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 “El Verdadero Legado”
por Mikki

Capítulo I

El fin justifica los medios

 

“Es una cosa terrible ser feliz. ¡Cuantos consideran

que es suficiente serlo! ¡cuántas veces, poseyendo

el falso fin de la vida –la felicidad- se olvida el

verdadero fin: ¡EL DEBER!”

Víctor Hugo

Escritor y dramaturgo francés


Reflexión Primera: Sakura

Ha sido una semana maravillosa y simple. De lo más común para cualquiera, pero especial para nosotros. Con la agitación que impone el siglo XXI las familias casi no tenemos oportunidad de compartir aquellos momentos simples y cotidianos que hacen el verdadero sabor de hogar, pero nosotros hemos disfrutado cada uno de nuestros instantes juntos.

No hicimos nada especial o espectacular. Simple y sencillamente nos pasamos toda la semana en total y absoluto relajo, vegetando felices en nuestra propia casa, cocinando, leyendo y charlando juntos....... los tres. Contándonos aquellos detalles diarios, viendo televisión (pudimos criticar a gusto la programación), jugando videojuegos (los tres somos terriblemente malos en eso) además de hacer peculiares experimentos culinarios que nos provocaron tardes agradables que no cambiaría por el más sofisticado viaje.

Nada se compara a la expresión azorada de mi esposo cuando se le ocurrió preparar aquel platillo occidental llamado langosta.. y cuya sola vista casi nos provocó un ataque de risa histérica a mí y a mi hijo. O la cara verdosa de mi pequeño cuando notó que la lavadora no debía llenarse con todo el detergente a la vez.. porque explota. O las risas de ellos cuando procuré reparar el arreglo floral que ellos ya habían destruido en sus juegos.. ambos dijeron que las plantas parecían tener muerte por ahorcamiento (¿una planta puede hacer eso?).

Ese es mi hogar... es lo que soy.

Pero nuestra semana de descanso terminó y volvemos a nuestras responsabilidades, no todas agradables. Y esto, me hace pensar en algo… si, hay algo que no puedo ignorar… algo le está pasando a Shaoran. No es que esté paranoica, lo sé. Tampoco podría decir en donde está el cambio en mi esposo porque sigue siendo el mismo pero hay algo… Son cambios tan sutiles, tan leves, que creo que sólo porque le conozco tanto es que lo he notado. En primer lugar: su obsesión con la seguridad, es decir, siempre había insistido en que los miembros de nuestro servicio doméstico fueran personas hábiles para el combate –cómo él lo llama-pero les ordenó ahora tomar ciertos cursos especiales e incrementar su nivel de magia y cuando le pregunté el por qué era tan exigente me contestó que no deseaba exponernos ni exponerse nuevamente a algo como lo de Kagastán. Como consecuencia de esto, Hin Lu tiene ordenes de depurar el entrenamiento de todos y cada uno de los miembros del Clan Li desde Hong Kong y ni qué decir que Shaoran lee exhaustivamente todos y cada uno de los reportes.

Personalmente siento pena por todo el trabajo que Shaoran ha puesto sobre los hombros de Hin Lu y aún no me recupero de la sorpresa porque mi esposo súbitamente quisiera hacer un censo de todos los integrantes del clan, y aunque me ha contado algo de lo que charló con el Sabio y dice que está tratando de prevenir un enfrentamiento con las facciones descontentas de los clanes me preocupa. Sé que estamos  investigando quien podría ser el líder de una posible conjura para desestabilizar el Concilio, pero siento que hay algo más.. o eso, o lo finalmente se ha puesto más aprehensivo que nunca. Y es que con lo que le pasó a Hien en la torre del reloj… ambos pensamos (y Shaoran está casi seguro) que fué una señal  y como últimamente hemos estado sintiendo leves temblores sin explicación en Tomoeda -¡oh, cómo me recuerdan a lo que pasó en Tokyo hace ocho años!- el sabio enviará mayor información con la señora Ieran, pero eso hace que las cosas en mi casa se pongan algo… difíciles; y es que mi suegra es alguien realmente complicada. Desde hace algún tiempo, la situación con ella es tirante y Shaoran la respeta pero… es duro para nosotros la posición que ella ha adoptado (¿será por eso que mi esposo está tan aprehensivo?)… y temo que Hien se pondrá muy nervioso en estos días por la presión que eso representa…

 

 

Ocho años han transcurrido desde la terrible noche de la Batalla del Preámbulo en el corazón de la capital de Japón: la torre de Tokyo, y las vidas de las personas que intervinieron en ella se han deslizado suave y gentilmente en la corriente de la vida, creando, uniendo, forjando entre los que participaron en ese noche amor, familia, amistad sincera, compañerismo y en fin… todos aquellos sentimientos que pueden compartir aquellos que fueron hermanados por una lucha tan terrible, pero de la que salieron airosos por la fuerza respetiva de sus espíritus, sus sueños y sus anhelos.

Yukito Tsukishiro, separado definitivamente de Yue como consecuencia de la lucha aquella terrible noche, estaba casado con una amable docente de nombre Ayame, quien fuera alguna vez compañera de trabajo y ambos habían forjado un hogar para Rei, su hijo adoptivo de quince años, quien si bien había sido físicamente sobrino de la esposa de Tsukishiro era en realidad la esencia de Yue en un cuerpo nuevo pero sin recuerdo alguno de su pasado como ser mágico. Como tal, el antiguo guardián pudo disfrutar del hogar y la familia que había anhelado en silencio durante mucho tiempo, pues sus amorosos padres tenían ya un hijo de cinco años llamado Yuu, y la felicidad del matrimonio Tsukishiro era completa.

Eriol Hiragizawa había regresado a Japón desde Inglaterra, tres años atrás que empiece esta historia. El, su esposa Yoko, su pequeña hija Miriel y Tao, el caprichoso e inquieto cuñado del inglés, vivían con holgura y tranquilidad en la Embajada Inglesa en Japón, donde el joven británico desempeñaba sus funciones como Secretario de Cultura, funciones -¿será preciso decirlo?-  que no impedían a la reencarnación de Clow divertirse de su forma favorita: a costa de los demás por supuesto; afortunadamente Yoko conservaba la sensatez en aquella casa y si bien su labor no era fácil ni sencilla, la muchacha, reencarnación de Kai Sung Sheng –amor perdido de Lead Clow- se las arreglaba para tratar de llevar las cosas en relativo orden.. algo no siempre fácil. Afortunadamente, la joven china contaba con el apoyo y amables consejos de Kaho Monouhi –cuyo apellido de soltera era Mizuki- a quien Eriol consideraba una especie de afectuosa hermana mayor.

Había sido Kaho quien más había sufrido y perdido ocho años atrás. Ella había vuelto al Templo Tsukimine y actualmente laboraba junto con Yukito Tsukishiro en el Campus Clamp en Tomoeda, donde era Directora de Primaria –Tsukishiro era el Director de Secundaria y Preparatoria en la misma prestigiosa institución- pero había sido su esposo Kia, una de las últimas víctimas del terrible sakurazukamori, el más poderoso Dragón de la Tierra luego del mismo Kamui Oscuro y quien revelara póstumamente un insólito pasado que la dueña del templo Tsukimine había decidido dejar atrás por el bienestar de su único hijo: Kioji, a quien llamaba Kia, como recuerdo a su amor perdido. Sin embargo el pequeño Kia era relativamente sensato aunque muy allegado a su mejor amigo.. que no era otro que Mamoru Kinomoto, hijo mayor de el doctor Touya Kinomoto y la joven diseñadora Tomoyo Daidouji.

Los esposos Kinomoto habían pasado lo suyo durante los años transcurridos después de la Batalla del Preámbulo, y si bien ni Fujitaka no vivía con ellos permanentemente –el padre del doctor Kinomoto solía viajar mucho por sus expediciones arqueológicas o estaba muy ocupado con su cargo de Rector de la Universidad Clamp de Tomoeda- tenían dos hijos: Mamoru y su hermana menor –apenas por un año- Nadeshiko. Por supuesto que también contaban con la presencia constante de la fantasma de la familia: Kiku, pero estaban también las esporádicas visitas de Sonomi quien adoraba a sus nietos con toda la fuerza de su afecto pero que seguía riñendo con su yerno.. igual que el primer día, aunque estaba muy ocupada con sus empresas en el extranjero la mayor parte del tiempo.

Ahora, más que nunca en el pasado, Sakura y Shaoran eran el centro y unión de sus amigos. Los Li habían regresado a Japón y a Tomoeda específicamente, meses antes del inicio de esta historia y en unión de su único hijo Hien, con la firme intención de permanecer en Japón como residentes permanentes después de largos años de vivir en China, donde estaba la sede central de la más antigua institución mágica aún existente en el planeta: El Concilio de Hechiceros de Oriente. Esta institución, ancestral y poderosa, había reelegido a Shaoran como Jefe Supremo en vista de su comportamiento en la Batalla del Preámbulo pero el joven Li había dispuesto a mudanza de la sede central a la capital japonesa como parte de un ambicioso programa de modernización del milenario Concilio y aquellos cambios habían traído mucho más de lo que el joven esperaba.

Y no habían sido pocos los eventos que estaban iniciándose…

- “Corre, de prisa, ¡muévete!, ¡¡tenemos que llegar a tiempo!!”

- “¡Dame un minuto. Con este apuro vamos a matarnos!”

Dos sombras pequeñas se movieron con gran rapidez por encima de los tejados, con la luna alumbrando el cielo nocturno de la ciudad de Tomoeda mientras desde una ventana, una pequeña de ojos miel les miraba con preocupación y algo de desilusión reflejada en su mirada..

- “Yo quería ir con ellos..” –murmuró triste.

Las sombras infantiles brincaron los tejados alejándose de la vista de la niña, que suspiró y se dispuso a volver a sus deberes. Hacía un par de días que había iniciado el nuevo semestre y ya su hermano había sacado una gran cantidad de libros de la biblioteca pública, para ser el mejor en su clase, como de costumbre…

- “Si sólo me dejaran ir..” –suspiró antes de mirar de nuevo por la ventana,

Ajenos a las reflexiones de la pequeña, las dos sombras se movieron ágilmente sobre los tejados; ciertamente la más chica de las sombras era notablemente más rápida que su acompañante, quien sin ser lento, no tenía el mismo despliegue de energía que su guía, pero tal era la prisa que dudó por un momento en el borde de un tejado y se equilibró a duras penas conteniendo un grito, hasta que el primero volvió sobre sus pasos para ayudarle..

- “¡Uf!, ¡casi muero!” –resopló el más alto de los niños, conteniendo el susto, con una mano sobre su pecho- “¡que bueno que regresaste!”

- “¡Date prisa, los perderemos de nuevo!” –el más pequeño le miró, inquieto- “aunque mejor no vengas, puedo solo..”

- “¿Estás loco?” –saltó el otro- “¡Tú eres capaz de dormirte a medio camino y ni creas que te dejaré ir a meterte en tamaño lío!.. además que..”

- “¡No me duermo!”

- “¡Que sí!”

- “¡Que no!”

- “Pues te recuerdo que me lastimé el hombro cuando lo hiciste y no me discutas!”

El más pequeño de los niños se cruzó de brazos, visiblemente enojado.

- “Ya sé… pero es que me retrasas. Y eso que no eres lento pero..”

- “¡Sí, es que saltar de techo en techo no es tan simple como una maratón!” –protestó indignado el más alto, poniéndose de pie- “¡Mira!” –añadió señalando algo a lo lejos- “¡están en el parque pingüino y esta vez es un dragón gigante junto con una…!” –casi se le cae la mandíbula de asombro- “¿una nave espacial?....” –resopló confundido y enojado- “¿qué clase de card hace algo así?”

- “Hmmm….. no estoy seguro” –le replicó- “¿te mueves o no Mamoru?, ¡esta vez descubriré al card captor!”

- “O eso… o esta vez sí nos rompemos el cuello Hien” –murmuró Mamoru, refunfuñando- “ser mayor es una lata… aunque peor es tener que cuidar de tu despistado primo menor”

- “¡Atrás, cuidado!” –una columna de fuego cubrió a una figura infantil allá en el parque pingüino y una bestia alada anunció- “¡oh, no puede ser, a este paso nos descubrirán si no terminamos con esto rápido!”

- “Lo sé” –había decisión en los ojos azules de una niña, que parecía realmente estimulada por la acción- “Bien… adelante”

La majestuosa bestia alada sonrió con suficiencia antes de lanzar un vigorizante ataque, atacando desde varias posiciones a la vez y lanzando fuego por las fauces, acto que hizo retroceder al dragón gigante y la nave espacial los instantes suficientes para que una niña de cabello negro hiciera un conjuro con voz suave y cantarina, a la vez que empuñaba un báculo de color rosa y sonreía con falsa inocencia:

- “Vuelve a la humilde forma que mereces..” –murmuró suave y pausadamente, como si dijera un poema, pero con un brillo de astucia iluminando sus azules ojos, protegidos por gafas- “Sakura card”

El efecto de las palabras de la pequeña fue simplemente devastador. Ante la satisfacción de la bestia alada que la acompañaba, el dragón gigante y la nave espacial se disolvieron con una velocidad pasmosa y pronto una card de color rosa estaba en las manos de la niña, que la contempló con satisfacción creciente..

- “La card “Creativity”.. tal y como dijiste Kerberos” –sonrió con dulzura mientras el majestuoso león alado volvía a adoptar una pose autosuficiente- “otra vez tenías razón”

- “¡Ja, ja, ja..! ¿Y todavía lo dudas?, ¡¡¡yo soy el gran Kerberos, la fabulosa bestia que protege el sello, el legendario guardián de ojos dorados..!!! ¡ja, ja, ja, ja!”

La niña rió suavecito por unos instantes dejando al guardián seguir con su párrafo autopublicitario, pero su mirada inteligente notó entonces cómo aquellas dos sombras ya estaban realmente cerca como para reconocerla, si no marchaba en ese instante…

- “Los invitados llegan casi a tiempo.. esta vez” –susurró divertida- “pero es mejor dejarles con la duda un poco más, al menos hasta tener todas las cards”

- “Hmm.. pues no te entiendo” –reflexionó el guardián- “pudimos haber capturado esta card hace buen rato, pero has esperado que esos dos que te siguen estén lo suficiente cerca para verlo.. ¿por qué?. Además ¿quiénes son esos niños?, ¿cómo se atreven a seguir a la única  card captor que existe?, ¡además dijiste que les conoces y entonces ¿por qué hacemos esto?!”

La niña de ojos azules sonrió suavemente antes de añadir con una sonrisa suave:

- “De lo contrario no sería divertido” –aseguró antes de subir al lomo del guardián, interrogando seguidamente y con curiosidad- “¿por qué?, ¿no te lo parece a ti?.. ¿acaso era diferente antes?”

- “En realidad no lo sé” –replicó la bestia guardiana surcando los cielos en un rápido despliegue de majestuosas alas blancas- “pero me gustaría recordarlo”

La mano blanca y pequeña de la niña acarició la cabeza del guardián con afecto, antes de recostarse sobre él con un gesto de cariño muy infantil mientras la figura alada surcaba los cielos y la alejaba de los recién llegados..

- “Yo te hice una promesa Kero… y sabes muy bien que la cumpliré pase lo que pase” –dijo suavemente- “aunque me tome tiempo o no, la cumpliré”

- “¡Oh rayos!” –la ágil personita que era Hien Li corrió, tratando de seguir a la bestia alada que se perdía en el cielo, pero finalmente le perdió el rastro- “¡otra vez, tenía que ser otra vez!”

- “Pues…. yo….. creo….….. ¿para qué…… hacemos esto?” –resopló Mamoru, tratando de recuperar el aire que le faltaba después de tan peligrosa carrera sobre los tejados- “apenas…  si llegamos y…”

Su primo le miró. Estaba real y positivamente enfadado.

- “Ya te he dicho que no tienes por qué acompañarme aquí. Este es mi trabajo.. soy yo quien tiene que averiguar la identidad de ese card captor, además que es muy peligroso que esas cards anden sueltas pero es mi responsabilidad, no la tuya” –se sentó en uno de los columpios del parque-  “aunque…. por lo que veo soy un fracaso”

Mamoru terminó de recuperar el aire..

- “Ya olvídalo, trataré de ser más rápido la próxima vez” -le ofreció- “además no es para tanto, esa persona arregló el problema… siempre lo hace cada vez que hay cards sueltas” –continuó- “y los dos sabemos que si te retrasas es por que siempre tienes que pasar por la casa y avisarme… soy yo el que se retrasa” –puso una mano sobre el hombro del otro- “anda, no es tan grave”

- “¿Cómo que no lo es?, ¡hay cards mágicas sueltas Mamoru!, ¡y hay un card captor también!”

- “Es un fastidio no saber quien es el card captor, pero lo haremos la próxima vez… no te desesperes. Además… ¿no se enfadan contigo por esto, no?”

Hien suspiró.

- “No.. ya te lo he dicho. Mi papá es jefe de una organización de magia y siendo que se ha detectado que un juego de cards mágicas ha sido liberado aquí, es normal que yo averigüe de quien se trata, pero eso es algo que yo le ofrecí a mis papás que haría ¡no me obligan a hacerlo!, es más…” –suspiró otra vez- “mamá no quería que lo hiciera.. dijo que era peligroso..”

- “Nada nuevo en tía Sakura. Las mamás siempre se preocupan mucho… incluso los papás. Si los míos saben que estoy ayudándote en esto se enfadarán…” –Hien le miró- “pero descuida, no me importa eso” –su primo alzó una ceja- “bueno, no mucho. Además no puedo dejar que corras estos riesgos solo, desde lo de la torre del reloj te dije que yo era tu hermano mayor, al igual que de Nadeshiko” –Hien seguía deprimido, mirando al piso- “Y deja ya de poner cara de tonto. Sabes bien que la próxima sí llegaremos a tiempo…”

- “Todo sería diferente si yo…”

- “Ya no digas nada. Tu problema no importa, a tus papás lo que les molestará es que te hagas daño..”

El niño de cabello claro asintió en silencio, mientras una expresión decidida adornaba su semblante después de unos segundos de reflexión.

- “Tienes razón. ¡Voy a probar que puedo hacerlo, descubriremos quien es el card captor porque no pienso detenerme hasta que lo logremos!”

- “Esos dos no se detendrán hasta descubrirnos” –decía la bestia alada mientras la niña y él surcaban el cielo, planeando con lentitud y admirando la belleza de la noche- “¿no crees que corres riesgos innecesarios Miriel?, es decir, es divertido burlarles pero…”

- “Más que burlarles.. creo Kero, que ellos son una forma de saber más sobre ti. Sé bien quienes son, pero siendo que ellos ni nadie saben de los poderes que tengo me llena de curiosidad saber el motivo por el que nos siguen.. ¿por qué quieren saber quien soy?, ¿cómo saben que soy card captor?” –la bestia alada no tuvo respuestas y quedó en silencio- “ya ves…. si ellos saben que existen cards también serán quienes nos ayuden en el momento preciso… ya lo verás”

- “Hmm… eres muy lista”

- “Ji, ji. Bueno, debo serlo para ser digna de la legendaria Bestia del Sello ¿no?” –rió halagándole, mientras el ego de Kero adquiría monumentales proporciones- “además ya te lo he dicho: te ayudaré a recordar el nombre de tu antiguo dueño”

- “Bien… otra noche más y una card más. Quedan pocas” –sonrió Eriol con astucia y algo de orgullo paternal, en ese momento- “¿nos vamos ya?”

- “Esta vez estuvo cerca de descubrirla… quizá lo haga la próxima vez” –se enfurruñó Shaoran, mientras Eriol ampliaba su sonrisa- “¿Qué te parece tan divertido?”

- “Nada amigo mío. Pero tienes razón… esto es cosa de tiempo” –continuó, siendo analítico- “después de todo, esta vez las cards “Earthty” y “Firey” fueron de las primeras en ser capturadas y como tal Kerberos es una ayuda activa. Aunque la tenacidad de Hien es verdaderamente admirable..”

- “No lo digas así Eriol” –había inquietud en la voz de Sakura al comentar- “es la tenacidad de mi hijo justamente lo que me preocupa..”

Yoko lanzó una mirada comprensiva sobre la antigua card captor, mientras lamentaba en voz baja que Miriel hubiera heredado el peculiar carácter de su esposo, pero súbitamente una voz realmente irritada interrumpió la charla de los hechiceros..

- “Con un demonio, ya que todo acabó ¿podemos dejar este condenado sitio?, ¡nos estamos congelando!”

Una gotita surgió sobre la cabeza de Sakura, Yoko y Shaoran, mientras Eriol sonreía..

- “Touya, no tienes que ser tan grosero.. tú mismo y Shaoran insistieron como locos en vigilar a los niños” –le recordó Tomoyo.

- “En vigilarles, pero no en congelarme en este techo” –bufó ácidamente.

- “Sin embargo, es cierto que es cosa de tiempo” –replicó Shaoran, pensativamente- “y por supuesto que no hablo de congelarse. Pero desde que la pequeña Miriel descubrió las Sakura Cards hemos sabido que es cuestión de tiempo que los niños descubran que somos mucho más de lo que ellos creen…”

- “Tu hijo siempre ha sabido de los poderes mágicos tuyos y de la monstruo” –saltó Touya- “a mí no me gusta para nada que los míos tengan que ver con estas complicaciones pero ya que Mamoru puede ver espíritus y decidió ayudar a Hien, he optado por hacerme el idiota ¡pero no pueden pedirme que al menos no vigile que todo salga bien y no se lastimen porque..!”

Touya se calló la boca súbitamente.. y es que la mirada de suave reproche en los azules ojos de Tomoyo acababa de recordarle que él estuvo a punto de echarlo todo a perder cuando se enteró que Mamoru estaba ayudando a su primo…

- “Ninguno de nosotros podía sospechar que Miriel iba a descubrir las Sakura cards” –murmuró Yoko con gentileza, y reflexivamente- “personalmente no sabía si mi hija iba a tener magia cuando nació.. y no me importaba mucho. Supongo doctor..” –dijo volviéndose a Touya- “que como usted, todos nosotros quisimos que los niños vivan una vida tranquila y sin preocupaciones, por eso no les comentamos lo de la magia. Además que es algo difícil de asimilar en un mundo como éste”

- “La magia conlleva responsabilidad.. y es importante establecer que los niños tienen la intención de usarla como se debe” –comentó Shaoran, antes de ver que Eriol esbozaba una sonrisa- “bueno… al menos algunos. Dime: ¿tu hija no hará ninguna tontería verdad?”

- “No demasiado… al menos eso creo” –sonrió el ingles, para luego tranquilizar a su amigo- “descuida Shaoran: Miriel será cuidadosa porque cree que nos oculta su poder a mí y su madre, por eso no hará nada que (ella crea) levante nuestras sospechas..”

- “¿Y el joven Tao no se lo dirá alguna vez?” –murmuró Sakura.

- “Lo dudo” –le tranquilizó Yoko- “mi hermano sabe bien que el día que le diga a Miriel lo de todos nosotros perderá su mesada, y teniendo quince años eso es algo que le interesa muy personalmente que nunca ocurra”

Todos rieron.. aún Touya, quien lo hizo disimuladamente.

- “Sólo Hien sabe que Shaoran y yo tenemos magia.. asimismo de la existencia del Concilio y los cargos que nosotros ocupamos allí” –pensó Sakura en silencio, mientras veía a su hijo y Mamoru volver- “no niego que hubiera preferido que él no tuviera esas presiones… aunque no puede evitarse siendo un Li; pero la hija de Eriol y Yoko no sabe que sus padres son reencarnaciones de hechiceros poderosos y mucho menos que Touya puede ver espíritus…” –se dijo- “quizá fue una decisión difícil en un principio, pero esto nos permite probar que nuestros niños están listos para la responsabilidad que acarrea tener poderes mágicos, aunque ciertamente lo de las cards era algo que no estaba en nuestros planes..”

- “En realidad, y aunque tus razones son excelentes amigo mío” –replicó súbitamente Eriol, ajeno a las reflexiones de Sakura- “no niego que hace mucho tiempo que no me divertía tanto… es casi tan bueno como fue verles a ti y Sakura superando mis pruebas”

Shaoran y Touya lanzaron una mirada enfadada sobre el desenvuelto hechicero, mientras sobre las cabezas de Sakura, Tomoyo y Yoko aparecía una gigantesca gotita..

- “Eso no fue divertido..” –saltó Shaoran.

- “¿En serio?... esas pruebas son similares a lo que hacemos ahora, dejando que los niños midan su capacidad sin nuestra interferencia” –le replicó el inglés- “ciertamente vigilamos que no se lastimen, pero una prueba es una prueba..”

- “¡Oye, yo no estoy probando a mi hijo como tú nos probaste a nosotros!, ¡eso fue retorcido!”

- “¿Retorcido?” –repitió Eriol sin perder el humor- “Shaoran… vas a ofenderme, era un niño entonces y no había nada retorcido en mi personalidad”

- “¿En serio? ¿Quién habla en pasado?” –había ironía en la mirada de Touya.

Shaoran resopló siendo consciente que Eriol se estaba burlando de ellos y no dijo nada, mientras Tomoyo notaba cierta sonrisa muy especial en el rostro de su querida amiga:

- “¿Te alegra entonces la elección de Kero?” –preguntó, llamando la atención de los otros.

Sakura sólo sonrió.

- “Por supuesto… por eso estabas tan contenta. Ese peluche está despierto otra vez” –pensó Shaoran- “aunque a mí me hubiera gustado que Hien lo hubiera hallado..” –por un instante por su mente pasó la imagen de su hijo usando el báculo rosa y súbitamente notó que eso era mala idea pues una gotita apareció sobre su cabeza ante la poco masculina escena- “aunque no. Mejor no”

La antigua card captor asintió en silencio, recordando la expresión alegre del Guardián de ojos dorados mientras llevaba a la pequeña Miriel a casa, pero pensando con inquietud en la forma que su hijo se presionaba…

- “Es una suerte que mi nombre sea común.. de lo contrario la pequeña Miriel quizá hubiera sospechado de mí, siquiera un poquito. Aunque temo que cuando Hien sepa que su amiga tiene mis antiguas cards se sentirá muy humillado… mi insistente y testarudo pequeño ¿por qué siempre se presiona tanto?” –suspiró pensativamente- “supongo que no puede evitarse..”

- “No te preocupes Sakura..” –la voz de Tomoyo la sacó de sus reflexiones, como si adivinara que estaba inquieta por su hijo- “Hien hallará su propio camino muy pronto. Es un niño con muchas habilidades y él sabe que ustedes dos lo aman sin condiciones… pero es por lo mucho que los admira que él desea probarse a sí mismo” –sonrió mirando a su esposo y Shaoran protestar todavía por las frases de Eriol y continuó- “me alegra que mi Mamoru no tenga la presión que tu hijo porque conozco de la poca paciencia del mío, aunque sé que Hien logrará sus objetivos porque todo le saldrá bien…. como a su madre”

- “Gracias amiga”

- “Hmmm… aunque preferiría que Mamoru llevara una cámara para grabar y..”

- “¡Oh Tomoyo no bromees!” –saltó la esposa de Shaoran- “¡esas filmaciones eran tan vergonzosas que..!”

- “Pero amiga, ¡si papá las adora!” –le explicó, como si fuera lo más natural del mundo, mientras Sakura quedaba estupefacta- “mamá nunca las vió pero las tenía en el ático de nuestra vieja casa y las trajo el otro día para que las clasificara… entonces las vimos junto con papá y…”

- “¿Eh?” –Shaoran se congeló al oírlo.

- “¡No me recuerdes eso!” –saltó Touya con una vena sobre la cabeza, mientras Sakura estaba blanca de la impresión y en el cerebro de Shaoran las ideas ingresaban muy lentamente- “ustedes me dijeron que era una gran película y hasta sacaron el viejo proyector aprovechando que los niños estaban de paseo y con la excusa que papá se iba para su excavación … ¡y me obligaron a ver eso!”

- “¡¡¿TU NOS VISTE?!!” –saltaron Sakura y Shaoran.

- “¡No por mi voluntad..!”

- “¡Oh, pero si desean podemos organizar una reunión para ver las cintas…” –rió Tomoyo, francamente divertida por las caras de espanto de los Li y de su propio esposo- “¿les parece?”

- “¡¡¡NO!!!”

- “A mí me parece buena idea… me gustaría ver alguna de esas filmaciones” –murmuró Eriol mientras Yoko sentía compasión por los Li y Tomoyo reía, complacida de haber despejado las inquietudes y malos humores; aunque Yoko, Sakura, Shaoran y Eriol intercambiaron una mirada inquieta.

 

El niño salió a toda prisa ante la mirada divertida de los adultos y se perdió por las calles con la velocidad de un meteorito mientras sus padres continuaron con su desayuno con tranquilidad..

- “Empezamos la semana... y de servicio” –comentó la joven mujer de ojos verdes, mirando a su esposo con una sonrisa- “¿no te recuerda algo?”

- “Sí, que solías llegar apenas a tiempo, y temo que Hien ha heredado eso de ti”

- “¡Shaoran!, ¡no es justo que digas eso!”

La risa masculina se hizo patente..

- “Bueno, admito que yo tampoco era el ´señor puntualidad´, pero debo admitir que a veces me desesperabas.. además que con lo de la card, anoche llegó muy tarde”

- “Si… apenas si pudimos volver a tiempo para que no descubriera que le estábamos observando” –sonrió, contenta- “y no estaba desanimado, eso es lo que me tranquiliza.. ¡pero lo mejor fue que me aceptó el vaso de leche caliente que le dí!”

Ahora era Shaoran el que sonreía, muy contento.

- “Sigue siendo un niño” –comentó divertido antes de ponerse serio- “a todo esto... ¿viste la cara que puso cuando le dije que vendría por la tarde?”

- “Sí... lo sé.”

El suspiró.

- “Shaoran...”

- “Sé lo que vas a decir Sakura... pero créeme: déjame manejar esto” –la mirada verde de ella expresaba preocupación- “todo será como siempre..”

Ella asintió con gesto poco convencido y terminó de servirle el desayuno a su esposo. Tenían servicio doméstico, pero a Sakura le agradaba mucho atender a su familia cada mañana. Justamente ambos estaban ya listos para partir a sus actividades, pero la señora Li se sentía tensa, y tenía buenos motivos...

- “Espero que estos leves temblores no tengan que ver con mis sueños sobre “Kamui” , no sabes como espero que los estudios del Sabio despejen nuestra preocupación” –murmuró.

Shaoran se tensó inmediatamente a la mención del Sabio, pero disimuló.

- “Si alguien puede despejar nuestras dudas, es el Sabio” –reflexionó simplemente.

Había cierto enfado casi infantil al decir eso y Sakura Li se sorprendió. Shaoran siempre había sido muy respetuoso con las personas mayores y mucho más cuando contaban con cargos de responsabilidad que emanaran de sus talentos –él lidiaba todos los días con personas que le doblaban o triplicaban en edad- sin embargo, desde que volviera de ver al Sabio, parecía estar a veces inquieto y a veces enfadado.

Finalmente se decidió a preguntar:

- “¿No te agrada el Sabio?, siempre te referiste a él con respeto, y desde que le conociste en persona pareces.. algo decepcionado”

- “Eh.... bien....” –dudó un poco- “supongo que el Sabio no siempre se comporta como su rango le impone... es todo” –pareció algo incómodo al recordar que a veces le había hablado como si él fuera un niño ¡y era el Jefe del Clan Li y del Concilio!- “pero lo que sí me tiene preocupado es que envíe su mensaje con mi madre…”

- “Shaoran...”

- “Es que ya tenemos bastante con mi sobrinita para además...”

- “¡HOOOOLA  GENTE!” –una alborotada y risueña adolescente ingresó a la cocina en un estado casi efervescente- “¿qué hay de desayunar Sakura?, ¡oh, que guapo estás hoy Shaoran!, ¡estás para comerte!, ¿ya se fue mi precioso Hien?”

Shaoran hizo una mueca, mientras Sakura contenía la risa.

- “Hien tenía servicio hoy May May” –le recordó la mujer de ojos verdes, mientras le servía unos pankekes de aspecto delicioso- “¿ya estás lista?”

- “¡Sip!” –saltó hacia el cuello de Sakura con efusividad- “¡oh, que linda, que linda, gracias por preparar algo tan sabroso!, ¡adoro los dulces!, ¡eres tan linda conmigo que por eso no te quito a tu maridito!”

- “¡OYEEEE!” –saltó Shaoran- “¡más respeto niña!”

La muchacha respondió a la furiosa reclamación con una sonrisita y bien escondida detrás de Sakura, quien tenía una gigantesca gota sobre la cabeza.

- “Eh... no te enfades conmigo por decir la verdad” –murmuró con falso arrepentimiento- “además deberías agradecerme..”

- “¿Qué se supone debo agradecerte, insolente?”

- “Cada vez que visito a Sakurita en la oficina me la paso coqueteando con los chicos guapos de los que ella está rodeada, ¡así les quito la idea de que puedan enamorarse de ella señor despistado!” –rió la muchacha, con los ojos brillantes- “por si no te has dado cuenta ella es verdaderamente ´pre-ci-o-sa´ y si te descuidas un poquito cualquier hombre podría enamorarla y..”

- “¡May May!” –protestó Sakura.

- “Es una fortuna que tengas a alguien tan bonita como yo aquí cerca, para desviar la atención que capta Sakura” –replicó la adolescente con desenfado, mientras la cara de Shaoran empezaba a adquirir un tono azulado además de un tic nervioso- “por si no lo has notado, los hombres voltean a verla cuando anda por la calle..” –el tic nervioso en la cara de Shaoran ahora estaba acompañado de una vena hinchada- “porque con una cara tan hermosa, esos ojazos y esa silueta que tiene... ¡ni siquiera parece que hubiera tenido un hijo alguna vez!; es decir, ¡su cintura es tan estrecha como la mía y mi cintura es muy estrecha!”

- “¡May May, por favor, ya deja de decir esas cosas!” –se sofocó Sakura.

El tic ya se hacía más perceptible y la vena de Shaoran estaba... engordando.

- “Además que parece hermana mayor de Hien y no su mamá, ¡es lo que les decía la gente cuando estuviste de viaje y si te fue a traer, fue para huir de sus admiradores y...!”

- “¡May May, si no te callas en este mismo instante te irás a China esta misma tarde!” –exclamó irritado el dueño de casa- “¿te queda claro?, ¡ni una sola palabra!”

- “Eh... ¡ups!”

- “Bien entonces te irás y...”

- “¡El “ups” no puede contar como palabra Shaoran!” –protestó la chiquilla.

La mirada del dueño de casa pareció querer fulminar a la muchacha antes que él saliera a la biblioteca a buscar algunos documentos que necesitaría en su trabajo. Justamente y aprovechando esta breve pausa, fue que Sakura le dijo a May May..

- “¿Cómo se te ocurre hablarle así a Shaoran?, ¡y decir esas cosas de mí May May!” –estaba avergonzadísima- “es decir.. yo nunca miraré a nadie más que a él y tú allí diciendo esas tremendas mentiras cuando sabes muy bien que Shaoran se muere de ganas por enviarte a China de vuelta..”

- “¡Oh Sakura, no te enfades conmigo!” –la aludida se puso seria por unos segundos y luego añadió con una mirada astuta- “y por favor, no me vengas con modestias ridículas que ambas somos mujeres ¿no?. Ambas sabemos que es cierto que los hombres te miran por la calle por mucho que tú los ignores, y también sabemos que el otro día creyeron que Hien era tu hermano pequeño y no tu hijo..” –Sakura quiso protestar pero la adolescente no le dejó- “la verdad es que eres demasiado linda para que el cabezota de Shaoran se esté de viaje, dejándote a merced de tanto hombre mirándote.. ¡que bueno que se te ocurrió ir a buscarle!”

- “May May, no estoy bromeando..” –sonrió. ¡Era imposible enfadarse con esa chiquilla!.

- “Tampoco yo. Sakura.. ¿por qué nos hacemos tontas?” –le dijo con honestidad casi brutal- “eres bella, y lo sabes. Eres de esas mujeres a las que el matrimonio ha hecho verse más atractiva y no creas que me divierte mucho... yo soy la adolescente, ¡soy yo quien debe llamar la atención de los hombres por la calle y no tú!” –se encogió de hombros- “pero bueno... me caes bien” –suspiró- “claro, también que no te culpo por no mirar a nadie: con lo comestible que está mi tío ¡que digo tío, parece que fuera un hermano gruñón pero eso lo hace verse aún más guapo!, por eso es que no le digo tío, no importa cuanto se enoje... por que definitivamente no le vá”

- “May May... todos los muchachos te admiran” –comentó con un nuevo suspiro resignado- “no sé de qué te quejas”

- “Si, soy bella y despampanante, lo sé. Pero cuando salimos juntas a quien miran es a ti y no a mí” –dijo con el acento de una niña caprichosa- “¡y no sé por qué, si toda mi ropa es mucho más sexy que la tuya!”

- “Ya deja de imaginar cosas” –replicó, sin tomar en cuenta el comentario de la adolescente- “además le sueltas todas tus fantasías a Shaoran y sabes que le crispas los nervios..”

- “Sólo soy sincera” –miró a la hermosa mujer de ojos verdes con simpatía y añadió- “ustedes son una de las parejas más bonitas que he visto: tú tan amable y despistada sobre tu propio aspecto.. y él tan guapo y con ese cuerpo tan..”

- “¡May May!”

- “¡Oye, no te enfades!, ¡no le he espiado en la ducha, te digo que tiene un cuerpo estupendo por lo bien que le sientan los trajes!” –añadió maliciosa- “aunque seguro que tú sabes mejor que nadie el buen cuerpo que se maneja Shaoran.... ¿no?, la otra noche, cuando  llegaron de su viaje me pareció escuchar algunos ruidos de su habitación y..”

La cara de Sakura se puso toda roja..

- “¡Termina de desayunar!” –la mujer de ojos verdes saltó como resorte de su silla y empezó a lavar los trastes- “¡no llegues tarde a la escuela May May!”

La chiquilla volvió a reír antes de terminar de desayunar y hacer un guiño de despedida a Sakura, darle un susto a Shaoran en su despacho –le hizo tirar los papeles- para finalmente marchar a la escuela...

- “Voy a acabar mandándola de vuelta a China” –murmuró el Jefe del Clan Li, dirigiéndose de vuelta a la cocina- “en mala hora se me ocurrió enviar a mi hermana mayor y a su esposo a Pekín. ¡Ya sé porqué no quisieron llevársela, es un dolor de cabeza!”

- “Algo exagerada, pero no es mala persona” –sonrió la antigua card captor.

Sin embargo, hay que resaltar que la joven May May estaba en lo cierto: a los 29 años, la figura de Sakura Li era tan encantadora como si fuera aún una muchacha de 20 a 25. Su cabello largo y castaño, del color de la miel, brillaba casi como un halo sobre su rostro delicado y de piel pálida y suave, donde sus cejas de fino trazo parecían resaltar sus maravillosos ojos verdes coronados de pestañas tan espesas que parecían sombrearlos y resaltar más los brillos de su mirada cuyo resplandor denotaba a una joven mujer próxima a iniciar la madurez con la misma alegría y fé que tuviera desde la infancia.

La única palabra para describirla era simplemente: hermosa.

No sólo el conjunto de su rostro encantador y una figura esbelta y elegante –realmente nadie que la conociera recientemente creía que pudiera ser madre de Hien- quizá más que el físico agraciado de la joven mujer era la sinceridad y encanto que parecían emanar de ella, pero que bien podía trocarse en fuerza para defender sus convicciones y a sus seres amados.

Una fuerza interior que emanaba de su aspecto delicado y hermoso casi como un perfume.

- “¡Los hombres la miran al pasar!”

La vocecita chillona de May May hizo que el descendiente de los Li se enfadara. Era perfectamente consciente de la belleza de su esposa y eso hacía que el aguijón de los celos le pinchara con fuerza. No era que desconfiara de ella.. no. Eso nunca, pero ... eso no quería decir que no le molestara lo que había dicho May May.

 - “¿Nos vamos ya Shaoran?” –preguntó ella, saliendo a su encuentro- “ya les dí las instrucciones a Wei, aunque también le recordé que tomara sus medicinas y no se levantara tan temprano” –miró el rostro distraído de su esposo con interés- “¿qué te pasa?, ¿no me escuchas?, ¡Shaoran!”

- “¡¿Eh?!”

Pillado de sorpresa, casi salta por un instante.. sólo para encontrar en esos ojos verdosos que tanto amaba algo de preocupación..

- “¿Qué sucede?” –le dijo ella, inquieta- “¿ocurre algo grave? ¿te avisaron de algo mientras terminábamos de desayunar?... estás muy extraño últimamente”

Su joven esposo no contestó. Sólo avanzó los dos pasos que le separaban de su esposa y la rodeó con sus brazos, besándola hasta que ambos quedaron sin aliento..

- “Bue... buenos días..” –sonrió ella, azorada y con la cabeza dándole vueltas, mientras lo abrazaba a su vez- “¿y eso por qué fue?”

- “¿Necesito un motivo?” –le dijo bajito- “sólo quería besarte ahora... nada más”

- “Creí... que estabas algo cansado...” –susurró- “apenas si dormimos anoche”

Ambos rieron, algo sonrojados, pese al tiempo que estaban juntos..

- “No tienes por qué ponerte celoso” –continuó Sakura, mientras él empezaba a negarlo frenéticamente- “May May sólo bromeaba... ”

- “Sí, pero es muy observadora y es cierto que no te ves como mamá de Hien… y cualquiera...”

- “¡Oh, ¿cómo puedes decir eso?, ¡yo nunca miraría a nadie y no soy yo a quien le han ofrecido cien concubinas, señor Li!”

- “No me importan cien concubinas mientras te tenga a ti” –replicó él, con acento algo apasionado, mientras Sakura recordaba algo en las frases de May May que la hizo sonrojarse de nuevo.

- “Eh... Shaoran.... temo que....”

- “¿Qué?, ¡no me irás a decir que me vas a culpar a mí por que el Jefe Khan me ofreciera concubinas y fue hace años!”

- “No. Es... bueno...” –se puso toda roja- “prométeme que no te vas a enojar, pero May May dijo que la otra noche... cuando volvimos del viaje...... ella escuchó... ”

- “¿Qué?”

Ella le cuchicheó algo al oído y como resultado de eso la cara de Shaoran se puso toda carmesí de la vergüenza...

- “¡Tengo que enviar a May May de vuelta a China!” –murmuró muerto de la pena.

Detrás de la puerta, la figura curvilínea de May May Li contuvo la risa ¡era tan divertido molestar a esos dos!. Aquello era algo que realmente la estimulaba, pero como tenía cierta prisa verificó la hora en su reloj de pulsera antes de echarse a correr en...

¿Dirección opuesta al Campus Clamp?

- “No tienen ninguna prisa en desayunar, aún es temprano” –murmuraba Tomoyo Kinomoto mientras sus niños revolvían sus mochilas con nerviosismo- “y no olvides tu almuerzo Nadeshiko..”

- “Ella olvidaría su cabeza.. si pudiera” –rió Mamoru, sentado al lado de su hermana- “¿ya se van ustedes mamá?”

- “Si, tu papá fue por algunos papeles y..” –la alta y dominante figura de Touya ingresó en la cocina y Tomoyo Kinomoto se puso de pie para marchar con su esposo- “no olviden dejar todos los platos limpios ¿está bien?”

- “Y nada de aprovecharse de Kiku..” –murmuró el doctor.

- “¿Quién se aprovecha de Kiku papá?” –preguntó Mamoru con expresión burlona- “¿verdad hermana?”

- “A mí no me digas... ojalá pudiera verla” –la niña de ojos mieles miró por toda la cocina- “Kiku.. ¿estas aquí?, ¿dónde?”

- “¡Si, Kiku esta aquí!”

Un mandil rosa flotó por el ambiente y tanto Nadeshiko como su madre sonrieron al notar –gracias a ese gesto- que Kiku, la pequeña fantasma que era parte de la familia, estaba allí en realidad..

- “Hmmmm... no te pases de listo” –replicó Touya Kinomoto, lanzando una mirada intencionada en su hijo- “y tú Kiku.. ¡ya no le hagas caso!”

- “¡Si hermano mayor!” –replicó la fantasma.

Tomoyo y Nadeshiko sonrieron. Ciertamente la hija de Sonomi había podido “ver” a la niña fantasma cuando estaba esperando a Mamoru, pero poco después que el niño naciera –era el mayor de ambos hermanos- la diseñadora de ojos azules sólo podía escuchar las frases de la fantasma al igual que  su hija, pues sólo Mamoru y Touya podían ver y oír perfectamente a la espectro.

Y ni qué decir que el pequeño le sacaba partido al asunto. Aunque Kiku estaba probando ser una guardiana  muy eficiente cuidando la casa cuando no había nadie. Incluso en más de una ocasión había ayudado a Mamoru y Nadeshiko lavando los trastes –a fines del semestre pasado- cuando se les hacía tarde.. lastimosamente no podían contar con ella para la ayuda doméstica, pues la niña fantasma era la única en la casa cuya torpeza se comparaba con la de Nadeshiko...

Y que bien podía incendiar la cocina, la casa y hasta la calle... si se descuidaban un poquito.

- “¡Oh, olvidé la carpeta de Nueva York!” –replicó Tomoyo, volviendo a ingresar- “¡espera!”

- “¡Apúrate!” –le pidió con impaciencia, mientras buscaba las llaves del vehículo- “¡tengo una reunión con los doctores que vinieron de Kansai hoy y...!”

- “¡Pero amorcito, amor mío... hazme caso a mí, que yo te adoro.. y!”

- “Calla Tao. ¡Ay, ay, pero que guapo amaneciste esta mañana Reicito!”

- “Ehhh... to...  ¡amiguita quiere a hermanito!”

El alboroto llamó la atención del médico, quien volvió la vista hacia las dos bicicletas que pasaban frente a su casa...

- “Buenos días doctor Kinomoto..” –saludó muy correctamente Rei Tsukishiro.

- “¡Hey, hola Doc!, ¿aún no vuelve el rector de su expedición?”

- “Buenos días dotor” –saludó el pequeño Yuu, en brazos de su hermano mayor.

Sobre la cabeza de Touya había una gota GIGANTESCA...

Ambos chicos estaban empujando sus bicicletas y sobre la de Rei Tsukishiro se encontraba sentado el pequeño Yuu –su hermano menor- y aunque lo adecuado hubiera sido que ambos se subiesen, el punto allí era que una adolescente de aproximadamente quince años rodeaba con sus brazos el cuello del mayor de los Tsukishiro e iba colgada a su espalda mientras ambos chicos avanzaban.

El chico era más alto que ella y aunque debía ocasionarle molestias el peso extra –además de empujar la bicicleta, a la que no se podía subir por la muchacha- la cara de Rei era totalmente inexpresiva, pese a que la chica le iba soltando halagos y frases amorosas a cada paso –con ella a cuestas- que daba.

Y lo peor, era que Tao Hiu –el otro adolescente- iba a su vez, tratando de convencer a la muchacha que dejara de ir colgada de Rei y lo intercambiara por él...

- “¡Oh, demonios, veo mi vida!” –pensó el médico- “¿acaso me veía tan patético con Nakuru colgando de mi espalda?”

 - “¿Se siente bien doctor?”

- “¿Eh?” –la voz sin emociones de Rei le sacó de uno de sus recuerdos más desagradables de cuando tenía 16 años y Touya suspiró aliviado pues se había visualizado a sí mismo por unos instantes y no le gustó- “si.. claro. ¿Esta bien tu padre joven Rei?, ¿llevas a Yuu a la escuela?”

- “Mi padre estaba terminando de desayunar señor...  y eso le iba a tomar tiempo”

Touya se encogió de hombros, entendiendo eso. Claro, conocía a Yukito lo bastante para saber las cantidades casi monstruosas de alimento que era capaz de consumir -¿por qué lo hacía ahora, si ya él y Yue se habían separado?, quizá su metabolismo quedó así- pero lo que le desconcertó por unos instantes fue sentir la mirada burlona de aquella adolescente sobre él..

- “¿Demorará mucho el rector en volver?” –insistió Tao Hiu, preguntando por Fujitaka- “quería pedirle que hablara con unos maestros ¡usted sabe doctor! ya Eriol no quiere que le meta en líos con mi hermana por mis asuntos con los profesores y si ella se entera de ciertos problemillas que tengo: yo muero. ¡El rector dijo que trataría de ayudarme!”

- “Hmmm” –gruñó Touya, notando que ese flojo chico iba a usar los buenos oficios de su padre para algo- “debe regresar pronto, supongo”

- “¡Genial!”

- “Li... bájate” –murmuró Rei, tan serio como siempre- “Yuu se está deslizando de la bicicleta..”

- “¡Ups!” –rió la chica- “sólo un ratito.. ¡es que me gustas tanto que no puedo soltarte!”

- “¡Oye, eso no es justo, ¿cómo puede gustarte este cubo de hielo y no yo?”-protestó Tao.

- “Li..” –dudó el médico, notando el peinado chino de la chica y recordando algo- “¿eres la sobrina de Sakura?”

- “Y usted es el hermano de ella... ya me habló de usted doctor” –rió la chica, guiñándole un ojo con coquetería- “¡pero no dijo que fuera tan guapo, si no estuviera casado con la mejor amiga de Sakurita le brincaría encima!”

Touya palideció mientras le parecía casi ver a Nakuru Akizuki en la joven May May Li, la sobrina del sujeto chino con el que Sakura estaba casada. Afortunadamente para el médico, Rei Tsukishiro aprovechó la momentánea distracción de la chica para acomodar bien al pequeño Yuu en la bicicleta, subirse y partir de prisa –Tao regonzaba que era idiota por hacer eso- algo que motivó que la chiquilla saliera corriendo detrás de Tsukishiro, apenas se dio cuenta de su maniobra..

Pero no antes de murmurar, cuando pasó al lado del médico:

- “¿Lo ves?, yo lo sabía... estabas loco por esa niña y acabarías casado con ella”

Los adolescentes partieron rápidamente y Touya se quedó allí, atónito y mudo..

- “Es imposible” –pensó- “no tiene sentido. ¡Estoy imaginando cosas!”

- “¡Uf, lo encontré!” –Tomoyo apareció, muy apurada- “lamento haberte hecho esperar.. ¿qué te pasa?”

- “Nada” –replicó sintiendo súbita piedad por Rei Tsukishiro- “sólo siento compasión por un pobre chico ¡no sabe el acoso que le espera!”

Y mientras iban de camino a trabajar le comentó a Tomoyo lo ocurrido....

- “¿Y eso te molesta?” –la voz de Eriol sonaba divertida, mientras su hija, la pequeña Miriel sonreía- “eres bastante celosa nena. Creo que en eso saliste a tu mamá”

- “¿Mamá es celosa papá?”

La mirada de Eriol se encontró con las pupilas azules de la niña y leyó en ellas disimulo, disimulo que funcionaba con todos, menos con él. Pero le divirtió enormemente que su pequeña pensaba que ocultaba sus poderes mágicos de su escrutinio…

- “Yoko disfraza sus celos tan bien como tú Miriel” –sonrió, siguiendo con el tema- “pero no dejan de ser celos. Además que la joven May May es bastante linda y... despampanante”

- “A Tao le gusta”

- “Pero a ella no le gusta Tao”

Miriel amplió su sonrisa y por Eriol no contestó. Ambos se comprendían perfectamente pese a la escasa edad de la niña –tenía siete años- pues ella realmente tenía su mismo carácter –burlón y dado más a la diversión- si bien había algo que él no había tenido cuando era niño.

Un amor infantil.

Y eso era lo que Miriel tenía... un amor ingenuo, infantil y absoluto por Rei Tsukishiro. Un amor que Eriol tomaba muy a la broma, pero que según pasaba el tiempo inquietaba más y más a la madre de la pequeña..

- “Me voy ya a la escuela papi” –dijo la niña, haciendo una linda reverencia antes de salir- “que tengas un hermoso día..”

El Secretario de Cultura de la Embajada Británica en Japón estaba riendo aún cuando una figura pequeña y delgada ingresó al desayunador.

- “El auto que lleva a Miriel a la escuela acaba de salir” –comentó la recién llegada- “me pregunto cuanto tiempo seguirá con eso..”

- “Creí que te agradaría el hecho que ya no fuera con Tao y Rei a la escuela..” –le comentó tomando con sus manos las pequeñas de ella- “¿sigues inquieta?”

- “Ya sé que crees que exagero Eriol, pero Miriel es muy sensitiva. Desde que la joven May May empezó a coquetear con Rei ella ha estado muy pensativa y algunas veces le he notado cierta tristeza en la mirada” –suspiró tomando asiento al lado de su esposo- “eso no es común con ella. Tú y yo sabemos que ella ha contemplado a Rei desde que tiene uso de razón, pero sinceramente espero que pronto mire a un niño de su edad. Es demasiado pequeña para sentir algo más que un amor infantil además ahora… cuando la captura de cards termine….”

La reencarnación del mago Clow sonrió, ante el despliegue de inquietud maternal desplegado por su esposa…

- “Miriel tiene sólo siete años Yoko” –le tranquilizó- “aún falta mucho para que empieces a preocuparte por su corazoncito”

Los enormes ojos grises de la mujer le miraron con desaprobación y Eriol suspiró..

- “Bien, bien.. no lo digas... soy un cínico. ¿Qué más da?” –se puso de pie y buscó su boca casi sin darle tiempo de reaccionar- “pero me quieres así ¿no?” –y la volvió a besar.

Ella estaba toda sofocada.. y es que ese beso había sido... y estaba siendo muy.... ¡Ejem!

¿Poco casto?

- “Hola, hola, mis queridos muchachos...” –una vocecita achacosa y algo peculiar sonó a sus espaldas y Yoko Hiragizawa se puso rígida- “¿aún desayunando?”

- “¡Señor embajador!” –la cara de la pobre chica estaba roja como un tomate- “eh.. eh...”

- “Buenos días Lord Kerringhann” –saludó Eriol sin inmutarse en lo más mínimo y riendo- “si... técnicamente... yo estaba todavía ocupado..”

- “¡Oh si!” –rió el viejecito, un lord bajito y casi senil que dependía para todo de su joven y astuto Secretario de Cultura- “¡sigan nada más, sigan con lo que hacían!”

Yoko se sonrojó otra vez, mientras el viejecito salía jugando con su monóculo y su bastón, ya olvidado de lo que había visto...

- “¡Oh Eriol, nos vió!, ¡el embajador nos vió!” –se avergonzó ella, mientras su esposo aún reía- “¿cómo te lo puedes tomar así?”

Los azules ojos buscaron los grises y Yoko se alarmó.. porque conocía muy bien a su marido..

- “¡No vamos a tomarnos el día libre Eriol!” –le dijo.

- “¿Por qué no?, él dijo que siguiéramos en lo que estábamos.. y yo soy capaz de pasarme todo el día..”

- “¡Ejem!” –la cara de ella seguía roja- “no trates de evadir tus responsabilidades. Sabes bien que Lord Kerringhann no... bueno, que él no...”

- “¿No hablaba en serio?, ¿no tiene la menor idea de donde está parado?”

- “¡Eriol, es tu jefe!”

El inglés se encogió de hombros, mientras consideraba las posibles opciones. Después de todo, el embajador le había dicho.. ¿no?.

Ciertamente, Lord Kerringhann, embajador de Gran Bretaña en Japón, era un viejecito simpático y senil que tenía el puesto por su rancio abolengo y no por su intelecto. Sin embargo y pese a que llevaba el despiste a niveles increíbles aún para Eriol –a Hiragizawa le divertía muchísimo su jefe- tenía una gran simpatía y afecto por el joven Secretario de Cultura y su familia. No hubiera sido difícil al hijo de Hajime Hiragizawa  quitarle el puesto conduciendo algún ardid diplomático que pusiera en evidencia las pocas luces del viejecito –todos en la embajada comprendían que el diminuto Lord no sabría ni en que ojo usar su monóculo si Eriol no se lo indicara- pero el esposo de Yoko Hiragizawa no tenía el menor interés en asumir un puesto que sería demasiada responsabilidad y limitaría sus instantes de ocio, además de que apreciaba a “Lord Kerri” (como le decía) y le divertía muchísimo “trabajar” con él....

Yoko suspiró..

Hien contempló a los recién transferidos –eran 3- sin una pizca de interés. El y sus amigos sabían bien que debido al relanzamiento de Tokyo como capital y por su cercanía al mismo, Tomoeda estaba experimentando la llegada de muchas personas, de modo que la llegada de nuevos estudiantes era algo bastante común.

Las clases habían empezado hace muy poco, y los nuevos seguían llegando..

- “¡Mira ese color de cabello!” –murmuró Yamazaki, refiriéndose al último estudiante- “¡el último!”

- “Es tan pelirrojo como mi padrino” –murmuró la siempre correcta Miriel Hiragizawa.

- “¿Y que tiene de especial?” –El pequeño Otaru Terada parecía algo enfadado por la atención que le brindaba Misa Yamazaki al pelirrojo - “hay muchos occidentales que están viviendo en Tomoeda y Tokyo. El otro día mi papá me lo contó...”

Fue en ese preciso momento que la profesora asignó al pelirrojo a sentarse en el pupitre anterior a Hien..

- “¡Aquí!, él es Li!” –señaló Nadeshiko como presentando a su primo y alzando la mano- “este es tu sitio.. delante de él”

El niño se acomodó en silencio, mientras Hien y el resto del aula miraban con algo de asombro la masa rojiza y suave de su cabello revuelto. Pero hay que resaltar que lo dicho por Otaru Terada era la pura verdad: finalmente el gobierno japonés había lanzado una agresiva campaña con el objeto de volver a poblar Tokyo –asolada por eventos extraños, poco antes que los niños nacieran- y finalmente, con el apoyo de las empresas y la inversión, las cosas estaban dando resultado: ya casi todas las embajadas se habían mudado a la relanzada capital y las más grandes y prestigiosas compañías estaban trasladando sus sedes centrales a la orbe, estimulando a sus empleados para la mudanza. A tal punto que en casi seis meses posteriores a su relanzamiento, la ciudad que llegó a ser abandonada por sus ocupantes ahora rebosaba de nueva vida...

Pero Tomoeda había mantenido su estatus, pese a los cambios. Sin embargo, y en vista del movimiento poblacional en la cercana Tokyo finalmente se veían muchos recién llegados, aspecto que se reflejaba claramente en el ingreso de nuevos estudiantes al Campus Clamp en Tomoeda..

- “¡Tres chicas lindas nuevas!” –se embelesó Tao Hiu en su clase, donde también se habían terminado las presentaciones- “¿las viste viejo?, ¡las traeré locas en un par de días!”

- “También hay dos alumnos nuevos” –replicó el aludido, con total calma- ayer fueron dos…”.

- “¡Bah!, ningún recién llegado puede hacerme la competencia” –el joven Hiu analizó a los nuevos - “mira, ese, parece algo “rarito” y en cuanto al otro con gafas de fondo de botella se vé que es un auténtico perdedor..”

- “¡Ninguno le llega a los talones a mi guapo Rei!” –saltó gozosamente May May Li, sobre el cuello del joven Tsukishiro, otra vez- “¡eres el más apuesto de la escuela!”

- “Suéltame...”

Tao miró a su amigo con cierto brillo de envidia, pero se consoló a sí mismo prometiendo “conquistar” a las 3 recién llegadas. Lástima que las chicas estaban mirando a Rei Tsukishiro con ojos embobados.

- “¿Quieres dejar de mirarme?” –protestaba Mamoru Kinomoto, con una expresión poco amigable en su carita infantil- “¿acaso no me lavé la cara?”

- “No... sólo... ¡es que espero que seamos amigos!”

En el aula que Mamoru y Kia Monouhi compartían –dos años superior a donde estaban Hien, Nadeshiko y Miriel- también habían terminado las presentaciones de los recién llegados, pero el niño rubio que se sentaba a la derecha del pequeño Kinomoto –su mejor amigo Kia estaba a su izquierda- parecía realmente interesado en examinar a su pequeño vecino...

Algo que estaba acabando con la poca paciencia de Mamoru.

- “Soy Mc Nessa... Connor" –le sonrió a modo de disculpa- “¿quién eres?”

- “Kinomoto”

- “Pero... ¿cómo puedo llamarte?”

- “Kinomoto” –bufó irritado, pues el amistoso niño nuevo no despertaba su simpatía- “¿qué más quieres saber?”

- “No sé, lo que quieras contarme...”

- “No quiero contarte nada..” 

- “No seas grosero Mamoru” –intervino Kia, con una sonrisa- “hola, soy Monouhi Kioji.. pero mis amigos me llaman Kia”

El niño rubio sonrió con efusividad y estrechó la mano de Kia con gusto..

- “Yo soy Mc Nessa Connor o Connor Mc Nessa, porque en occidente decimos nuestros nombres primero y después los apellidos" –se presentó de nuevo el rubio, hablando a toda prisa pero en buen japonés- “acabo de venir a vivir aquí con mi familia, soy escocés y tengo a una hermanita pequeña en el kindergarden y también está mi prim...”

- “¡Calma, calma!” –le pidió Kia, notando que la clase ya empezaba- “luego charlamos ¿si?”

- “¡Claro que si!” –los ojos azul celeste del extranjero se iluminaron con entusiasmo- “¿quiere decir que serás mi amigo?”

- “¡Claro!”

- “¡Que bien!” –lanzó una mirada interesada sobre Mamoru, que en medio de la charla parecía fastidiado- “¿y tú también lo serás?, ¡quiero que tú seas mi amigo!, ¡realmente quiero que seas mi amigo!”

- “¡Y yo quiero que te calles!... tu voz me marea..”

Pero para desgracia de Mamoru, el parlanchín y entusiasta rubio no pudo dejar de hablar durante toda la clase.. aún susurrando...

- “¡Quiero que este día acabe!” –se enfadó mentalmente el hijo de Touya.

Sakura contempló la imagen de su esposo en la fotografía y no pudo evitar sentirse inquieta. Sabía que él estaba en reunión con esa mujer y no le agradaba en lo más mínimo. Sentía que algo le pasaba a Shaoran y no es que él luciera inquieto o angustiado, pero habían ciertos cambios muy sutiles en su esposo aunque estaba más tranquila por lo de Hien, Miriel y las cards.

Ciertamente, en comparación con los problemas del Concilio era mejor saber que Kero estaba cerca y despierto, y que los niños tenía una labor importante y a la vez lejos de cualquier verdadera oscuridad, pero no podía dejar de sentirse inquieta.. y es que ella sentía...

Que la oscuridad sí estaba cerca… demasiado, para su gusto.

Y es que desde que Shaoran le confesara que tenía inconvenientes con la “Policía Secreta” del Concilio, había tratado de investigar todo lo referente a ellos pero eran muy pocos los datos que había reunido...

- “Quizá sea una coincidencia... pero sigue sin gustarme” –pensó, mientras se paseaba, muy inquieta por su oficina después de enterarse que la Jefa de la Policía Secreta había solicitado una súbita audiencia con Shaoran- “hoy debe llegar el envío del Gran Sabio ¡y ellos se aparecen aquí de improviso!” –se retorció las manos nerviosamente- “¿porqué?”

Ella sabía muy bien que el clan que constituía la Policía Secreta del Concilio estaba muy descontento con la gestión de su esposo, ya que desde que él asumiera la jefatura de la más antigua institución mágica aún existente en el planeta sus actividades habían sido prácticamente suprimidas. Y es que el asesinato, la tortura y otros medios terribles de encargo de la Policía Secreta eran cosas que le desagradaban profundamente al joven Jefe del Clan Li.

- “No puedo negar que el Concilio tiene un lado oscuro en su historia... como toda institución que haya durado tantos milenios” –le había explicado su esposo- “pero son estas cosas las que creo que hay que dejar finalmente atrás, o al menos yo lo hice desde que asumí plenamente mi cargo”

- “¿Qué tan oscura es la historia del Concilio Shaoran?”

- “Pues...” –había suspiró él- “en realidad no es muy agradable. Siempre ha habido un clan en el Concilio cuya función era el cumplir todo lo sucio que le ordenara el jefe de turno y temo que poco a poco se formó una imagen siniestra... el clan degeneró a raíz de los siglos en asesinos y psicópatas. Por supuesto, ellos obedecen al Jefe pero siempre buscan soluciones extremistas a todo...”

- “¿Algo así como el clan del Sakurazukamori?”

- “Más o menos. Pero ese clan no está registrado en el Concilio Sakura. El Clan del Sakurazukamori forma parte de los muchos clanes renegados cuya existencia el Concilio debe combatir; en su caso, es el clan de asesinos que usan magia espiritual y quienes lo combaten directamente es La Sociedad de Magia Espiritual” –recordó- “Sabes bien que el clan más poderoso de esa Sociedad es el Clan Sumeragi..”

- “Lo sé. Pero ellos... “La Sociedad de Magia Espiritual” dan cuenta de sus actos al Concilio”–razonó- “¿no es cierto?”

- “Así es. Nosotros somos una especie de Organización central o madre de todas las organizaciones mágicas de Oriente” –le explicó- “se supone que nuestro trabajo es velar por el equilibrio entre clanes pero lo irónico es que nosotros tenemos un clan oscuro dentro del propio concilio..”

- “¿Cómo pueden permitir eso?”

- “La historia Sakura... la historia en Oriente tampoco ha sido muy aburrida que digamos; siempre disturbios, guerras, enfrentamientos entre naciones y luego la intervención occidental” –continuó tras una pausa- “por eso siempre se tuvo a ese clan para la labor siniestra, siempre en las sombras” –añadió- “sé de buena fuente que ellos hicieron el trabajo sucio de Lao y también de los Seis; incluso el asesinato del padre de Yoko en la prisión del Concilio lo hicieron ellos, por eso es que estoy viendo una reestructuración de la Policía Secreta. El Concilio necesita una fuerza efectiva, pero no un grupo de matones con magia...”

- “Por eso ellos están furiosos contigo..” –murmuró ella, muy inquieta- “¡Oh Shaoran!, ¿no tratarán de..?”

- “No descuida... no lo harán” –dijo, extrañamente seguro- “pero no pienses que son todos unos lunáticos. Ellos son, básicamente lo que el Concilio hizo de ellos y justamente es eso lo que quiero remediar..”

La antigua card captor volvió a pasearse con nerviosismo por su oficina, y aguardó aún algunos minutos. Sabía bien que no podía interrumpir la audiencia de su esposo a menos que él la llamara y aunque deseaba fervientemente encarar a esa mujer ante el propio Shaoran, había ciertas normas antiguas que ni siquiera ella podía ignorar.

Ajeno a las reflexiones de su esposa, Shaoran Li contempló a las personas ante sí con los sentidos en total alerta, pero de ambas -un hombre y una mujer- era ella, sin duda, quien sostenía la mirada fría del Jefe del Clan Li y del Concilio de Hechiceros de Oriente casi con sarcasmo.

- “¿Todavía insisten?” –replicó el esposo de Sakura sin perder la calma- “creí que había quedado muy claro que no iba a tolerar su interferencia en mi vida…”

- “Saludos, mi señor Tai Pan*” –saludó la mujer, con voz suave- “ciertamente sabíamos que nos recibiría si nos presentábamos, y es un honor pero..”

Una mirada fulminante de Shaoran hizo que la sombra masculina desapareciera en las sombras de la habitación y después de esto, su interlocutora abandonó la formalidad y le sonrió..

- “¿Realmente te molestó nuestra presencia?, no hicimos nada para incomodarte. No tenías por qué mirar tan desagradablemente a Mahat... sabes que podría suicidarse si cree que ha incurrido en tu desagrado”

- “Sólo quería que él se fuera. Además, el sabe que me desagradan los suicidios” –replicó frío, refiriéndose al lugarteniente de la mujer- “En cuanto a molestarme la presencia de todos ustedes, la respuesta es más que obvia. Tengo una opinión y la dejé bien claro el día que asumí la jefatura del Clan Li: no los quiero como mi sombras, no necesito que la policía secreta del Concilio esté a mis espaldas; es más.. ¡no lo tolero!”

- “Asumiste tus deberes como jefe de tu clan a los dieciséis años y fuiste confirmado a los dieciocho, al tener tu mayoría de edad”

- “En ambas ocasiones dije lo mismo: no los quiero a mis espaldas. No necesito que me cuiden”

- “¿En serio?. Si hubieras dispuesto desde el principio el asesinato de tus enemigos y no los hubieras dejado fortalecerse, te hubieras evitado muchos problemas…..antes, y ahora” –sonrió, y Shaoran la miró con irritación- “Pero ahora tienes ya una esposa y un pequeño hijo. ¿No es ese motivo suficiente para que los cuides sin importar los medios..?”

- “Mi opinión es la misma Akasha. Si el anterior jefe de la policía secreta lo entendió, no veo por que tu no lo captas”

- “Mi padre era demasiado rígido. Sabes bien que nos interesa tu seguridad y la de tu familia ¿por qué tanto asco en utilizar el asesinato y la tortura para deshacerte de las molestias?, matar a los enemigos del Concilio es nuestra labor, sin embargo has rechazado todos nuestros intentos de aproximación y…”

- “Mis motivos son algo que no discutiré contigo. Les he dado esta audiencia sólo para que me expliques por qué vinieron a Japón antes de lo esperado, pero no hagas que pierda la paciencia: si te veo rondando a mi esposa o a alguien cercano a los míos..”

La mujer se estremeció. ¿Era una velada amenaza? ¿acaso él sospechaba sus intenciones?. Tuvo miedo, pero lo disimuló.

- “¡Somos tu protección Shaoran..!” –su voz sonaba ya desesperada.

- “Nunca lo han sido Akasha, sé muy bien lo que son... y en lo que te convertiste” –añadió reflexivo- “y no creas que no lo he lamentado realmente”

La mirada de la mujer examinó con interés el brillo en los ojos de él.. Y sólo vió lástima. Aquello la irritó, pero pensó fríamente en su situación y decidió pasar de la desesperación a otra táctica. Bien, si con súplicas no lo conseguía, quizá pudiera amedrentarlo.... aunque lo dudaba..

Valía la pena intentar..

- “¿Y no nos temes por ello?..” –replicó con una siniestra sonrisa- “hay un adagio en occidente que dice “es mejor unirse al diablo que atravesársele en el camino”. Es una expresión divertida.. si me permites decirlo, ¿no te parece?”

La estupefacción dio paso al enfado en el rostro del joven Jefe, que se puso de pie en un instante, irguiéndose casi majestuosamente en un instante...

- “¡¿Tratas de intimidarme?!” -los ojos de él lanzaron rayos y la mujer se espantó, controlando su temor a duras penas- “¡No te atrevas Akasha, no te atrevas!”

- “No... nunca” –suspiró, derrotada- “Sé bien que toda tu generosidad para con los clanes de Ping y tus otros maestros traidores o “los seis” la manifestaste porque no lograron dañarte,  pero tampoco ignoro que esa compasión no la aplicarías contra alguien que pusiera en peligro a tu adorada Sakura o tu hijo. Aunque siendo el pequeño un Li, jamás le haríamos daño” –añadió con una velada alusión a Sakura que hizo a Shaoran levantar una ceja.

- “Sakura es una Li.. a ver si te lo metes en la cabeza” –aclaró tomando asiento.

- “No por sangre” –murmuró Akasha muy bajito, antes de añadir en voz alta- “aunque creo que serías capaz de desollarnos vivos si los ponemos en peligro, aunque sea sin intención”

- “No lo dudes… cualquiera que constituya una amenaza para Sakura o Hien deseará no haber nacido”  –la voz de Shaoran era peligrosamente calma, pero estaba llena de una advertencia terrible- “ en cuanto a lo que ibas a decir sobre la reorganización de ustedes...”

La mujer pareció volver a su angustia.

- “¡Shaoran, no puedes hacer eso, nosotros somos la Policia Secreta!” –ya no servía de nada disimular su temor- “eso de organizarnos como una fuerza policial o especial no es costumbre. ¿Qué tiene de malo que eduquemos a nuestros niños como lo que serán desde la cuna?, ¡Así siempre ha sido!”

- “El asesinato y la tortura no son medios educativos para los niños varones de tu clan, ¡eso no es aceptable para mí!” –se indignó- “Tú tienes una hija de la edad de mi hijo Akasha.. ¿cómo puedes ordenar que se le eduque como una psicópata en potencia?, ¡esa no fue la educación que te dio tu padre!. No comprendo todavía cómo es que dispones cosas así, pero lo de los cambios de ustedes será dispuesto a votación en la siguiente reunión: todos tienen derecho a contar con una fuerza especial, pero regida por las leyes del Concilio Akasha. Un servicio de inteligencia no de aniquilamiento, ¡no pueden ustedes seguir como instrumento para el Jefe de turno!... eso degenera aún en venganzas personales  y no es justo..” –procuró explicarle con serenidad- “mucha de tu gente necesita ayuda, más que seguir involucrándose con crímenes...”

- “Lo hemos hecho durante milenios... ¿por qué quieres cambiar ahora?, ¡podríamos serte útiles para cualquier venganza o..!”

- “Akasha... es suficiente”

La mujer pareció contener su frustración por algunos momentos, pero luego susurró:

- “Sé por qué lo haces... pero también sabes lo que significa para mí ¿verdad?. Todos en mi clan murmurarán y dirán que esto ocurre por que es la primera vez en dos milenios que una mujer es Jefe de los Thughs, ¡por eso es que educo a mi hija de esa forma!!… ¡¡no tengo ningún descendiente masculino y ella necesitará no tener piedad para..!!”

La mirada de él se suavizó.

- “Akasha, no quiero destruir tu clan.... al contrario” –le explicó- “Yo más que nadie deseo que salgan finalmente de las sombras y sean aceptados como todos los clanes. Si eso ocurre, tu hija sería la primera beneficiada y la única forma para ello es organizando una Policía Secreta bajo la ley directa del Concilio, y no bajo los odios personales de los Jefes del Concilio de turno...”

- “Pero... eso debilita tu poder como Jefe del Concilio..”

- “El poder debe ser equitativo y amparado por las personas. Demasiado poder corrompe a la gente y no seré Jefe del Concilio para siempre” –pareció aliviado- “en dos años habrá elecciones y no pienso aceptar que me reelijan otra vez”

- “Pero...”

- “Quiero ayudar Akasha, no hundir a los Thughs. La historia puede ser oscura para ustedes pero no son los únicos en tener una historia así y haré lo que pueda por arrancarles ese estigma”

La mujer contempló el rostro apuesto del joven Jefe del Clan Li y del Concilio de Hechiceros de Oriente un brillo muy particular en la mirada, antes de hacer una profunda reverencia y abandonar el despacho de Shaoran..

- “Es demasiado honesto” –murmuró al salir al pasillo a Mahat, su lugarteniente, que la esperaba en silencio- “demasiado”

- “Pero mi ama... ¿qué hacemos?”

Los ojos castaños de Akasha Bhaktar, Jefa de los Thughs, se encontraron súbitamente con los enormes y verdosos de Sakura Li, quien no pudo contener su impaciencia y había venido a las oficinas de su esposo, desde su área en la agencia noticiosa del Concilio....

- “Dama Sakura” –saludó con una profunda reverencia y sin ocultar en su mirada la envidia que la sola vista de la antigua card captor le producía- “con vuestro permiso..”

La esposa de Shaoran Li siguió con la mirada la figura de aquella mujer mientras se retiraba, súbitamente consciente que ella era una amenaza...

 RIIIIIIINNNGGGGGGGGG

El sonido que anunció el fin de las clases sobresaltó a Hien, quien lanzó un profundo suspiro e hizo su maleta en silencio, pese a la algarabía general. Estaba distraído y levemente ¿compungido?, de modo que lanzó otro suspiro y estiró la pierna derecha para salir de su sitio, pero no pudo evitar lanzar otro suspiro melancólico..

- “Y no olviden niños.. la otra semana visitaremos la Torre de Tokyo como parte de las excursiones escolares del semestre, no olviden hacer firmar la autorización a sus padres…” –murmuró la profesora antes de abandonar el aula.

- “¡Oh no!, ¿por qué tenía que terminar tan pronto las clases hoy?” –pensó Hien con inquietud- “¡hoy pasaron muy rápido!” –dudó esperanzado- “pero lo bueno es el club…”

En realidad las clases no habían transcurrido fuera de lo normal ni estaban saliendo más temprano en el Campus Clamp de Tomoeda; sin embargo el pequeño niño aún lanzó otro suspiro y…

¡PLOP!

El sonido de un porrazo –y la risa general de sus compañeros- lo sacó de su ensueño..

- “¡Que buena bienvenida Li!” –rieron algunos, mientras la carcajada se hacía general.

- “¡Ja, ja, eso es mostrar como acaban las primeras clases para los nuevos!”

- “¡¿Qué?!”

Hien Li casi pegó un brinco y lanzó una mirada asombrada a la personita que había tropezado con su pie extendido  –mientras él seguía en medio de sus sueños- y que seguía en el piso... justo frente a él. En ese momento el niño vió con estupefacción que no se trataba de su prima Nadeshiko.. ¡era uno de los niños nuevos que habían llegado hoy a clase!.

- “Eh... ¡oye, no fue mi intención!” –murmuró visiblemente apenado- “¡yo no quise..!”

- “¡Tonto!” – le replicó el irritado niño, poniéndose de pie aún ante la risa del grupo, con la cara más roja aún que la mata de pelo que adornaba su cabecita- “¡ya me las pagarás!”

Hien frunció el ceño pero no replicó; sus enormes ojos verdes –rasgados y hermosos, con pestañas tan espesas que los hacían aún más expresivos- miraron el rostro de su compañero de clase y ante la auténtica expresión de vergüenza del otro –por el bochorno sufrido su primer día en la escuela- se quedó en silencio... apenado y confundido.

- “Oye... ¡Hien no quiso..!” –trató de intervenir Nadeshiko.

Ya era muy tarde, el pelirrojo había tomado sus cosas y echado a correr fuera del aula, ante la risa general.

- “Yo no quise hacerlo... ¡no fue a propósito!” –bufó Hien, irritado con todos y consigo mismo- “¡no lo hice por molestar!”

- “Le quise decir, pero salió muy rápido” –insistió su prima, que efectivamente trató de arreglar el lío- “fue muy feo..”

- “¡No sigas con eso Nadeshiko!” –protestó Hien- “¿tú también?”

- “Fue muy feo.. y raro, ver a alguien caer tan cerca de mí” –replicó la niña- “¡... y que no sea yo!”

Una gotita surgió sobre las cabezas de Hien Li y Miriel Hiragizawa, ante la última frasecita de Nadeshiko. Ciertamente la hija de Touya y Tomoyo Kinomoto había heredado de su abuela paterna algo más que su nombre y encanto: realmente era muy torpe y era extraño ver en el piso a alguien QUE NO fuera ella, sin embargo en ese mismo instante un leve temblor remeció la tierra por unos instantes y pese a que Miriel pareció alarmarse, Hien recogió a su prima sin añadir nada mientras el breve movimiento –de cinco a siete segundos apenas- terminó.

Y es que los temblores eran ciertamente comunes en Japón… aunque Miriel sentía cosas extrañas en los temblores leves que habían seguido al accidente de Hien en la torre del Reloj, pero como los niños estaban bien educados sobre cómo comportarse en caso de sismos ** no hubo pánico alguno.

- “Esta vez no fue mi culpa caerme.” –comentó Nadeshiko- “¿pasa algo?, ¡la gente afuera están diciendo algo!”

- “¡Se rompió la tubería!” –comentaron algunos niños, muy divertidos- “¡tenemos una nueva fuente por el temblor!”

- “Y eso que sólo es el primer día de clase..” –murmuró Hien notando con suspicacia la expresión atenta de Miriel- “¿qué tienes?”

La niña se encogió de hombros... De modo que se despidieron para reencontrarse después que volvieran de sus clubs, pero mientras Miriel y Nadeshiko partían para sus actividades –el club de música y el de dibujo, respectivamente- notaron como Otaru Terada cumplía con su deber de jefe de clase, hablando con el pelirrojo y ofreciéndole una guía por los clubs escolares a los que se podría unir; mientras en otra aula, Kia Monouhi encontraba difícil separar al alegre rubio recién llegado de un muy incómodo y aburrido Mamoru..

- “¡Oye!, mejor déjame en paz ¿si?”

- “¡Es que quiero ser tu amigo!”

- “Pero debo guiarte por los clubs escolares..” –le dijo Kia, a modo de explicación e interviniendo en la casi discusión- “vamos… también Mamoru vá al suyo y…”

- “¿Puedo yo unirme a tu club?” –preguntó el recién llegado.

- “¡Ni siquiera sabes en que club estoy!” –le replicó Mamoru, ya exasperado.

 

 - “¿Thughs***?” –la voz de Jeff O´Neill se escuchaba sorprendida por la línea telefónica- “no, claro que no Sakura, en Occidente no tenemos ninguna secta como esa. Son cosas que nosotros consideramos curiosidades del pasado, pero no hay registro de actividades Thughs en Occidente y mira que hay ya oficinas encargadas de casos paranormales en América y Europa..”

La antigua card captor insistió, pese a todo..

- “No me digas la versión oficial” –replicó algo divertida- “¿olvidas con quién estás hablando?, no tienes que enmascarar tu trabajo conmigo..”

- “¡Periodistas!, ¡sabía que ibas a dejar de ayudarme y pedirme algo en una ocasión y es ahora ¿no?!”

El pelirrojo irlandés bufó en voz baja, maldiciendo el acuerdo que había tenido con la antigua card captor hace tres años, acuerdo por el cual ella le brindaba información mágica que podía ser relacionada a los casos paranormales que él resolvía –extrañaba las épocas en que era un agente especial, feliz y silvestre- aunque con la advertencia que alguna vez podría pedirle algo...

- “Es un favor personal” –insistió Sakura- “¿sabes si se ha registrado actividades Thughs en Occidente?”

- “Mi estimada Sakura: mil veces lamenté el tener que pedir información al Concilio cuando me asignaron a trabajar en casos paranormales de la INTERPOL, pero el haber seguido la recomendación de Shaoran y pedir que tú y tu agencia noticiosa me informaran de cosas que me podían servir, fue la peor decisión de mi vida...”

- “No lo hago con intención de ponerte en apuros” –le replicó, tan gentil como siempre- “sólo es una respuesta simple lo que busco...”

- “Realmente no se ha probado la actividad Thugh en Occidente en los últimos 20 años, pero es probable” –asintió el viejo amigo de Eriol, mientras el espectro de Tsu Chin asentía a su lado- “se supone que fueron un culto extinguido por Gran Bretaña durante la colonización de la India, como Thugs no se les conoce en Occidente...”

- “¿Ves que no fue tan difícil?” –murmuró suavemente antes de añadir- “Estoy muy agradecida por tu aseveración, hasta luego”

El pelirrojo irlandés suspiró levemente con resignación cuando la comunicación con la esposa de Shaoran Li terminó. El había conocido a ambos durante la visita que hizo a Japón años atrás –la misma que le hizo saber de que su viejo amigo Eriol no era simplemente el hijo del embajador japonés en Inglaterra- y aunque en ese momento no había establecido relaciones de auténtica amistad con los Li, los conocía y apreciaba lo suficiente como para recurrir a ellos cuando las cosas en su vida cambiaron drásticamente..

Algunos años atrás...

Quizá fue el hecho que el espectro de Tsu Chin –la reencarnación del Druida Negro y quien fuera en vida el Heraldo de la Destrucción del Kamui Oscuro- le fuera asignado como fantasma permanente a él, lo que motivó todo el cambio. A Jeff no le interesaba la magia pese a haber visto mucho en Eriol y sus amigos durante su visita a Tokyo años atrás, pero cuando finalmente se reincorporó a sus actividades como agente de Scotland Yard e INTERPOL después de esta visita se encontró con que el fantasma de Tsu Chin se empeñaba en ayudarle y como tal, había muchas cosas “extrañas” a su alrededor que él no podía explicar a sus superiores...

- “¡Este fantasma demente me está convirtiendo en una especie de Fox Mulder****!” –había chillado histérico, años atrás en Inglaterra, cuando le habían cambiado de sección- “¡y yo no creo en extraterrestres siquiera!”

- “Amigo... estás histérico” –le dijo Eriol en ese entonces, tapando levemente el aparato telefónico para que su hija (apenas una bebé de 1 año) no despertara- “tranquilízate y dímelo con calma..”

- “Eriol: ¡me han asignado a la sección 27, la sección 27 de INTERPOL!”

- “Ayudaría que me dijeras que es la sección 27”

- “¡Es la maldita sección que investiga cosas raras!, ya te he dicho, mismo “Los expedientes X****”” –protestó el irlandés- “tu sabes: eventos paranormales, gente con telepatía, telequinesis o tele-lo que sea...”

- “¿Raptos alienígenas?, ¿averiguar si Elvis Presley era un extraterrestre?”

- “¡No es para tomarlo a la broma!” –se indignó el pelirrojo- “pero... bueno sí, también hay quienes se encargan de eso dentro de la sección 27” –se enfadó al oír la risa de Eriol por teléfono- “¡demonios, yo no creo en estas cosas!”

- “Jeff.. procura calmarte. Eres druida, no tendrás problemas en lidiar con algo así..”

- “Algo que quede claro amigo: no soy druida. Mis padres lo eran, yo no. Nunca he creído esas cosas, no me interesa la magia en lo más mínimo, no creo que haya algo más peligroso que una buena pistola o un arma nuclear… hasta que inventen algo mejor.. digo yo”

- “Pero te han asignado a esa sección..”

- “Sí, todo por este maldito fantasma...”

- “Eh... no me menciones a Tsu Chin, por favor” –pidió el hijo de Hajime Hiragizawa, cuyas malas relaciones con el espectro, eran de conocimiento general- “¿has considerado exorcizarlo?”

- “¡Eriol!” –protestó Yoko, al oírlo, mientras arropaba a su hijita- “¿cómo se te ocurre eso?, sabes bien que Tsu Chin está en expiación de sus culpas y...”

- “Si.. si.. olvida lo de exorcizar al siamés Jeff” –suspiró- “pero cálmate. ¿Ya te asignaron a esa sección, en forma definitiva?”

- “¡SIIII!” –gritó histérico- “¡y lo peor es que tengo un maldito caso y no sé ni por donde empezar...!” –siguió- “es decir, normalmente tendría que recurrir a la policía y servicios de inteligencia de Rumania y..”

- “Tu caso es en Rumania..”

- “Sí, estoy terminando de hacer mi maleta, pero estoy desconcertado. ¿A quién se supone debo pedirle datos, o pistas o algo siquiera con qué empezar mi investigación?, ¿a Drácula?, ¡no sé donde empezar!”

- “¿Por qué no consultas con ..?” –Eriol se detuvo a tiempo, recordando la muerte de los padres de Jeff- “¿no hay algún conocido de tus padres a quien puedas pedirle información o datos o algún conocido en Rumania?”

- “No, demonios, no” –replicó desalentado- “no sé a quien preguntar, y aunque sé que te hará reír te pregunto: ¿conoces a alguien en Rumania?, ¡estuviste allí dos veces!”

- “Pues...” –el inglés procuró recordar algo útil, pero no tenía idea- “Temo que no, no hay nadie que yo conozca en Rumania...” –reflexionó- “aunque lo que tú necesitas es información base no sólo para este caso, sinó para otros futuros también”

- “¡Genial!” –ironizó el pelirrojo- “¿¡y crees que yo no lo sé!?, ¡pero no sé de nadie que me la dé!”

- “Procura tranquilizarte... quizás alguno de mis amigos pueda ayudarte” –sonrió- “si, estoy seguro que Shaoran podrá ayudarte un poco..”

- “¿Shaoran? ¿el chico chino que era jefe de no sé que organización de magia en Japón?”

- “No es jefe de una organización de magia en Japón: es el Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente...”

- “Eriol... por si no lo recuerdas, estamos (yo hasta esta noche pero eso es otra cosa) en Inglaterra, ¡no en Oriente!”

- “Cálmate te digo...” –le tranquilizó- “ciertamente Occidente no tiene una organización como el Concilio de Oriente, pero estoy seguro (y conociéndolos como los conozco) que el Concilio debe tener al menos uno o dos contactos en cada país occidental..”

- “¿Tu crees?”

- “Bueno, no sé si contactos firmes, pero al menos deben saber por donde podrías empezar”

- “Pero.... yo apenas si conozco al chico Li, ¿cómo voy a pedirle eso?”

- “No te preocupes, ellos te ayudarán si lo pides. Shaoran no es de los que olvida a la gente, sólo coméntales tu nueva asignación y sé que te podrán brindar contactos con qué empezar...”

- “La gente del Concilio nunca te ayudará” –interrumpió el fantasma de Tsu Chin- “¡ellos siempre han desconfiado de Occidente y además...!”

- “Tsu Chin... ¡cállate!” –le gritó el irlandés- “todo este enredo es tu culpa” –volvió a dirigirse al auricular, donde se escuchaba a Eriol reírse- “bien amigo... espero que los Li tengan buena memoria...”

Aquel había sido el inicio de una relación de amistad entre el matrimonio Li y el irlandés agente de INTERPOL –ya eran años- relación que le hacía tratar más con Sakura que con Shaoran –ella estaba ya en la agencia noticiosa del Concilio - y había motivado un aprecio sincero de parte del irlandés y de los Li...

- “¿Para qué querrá Sakura saber sobre los Thughs?” –se preguntó Jeff, en la calma de su hotel en Tomoeda, dejando de recordar- “a lo mejor quiere investigar los clanes extintos de su Concilio...”

- “Los occidentales consideraron a los Thugs como una secta, al igual que el 80% de los clanes mágicos y otras organizaciones que forman el Concilio” –leyó Sakura en sus informes - “este clan se puso en evidencia ante el mundo durante la colonización de la India por parte del Imperio Británico, en la era Victoriana; pues los oficiales ingleses elevaron informes a su Majestad sobre lo que ellos llamaban “un extraño culto” . Según lo informado entonces, se reportó detalles de sus ceremonias donde la principal ofrenda consistía en el sacrificio humano hacia una feroz diosa del panteón hindú: Kali. Las ofrendas no eran solamente una sola persona, cuanto más asesinatos se cometiera se complacía más a su diosa (al menos así indican los informes ingleses de la época) pero los detalles de los ritos son confusos y muchos se han perdido. Sobre sus medios de acción favoritos es bien sabido que tenían particular gusto por el estrangulamiento y que había cierto éxtasis religioso y fanático (algo indicado textualmente en los informes ingleses) asimismo eran una secta ampliamente difundida y temida en todo el valle del río Indo y sus afluentes, aunque tenían mucha influencia en lugares lejanos como Egipto, China, Mongolia hasta posiblemente el propio sur de Africa” –la mujer de ojos verdes ojeó más informes y prestó particular atención a algo- “no se pudo verificar su antigüedad o establecer directamente la identidad de los miembros de la secta Thugh, pues no se pudo probar que grandes Maharajás, Gurús, Virreyes, Mandarines y hasta cosacos podrían haber sido miembros de la infame secta, sin embargo la persecución y fama siniestra que les hiciera el Gobierno Británico hizo que los rastros Thughs desaparecieran poco a poco, hasta hundirse en el olvido el recuerdo de los terribles estranguladores”

La hija de Fujitaka Kinomoto revolvió los papeles aún dudando...

- “De entre los clanes y organizaciones mágicas del Concilio sólo un 20% conocieron la existencia de los Thughs como integrantes de nuestra organización. Fue este 20% el que colaboró activamente con las autoridades británicas (y también por medios mágicos) para lograr la exterminación de este clan sanguinario en aquella época, siendo que diez años después de que la secta Thugh fuera declarada como inexistente por el gobierno victoriano el propio Concilio emitió el decreto que informaba a los clanes y demás organizaciones la extinción de ese clan”

La extinción del clan....

- “Eso es mentira” –pensó inquieta sabiendo que Akasha Bahktar, la mujer que había visto hace pocas horas, era la jefa del Clan Thugh- “el Concilio cree que el clan Thugh se extinguió durante la era victoriana pero no es cierto.... sólo fue que hicieron demasiado notoria su actividad y el Jefe del Concilio de esa época decretó su extinción aparente,  aunque conservándolos como policía secreta del propio concilio...”

- “Ellos son lo que el Concilio hizo con ellos Sakura. Y eso es algo que no pienso dejar que siga así”

Las palabras de Shaoran estaban en su mente...

 

Los dos niños que se enfrentaban en el club de kendo hicieron los movimientos de rigor, siguiendo las indicaciones del docente y ante la atenta mirada de todos sus compañeros; bueno, de casi todos, porque Hien Li y Mamoru Kinomoto estaban conversando algo apartados de los demás..

- “Si, fue tan leve el temblor que a nadie le importó” –le contó Kinomoto a su primo- “sólo un tonto recién llegado que se puso a gritar como niña, y que como se sienta a mi costado casi me deja sordo…” –notó la cara inquieta de su primo y murmuró más bajo- “¿crees que eso es una card o qué?”

- “No… no es eso. Es que…. La verdad…”

- “Li y Kasushita.. es su turno” –llamó el profesor, interrumpiendo la charla entre los niños- “tienen que cumplir los movimientos básicos y veremos como se desenvuelven hoy..”

Mamoru sonrió burlonamente… conocía bien de la habilidad de su primo. Bien, él lo molestaba todo el tiempo, pero no ignoraba sus dotes para los ejercicios físicos; ciertamente desde el accidente en la torre del reloj se había prometido ser su hermano mayor pero... es deber primordial del hermano mayor molestar al menor ¿no?.

Y también sentir cierto orgullo familiar… a veces.

Pero… claro, no iba a demostrarlo.

Efectivamente la práctica duró apenas instantes. Para Hien no era lo mismo manejar la espada de bambú que las armas con las que solía entrenar –que eran más pesadas- pero tampoco quería presumir y le dio una oportunidad a su rival de turno, sin embargo aquello no evitó que en breves instantes la espada de bambú volara de la mano de su enemigo..

- “¡Vaya, Li es genial!”

- “¡Es el mejor, a este paso tendrá un duelo con Kinomoto y allí si que veremos acción!”

- “Muy bien, sigan practicando… voy a tomarme un descanso” –replicó el profesor, sonriendo ante el nivel que alcanzaba el club de primaria de kendo y notando que su salida pasaba casi desapercibida pues los niños seguían felicitando a Li- “¡que niños!”

- “¡Genial!”

- “¡Realmente fuiste muy rápido!”

- “¡Y no hace mucho que te uniste al club!”

Mamoru soltó una sonrisa burlona en su carita, mientras Hien se avergonzaba un poco ante la atención recibida, pero..

- “¿Puedo probar?”

Las entusiastas frases de los niños fueron súbitamente detenidas por la vocecita infantil pero cuando todos se volvieron a ver de donde había salido, se encontraron con un confundido Otaru Terada –que sólo cumplía con darle el tour escolar de los clubs- y un niño pelirrojo que sostenía la espada de bambú que había volado por los aires –y que sólo esperaba que el profesor se fuera- mirando al hijo de los Li con aire de reto…

- “Aún te debo una disculpa..” –murmuró Hien- “yo no quise…”

- “Contéstame con esto” –replicó su rival, lanzándole la espada de bambú- “¿está bien?”

Los enormes ojos verdes de Hien parpadearon con asombro ante el reto, mientras el resto de los presentes no podía evitar un ¡oh! muy involuntario ante la audacia o inconciencia del recién llegado, y es que la pelea iba a ser interesante porque Hien Li no era de la clase de niños que se escabullían de los retos..

Pero si había que referirse a escapes, en ese mismo instante Rei Tsukishiro se escabullía del aula conservando su expresión helada y siendo alcanzado por  su amigo Tao Hiu, a quien dedicó una mirada más fría que de costumbre..

- “¡Te digo que yo no fui!”

Rei Tsukishiro miró a su amigo arqueando levemente la ceja .

- “¡Que no fui yo, no fui yo, no fui yo!” –repitió Hiu casi histéricamente- “¡demonios viejo, que falta de confianza!”

- “El año pasado hiciste.. una inundación”

- “¿En serio?... eh... si, bueno, supongo que sí, pero... ¿y qué?, ¡no soy de los que niegan haber hecho algo malo!”

La ceja en el rostro sereno de Rei se alzó un poquito más..

- “¡De acuerdo, sí lo hago!, ¡pero te digo que no fui yo esta vez!” –se cruzó de brazos, enojado- “además que lo mío es sólo agua...”

Tsukishiro se encogió de hombros.

- “Te repito... el elemento mío es el agua. ¡Causar temblores no es mi negocio!” –Tao pareció pensativo- “... ya sé que según tú yo soy la calamidad mayor de la escuela, pero no fui yo ¡y te aseguro que no soy la única calamidad suelta aquí!” –dijo intencionado- “sé que Tomoeda no suele sufrir de temblores como otros sitios de Japón pero debió ser natural porque no fuí yo… quizá alguien más...”

Rei volvió a encogerse de hombros, sin acoger la velada indirecta de su amigo.

- “Viejo: si sabes desde niño que yo soy la reencarnación de un poderoso hechicero de las aguas de hace siglos” –Tao adoptó la pose de un héroe de televisión- “no veo por qué no me crees cuando te digo que la magia puede estar donde menos se espera..”

- “Eso no es de mi incumbencia. No me interesa particularmente la magia porque con lo que he visto de ti, tengo suficiente” –replicó con leve fastidio en su inexpresiva voz- “Pero no inundes la escuela con agua otra vez o le darás problemas a mi padre..”

Tao resopló con resignación y se cruzó de brazos, mientras seguía caminando al lado de su mejor amigo. Ciertamente Rei sabía desde la infancia que Tao tenía ciertos “poderes mágicos” relacionados con el agua, pero el hijo de Yukito Tsukishiro se consideraba a sí mismo un estudiante común y sin talentos particulares, lo que lo hacía algo escéptico a la hora de creer en esas cosas. Sin embargo, había visto muchas veces a Tao inundar la escuela o ocasionar alboroto gracias a su poder y no acababa de creer que la rotura de la tubería de la primaria –ocurrida algunos minutos antes- o quizá hasta el leve sismo hubiera sido ocasionado por Hiu.

Y es que su amigo era bueno creando problemas, porque fuera Primaria o Secundaria a Hiu le daba lo mismo con tal de divertirse..

- “Hmmm...” –pensó Tao - “esto es magia... y magia de la fuerte.¿Sería ella capaz?” –dudó- “quien sabe....” -notó entonces que su amigo se desviaba rumbo al kindergarden y eso le alegró- “¿vas a ir a recoger a tu hermanito?, ¡genial, genial!, yo iré entonces a la primaria por la enana de Miriel...” –quedó embobado antes de susurrar- “a lo mejor logro alcanzar a May May..”

- “¿No irás a tu club?”

- “No, May May no tiene que ir al club de natación hoy y….. bueno, no hay motivo para que me quede en el mío si no la acompaño a la salida. Además tampoco tu hermanito tiene club hoy.. ¿no?”

Rei se encogió de hombros de nuevo y se marchó.

- “¡Definitivamente esta vez mi preciosa May May me hará caso!” –se entusiasmó Tao corriendo hacia la primaria- “¡viva!. Ciertamente es desagradable que el horario de May May coincida con el de Rei cuando recoge a Yuu, pero si él piensa fugar otra vez..” –miró a los alrededores- “y ella no lo ha encontrado aún ¡puede que yo tenga una oportunidad!”

Por supuesto que Tao no quería admitir que era May May quien hacía su horario siguiendo los movimientos del hijo del Director; pero desde su posición Rei Tsukishiro vió a su amigo marchar apurado y deseó con todo su corazón que Tao lograra captar la atención de la hiperkinética Li, porque el acoso que había tenido que soportar desde que esa chica se mudó con sus tíos, era tremendo. La chiquilla se le aparecía por todos lados, se le arrojaba encima y en un par de ocasiones había tratado de besarlo.

No es que no le gustaran las chicas –aunque creía firmemente que aún era joven para eso- pero detestaba que le acosaran de esa forma; y recordando súbitamente un encargo de su madre resolvió ir al despacho de su padre antes de recoger a Yuu, su hermano menor...

- “Estaremos complacidos de contar con un estudiante como tú” –la sonrisa de Yukito era gentil, cálida y amigable al charlar en su despacho- “y aunque nos tomará el resto del día organizar un horario adecuado para ti, estoy seguro que harás muchos amigos muy pronto”

- “No me interesan los amigos” –replicó desde la silla de alto respaldo una vocecita infantil, con acento peculiar- “no los necesito”

El Director General del Campus Clamp, intercambió miradas inquietas con Kaho Monouhi –Directora de la Primaria- comprendiendo que había algo realmente muy extraño en aquella actitud; sin embargo no pareció molestarse –en realidad nunca se molestaba- y se dirigió a la alta figura que acompañaba al niño.

- “Espero que el señor Romanova venga a visitarme mañana. Realmente me gustaría hablar con él”

- “Lord Ruthwen hará lo posible por visitarlo mañana, señor Director”

- “¿Lord Ruthwen?” –repitió Yukito, confundido y revisando los papeles de inscripción del estudiante- “por supuesto..” –pensó tratando de darse una justificación a aquella actitud- “el pobre niño no tiene padres..” –continuó en voz alta- “recibiré al señor tutor cuando le sea posible”

Kaho examinó con su mirada aguda la figurita infantil ante ella y lo que notó la inquietó todavía más... a la vez que le inspiró profunda pena,  pero el escrutinio no le gustó al pequeño e hizo una seña casi imperceptible a quien le acompañaba, haciendo efectiva una retirada..

- “Pasen por favor, a llenar las formas y papeles necesarios con la secretaria....” –dijo Yukito a modo de despedida.

Kaho y Tsukishiro vieron marcharse a sus visitantes intercambiando miradas inquietas, pero estas personas tropezaron con Rei en la antesala apenas unos instantes.. los suficientes para que el hijo mayor del Director del Campus notara la iracunda mirada infantil dirigida hacia él..

Aquel niño se había sorprendido de verlo... y lo había mirado con una rabia tremenda..

- “Padre, buenas tardes” –saludó después de hacer lo propio con Kaho, añadiendo, con una curiosidad insólita en alguien tan reservado como él- “quien.. ¿quién era ese niño?”

- “Un nuevo estudiante que debe incorporarse mañana” –replicó Yukito, algo pensativo- “lo verás en algunas de tus clases también...”

- “¿En mis clases?, ¿un niño?”

- “Es un niño genio” –explicó Yukito con algo de tristeza al contemplar el expediente infantil- “está en la Universidad pero tomará algunas clases en diversos salones… en secundaria y primaria. Es un pequeño genio matemático, pero tiene problemas con otras materias”.

- “Un genio” –repitió Rei, inexpresivamente.

- “Temo que será un problema” –suspiró el Director, mirando a Kaho- “pero decidí aceptarlo aquí por que quizá podamos ayudarle..”

- “Yukito, dudo que el pequeño o su familia quieran venir a una sesión de terapia familiar contigo” –Kaho era más realista- “además, siempre tenemos uno o dos casos así cada año. En fin, los dejo”

- “¡Oh si!” –suspiró Yukito comentándole a Rei- “pese a todos nuestros esfuerzos como docentes, cada año siempre tenemos varios estudiantes con problemas de actitud, retraimiento o problemas de casa y personales” –volvió a mirar el expediente- “sean niños comunes o genios matemáticos..”

Rei asintió en silencio comprendiendo de lo que hablaba su padre, pero no pudo evitar pensar en el por qué aquel chiquito le había mirado con tanta ira. El jamás le había visto, pero al niño definitivamente le había molestado algo en su aspecto..

Se encogió de hombros en silencio...

 

- “Cumpliré mi promesa y seré cuidadoso Sakura.. ¿estás contenta?”

Shaoran sonrió con seguridad en su despacho, mientras su esposa aún estaba inquieta por la visita de Akasha a esa misma oficina, apenas algunas horas atrás..

- “Lo que sí me preocupa es la llegada de mi madre..” –replicó él con seriedad- “espero equivocarme, pero Hien se puso nervioso esta mañana cuando supo que tendría que saludarla al volver de la escuela”

- “Le diré a May May que no los deje solos. ¿Eso te hace feliz?”

Shaoran negó con la cabeza.

- “Supongo que está bien. Aunque lo que me haría feliz sería que ella dejara de pensar en que somos máquinas a las que sólo da cuerda el deber” –murmuró seguidamente- “No me importa que esa siempre haya sido su actitud conmigo, pero no toleraré que lastime a Hien con eso. Sabes bien que está muy tenso... especialmente por lo de las cards”

- “El estará bien. Le pediré que sea paciente…. Y controle su miedo” –sonrió Sakura después de pensar esa última frase- “sé que tiene temperamento, pero es un niño muy dulce y gentil...”

El golpe en pleno rostro le hizo dudar, pero Hien Li se mantuvo en pie a duras penas, mientras Mamoru y el resto del equipo de kendo miraban lo ocurrido con expectativa...

- “¡Eso debió haber dolido!”

- “¡Defiéndete!” –le dijo el pelirrojo- “¿acaso no tienes agallas más que para burlarte delante de la gente?, ¡pelea!”

- “Ya te he dicho que no fue intencional.... y ya me pegaste por eso. ¿Ya estás contento?, ¡no tengo por qué pelear contigo por una razón tan tonta!” –le replicó mirando al niño nuevo, que ante su negativa a luchar con él usando la espada de bambú le había soltado un puñetazo - “No quise burlarme de ti, sólo estaba distraído..”

- “¡Mentiroso!, ¡eres un cobarde!”

El ceño del pequeño Li se frunció, pero continuó:

- “No es verdad. Te he dejado pegarme por que es justo que estés enfadado y ya estamos iguales, pero.. no me busques pelea en serio o vas a lamentarlo..”

- “Ya veremos quien lo lamenta” –el otro estaba furioso- “Conozco bien a la gente como tú, ¡siempre se burlan de los demás y ya no voy a tolerarlo!”

Con este pequeña introducción, el pelirrojo a quien Hien había hecho zancadilla antes de salir de su salón –acto involuntario del hijo de Sakura- volvió a dirigir otro puñetazo en busca de volver a lastimar a su oponente, pero Hien se movió con rapidez, adoptando inmediatamente una pose de defensa en artes marciales que hizo que el otro le mirara interesado:

- “Artes marciales chinas.. ¡bien!” –resopló el pelirrojo- “¿crees que con eso me asustas?” –su puño se movió nuevamente y Hien volvió a esquivarle- “¡oh diablos!”

- “¡Basta!” –gritó el hijo de Shaoran antes de lanzar un ataque que tuvo la virtud de lanzar a su oponente al piso- “ya es bastante...”

- “¡Grr...!” –gruñó el otro, limpiándose un hilito de sangre que le corría por la mejilla- “¡esta me las pagas!”

Rápido como una centella, el de cabellos rojos se puso de pie con un salto tan veloz que le hizo quedar muy cerca del pequeño Li quien apenas si pudo poner sus brazos ante su rostro a modo de defensa pero que fue lanzado al piso con una llave de lucha que dejó atónitos a los espectadores..

- “¡Demonios, son realmente veloces! ¡miren eso!”

Ambos niños estaban ya en un combate reñido de puño limpio, donde sólo la agilidad era el mejor escudo contra la habilidad de su rival. Y los golpes y movimientos eran realmente asombrosos para quienes apenas si podían seguir el curso de la riña..

- “Creo que mejor busco al profesor..” –murmuró Terada, ya inquieto- “yo…”

- “Déjales… esto es cosa de hombres” –le comentó Mamoru- “ambos son buenos y a veces esta es la única forma de solucionar las cosas”

- “¿De veras crees eso?”

- “Esto ya no me está gustando” –pensó Mamoru- “el tonto dijo que le debía una satisfacción a ese mocoso por lo de la zancadilla que me contaron, pero es demasiado.. ¡van a hacerse daño!”

Ajeno a las reflexiones de Mamoru, Miriel Hiragizawa observaba desde fuera del club y con disimulo desde una ventana… y es que desde que ambos niños trataban de averiguar su identidad como Card Captor, la pequeña hija de Eriol tampoco perdía de vista a ambos niños… aunque siempre los observaba con una sutileza tal, que ninguno la había notado.

- “Lo asombroso es que ambos son realmente veloces” –pensó Miriel, contemplando los movimientos casi felinos de Li- “ni siquiera Kinomoto es tan rápido como Li, pero aquel nuevo parece ser tan bueno… incluso un poquito más veloz..”

- “¡Por favor Superior Kinomoto!” –suplicó Terada- “¿no puedes detenerlos?, ¡si alguien más les descubre peleando tendrán problemas!”

- “¡Quien tendrá problemas será quien se meta en medio!” –le contestaron los niños - “¿no lo ves?, apenas se han hecho daño porque ambos son muy rápidos para tocarse..” –ambos niños giraron en el aire, evitándose en ese instante, y hubo un asombro general - “¡ohh!, ¿cómo hacen eso?”

Los puños del nuevo buscaron nuevamente el rostro de Hien, quien evitó el golpe nuevamente quebrando su figura infantil en un ángulo casi imposible para tomar en ese mismo segundo el brazo del pelirrojo y aplicar un movimiento de artes marciales que les llevó a ambos al piso, donde rodaron en medio del espanto de los espectadores... pero apenas fue un instante, pues ambos se separaron de un salto. Pero apenas Hien había brincado lejos de su oponente, éste salió de la nada a sus espaldas y el hijo de Sakura y Shaoran logró defenderse a duras penas cuando el extranjero le lanzó una patada, que Hien contestó con otra idéntica... que les hizo a ambos volar en direcciones opuestas..

Antes que a Hien se le congelara la sangre en el corazón.

Había una figura femenina mirándoles desde la sombras..

 

La pequeña figura alada se quedó estático tratando de pasar desapercibido, mientras notaba cierta diversión en los ojos azules del visitante...

- “Sabía que aquí estaba la partitura” –replicó la voz varonil, divertida- “bien, es la última vez que dejo que Lord Kerri le preste algo original de Federico Chopin a una niña de siete años..”

Unos leves golpecitos en la puerta se escucharon y una voz femenina preguntó:

- “¿Lo encontraste?”

- “Si” –dijo antes de abandonar la habitación infantil- “aquí está” –hubo cierta sonrisa maliciosa en su rostro- “ven, vamos a llevárselo...”

La pequeña figura alada vió alejarse a la joven pareja a través del quicio de la puerta y suspiró aliviado. Había temido seriamente ser descubierto y finalmente volvía a sentirse seguro..

- “Esto es más divertido de lo que yo mismo pude haber planificado” –decía Eriol, instalándose en su despacho, ante la mirada atenta de su esposa- “¡el propio Kerberos escondiéndose de mí!”

- “Eriol, no es gracioso. Nunca esperé que algo así ocurriera”

- “Yo tampoco niña mía. Pero no te niego que me encanta esta especie de juego” –los ojos grises le miraron con reprobación- “¡oh, vamos, no negarás que es divertido!”

- “Sí, un poco, lo admito” –una sonrisa iluminó el rostro bonito de Yoko Hiragizawa- “pero… nunca esperé que Miriel encontrara el libro de Sakura cards” –reflexionó la joven china- “no había dado señal de tener magia hasta hace muy poco... ¿cómo iba yo a saber que ella iba a arreglarse para encontrar el libro que Yukito debería tener en su casa?”

- “Creo que Yukito no se ha dado cuenta, pero ya sabes: “no existen las casualidades, sólo lo inevitable”...”

Yoko Hiragizawa reflexionó unos instantes..

- “Cuando Miriel nació, no sabíamos si tendría magia o no” –recordó- “por eso me opuse a que le empezaras a enseñar cosas, hace apenas más de un año que sentimos que había poderes en ella...”

- “Lo que querías evitar es que le enseñara algunas de mis artimañas” –rió él.

La señora Hiragizawa sonrió.

- “Bien, es cierto... pero es que tú eres capaz de enseñarle cosas de tu pasado como Clow y eso no era justo” –continuó tras un respiro- “sabes bien que cada persona debe aprender a descubrir su propio poder. El hecho que tú y yo tengamos recuerdos de nuestras encarnaciones anteriores no significa que tú debas darle aquellas ventajas”

- “¿Por qué no?, Shaoran y Sakura educan a su hijo con todo lo que saben...”

- “Es diferente, y lo sabes. Ellos le educan con lo aprendido en sus experiencias y no sería malo que tú y yo le enseñáramos a Miriel lo que hemos aprendido hasta ahora, pero..” –suspiró mientras él se reía- “te conozco Eriol. Vas a enseñarle además todo lo que sabes como parte de los recuerdos de Lead Clow... y eso no es ético”

El hijo de Hajime Hiragizawa no pudo evitar sonreír más ampliamente.

- “Si, tienes razón... por eso no me opuse en el pasado a que no le dijéramos nada a Miriel” –aceptó- “Sé bien que como yo no pertenezco al Concilio y no tengo ningún clan mágico detrás de mí (como el pobre Shaoran) no tengo obligación ni tradiciones que me obliguen a educar a mi hija como los clanes educan a sus niños, y como tu dices: no sabíamos si Miriel tendría magia o cuando se presentaría. Pero no te niego que me parece tremendamente divertido que ella crea que nos está engañando: que piense que tiene magia y que nosotros somos personas comunes y corrientes... sin una gota mágica”

- “Eriol...”

- “Si, sé que Miriel se parece más a mí de lo que te agrada ¿no?” –replicó rodeando los hombros de su esposa con sus brazos- “¿verdad?”

- “No, no es verdad” –negó con calor- “es sólo que.... me preocupa. Eriol: le hemos dado todo a Miriel y soy consciente de que tiene mucho talento musical y es muy lista además de tener estos dones..” –suspiró- “eso es justamente lo que me inquieta: no quiero que sea una chiquilla engreída, mimada y caprichosa por el hecho de haber tenido todo lo que hemos podido darle. Ciertamente como madre quiero que tenga todo, pero a la vez el conservar en secreto nuestro poder nos permite apreciar si ella tiene la madurez para usar la magia como debe...”

- “Yoko, Miriel tiene 7 años”

- “Lo sé. Pero quiero saber si la hemos educado bien hasta ahora... y ver como usa sus dones es una forma de notar si no la hemos consentido demasiado”

- “¿Por qué te preocupas por todo?”

- “Eriol, nosotros sabemos que Miriel abrió el libro de cards con mucho menos despiste que Sakura...” –comentó- “¿cuántas cards se le escaparon?, ¿cinco? ¿diez?, ¿veinte?, ¿son pocas cards las que tiene que capturar!”

- “¿Que quieres que diga?, es una pequeña muy inteligente...”

- ¡Eriol!”

- “Tranquila niña mía. Podemos apreciar cómo Miriel usará sus dones mágicos sin temer que Kerberos nos reconozca, no olvides que los recuerdos de él están sellados. Sakura no quería que él la recordara con pena o nostalgia y deseaba que empezara de nuevo con quien el destino le pusiera.. ¿cómo íbamos a saber entonces que iba a ser nuestra hija?”

- “Es complicado”

- “Lo sé. Tao tiene magia y Miriel lo sabe. Ella ha descubierto que tiene poderes hace muy poco, pero no sabemos si se lo ha dicho a Tao o a alguien; y por supuesto que Tao sabe que no debe decirle a nadie que nosotros y los Li no somos solamente embajadores o que Shaoran y Sakura no son sólo dueños de un consorcio internacional y una agencia noticiosa respectivamente”

Una gota apareció sobre la cabeza de la joven china…

- “Me estás enredando”

- “Querida niña: estamos enredados” –sonrió él- “Aquí el hecho simple es que ninguno de los niños sabe que sus padres tienen más habilidades de las normales...salvo Hien Li, que sí sabe de Shaoran y Sakura, pero no de nosotros ni de nadie más. Todos estuvimos de acuerdo en que era una forma de protegerlos..”

- “Es que..”

- “Creo que ya sé lo que sintió el señor Kinomoto al apreciar la forma como asumían sus hijos sus poderes, sin decirles que provenían de él” –reflexionó- “Lo importante es que tienen menos presiones..”

- “Eriol, lo que me preocupa es cómo Miriel use las Sakura cards. ¿Sentiste lo de esta mañana?” –la expresión de Eriol se tornó seria- “otro de esos temblores que las escalas de Richter no pueden registrar… sé que tú y  Shaoran están averiguando al respecto pero no deja de parecerme extraño..”

- “Lo sé. Pero es mejor no inquietar a nadie hasta tener ciertas bases” –comentó el inglés- “y tal como observaste atinadamente el otro día, los movimientos telúricos empezaron poco después del accidente del hijo de Sakura y Shaoran”

- “Cuando creíste ver al Kamui..”

- “Desgraciadamente, no puedo estar seguro si era él del todo..” –reflexionó Hiragizawa.

En la habitación de la pequeña Miriel, un simpático ser con alas y muy parecido a un peluche miraba con inquietud el camino que llevaba al campus Clamp..

- “Hmm... no me engaño, hubo una gran magia saliendo de la escuela de Miriel” –se sentó en el lecho de la niña, comiendo un dulce que el padre de la pequeña había olvidado- “y ese temblor…. No fue una card. ¿Acaso otro card captor o qué?” –se rascó la cabecita con gesto perplejo- “¿y por qué siento que he olvidado algo importante?. El nombre de mi creador era Clow, pero.... pero yo quise a una dueña antes que a Miriel, ¿quién era ella?, ¿quién?” -contempló el libro de cards- “las Sakura Cards también quieren saber y Sakura es una flor.. o un nombre relativamente común” –recordó con una risita- “¡lo bueno es que me lo ha prometido..!” –suspiró- “aunque cada día es más difícil escabullirme de los papás de Miriel…”

- “Lo prometido es deuda Keroberos..” –había sido la frase de Miriel al escuchar los difusos recuerdos de la bestia del sello- “no voy a detenerme hasta ayudarte a descubrir quien fue tu antigua dueña.. es una promesa”

Los ojos mieles contemplaron con estupefacción y pena los restos de su filmadora, mientras un par de zapatos pisaban con saña todos y cada uno de los trozos rotos, hasta hacerlos totalmente inservibles..

Mientras Misa Yamazaki, la única testigo casual de la escena, estaba también atónita.

- “Por..¿que?” –murmuró le hija de Touya Kinomoto, aún sin creerlo.

- “No tenías permiso para filmarme” –le espetó bruscamente el niño, que no contento con arrebatarle el equipo de grabación la miraba con desdén- “¿todavía te atreves a preguntarlo?”

- “Yo… yo sólo… yo filmaba las mariposas” –explicó la pequeña, tratando de contener sus lágrimas- “…no te estaba filmando a ti”

- “Pues entonces esto te servirá de lección” –le dijo en un japonés con un marcado acento extraño- “si eres lista no volverás a cruzarte en mi camino”

El aludido rió desagradablemente mientras lágrimas silenciosas se deslizaban por las mejillas de Nadeshiko; pero la pequeña Misa Yamazaki estaba atónita: ¡si Kinomoto y Li sabían de esto ese niño iba a tener problemas!, definitivamente no sabía con quien se había metido. Sin embargo, los pequeños guardianes de Nadeshiko no estaban y aquel niño la empujó inmisericorde, aprovechando el estado lloroso de la niña quien cayó al piso sin quejarse, pero desde allí lo miró con sus enormes ojos mieles empañados de lágrimas…

Lágrimas asombradas que no escondían una mirada acusadora que no era común en su gentil carácter.  Una mirada insólitamente fuerte en su dulces ojos mieles.

- “¿Tienes algo que reprocharme mocosa?” –le espetó el niño antes de sacar un manojo de billetes de un bolsillo y arrojárselos a la cara- “Toma de una vez… cómprate otra de esas porquerías y no te cruces en mi camino de nuevo” –dijo con otra risita desagradable y cruel, que era extraña y terrible en un rostro infantil- “porque a la siguiente no seré tan generoso, ¿lo oíste?”

El pequeño caminó los pasos escasos que le separaban del lujoso vehículo bajo la acusadora mirada de la niña, pero súbitamente los gentiles ojos de la hija de Touya irradiaron decisión cuando, rechazando el apoyo de Yamazaki se puso de pie y corrió hacia la limousina para tirar por la ventana abierta los mismos billetes, ante la misma cara infantil que se los había lanzado..

- “Te hacen más falta a ti…” –le dijo con una mirada decidida, mientras el chiquillo de acento extraño la miraba como deseando fulminarla- “dudo que tengas algo más que dinero”

La velocidad del vehículo impidió a Nadeshiko y a Misa Yamazaki notar algo más que el pálido y furioso rostro infantil, pero pasado los primeros instantes de sorpresa la hija de Takashi Yamazaki murmuró su asombro ante aquella reacción tan insólita en la normalmente gentil Nadeshiko..

- “¡Es la primera vez que te veo enojada!” –murmuró- “claro que ese niño es más que odioso, ¡pero deja que tu hermano y Hien le pongan en su sitio y verás como te pide perdón y..!”

- “No, Misa. No les digas nada”

- “¡¿¿Que??!, ¡no digas eso!, ¡Mamoru y Hien le darán una lección!”

- “Y se meterían en líos por pelear… y no quiero, además que ese niño no lo vale” –replicó con su voz dulce y gentil de siempre- “¡por favor Misa!, sabes bien que Hien y mi hermano se pondrán imposibles!”

Yamazaki dudó, pero sonrió después de pensarlo un rato..

- “Bueno, igual que aunque no parece, no los necesitas.. ¡lo pusiste en su lugar cuando le tiraste su dinero en la cara!”

Ambas pequeñas rieron recordando la cara del extraño y posiblemente hubieran conversado aún más de eso, pero un chico del aula de Mamoru llegó sin aliento a avisarle a Nadeshiko que había una pelea en el club de kendo y que el protagonista era Hien, y ni que decir que ambas niñas corrieron hacia allá olvidando lo ocurrido.

Olvidar...

No siempre era tan simple… ¿verdad?, y es que a veces olvidar no impide los deseos de saber lo que se ignora, justamente por el enigma que esto representa. Precisamente era esto lo que pasaba por la mente de Megumi Togakutsuki, la amable muchacha que trabajaba en la biblioteca pública de Tomoeda. Siempre le habían gustado los libros pero últimamente deseaba tener experiencias diferentes; hacía cierto tiempo que deseaba cambiar de empleo pero no se decidía. Podía ser cosa de cansancio o que necesitaba vacaciones pero….

Se encogió de hombros y siguió trabajando…

Aún no sabía que deseaba hacer, de modo que revisó la lista de libros prestados a lectores anotando los avisos que iba a remitir y separando los que todavía tenían plazo de entrega de textos..

- “Sakahashi, Mizuhara, Kinomoto, Terada…” –murmuró pensando a su vez- “tal vez me siento algo enfadada por la rutina de mi trabajo..”.

- “¡Oye, debería sentirme enfadada, pero no puedo enojarme con alguien tan bonito!” –casi gritaba la entusiasta May May Li en esos momentos- “¡mira que confundirme con la abuela!. Bien, no diré nada sobre esos juegos rudos con aquel niño pero….”

- “Fue sólo la sombra May May… lo siento” –replicó Hien abandonando el club de kendo y cambiando el tema del niño pelirrojo, mientras Mamoru, al igual que la aparentemente recién llegada Miriel Hiragizawa miraban con interés y desconfianza los ojos aún enrojecidos de Nadeshiko- “ya vámonos..”

- “¡¡Pero que serio está hoy mi precioso primito!!” –la voz aguda hizo saltar a Hien y a todo el grupito- “¡SI ESTOY CON EL NIÑO MÁS LINDO DE TODA LA PRIMARIA!”

- “¡May May, cállate, me estás avergonzando!” –protestó el aludido con la cara muy roja.

- “¿Y por qué tienes que tener pena?, ¡no es tu culpa ser tan bonito y apachurrable!, ¡mira como te miran todas las niñas!, ¡¡JA, JA, JA, JA!”

- “¡Te he dicho un montón de veces que los niños no son bonitos, eso es cosa de niñas!”

Una gran carcajada surgió de la siempre vivaz May May Li y su pequeño primo, mientras se adentraban al patio principal del Campus después de que su prima adolescente le proporcionara a Hien un susto casi de antología. Sin embargo, pese al despliegue de alegría de la joven Li, Mamoru Kinomoto miraba a su hermana en forma penetrante.

- “¿Por qué dijiste que estaban rojos tus ojos?” –murmuró.

- “Me caí con la cámara por filmar el sol… por eso estarán rojos, ya te dije”

- “Pareces detective Mamoru..” –rió Kia, que caminaba al lado de su mejor amigo.

Yamazaki no dijo nada y se despidió a toda prisa, tirando de su amiguito Terada antes que le hicieran preguntas difíciles, pero Miriel notó que Mamoru pareció creer las excusas de Nadeshiko aunque ella estaba segura que su amiguita mentía y no comprendía por qué. Es decir, no había nadie en todo el campus –en el Kinder, Primaria, Secundaria, Preparatoria o Universidad- que se atreviera a lastimar a la pequeña y encantadora Kinomoto, no sólo porque ella era muy gentil, sino porque contaba con dos guardianes formidables y bien conocidos por todos: Mamoru, que era respetado, admirado y temido –la pobre niña de ojos mieles apenas si tenía conocidos varones, pues los celos de su hermano eran de temer- y además ahora estaba Hien Li.. su primo.

Alguien muy habilidoso en los deportes y realmente popular en la escuela…

Ciertamente el paso de Hien estaba siempre rodeado por sonrojos infantiles, pues era realmente un niño muy “bonito” con su piel tan pálida y casi femenina, su cabello claro que caía sobre su rostro y sus enormes y bellos ojos verdes sombreados con pestañas espesas realmente envidiables; pero su actitud entre tímida y seria hacía que las cosas no pasaran de allí, sin embargo desde la llegada de su prima May May las cosas a la salida de las clases eran las mismas...

- “¡QUE LINDO, QUE LINDO, QUE LINDOOOOOO!”

- “¡Suéltamee!”

- “¡Le daría a ese niño mi mesada por cambiar de lugar con él!” –murmuró Tao Hiu,.mientras se acercaba al grupito infantil empujando su bicicleta- “¡¿no quieren que les acompañe a casa: May May, niños?”

- “¡Buenas tardes superior Hiu!” –saludaron los pequeños a coro.

- “Hola Tao” –saludó Miriel.

- “Hola enanos… enana” –bufó casi babeando ante la figura de May May- “¡demonios, si sólo pudiera estar yo en lugar de ese enano!”

- “¡Que me sueltes May May, me estoy ahogando!”

Tao suspiró de nuevo, mientras el color morado se extendía por la cara de Hien.

- “En realidad sí se está ahogando” –murmuró Miriel a su amiguita Nadeshiko.

- “¡Ay!, ¡ahógame a mí!” –murmuró Tao Hiu- “¡ahógame, aplástame, hazme pedacitos!”

Efectivamente, el rostro de Hien ya estaba morado... y es que su prima adolescente le había abrazado con todas sus fuerzas haciendo que el pequeño rostro infantil quedara casi ahogado entre su.....

Muy prominente…….. busto.

Realmente le era difícil respirar con la cara…. allí.

- “¡Si, sí, ahógame a mí!” –siguió diciendo Tao, casi babeando ante la escena, imaginándose en lugar del niño- “¡por favor!”

- “Quizá algún día.. ¡no pierdas la esperanza!” –rió coqueta, soltando a Hien- “¡Oh mi pobrecito pequeño!, ¿estás bien?”

- “¿Cómo..? ¡cof, cof!,.. quieres que...?!” –bufó el aludido, con irritación- “¡Casi me matas!”

- “¡Es una forma hermosa de morir!” –sonrió Hiu.

- “Ya no te enfades... arruinarías esa carita hermosa” –replicó May May, divertida, acariciando la carita infantil que gruñía- “¿qué tanto murmuraban?”

- “Demasiados niños nuevos”- explicó Kia Monouhi con rapidez, sin mencionar el reto de Hien en el club a Hiu, algo que ya le acababa de contar Mamoru- “¿también tienen gente nueva en sus aulas, superiores?”

- “Si. Pero ninguno parece competencia para mi Rei, ¡eso es lo más importante!” –comentó divertida, notando que no encontraban a Tsukishiro - “pero.. ¿dónde se ha metido mi querido Rei?”

La pequeña Miriel Hiragizawa contempló la curvilínea figura de May May con atención y no dijo nada, mientras Nadeshiko sólo caminaba en silencio al lado de su mejor amiga..

- “Fue a recoger a su hermanito, ya sabes como es...” –replicó Tao Hiu- “¿por qué siempre insistes en recoger a los enanos?, ¡yo podía haber pedido el rolls royce de la embajada!, es un auto de colección y antiquísimo, no te digo ir en esta cosa” –señaló su bicicleta- “esto es manía del viejo Rei, ¡te hubiera llevado a casa con estilo si no insistieras en recoger a los enanos!”

- “No a los enanos... ¡a MI niño!”

- “¡No soy tuyo!”- bufó Hien- “¡y no me trates como bebé!”

Tao lanzó sobre Hien una mirada de envidia, mientras Mamoru y su condiscípulo Kia se encogían de hombros ante la mirada suspicaz del adolescente. Por supuesto, Tao sabía que ambos eran aún niños pero también sabía que eran bastante despiertos y les parecía “embarazoso” el exagerado gesto afectuoso de May May hacia su primito - el hecho que la adolescente May May abrazara a Hien cada tarde hasta casi ahogarle el rostro entre su busto- aunque el único que no notaba nada –más que la “molesta” sensación de casi ahogarse-... era Hien.

- “Demasiado ingenuo” –pensaba Tao - “¡Ay, ¿por qué no me pasa eso a mí?!, ¡yo no tengo nada de inocente!, ¡ni siquiera cuando tenía cinco años!”

- “Bueno, precioso nene” –sonrió May May, con su acostumbrada franqueza- “¿y qué te ha puesto tan nervioso como para confundirme hace un rato?”

- “¿Nervioso?” –repitieron Mamoru y Kia.

- “¿Te confundieron amorcito?” –saltó Tao mirando a May May.

- “¡No estoy nervioso!” –protestó Hien.

- “Hmmmm.. ha estado muy nervioso todo el día..” –reflexionó Miriel, mientras la mirada miel de Nadeshiko le daba la razón en silencio- “cierto… por eso hizo caer a Mc Nessa, estaba muy despistado..”

- “¡No estoy nervioso he dicho!”

- “¡Oh, claro que lo estás!” –insistió May May, haciendo un puchero- “¡te conozco bien niñito!”

Los ojos verdes de Hien miraron a sus primos y sus amigos por unos segundos, tratando de aparentar irritación... pero finalmente no pudo continuar fingiendo y murmuró con desaliento..

- “No estoy nervioso. Bueno... quizá un poquito. Es que hoy llega mi abuela por un rato..”

- “¡Ay, ni que fueras mi papá!” –rió Mamoru- “si él ya lleva aguantando a mi abuela varios meses en la ciudad y aún no la ha llevado al aeropuerto pese a que se muere por hacerlo”

- “Mamá no le dejaría..” –murmuró Nadeshiko, con una risita.

- “Ah.. hablando de tu abuela...” –interrumpió Kia- “¿ya saben cuando saldrán los nuevos accesorios para el Angelic Layer*****?”

- “Ya te dije que la abuela dijo que iban a salir a finales de mes... ¡mi abuela no es el científico que hace el “angelic layer”!”

- “Ya lo sé... pero me encanta el juego y quiero saber más. Sabes que tengo un website dedicado íntegramente al “Angelic Layer”. Los modelos de ángeles, los nuevos y más destacados “Deus”.. todo es importante para mí. Además prometiste que le pedirías a tu abuela que me arreglara una entrevista con el profesor Mihara”

- “¡Te dije que iba a tratar!, ¡ni siquiera yo conozco al tipo!” –protestó Mamoru, ante el asedio de su mejor amigo.

Ciertamente “Angelic Layer” había sido desde su lanzamiento –hace ya unos meses meses- todo un “boom” en los juegos para niños y jóvenes, al punto de organizarse rápidamente torneos y competencias de nivel asombroso (en ese momento se realizaba la principal de ellas en Tokyo). Pero ciertamente estos torneos –donde combatían pequeños muñecos llamados “ángeles” en contacto mental con sus dueños, llamados “Deus”- eran grandes eventos, llenos de fanáticos.

Lo que enorgullecía a Mamoru Kinomoto era el hecho que la antigua compañía de juguetes de su abuela materna Sonomi –convertida actualmente en una trasnacional sofisticada sobre juegos, asuntos informáticos y todo lo relacionado a la diversión- tenía los derechos del “Angelic Layer” en Japón y junto a un consorcio extranjero estaban ya en pleno proceso de salida internacional del producto..

Algo que le hacía sentirse muy orgulloso de su abuela.

- “¡Abuelas…!” –murmuró Hien, feliz de que Kia hubiera desviado el tema pero despidiéndose de sus primos y amigos, antes de seguir a May May con desaliento a su casa..

 

Sakura Li contempló a su esposo en silencio ya en el despacho de su propio hogar, sin poder dejar de pensar. Apreciaba y respetaba a la señora Ieran, pero temía que Shaoran tuviera razón. La semana había empezado bastante tensa para ellos y la visita de su suegra empeoraba todo; es decir, ella no dudaba del afecto de la dama china hacia Hien -¡era su nieto!- pero a veces la madre de su esposo podía ser –como Shaoran había murmurado hace algunas horas con cierta dosis de amargura- alguien que parecía no considerar los sentimientos de los demás, siempre colocando todo por debajo de una palabra: el deber.

- “Quizá no la comprendo, pero sí estoy segura que nuestro distanciamiento debe herirla. Shaoran es siempre cortés y correcto, pero con esto temo que discutan de nuevo, como aquella vez... cuando ella dijo esas cosas horribles” –pensó.

Su mente volvió a lo ocurrido hace tres años cuando ella, su esposo y su hijo –de apenas cinco- aún vivían en la Residencia Li, de Hong Kong, la majestuosa y ancestral mansión de la familia de su marido. Una tarde como cualquier otra, cuando Hien acababa de vencer en su primer lance de espada de juguete y ella, complaciendo el capricho infantil, había decidido ir a buscar a Shaoran a su gabinete, situado al otro extremo de la Residencia..

- “Es por el Clan que no puedes seguir manteniendo esta postura tan infantil y ridícula” –escuchó decir a la señora Ieran, con cierto toque tirante en la voz mientras se acercaba- “es preciso que tú y Sakura cumplan con su deber y le brinden un heredero adecuado al clan…”

- “Tengo un hijo madre. Temo que está olvidándolo..”

 Desde su posición detrás de la puerta notó que la señora Ieran trató de controlar su exasperación y miró a Shaoran con calma. La joven japonesa sabía que la relación de Shaoran y su madre nunca ha sido muy cercana, pues si bien ambos se respetaban mutuamente había una especie de pared entre ellos…

- “Te estás exponiendo de una forma por demás inútil; todo por un sentimentalismo sin importancia..¡y ni siquiera permites que le diga a Sakura que..!”

- “¡No!” –Shaoran finalmente alzó la voz y tanto la señora Ieran y Sakura quedaron asombradas ante la expresión de amenaza que brillaba en sus ojos - “no madre. ¡Es suficiente!”

 ¡Oh, si, allí entendió muchas cosas!

Recuerdo que en aquel momento quise entrar al despacho, pero no sé por qué... no lo hice. Nunca quise sorprender una conversación de madre e hijo y solo quería contarle a mi esposo lo de la pelea de práctica de Hien. Nuestro pequeño tenía ya cinco años pero manejaba aquel arma sin filo con una habilidad impresionante, sin embargo jamás había visto a Shaoran siendo tan frío con su propia madre y la revelación me había dejado inmóvil.

Aunque todavía no sabía el verdadero motivo del disgusto de mi esposo..

Por supuesto que la relación entre ellos es muy diferente a la que tenemos mi hermano y yo con nuestro padre –mi papá es realmente el mejor, como dice Touya- pero yo sabía que Shaoran respetaba profundamente a la señora Ieran. Es decir, mi esposo y yo sabíamos que ella había sufrido mucho en la vida –a raíz de la muerte del padre de Shaoran- pero siempre pensé que la relación de “miedo” que ella y Shaoran tenían cuando él era niño –y es que él verdaderamente parecía temerle- había cambiado por respeto mutuo cuando Shaoran creció y se convirtió en Jefe de su familia.

De hecho, jamás lo había visto dirigirse a su madre de una forma tan fría. Aunque sabía por Hin Lu y Mei Ling que cuando los roces entre Dama Ieran y yo motivaron la primera riña que tuve con Shaoran él había sido severo con ella. Pero en adelante las cosas habían seguido como siempre: mi suegra metida en cosas del Concilio y sin interferir en nuestro matrimonio y Shaoran tratándola con respeto, caballerosidad y cortesía, pero dejando bien en claro que el Jefe del Clan era él.

Entonces ¿por qué?.

¿Por qué esta especie de confrontación entre ellos?, ¡Shaoran no podía ser tan desagradecido con su propia madre!.. ¿o si?.

- “¡Necesitas tener un hijo Shaoran!, ¡un verdadero hijo digno del clan!” –cuando ella dijo eso yo me quedé atónita y sin saber que pensar- “¡tienes que hablar con Sakura!, ¡ella es tu esposa y tiene el deber de dártelo o de permitir que tomes las concubinas necesarias para lograrlo!”

- “¡Madre: ¿es consciente de lo que me está diciendo?!” –él la miraba pasmado y casi escandalizado- “¡está hablando de que tenga un hijo con otra mujer que no es mi esposa!” –suspiró con incomodidad procurando tranquilizarse- “además que estamos en pleno siglo XXI y por si no lo sabe, el concubinato no es una opción legal aceptada en el mundo moderno..”

- “Para los clanes..”

Shaoran frunció el ceño.... ese gesto suyo es muy dominante.

- “Los clanes pueden conservar la tradición del concubinato.. no es de mi incumbencia, pero yo no lo haré. Tengo a Sakura, tengo a mi hijo, ¡no tengo por qué tener otro más sólo por darle gusto!”

- “No es por darme gusto. Sakura no le ha tomado importancia por que no conoce a profundidad la tradición de los clanes, ¡pero tú sabes muy bien que Hien no tiene magia!, ¡durante estos cinco años no ha demostrado el más mínimo dote o señal de poder pese a que tú y Sakura tienen un poder que..!”

- “¡Suficiente madre, no le permito decir una palabra más!” –le cortó colérico.

- “¡No tienes derecho a pensar de esa forma, y lo sabes!. Tienes un clan bajo tu responsabilidad, personas a tu cargo y un deber ante tus ancestros. Tú y Sakura deben engendrar otro hijo que sí sea útil… ¡sería un escándalo que se sepa que Hien es como tu prima Mei Ling o tu abuela!, eso puede ser tolerado para mujeres en un clan, pero no para el primogénito del Jefe..”

Allí fue cuando realmente lo entendí. Y comprendí por qué Shaoran estaba tan colérico con la autora de sus días. Pero lo que ella decía era... y es verdad. Mi hijo aún no demuestra poder mágico alguno. Por supuesto que eso no nos importa ni a mí ni a mi esposo, pero según la señora Ieran pronto se desatará un escándalo en el Concilio..

Cuando todos lo sepan.

- “¡El que Hien no manifieste aún poderes mágicos no significa que no los tenga madre..!”

- “Ya has hecho varias pruebas y los resultados son los mismos que los de tu prima Mei Ling cuando era niña; y aunque no se lo hayas dicho a Sakura eso deshereda a Hien de la sucesión en el clan Li ¡no sirve para el clan si no posee magia!, ¡jamás podrá ser tu heredero si carece de magia!”

Ambos se miraban con tal aire de reto que creí estar en una pesadilla... Pero hablaban de lo más importante para mí y Shaoran: nuestro hijo.

- “¡No siga con eso!, ¡Hien es mi único hijo, mi heredero y desafiaré a cualquiera que intente negarle sus derechos!” –casi gritó él.

- “No es mientras tú vivas que alguien le negará ese derecho hijo. Lo sabes. Sé que tú y Sakura confían en que el niño manifieste magia en cualquier momento, pero hasta ahora no ha demostrado poseer talento mágico alguno, aunque sí una excepcional habilidad física y atlética” –continuó tratando de persuadirlo- “ustedes dijeron que Hien manifestó su poder durante la pelea en la torre de Tokyo antes de haber nacido, pero nunca ha mostrado poderes y si te sucediera algo, el clan no tendría heredero y..”

- “¡Me importa muy poco!”

- “Debes tener otro hijo… con magia” -insistió- “Y con Sakura o sin ella, ¡Es tu deber Shaoran!, ¡lo sabes!, ¡debes  un hijo que sí manifieste los poderes mágicos necesarios!... ése sí que sería un buen heredero”

- “Eso le haría feliz ¿verdad madre?” –nunca había visto en Shaoran tal amargura - “usted todo lo que quiere es que yo deje a Hien de lado, como si no existiera, como si fuera algo desechable que puedo olvidar por que usted dice que no sirve para el clan...” –gritó sin contenerse más- “¡y eso no lo haré nunca!”

- “No puedes condenar al clan a quedar sin heredero. Condenas a toda la familia y los niños que vengan después.. ¡y la sucesión..!”

- “¡AL DIABLO LA SUCESIÓN!” –gritó.

Allí si que supe que Shaoran estaba furioso. El siempre había sido muy serio y consciente de sus deberes para con su dinastía pero había dicho algo que casi era una herejía con un ímpetu tal, que dejaba muy claro que esa era su posición final. Y por primera vez en mi vida ví que la señora Ieran parecía estar a punto de desmayarse de la impresión de haber escuchado esas frases de boca de su hijo...

¡Y no pude quedarme callada por más tiempo..!

- “¡Señora Ieran... yo pienso igual que mi esposo!” –dije, retándola con la mirada, y es que estaba indignada por lo que había escuchado- “¡no sabía nada de esto que usted dice, pero comparto la opinión de Shaoran!”

- “¡Sakura!”

Y es que efectivamente, no pude contenerme más e ingresé.. dejando la puerta abierta por mi nerviosismo, pero la señora Ieran no se inmutó por mi reacción, al contrario. Trató de convencerme de que permitiera a Shaoran tomar concubinas –en vista de una promesa que él hizo a sus ancestros el día que nació Hien, de que yo nunca volvería a pasar por lo doloroso de un parto- todo, para que él pudiera tener otro hijo que sí demostrara magia.

Fue realmente desagradable.

Insistió en que el primer deber que teníamos era para con la magia y los clanes. Que nada más importaba. E incluso apeló a que eso era algo que Shaoran siempre había sabido desde su más tierna infancia –él asintió con amargura cuando ella le recordó eso, pero dijo que ya no le importaba nada- finalmente notó que ni su fría lógica, ni su alusión al deber nos haría cambiar de opinión.

- “Es muy romántica su posición… pero poco práctica. Tienen ustedes un deber, uno que no pueden eludir y aunque no quieran aceptarlo, Hien no ha probado tener la más mínima capacidad para asumir lo que representan ustedes dos” –nos miró con algo de ¿pena? - “quizá me equivoque pero…. es casi suicida que el heredero del más poderoso clan mágico de Oriente sea un niño sin magia: es casi una burla al destino. Les será difícil mantener el secreto de la falta de poder mágico de Hien por demasiado tiempo más, en cualquier momento se descubrirá todo y no podemos correr riesgos” –y allí dijo algo que ha dejado profundas heridas- “Tienen que entender y aceptar que Hien no está a la altura de lo que se espera y posiblemente nunca lo esté....”

Quizá ella hubiera seguido, pero allí notamos un sollozo en la puerta. Mi alma cayó a mis pies y Shaoran se puso lívido. Y es que en la misma puerta se encontraba Hien… aún en su trajecito de batalla y con los enormes y brillantes ojos  inundados de lágrimas.

¡Y tenía sólo cinco años!. 

No sé que tanto entendió, pero Shaoran y yo sabemos que le teme a su abuela y está obsesionado con probarse a sí mismo. Es por eso que mi esposo y yo le permitimos que “descubra” la identidad del nuevo card captor aún sin tener magia, e incluso le ayudamos haciendo funcionar el tablero, indicándole el camino y Shaoran hace el hechizo para que aparezca su antigua espada.. la que usaba cuando yo era niña y le conocí. Ciertamente es un alivio para nosotros saber que Mamoru, mi sobrino  –quien puede ver espíritus- haya decidido ser su socio en esta aventura especialmente porque Hien aún no manifiesta magia... aunque pronto cumplirá ocho años.

Tomoyo, Yoko, Eriol y mi hermano (a quienes les contamos lo que pasaba, cuando las cards despertaron) piensan, tal como Shaoran, yo y el propio Yukito, que es cosa de tiempo. Yukito dijo que Hien superará la inseguridad que le provocaron las palabras de la señora Ieran aquella vez… con tiempo y con demostraciones de confianza de nuestra parte.

Tiempo al tiempo…lo sabemos, ¡solo que mi niño se presiona tanto!.

 

- “Tiempo, tiempo es lo que me vá a faltar para esta tarea..”regonzó Mamoru, luego de saludar a sus padres y correr a su habitación, gritando a su hermana- “¡oye torpe, tráeme los libros que dejé aquí anoche ¿por qué te los llevaste?!”

- “Es que había un cuento hermoso entre ellos y..” –la figura tambaleante de la niña ingresó a la habitación de su hermano, llevando una pila de libros más alta que ella en brazos- “elige y…”

La famosa torpeza de la hija de Touya le hizo resbalar y caer sentada, mientras una lluvia de libros les inundaba a ella y su hermano, pero el intento de ambos de recoger todos los textos, uno se abrió ante las miradas asombradas de ambos mientras una figura felina bostezaba y se lavaba concienzudamente el rostro con pulcritud…

Yomigaere ……………………………………………….. ¡La resurrección...!
sora to daichi ga …………………………………….
Cielo y tierra juntos van,
kousa shite iru………………………………………….
y una música darán
ima tatazunderu kono sekai de……………. cosas hay muy reales
inochi ga umare mata shizundeku……….. y otras más son sólo un mito
.

- “¿Un gato en un libro?” –murmuró Mamoru, perplejo y cerrando la puerta para que sus papás no se enteraran- “oh oh… esto es magia” –añadió- “¡oye torpe, mira lo que hiciste!”

- “¿Yo?, ¡fuimos los dos hermano, además yo no tengo magia!”

Ambos niños examinaron con atención a la figura felina, misma que al terminar de acicalarse se presentó con gran cortesía..

- “Gusto en conocerles.. soy Byakko, guardiana de las Protection Cards..”

Kurika esareru ………………………….…………….. Nuevas vidas nacerán y otras más terminarán
itonami no naka ………………………………………..y eso se repite en un ciclo infinito.

En ese mismo instante Kerberos, el Guardián de las Sakura Cards, miró interesado las calles de la ciudad.. desde la ventana de la habitación de Miriel. El simpático peluche tenía ciertamente una de las cinco piezas que eran de la niña y ya estaba terminando de instalar sus cosas –principalmente dulces, consolas de video y fotografías suyas que su nueva amiguita le había tomado- pero había sentido magia poderosa ser liberada y había algo… algo bastante familiar en esa magia. Algo que lo hizo tomar una decisión súbita, mientras un aura de fuego rodeaba su forma falsa..

- “¡No voy a tolerar la competencia de otra Bestia del Sello!” –decidió, llamando la atención de Miriel- “¡Soy el poderoso Guardián de las Sakura Cards y ninguna otra Bestia guardiana o juego de cards puede compararse conmigo!”

- “¡Cards mágicas!” –pensó Hien, al sentir algo extraño, en ese instante- “sí… son cards mágicas… creo. Sentí lo mismo la otra vez, y le confirmaron a papá que unas cards habían despertado,.. ¿acaso tengo magia realmente?, ¡debe serlo porque ya lo sentí!” –corrió hacia el despacho de sus padres a darles la noticia- “no he querido abrir el libro azul que tengo en la habitación porque si no se abre cuando yo lo intente, allí si que sabré que la abuela tiene razón y no soy digno de ser un Li …¡y eso sería horrible!, pero esto significa que si podré, ¡es genial y…!”

 konna monto yogitta toki………………………………. En el mundo algo hay profundo
yume wa chikara o nakusu……………………………… cuando ya lo inevitable llega
mou ichido umareyo kono basho de…….……….  la vida te puede dar otra oportunidad.. ¡de ser!.

- “Buenas noches nieto..”

La figura majestuosa de Ieran Li contempló a su nieto cuando este pasaba muy eufórico por la salita –May May estaba jugando con su maquillaje en su habitación - y súbitamente Hien dejó de sentir las cards mágicas que acababan de despertar al notar sobre él los ojos inquisitivos de su abuela, mientras un escalofrío le recorría el cuerpo y sus miembros parecían de madera..

Y quedó de pie, como ante una revista militar…

Continuará..

Notas de la autora: Bien, este es el primer capítulo y me quedó más largo de lo que esperaba, sé que un poquito flojo, pero siempre empiezo así. No sé si a alguien le ha sorprendido las pequeñas noticias… pero esto es sólo el inicio, ¡paciencia por favor!.  Bueno, ¿protestas por lo de Hien?, bueno, si nuestra pareja protagónica se lo toma con calma les pido a ustedes lo mismo… claro, Ieran es la excepción, pero ella es de tipo difícil y ya bastantes líos a ocasionado con sus sermones sobre “el deber”.. ¿es que acaso soy la única a la que le parecía que esta señora era demasiado seca con su hijo? ¬¬´, ¡en fin!. Los problemas de popularidad de Rei son parte del precio de tener una cara tan bonita y ¡que se hace!, a May May siempre le han gustado los chicos serios y ¡para cosas bastante más subidas de tono que un besito! (con la sarta de lindezas que le dijo a Shaoran y la pobre Sakura), pero ¡¡nuestro viejo amigo Kero está de vuelta!!, ya sé que es raro verlo con otra card captor pero ya ven que quiere redescubrir a nuestra protagonista aunque…. ¿rivalidades con Byakko esta vez?... ya se verá! ^___~

 ¡Oh!.. sobre la frase del principio… bueno, es una especie de adelanto sobre lo que se viene en el capítulo. La canción (o el fragmento) que puse en este cap 1, es “Over Soul” el primer opening de la serie “Shaman King” (lo siento, pero la letra del doblaje que pasaron por fox kids era apropiada.. ¡al menos el fragmento! ^^´)…

 

Cualquier comentario, sugerencia o tomatazo a mikki_chan01@yahoo.com. 

Vocabulario.
* Tai Pan: Expresión china que quiere decir “Jefe Supremo”, aquí la aplico directamente a Shaoran por el cargo que tiene en el Concilio y para diferenciarlo de otros jefes de clanes. El equivalente femenino es “Tai Tai” o “la superior entre las superiores” que sería para Sakura.
** “los niños estaban bien educados sobre cómo comportarse en caso de sismos”: Esto es real, la isla de Japón forma parte del famoso “Anillo de fuego del Pacífico” es decir es una zona propensa a sufrir grandes y constantes terremotos, por eso es que allí la gente está muy bien entrenada sobre cómo actuar en casos de sismos pequeños y también de grandes terremotos.
*** Thughs:
Esta secta oriental sí existió (digo pasado, ¡espero sinceramente que no existan ya! O_o´). En realidad la información histórica que le dieron a Sakura es real. Fueron una sociedad secreta que fue combatida por el Gobierno Británico durante la colonización de la India, lo de su relación con el Concilio es idea mía. Y sí, los reportes ingleses dicen que sí hacían sacrificios humanos y eran conocidos como “los estranguladores” pues así mataron a muchos de los que investigaron a esta asociación que sí fue declarada extinguida por el gobierno británico.
****Fox Mulder y "Los expedientes X
”: Esta es una referencia a una famosa serie televisiva de los 90’ (Los expedientes X) donde el personaje principal, el agente Fox Mulder y su compañera, Dana Scully, investigaban sobre rapto alienígena y cosas raras sin explicación.
*****Angelic Layer: Este es el título de una exitosa serie de Clamp, posterior a Card Captor Sakura y “X”, donde (tal y como lo reseño) combaten una especie de muñecos llamados “Angeles” que están en comunicación mental (gracias a una especie de casco) con sus dueños o “Deus”. El Científico Mihara, al que se hace referencia, es otro personaje de esa serie. ¿Quieres saber más de Angelic Layer?, bien, busca los perfiles  ^_ ~

 Adelantos para el siguiente capítulo:
Shaoran y Sakura se miraron por unos instantes, antes de salir apurados a ver lo que pasaba… y es que May May era capaz de provocarle un ataque al hígado a Ieran Li. Pero Hien contempló la inmensidad del cielo con tristeza… pensando si realmente sería un digno heredero para sus padres..
- “Una leyenda… Las cards mágicas son reealmente poderosas y sus creadores debieron ser seres legendarios” –pensó dubitativamente- “¿Realmente deberé abrir ese libro azul?, ¿y si no soy digno?”

 

Capítulo II: “Mitos y Leyendas”

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