección, Cloud la podría mirar.
Había
que capear sobre todo a Madeleine. Así que se preparó para la batalla. Se
dirigió hacia el despacho de ella. El despacho de la abeja reina.
Cuando
llegó, Madeleine estaba como casi siempre con sus plantas, por si no tenia
bastante con las personas, también tortura a las plantas, pensó para sí
Michael.
“Madeleine”
“Michael
¿qué te trae por aquí?”.
“quiero
sacar a Nikita de medlab”
“Por
que?”
“Sabes
que no la gusta, y estará luchando con todo el mundo hasta que se vaya, la
estoy dando la posibilidad para que se recupere cuanto antes”.
“Pero
Michael, necesita atención, aun no se puede manejar sola, creo que esta mejor
aquí donde la puedan atender”.
“Yo
cuidaré de ella”.
“Y
si te necesitamos aquí?”
“Walter
se ofrece también voluntario”.
“Umm,
veo que has estudiado todas las posibilidades, Michael” dijo ella con una
sonrisa enigmática. “Esta bien, puedes llevártela”. Y siguió con sus plantas.
¿Ya
está?, ¿Así de fácil?, Pensó Michael, no había tenido prácticamente que
argumentar, Madeleine había cedido a las primeras de cambio. Pero, ¿por qué?.
La verdad es que no podía creer su buena suerte.
Se
fue rápidamente hacia Medlab, pero le interrumpió Birkoff.
“Michael,
podrías ver esto por favor?”
“Claro,
que es?”
“
He descubierto que la transmisión viene del JP6498, pasa por la terminal que
recogimos, pero para que venga de allí, hay que actívala en otro ordenador, es
como un laberinto, para perdernos”.
“Es
decir” dijo Michael, “que para activar la señal se necesita que las claves se
metan en las dos terminales”.
“Así,
es”.
“Y
esas claves, ¿tienen que ser activadas a la vez, Birkoff?”
“¡Pues
claro, no se me había ocurrido!”
“Bien,
investiga cual es la unidad JP6498 y recoge las imágenes de ese lugar, las
comparas minuto a minuto y me dices cuando coinciden y quien está en ellas.”
Siguió diciéndole, “y además necesito saber quienes estaban conectados a la vez
en ese minuto dentro de la Sección.”.
“Pero
eso es un trabajo de chinos!”
“Dile
a Walter que te ayude. Si descubrís algo llámame al móvil. No estaré dentro de
la Sección. Me llevó a Nikita a casa”.
“De
acuerdo, vale, dila que se mejore”.
Llegando
a medlab se encontró con...
“Meg”
la llamó Michael.
“Michael”
“he
hablado con Madeleine, quiero llevarme a Nikita de aquí”
“Me
estaba preguntando cuando sería” dijo la doctora con una sonrisa. “Una vez
despierta, no hay quien la retenga eh?, es como tu, no os gusta medlab”
“Nos
conoces bien”, le respondió él.
“¡Claro!,
Sois mis dos pacientes peores, como no os iba a conocer?”.
Con
esto llegaron a la habitación, se abrieron las puertas y al entrar vieron a
Nikita sentada en la cama, con un ceño en su cara, que se convirtió en una
sonrisa cuando vio aparecer a Michael.
“¡Hola!”
Le dijo a Michael, “¿cuándo me voy de aquí?” Eso fue dirigido a Meg.
Riéndose
y mirando a Michael como diciendo, te lo dije. “Que te parece dentro de diez
minutos” le dijo.
Con
una cara de asombro, Nikita miró a Michael para la confirmación, él le dio un
pestañeo rápido.
“Claro,
cuanto antes mejor, estupendo”.
“Bueno,
voy a prepararlo, os dejo, Michael luego hablo contigo”.
“Esta
bien Meg, luego hablamos” le dijo Michael sin apartar los ojos de la figura
sentada en la cama.
Cuando
desapareció la doctora por la puerta, Michael se dirigió hacia esa figura que
parecía llamarle, como los cantos de las sirenas.
“¿Cómo
te encuentras?” Le preguntó él acariciándola la cara y pasando su dedo pulgar
por su ceja izquierda en un gesto de cariño.
“Bien”
le respondió ella apoyándose en esa caricia y cerrando los ojos, imposible de
articular nada más.
A
su mirada interrogando, por haber usado la palabra que siempre era una
muletilla en la Sección, ella le respondió. “En serio Michael, estoy bien, un
poco dolorida pero es normal, estoy deseando salir de esta cama”.
“bueno
para eso no tendrás que esperar mucho”
“No
entiendo, porque me van a dejar salir tan pronto?”
“Nikita
no eres lo que se dice un paciente ejemplar”
“Ja!,
Mira quien fue a hablar!, No en serio Michael, porque?”
“Quizás
sea porque yo lo he pedido” le dijo él coqueteando ahora con la mano de ella.
“Y
Madeleine te ha dejado?”
“Eh!,
No has oído hablar de mis dotes de convicción?, Son famosas en toda la Sección”
dijo él con aire de fingida indignación.
Eso
trajo la risa a su cara. Y repercutió en su lado derecho.
“No
me hagas reír por favor” le dijo sosteniéndose el costado.
En
ese momento apareció la Meg Paterson para dejarla salir y el humor cambió
completamente.
“¡Ah!
NO!,¡ Ni hablar!” Dijo Nikita, “yo no monto en eso, yo puedo caminar”. Hizo
este comentario a la doctora que tenia una silla de ruedas con ella.
“bueno,
pues entonces no sales de aquí, o es en esto o te quedas en la cama aquí”
Nikita
miró a Michael con sus ojos suplicantes para que la apoyara, pero se encontró
con su mascara pálida, en esto no iba a ayudarla.
“¡Vaale!,
De acuerdo, pero podré cambiarme no?”
“por
supuesto”
“Michael,
serias tan amable de traerme algo de mi cuarto, sí?”
“Bien,
que quieres?”
“Algo
cómodo, por favor” le dijo ella con una cara de cachorrillo.
“vale,
ahora vuelvo”
Se
quedaron solas Nikita y Meg, mientras Michael iba a su cuarto a por algo de ropa.
“Bien
Nikita, espero que descanses por unos días, y no te muevas, te voy a dar unas
pastillas para el dolor, espero que las tomes, si, no me mires así, no quiero
que hagas ejercicio, y lo mas importante, duerme”.
Apareció
Michael con lo que parecía unos pantalones y una sudadera de deportes en color
azul, blanco y rojo, además de una camiseta de tirantes, parecida a la que
tenia en medlab, pero en tonos grises claros.
“Creo
que con esto te apañarás, de momento”, le dijo él.
“Si
creo que sí”. Respondió ella.
“Espera
Nikita, necesitas ayuda. Michael, por favor, esperas fuera un momento” le
comentó la doctora.
“Claro”
dijo él yéndose hacia la puerta y cerrándola.
“Meg,
que no es como si Michael no me hubiese visto nunca desnuda” le comento Nikita a
la doctora en un tono de broma, pero que iba bastante en serio.
“Nikita,
este es mi departamento, vale, aquí hay unas normas, y además, no quiero tener
que apartar a todo mi personal de esa puerta, porque las cosas entre vosotros
dos, bien, como lo diría, se pongan un poco subidas de tono, esta claro?”
“Cristalino”.
Después
de unos minutos, Meg llamó a Michael, le dio las píldoras para el dolor, le
explico lo mismo que había dicho a Nikita sobre los cuidados que requería y los
despidió a los dos, como Nikita era conducida por Michael, en la silla de
ruedas fuera de la sección.
Michael
ayudó a Nikita a montar en su coche, y procedió a meterse en el lado del
conductor.
“Michael,
y mi coche?”
“He
hablado con Walter y te le llevará a casa, le he dejado las llaves que estaban
en tu cuarto”.
“Bueno.
Venga salgamos de aquí”.
“Ahora
mismo” dijo él dando vueltas al contacto del coche.
Cuando
salieron del garaje era mediodía y el sol iluminaba todo.
Era
un día precioso para un paseo, pensó Michael, lastima de su herida, si no
podríamos haber salido al parque.
Nikita
gimió como se empinó la rampa y el sol les dio en los ojos.
“Hay
unas gafas de sol en la guantera” le dijo él.
Nikita
la abrió y encontró unas gafas negras con montura de metal también negra, eran
rectangulares.
“Estas
gafas, ¿ no son las que utilizaste en la misión de Zabros?”
“Sí”
“yo
pensé que tenias que devolver todo el vestuario cuando terminabas una misión”
“¿quien
ha dicho que sean parte del vestuario?”
“Quieres
decir que son tuyas?”
“Sí”.
“umm,
interesante”
“Porque
dices eso?” Le preguntó él siguiendo el hilo de la conversación y conduciendo
por las atestadas calles de París, hasta su destino.
“Porque
yo pensé que no utilizabas nada tuyo en las misiones, siempre algo impersonal,
que no te delate y a lo que no te ates”.
“Nikita,
yo no soy tu, tu crees que me puedo atar a unas gafas de sol?. No me
interpretes mal, sé que para ti son importantes y no busques menosprecio en mi
voz, seguramente yo me ato a otras cosas que para ti pueden ser una tontería,
pero no creo que unas gafas de sol sean tan importantes para mí como para ti”.
“Creo
Michael, que este es el discurso más grande que te he oído nunca”.
Esto
sacó una sonrisa de él.
“
Y también creo que en estos días te he visto sonreír mas que en todo el tiempo
que te conozco”.
“Bueno,
ya iba siendo hora, no crees?”
“Si,
lo creo, absolutamente” le respondió ella.
“Cambiando
de tema. ¿Tienes hambre?”
“pregunta
tonta, yo siempre tengo hambre”
“Bueno,
paro a comprar un momento, me esperas en el coche, no tardo nada”.
Michael
salió hacia una tienda pequeña, dejándola en el coche con la radio como única
compañía. En ese momento comenzó una canción.
HOY LE HE SUPLICADO AL ALBA
QUE TARDARA EN DESPERTARTE
QUE DEJARA QUE SOÑARAS PARA
MIRARTE.
Así
se sentía ella, como en un sueño del que no quería despertarse, un sueño en el
que Michael había cambiado y la había dejado entrar.
HOY LE HE DICHO A LA MAÑANA
QUE
SIN TI ME MORIRIA
QUE TE HAS VUELTO TAN
NECESARIO COMO SU DIA
Michael
también estaba escuchando la canción mientras compraba, ella se había vuelto
tan necesaria en su vida, como el respirar, sabia que si ella se iba, el se
moriría.
ME MORIRA SI TUS PALABRAS SE
ENFRENTARAN A LAS MIAS
ME MORIRIA MI AMOR, ME
MORIRIA.
En
ese momento, Michael salió de la tienda, aun pensando en la canción, dejó las
bolsas en la parte trasera del coche y paso al lado del conductor y se unió al
trafico lento. Pero ninguno dijo nada, solo estaban concentrados en la letra de
la canción que seguía sonando en la emisora y pensando como de cerca se sentían
sus palabras en ese momento.
HOY LE REZO AL DIOS DEL
CIELO, Y MIRÁNDOTE LE RUEGO
QUE NO FALTES EN MIS NOCHES,
VIDA MIA.
Y ME MIRAS Y EN SILENCIO DE
TU AMOR BEBO EL ALIENTO
DE UNA NOCHE DE PASIÓN EN
CARNE VIVA
ME MORIRIA SI TUS CARICIAS
SE ENREDARAN SIN LAS MIAS
ME MORIRIA MI AMOR ME
MORIRIA.
ME MORIRIA, SI NO
VOLVIÉRAMOS A VER JUNTOS LA LUNA
ME MORIRIA, SI TU MIRADA SE
NUBLARA ANTE LA MIA
ME MORIRIA SI MO CINDENA ES
NO VOLVER A SER TU DUEÑA
ME MORIRIA SI TUVIERA QUE
VIVIR DE MI PASADO
DESHOJADO LOS MOMENTOS A TU
LADO VIDA MIA,
ME MORIRIA.
HOY LE REZO AL DIOS DEL
CIELO Y MIRÁNDOTE LE RUEGO
QUE NO FALTES EN MIS NOCHES
VIDA MIA
Y ME MIRAS Y EN SILENCIO DE
TU AMOR BEBO EL ALIENTO
DE UN REPROCHE CON SABOR A
MELANCOLIA.
Por
fin llegaron al apartamento de ella.
“Kita,
que ropa necesitas?”
“Como?,
no te comprendo”
“si,
que ropa quieres que te coja”
“Pero,
no estoy quedándome en el apartamento?”.
“no,
te vienes conmigo al ático”
“Michael”
le dijo ella medio protestando.
“no
lo luches, ni niña, simplemente vámonos”
“De
acuerdo, Michael, lo que tu creas mejor, y me gusta eso de mi niña”.
En
ese momento Michael se dio cuenta de que había hablado en alto. Y se sonrojó un
poco, esperando que ella no lo hubiese visto, salió de coche, “espérame aquí”.
Tardó
muy poco, recogió lo que le pareció más esencial, dio una vuelta al apartamento
con el desmodulador que llevaba para que no supieran que había estado allí, y
desde la computadora de Nikita preparó el programa que el y Birkoff habían
creado para que se activara en cinco minutos, y las cámaras recogieran que
estaban en ese apartamento.
Nikita
vio a Michael salir con una bolsa del viaje y algo en su otra mano.
Michael
metió la bolsa en la parte de atrás de su mercedes negro y se volvió al lado
del conductor.
“Toma”
y la dio lo que tenia en las manos. “Y ahora, devuélveme mis gafas de sol” lo
que la había dado era un par de gafas de sol de las muchas que ella tenía.
“Ahá!,
El que no se ataba a sus gafas, eh!”, Le dijo ella con una sonrisa, respondida
por él.
“vámonos”
“Si,
si, ahora tu cambia de tema”.
Volvieron
al trafico, Michael intentaba manejar lo mas despacio posible y sin los
demasiados tirones, para que no repercutiera en el costado de Nikita, pero aun
así la cantidad de tráfico que había a esas horas, estaba haciendo el viaje de
Nikita muy incomodo.
Michael
se lo notó en la cara. Cuando la cogió una mueca de dolor que no pudo impedir
que saliese a la luz.
“Lo
siento, intento hacerlo lo más cómodo posible, duele mucho?”
“si,
bastante, tu solo conduce”
“Ya
falta poco”. Dijo cuando vio que ella cerraba los ojos.
Por
fin llegaron al garaje del edificio.
“Espera
aquí un momento”, le dijo Michael cuando salió del coche con la bolsa, la
depositó en el ascensor, dejó las puertas abiertas, se fue para el coche, abrió
la puerta del pasajero.
“bueno,
vamos allá”
“Que
va a hacer, Michael?”
“creo
que es obvio, vamos amárrate a mí”
“Michael
puedo caminar sola”
“Vale,
lo demuestras”.
Ella
intento levantarse, pero no pudo, era demasiado dolor acumulado del viaje, y
además el efecto de los sedante y analgésicos había pasado.
“Lo
ves, agárrate a mi cuello”.
Él
la llevó en sus brazos hacia el ascensor. Ella estaba apoyada en él con su
cabeza a la altura del corazón.
“Venga,
ya queda poco”, le dijo él mientras
iban subiendo de pisos, dándole un beso en la cima de su cabeza, al ver que
ella tenia sus ojos cerrados y una mueca de dolor en su cara.
De
repente el ascensor se paro en un piso que no era el suyo.
“Merde!”
Dijo Michael en un tono bajo.
Se
abrieron las puertas y apareció Cloud con unos perros.
“Sr. Samuelle!”
“Cloud”
“Señora,
¿qué ha pasado?, ¿Se encuentra bien?”
“Si
Cloud, está bien, un accidente de coche. Vamos a que descanse en el ático”
“claro
señor, por supuesto, si necesita algo, solo tiene que pedírmelo”
“Gracias
Cloud” esta era la voz de Nikita.
En
ese momento llegaron al ático. Cloud les llevó la bolsa hasta la puerta.
“Que
se mejore señora, señor” y cerró la puerta.
Michael
la llevó inmediatamente a la cama y la colocó lo mas suavemente posible sobre
ella.
Nikita
abrió los ojos con un suspiro. “Gracias Michael” le dijo acariciándole la mano.
Michael
cogió esa mano que lo acariciaba y la besó con gran devoción.
“Ahora
mismo vuelvo”. Se fue a la bolsa, recogió un salto de cama y los sedantes y
analgésicos.
“Te
conseguimos en esto”, dijo señalando al salto de cama azul real. “Pero primero
echemos un vistazo a esa herida”.
Michael
procedió a curársela, la ayudó a ponerse el camisón y la dio un par de
analgésicos y un sedante, la metió en la cama, la arropó y con una caricia
sobre su frente la dijo “descansa y duerme un poco, mi niña, si quieres algo yo
estaré por aquí”
“Gracias
Michael”.
La
dejó irse a dormir, cosa que ella hizo inmediatamente.
Cuando
se volvió a despertar debían de haber pasado alrededor de cuatro o cinco horas,
porque el dormitorio estaba a oscuras.
Todo
estaba en completo silencio excepto una lejana melodía que se oía, como de un
piano.
Se
quedó oyéndola y demorando un poco mas en el calor suave de la cama y en el
olor de la almohada, olía a Michael por todos lados.
De
repente la música paró, y al momento Michael apareció asomándose en la puerta.
“hola
dormilona”
“hmm”
“como
te encuentras”
“umm,
bien, un poco cansada, pero el costado me duele menos”
“Bueno,
¿quieres comer algo?”
“Sí,
algo”.
“No
te muevas ahora lo traigo” y se iba a dar la vuelta.
“Michael!”
“Si?”
“Primero
tengo que ir al servicio” dijo ella poniendo algo de color en sus mejillas.
“Claro,
te levantamos de ahí” y procedió a ayudarla.
“Gracias,
puedo andar yo sola ahora, puedes ir a preparar la comida”.
Michael
regresó a los pocos minutos, para encontrarla otra vez en la cama, él venia con
una bandeja, en ella había un cuenco con sopa y galletas para la sopa, con un
vaso de agua y una cuchara.
“toma”
“umm,
esto está buenísimo”
“Me
alegro que te guste, era una receta de mi madre, nos la hacia a mi hermana y a
mí cuando estábamos enfermos”.
“Tu
no comes?”
“No,
ya he comido antes”.
“sabes
siempre me dices lo mismo, que ya has comido, que no quieres y cosas así, y
Michael me hace incomoda que yo esté comiendo y tu no”
“Pero
Kita, me gusta verte comer, no te incomodes por eso, hasta comiendo pones toda
tu energía, me gusta eso es todo, no lo des más vueltas”.
“Que
hora es?” Le preguntó ella cuando había acabado la sopa.
“Alrededor
de las nueve”. “toma, las píldoras para el dolor”
Ella
negó con la cabeza.
“Nikita”
dijo él en tono de suplica.
“pero
Michael, sabes como me embotan, no me gusta sentirme así”
“si,
lo sé, pero estoy yo aquí, no te va a pasar nada”;“ahora descansa, seguro que
mañana te encontrarás mucho mejor”
“Y
tu Michael, donde dormirás?”
“no
te preocupes por eso”
“Sabes
Michael, creo que ya hemos tenido esta discusión, tu cama es muy grande y
podríamos compartirla y no tocarnos en toda la noche, lo sabes verdad Michael?”
“Kita,
tu descansa”
“Bueno”,
dijo ella con un bostezo, “tu sabrás”.
Musica de Yanni ( a love for life)
En
mitad de la noche se despertó. Volviendo a oír las notas de un piano. Se
levantó, despacio, muy despacio, pero se sentía mucho mejor, casi no la dolía.
Fue al baño, se puso una bata que
encontró en una percha, que raro, es negra, pensó para si.
Y
fue en busca del sonido.
Pasó
a la sala principal del ático y encontró únicamente la luz de la chimenea. Y en
una esquina, de frente a donde estaba, era de donde procedía la música, un
piano de cola precioso, y tocando estaba Michael, concentrado en la melodía,
con los reflejos del fuego por su cara y pelo.
Dios
mío!, Estaba guapísimo, con su camisa blanca, blanca?. Se quedó sin habla y
casi sin respiración.
De
repente, él levantó la vista y conectó
con su mirada, la electricidad en el cuarto voló entre ellos y aumento
fuertemente.
Él
con un movimiento de cabeza, la invitó a sentarse en el sofá delante del fuego
y siguió tocando.
La
música penetró en sus sentidos, incluso cerrando los ojos sentía la intensidad
de lo que él estaba tocando y en el ojo de su mente le veía tocando
delicadamente las teclas del piano, como había tocado su piel, así tan
sensualmente.
Su
cuerpo picó para ese toque, para sentirle otra vez, sus manos sobre ella,
acariciando tan suavemente.
De
repente sintió esas manos, tocándola la cara. ¿Cuándo había parado la música?.
Ella
se dejó acariciar por esos dedos, tocando sus cejas, sus pómulos, sus labios. Y
tan suavemente como sus caricias, él la besó, tan tiernamente al principio,
para luego ahondar y dejar que la pasión siguiera su curso.
“Michael”,
suspiró ella en sus brazos.
“shss”
le dijo el quedamente abrazándola.
Y
ambos se quedaron así, abrazados, ella en los brazos de él, con su cabeza en su
pecho, contemplando el fuego.
“¿Cómo
te encuentras?” Le preguntó él después de unos momentos.
“Bien”
volvió ella a decir en un suspiro. “no sabia que tocabas el piano, Michael”
“toco
muchos otros, también”
“yo
sabia del chelo”
“cuando
vivía con Elena y Adam tocaba el chelo porque no teníamos espacio para el
piano”
“Lo
siento, no debería haberte preguntado” dijo ella sabiendo que lo había devuelto
a unos malos recuerdos.
“tranquila
no pasa nada”
“Y
que más tocas?” Le dijo ella intentando distraerle, y oyendo su latido de
corazón retardar un poco.
“Guitarra,
violín, a veces la batería, no sé de todo un poco”, le dijo él mientras le acariciaba
los cabellos. “deberías volver a la cama, mi niña, deberías estar descansando”
“Solo
si vienes conmigo” puso ella morros.
“Kita,
mi niña, que tienes que descansar”
“dormir,
Michael, dormir, sabes que no me despierto si
estas a mi lado”
“lo
sé mi niña, a mí me pasa lo mismo, pero solo haría que molestarte, y te tienes
que recuperar”
“Pero
Michael, estoy mucho mejor, incluso mañana puedo levantarme y pasear y salir, y
divertirme” dijo ella con tono de niña pequeña a la que la quitan un caramelo.
“Lo
sé, lo sé, pero...” al ver la cara de cachorrillo extraviado que ella estaba
poniendo, “está bien, sabes que cuando te pones así no puedo negarte nada”.
“Si”
únicamente dijo ella con una sonrisa y se aferró mas a él, definitivamente
algunas de las lecciones de Madeleine habían servido para algo, pensó ella
cerrando los ojos y besándolo en el cuello, lo que sacó un gemido de él.
“Kita,
no seas mala” le dijo él.
“Porque
dices eso?” Le dijo ella en tono inocente y siguió besándole en el cuello,
detrás de su oreja, mordiendo el lóbulo suavemente.
“Eres
un diablillo, eh!” Y cogiendo su barbilla, alzó su cara de su cuello y procedió
a besarla completamente. “Vamos a acostarnos”.
Y
tomando un impulso la cogió en brazos y la llevó hasta la cama.
Ella
protestó, “Michael puedo andar”.
“Lo
sé”, pero no la bajó hasta llegar al lado de la cama, donde la depositó en el
suelo.
“Venga
acuéstate, ahora vengo” y salió del cuarto.
Después de unos minutos volvió, había
revisado toda la seguridad del apartamento. Depositó su teléfono móvil en la
mesilla y se desvistió. Quedándose en
boxers se metió en su lado de la cama, apagó la luz y se acurrucó contra
ella.
“buenas
noches Kita”
“Mm,
buenas noches, Michael” dijo ella cogiéndole una de las manos, besándola y
poniéndola sobre su estomago.
A
la mañana siguiente, fue Nikita la que primero se despertó, no reconociendo sus
ambientes. Ah, sí, era el ático de Michael. Pero, había sido un sueño?, Michael
con camisa blanca?, Tocando el piano?, Besándola?, Debía de haber sido uno de
los sedantes, estaba segura. ‘OH! Nikita, siempre tan patética’ se dijo a si
misma, y al ir a darse la vuelta...
Allí
lo vio, a Michael dormido a su lado, no había sido un sueño, esto lo
demostraba.
Michael
tenia una paz en su cara, parecía mucho más joven. ‘Mira que es guapo este
hombre, que cuerpazo. Esas cejas, esos rasgos angulosos, fuertes, uhh, esos
labios tan sensuales y lo que puede hacer con esos labios’.
De
repente esos pensamientos fueron interrumpidos por los pitidos del móvil de la
mesilla. Esto inmediatamente despertó a Michael, que lo cogió a su tercer
pitido.
“Si?”,
No dijo nada mas, estaba escuchando a su interlocutor. ”Tienes horas
libres?.... el día libre, bien. a la una por el parque......si Walter también”
esta fue toda la conversación hasta que colgó.
Se
dio la vuelta a mirarla.
“era
Birkoff, tengo que salir dentro de un rato”
“Tenemos
que salir” le interrumpió ella, “no me vas a dejar fuera de esto” antes de que
él protestara, ella continuo, “además ya puedo caminar, despacio pero puedo
hacerlo”.
“Pero
Nikita” empezó a protestar él.
“Ni
pero ni nada, Michael, he dicho que voy” terminó ella con un ceño.
Michael
la miró un instante, mira que podía ser terca, solo conocía a otra persona así,
Operations, los dos eran cabezotas a mas no poder, tenían tanto en común,
lastima que no se aguantaran, aprenderían tanto el uno del otro.
Pero
la verdad era que ella estaba preciosa cuando se enfadaba, más bonita que nunca
con ese ceño en su cara.
Se
acercó a ella y la besó. Ella no lo estaba esperando y la sorprendió, pero
después de unos segundos, ella correspondió.
Cuando
ambos pararon para tomar aire, él la dijo.
“buenos
días”
“mmm,
buenos días mi vida"
Y
siguieron besándose unos momentos mas, pero por acuerdo mutuo pararon, pues
sabían que no podrían seguir mas allá.
“Si
estas mejor, podríamos salir hoy. Despacito podemos desayunar fuera, nos
encontramos a los otros, y podemos tener un día tranquilo en el parque, cogemos
unos bocadillos, una manta y nos pasamos el día allí, ¿Qué te parece?” Le dijo
Michael mientras la acariciaba la cara y la besaba con besos diminutos.
“ahh,
un plan muy bueno” le respondió ella ensañándose con su hombro y cuellos.
“Mi
niña, si sigues así, que no saldremos de aquí” dijo el entrecortadamente.
“umm,
también un plan muy bueno” le respondió ella, no dejando una mancha sin besar o
morder suavemente.
“Ah,
sí, eh!” Y la cambio de estar encima de él, a estar debajo con él encima. La
besó completamente y la dijo.
“No,
en serio mi niña, esto lo quiero hacer bien, quiero que estés completamente
recuperada para que los dos podamos disfrutar de esto, no quiero que salga mal,
quiero que algo una vez en la vida me salga bien”.
“lo
sé mi vida, lo sé, yo me siento igual, pero es que eres una tentación tan
grande”
“Ah,
y tu no?; venga levantémonos de aquí”.
“Definitivamente,
necesito una ducha” dijo ella.
“El
baño es todo tuyo, en la maleta creo que metí tu bolsa de aseo” y se dirigió a
por ella que estaba en la cómoda. “ah, ten cuidado con la herida, no la mojes
mucho, luego la curamos”
“Si,
papa” le dijo ella en tono condescendiente. Lo que sacó una sonrisa de él, que
ella vio a través del espejo.
“Michael”
dijo ella acercándose a él, volviéndolo la cara y poniendo una mano en su
mejilla, “no sonrías a escondidas, tienes una sonrisa preciosa, muéstrala mas,
muéstramela mas, no me la escondas”. Con esto ella lo besó.
Cuando
acabó, él le dio la bolsa y dijo “tú si que eres preciosa”.
“me
encanta que me digas esas cosas”
“Anda
ve a la ducha, yo utilizaré el otro baño” terminó él cuando salió por la puerta.
Después
de una media hora, cuando Nikita salía del baño envuelta en un albornoz que
había encontrado detrás de la puerta, vio a Michael que entra a la habitación
medio vestido con un pantalón vaquero, ‘vaqueros? Si, son vaqueros’, y
secándose el pelo con una toalla.
“interesante”
“El
que?” Preguntó Michael.
“OH,
no nada” se turbó ella, que no creía que había comentado nada en alto.
“Vamos
a ver esa herida” cuidadosamente Michael fue al baño, mientras Nikita se ponía
la ropa interior, y trajo el botiquín.
“Espera
que te ayudo” le dijo Michael abrochándola el sostén. Y al acabar dándola un
beso en el hombro.
“Veamos,
parece que va muy bien” dijo él curándola y echándola un vistazo, “deberíamos
dejarla sin tapar para que se seque, pero temo que la ropa te incomode”.
“Espera,
tengo una camiseta corta, pero no sé si la has traído” le dijo ella.
“Una
azul, con un tribal en la espalda?”
“Sí
esa”.
“si,
la metí”
“Bueno,
pues creo que con ella puede estar al aire y no me molestará. Pero, que tiempo
va a hacer?” Terminó preguntando ella.
“Creo que hará bueno, como para que la lleves, de
todas maneras, nos llevaremos una chaqueta por si acaso”.
“De
acuerdo, sabes Michael, eres una persona muy previsora”, dijo ella dándole un
beso en la cima de su cabeza, y pasando las manos por su pelo, desde que él
estaba agachado delante de ella curándola la herida.
“Como
está la muñeca”, intento cambiar de tema él, no le gustaban los elogios, no le
hacían cómodo.
“Muy
bien, la muñeca está muy bien, casi no me duele, solo al hacer algunos
movimientos”.
“Bueno,
tendremos que dejar la muñequera adelante” dijo él terminando de poner mercuro
cromo en su herida, y quitando el sobrante con una gasa. “Esto ya está”.
“Gracias”
dijo ella mientras el se levantaba.
“Cuando
quieras” le respondió él, besándola la punta de la nariz. “Ahora, vamos, a
vestirse que tengo hambre”.
A
los diez minutos, ya estaban dispuestos a irse. Michael vestía pantalones
vaqueros, una camiseta lisa en color
verde oscuro, una chaqueta atada alrededor de su cintura, y deportivas, su pelo
estaba despeinado, con unos rizos hacia delante. Nikita vestía unos vaqueros de
cintura baja, con la camiseta azul corta, la chaqueta como Michael, atada a su
cintura, sus deportivas, el pelo en una coleta y su bolso en bandolera
atravesando su pecho, hacia un lado. Ambos hacían una pareja magnifica.
“Lista?”,
Le preguntó él admirándola.
“Si”
fue la única respuesta que pudo articular ella, ante tal vista maravillosa.
Ambos
salieron a la calle después de dar los buenos días a Cloud, en realidad ya era
tarde para eso, puesto que casi eran las doce de la mañana, siempre les ocurría
lo mismo cuando estaban en la misma cama, dormían tan a gusto que siempre se
despertaban tarde.
Hacia
un día espléndido, incluso mejor que el día de antes.
“Bueno,
vamos a comer algo, tenemos tiempo todavía”, comentó Michael, “que te apetece?,
desayuno continental, con huevos, bacon, y lo demás o tostada o croissant, tu
decides”
“
Umm, creo que tostada”
“Bueno,
hay una cafetería cerca de aquí, vamos”.
Comenzaron
a caminar despacio calle abajo, cogidos de la mano, como dos ciudadanos normales,
sin nada que temer, que no tienen que estar mirando constantemente su espalda.
“Michael”.
“¿Sí?”.
“¿Ellos
donde creen que estamos?” Al decir ellos, no hacia falta especificar a quien se
refería, él la entendió perfectamente, ellos eran la Sección.
“en
tu apartamento”
“Pero,
¿no le tendrán vigilado?”
“si,
probablemente, pero con la ayuda de Birkoff estamos seguros, hace tiempo creó
un programa de simulación virtual en 3D del que solo él, Walter y yo sabemos,
bueno ahora tu también, que nos hace parecer que estamos allí”
“Ah
si, ¿y cuantos más secretos tenéis guardados vosotros tres?”
“Algún
que otro” le respondió él con una sonrisa. “Hemos llegado”.
Era
una cafetería pequeñita, muy acogedora. Caminaron dentro y se fueron a la
ultima casilla.
Llegó
el camarero, “buenos días”
“Hola”
contestaron los dos a la vez.
“¿Que
van a tomar?”
“Un
café con leche y un té verde, y dos tostadas” le respondió Michael.
Cuando
se alejó el camarero comenzó a decir Nikita. “Bueno, ¿me vas a contar lo que
habéis averiguado?. Porque espero que el que me hayan disparado haya servido
para algo”
“Si,
hemos descubierto algo” le dijo Michael y se cayó como volvió el camarero con
su pedido, para luego seguir cuando este se fue, ”las transmisiones eran desde
dentro, de una sala común. Conseguimos la terminal, vimos las grabaciones,
Birkoff descubrió que estaba conectada a otra terminal. Y yo creo que debe
estar conectada a alguna otra, es decir, un entramado para intentar perdernos y
que no podamos seguirla. Walter vio las huellas y se reconocían las de cinco
personas. Entre ellas las tuyas”. Acabo su discurso Michael.
“¿¡Que!?”
dijo ella asombrada, “Michael, yo nunca voy a las salas comunes, tu me pusiste
en la sala z, no creerás que yo...”
“Kita,
tranquila, estas parloteando” le dijo él deteniéndola. “ya sabemos que no
pudiste ser tu, tranquila, hemos visto las cintas”
“Entonces
Michael, esta muy claro que van a por mí. Pero ¿que les he hecho yo ahora?”
dijo ella con desesperación, con lagrimas en los ojos, intentando que Michael
no la viera.
Michael
la cogió por los hombros, dándola la vuelta, alzó su barbilla y muy suavemente
puso un beso en sus labios.
“No
te preocupes, mi niña, los cogeremos, no te pasará nada, yo lo evitaré” y la
abrazó.
Ella
se sentía segura en ese abrazo, sabia que él haría todo lo que estaba en su
mano y mucho mas para que no la pasara nada.
“Venga,
comamos y procuremos pasar este día lo más tranquilo posible, ya nos
preocuparemos mañana”.
Tomaron
su desayuno en silencio, pero en un silencio apacible, no tenso, únicamente
disfrutando de la compañía y una buena comida.
“Esto
esta buenísimo”.
“si,
son las mejores tostadas de todo París”
“Van
a ser las doce y media, vámonos. No quiero llegar tarde”
Fueron
paseando despacio por el parque, a esas horas ya lleno de niños y
excursionistas y parejas como ellos paseando su amor, cogidos de la mano.
A
la hora señalada, ya estaban esperando Walter y Birkoff en el lugar indicado.
En el momento que los vio, Michael
soltó la mano de Nikita y su actitud cambió completamente, al conocido hombre
frío de la sección. Lo que hizo enfadar a Nikita. Iba a tener una charla con él
después de la reunión, por supuesto. No podía ser cariñoso y atentísimo con
ella y luego, cuando no le conviniera, dejarla tan fríamente, ella no era una
muñeca que coger y dejar cuando le apeteciese. Aunque, en el fondo, Nikita
sentía que eso no era lo que había pasado.
“Eh!
Nena” se saludo por Walter, dándola un beso en la mejilla. “¿Cómo estas?” “Uhh!
No me contestes, ya veo que estas estupenda”.
“Walter,
tú sí que estas bien”
“No
lo dudes, preciosa, ¿quieres que te lo demuestre?”
“no
Walter, no hace falta, me lo creo”
“Michael”
“Birkoff”
“hola Birky”
“Nikita,
¿cómo estas?”
“mejor,
mucho mejor”
“Bien,
¿qué tenemos?” Cortó toda la charla Michael.
“Ya
sé cual es la terminal JP6498. Pertenece al nivel 40, programación. Si no me
mires así, sé que parece extraño que algo salga de allí o que alguien entre,
pero se ha hecho, lo he comprobado muchas veces”.
“¿Has
conseguido las cintas de ese nivel?” Preguntó Michael.
“Si
claro, en ellas vemos a todos los de programación, todos pasan por esa
terminal, absolutamente todos.” Le contestó Walter.
“¿Y
en ese minuto?, ¿Quién estaba allí?” Preguntó esta vez Nikita adelantándose a
Michael.
“Había
dos personas en esa terminal, Henffo y Rion. Y en la terminal de la sala común,
Wallace.”
“Bueno,
entonces tenemos a Henffo, Rion y Wallace.” Remató Michael.
“Si,
pero lo curioso de estos tres, es que no se conocen, ni han tratado nunca entre
si y no he relacionado nada con Nikita excepto a Wallace, que fue en una misión
en el equipo que os apoyaba” reconoció Birkoff mirando a Nikita como para
corroborar la historia.
“Es
cierto” dijo ella confirmándolo, “no he tratado con ninguno de los tres, ni
siquiera con Wallace, porque creo que al final no necesitamos el equipo de
apoyo, ¿no fue la misión de Sibion?”.
“Exacto”
dijo Walter.
“Bueno,
mándame a mi portátil los historiales. Birkoff, los echaré un vistazo. A ver que saco” dijo Michael. Y
cambiando ligeramente de tema, preguntó, “¿hay alguna sospecha de que no
estamos en el apartamento de Nikita?”
“No,
las cámaras siguen funcionando, pero nadie ha visto todavía las grabaciones”
respondió el chico joven.
“Bueno,
infórmame de quien ha accedido a las grabaciones” termino Michael.
“Por
cierto Michael, una cosa. La grabación de la sala común, ha sido retirada del
sistema, pero tranquilo” dijo al ver la cara que ponía Michael,” hice una copia
cuando la vimos, así como de la sala de programación. Solo era para informarte,
de que alguien se está molestando mucho para que esas cintas no aparezcan.”
“Muy
bueno, Birkoff, muy bueno, éste es mi chico”, dijo Nikita interviniendo por
segunda vez en toda la conversación, después de haber escuchado todo
ávidamente, pues de esto dependía su futuro.
“Bien,
¿hay alguna misión en espera que nos requiera?” Preguntó Michael a Walter.
“No
de momento, alguna se la han pasado a los otros equipos. Pero creo que dentro
de un par de días os llamaran para algo, aun no sé que es.”
“Bueno,
entonces yo accederé a sus perfiles desde casa y los estudiaré, para ver que
encuentro en común” hizo una pausa Michael para seguir de nuevo. “ Atentos a lo
que ocurra dentro, a los comentarios, ahora sois mis ojos allí.”
Con esto se dio por concluida la reunión. Se
despidieron de los otros dos.
Cuando
estaban lo suficientemente lejos para que no le viesen, Michael instintivamente
alcanzó hacia Nikita. Pero esta se zafó de su agarro, se volvió hacia él y con
un dedo acusador dijo, “ tu y yo, señor, vamos a hablar”.
“¡Que
pasa, que cuando no hay nadie conocido alrededor me tocas, me abrazas y me
besas, y cuando ves a alguien me sueltas!, No! Michael o todo o nada, estoy
cansada de juegos, ellos son mis amigos, confían en mi y yo en ellos, y no van
a dejar de serlo solo porque nos vean juntos. Si temes que vayan con el cuento
a la sección es que no los conoces, y peor, no me conoces en absoluto, ellos me
son fieles, cosa que de ti ahora mismo dudo”. Terminó ella cruzando sus brazos
sobre su pecho. Cuando se le vino otra idea a la mente.
“Y
otra cosa, que es eso de que yo miraré, yo veré que descubro, Michael,
¡nosotros!, Nosotros miraremos y nosotros descubriremos, no será de otra manera
o esto acaba aquí y ahora por mucho que me duela”.
Cuando
Nikita acabó, vio como Michael cerraba los ojos y en su cara había un halo de
tristeza. ‘Maldita sea!, Lo he vuelto a hacer!’ Instintivamente, abrió sus ojos
y se encontró con su mirada.
“Lo
siento Nikita!” No utilizó Kita o mi niña, como últimamente hacia. Esto la
asustó a la muerte, ¿la iba a rechazar? ¿Había sido todo otra de sus
manipulaciones?
“De
veras que lo siento”. Ella al oír esto ya estaba con las lagrimas en los ojos.
“Es
instintivo, toda mi vida he estado luchando solo, jamás he confiado en nadie,
siempre ha sido la sección o yo, yo debiendo cubrirme, protegerme, y proteger a
los otros. Contigo es diferente, contigo estoy abierto, me das confianza, a
solas contigo estoy vivo, pero tengo problemas con los demás. No sé confiar”
“OH!,
Ven aquí” ella lo abrazó y lloró sobre su hombro. Al poco tiempo, cuando sentía
sus lagrimas sobre su camiseta, el se desembarazó. “¿Por que lloras?”
“me
asustaste, creí que todo era otra manipulación y que me ibas a dejar”
“OH!,
Ven aquí” esta vez él la abrazó a ella. “Dios, siempre está así entre nosotros
y no me gusta!” le habló él al pelo, “debemos aprender a confiar en uno en el
otro”
“Dirás
mas bien, que yo aprenda a confiar en ti” le dijo ella en tono triste.
“No,
ambos, nosotros. Es lo que has dicho antes, a partir de hoy, no hay tú o yo,
hay nosotros” y con eso dio por terminada la discusión, con un beso.
“Ahora,
vamos a pasar un día tranquilo y relajado”
dijo él cuando terminó el beso.
“Si,
plantaremos la manta, compraremos bocadillos y oiremos a los críos jugar
alrededor nuestro y a los demás pasear y no haremos nada mas que mirar sin
preocuparnos de nada” dijo ella entusiásticamente.
“Si
es lo que quieres, así será”. Le respondió él contagiándose de ese entusiasmo.
“Vamos
entonces”.
Se
acercaron a una pequeña tienda de esas que hay en las ciudades, donde puedes
encontrar de todo. Allí compraron una manta y un set de picnic, con platos,
vasos y cubiertos. En ese mismo lugar encontraron la comida también.
Una
vez con todo, estuvieron paseando por el parque, para encontrar un sitio donde
pudieran estar tranquilos, sin llamar la atención de nadie, que les permitiera
estar relajados y con anonimato.
Lo
encontraron después de un rato, estaba junto al río, entre sol y sombra, debajo
de un árbol. Lejos de todos, pero con una gran vista de todo el parque.
Allí
plantaron el pandero y se sentaron dispuestos a disfrutar su día juntos, y a
disfrutarse entre si.
“Michael,
conoces todo de mí” empezó Nikita mientras se sentaba entre las piernas de
Michael con su espalda apoyada en su pecho y jugando con sus manos. “Pero yo sé
muy poco de ti”.
“Kita,
sabes mas de lo que crees, me conoces mejor que nadie”.
“Si,
pero no sé que haces en tu tiempo libre, cuales son tus aficiones, cual es tu
música favorita, tu color favorito, cosas así”.
“Bueno,
pues pregunta”.
Nikita
se dio la vuelta, “¿este va a ser el juego de las veinte preguntas?” Dijo ella
montándose sobre sus muslos y acariciándole la cara.
“¿Por
que no?, Dispara”.
A
esto ella levantó una ceja, “ de acuerdo, mala opción de palabras”, dijo él con
una mueca cuando se dio cuenta de lo que había dicho. “Pregunta”.
“Bien,
veamos. Empecemos por una sencilla. ¿Cuál es tu color favorito?”
“azul,
como el tuyo”
“Ah,
Michael, el mío no es el azul” dijo ella negándolo con la cabeza.
“Ah,
¿no?” dijo él extrañado, “¿entonces cual es?”
“Verde”.
Esto provocó un levantamiento de cejas por parte de Michael.
“si,
es cierto, es el verde”
“
¿Y desde cuando?” Dijo él acariciándola la cara.
“Desde
que te conocí” dijo ella con los labios casi pegados a los suyos. Pero sin
tocarle. “Sabes, yo pensé que tu color era el negro”.
“¿Porque
dirías eso?” Preguntó él con una sonrisa en su cara.
“Vale,
lo del color ya está, siguiente.” Dijo ella con una sonrisa. “ A ver, sé que
tocas música, pero ¿que tipo de música te gusta?”.
“de
todo, me gusta todo tipo de música, depende del momento”
“¿También
tocas cualquier tipo de música?”
“Sí
claro”
“¿Incluso
heavy?” Dijo ella extrañada y con una sonrisa.
“pues
claro, adoro a AC/DC”
“Extraño”
dijo ella acariciándole la mano y entrelazando sus dedos con los de él.
“¿Por
que?”
“No
das el tipo de persona que le gusta el heavy”
“Ah,
¿no?, piensa, pelo largo, color negro...”
“no
Michael, sabes a lo que me refiero,
tienes ese aire de intelectual, te inclinas mas hacia la poesía, música
clásica, cosas así”
“También
me gusta la poesía, Kita, en este mundo hay que conocer de todo, nunca sabes cuando
va a terminar y menos nosotros con nuestro tipo de vida”.
“Punto
tomado. Sigamos... ¿Qué lectura además de poesía?”
“Misterio,
terror, no sé..”
“¿Romántica?”
“¿Por
que no?, Si es buena” respondió él.
“¿Erótica?”
Preguntó ella con un guiño.
“De
vez en cuando” dijo él en un tono juguetón.
Así
siguieron buena parte del día. Conversando, casi siempre sobre Michael, pero lo
importante es que estaban comunicando y no solo en el ámbito intelectual, sino
también al nivel físico, no dejaron de tocarse, abrazarse, incluso besarse sin
ninguna inhibición, como una pareja mas, podían ser toques lentos, casi
imperceptibles, sensuales, como apasionados, tan ardientes que generaban
fuerzas y energía a su alrededor.
Comieron
despacio, cuando les vino el hambre, se alimentaron mutuamente. Incluso
tuvieron una siesta corta uno en los brazos del otro.
Se
pasaron todo el día así, tranquilos, amablemente no interrumpidos por nadie, ni
siquiera la Sección.
Había
ratos de silencio, en los que Nikita sostenía a Michael por su regazo,
acariciándole el pelo, la cara. Y en los que Michael sostenía a Nikita, también
esta en su regazo, haciendo las mismas cosas que ella.
Era
una especie de terapia, por lo que habían pasado y para lo que les quedaba por
pasar.
Cuando
ya llegó la tarde, casi anocheciendo, decidieron levantar el “chiringuito”. Y
fueron paseando tranquilamente hasta el ático. Donde Michael iba a preparar la
cena.
“Mmm,
eso empieza a oler estupendo” le dijo ella entrando en la cocina después de
ducharse. “¿Que es?” Preguntó atisbando por detrás del hombro de Michael.
“Ya
lo veras” le contestó él poniendo la tapadera a una cacerola.
“¿No
una pista?” Le dijo ella al oído, besando sutilmente su lóbulo y bajando a su
cuello, dándole pequeñas mordeduras y pasando sus brazos por su pecho e
intentando entrar en contacto su piel a través de su camiseta.
“No”,
le dijo él cogiéndola las manos dándose la vuelta y uniendo sus labios a los de
ella.
“ahora,
lárgate de mi cocina, pequeña bribona”
“vaaale,
pero no digas que no lo he intentado” le dijo ella, pasando con su sonrisa de
niña malcriada a la sala principal.
Había
un fuego en la chimenea, y ella fue hacia el buenísimo equipo de música de
Michael, para seleccionar algo que ambientara el momento, algo tranquilo y
sosegado, pasó por la colección de discos que Michael tenia en una estantería
que ocupaba toda una pared y encontró
lo que estaba buscando, música de guitarra.
MUSICA DE JOSE LUIS
ENCINAS (DUENDE)
De
repente, allí encima de una mesa grande de madera, lo vio, era el portátil de
Michael, estaba encendido y estaba bajando el correo que Birkoff los había
mandado con los archivos de los agentes sospechosos. Y la cruda realidad la
cogió y la volvió a poner en su sitio. Por mucho que hubiese sido un día
maravilloso junto a Michael, ambos pertenecieron a un mundo del que no podían
escapar ni salir, y que si no tenían cuidado les podía tragar, y para colmo,
alguno de ese mundo la estaba dando caza sin ningún motivo aparente.
Pero
ahora, había una nueva determinación en ella, no se dejaría ganar fácilmente,
podía ser la presa, pero con la ayuda de sus amigos y de este hombre que se
había abierto a ella de una manera tan especial, podría convertirse en el
cazador.
Así
que se sentó delante del portátil, y comenzó a estudiar los archivos que el
chico mas joven había mandado, ignorando completamente la música melodiosa que
recorría la habitación, y poniendo los cinco sentidos en lo que estaba leyendo.
Así
la encontró Michael después de un rato, cuando salió de la cocina para poner la
mesa, y para decirla si quería algo
mientras se terminaba la cena.
Tal
era el grado de absorción que ella tenia en lo que estaba haciendo, que no lo
vio, o más bien lo sintió hasta que él estuvo detrás de ella y la habló al
oído.
“¿Has
encontrado algo, mi niña?”
“Algunas
cosas en común” dijo ella frotando su cuello que estaba tenso, “pero no tiene
nada que ver conmigo”.
“Bueno,
déjalo para luego” le dijo él mientras ponía sus manos alrededor de su cuello y
hombros y procedía a darla un ligero masaje. “Vamos a cenar”.
Entre
ambos pusieron la mesa, y Michael trajo la comida. Eran pechugas de pollo con
verduras y frutos secos.
“esto
está de muerte, Michael, es exquisito”
“gracias”
“¿Cómo
es que sabes cocinar tan bien?” Comentó ella entre bocado y bocado, “aparte de
las lecciones de la Sección, yo no sé hacer mucho más”.
“Tomé
clases de cocina en la universidad, era una manera de enfocar la energía. Al
principio en la Sección lo olvidé un poco, pero luego comencé otra vez, me
ayuda a relajarme y desconectar”. Le dijo él mientras comía.
“Y,
¿haces algo mas para relajarte?” Dijo ella sabiendo que esa palabra,
significaba y significaría mucho para ellos, desde la misión de Joaquín Armel.
“si,
medito, escribo, toco música, pinto...”
“¿Pintas?”
Le interrumpió ella con asombro.
“Si”
fue lo único que le contestó él.
“Sabes
Michael” le dijo ella apuntándole con el tenedor, “me estoy preguntando, ¿qué
estudiaste en la universidad?”
“Ingeniería
química, ¿porque?”
“porque
haces muchas cosas que no tienen que ver con eso, ni con fabricar bombas, mas
bien eres un artista”
“Kita,
para fabricar bombas, también hay que ser un artista, ahí tienes el ejemplo de
Walter”.
“Si,
pero tu tienes esa sensibilidad. No sé, haces cosas muy distintas para ser...”
y se calló como su boca iba a decir algo que sabía que le podía herir.
“no
te calles, dilo, para un asesino” le dijo él, “eso es lo que soy, mi niña, no
lo neguemos”
“Bueno
Michael, entonces yo también lo soy, soy una asesina”. A la mirada de horror
que vio en la cara de su amante ella añadió, “lo ves, tu no me ves a mí como
una asesina, pero tú si que te ves, y los dos sabemos que tu y yo hacemos lo
mismo”, a su mirada con problemas siguió argumentando ella, “Michael, nosotros
hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir, eso me lo enseño mi mentor,
si no matamos, estaríamos muertos, así que quítate esa idea que tienes en tu
cabeza sobre ti”.
Después
de unos momentos en que permanecieron ambos en silencio, comiendo y asimilando
lo que había pasado entre ellos, Nikita quiso cambiar de tema y alumbrar el
momento.
“Michael,
esto estaba buenísimo, tienes que enseñarme a cocinarlo”.
“Cuando
quieras. Ahora el postre” dijo él levantándose agradecidamente sabiendo lo que
ella estaba intentando hacer.
Cuando
volvió de la cocina, llevaba dos cuencos, y los depositó uno a cada lado.
“Prueba esto”, la dijo con expresión neutral.
Nikita
miro dentro de su cuenco, eran, sí!, Eran frambuesas con nata. Cogió la cuchara
y delicadamente comió.
“ummmm,
están divinas”.
Una
sensación corrió por su espina cuando la vio la expresión de puro placer que
ella había mostrado.
“Michael,
estaba todo estupendo” le dijo ella mientras quitaban ambos la mesa. “Creo que
me toca lavar los platos como compensación”.
“No
te preocupes, ya lo hago yo” le dijo él en tono serio.
“Bueno,
pues entonces yo seco, tu decides, lavar o secar”.
“Esta
bien, coge ese paño”.
Cuando
acabaron pasaron a la sala principal donde la música seguía oyéndose. Se
sentaron delante del fuego, en el suelo, con sus espaldas contra el sofá.
Michael
cogió el portátil y con él en su regazo, ambos comenzaron a revisar los
perfiles de los sospechosos.
Estuvieron
casi tres horas inmersos en el trabajo, por lo menos Michael. Cuando en un
momento dado levantó la vista del ordenador, vio a Nikita, recostada contra los
cojines del sofá, dormida.
Con
una sonrisa en su cara, Michael puso un cojín en el suelo, al lado de la
chimenea y la tendió allí, tapándola con la colcha que tenia el propio sofá, y
él siguió trabajando.
La
verdad es que era frustrante, porque no había nada en común entre los tres de
ellos, por tantas veces como había leído esos archivos, ya se los sabia de
memoria. Algunos habían estado en misiones con Nikita, pero no había pasado
nada, todo era normal, no había ninguna conexión, o por lo menos el no la veía,
por mas vueltas que lo daba.
Estaba
frustrado y tenso, y comenzaba a tener un dolor de cabeza, sabia que las cosas
se iban a poner peor, necesitaba encontrar algo y rápido para proteger a su
ángel.
En
ese momento, él la miró, y se encontró los ojos luminosos que lo miraban a su
vez. Y la temperatura y electricidad en la sala aumentó extremadamente.
Dormir contigo, es el camino
mas directo al paraiso
Sentir que sueñas mientras
te beso y las manos te acaricio
Dormir contigo, es navegar
en una estrella hasta el espacio
Es embriagarme con el
susurro de tu hablar tierno y despacio
Michael
dejó el portátil a un lado, se puso a cuatro patas y se acercó a ella
sigilosamente, como un felino.
Cuando
llegó a su altura, la miró y muy despacio unió sus labios a los de ella, con
solo una rozadura. Inmediatamente, ella abrió su boca para ahondar en esa
beatitud, hasta que los dos tuvieron que parar para tomar aire.
Dormir contigo, es conocer
la dimension que tiene un verso
Sentir que duermo, y al
mismo tiempo conocer el universo
Dormir contigo, con tu
cabello acomodado aquí en mis brazos
Y el terciopelo que me
brinda tu regazo
Que maravilla dormir contigo
Michael
acariciaba su cara, desde la frente hasta su barbilla, delicadamente, comenzó a
besar por donde habían pasado sus dedos. Su oreja, su lóbulo, mordisqueándolo
despacio, lo que sacó un gemido no se sabe muy bien de cual de los dos.
Dormir contigo, con la ilusion de que
despertare mañana
Con el calor de un nuevo dia
en la ventana
Fue algo hermoso amor,
dormir contigo
En
la mente de Michael ahora no existía nada mas que la belleza aplastante que
tenia delante de él. Debía de ser suya y él debía de ser de ella, ahora mismo,
en ese momento, allí y ahora.
Dormir contigo, con tu
cabello acomodado aquí en mis brazos
Y el terciopelo que em brida
tu regazo
Que maravilla, dormir
contigo
Michael
siguió acariciándola con ligeros besos, su pómulo, su nariz, su barbilla, donde
la mordió muy, muy despacio y luego la refrescaba la piel con pases de su
lengua y labios, creando sensaciones increíbles en ella, que se expresaban a
través de pequeños gemidos de placer, que le hacían desearla mas. Quería estar
con ella, dándola la máxima expresión de su amor, descargando en ella una y
otra vez su ímpetu, su deseo de llevarlos a tal placer que no pudieran
resistirse ambos.
Dormir contigo, con la
ilusion de que despertare mañana
Con el calor de un nuevo dia
en la ventana
Fue algo hermoso amor,
dormir contigo
Continuó
con sus suministraciones, mientras sus brazos y manos se sentían libres, tenían
vida propia, intentando despojar su ropa.
Michael
cambió para bajar hacia su cuello. Cuando sus labios se encontraron por primera
vez con su piel cremosa de la juntura entre la clavícula y su cuello, donde la
arteria palpitaba con un ritmo acelerado, Michael claudicó ante la tentación y
emitió sus dientes, para dejarla una marca.
En
ese momento, Nikita se sintió transportada hacia el infinito, y si este era el
principio, como sería al final.
Ella
era todo sentimientos, ningún pensamiento coherente podía salir de su boca en ese momento. Pero Michael no era
contrario a ella, él estaba en un estado parecido solamente viendo que la podía
traer tal placer únicamente con su boca.
“OHH...
OHH. Mas....Michael.....mas” decía ella entrecortadamente.
“Si.....
mi niña, siéntete. Si, así” Michael la decía mientras había empezado a
desnudarla lentamente.
Durante
un tiempo, únicamente se oía en todo el ático, una serie de suspiros y gemidos,
y pequeñas frases como cuchicheos y deseos, unidos a alguna melodía que salía
de las paredes.
AMO LA COSTURA DE TU FALDA
AMO LA ESTRUCTURA DE TU
ESPALDA
“Si...
eso es. mi niña....eso es....así......ven, ven”
AMO LO QUE VES Y LO QUE
TOCAS
AMO LO QUE VES Y LO PROVOCAS
“Tu
conmigo. Mi vida.....por favor.....tu conmigo”.
AMO TU FRIALDAD ANTE LA VIDA
AMO TU VERDAD AUNQUE ES
MENTIRA
Cuando
de repente los dos cuerpos se volvieron uno, entremezclándose, transportados al
infinito y ese poder que sintieron fue
tan estremecedor en su beatitud que dos lagrimas corrieron debajo de las caras
de ambos amantes. Sin ninguno sonido mas que la melodía que continuaba sonando.
AMO MUCHO MÁS QUE TU BELLEZA
TE AMO SI TE VAS O SI
REGRESAS
AMO LA CICATRIZ DE TU
RODILLA
Y ESE LUNAR GRIS EN TU
BARBILLA.
Después
ambos se quedaron dormidos en sus brazos, Michael sobre el corazón de Nikita.
Había
sido maravilloso, una experiencia increíble.
Esta noche había sido más espiritual que otra cosa, ellos sabían que
podían haber sido pasionales, de hecho, sus anteriores uniones lo habían sido,
muy corporales y físicas, dada la incertidumbre que ellos sentían en sus vidas,
todo había sido fuego y pasión sin limites, como dos animales hambrientos el
uno del otro, pero esta vez, habían subido a cotas increíbles, había sido una
experiencia casi mística. Por describirla de alguna manera.
A
la mañana siguiente, Michael estaba dormido profundamente sobre Nikita, en la
posición en que había caído al final, sin haberse movido en toda la noche.
‘Parece
tan joven’ pensó Nikita que se acababa de despertar con él en sus brazos.
Hacia
tiempo que el fuego y la música se habían extinguido y comenzaban a entrar
rayos de sol por las ventanas, y le daban en su magnifico pelo, sacando tonos
cobres.
Ella
pasó tiernamente una mano por esos rizos maravillosos, su pelo parecía de seda.
Esto saco un suspiro de Michael que aun permanecía dormido, oyendo el latido de
corazón de Nikita, como un mantra.
Ella
comenzó a acariciar su cara, sus cejas, sus pómulos, nariz, labios, y volvió
otra vez al pelo. Quería verle esos dos faros verdes, que anoche la miraban con
tanta devoción y deseo.
“mmmphmm”
gruño él cuando comenzaba a despertarse.
“Dormilón”
susurró ella dándole un beso en la cima de su cabeza.
Él
comenzó a abrir sus ojos lentamente, volvió su cara hacia el lugar donde estaba
su corazón y puso un tierno beso allí. Lo que hizo saltar erráticamente el
latido de Nikita.
Luego
alzando su cara, sin abrir sus ojos,
buscó los labios de ella y la besó profundamente.
“Buenos
días” dijo él con un acento profundo todavía de estar adormilado.
“Hola”
dijo ella todavía jadeante del beso. “¿Cómo te sientes?”
“Estupendo,
¡y tu?” Dijo él con preocupación en su rostro, al no saber a que había venido
la pregunta.
“Mm,
bien”
“¿Por
qué has preguntado?” Le dijo Michael queriendo saber que había pasado por la
mente de Nikita para plantear esa pregunta.
“No,
por nada” quiso no darle importancia.
“Eh!,
Mi niña, ¿qué es?”
“es
que, las otras veces, cuando te despertabas, te veía tan culpable, tan inseguro
de ti, que he sentido ansiedad para saber que sentías ahora”
“OH!
Dios!” Dijo Michael besándola, “ no, cielo, esta vez no es así, no creo que me
haya sentido así en la vida. Pero, cher, las otras veces no me sentía culpable
por haber hecho el amor contigo, me sentía culpable de lo que sentía por ti,
dada las circunstancias en las que me encontraba”
“¿Cielo?
¿Cher?” Dijo ella en un tono juguetón, intentando cambiar el humor de la
situación. “Michael, mi vida, sigue utilizando lo de mi niña, me gusta más”.
Esto
sacó la carcajada de Michael, a la que se unió la de Nikita.
“Como
quieras, mi niña” esto ultimo lo dijo en un tono tan apasionado que sacó un
gemido de ella.
“Bueno”,
dijo ella después de estar mirándose entre si acaloradamente durante varios
minutos, “¿qué planes tienes para hoy?”
“Umm,
¿quedarnos aquí así sin hacer nada?” Inquirió el humor raro de Michael.
“Venga”
dijo Nikita riéndose y dándole un pequeño golpe en el brazo.
“no
en serio, no tengo ningún plan”
“Bueno,
pues ¿qué se te ocurre?, tengo ganas de salir”
“Veamos,
lo único que se me ocurre”, dijo Michael pretendiendo pensar, “es renovar mi vestuario. ¿Te apetece ir de
compras?”
“Pues
claro” dijo ella en tono de fingido enfado, “eso no se lo tienes que preguntar
dos veces a una chica”.
“¿Chica?,
Yo no veo aquí a ninguna chica” le contestó él en fingido asombro.
“Eh!,
Entonces yo que soy, no creo que tuvieras quejas de mí siendo una chica
anoche!”
“Tú
eres una mujer maravillosa” le dijo el apasionadamente “definitivamente no una
chica” terminó besándola.
“Bueno,
y ¿qué quieres comprar?”
“No
sé, algo, con tal de sacarte de aquí, ¿no es lo que quieres?”
“De
acuerdo, Michael, iremos de compras, pero con una condición” le dijo ella muy seria.
A
la pregunta que vio en la cara de Michael, con las cejas levantadas, contestó.
“que
compres algo que sea de otro color que negro”
“Calcetines”
respondió rápidamente él.
“no”
respondió ella, además de con un movimiento de su cabeza, “algo que se vea mas”
“boxers”
“Eso
también, pero algo mas” apretó ella.
“Ya
veremos” le contestó él, como dejando caer el tema.
“No”,
ah, ah, negó ella con la cabeza, “ahora, lo prometes o yo no voy”.
“de
acuerdo, pero no mucho color”
“Eso
es algo que me gustaría saber, ¿porqué siempre negro?, Aquí te he visto con
otras cosas, fuera de la sección te pones, vaqueros, camisas blancas,
camisetas. Pero ahora estas siendo
reticente a comprar cosas de color, ¿por qué?”
“Kita,
esa ropa que me vistes, era vieja, de hace mucho tiempo, que solo la utilizo
para estar en casa, de acuerdo, no me mires así, ayer en el parque también la
utilicé, era una excepción, míralo solo como eso”.
“Bueno,
pues gracias por hacerme una excepción” dijo ella besándole.
“Kita,
tu siempre serás una excepción en mi vida” la contestó él besándola esta vez.
“Bueno,
creo que será mejor que nos levantemos, porque si sigues así no creo que
vayamos muy lejos”. Dijo ella picaruelamente.
“Prosigue,
utiliza el baño mientras yo recojo esto. Luego voy yo al baño del dormitorio de
invitados”. Dijo él mientras se
levantaban. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, supo que había metido
la pata.
“¿Dormitorio
de invitados?, ¡MICHAEL!” Le dijo ella en tono acusador y enfadado, “¡me has dejado
dormir en tu dormitorio estos dos días, teniendo un dormitorio de invitados,
teniendo otra cama!” Esto lo decía mientras se iba acercando a el con un ceño
en su cara.
Michael
ya estaba preparado para una disculpa y cualquier excusa que se le viniera a la
mente, por tonta que fuese, cuando.
De
repente, todo cambió. Apareció una sonrisa en su cara y lo besó.
“Gracias
por hacerme tan especial”, le dijo ella y se alejó en toda su desnudez, hacia
el dormitorio principal, para usar el baño. Dejándolo allí de pie
desconcertado.
Con
un golpeteo rápido de cabeza de un lado a otro, intento despejarse del
aturdimiento en que le había dejado.
Esta
mujer le sorprendía cada vez más. En vez de una rabieta, ¡le había besado!, OH,
como la adoraba!.
Una
vez que había acabado de recoger, vestirse y arreglarse, procedió a hacer el
desayuno. En eso estaba cuando dos manos lo pasaron desde atrás, agarrándole la
cintura y posándose en su estomago, entre los botones de su camisa.
“Guapo”,
le dijo ella dándole un beso en el cuello.
“umm,
eso huele muy bien” le dijo atisbando por encima de su hombro, “¿qué es?”
“Una
tortilla, con queso y jamón” dijo él cogiéndola una de las manos que estaban
vagando sobre sus abdominales haciéndole cosquillas. Y llevándosela a su boca,
besó sus nudillos.
“Anda,
haz algo de provecho y pon la mesa”, sabia que si no la sacaba de allí, con las
sensaciones que sus manos estaban creando en su cuerpo, iba a estafar toda su
ropa en ese momento y no se responsabiliza de lo que pudiera pasar, por el
estado al que le estaba trayendo, y por supuesto, no habría ninguna salida hoy.
Pero
ella lo sabia, por supuesto que sabia lo que le estaba causando, desde que él
tembló imperceptiblemente cuando le pasó las manos por su cintura y le besó el
cuello.
También
porque ella se sentía igual, había sido muy excitante verle allí cuando había
entrado en la cocina, tan domestico y familiar, haciendo simplemente una
tortilla. No había podido resistirse.
Desayunaron
entre besos y pequeñas caricias, y se fueron a comprar.
“Vamos
al centro” le dijo él cuando salieron a la calle.
“Michael,
casi estamos en el centro”
“no,
me refiero a los Campos Elíseos y a la Place Vendomme”
“Tu
veras, mi vida, es tu dinero”, le dijo ella con una sonrisa, al ver el
entusiasmo de él.
Caminaron
por las calles de París, a esas horas atestadas de gente. Fueron como una
pareja normal, agarrados de las manos, a veces abrazados, otras únicamente uno
al lado del otro. Viendo escaparates de tiendas, dando su opinión de lo que
vieron.
“eso
parece bonito”
“no,
me gusta mas eso”
“eso
te quedaría bien”
“¿Tu
crees?”
Levantaron
alguna expectación entre dependientes y clientes de diversas tiendas en las que
entraron, tanto del genero masculino como del femenino.
Parecían
tan jóvenes, tan enamorados y tan guapos, dando su opinión abiertamente del
gusto del uno y del otro, sin pensar si se hicieran daño o no, siendo sinceros
con lo que iban a comprarse, no como otras parejas, que pasaban a menudo por
allí, que por no intentar herir los sentimientos del otro, iban con medias
verdades. Pero no estos dos, daban su opinión, pero no se quedaban en eso, a
veces su toque sobre la prenda en cuestión que el otro se estaba probando,
había sido muy cómodo, muy familiar, como si se conocieran de toda la vida, y
esto era cómodo para ellos, pero no para los demás en esas tiendas, eran toques
inocentes para ellos, pero muy sensuales para los demás que los veían, como
cuando Michael ayudó a Nikita a probarse unos zapatos, agachándose ante ella,
cogiéndola el tobillos, y masajeándolo antes de ponerle el zapato. O como
Nikita había pasado su mano por la espalda de Michael cuando el se estaba
probando unos pantalones, o una chaqueta.
Pero
de todo eso, ellos no se dieron cuenta, tan perdidos estaban entre si, que lo
demás no importaba.
De
repente, todo cambió cuando, en el momento que estaban pagando en una tienda,
el teléfono de Michael cercó.
“Sí.
¿Solo?....bien” fue lo único que él dijo. “Tenemos que irnos” le dijo a Nikita
que ya sostenía sus bolsas y la tarjeta con la que habían pagado.
“Tenemos
que entrar” le dijo Michael cuando salieron de la tienda. “Vamos a tu casa,
saldremos de allí para no levantar sospechas”.
Ella
se acercó hacia la calzada, puso sus dedos en su boca y “pfiiiiiiiiiiiii”,
silbó, con esto un taxi se acercó y Michael no pudo suprimir una sonrisa.
“Birkoff,
estamos en la entrada del apartamento de Nikita, en cuanto te mande una señal
con el móvil, corta el programa. Si, ya lo sé.....es difícil, lo sé.......habla
con Walter a ver que podemos hacer. AH
Birkoff, dile a Meg que Nikita va a una revisión, pero que yo hablaré con ella
antes” y colgó.
A
la pregunta que vio en Nikita, cuando ella levantó una ceja, la respondió, “ no
me mires así, no vas a salir al campo”. Y cogiendo las llaves del apartamento
abrió la puerta y entró, seguro de que el programa de Birkoff seguiría hasta
que estuviesen preparados para salir.
Una
vez listos, y cuando iban a salir, Michael, que ya había cambiado su ropa, por
el uniforme negro que él llevó normalmente en la Sección, se dirigió a ella.
“llevamos
tu coche”
“Venga,
vámonos” dijo ella cogiendo las llaves del coche.
“Espera,
dame las llaves” dijo él en un tono serio.
“¿Por
que?” Dijo ella enfadada todavía, porque él decidió ya todo sin decirla algo
primero, lo de ir a ver a Meg, luego lo de la misión, y ahora lo del coche.
Michael,
comprendiendo su tono, y que esa pregunta era mucho mas que para una única
cosa, la respondió.
“Kita,
si quiero que te quedes en la Sección, será mejor que no te vean llegar
conduciendo, ¿no crees?”
“Vale,
pero ¿porque quedarme en la sección?, ¿no estaría más segura a tu lado?” Era un
argumento ganador, desde luego.
“Mi
niña, si van a por ti, serás un blanco fácil en una misión, además quiero
llevarme a dos de ellos, para quitar posibilidades, si cogemos al tercero, de
lo que sé esta ocupando Walter en este momento, tendrás que interrogarlo para
ver lo que sacas de él”.
“¿Yo?,
Michael, ¿estas seguro?”
“Claro,
sabes que eres la única en quien confío, mi niña, no te quiero allí fuera,
quiero que cuando vuelva, estés allí, esperándome sin que nada te haya pasado,
¿no puedes entenderlo?, Me moriría si te pasara algo” y con este argumento la
abrazó contra él con fuerza. Él tenía miedo, y a su manera, lo acababa de
admitir.
Con
esto, Michael llamo a Birkoff, y salieron del apartamento, cogiendo el coche y
dirigiéndose a la sección.
Cuando
bajaron en el ascensor, Michael, sutilmente, la acarició la mano con el dorso
de la suya como para darla ánimos y dárselos a si mismo también.
Se
abrieron las puertas y un mundo diferente del que habían sido participes
durante estos días, apareció ante ellos, todo parecía en calma, pero con el
trasiego normal de personas, siempre fluido, que llegaban y salían, que tenían
diferentes misiones y cometidos dentro de esta fortaleza subterránea.
“Vete
a Walter, organiza una reunión, para... digamos dentro de media hora, mientras
voy a ver de que va la misión, luego me dices el lugar de reunión”.
Se
dirigieron al suelo principal. En el momento en que les vio, Birkoff, dijo.
“Michael, Madeleine quiere verte”. “Hola Nikita”.
“hola
Birkoff”
Michael
se dirigió hacia la oficina de Madeleine
Desde
las alturas de su oficina, Operations observaba a todos, vio la llegada y
salida de los agentes anónimos que iban y venían, y nada cambiaba en todos los
años que llevaba allí. Bueno, algo si que había cambiado, se notaba en la
atmósfera. Era Nikita, la que había entrado en la parte principal de la
sección, había un cambio sutil, pero un cambio en si, en la manera de
comportarse de los demás, como si recobraran sus energías, como si entrara un
poco de alegría y felicidad, un rayo de sol, en las oscuras paredes de esta
para algunos cárcel. Para él, su casa durante mucho tiempo. Incluso Michael se
comportaba de manera diferente con ella alrededor.
Pero
claro, estos pensamientos jamás los diría en alto, jamás se los diría a nadie,
ni siquiera a Madeleine. Pensar que la tenia casi cancelada, y comprobar en lo
que ahora se había convertido, uno de los mejores agentes de la sección, y una
pareja formidable la que formaba con Michael, ellos dos en el campo, eran
invencibles, los mejores, eran letales.
Sabia
que ella, estaba muy por encima de su nivel dos, como agente, había crecido
desde que la trajeron, como un pillo callejero
se había convertido en la gran mujer que era ahora. La gran fuerza para
él y para muchos dentro de esta organización. Y quizás debería decírselo, pero
no, mejor, no se lo decía. Ahh, ese maldito dolor de cabeza volvía de nuevo.
“Walter”
“Nikita!,
¿Que tal nena?, ¿Cómo te encuentras?”
“Bien
gracias, ya estoy mucho mejor” le contesto ella en un tono cordial. “¿Que
tienes para mí, Walter?”, Se notaba que quería ir al asunto cuanto antes.
“Tenemos
narcotizado a Wallace en el nivel 8, donde se están haciendo las reformas. Esta
preparado para interrogar cuando queráis. ¿Quién lo va a hacer, Michael?” Le
preguntó el hombre.
“No,
lo haré yo” dijo ella seria.
“¿Tu?,
¿Estas segura nena?”
“Eso
es lo que quiere Michael, y sí, sé que puedo hacerlo”. Dijo ella a la cara de
asombro que había puesto Walter.
“Pero,
¿cuando lo harás?, hay una misión...”
“lo
sé”, le interrumpió ella, “pero Michael quiere que me quede aquí, así que lo
haré yo, espero que con tu ayuda”
“Por
supuesto nena, sabes que estoy a tu entera disposición”.
“¿Porque
eso no me gusta?” Dijo ella con una media sonrisa de resignación. “Déjame
estudiar su perfil de nuevo, a ver que encuentro, ¿puedo usar tu ordenador?”.
“Pues
claro nena, algo que necesites, yo estaré aquí preparando vuestra misión”.
“¿Querías
verme?” Dijo Michael introduciéndose en el despacho de Madeleine.
“Si
Michael, tenemos una misión, allí está tu PDA, prepara el perfil, vamos contra Fanchino”
y con eso se dio la vuelta y volvió a sus plantas.
Era
raro en Madeleine, despedirle así, abruptamente, sin un poco de juego de mente.
Pero el tenia muchas cosas que hacer, así que lo ignoró y siguió con lo suyo.
Fue
a Medlab a ver a Meg. La encontró en una habitación visitando a un paciente,
así que esperó hasta que ella saliera.
“OH!
Hola Michael. Querías hablar conmigo, ¿verdad?”
“si,
Meg, quería pedirte un favor”
“Bueno,
si esta en mi mano” le dijo la pequeña doctora.
“Tengo
una misión” comenzó diciendo Michael.
“Y
quieres que Nikita vaya en ella” le interrumpió la doctora.
“No!,
Al contrario, quiero que se quede aquí”.
“Ah,
bueno, eso tiene solución, no te preocupes, no la daré el alta”.
“gracias
Meg, de verdad, gracias”
“Es
un placer Michael”.
Cuando
Michael estaba en su oficina preparando el perfil de la misión, llegó Nikita,
entrando sin llamar como era costumbre en ella, esta era casi su segunda casa y
Nikita lo vio como tal, entonces aunque a los demás les pareciese extraño, y
una descortesía, no se sentía así para ella, o incluso para Michael, sabiendo
que ella era bienvenida siempre a esa oficina, incluso cuando el estaba
ocupado, como ahora.
Michael
continuo tecleando unos momentos mas, y mientras tanto, codificó algo en su
tablero de la mesa, dándolos retiro. Y la miraba dándola pie para que hablara.
“Michael,
¿ya tienes un perfil de la misión?”
“Si,
lo estoy terminando, es un ataque a una estación de armas químicas en Kabul,
vamos contra Fanchino” y tras una pausa la preguntó, “como esta lo demás?”
Refiriéndose claro está a su asunto.
“Bien,
está en el nivel 8. como quieres que lo enfoque?”
“Como
tu quieras Nikita, es tu decisión, pero tendrás que hacerlo rápido, porque te
quiero en táctico y comunicaciones desde aquí, junto con Birkoff, para ver si
hay algo, una transmisión, debemos quien las esta haciendo, esto se pone mas
peligroso cuanto mas días pasan”.
“Crees
que hay alguien mas detrás de esos tres?”
“Creo
que si”, dijo Michael levantándose de su silla y dirigiéndose hacia la ventana,
con su mirada hacia fuera y sus manos en los bolsillos del pantalón.
“Entonces,
si tenemos controlados a esos, el que está detrás haciendo las transmisiones,
tendrá que descubrirse porque no tiene a nadie que le haga el trabajo sucio”
siguió ella con ese tren de pensamientos.
Si
claro, era brillante y simple, pero...”Michael, si yo me quedo aquí no habrá
ninguna transmisión y no le cogeremos”
“Nikita,
nadie sabrá que estas aquí hasta que estemos en el sitio y entonces será
demasiado tarde, si han empezado la transmisión lo sabremos, sabremos desde
donde y le cogeremos”.
“Michael,
quien crees que puede ser?” Intentó sondearlo ella.
“No
lo sé, mi niña” dijo él dándose la vuelta y mirándola intensamente.
“Yo
creo que puede ser cualquiera, incluso Operations, has visto como me trata
últimamente?” Dijo ella intentando aliviar la tensión en el cuarto.
“Nikita,
te has ganado su respeto, eso es todo” o más bien lo que él quería creer.
“Ahora se da cuenta de lo que algunos habíamos visto en ti, de tu potencial.
Ambos sois muy testarudos y cabezotas, no dais vuestro brazo a torcer
fácilmente. Le ha costado reconocerlo, pero creo que ahora aprecia lo que haces
y en lo que te has convertido”.
“Si,
ya, cualquier cosa” le contestó ella.
Michael
sabia que era una discusión en la que nunca se pondrían de acuerdo. Ella tenia
una idea fija de Operations y así seguiría. Lo que ocurría era que ahora,
Michael también comenzaba a dudar de todo y todos.
“Bueno,
donde será la reunión?” Dijo él cambiando de tema.
“Vamos
al nivel siete” le contestó ella.
“Bueno,
pues entonces vete a ver a Meg” dijo él volviendo a su asiento, y comenzando a
teclear dándola por despedida. “La sesión de información será en media hora”.
“Bien,
tienes aquí el perfil?”
“Si,
estúdiatelo” le dijo él entregándola un PDA. “Tendrás que memorizarlo todo
bien, no es el mismo que os daré después de la sesión de información. Si algo
sale mal, serás mis oídos y mis ojos allí fuera.”
“Yo
puedo utilizar tu sofá, mientras lo estudio?” Preguntó ella tímidamente.
“Siéntete
libre” le contestó él sin levantar los ojos de su ordenador y haciendo un gesto
con su mano hacia el sofá.
Durante
un tiempo no hubo ningún ruido en ese
cuarto excepto el tecleo ocasional de Michael en el ordenador y una llamada de
Michael a Birkoff para que convocara al resto de su equipo.
“Ya
está Michael, gracias” le dijo ella devolviéndole el PDA, “voy ahora a ver a
Meg” se despidió con una sonrisa, y caminó fuera del despacho.
En
la sesión de información ni siquiera estaba Operations, era Michael quien la
dirigió y asignó los puestos, siempre omitiendo que Nikita se quedaría en la
sección.
Cuando
acabó, cada uno se fue por su parte a prepararse.
A
la hora señalada para su reunión, ya estaba Michael esperando en el nivel
siete, llevaba puesto su atavió para las misiones, pantalones de cuero, con dos
pistoleras, chaleco antibalas y cazadora, por supuesto todo negro.
Aparecieron
Walter y Nikita juntos, y Birkoff un poco después.
“Bien,
que sabemos?” Preguntó Michael, como siempre directo al asunto.
“Tenemos
a Wallace en el nivel 8. está sedado” remitió su informe Walter, como buen
soldado, y especializado en como se hacían las cosas en la sección, nada de
adornos ni florituras en el leguaje, la información era la información, y la
economía de palabras era esencial.
“Yo
creo que si hay otra transmisión la podemos ubicar y creo que ya lo tendremos”
respondió Birkoff, cuando creía que era su turno.
“Bien,
si tenéis todo claro, sabed que Nikita estará aquí en la sección, llevando
comunicaciones y táctico, pero nadie mas que vosotros debe saberlo. Además
mientras llegamos allí, estará interrogando a Wallace, Walter ayúdala en lo que
puedas. Eso será todo”
“Bien”,
conciso como siempre Walter.
“De
acuerdo” respondió Birkoff, ante el mutismo en su discurso de Nikita, que no
había dicho nada todavía en toda la reunión.
Ya
se iban todos cuando...
“Nikita”,
la llamó Michael.
“Si”
le respondió ella dándose la vuelta y dirigiéndose de nuevo hacia él.
En
ese momento él dejó caer la mascara que siempre llevaba en la sección, alcanzó
para su mano y mirando tímido hacia ese agarro la dijo, “ten cuidado” y volvió
su mirada hacia sus ojos dubitativamente.
“Claro,
mi vida” le respondió ella acariciándole la cara con el dorso de su mano. “Tu
también ten cuidado ahí fuera” terminó
ella con una sonrisa.
“Me
esperarás cuando vuelva?. Quiero que lo primero que vea cuando se abran las
puertas seas tu” dijo él en un tono anhelante, entrelazando sus dedos en los de
ella.
“Por
supuesto” le contestó ella deshaciendo su agarro y abrazándolo.
“Tengo
que irme “ le dijo él después de unos minutos de estar en su abrazo
maravilloso.
Nikita
estuvo en el almacén de Walter todo el tiempo mientras que duro la preparación,
estudiando el perfil de Wallace, para ver como podía sacarle algo y tener
tiempo para seguir la misión.
Vio
desde su escondite a todo el equipo prepararse, coger sus armas y salir hacia
la misión.
Entonces
Walter apareció delante de ella, anunciándola que se habían ido y para ver si
quería algo.
“Solo
una unidad de comunicaciones, para conectarme contigo y Birkoff”. Dijo ella que
ahora también había entrado en el modo de misión, como Walter había visto
siempre en los agentes. “Y a Wallace en una silla, atado, con todo a oscuras,
excepto una luz detrás de él, que proyecte su sombra sobre la pared que esté
mirando y con un mando con el que yo pueda regularla”.
“Bueno,
dentro de diez minutos lo tendrás todo preparado. Cuando vaya a comenzar la
misión te llamaré.” Dijo él dándose la vuelta, “ah!” La interrumpió el de
repente, cuando ella iba a seguir con el perfil, “como le despierto?”.
“Déjame
eso a mí” declaro ella con una sonrisa enigmática, había tenido una idea que quizás funcionaría.
Después
de esos diez minutos, Nikita salió furtivamente hacia el ascensor para que
nadie la viera, y se dirigió al nivel ocho.
En
una sala desocupada, encontró a Wallace atado a una silla, con la cabeza hacia
abajo, todavía dormido.
Se
situó detrás de él, apagó todas las luces y solo dejo encendido el foco de
detrás de él.
“Walter,
voy a empezar”, le dijo a su dispositivo de comunicaciones que tenia detrás de
la oreja.
“Buena
suerte nena”.
Nikita
le rodeó, lentamente, solo como había visto a Madeleine hacer tantas veces con
sus blancos, estuviesen dormidos o no. Finalmente se paró delante de él, y
comenzó a acariciarle la cara suavemente, rastreando su contorno, sus cejas,
dando masaje a sus pómulos, a su cabello, acariciándolo tiernamente, pasó a sus
brazos, sus manos.
Y
él comenzó a despertarse con un gemido de placer.
Ella
siguió acariciando su cabello, su cara, sus labios con sus dedos. Su toque era
sensual, y estaba invitando.
“Mmmm,
Nikita” dijo él después de unos momentos, todavía con sus ojos cerrados, medio
dormido, por las drogas.
‘Aha!’
Pensó ella, ‘ así que era eso, ya te tengo’ eso era, ya sabia por donde le iba
a cazar, su intuición había sido buena, pero, porque iba a por ella y no a por
Michael, si lo que él quería era a ella?.
Se
levantó de su posición, cogió la cabeza de Wallace por la barbilla le levantó la cara y le abofeteó, eso hizo
que él abriera sus ojos, en ese momento, antes de que pudiera enfocar, ella se
colocó detrás, para que solo se viese su sombra.
Cuando
él enfocó y tenia mas aclarada la cabeza, comenzó a mirar sus ambientes, vio
que estaba atado de pies y manos, “pero que?” Se le escapó.
Luego
vio en la pared reflejada su sombra y una figura detrás de él.
“Quién
eres? Que quieres?” intentó él dar la vuelta a su cabeza
“Pero
Wallace, que has hecho?” Dijo ella poniendo una voz muy triste.
“Nikita?”
Nikita, eres tu?”
“Si,
que has hecho para que te tengan así?” Siguió ella con su papel.
“Nikita,
que pasa, no sé que me hablas, yo no he hecho nada!, por favor suéltame”
“Wallace,
me han dicho que has intentado matarme”
“¡Que!?,
No por supuesto que no, como puedes creer eso”.
“Has
estado boicoteando mis misiones desde la terminal común”.
“pero...”
“No
me mientas” dijo ella con voz llorosa. Y adelantándose para que él la viera, se
agachó a la altura de su cara, planteando las manos a sus rodillas. “Te creía
un amigo Wallace. Me gustabas” dijo ella con los ojos llorosos mirándole y
rechazando un momento su cabeza como para que el no la viera llorar.
“Como
puedes creer que yo pudiera hacerte eso, Nikita, yo té quie...” y no terminó su
frase.
“Entonces
por que?” Apretó ella.
“Por
Michael, quería que...” y ahí se calló, agachando la cabeza.
“pero
Wallace, no eras tu solo”
“Que?”
“que
no eras tu solo, también están Henffo, y Rion”
“No
puede ser, ellos no tienen nada contra Michael” dijo el como hablando para sí
solo.
“No,
no tienen nada contra Michael, pero puede que lo tengan contra mí”.
“Eso
no puede ser” dijo el perplejo, “me dijeron...” y se cayó.
“Que
te dijeron Wallace?”
“Me
dijeron que era para Michael” dijo el ahora temblando.
“Quién
Wallace?, Quién te lo dijo?”
El
hombre no dijo nada. “Nikita, date prisa, va a comenzar la misión” oyó ella en
su oreja.
“Tanto
miedo le tienes?”
“Si”,
respondió él. Y fue lo ultimo que dijo, porque Nikita que ahora estaba detrás
de él, le inyectó un sedativo en el cuello.
Así
que sabia que por lo menos a Wallace lo habían engañado para que participase y
aun así, sabiendo que le habían mentido, no había dicho nada, estaba aterrado
de la persona que lo había estafado. Tenía que ser alguien que en la sección
tuviese poder para organizar todo eso. Podía ser cualquiera a partir de agentes
de nivel cinco. Bueno, por lo menos uno de ellos estaba descartado, o no?, La
traicionó el subconsciente. ‘ OH! Vamos no vengas ahora en eso Nikita, te has
pasado unos días maravillosos con él, se
ha abierto a ti, no empieces ahora a durarlo’.
Que
es lo que había pasado en la sección’, que suceso había ocurrido?, Que era lo
extraño, lo sutil que hubiese cambiado?.
Lo
único que la venia a la mente una y otra vez era el trato que ahora recibía de
Operations, más amable, así como si ella le gustara. Si, tenia que ser eso. Ops
la quería cancelar?.
No
pudo seguir divagando, pues llegó en ese momento al centro de comunicaciones,
echando un vistazo hacia la oficina de Operations, no le vio allí.
Birkoff
ya la estaba esperando ansioso. “Ya están en posición, te estamos esperando”.
“Vale,
vamos allá” dijo ella sentándose en el terminal al lado del chico joven,
contemplando la pantalla donde aparecían puntos rojos parpadeando sobre un
fondo verde.
“Michael,
en posición, cuando quieras”, le dijo ella hablando al auricular que ahora
estaba en su oreja.
“Equipo?”
Oyó a Michael decir “ todos a sus posiciones, comunicando”.
“Uno
en posición”, comenzó Nikita a escuchar a través de su oído.
“Dos
en posición y a la espera”.
“tres,
en posición y helándose el culo”
“Cuatro,
en posición, pensando lo mismo que tres, brrr que frío”.
“Retirada
en posición, aquí muy calentitos” terminó de comunicarse el equipo que estaba
en el furgón.
“Bien,
empecemos la sucesión” dijo Michael. “Birkoff?”
“Alto
y claro, Michael, chicos, Rock & Roll”. Le contestó el joven dándole una
sonrisa a Nikita.
Ambos
vieron como los puntos rojos de la pantalla se movieron tal como se había
planteado.
“Rouge,
te estas adelantando al horario” le dijo Nikita a uno de los puntos rojos.
“Dame
una visual Cain” seguía ella concentrada. “Birkoff mírame posibles hostiles en
el plano C4”, esa era la posición de Michael.
“No
hay ninguno, tranquila va como planeado” le dijo él ansiosamente, sabiendo por
lo que ella preguntaba. Ella quería saber si había alguna transmisión todavía o
no, para poder avisar a Michael por el otro comunicador que él llevaba, y que
aun seguía detrás de la otra oreja de Nikita.
“Nikita,
se han plantado los cargos, retrocedemos a la posición inicial y en retirada”
le dijo Michael después de unos momentos.
Entonces
ella lo noto, muy imperceptiblemente, pero era como si un zumbido estuviera
entre sus comunicaciones.
“Birkoff”
le dijo ella mirándolo, y se toco la oreja cuando el chico la miró extrañado
por la ansiedad que denotaba su voz.
Birkoff
comenzó frenéticamente a plantear el programa que habían diseñado para capturar
la señal.
“Michael”
llamó Nikita por el otro comunicador una vez que se había quitado el auricular.
“ Están comenzando a transmitir, ten cuidado, algo puede salir mal, dame una visual
desde tu posición, para que pueda encauzar tu señal, y pueda guiaros fuera”.
Ella
tenia que estar muy tranquila, para poder sacarlos de allí con vida, para que
pudieran volver sanos y salvos a la Sección, para que ninguno perdiera su vida,
a causa de que alguien la quería a ella muerta. Tenia que tener su cabeza fría
a pesar de que sus pulsaciones estaban en ese momento a mil por hora.
En
su pantalla, por fin vio lo que Michael estaba viendo. “bien, te tengo, a
partir de ahora sigue mis indicaciones”
“uno
y cuatro, doce grados al este, estaréis en el furgón si seguís caminando”
“Dos,
hacia el norte, quinientos metros, los ves ya?”·
“
Claro, entrando” le respondió el dos.
“
Uno y cuatro entrando a la vez” le respondió el jefe de retirada.
“Bien
Michael, tienes a tres a tu vista?” Siguió Nikita preguntando.
“
Si comunicaciones, yo veo a Michael” fue tres quien le contestó.
“Si
Nikita, vamos juntos” le respondió Michael.
“Nikita?”
Le preguntó extrañado Rouge a Michael, nadie sabio que Nikita estaba en
comunicaciones hasta ahora. Ellos sabían que se había retirado del equipo en el
ultimo momento, esas habían sido las explicaciones que Michael había dado a
todo el equipo cuando ellos lo habían cuestionado.
“Si
sigamos” fue lo único que le respondió Michael, cuando sacó su pistola y
disparó detrás de él.
“Michael
que fue eso?, Michael? Responde” se puso frenética Nikita.
“Tranquila,
había un hostil entre los arbustos esperándonos” respondió la voz de Michael
después de unos momentos.
“Rouge
está bien?” Siguió ella preguntando.
“Si,
Nikita, estoy bien, Michael me salvó”.
“Llegando
al furgón, nos vamos” respondió Michael.” Birkoff, haz la detonación”.
“Birkoff,
Michael dice que hagas la detonación” le dijo Nikita con una sonrisa, Michael
se había olvidado que la única que podía oírlos en ese momento era ella.
“Gracias
Nikita, buen trabajo” le dijo él con una mueca en la cara cuando estaba de
espaldas a su equipo para que no lo vieran.
“De
nada Michael, te veo aquí” le dijo ella también con una sonrisa, que solo podía
ver Birkoff. Y cortaron toda comunicación.
“Bien
Birkoff, que tenemos” dijo Nikita, girando su silla para enfrentar al genio de
las computadoras.
“Bueno,
pues esta vez la comunicación vino de un área reservada” informó Birkoff. “Es
decir, un área a la que solo pueden acceder agentes de nivel cinco o
superiores”.
“Algún
visual?” Siguió ella preguntando.
“Me
costará un poco mas conseguirlo, tengo que descifrar el código de acceso a esas
grabaciones, luego descodificarlas, y pasarlas a un formato de vídeo” intentó
explicarse él.
“Eso
cuanto tiempo será?” Comenzó a exasperarse ella.
“
Dame dos horas” dijo el como ya comenzó a rastrear el código y la ignoró.
“Bueno,
pues tienes dos horas, que será el tiempo en el que regrese Michael. Me voy a
descansar un rato y luego estaré en el acceso de vehículos que espera por ellos
“le dijo ella con una sonrisa en su cara, pero con nerviosismo en su interior.
Solo quería ver a Michael cara a cara, y que él la viera a ella, como había
prometido.
Michael
estaba ansioso por llegar a la sección. Durante todo el viaje de regreso no
podía pensar en otra cosa que en ella esperando en el acceso de vehículos. Que
la primera cosa que viera fuese ella, ojalá pudiese abrazarla en cuanto la
viese, pero sabia que no podría, y eso le dolía, ella era semejante belleza, no
quería apartarla de su vista por un momento, quería que ella fuese su alegría
de vivir, su esperanza, su eternidad.
El
furgón comenzó a bajar bajo tierra, y el se preparó estoicamente para verla, no
le permitirían reaccionar, pero para ella ya tenia preparada la mirada que la
daría en cuanto la viera, solo y exclusivamente para ella transmitiría todo el
amor que sentía por su ángel.
Se
abrieron las puertas del furgón, él salió el primero como era costumbre en los
jefes de equipo, se abrieron las puertas exteriores, Michael caminó por el
pasillo, su pulso que se acelera por momentos, se abren las puertas interiores
que dan a la sección, y allí estab... no!!! Allí no había nadie, ella no estaba
donde había dicho que estaría, y en ese momento él supo que algo estaba muy
equivocado.
En
algún otro lugar de la sección, Nikita se despertó con un dolor terrible de
cabeza, intentando enfocar en donde estaba, se encontró con una figura delante
de ella.
“Tu?”....fue
lo único que ella pudo decir.
There's
so much life I've left to live
And this fire is burning still
When I watch you look at me
I think I could find the will
To stand for every dream
And forsake this solid ground
And give up this fear within
Of what would happen if they ever knew
I'm in love with you
'Cause I'd surrender everything
To feel the chance to live again
I reach to you
I know you can feel it too
We'd make it through
A
thousand dreams I still believe
I'd make you give them all to me
I'd hold you in my arms and never let go
I surrender
I know I can't survive
Another night away from you
You're the reason I go on
And now I need to live the truth
Right now, there's no better time
From this fear I will break free
And I'll live again with love
And no they can't take that away from me
And they will see...
'Cause I'd surrender everything
To feel the chance to live again
I reach to you
I know you can feel it too
We'd make it through
A
thousand dreams I still believe
I'd make you give them all to me
I'd hold you in my arms and never let go
I surrender
Every night's getting longer
And this fire is getting stronger, babe
I'll swallow my pride and I'll be alive
Can't you hear my call
I surrender all
'Cause I'd surrender everything
To feel the chance to live again
I reach to you
I know you can feel it too
We'd make it through
A thousand dreams I still believe
I'd make you give them all to me
I'd hold you in my arms and never let go
I surrender
Right here, right now
O give my life to live again
I'll break free, take me
My everything, I surrender all to you
Right here, right now
O give my life to live again
I'll break free, take me
My everything, I surrender all to you
En cierta noche de verano donde las estrellas iluminaban
el basto infinito, la carretera era su única compañía, la carretera larga e
interminable, kilómetro tras kilómetro por la llanura de aquel país tan grande,
esas enormes autopistas que lo constituían eran como grandes embudos donde
todos iban a parar, por donde todos tenían que pasar alguna vez, por donde
todos continuaban o iban o venían, siempre esas autopistas, esas largar
carreteras, casi sin curvas, donde todos se quedaban, donde todos vivían, donde
todos terminaban. Pero eso a él no le importaba, podía pasarles a todos, podía
esquivarles, como quien esquiva la muerte, ah la muerte, vieja compañera de
toda una vida, que cerca la había tenido y como también a ella la esquivaba,
era su compañía, peligrosa, como esos coches y esas carreteras, compañera, pero
a la vez enemiga.
Hasta ahora la daba esquinazo, claro, lo había hecho
durante mucho tiempo, como lo hacia con los coches con los que se encontraba,
él en su moto de gran cilindrada, en la noche, solo iluminado por los faros de
los que pasaba y por los faros de los que iban en sentido contrario, solo
acompañado de las estrellas, de la luna, de ese firmamento infinito, volando
por el asfalto sin nada que temer, sin cuidado por primera vez en bastante
tiempo, como habían cambiado las cosas en solo unos días, parecía que una vida
se le venia por delante, algo nuevo había cambiado, algo que no podía creer
aun, pero que corroboraba el hecho de que el ser que mas amaba se encontraba detrás de él, sosteniéndole por la
cintura, Apretándose contra su espalda, como si en ello le fuera la vida. Pero
en realidad, era todo lo contrario, era a él a quien ella le hacia falta, ella
era su salvavidas, su tótem, su amor.
Estos eran los pensamientos que asolaban a este hombre
oscuro en su moto de gran cilindrada, mientras pasaba una y otra vez los
obstáculos a su alrededor hacia un destino, que por primera vez en su vida, no
estaba predestinado por otros, era un destino que él había elegido, un destino
para sellar algo que había empezado hacia varios días.
Hace cuatro días, interior de Sección Uno,
ubicación desconocida...
“tu”
“¿Que haces aquí?”
“Como si no lo supieras” respondió Nikita a la persona
que estaba delante de ella. “No creí que fueses tu. ¿Porque?”
“porque qué Nikita”
“no juegues conmigo”
“¿Jugar contigo?”.
Centro de comunicaciones, interior de Sección Uno, mismo tiempo,
mismo espacio...
“Birkoff, ¿donde esta Nikita?” Dijo Michael mientras
llegaba al centro de comunicaciones apresuradamente.
“¿No la has visto?” preguntó el chico con incredulidad,
“iba al acceso de vehículos”
“¡Pues no estaba allí!” Dijo Michael con impaciencia.
“Espera” dijo
Birkoff mientras tecleaba profusamente.
“¿Que ocurre Michael?” Se unió a la conversación Walter.
“Nikita no aparece” respondió el agente de nivel cinco
“¿Has mirado en sus cuartos?” Esto fue contestado por
Michael con una mirada de obviedad, como diciendo, sabes que no está allí.
“Está dentro de la sección” anuncio Birkoff mirando a
los dos hombres detrás de él. “Pero no puedo precisar donde”.
“Entonces debemos suponer que la han cogido” dijo
Michael con una gran calma por fuera, la cual no estaba sintiendo por dentro.
Se estaba muriendo poco a poco de angustia.
“¿Descubristeis algo?” volvió a preguntar Birkoff
“Si, hicieron la conexión desde la sala nexus, a la que
solo pueden acceder agentes de nivel cinco y superiores. Aun estoy descifrando
la señal, pero no va tan deprisa como esperaba, necesito un poco mas de tiempo”
le respondió muy profesionalmente el joven genio de la informática.
“Birkoff, no tenemos tiempo, necesitamos encontrarla
cuanto antes” comenzó a ponerse nervioso Walter.
“Walter ya lo sé, estamos hablando de Nikita, ¿crees que
no estoy angustiado?” le respondió Birkoff, “pero no puedo hacer nada hasta que
el programa acabe. Además, piensa que Nikita es fuerte y un buen agente, seguro
que está bien” esto ultimo fue dicho mientras estaba mirando directamente a
Michael, como para que él corroborara sus palabras con un gesto afirmativo.
Pero esto no fue lo que consiguió, vio a Michael como
movía la cabeza de un lado para otro, negando el intento de reafirmaron del
chico. “No Birkoff, Walter tiene razón, tenemos que encontrarla cuanto antes,
recuerda que Nikita esta herida y necesita la próxima dosis cuanto antes o
recaerá”.
“¿De que hablas Michael?” le preguntó asombrado Walter.
“Cuando Nikita se hirió, para que se recuperara más
rápido la inyectaron el nuevo tratamiento a base de micromecanismos o
nanocitos, que van estructurando de nuevo los tejidos. Ya lo probaron conmigo y
funcionó, pero aun la queda la ultima dosis. Si no la consigue a tiempo recaerá
y necesitará mas tiempo para recuperarse, si es que sobrevive”.
“Maldita sea, hay que encontrarla entonces” urge un
Walter desesperado. "A la mierda la tecnología, lo haremos a la antigua
usanza. Rastreando todo mientras tu descifras la grabación”.
“Walter, ¿todos los niveles?” le pregunta un Birkoff
sorprendido.
“Si, todos” le contesta determinante el viejo. “Todos y
cada uno de los niveles” y dándose la
vuelta, procedió a salir hacia su cubil.
“Espera”, le detuvo la voz de Michael. "Primero hay
que ir a por su dosis, y segundo no creo que se encuentre en ningún sitio al
que todos tengan acceso, creo que la tendrán en algún lugar de acceso
restringido, donde ni siquiera yo pueda entrar.” Parecía que Michael hablaba
solo, para sí, como si razonara en voz alta sin darse cuenta de la presencia de
los otros dos hombres, pero de repente levanto la vista, y se dirigió a ellos,
“Birkoff haz el análisis termal de estos últimos mientras yo voy a la enfermería. Walter prepara unidades
de comunicación y dame un arma”.
“Pero Michael, ¡no tengo autorización!” Le dijo alarmado
el jefe de comunicaciones.
Michael se acerco a él con su cara pálida y le dijo con
voz mortal y aterradoras, “¡Saltatela!” y volviéndose hacia Walter,
“encuéntrame en el ascensor dentro de diez minutos”, y salió hacia la enfermería
dejando allí a los dos hombres.
Birkoff miraba al hombre de la badana, desesperado,
pidiendo su comprensión, “ya le oíste” fue lo que recibió de él, dándose la
vuelta y dejándole allí.
El mundo se le venia encima, que hacer, saltarse las
normas yendo contra los jefes o en el otro lado, si no ayudaba a Michael,
podían perder a Nikita. Nikita, sí, pero en realidad, no era el hecho de
perderla a ella, seria el hecho de que no viviría para contarlo, porque sabia
que Michael le mataría, y si se enteraban Ops o Madeleine también le matarían.
‘Oh dios que hago’ estaba muy desesperado, debía tomar una decisión, pero
¿cuál?.
Michael corría a través de los pasillos hacia medlab,
corría tan rápido como iba su corazón, sabia que no podía perder tiempo, además
no era el hecho de perder tiempo, no podía perderla a ella, no ahora, no a su
amor, su existencia, su vida, sabía que no duraría mucho tiempo sin ella, sabia
que se secaría poco a poco, sin remisión, ahora que comenzaba a vivir, ahora
que veía esperanza en su vida, la podía perder y el desengaño seria mas fuerte
que otra cosa, el golpe seria mortal, pero no solo mortal para el, seria mortal
para esta organización, aun no se habían dado cuenta de que Nikita era un
valuarte aquí, que cuando ella llegaba había cierta esperanza, cierta energía
en el ambiente que solo conseguía ella. Había agentes buenísimos a lo largo y
ancho de todo el planeta que podían asumir muchas funciones y muy bien, dentro
de la Sección, pero lo que no entendían es que ella era carisma dentro de allí.
Pero para él era mas que eso, era su luz, era su
alegría, su pasión, su locura, su perdición, soñaba con ella, sabia que decía
su nombre en la oscuridad y soledad de la noche, sí lo sabia.
Y ahora estaba a punto de perderla, por alguien que era
poderoso, eso lo sabia, intuición, otra cosa que ella le había enseñado, cuando el Michael practico, pragmático de
otros tiempos iba a pensar nunca en guiarse por su intuición.
Tenia que salvar a su niña, porque de esa manera era la
única en la que él podía salvarse a sí mismo.
“Todo lo que hago, lo hago por ti” esa letra de esa
canción, comenzó a sonar en su cabeza, si, todo lo que hago lo hago por ti, ese
seria el lema hasta que la encontrara.
“¡No juegues conmigo, maldita sea!. ¡Solo dime la razón
de porqué y termina con esto de una vez!” Nikita no hacia mas que gritar, se
estaba empezando a encontrar débil, se estaba rindiendo.
“¿Por qué de que Nikita? No sé que me dices, solo te he
preguntado que haces aquí”.
“¿Este es otro de tus juegos Madeleine?, mátame de una
vez”
“¿Esta es otra de tus manipulaciones?”
“Pero que me estas diciendo, Nikita, me encuentro con
una alarma de que hay un acceso prohibido a una zona restringida, vengo a ver
lo que es, y me encuentro que estas aquí, atada en esta silla, y me dices que
te estoy manipulando, ¿que es esto Nikita?”
“Yo puedo decírtelo Madeline” se oyó una voz detrás de
ella, y alguien salió de entre las sombras. “¿No me esperabas?”
A esto Nikita contesto con un resoplido, como diciendo,
vaya lo que faltaba.
“bueno, veo que tú sí Nikita”
“Con todo mi corazón” le contestó ella en tono
sarcástico.
“Paul, que pasa?” Le pregunto una Madeleine asombrada,
pero sin dar signos de ello.
“es muy obvio Madeleine, por fin voy a deshacerme de la
escoria, por fin voy a tener lo que es mío, a mi mejor agente, de mi lado, sin
distracciones, sin pesadillas como este putita pululando a su alrededor”
Un frío recorrió la espalda de Nikita, este hombre
estaba loco, loco de furia, loco de locura, loco de poder, este hombre llevaba
tantos años en la cima de ese imperio, que estaba embriagado con él, no le
importaba nada ni nadie, no le importaban los demás, solo su beneficio, pero
quien era el insensato que le había puesto ahí, manejando el destino del mundo.
“veras Nikita” empezó su diatriba el zorro plateado, “
te habrás estado preguntando estos días, como es que fue tan rápida tu
recuperación, una herida como la tuya, y una recuperación tan milagrosa”
“¿A que viene esto Paul?” Le interrumpió Madeleine.
Se encontró de frente con una mirada helada, penetrante,
absolutamente loca. Locura, contenida, durante muchos años, locura que ahora
salía a la luz, locura que no podía parar, que no se quería parar, muchos años
oculta, tenia que salir por algún lado, no debía pararse, el ansia de poder, lo
impedía, era demasiada la ambición, demasiado lo que se jugaba, su ultima baza,
la definitiva estaba en juego.
“Veras mi querida Maddy, Michael vino a verme el otro
día, después de la misión tan fallida que tuvieron, y casi me suplico que
utilizara el nuevo experimento con Nikita, ahhhh, pero no sabes que es Maddy?,
mmm, es cierto, no te lo he dicho, hace un año di ordenes a los investigadores
del nivel 45 para que comenzaran a utilizar la nanotecnologia en la sanidad de
nuestros obreros.”
“Paul, quedamos en que era un proyecto muy peligroso
y que no debíamos invertir en eso,
podría tener consecuencias nefastas”
“Mi queridísima Maddy, tu llegaste a esas conclusiones,
pero no era mi idea, y ya ves, ahora la pequeña putita esta dentro de esto, y
además, se siente débil y desvalida, verdad nenita?” Estas ultimas palabras las
había pronunciado mirando directamente a la cara de Nikita. “Claro, la zorrita
se siente débil sin su añorada dosis, su ultima dosis, esa ultima que la hará
mejorar, lo único que necesita para ponerse bien y correr hacia los brazos de
su amadisimo Michael, y retozar con su cuerpo como tan bien se la da”
“Lo que tu digas Paul” respondió la aludida con un
resoplido, y pronunciando el nombre de su enemigo declarado con sarcasmo.
“Ves Madeleine, siempre perdiendo el respeto”
“Pau.. Operations, estas seguro que este es el camino?,
no crees que si la matas, Michael no volverá a ser el mismo, y seguro que
prepara un motín contra ti, en venganza, no debes precipitarte, no sabes cuál
será la reacción de Michael”
Era una suposición, o Madeleine estaba de su parte?.
“Birkoff, algo?” Pregunto Michael, mientras se acercaba
al área de acceso restringido
“nada, espera un momento...... tengo una lectura termal
de tres personas en el nivel 55 a la altura de la base de la cúpula, creo que
debe ser ella”
Eso era interesante, Birkoff, había dado con algo,
claro, el nivel 55 es de acceso restringido 6, es decir que únicamente dos
personas tenían acceso a ese nivel, y esas dos personas eran el primero y
segundo al mando de la sección, entonces, porqué había tres personas allí?. Si
eso era, Nikita estaba allí, y además, ya sabia quien era su enemigo.
“Bueno, bueno, niñita de mama. Sabes, por fin voy a
librarme de ti. Y no te preguntes porque, o si, mejor pregúntatelo, ¿ A qué sabes la respuesta?. Siiii, esa que
se ve en tus ojos, esa que estas pensando. Sólo y únicamente porque me
estorbas, no puedes llegar aquí, siendo quien eres y pretender que el imperio
que he construido cambie. Es mío, no puedes arrebatármelo y sabes porque?,
Porque tiene vida propia, pero esa vida propia gira entorno a mí y a mis
súbditos. Yo mando aquí, es mío, es mi legado y así tiene que seguir, no se
puede cambiar, otros lo han intentado antes que tú y todos, al igual que tu han
desaparecido, como la mala hierba, erradicada”.
“Yo jamás he pretendido quitarte nada, ni cambiarte
nada. Quédate con tu preciosa Sección, no me interesa, y por favor, acaba ya de
una vez, me aburren tus discursos, siempre lo han hecho. Hazlo ya, y deja de
torturarme con tu voz”.
“Ahhhhhh, ves Maddy, insolente como siempre. Sí, lo
haré, acabo contigo, y el problema se acaba, y Michael volverá a ser el mismo,
mi heredero sin fisuras, únicamente con los ideales que le he inculcado. La
Sección por encima de todo y de todos. El poder como único aliciente, la
ambición como única aliada. Ser el líder del mundo como única aspiración”
“Ahhhhhh” respondió Nikita imitando el anterior suspiro
del hombre “ me aburres Paul”. Ya se estaba cansando, esto tenia que acabar,
estaba cansada de oír a este maníaco y sus peroratas, por fin se libraría de él
para siempre, lo único por quien lo sentía era por su amor, pero sabia que él
lo entendería, además, ella si que le conocía bien, y sabia que se vengaría por
ella. “ De veras, Paul, cuan equivocado estas, y que poco conoces a tu
heredero, a Michael, jamas le han importado ni el poder ni la ambición ni la
dominación del mundo” esto ultimo dicho con cansancio.
“Cállate zorra” vino precedido de un manotazo con el
revés de la mano, que volvió la cara de Nikita “prepárate a morir”.
“Oh, Pauly” ultima muesca en la valentía de Nikita, poco
más la quedaba “pero si yo ya estoy muerta, es lo primero que te enseñan en la
Sección nada mas entrar, que ya estas M.U.E.R.T.O., así que, que más da” estaba
utilizando el desdén y la indiferencia como punto fuerte, para que este viejo
loco no notara su miedo y que si tenia que acabar que fuese cuanto antes.
“Ah, Nikita, Nikita, tu gran bocaza es la que siempre te
ha perdido, di adiós Nikita, di adiós a ma..”
“Basta Paul!” Sonó la voz detrás de él.
“Ah vaya, el convidado de piedra habló”
“Calla Nikita!” Ambas voces, la de Paul y la de
Madeleine sonaron a la vez.
“Paul, por favor, ya basta, sabes que ella no merece la
pena, ni siquiera para que malgastes una bala en ella, además sabes que sin su
ultima dosis morirá igual, entonces, ¿por qué hacerlo? Déjala aquí sin mas”
“¿Y que se convierta en un mártir?, Oh maddy, pense que
tus pensamientos iban siempre un paso por delante, o espera, tal vez es que...
ahh si claaaaro, no me digas que ahora mami se preocupa por su hijita?”
Al ver la cara de asombro de la otra mujer, siguió
hablando “ OH Maddy, no me digas que no lo sabias, mírala bien, no te asombró
nunca que se pareciera demasiado a Edward?, pero tranquila mi Maddy, yo
arreglare esto y todo se acabara aquí, y no sentirás nada mas por ella”.
Ya no
me importa la hora que yo estoy aquí
Entre
las cuatro paredes de mi habitacion
Y es
importante al menos decirte que esto de
tu ausencia duele
Y no
sabes cuanto.
Con esto, dio la espalda a la dama negra de la Sección,
y con la pistola apuntando, se oyó el disparo.
Ven,
aparece, tan solo comunicate
Que
cada hora es un golpe de desolacion
Es
demasiado aburrido no estar a tu lado
Ven
que mi alma no quiere dejarte ir
Que
los minutos me acechan aquí todo es gris
Y
alrededor todo es miedo y desesperanza
Ven
que nunca imaginaba como era estar sola
Que no
es nada facil cuando te derrotan
Que no
se que hacer y aquí no queda nada de nada
Y los ojos azules con vida se fueron marchitando poco a
poco, aquella cara llena de vida, y esa mirada penetrante y a veces dura cambio
completamente para saber que todo había terminado, ya no había mas luz en ella, ya no había sentimientos, ya no había
nada, cuerpo sin vida.
No me
enseñaste como estar sin ti
Y que
le digo yo a este corazon
Si tu
te has ido y todo lo perdi
Por
donde empiezo si todo acabo
No me
enseñaste como estar sin ti
Como
olvidarte si nunca aprendi
Michael iba por el pasillo después de haber podido
acceder a ese sector con la ayuda de Birkoff, a través del fondo de la cúpula,
cuando de repente, a su derecha, oyó el disparo.
Llamame
y devuelve todo lo que un dia fui
Esta
locura de verte se vuelve obsesion
Cuando
me inbaden estos dias tristes,
Siempre
Recuerdo mi vida yo como te amo
Con el corazón a mil por hora corrió por ese pasillo, y
desenfundando su arma, entro en la habitación con ella por delante. Encontró la
pistola aun humeante apuntando y el cuerpo sin vida en el suelo.
Ven
que mi cuerpo se encuentra extrañandote
Que
mis sentidos se encuentran fuera de contro
Es
demasiado aburrido no estar a tu lado
Ven
que nunca imaginaba como era estar sola
Que no
es nada facil cuando te derrotan
Que no
se que hacer y aquí no queda nada de nada
Y la mirada de ambas mujeres encontrándose.
No me
enseñaste como estar sin ti
Y que
le digo yo a este corazon
Si tu
te has ido y todo lo perdi
Por
donde empiezo si todo acabo
Como
olvidarte si nunca aprendi
No me
enseñaste, amor, como lo hago sin ti.
No había sido una manera honorable de dispararle, por la
espalda, pero no había otra manera, además por una hija, cualquier cosa.
Sin perdida de tiempo y sin querer pensar en nada de lo
que hubiera pasado allí, Michael se dirigió a la silla, y con un gesto pausado,
desató un brazo y le inserto la aguja en él y él liquido de la jeringa con la
ultima dosis.
Al sentir el pinchazo de la aguja, fue cuando Nikita
salió de su ensimismamiento.
“Michael” dijo ella aun con asombro y temblor en su voz.
“¿Cómo estas Nikita?”
“Bien, bien, supongo.
Desátame”
Mientras esto ocurría, Madeleine, muy profesionalmente
ya había sacado su teléfono móvil, y se estaba comunicando “George, Madeleine
de la Uno... bien gracias...si, Paul a muerto...disparos... fui yo...” fue lo
único que ambos alcanzaron a oír mientras la otra mujer ya caminaba por el
pasillo, hacia fuera. De repente, como si lo pensara mejor, se dio la vuelta y
dijo “Michael, llama a la limpieza”.
“Limpieza? Al nivel 55, bajo la cúpula “ reclamo Michael
por su teléfono. Una vez hecho esto, se volvió hacia Nikita con urgencia,
“Estas bien?, ¿Te hizo algo? Madeleine...”
“No, Michael “ le corto ella, interrumpiéndole “ tranquilo
estoy bien, en realidad, Madeleine fue quien me salvó, quien lo hubiera
imaginado, era Paul quien estaba de... ” estaba diciendo esto cuando se estaba
incorporando de la silla y de repente perdió el paso, y volvió a caer, pero
esta vez, cayo en los brazos de Michael, quien la sujeto.
“ Te tengo, respira tranquila, aun estas débil, la
ultima dosis no ha hecho efecto todavía”.
“ Si, eso veo, Michael, ¿lo sabias?, lo de la
nanotecnologia...”
“Si, lo sabia, fui yo quien se lo pidió a Opera... a Paul,
quería que te recuperases lo antes posible para poder disfrutar contigo todos
los días”. Le dijo él en tono muy serio, compungido y pensativo. Aun no podía
creer lo que había pasado, así que era Paul quien había organizado todo, pero
¿para qué? Sabia desde hacia mucho tiempo que Paul era ambicioso y tenia aires
de grandeza, pero lo que no entendía es que tenia esto que ver con Nikita.
Ella podía ver todas estas dudas en él, sabia leerlo, y
le contestó automáticamente “Paul, estaba loco Michael, te quería como su
sucesor y heredero, pensaba que tu siempre habías tenido su ambición, y que
tenias sus aspiraciones, pero pensaba que yo te había desviado de eso, yo era
el estorbo, el impedimento para sus propósitos”.
“En verdad estaba loco” fue el único comentario que pudo
decir Michael a eso, ·” lo que aun no entiendo es porque Madeleine le mató”.
“Se lo tendré que preguntar” le contestó Nikita. Michael
no se había dado cuenta que ese comentario lo había hecho en voz alta, y como
no, Nikita le había contestado, era curioso como delante de ella se le podía
escapar cada pensamiento. “Salgamos de aquí”.
Al llegar al corazón de la sección, ambos se encontraron
que todo estaba tranquilo, como si no hubiera ocurrido nada, cada uno a lo
suyo, en comunicaciones el único que estaba era Birkoff, que en el momento que
los vio salió corriendo hacia ellos con una sonrisa en su cara.
“Nikita”, fue lo único que acertó a decir mientras la
abrazaba.
“Birkoff”, le respondió ella con una sonrisa.
“Me alegro de que estés bien, que ha pasado?”
“Nikita!” La interrumpió la voz de Walter detrás de ellos.
“Oh, Walter, donde has dejado eso de nena?”
“Nena, me alegro de verte, veo que aquí nuestro Michael
te ha encontrado, Que ha pasado?”
Cuando ya por fin iba a contar lo ocurrido, fueron
interrumpidos por un corte de corriente total, comenzando a sonar todas las
alarmas, y en medio de la confusión general, apareció George, con un mini
ejercito pidiendo calma a todo el mundo.
“Que ocurre Michael?” pregunto Nikita a este viendo la
serenidad con que el se lo estaba tomando.
“Es el protocolo a seguir cuando hay variaciones en la
cima, tranquila, es normal, vienen, comprueban, y se van, así de sencillo”.
“Michael”
“George”
“Así que es verdad, Paul esta muerto”, comenzó a decir
el hombre más viejo.
“Sí” sucinta y tajante la contestación de Michael.
“George” fueron interrumpidos por la voz de Madeleine.
“Madeleine, que bueno verte,” respondió saludándola con
dos besos la cabeza de la agencia.
“Seguimos por favor”
“Claro querida”.
Y ambos salieron hacia el salón de reuniones, para
aclarar las cosas.
Una calma tensa se respira allí abajo, que ocurrirá,
porque George esta aquí?, donde esta
Operations?, todas estas preguntas se ven reflejadas en los cuchicheos de los
que por allí están sin hacer nada, o disimulando que hacen algo. Entre ellos
cuatro personas que están mas enteradas que los demás, pero que aun así, no
saben que será del futuro.
“Crees que le pasara algo a Madeleine, Michael?” Nikita
es la primera en romper el silencio.
“No lo sé, esperemos acontecimientos, ya veremos” es la
única respuesta que obtiene.
Al cabo de una media hora mas o menos, se enciende la
luz del nido del águila como muchos le llaman, la oficina del jefe supremo de
todo eso. Y aparece en escena la dama de hielo, con uno de los señores de las
tinieblas.
Y se abren los altavoces de todos los rincones de la
sección, y todos se paran y escuchan o miran, o prevén.
“ Madeleine, tienes el mando”
“yo tengo el mando”
Nuevos tiempos corren en la sección, como serán?, Que
deparara el futuro?, Que nuevas tragedias, o que nuevas derrotas o que nuevas
alegrías ocurrirán?, Nadie lo sabe, solo que la era del águila a acabado para
dar paso quizás a la era del hielo, la eficacia y el raciocinio, que será
mejor?, lo que se ha conocido o lo que vendrá, el tiempo pasado fue mejor? Mas
vale lo malo conocido?. El tiempo lo dirá.
Solo dos luces en el horizonte y la carretera por
delante, dos amores cercanos de momento, duración?, Nunca se sabe, vidas y
vidas de por medio o tal vez la pasión instantánea de lo efímero y poco
duradero, pero por este instante en ese caballo de dos ruedas solo existen
ellos dos y la carretera.
Cada vez
que me acuerdo de ti
Se me
llenan los ojos de frio
Por
aquello que un dia fue mio y hoy no es asi
Cada
vez que me acuerdo de ti
Tu
fantasma se mete en mi cama
Y algo
dentro de mi se derrama
Solo
por ti
Si no
fuera por esta cancion
Ya me
hubiera ido lejos de aquí
Pero
tengo la extraña ilusion
Que la
escuches y vuelvas a mi
Una y
mil veces cantare
Porque
no muera la ilusion
Y
donde quiera que tu estes
Me
escuchara tu corazon
Una y
mil veces cantare
Aunque
me niegues el amor
Mi
vida estoy seguro que
Me
escuchara tu corazon
FIN.
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Comentarios de la Autora:
Al
fin se acabo lo que se daba, continuará supongo en un futuro, hay muchas cosas
que contar a partir de aquí, pero ahora no me encuentro con fuerzas para
hacerlo, casi ha sido una batalla contra mi misma llegar hasta el final de
esto. Que decir, si, las canciones por supuesto no son mías, los personajes por
muy queridos que sean tampoco son míos, ojalá lo fueran. Unicamente la historia
es mía, espero que guste, y si no ha sido así, por lo menos gracias por haberla
leído.
Canciones
por orden de aparcion:
Puede ser – El canto del loco y
Amaya Montero
Si hay sueños, hay caminos – Abigail
Amarte es un placer – Luis Miguel
Si tu no estas aquí –Rosana
Me moriria –Materia prima
A
love for life – Yanni
Duende – Jose Luis Encinas
Dormir contigo – Luis Miguel
Amor de telenovela – Ricardo Arjona
I´d
surrender – Celine
Dion
No me enseñaste – Thalia
Una y mil veces – Cristian Castro
Dedicatoria,
a una persona muy especial que me a aguantado durante este tiempo, solo puedo
decir gracias, por los maravillosos
momentos que he podido vivir, y por la época más feliz de mi vida.
Gracias.