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“El Verdadero Legado”

por Mikki

Capítulo VIII 
“Cambios”

 "Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna...
ni la muerte la puede aniquilar.
(..)"

Lord Byron - Poeta inglés
fragmento del poema "Acuérdate de mi"


 

Reflexión Octava: Tomoyo

“Ver a Shaoran caer así de aquel caballo fue algo que nadie esperaba.

Puede que él y Sakura no sean personas comunes, pero siguen siendo personas, tan falibles y susceptibles de errores como nosotros y a la vez con la misma fragilidad humana. Es curioso como a veces lo olvido pero esta tarde la realidad nos golpeó a todos con crudeza.

La realidad que somos falibles, cometemos errores, pero siempre estamos a tiempo de repararlos, si realmente lo deseamos.

Jamás hubiera imaginado que Sakura se sintiera insegura sobre su relación con Shaoran. Ellos han pasado por tanto por estar juntos -¡aún recuerdo lo mucho que tuve que ayudar a Shaoran para que se le declarara a mi amiga cuando éramos niños, o ella le diera al fin su respuesta!- pero supongo que han luchando contra tantas cosas y lo que existe entre ellos es tan fuerte y profundo, que justifica que de vez en cuando surjan conflictos que les hace temer perderse uno al otro. Me pregunto si es por lo mucho que Sakura lo ama y él a ella, aunque admito que aquello de la reencarnación suena complicado.

A veces pienso que hay amores predestinados. Como Yoko y Eriol, Sakura y Shaoran.  Afectos fuertes, ante los que la adversidad sólo fortalece más. ¿quién sabe la diferencia?. Quizá tenga que ver con que ellos tienen magia. Touya también la tiene, pero no es muy afecto a usarla y le inspira más desconfianza, como sea, Sakura nunca pensó que podía tener una encarnación previa, y no sé que tanto diferencie eso, pero el amor es una cosa inexplicable ¿no es así?. Diferente. Hay amores caprichosos, hay amores clandestinos y amores sinceros y amores imborrables como el de ellos, que los torturan, que les hacen sufrir.. pero que también les hacen vivir con fuerza uno del otro. Yo ví la cara de Sakura cuando volvió de charlar con Shaoran.. ¡era como si mi amiga hubiera estado en el cielo!..

Pero el accidente fue –afortunadamente- leve. Doloroso, pero leve, con todo me preocupa la carita de franco horror de Hien y mi propio hijo. ¡A veces los niños son tan impresionables!. 

Todos nosotros hemos pasado un gran susto esta tarde pero por supuesto que la pobre Sakura estuvo con el corazón en la boca al igual que Hien. Y es que es curioso como dos personas que se aman tanto y desde casi toda su vida, a veces sufren de dudas... y miedos. O como Touya y yo terminamos juntos cuando le conocí siendo niña y nunca me miró.. o le miré de esa forma. Sin embargo, nadie sabe lo que le depara el futuro y jamás cambiaría a mi esposo por nada o nadie de este mundo.

Pero Yoko insiste que Lord Lord Hajime desea acercarse a Eriol y tanto Sakura como yo queremos pensar que sí, aunque los vínculos entre las personas no se basan siempre simplemente en compartir los mismos apellidos o la sangre. Sakura y Shaoran comparten algo mucho más fuerte al igual que Touya y yo, Yoko y Eriol, Yukito y Ayame; pero los lazos son insólitos entre las personas y solo la fé y la fuerza de nuestros corazones pueden romper cualquier barrera”

- “No me interrumpan bajo ningún concepto”

La voz seca y sin inflexiones de Ieran Li sonó más imperativa aún que de costumbre y la  servidumbre de la Casa Li en Pekín asintió las órdenes de la Dama en silencio, mientras la dueña de la casa intercambiaba miradas con su marido..

- “Espero que Dama Ieran no tenga ningún inconveniente con tu hermano menor” – murmuró el esposo de la mayor de las hermanas Li- “lo último que necesita Shaoran es algún problema mayor de los que ya tiene en el Concilio” –continuó tras una pausa- “¿es por esa predicción por la que llegó aquí desde Japón?, ¿qué es tan importante?. Es sólo una tradición ¿no?”

La hija de Ieran nada dijo y su esposo se encogió de hombros volviendo a sus actividades cotidianas, pero la mayor de las hermanas Li frunció el ceño con preocupación. Ella le llevaba a su hermano pequeño casi once años de edad y por eso mismo, a diferencia del joven Jefe, podía recordar la importancia de las predicciones que habían motivado que Ieran Li dejara Li Manor en Tomoeda.

La predicción sobre el futuro del Clan... misma que se realizaba sólo el mismo instante del nacimiento del heredero. Una tradición interesante, la misma que la mayor de las hijas de Ieran Li recordaba de la noche que su hermano pequeño, a quien ahora llamaban Shaoran.. había nacido.

En Hong Kong.

Hace casi treinta años atrás...

- “¿Porqué no me avisaron a tiempo?” –había protestado con inquietud un hombre de 25 años, apenas había descendido del elegante vehículo frente a la lujosa residencia Li, en Hong Kong- “¿está ella bien?, ¿ya empezó..?, ¡estaba en una reunión en el Concilio y cuando me avisaron por teléfono, apenas pude informarle al Tai Pan y salir corriendo..!”

- “Llegas justo a tiempo querido hijo” –saludó un anciano, envuelto en elegantes ropas chinas- “tu madre está con ella y me dicen que la criatura está por nacer. Ya los astrólogos están esperando el nacimiento para revelar el futuro del bebé”

- “Quizá sea otra niña, señorito Hien” –murmuró alguien más.

- “Si es otra niña, será bienvenida Wei” –sonrió el joven, mientras avanzaba por los amplios pasillos del hogar de sus ancestros con evidente nerviosismo, deteniéndose ante una puerta de donde salían llantos femeninos- “¡Oh, por todos los dioses chinos!, ¿porqué tiene que ser así, padre?” –se volvió hacia el anciano mayor, que vestía más ricamente- “¡quizá debí ordenarle que le dieran algunos calmantes, odio saber que sufre tanto!”

El anciano lanzó una mirada sobre Wei y este salió con rapidez, dispuesto a traer algo que calmase el agitado estado de ánimo de su “señorito”, quien parecía estar al borde de algo que si no era un ataque de nervios, se le parecía mucho.

- “Eres el Jefe del Clan, Hien. Trata de controlarte” –pidió el anciano a la salida de Wei, con condescendencia- “sé que te preocupa Ieran, pero ya es la quinta vez que pasas por esto”

- “¡¡No entiendo como puedes estar tan tranquilo, padre!!”

- “Tu madre me dio siete hijas y tres hijos. He pasado por esta espera bastantes veces” –sonrió el viejo antes de añadir pensativamente- “Sé que te sientes contento con las 4 niñas, pero, hijo mío para los cánones de nuestros ancestros tienes pocos hijos. Lo más importante aún: necesitas UN NIÑO. ¡Sabes bien que necesitas un heredero varón cuanto mínimo!” –Hien suspiró- “Los astrólogos dicen que esta vez será un varón, pero si es otra niña..”

- “A mí no me hubiera molestado que Ieran se hiciera una ecografía, si tanto anhelas saber el sexo del bebé, padre” –replicó el joven padre mientras paseaba repetidamente por el salón, amenazando hacer un agujero por sus repetidas vueltas- “sabes bien que ahora ya no es necesario esperar hasta el nacimiento para saber y..”

- “¡Muchacho, por favor!, ¡Sabes bien que no creo en esas cosas!” 

Un llanto infantil se hizo sonar de pronto interrumpiendo a los hombres y el anciano llamó con rapidez a un criado, mismo que corrió a alertar a quienes esperaban con impaciencia en otra habitación, listos para leer en las estrellas el destino de la criatura; pero mientras varias voces alteradas anunciaban la tan esperada llegada de un heredero varón al Clan Li, la mayor de las hijas de Hien y Ieran asomaba su cabeza por los muebles, esperando que no la notaran, porque teóricamente debía estar junto con sus demás hermanas, en el ala infantil de la Residencia..

- “¡Aquí estas!” –de pronto se vio izada en el aire- “¿cómo es que te escapaste de tus niñeras?, ¿extrañabas a tu madre?”

- “¡Papá!” –la niña había saltado de gozo al ver el apuesto rostro ante ella- “¿está bien mami? ¿es cierto que tengo otra hermanita nueva?”

- “Esta vez es un hermanito, hija”

- “¡¿Un hermanito?!”

- “Si” –ambos ingresaron a la habitación donde una joven Ieran Li contemplaba con arrobo a un pequeño e inocente bebé que dormía en sus brazos, antes que Hien Li añadiera- “míralo, es tu hermanito”

La niña había empezado a alborotar mientras Ieran murmuraba con voz cansada sobre lo inapropiado que era que estuviera allí, pero el joven jefe no quiso oírla, sólo se limitó a sonreír antes de contemplar al recién nacido con ternura.

- “Es tu hijo ¡Y se parece mucho a ti!” –murmuró la madre con una sonrisa llena de legítimo orgullo- “¿no lo ves? ¡es precioso!”

- “Lo mejor de todo es que es un bebé sano”

- “Lo mejor es que es un varón” –sonrió antes de añadir, algo sonrojada- “pero descuida, si los dioses me permiten podré darte aún varios hermanitos para nuestro pequeño. Los doctores dicen que estoy muy bien y nada mas hará más feliz que obsequiarte con más herederos”

- “¿Más?” –rió el joven jefe- “tenemos cinco hijos Ieran”

- “Pero no quiero que tengas problemas nunca, ¡nunca!” –continuó la muchacha con énfasis- “tu madre se puso a llorar cuando vió que era un varoncito. Debe haber recordado a tus hermanos, Hien. Fue terrible para ti y tus padres que ellos murieran siendo tan jóvenes, y sin descendencia”

El llamado Hien nada pudo añadir, porque en ese preciso momento la habitación se vió invadida por varias personas que se notaban especialmente felices, sonrientes.. pero a la vez expectantes, esperando el anuncio del nombre del bebé, lo que provocó en el actual jefe del Clan Li cierto suspiro resignado porque ya sabía que varios primos lejanos estaban llamando como locos por teléfono y algunos venían en camino; pero aún tenían que llamar a los astrólogos ante el nacimiento de un heredero Li... ¡en pleno siglo XX!

- “El Concilio tendrá que apurarse en comprar acciones de empresas de comunicaciones” –suspiró mentalmente- “.. me pregunto aún como es que tenemos teléfonos, autos, aviones privados y otras comodidades, pero aún nos aferramos a cosas tan antiguas para no perder nuestra esencia”  

La mayor de las hijas de Ieran contemplaba la escena con sus ojos de niña sin comprender cabalmente la situación, pero si notó que la mirada de su abuela brillaba de desbordado orgullo al llevar en brazos al recién nacido por primera vez; aunque de pronto un súbito silencio hizo que la llegada de los astrólogos fuera tan teatral como siempre, aunque la pequeña había bufado de desencanto. Ella sabía bien que siempre que sus hermanas habían nacido estos astrólogos habían dicho palabras raras, palabras a las que el abuelo Li daba gran importancia, pero esta vez los astrólogos miraron fijamente al joven Jefe del Clan antes de anunciar el destino del recién nacido..

- “Las estrellas habían anunciado que sería un varón, y tal ha sido” –dijeron con regocijo- “según el día y hora de su nacimiento siente muy poderosamente el influjo de la Luna y más aún de las estrellas, pero no es todo. Su carta astral es absolutamente insólita y anuncia un gran poder dentro de él, una magia tan fuerte como sólo una vez se manifestó, cuando nació el Hechicero de Todos los Tiempos”

- “¡Clow!” –murmuró Ieran- “¿¡este niño será tan poderoso como Clow entonces?!, ¿acaso es su reencarnación?”

- “No. No ha habido poder similar al de este niño... sólo se compara al de Lead Clow, pero no es el mismo poder, no es su reencarnación” –continuaron los astrólogos, mientras el llanto del bebé llamaba la atención de Ieran y de los demás- “pero mis señores: interpretando los signos en el cielo indican los astros que como fiero lobo protegerá al Clan y a los que ama hasta que alguien con el poder de las estrellas comparta su lucha” –dudaron al notar la mirada del anciano abuelo del bebé en ellos- “eso.. eso dicen los astros..”

- “Es bueno que mi nieto sea un lobo fiero. Aunque apenas sea un bebé ahora” –comentó Chiang Li, sereno, tratando de llamar la atención de su hijo- “¿no lo crees tu Hien?”

- “Si, por supuesto. Además, nos guste o no, ser heredero en cualquiera de los Grandes Clanes aún en pleno siglo XX, es una gran carga que implica soledad. Pero yo estaré aquí para protegerlo”

- “Y yo para aconsejarle” –se entusiasmó el anciano de traje más lujoso y tradicional, añadiendo mientras miraba al padre del niño – “Eres Jefe de la Familia ahora, pero justamente decliné a tu favor mis cargos porque me gusta pasar tiempo con mis nietas, ¡aunque especialmente pienso ocuparme mucho de nuestro pequeño lobo!”  

- “¿Sólo tú papá?, ¡yo pienso ocuparme mucho de mi hijo!, ¡adoro a mis hijas, pero podré entrenar yo mismo a mi niño!”

- “Me alegra verte tan feliz Hien” –sonrió Ieran con un brillo puro en su mirada, ante el entusiasmo de su esposo- “sabía que esta vez el bebé sería varón y..”

- “Amo al bebé por ser tuyo y mío” –sonrió el aludido, acomodándose al lado de su esposa y besando sus manos suavemente- “lo amo porque es mi hijo. Tal y como lo son mis adorables niñas..” 

- “Pero es tu heredero..” –murmuró ella

- “Si Ieran, lo es. Y te lo agradezco, porque me has dado cuanto un hombre pueda soñar: hijas que son mi ternura y un niño que será mi orgullo” –comentó mirando al bebé mientras se inclinaba sobre la madre, acariciando su rostro con afecto- “algún día espero verlo con el traje ceremonial del Jefe del Clan, el traje de batallas.. ¿sabes?”

- “Lo verás Hien..” –sonrió débilmente Ieran.

- “¡Pues yo quiero ver a mi nieto en su primera cita!” –se regocijó el abuelo- “¡espero que no salga tan tímido como tú hijo, porque sinó tendré que darle lecciones sobre cómo tener citas desde que empiece a conocer niñas!”

- “¡Papá!” –se escandalizó Hien.

- “Hijo, ya soy viejo y tú eres jefe del Clan, pero siempre has sido muy tímido. Admito que alguna vez yo lo fui, pero después de tantos hijos como que yo ya no..” 

- “Pues prefiero pensar en sus estudios, la escuela, su preparatoria .. ¡y su universidad!” –se entusiasmó el joven jefe abrazando a Ieran con la dicha y la ilusión en su rostro- “¿crees que quiera ser piloto?, ¡yo soy piloto y le llevaré a su primer vuelo de avión antes que..!”

- “¡Hijo mío!, ¿cómo puedes encontrar gusto en subirte a esos horribles aviones?, ¡puedes levitar con magia en lugar de esos horripilantes armatostes!, ¡mi nieto no se subirá a ninguna de esas cosas!”

- “¡Padre, dices eso porque los aviones te marean pero..!”

- “¡A callar los dos!” –protestó la madura madre del joven jefe- “Hien, cariño mío, mueve ese lindo cuerpo tuyo que ya tendrás ocasión de hacer más bebés.. después” –dijo con un leve guiño- “sé que te gusta tener abrazada a Ieran, pero deja que tenga algo de respiro antes de darle un hermanito a tu hijo”

El aludido se sonrojó violentamente al igual que su esposa, mientras su padre prorrumpía en carcajadas.

- “¡Ja, ja, ja, ja! ¡May May, mujer!, ¡déjalos, que yo quiero más nietos pronto!”

- “¡Madre! ¡eres imposible!” –protestó Hien antes de acercarse a los astrólogos, tratando de disimular su bochorno- “¡ejem!,  ¿eso es todo?”

Los aludidos parecieron algo incómodos de pronto.

- “Eh.. hay... algunas señales peculiares en los cielos, Señor” –comentaron ante el interés del joven jefe y su padre, apartándose un poco de la madre y el bebé, que estaban siendo saludados por varios recién llegados- “notamos algunas manchas rojas en la luna, que indican sangre.. y llanto. El bebé tendrá gran influencia de la luna pero hay signos solitarios a su alrededor, como si indicara que guiará al clan en soledad por buen tiempo”

- “No tiene nada de extraño” –comentó Chiang Li- “Hien manda al clan porque yo decidí dejarle mi posición aún estando vivo, supongo que mi hijo hará lo mismo en su tiempo.. ¿no es así?”

- “No lo sé padre, es pronto para decirlo. ¿Hay algo más?”

- “La estrella de los Chen parece extinguirse. Hay movimiento que indica el nacimiento pronto de una estrella poderosa, alguien que cuyo poder nace de las estrellas, y ya ..” –bajaron la voz- “usted ya sabe que creemos que Clow renació. Su reencarnación ya está en este mundo, al menos eso creemos... o si no está aquí, esta por nacer. Quizá vuestro bebé enfrente o conozca en el futuro a quien posee el poder de Clow en este tiempo. También creemos..”

Los sabios siguieron murmurando largo rato, soltando frases ambiguas sobre cuyo significado ellos mismos tenían dudas. Pero luego de tolerar su charla -hasta el límite de su paciencia- Hien había sonreído antes de despedir a los adivinos con cortesía,  aunque éstos le alcanzaron en ese momento un papel muy especial que en medio del alboroto, la algarabía y las visitas que llegaban el joven Jefe no tuvo tiempo de revisar a detalle. Esta era la carta astral del niño y algunas frases sueltas que habían logrado interpretar en el instante mismo en que el bebé llorara por primera vez; por tradición ancestral, los Grandes Clanes solían creer que aquellas frases encerraban el destino de la criatura recién llegada al mundo pero aquella noche Hien Li se sentía tan contento y a la vez tan cansado de tanta gente extraña metida en su casa –cuando él de buena gana hubiera preferido estar solo con su esposa, sus hijas y sólo sus cercanos colaboradores- que aceptó mecánicamente el papel donde estaba esa profecía sin leerlo siquiera..

- “Viejos charlatanes, no cambian” –había bufado el abuelo del bebé yendo al encuentro de su hijo en ese momento- “¡cómo si pudiera saberse por el movimiento de las estrellas cuando alguien reencarna!”

- “Realmente estas igual que Ieran, padre. ¡Tu y ella esperaban que esos tipos dijeran que mi hijo es la reencarnación de Clow!” –sonrió con paciencia- “A mí no me importa si lo es o no, ¡pero tú mismo dices que las profecías de los astrólogos no son confiables pero te sientes decepcionado!. Lo que me sorprende es que no traten de embaucarnos diciendo que el bebé es la reencarnación de Clow, ¿porqué siempre insistes en que digan la buenaventura cuando nace uno de mis hijos?”

- “Porque es tradición. Y porque si interpretan apropiadamente las estrellas en el instante mismo del nacimiento de la criatura, las predicciones se cumplen. Aunque admito que pocas veces han sido precisos” –se encogió de hombros- “supongo que media docena de veces desde el reinado del legendario Rey del Cielo”

- “¡Oh, esa posibilidad es una en un millón!”

El anciano había golpeado entonces la espalda del único hijo vivo que tenía con gesto cariñoso. De los tres hijos varones que su esposa le había dado, sólo Hien había sobrevivido hasta llegar a la adultez y el joven lo sabía. Sus dos hermanos menores habían muerto –el último de ellos infortunadamente después de que arreglaran su compromiso matrimonial, aunque no llegó a casarse ni mucho menos a tener hijos- pero aquellas muertes tempranas habían convertido a Hien en una persona muy seria y reflexiva, especialmente consciente de sus responsabilidades para con sus sufridos padres y para la familia en general. Aunque nadie podía quejarse de él. Había contraído matrimonio a los 15 años y ya tenía cuatro hijas pero luego del nacimiento de la última Ieran había quedado algo delicada, por lo que muchos habían cuestionado la sucesión familiar; sin embargo, tras largos años de espera su esposa había vuelto a embarazarse y al fin tenían al ansiado heredero varón.

Sin embargo, en la algarabía de esa noche de luna rojiza, algo de pronto pareció inquietar al joven padre del recién nacido...

Y es que recordó lo que los astrólogos habían dicho.. y eso lo puso a pensar..

- “Los Chen. ¿Cómo pueden saber que los Chen están conspirando contra nosotros?” –murmuró muy bajo, como para sí mismo- “ni siquiera se lo he dicho a padre, pero aceptaré la reunión que proponen para mañana. Aunque iré preparado para luchar si se ponen obstinados” –dudó- “pero esos hombres dijeron que la estrella de los Chen está en extinción. Y que mi hijo defendería como lobo el clan... en soledad por mucho tiempo, hasta que alguien con el poder de las estrellas se le uniera. ¿Qué significa eso?”

- “¡Papi! ¿qué estás murmurando?, ¿hablas solito?, ¿qué es ese papel que tienes?, ¿es el destino del bebé?”

La mayor de las niñas Li había estado interesada en el pergamino entregado por los astrólogos y Hien salió de sus cavilaciones al ver a su hija y sus alegres balbuceos, por lo que decidió dejar sus dudas para otro día y ocuparse de lo que debía hacer, simplemente.

- “Según ellos, si” –le contestó a la niña- “Anda, guárdalo porque eres su hermana mayor. Cuando tu madre esté mejor y recuerde pedírtelo, se lo das, ¿está bien?”

- “¿Vas a salir? ¡pero acabas de llegar papi!”

- “Pues vamos a ver a tu madre y al bebé..”

El joven Jefe había dejado sus dudas de lado para tomar en brazos a su hija mayor, mientras sus demás hijas entraban a saludar al bebé, pero la niña recordó aquellas palabras escritas en aquel papel con claridad, veintinueve años después. Las mismas palabras que ella leyó esa noche.. y que su padre no llegó a contemplar.

- “Notamos su cuna rodeada de sangre y llanto. Y será pues el lobo que guíe en solitario y en juventud a los Li, a despecho de la extinguida estrella guardián de los Chen. Pero crecerá y en su camino hallará el poder de Clow y a quien tiene el poder de las estrellas, entonces enfrentarán terrible destino al fin del tiempo y escribirán con sangre una leyenda nueva.. si viven para ello”

Ajena a los recuerdos de la mayor de sus hijas, en su despacho, Ieran Li contemplaba el mismo pergamino que se le había entregado a su esposo la noche que Shaoran había nacido, con tristeza. En ese entonces estaban tan contentos de saber que el niño tenía poderes similares a Clow que poca atención habían prestado a otra cosa pero la dama china lanzó un profundo suspiro. ¡Que irónicos son los detalles!. Muchas veces se había preguntado lo que hubiera sucedido si ella o alguien hubiera leído aquello.. si hubieran logrado captar la velada advertencia. Pero en ese momento sólo pudo recordar el rostro apuesto y gallardo de su joven esposo cuando anunció el nombre del bebé..

- “Su nombre será Xiao Lang*”  -había dicho Hien en ese momento, con los ojos llenos de lágrimas- “ya que dicen que será un lobo fiero por proteger a los que ama, creo que es apropiado que se llame ´pequeño lobo´” –sonrió antes de devolverlo al regazo de su madre- “debo irme Ieran. Perdóname. Sabes bien que nada me haría más feliz que quedarme contigo pero justamente mañana tendré una reunión con los Chen y debo prepararme... y reforzar mis conjuros por precaución” –amplió su sonrisa- “Pero cuando vuelva tomaremos unas vacaciones sólo nosotros, las niñas y Shaoran”

- “¿Mañana?, pero..  ¿no son los Chen quienes están armando problemas?”

- “Ya te he dicho que no debes preocuparte” –le recriminó su esposo- “Yo estoy aquí para cuidarte, sabes bien que no permitiré que nada pase. Los Chen afirman querer parlamentar. Incluso enviaron una comunicación especial, garantizando mi seguridad, lo que pasa es que ya sabes que me gusta ser precavido y nunca voy a ninguna reunión sin reforzar mis hechizos de protección.. desgraciadamente, meditar para eso me tomará casi toda la noche”

- “ A veces creo que debería ayudarte. Otras Damas ayudan a sus esposos.. yo sólo juego con las niñas..”

- “Eres feliz riendo con nuestras hijas y mientras yo viva todo seguirá así, ¡ahora debes ocuparte de nuestro heredero!” –replicó en voz baja- “no le he dicho nada a padre ni madre, pero descuida... ya Yiu Lu está investigando todo para que los Chen no me tomen por sorpresa, pero con todo, prefiero reforzar mis hechizos..”

- “¿Yiu Lu?. Tu guardián se sentirá feliz. Su hijo es un pequeño muy gracioso, pero cuando crezca será un buen guardián para nuestro Xiao Lang”

- “El pequeño Hin Lu está afuera, esperando que le demos permiso de conocer a su futuro señor” –rió Hien- “es apenas un niño pequeño pero me agrada, y sabes bien que su padre es muy leal.”

- “Sé bien que Yiu Lu moriría antes que permitir que nada te pase”

- “Pues nadie va a morir. Envíale un aviso a mi amigo Shiratori, ¡seguro se pondrá feliz por nosotros!. Siento no poder quedarme en casa esta noche del nacimiento de mi hijo pero es necesario que medite y prepare algunos conjuros de protección para mi traje..”

- “¡Pero Hien, ¿es peligroso lo que vas a hacer? ¿esa reunión....?!”

- “Shht... es un secreto entre tú y yo. Pero no, no creo que sea algo serio. Si los Chen tramaran algo necesitarían movilizar mucho y no han hecho nada; además han enviado una comunicación especial y garantizan mi seguridad... pero te la dejaré en la caja de caudales para que tranquilices a padre, si pregunta por mí. Sabes que refuerzo mi magia porque soy precavido y pienso en ti y mis hijos. Quiero llegar a ser muy viejo contigo y verlos crecer” –la tranquilizó- “Mañana por la tarde, saliendo de la reunión con ellos, volveré listo para pasar unas lindas vacaciones con mi esposa e hijos. Los Chen han tenido conflictos con nosotros pero afirman querer parlamentar y el Tai Pan del Concilio está algo inquieto, por eso será una charla secreta. Debo preparar mi traje”

- “Hien.. te veo mañana”

- “Si cariño, mañana”

La joven mujer había asentido con risas –hilaridad provocada por la manita del bebé Xiao Lang tirando del pelo de su padre, como si quisiera retenerlo- pero a tantos años de ocurrido aquello, la fría y serena mujer en que se había convertido Ieran Li no pudo evitar recordar y reprocharse a sí misma una vez más.

No habían leído la predicción.. quizá no hubiera podido detener a su esposo esa tarde, pero ¡debió haberla leído! ¡no debió dejarlo partir!, ¡no debió permitirlo! ¡no!, porque la tarde siguiente que esperaban el regreso de su esposo y de su leal guardián, el llanto y la sangre habían empañado la cuna de su hijo ya que Hien Li I había regresado bañado en su propia sangre con su traje ceremonial de batalla aún puesto y asesinado por un complot de los Chen que ella logró denunciar –gracias a que su esposo le dijo explícitamente que iba a reunirse con los miembros de ese clan en secreto- y que le costó la pérdida de su risa, su alegría y sus deseos de vivir. El pequeño Hin Lu y su madre habían caído en desgracia –porque su padre había fallado en su deber, ya que aunque muriera junto con su señor, no pudo evitar su asesinato- los Chen habían negado las acusaciones y el caos había sido terrible. Su suegro había muerto de un ataque cardíaco ante el cadáver de su hijo y ella misma había renunciado a ocuparse del niño, dejando su crianza al leal Wei porque su suegra estaba devastada con la pérdida. La vida de todos los miembros del Clan Li pendió de un hilo esos días pero todos los miembros del clan Chen fueron asesinados misteriosamente poco después que el Tai Pan del Concilio de ese momento decretara su captura.

No lo sabían entonces.. pero todo había sido labor del último card captor. Desde la muerte de su esposo hasta la ejecución de todos los miembros del clan que había invocado a esa problemática card.

Había disfrutado de su hijo sólo unas horas. Con la muerte de su esposo gran parte de ella murió para siempre. Y muchas de sus culpas y pesares se las había pasado a Shaoran, enseñándole que debía ser desconfiado, que todo era su responsabilidad.. que no podía fallar jamás, porque el precio era la muerte.

- “El joven lobo. Lobo que defendería en solitario el clan” –recordó Ieran- “si. Nadie lo notó, pero el día que Shaoran nació, ya me dijeron que no tendría más hijos. Solitario.. sin hermanos que pudieran sucederle, o ayudarle. También anunciado estaba, que él se encontraría con el poder de Clow ¿quién más que la reencarnación de Clow, quien se cruzó en su camino?. Y por último... “quien tiene el poder de las estrellas”... ¿acaso esa no es la misma Sakura?”

Pero no tenía caso pensar en eso. Mientras anochecía suavemente en Pekín ese fin de semana a Ieran lo que le interesaba era que su nieto Hien -¡cuantos recuerdos le traía ese nombre!- no había tenido nadie que leyera su destino en las estrellas el día que nació. ¡El niño no había nacido en la casa Li, en Hong Kong!, había nacido durante una tormenta de nieve o algo así durante unas “vacaciones” y como tal.. ¡nadie había leído su destino en las estrellas!. Era por eso que en su despacho personal la suegra de Sakura pensaba en su nieto.. con inquietud. Shaoran no había pedido que leyeran su destino cuando el niño nació y cualquier lectura de las estrellas no tenía la veracidad que hubiese tenido por no haberlo hecho como debían y cuando debían. Pero pese a los años, lo único que la dama china podía recordar era el apuesto rostro de su esposo, diciéndole..

- “Cuídalo mucho Ieran. Cuida de nuestro Shaoran, por sobre todo y sobre todos”

La dama china lanzó un gran suspiro. Tenía miedo, pero a la vez la horrible sensación que su nieto iba a ocasionarle muchas angustias a Shaoran. Sospechaba que la falta de poderes mágicos en Hien iban a causar la ruina de su hijo y eso... eso, no lo permitiría. Pero es que acostumbrada a pensar mal y esperar lo peor, sólo pensaba en la falta de poder de su nieto como un problema..

Pero .. ¿y si no era así?.

En ese momento, la pálida faz de Hin Lu Li se anunció en el despacho de su señora y Ieran lo miró fríamente por su falta de modales. Hin Lu había ascendido –después de ser “perdonado” por la falla de su padre en consideración a su actuación personal en la pelea en la Torre de Tokyo- a ser además de Guardián y Secretario de su hijo, a esposo de Mei Ling –y primo por defecto- pero le sorprendía su falta de cortesía y..

- “Mi señora Ieran” –anunció el aludido con expresión aterrada- “me acaban de avisar, que hace minutos, Shaoran sufrió un accidente.. cayó del caballo y está inconsciente..”

Ieran Li palideció espantosamente.

Estaba aterrada.

Ignorantes de lo que había sucedido en Pekín hace pocas horas, los servidores de Li Manor intercambiaron miradas fatigadas entre sí, mientras terminaban de cerrar las enormes puertas que eran la entrada principal del hogar de la familia. Varios vehículos lujosos dejaban el lugar y la situación se había sentido tan tensa que había podido ser cortada con una tijera; aunque, en honor a la verdad, a ninguno de ellos les había inquietado la visita apresurada de las autoridades japonesas. Para un observador casual habría sido insólito que varias de las principales autoridades del país se hubieran presentado en Li Manor mientras anochecía a preguntar por la salud del Jefe de la Familia, pero realmente el estado de salud de Shaoran Li había provocado diversas reacciones.

Ciertamente el Consorcio “Oriental International” era uno de los más poderosos de toda Asia y el hecho que su joven Presidente hubiera sufrido tan lamentable accidente podía provocar manifestaciones de simpatía e interés en el gobierno –después de todo, Shaoran podía ser considerado como un empresario MUY exitoso- pero había mucho más que eso.

De hecho, quien viera Li Manor entendía que era habitada por una familia de gran poder y dinero.. y esto sólo a simple vista.

El hogar de los Li –no por nada llamado Li Manor- era un complejo de edificios de aspecto tradicional japonés verdaderamente antiguo. Había sido insistencia del Gobierno Japonés ponerlo a disposición de la familia cuando se enteraron que el joven Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente había dispuesto el cambio de sede de la organización mágica más antigua aún existente en el mundo. Y por supuesto que habían estado felices de que el antiguo y poderoso Concilio se trasladara a Japón. Ya se habían sentido muy satisfechos cuando en su tiempo, enviaron un representante a la boda de Shaoran y Sakura en Hong Kong –aquella ceremonia realmente impactante- y más que todo porque la esposa del Tai Pan del Concilio era japonesa, pero ofrecerles una residencia digna del Tai Pan era cosa de prestigio, dignidad... e influencia. Tokyo era punto de poder místico y ahora, además de ser orbe de gran poder e influencia política y económica también lo sería mágica. Porque, al mudarse el Tai Pan a la cercana Tomoeda y con todo el aparato del Concilio instalado en el reconstruido Edificio Sunshine era de esperar que todo el ancestral movimiento de hechicería y magia iba a tener como sede a Tokyo, que desplazaba al fin a Hong Kong, que a su vez había desplazado antes a otras sedes...

Por eso, mucho había sido el pánico cuando supieron que el joven Jefe había sufrido un accidente esa tarde de un apacible domingo. 

El Gobernador de Tokyo había hecho una visita apresurada, se especulaba en echarle la culpa de lo sucedido al gobierno inglés si la situación se ponía tensa –el accidente fue en la embajada inglesa, ¿no?- pero lo cierto era que el gobierno de pronto se había sentido inquieto. Habían ganado prestigio, poder, dinero y más poder teniendo la sede del Concilio y al joven Jefe y su familia instalados allí pero como que de pronto entendían que aquello era arma de doble filo: si bien ellos ganaban mucho si algo le pasaba al Tai Pan o los suyos –alguna cosa que entrara dentro de sus funciones- fácilmente todo el poder y la magia del Concilio y los Grandes Clanes irían también en su contra y nadie mejor que ellos sabía lo terrible que podía ser tener a la organización mágica más vieja del mundo de enemigo..

Por eso se habían apurado en manifestar su preocupación.

Quizá ni el gobierno inglés, su embajador o ningún gobierno occidental estaba enterado –bien, Uds y yo sabemos que cierto Secretario de Cultura si lo estaba, aunque eso es otra cosa- pero las altas esferas del gobierno japonés sí sabían quien era en realidad Shaoran Li.

Y a los empleados de Li Manor les importaba muy poco el gobierno japonés. Sólo suspiraron tranquilos cuando vieron salir el último de los vehículos pertenecientes a los Grandes Clanes; y es que pese a ser tan extensa la propiedad, nadie mejor que ellos sabía que los Li llevaban allí una vida realmente casera y apacible... tremendamente sencilla, lejos de la pompa, la tradición y la ceremonia tradicional que rodeaba a la mayoría de las casas habitadas por los Grandes Jefes. De hecho, ellos estaban entrenados para pasar lo más inadvertidamente posible, para no interferir en la intimidad del jefe y su familia, pues no ignoraban que tanto Shaoran y Sakura Li eran, dentro de su casa.. un joven matrimonio, simple y sin pretensiones.

Quizá por fuera Li Manor y el edificio principal fueran del más puro estilo tradicional, pero por dentro.. era una casa como otra cualquiera, con un inmobiliario moderno y de gusto sencillo..

- “Es un alivio saber que el Tai Pan va a recuperarse, pero..¡Pobre Dama Li!” –pensó más de uno.

Absolutamente extenuada, Sakura se dejó caer sobre un mullido sofá con expresión agotada antes de ponerse de pie y marchar a ver a su esposo. ¡Que pésima forma de terminar un día que podía haber sido tan bonito!. Jin Qua, mayordomo principal de Li Manor –entrenado por Wei- había hecho todo lo posible por ayudarla pero definitivamente ella no estaba acostumbrada a lidiar con la visita de más de 30 personas importantes, todas hablando a la vez y deseosos de saber de la salud de Shaoran. ¡Y eso era por el susto y la hora que sólo estaban ellos!... seguramente al día siguiente vendrían más y más... del gobierno, o del Concilio.

¡No estaban acostumbrados a la visita de tanta gente importante!.

- “Espero que Hin Lu llegue en pocas horas” –suspiró sintiéndose de pronto aliviada ante la próxima llegada del secretario de Shaoran, que ya informado de los hechos venía en un vuelo veloz desde Hong Kong- “no puedo preocuparme por esa gente ahora. Shaoran y Hien merecen toda mi atención”

Estaba cansada pero avanzó de prisa a paso rápido por el pasillo, rumbo a sus habitaciones. Había sido una fortuna que Shaoran se hubiera apenas roto el hombro con una  caída tan peligrosa como esa. De lo contrario nada ni nadie hubiera podido apartarla de su lado ni un segundo pero había tenido que lidiar con el susto del gobierno y los Grandes Clanes y no había tenido otro remedio que dejar a May May cuidando de Shaoran y Hien.

Cual sería su sorpresa al encontrar a ambos niños discutiendo en pleno vestíbulo..

- “¡No quería hacerlo y no iba a hacerlo!.. ¡yo, yo...!”

- “¡Pero Hien!, ¡monadita!” –murmuraba May May, con paciencia- “... no tenías que hacerles demostración alguna a esos tipos, con que sólo hubieras estado al lado de tu mamá se hubieran sentido más tranquilos...”

- “¡Ya te dije que no!... ¡iban a verme y yo.... yo...!” –dudó el niño, haciendo pucheros- “¿si notaban que no tengo magia?”

- “¡Pero monada, no iban a pedirte una demostración, sólo te decía que se hubieran puesto más tranquilos y menos cargosos con tu mami si te hubieran visto!”

- “¡Déjame en paz! ¡Y no me vuelvas a decir monada!”

- “¿Hien?.. ¿May May?, ¿por qué no estas con Shaoran? ¿lo dejaste solo?”

- “Sakura,... no te angusties ni entres en pánico” –le pidió la adolescente- “Ya tu hermano te dijo que él esté sedado hasta mañana o pasado... y esta casa tiene una seguridad que envidiaría el mismo Fuerte Knox** ¡no va a pasarle nada por estar solo!, ¡no es un enfermo terminal!... gracias a los dioses” –murmuró con un suspiro de alivio- “de modo que no te preocupes.. él esta dormido y no se moverá”

- “De todas maneras, May May. No me gusta que esté solo” –los ojos verdes miraron la carita contrita y angustiada de Hien- “¿qué sucede cariño?, ¿prefieres estar aún con tu papá?.. es mejor que te acuestes ya. Ha sido un día largo y mañana tienes escuela”

- “Es que....”

- “Le entró la timidez, por más que le insistí en que te acompañara a atender a los representantes de los Jefes y del gobierno”

- “¡Déjame en paz May May!”

El niño corrió hacia su habitación cerrando la puerta de un golpe seco –ambas mujeres lo oyeron muy bien- y Sakura y su sobrina intercambiaron miradas resignadas. Hien había tenido un día pésimo y la idea de que alguno de los jefes –o sus representantes- le vieran y notaran que no tenía magia le había provocado un ataque de timidez aguda.

- “Voy a acostarle” –anunció la antigua card captor- “por favor May May, vé con Shaoran. Yo misma iré para allá en cuanto termine con Hien..”

- “¿Porqué no quisiste que se quedara una enfermera?, mañana te espera un día pesado y conociéndote, lo cuidarás toda la noche..”

- “Supongo que no me siento cómoda con gente extraña en casa” –replicó Sakura, mientras ingresaba a la habitación de su hijo- “pero descuida. Hin Lu debe llegar en cualquier momento y él se ocupará de todo en la oficina”

May May bufó en voz baja cuando Sakura ingresó a la habitación del niño. Le empezaba a preocupar seriamente la actitud de Hien. El pequeño se sentía tan inseguro sobre sí mismo que empezaba a temer que nunca reuniera valor de abrir el libro azul y eso empezaba a serle ya no tan divertido, sinó exasperante..

- “¡Demonios!... ¿cuándo va a animarse de una vez?, ¡yo sé que él tiene lo que se necesita para despertar al cabezota de Spinel!!” –se impacientó- “¿porqué tengo que hacer yo todo el trabajo sin que Spi me eche siquiera una mano?¡¡¡NO ES JUSTO!!!” 

Enfadada consigo misma, se dirigió a la cocina por una buena taza de café.

- “¡Pero mamá..!” –murmuraba el niño en ese momento.

- “Sólo duerme tranquilo Hien” –murmuró suave y gentilmente Sakura, antes de besar la frente infantil y arroparlo con sumo cuidado- “ya te he dicho que yo cuidaré a tu papá; mañana verás que está muy bien. Duerme tranquilo cariño mío, estamos en casa”

- “Pero papá..”

- “Tu tranquilo mi pequeño, jamás permitiré que nada ni nadie dañe a ti y a tu padre..”

- “¡No!, ¡somos nosotros los que debemos protegerte!”

Sakura sonrió. ¡Hien era tan sobreprotector y machista a veces!.. no había duda que había nacido en China *** y además pasaba mucho tiempo con Mamoru. Pero no era momento de reñirle ahora y quitarle las ideas machistas de la cabeza, había sido un día terrible para él.

- “Anda, duérmete ya hijo”

Los infantiles ojos verdes contemplaron la gentil figura de su madre marcharse antes de tratar de dormir. Había sido un día espantoso y se sentía realmente compungido, asustado y terriblemente culpable por lo ocurrido; entretanto, Sakura caminaba por el largo vestíbulo sintiéndose extrañamente inquieta: Hien estaba aún muy impresionado y ella lo comprendía cabalmente. Había sido un verdadero golpe de suerte que la caída de Shaoran no tuviera una consecuencia desastrosa, peor aún si consideramos que para el niño todo lo ocurrido había sido un fuerte shock..

- “Pero Shaoran esta bien, nada malo va a pasarle..” –pensó mientras marchaba rumbo a sus habitaciones.

Su sonrisa se heló en su rostro y se detuvo en seco cuando notó una figura femenina en medio del vestíbulo, dudando en tocar la puerta de su propia recámara. Casi dio un salto y detuvo la mano de la mujer, que asía el pomo de la puerta, enfrentándola..

- “¡¡¿Qué.. cómo.?!!!” –dijo indignada - “¡¿cómo entraste?!”

- “¡Oh, buenas... noches!, disculpe por favor, no pretendía ser descortés y.. creí que era una sala de espera”

- “No es cortés entrar en mi casa sin mi permiso, e inmiscuirte así en la privacidad de mi casa” –replicó Sakura inmediatamente- “¿qué estás haciendo?, ¿quién te dejó pasar?”

- “¡Oh, discúlpame, por favor Dama Li” –rió Akasha, en un gesto que quiso ser inocente- “yo... yo sólo... sólo estaba preocupada por la salud del Tai Pan, después de todo..”

- “Pero no tenías que entrar hasta aqui” –espetó Sakura, aún temblando de los nervios e impresión, sin creer todavía el atrevimiento de aquella mujer- “agradeceré que te retires de inmediato..”

- “¡Oh por favor, no tomes a mal mi visita, Dama Li!” –sonrió la otra en un gesto que intentó ser conciliador- “yo estoy muy agradecida con el Tai Pan, por todo lo que él ha hecho por mí y los míos, por eso es que vine a verle y al no encontrarle, me animé a buscarle por la casa. Sé que le preocupó mucho verme... pero”

- “¿Es por eso que tratas de meterte a mi habitación?”

- “¿¿¿¿Su habitación???? ¡Lo... lo siento!” –la thugh se inclinó con humildad mirando la puerta aún cerrada con falso horror- “ ¡NO LO SABIA!, ingresé por los tejados ¡no me atreví a ingresar por la puerta principal!.. ¡temía que me echara! ¡no sabía que era su..!”

- “Pero no es excusa para meterte así y..”

- “¡Creí que iba a echarme!” –la voz de Akasha se quebró y estalló en lágrimas compungidas- “¡Mi vida no ha sido fácil dama Li!. ¡No es sencillo vivir con el estigma de ser un thugh, siempre en las sombras, la oscuridad!, ¡tantas cosas horribles!” –murmuró en algo que parecía genuino lamento y que desarmó la indignación de Sakura- “discúlpeme.. Ud. no tiene porqué entenderlo pero lo que el Tai Pan ha hecho por mi.. clan, ha sido algo sin precedentes” –dijo con emoción- “¡y todos estábamos tan angustiados y agradecidos que me colé por su casa para saber de su salud! ¡si algo le pasa, quizá el Concilio no nos permita dejar de ser un clan oscuro!”

Lágrimas expertas brillaron en aquellos ojos oscuros y la thugh ahogó un sollozo casi artístico por lo que la antigua card captor no pudo evitar un dejo de compasión, acusándose a sí misma de haber sido casi paranoica los últimos tiempos. Después de todo, ella no había tenido una carga tan tremenda como la que había sufrido aquella mujer, que ciertamente tenía motivos para estar agradecida a Shaoran porque nadie pedía venir al mundo formando parte importante de un clan de asesinos...

- “No es culpa suya..” –pensó sintiendo piedad ante los sollozos de la mujer, mientras procuraba buscarle un pañuelo y un vaso con agua para calmarla- “debe haber tenido una vida terrible..”

- “¡No se moleste por mí Dama Li!” –sonrió la thugh con modestia, tratando de secarse las lágrimas, sin éxito- “sé que he sido demasiado atrevida y no tengo derecho.. ¡el Tai Pan ha sido tan bueno que yo no tengo derecho a llorar así ante una joven dama como Ud.!”

- “Soy Sakura, por favor” –dijo la de los verdes ojos- “procura tranquilizarte un poco y...”

- “¡Sakura, escuché voces!, ¿ya despertó acaso el lindo de Shaorancito?..!”

May May se acercó por el vestíbulo y se congeló por un instante al encontrarse con un cuadro que la dejó con la boca abierta. Sakura estaba ante la puerta de su habitación procurando tranquilizar a una mujer morena que...

¡Era IDÉNTICA a la propia Sakura!

La adolescente abrió la boca pero no emitió ningún sonido, ¡aquello era como si le hubieran arrojado un balde de agua helada!, ¿cómo se metió esa mujer alli?, ¿porqué lloraba?.. ¿cómo podía ser  tan parecida a Sakura?...

- “¡May May!” –la antigua card captor no tuvo otro remedio que adelantarse hacia su “sobrina” y alejarse por el pasillo, porque parecía que may May iba a desmayarse del susto allí mismo- “cálmate por favor, Shaoran está bien.. esa mujer..”

- “¡Es IGUAL a ti!”

La antigua card captor parpadeó, confundida. ¿Eso era lo que había perturbado tanto a May May?, ¿qué Akasha se parecía a ella?... bien, quizá si tenia ciertos aires, pero eran tan diferentes en color que la hija de Fujitaka Kinomoto no era consciente del shock que podía sufrir quien las viera juntas. Idénticas pero opuestas, casi como si la una fuera un reflejo de la otra...

- “¡¡¿Porqué se parece a ti esa mujer Sakura?!!”

- “Estás exagerando un poco May May. Cálmate”

- “¡Pero...pero..!”

- “Vé a ver a Hien por favor... lo dejé muy inquieto y dudo que esté dormido”

- “Pero esa mujer... ¡esa mujer!” –Sakura y May May caminaron por el vestíbulo rumbo a la habitación de Hien porque la antigua card captor notaba que May May estaba histérica- “¿cómo pudo meterse hasta aquí?, ¿porqué se parece a ti? ¿quién es esa mujer?”

- “Su nombre es Akasha Bakthar, es una thugh y..”

- “¡UNA THUGH!” –May May gritó con horror- “¿cómo pudo colarse esa clase de escoria a la casa?, ¡debe haber matado a alguno de los guardianes! ¡esa gente es de lo peor Sakura! ¡¿cómo puedes?....”

- “May May.. tranquilízate, por favor. Están agradecidos por que Shaoran ha quitado el estigma de clan oscuro a su familia... se metió a escondidas porque temía a ... el prejuicio de haber sido una asesina”

- “¡Debes echarla de aquí a patadas!”

- “Por favor .. cálmate” –suspiró Sakura, sintiéndose más aprehensiva que nunca ante las palabras de la adolescente- “yo... a mí tampoco me gusta nada esa mujer, pero quizá la he prejuzgado..” 

- “¡Prejuzgado, pamplinas! ¡es una asesina!”

Sakura tuvo una desagradable sensación de vacío en el estómago. Odiaba sentir que estaba siendo injusta con una persona de pasado dudoso ¡jamás había sido prejuiciosa pero estaba en total acuerdo con May May!. No, no era su pasado... había algo en esa mujer, en la forma en que miraba a su marido que le provocaba rabia, alarma y angustia. ¡Hubiera sentido lo mismo si esa mujer no fuera una asesina sinó una ejecutiva o una modelo, o lo que sea!. De modo que no contestó ni dijo nada mientras May May seguía protestando. De pronto sentía pánico, mucho pánico de pensar que aquella Akasha con su cuerpo sinuoso y sus ojos oscuros había llegado a meterse en su propia casa de esa forma, así que dio media vuelta y corrió de regreso a sus habitaciones mientras May May se aprestaba a seguirla cuando una de las chicas del servicio doméstico se le acercó.

- “¿Qué pasa?” –preguntó May May, notando la cara de franco pavor de la chica..

- “La Dama Mayor, señorita”- anunció la joven mucama, temblando- “acaba de ingresar al complejo por la puerta principal”

- “¡¿Abuelita Ieran volvió??!”

- “Sí. Con el Guardián del amo”

- “¿Tío Hin Lu?”

Ajena a la expresión de susto de su sobrina, Sakura se había detenido en seco ante la puerta abierta de su propia recámara, no pudiendo dar crédito a sus ojos por un segundo mientras sentía que todos los músculos del cuerpo se tensaban ante lo que contemplaba. La figura de una mujer ya conocida estaba ante su vista; de momento el largo y trenzado cabello negro le caía un poco sobre el rostro pero estaba reclinada sobre el cuerpo durmiente de Shaoran mientras sus manos acariciaban tenuemente la figura masculina y su boca se perdía en un beso íntimo sobre el suave cabello color canela y chocolate..

Sakura no supo lo que sintió o que pensar. Fue demasiado rápido, sintió como si miles de puñales se le clavaran en el cuerpo y a la vez unas ganas horribles de destrozar algo..

O a alguien..

- “¡¡¿CÓMO TE ATREVES?!!” –saltó indignada, casi corriendo hacia el lecho donde Shaoran aún yacía inconsciente y anteponiendo su figura a la de su esposo en un gesto posesivo pero a la vez protector apartando a la mujer, que retrocedió con rapidez ante la expresión de fiera alarma en los ojos verdes- “¡¡¡¿QUÉ TE HAS CREIDO?!!!”

- “¡Da.. Dama Li!.. Sa... Sakura yo...”

Los ojos verdes la miraban ya con furia, ira y sin la menor duda, y Akasha se maldijo por un segundo. Había estado tan aliviada de verla marcharse con esa chiquilla que había olvidado toda precaución y había entrado a la habitación del matrimonio Li –y esta vez no podía alegar ignorancia- sin pensar en nada más. Y es que estaba tan angustiada que al contemplar la figura durmiente de Shaoran no había podido contener sus deseos de proteger y abrazar el cuerpo cálido y desfallecido del joven jefe y había acariciado su rostro y besado su cabello con verdadera devoción y pasión..

Ojos verdes se enfrentaron a los oscuros de la thugh. No hacía falta las palabras. Ambas sabían muy bien de lo que estaban hablando. Ahora la mirada verde de Sakura Li indicaba que había visto lo suficiente como para que no pudiera seguir usando la careta de “mujer incomprendida” una vez más. Aunque, por otra parte... en el fondo aquello le alegró. ¿Así que ya lo sabía?, bien... mejor que supiera..

Disfrutaría con su miedo.

- “¿Qué me he creído que?” –espetó la mujer cambiando su tono de una manera tan radical, sin la menor sombra de respeto ni de vergüenza por haber sido casi “pillada” con el inconsciente Shaoran en un gesto que más que cortés, era algo íntimo- “no eres muy cortés, Sakura”

- “No es cortés entrar en mi casa sin mi permiso, e inmiscuirte así en la privacidad de mi alcoba” –replicó muy seria, pese a que tenía ganas de sacarle los ojos a esa mujer.. ¡había estado acariciando el cabello de SU Shaoran!- “Fuera de mi casa. Largo de mi casa aquí y ahora”

- “No vine a verte a ti, Sakura” –la mujer la miró burlona y tuteándola, antes de pasear burlonamente por la habitación, casi como si fuera una hiena acechando una presa- “ya te dije que estoy aquí porque me siento muy angustiada por la salud del Tai Pan. Aunque sé que su accidente no ha sido grave”

- “¡¿Lo sabes?!”

Una sonrisa astuta apareció en el rostro hermoso de la thugh, quien apenas podía contener su dicha ante el desconcierto, temor y profunda aprehensión que notaba en la antigua card captor.. ¿así que se sentía asustada e insegura ante ella?, ¡bien por ella porque tenía serios motivos para temerle!

De hecho, ella estaba impaciente por provocarle más temores...

- “Si, he visto sus radiografías” –se acomodó en un mullido sofá de la habitación con gesto retador- “¿qué te sorprende?” –dijo con evidente intención- “Shaoran es LO MAS IMPORTANTE para mí y supongo que no creerías que esperaría como los demás clanes, una comunicación oficial.. especialmente teniendo en cuenta las habilidades de los miembros de mi clan en conseguir información. Ni siquiera los hábiles miembros de tu clan que protegen esta casa han podido notar mi presencia y menos los experimentados agentes de la embajada donde vive aquel inglés de ojos azules, amigo de Shaoran. Algo de bueno es haber sido hábiles asesinos al servicio de los clanes por milenios”

- “¿¡¡También se metieron a la Embajada??!!”

- “Estoy en tu habitación Sakura.. ¿qué te dice eso?” –se burló la otra.

Los ojos verdes soltaron chispas –por la evidente intención en las palabras de aquella mujer- pero no contestó. Algo, que la thugh interpretó como un acceso de estupor..

- “Bien, ya que sabes eso: largo-de-mi-casa” –Los ojos verdes brillaban como esmeraldas- “no tienes nada que hacer aquí” –las palabras de Sakura sonaron frías mientras ambas mujeres se medían con la mirada- “Esta es MI habitación, la misma que comparto con el hombre que amo.. que me hizo a MI su esposa y a quien le dí su único hijo. Mi esposo, mi marido, mi amante” –Akasha la miró pálida de ira ante la indirecta- “Ahora te agradeceré que te marches”

La thugh la miró con ojos brillando como puñales. Las palabras de la japonesa la habían herido porque era esa realidad la que la torturaba cada noche. Ella estaba con él, compartiendo cada noche su cama, su pasión, su aliento...

- “Pareces muy segura Sakura” –comentó con despecho y odio, porque era odio lo que expresaba su rostro, ya sin ninguna máscara fingida- “lo llamas tu esposo pero..”

- “Márchate ahora mismo o haré que te echen..”

- “¿En serio?” –sonrió como hiena- “¿y que les dirás a tus criados? ¿qué me metí a tu habitación a ver a tu marido?” –añadió con evidente deleite malévolo- “o quizá debería decir quien debió ser MI esposo..”

- “¡ESTAS LOCA!”

- “¿Lo crees así?” –insistió ante la mirada asustada de Sakura- “tengo tantos derechos a verlo como tú Sakura, especialmente si consideramos que si bien él es tu esposo ahora.. debió ser mío antes. Tal vez no se llamaba Shaoran entonces, sinó Ridolfo... Ridolfo Mocenigo..”

Sakura se cubrió la boca ahogando un gesto de asombro que era casi horror. ¡Esa mujer lo sabía!.. ¡ella había recordado el pasado en común que tenía con Shaoran!, ¡lo sabía, ¡ELLA LO SABIA TODO!..

- “Así que lo sabes... o al menos no eres tan tonta como para no atar cabos” –rió la thugh pese a que la japonesa trataba de disimular su asombro y temor- “me sorprendes gratamente en verdad, pero ten en cuenta esto cuando proclames tan orgullosamente que eres su esposa: él no te quiere a ti Sakura. El sólo cree que te ama porque te pareces a mí, sólo busca en ti mi reflejo. No sabe aún quien fui yo en su pasado pero cuando lo sepa, entenderá que se equivocó... que fui yo a quien debió elegir. ¡y me elegirá esta vez!”

- “Loca... ¡loca!” –murmuró Sakura, temblando íntimamente- “no sé que estas inventando, pero.. ¡él mi esposo aquí y ahora y no voy a permitir que..!”

- “¡Mamá.. May May dice..!” –interrumpió una vocecita infantil.

La antigua card captor sintió el corazón martillearle. Akasha abría ya la puerta de la habitación, marchándose, pero la cabecita de Hien se asomó entonces por la puerta entreabierta ante el temor creciente de Sakura y la expresión de atónita sorpresa de la thugh; pero antes que esta última pudiera reaccionar la hija de Fujitaka Kinomoto se adelantó tirando del bracito infantil tratando de ocultar el rostro y la figurita de su hijo de la mirada de aquella mujer detrás de su propio cuerpo..

- “Es la última vez que te lo digo” –le espetó con una furia sólo comparable a la que había sentido cuando enfrentó a la sombra de Mai Tsi en la torre de Tokyo años atrás, sintiendo detrás de sí el cuerpo cálido de su hijo y sabiendo que Shaoran seguía inconsciente detrás del niño, en su propio lecho- “Fuera de mi casa o te juro que lo pagarás”

Los ojos de la thugh contemplaban al niño con sorpresa, pese a que éste no entendía nada, pero la asesina aún replicó con altanería.

- “¿Crees que podrías conmigo?” –se burló Akasha- “¿sabes acaso quien soy y lo que puedo hacer?”

- “No me retes” –replicó Sakura, respondiendo el desafío- “Yo sé que eres, pero tu no me conoces ni sabes de lo que soy capaz por proteger a los que amo”

Por un momento ambas mujeres se midieron con la mirada... fijamente.

Una parecía arrojar todas sus artes homicidas y su burlona superioridad, los ojos de la card captor en cambio irradiaban fuego verde y no bajaron la mirada ni un instante. Si los ojos son el espejo del alma, la thugh supo que en ese momento la amable Sakura Li no era tan insignificante como había creído..

- “Fuera-de-mi-casa”

- “............”

Quizás era gentil y dulce todo el tiempo, pero bajo aquel encantador talante resonaba una decisión fiera e inquebrantable de defender lo que amaba. Y es  sumado al hecho de ser dulce esposa y cariñosa madre la mirada verde delataba ahora una fuerza que Akasha había visto pocas veces... una decisión comparable sólo a una leona protegiendo a los suyos y la mujer de ojos oscuros se sintió casi frustrada por un instante.. sin atreverse a moverse bajo el fuego de esos ojos. Finalmente sólo miró fijamente al niño y a su padre antes de volverse a abrir la puerta y encontrarse con la misma chiquilla que había visto antes..

Que la miraba fijamente con los brazos cruzados sobre su pecho y con una actitud que no dejaba lugar a dudas.

- “Si no has escuchado a Sakura o no sabes el camino, yo puedo sacarte de aquí a patadas” –era obvio que May May había escuchado que Sakura echaba a esa mujer de la casa porque la mirada de la adolescente era fiera- “por si no lo sabes, thugh... esta es Li Manor y la escoria como tú no tiene lugar entre nosotros”

- “Hablas mucho.. chiquilla” –replicó conteniendo la cólera- “Ya veremos lo que dices cuando te haga tragar tus palabras”

- “¿Una thugh, a mí?” –se burló May May con evidente intención- “Soy May May Li de la Casa Li. Sobrina de sangre de Shaoran y orgullosa dama de compañía de la Tai Tai**** del  Jefe del Clan Li y Supremo Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente.. Sakura Li. Si los tocas a ellos me tocas a mí y te aseguro que yo no soy tan amable con las mujerzuelas como Shaoran.. o Sakura”

La thugh irguió la cabeza sin atreverse a tocar a May May. Humillada o no, la chiquilla pertenecía al clan Li y era sobrina de Shaoran; pero en la penumbra de esa noche la mujer se juró a sí misma que alguna vez haría a Sakura sufrir tanto, que desearía la muerte. 

- “Ya veremos”

Dicho esto la mujer pegó un salto y desapareció en menos de un segundo con movimientos casi como de ninja, pero al salir de la habitación Sakura miró a May May con asombro pese a que Hien soltaba pregunta tras pregunta..

- “¿Quién es esa mujer?, ¡es igual a ti mamá!”

- “¿Estabas...?” –se asombró la de ojos verdes- “pero May May..”

- “¡Descuida Sakura!. Pusiste en su lugar a esa mujer pero si hubiera tratado de acercarse a ti, a Hien o a Shaorancito, yo misma le hubiera sacado los ojos” –se felicitó la adolescente-“¡uffff!, no creí jamás que tuviera tal atrevimiento!, ¡mira con la mujercita aquella!”

- “¿Qué esta pasando?” –protestaba Hien- “¡alguien dígameee!, ¿y donde está Dama Ieran, May May?”

- “¡Ay, si!.. gracias por recordármelo lindura” –Hien gritó un ¡NO ME DIGAS ASI! pero May May y Sakura lo ignoraron y la escolar añadió con gestos dramáticos- “¡abuelita Ieran esta aquí!.. ¡SUELTA!.. ¡y con airecitos de enfado! Aunque no lo creas luce más enojada ahora que por la fiesta que hice en Pekín que duró días... ”

Pese a lo ocurrido, Sakura no pudo contener una leve sonrisa. May May acababa de dar esa noticia como si su suegra hubiera sido una convicta de alta peligrosidad, escapada recientemente de un manicomio o algo peor.

- “¿Está aquí?, pero.. ¿cómo no viene contigo?”

- “La dejé en la biblioteca... hablando por teléfono con el Gobernador de Tokyo”

- “¡¿Cómo?, ¿el Gobernador de Tokyo?!”

- “¿Porqué nadie me dice que pasa y quien era esa mujer?” –siguió bufando Hien.

- “Porque eres demasiado chiquito para hablar de cosas feas. ¡Eso no es una mujer!.. es un bicho inmundo” –le replicó May May rápidamente, antes de volverse a Sakura- “¿Creíste que iba a dejar a abuelita entrar hasta tu habitación?, ¿sin avisarte?, ¡naaaah, Sakura! ¿quién crees que soy?” –informó- “cuando entró a la propiedad me avisaron y en cuanto bajó del vehículo le fui a esperar, diciendo que tenía al Gobernador en el teléfono, pero no me vas a creer que....”

- “¿Para que llamó el Gobernador?”

- “¡Yo lo llamé!... y como él esta deseoso de expresar a alguien cuanto lamenta lo ocurrido a Shaoran, lo dejé hablando con abuelita... ¡por cierto! le dije a tío Hin Lu que revisara la seguridad para que no se metan bichos repugnantes a la casa. ¡El pobre trae una cara tremenda!. Aunque nunca pensé que esa zorra thugh sería un bicho tan atrevido, yo sólo me vine apurada a avisarte que tío Hin Lu tiene una marca de golpe en la cara muy fea.. ¿será que tía Mei Ling le pilló viendo a otra mujer?, ¡porque Mei Ling es capaz de...!”

La antigua card captor sonrió, mientras Hien estaba entre el enfado –aún no le hacían caso- y el miedo porque su abuela estaba en casa. Pero Sakura no podía evitar sentirse aliviada tanto por las frases de May May como por su actitud despreocupada pero que encubría su apoyo incondicional. Esto fue lo que la hizo sentirse de pronto, muy unida a la adolescente.

- “Tu descuida Sakura” –le tranquilizó la otra saliendo del tema de los chismes familiares- “yo estoy aquí para ayudarte a no dejar pasar animales asquerosos como ése” –le guiñó el ojo- “después de todo, tenemos que cuidar al muy apetecible pastel que es tu marido y a esta encantadora promesa de pastel que es esta lindura”

- “¡NO ME DIGAS ASIII!!”

Pese a lo terrible de lo sucedido, Sakura empezó a reír, mientras May May, añadía, con aire convencido pero levemente cómico..

- “Si, pues... ¡hay que cuidar mucho a ese hombre y a la lindura!.. ¡ay mucha bicha violadora suelta!”

- “No me parece que sea una forma correcta de expresarse ante el Heredero del clan, May May” –espetó Ieran Li apareciendo en el vestíbulo- “¿hablas de abusadoras sexuales ante un niño? ¿o que?” –se volvió a Sakura- “¿y cómo puedes reírte? ¡tu esposo acaba de tener un accidente y tu estas..?” –la dama estaba muy erguida, fría pero se notaba palpablemente que estaba indignada- “¿cómo es posible que hayas descuidado tus deberes de esposa permitiendo que él se accidentara así?.. ¿cómo ocurrió esto? ¿qué?”

Hien se encogió visiblemente ante los gestos y la fría imperiosidad de su abuela y algo en Sakura la hizo rebelarse. Hasta May May se había quedado callada, pero ella no estaba dispuesta a permitir que aumentaran la tensión reinante..

- “Estimada suegra” –los ojos verdes detuvieron en seco los ácidos comentarios de la dama china- “entiendo su preocupación, pero no voy a aceptar que critique la forma como me ocupo de mi familia. Su hijo se distrajo en una exhibición ecuestre.. lastimándose. No hubo de nada de particular en su accidente..”

- “¡Imposible!, ¡Shaoran sabe montar a caballo perfectamente y..!”

- “Le guste o no y ya sea que lo acepte o no, su hijo es un ser humano, y como tal, susceptible de errores” –Sakura estaba aún tan nerviosa por la presencia de Akasha que se enfrentó con Ieran casi sin pensar- “tal vez si no le hubiera educado pensando que debía ser infalible él no actuaría tan temerariamente algunas veces”

La madura dama china miró a Sakura con asombro al igual que Hin Lu –que venía detrás de su señora- pero pese a su desconcierto, Ieran se dirigió a paso raudo hacia la habitación de su hijo, mientras Sakura sentíase inquieta todavía y May May estaba casi lanzando porras de la emoción..

- “Sakura.. ¿estás bien?” –la voz de Hin Lu sonaba genuinamente preocupada- “yo.. disculpa, pero nunca le habías hablado a mi Señora de esa forma y..”

- “Lo.. lo siento Hin Lu” –dudó la japonesa, tranquilizándose- “es sólo que... nos llevamos un buen susto”

- “¡Fue genial como le hablaste a la abuelita!” –saltaba May May.. porque Hien seguía aun con la boca abierta- “¡hubiera querido grabarlo!”

En la quietud de la noche de ese complicado domingo, la pequeña figura de un niño de ojos rojizos y cabellos de ébano contemplaba las manchas rojas que habían aparecido levemente, en la luna. La residencia donde habitaba junto a su tutor y su esposa, era lujosa y estaba muy bien ubicada, pero el niño estaba demasiado ocupado, sacando conclusiones..

- “Manipular... mentir, engañar. Es la mejor forma de llevar a cabo los planes” –pensaba el pequeño ruso- “el poder que guardo no despertará del todo hasta que reúna a los otros. Pero cuando eso pase juro que este maldito idiota me vá a pagar todas y cada una de sus ofensas.. ¡lo juro!”  

La mirada infantil y rojiza recayó entonces sobre la luna, que brillaba alta y radiante esa noche... pero con ciertas peculiaridades...

- “Luna de sangre..” –murmuró el niño, sin voltear a mirar detrás de sí, pese a que sentía a alguien- “igual a la que salió la noche que nací, ¿no es así?”

- “Si... pero, no es algo malo que tenga aquel tinte levemente rojo” –comentó una dama palidísima, de tipo elegante- “es... es un hecho científico y..”

- “Conozco bastante sobre eso así que no me aburras. Pero... ¿la noche que nací fue igual, no?”

- “No del todo. Aquella noche, la luna estaba totalmente roja. Toda roja, no eran manchas, sinó era toda roja”

- “Eso es luna de sangre*****, para mí”

La bella y elegante Carmille Ruthwen asintió en silencio, mientras miraba la figurita infantil con un brillo peculiar en los ojos. Gritzkorovjnail debía estar de muy buen humor, porque no había soltado sus frases hirientes en el tono acostumbrado, ni la había echado de su lado..

- “¿Ya volvió?” –volvió a preguntar el niño.

- “Si, sería mejor que bajes. Sabes bien que él se preocupa mucho por ti” –insistió- “por favor, querido... nosotros te queremos”

- “Díselo a un tonto que te crea” –se burló el niño- “conozco bien las razones de él.. y las tuyas. Pero no. Dile que estoy dormido o que me lancé cabeza abajo por un puente. Hoy no quiero ver a nadie más”

- “Pero....”

- “¡Déjame solo!” –ordenó déspota- “Y ya que sales.. cierra la puerta”

La dama prorrumpió en un suspiro profundo y casi dramático, pero el niño no se inmutó. De hecho, en cuanto la vió abandonar el lugar sonrió levemente y fue en ese momento que el pequeño notó algo parecido a un revuelo de pétalos y magia.. un despliegue de poder sutil, pero reconocible por parte de quienes lo hubieran visto antes. 

Frunció el entrecejo, de por sí, ya fruncido.

- “Es el nuevo títere.. el Sakurazukamori. Es bueno que nadie vivo lo recuerde... o lo sentiría, pese a que es muy sutil”

En ese mismo momento Touya Kinomoto asomó desde una de las ventanas de su hogar sintiéndose más que nunca ferozmente aprehensivo..

- “No puede ser. No puede ser.. ¡ese tipo está muerto!”

- “¿Touya?, ¿qué estás murmurando?” –añadió Tomoyo mirando a su esposo con inquietud- “¿sentiste algo?”

- “No, nada” –negó secamente.

Los oceánicos ojos azules de Tomoyo le miraron con interés por los segundos siguientes  mientras Touya procuraba inútilmente mantener un semblante impasible. ¡Maldición!, ¡como odiaba eso! ¡no iba a decirle, no iba, no iba a preocuparla!, ¿qué caso tenía?. Apenas había sido un segundo y hace tanto tiempo que había sentido ese poder ¡además el tipo estaba muerto!. Porque ¿estaba muerto, no es así?. De lo contrario los hubiera cazado mucho antes. Es decir, Seishirou Sakurazuka jamás dejaba cabos sueltos, con él no habían testigos que pudieran delatarlo y la única persona que había conservado la vida –además de ellos- era quien finalmente había puesto fin a la cadena de asesinatos..

Subaru Sumeragi había matado al Sakurazukamori y después había muerto. ¿No era así?

- “¿Touya?, por favor..”

- “Fue sólo un instante” –muy a su pesar, no podía resistir su mirada y tuvo que explicarle- “Pero fue... era... como el sujeto de Tokyo, el asesino del cerezo”

Tomoyo palideció y sintió miedo. Desde hace algún tiempo –desde que Mamoru visitara el parque Ueno en esa excursión- no se sentía nada a gusto. Era como si su instinto estuviera en alerta, pero al paso de unos segundos el médico pareció quedar perplejo y ella se animó a preguntar otra vez.

- “¿Lo.. sientes cerca?”

- “No. Fue solo un instante. Un segundo completo... no lo sé. Ya no hay nada. Nunca lo había sentido en estos años..”

- “¿Qué crees entonces?”

- “No lo sé. La vez pasada creí ver a alguien... de esos dragones, ¿recuerdas?. A uno de los Dragones de la pelea por el fin del mundo”

- “¿A quien viste?”

- “No sé si lo ví. O aluciné... pero no me gusta nada. Li se ha salvado por muy poco de matarse con esa caída y los Hiragizawa tuvieron visitas oscuras esta tarde” –ante el asombro de Tomoyo la tranquilizó- “descuida.. el inglés se encargó de ellos pero ahora esto. No me gusta. Pude haberlo alucinado pero sigue sin gustarme”

- “¿Qué vas a hacer? ¿Touya?”

El médico se concentró en sí mismo por unos segundos hasta que al fin el shikigami en forma de lobo se manifestó ante él mirándole con atención por un instante antes de salir de un salto por la ventana. Y es que pese a la presencia de Byakko –que oficialmente él y Tomoyo ignoraban- y las Protection Cards, su propia personalidad de “papá aprehensivo” no le permitía quedarse tan tranquilo. Podía ser que alucinara, pero prefería excederse en precauciones antes de tener sorpresas desagradables. Y así lo comentó con su esposa, quien asintió en silencio abrazándole suavemente -¡que bien sabía ella que su contacto lo tranquilizaba .. aunque a la vez lo enervaba mucho- y mientras Kinomoto aspiraba con deleite el perfume del cabello femenino, la diseñadora añadió.

- “No me gusta haber dejado sola a Sakura... podría necesitarnos. Con Shaoran como está... ¿tu que crees?”

- “Bueno ella está en su casa. Yukito le preguntó a Shaoran Li alguna vez después que se mudaron aquí si tenían protección contra la magia debido al cargo del chino en el Concilio ése.. y fue el mismo marido de Sakura quien le dijo que toda la propiedad tiene sellos protectores muy antiguos, que no permiten el paso de poderes oscuros ” –añadió a modo de protesta - “¡¿tu crees que habría dejado a mi hermana sola, con un marido fuera de combate y con mi sobrino tan asustado de no saberla protegida?! ¡¡¿acaso no me conoces o qué?!!”

La hija de Sonomi sonrió.

- “Si, tienes razón. Además he visto ese tipo de sellos antes ¿no lo recuerdas?. Si es como te dijo Yukito deben ser como los que tenían cuando la abuela de Shaoran vivía!”

- “Espero que más fuertes” –suspiró el doctor, algo inquieto ante el recuerdo- “Yukito los vió y me aseguró que son verdaderas piezas de museo así que deduzco que son más poderosos (y espero efectivos) que los que tenían en la Mansión de aquella anciana” –gruñó- “porque esa vez esas cosas no fueron nada infalibles”

- “¡Que desconfiado eres!” –le tranquilizó Tomoyo- “si son tan antiguos, seguro que son perfectos, no te preocupes”

Y es que la hija de Sonomi sabía que Touya recordaba con disgusto que aquella vez en Tokyo, antes que Mamoru naciera, los esbirros de la reencarnación del Druida Negro y los Seis habían secuestrado al entonces pequeño Tao y a la propia Tomoyo.. confundiéndola con Yoko.

- “Mira, no te preocupes” –pidió con acariciando suavemente el rostro de su esposo, haciendo que la intimidad del gesto hiciera que la mente del médico volaba a “otras cosas” mucho más agradables que esos recuerdos- “Sakura no es una niña y ella siempre puede vencer cualquier obstáculo. No sabes lo fuerte que puede volverse una mujer cuando ama y protege a su familia”

- “Pero yo te cuido a ti pequeña” –comentó el doctor apagando las luces de la habitación mientras la empujaba suavemente hacia su lecho- “¡Cielos! ¡eres tan hermosa!”

En la penumbra de la habitación Tomoyo amplió su sonrisa y mientras se perdía en las caricias de su esposo la joven diseñadora lamentó que su mejor amiga no pudiera estar tan feliz con el hombre que amaba como ella en ese momento, ya que al menos, desde que Megumi estaba como niñera y servicio de la casa, ella y Touya no tenían problemas que afectaran su privacía, ya que cada noche era menos común que los niños ingresaran a horas inoportunas..

Y hablando de niños...

En ese momento Hien estaba en su camita, sin entender porqué su madre le había tratado como bebé esa noche, que bien se veía como bastante caótica. El pequeño aún se sentía culpable por el accidente y nervioso por la llegada de su abuela pero a la vez se encontraba bastante confundido por la actitud de Sakura esa noche. ¿Era su idea, o su madre había estado tan enojada con esa mujer que la había echado a esa mujer de la casa? ¡y había estado enojada!.. osea, hablamos de su madre, a quien ciertamente Hien casi consideraba una especie de mujer-ángel. Pero bien, si lo pensaba mejor, el niño entendía que su mamá se hubiera molestado pero creía que si alguien tenía la culpa de lo que pasó era él.. ¿qué su madre le hablara así a una visitante?.

Eso, cuando menos, era raro.

- “Pero.. ¿quién era esa señora que hablaba con mamá?” –pensaba- “parecía que mamá estaba muy disgustada con ella, ¡mamá nunca había tratado así a nadie!” –razonó- “pero no puede ser totalmente mala o desearnos mal, porque de lo contrario los sellos del Rey del Cielo que protegen la propiedad no le hubieran permitido entrar..”

El niño se durmió con sobresaltos al fin pero sin recordar que alguien había removido uno de los sellos no hace mucho, haciendo posible que Akasha Bakthar y todas sus malas intenciones perturbaran la tranquilidad de Li Manor esa noche. Pero ya que hablamos de tranquilidad pese a su aspecto exteriormente tranquilo Eriol se sentía incómodo y fastidiado por el hecho que aquellos thughs llegaran a ingresar al perímetro de la embajada. Aunque –había que aclarar- que no habían logrado pasar del jardín sin ser detectados por el inglés y por Yoko....

Es que Akasha no había dicho a Sakura que las radiografías de Shaoran las habían hurtado no dentro de la embajada, sinó cuando ellos salían ya de allí.

¿Creían que Eriol o Yoko .. o Kerberos iban a permitir a los thughs moverse así por la embajada?.

¡Ja!.. conociendo a Eriol.

Y justamente conociendo a Eriol fue que Yoko procuró devorar su malhumor de mala gana mientras apretaba en sus manos algunos sobres recién entregados en la embajada. No malinterpreten, que la joven china no tiene ningún prejuicio contra el correo ordinario pero  cierta situación empezaba a hartarla..

- “Condenada mujer” –pensó molesta, al ver otra carta dirigida a “Yoko Hiu”, sin remitente - “le he aguantado sus tonterías por años pero esta vez Lady Alice Birmingham agotó mi paciencia pero voy a ponerle el punto final mañana mismo..”

- “¿Problemas con el correo, Yoko?. No creo que empiecen a llegar cuestionamientos o pedidos que tengamos más cuidado con un huésped extranjero hasta mañana” –comentó Eriol, algo divertido- “aunque imagino que Sakura debe haber tranquilizado ya al Concilio, pero mañana nos regañarán desde Londres por permitir que un importante empresario chino se lastimara en las instalaciones de la embajada”

- “No, nada especial. Más que el aviso que Harry vendrá de visita muy pronto..”

- “¿Winthrop?, ¡que bien!. Al menos él no me regañará por el accidente de Shaoran” 

- “No me parece que te tomes tan a la ligera las repercusiones diplomáticas que puede tener lo ocurrido esta tarde” –intervino Lord Hajime, apareciendo por el vestíbulo- “el accidente de tu amigo pudo ser mortal y si bien sabemos que fué provocado por aquel inquieto niño, bien podrías enfrentar incomodidades que afectarían tu carrera.. si Lord Kerringhan decide dejarte a ti la responsabilidad de los hechos”

- “¿Eso... es posible?” –dudó Yoko.

- “En la vía diplomática, cosas como esta pueden ser errores graves” –dijo el embajador.

Quizás si Eriol no se hubiera sentido tan enfadado se hubiera sorprendido. ¡Aquella amonestación era lo más cercano a un regaño que había recibido alguna vez de su padre! ¡cada día que pasaba las cosas con Lord Hajime pasaban a ser más inverosímiles!; con todo, el inglés había fruncido levemente el ceño ante el tono del autor de sus días por lo que consideraba como una intervención ridícula en sus asuntos. Sin embargo sólo Yoko notó su molestia, porque la reencarnación de Clow se encogió de hombros antes de replicar con perfecta calma.

- “Lord Kerri no tiene que asumir nada porque fue un accidente.. del cual nadie es culpable” –amplió su sonrisa ante la palabra “nadie”, como si no quisiera que el Lord echara la culpa a Hien o a alguien- “si hay algún problema lo asumiré, pero francamente dudo que suceda algo”

- “Creí que el joven Li era tu amigo..”

- “Lo es, por eso es que me siento tan contento que lo ocurrido no resultara grave” –continuó con pasmosa tranquilidad- “nadie como yo para saber que a veces Shaoran es bastante despistado.. ya le regañaré cuando despierte”

- “Eh... milord, ¿conoce a Lord Winthrop?” –intervino Yoko, notando algo en el brillo de los ojos de Eriol que anunciaba tormenta y enfado, pese a su aparente calma y gentil talante- “él estará aquí pronto.. seguramente le atraerá muchas novedades de Londres”

- “¿Conoces a Lord Winthrop?”

- “Harry es buen amigo nuestro milord. Fue en una fiesta suya que Eriol me presentó a la sociedad londinense después que nos casamos. Fue una fiesta muy bonita.. aunque yo estaba muy nerviosa”- comentó la joven lady- “fue justo después del encantador viaje de bodas que Ud. tuvo la gentileza de ofrecernos. Harry fue muy amable conmigo entonces y Eriol y yo siempre le hemos considerado como un buen amigo de la familia”

- “No lo sabía”

- “Descuida, no es de sorprender eso” –comentó Eriol con una encantadora sonrisa- “¿a todo esto, ¿sabes algo de Regina?”

- “No”

- “Lo siento... no debí preguntar sobre algo que ya sé” –replicó la reencarnación de Clow ampliando su sonrisa.

Lord Hajime no supo que responder en ese momento. Quizá si Eriol no pareciera estar tan tranquilo le sería más fácil encarar que su hijo parecía estar indicándole sutilmente que nunca había sabido nada de su vida y por unos momentos permaneció en silencio, sólo mirando la expresión encantadora y falsamente inocente con la que su único hijo le estaba mirando... pero de pronto notó que Yoko –que si bien trató de calmar los ánimos en un principio, había quedado después algo distraída por leer una de las cartas entregadas hace instantes con mayor atención- parecía sumamente indignada..

- “¡Esa... cretina!”- murmuró la joven china llamando la atención del lord y de Eriol- “me... me las... pagará!”

- “¿Sucede algo, Yoko?”

- “No Eriol. Nada más debo poner en su lugar a cierta aristócrata ... inglesa, que ya colmó mi paciencia” –replicó la joven china ante el asombro del embajador y mientras su esposo disimulaba una sonrisa- “disculpen. Con todo lo ocurrido y lo tarde que es, ni siquiera he dispuesto la cena.. voy a dar algunas indicaciones..”

Eriol vió marchar a su esposa con una leve sonrisa en su rostro y el embajador notó con asombro cuanto podían cambiar los gestos de su hijo cuando eran dirigidos a la madre de su nieta; sin embargo y pese a su incomodidad el aristócrata japonés no pudo evitar la pregunta..

- “¿De que habla tu esposa?”

- “Nada especial, se le acabó la paciencia” –comentó Eriol con negligencia y sin darle importancia, mientras parecía enfrascarse en la lectura de un libro que tenía en las manos- “Supongo que Alice Birmingham pasará un mal día mañana. Si yo fuera ella me alejaría del agua”

- “¿Del agua?”

- “Olvídalo”

- “¿Porqué mencionas a lady Birmingham?. No sabía que estaba en Japón.. ni siquiera la invitaste a la reunión de esta tarde..”

- “Yoko no lo hizo y para mí todo lo que ella haga está bien”

- “No entiendo como una joven como Yoko sería tan descortés de no invitar a una dama inglesa como Alice” –dudó el lord- “estando ella en el país; y tampoco entiendo que tiene que ver esa carta..”

- “Alice tenía la desagradable costumbre de tratar de humillar a Yoko cada vez que la encontraba” –informó su hijo con su voz más encantadora- “Mientras estuvimos en Inglaterra le dije claramente que no toleraría que incomodara a mi esposa y desde entonces no nos frecuentamos pero cada vez que la hallamos casualmente, siempre suelta un comentario mordaz sobre Yoko, aunque últimamente ha tomado la manía de incomodarla enviándole cartas insultantes o cosas así”

- “¿Cómo es posible? ¿pero por qué?”

- “Digamos que Alice tenía la errada convicción que algún día me casaría con ella. Y como que luego de estos años, aún no asimila que Yoko es mi esposa, y ella no” –dijo encogiéndose de hombros.

- “¿Y has permitido que Lady Birmingham mortifique así a tu esposa?, ¡a ti parece divertirte que esa mujer la moleste!”

- “Yoko nunca se ha quejado conmigo.. y la conozco de sobra para saber que ella es muy capaz de poner en su lugar a cualquier persona, Embajador. Ella sabe pelear muy bien sus batallas... créeme” –sonrió para sí mismo- “lo sé mejor que nadie”

El lord contempló la aparente plácida expresión de su hijo por unos instantes antes de añadir..

- “Temo que tu esposa te tiene demasiado consentido, hijo. Realmente ella te ama demasiado..”

Eriol añadió, con una burlona expresión en sus ojos azules..

- “¿Te parece imposible de creer, verdad?”

Esta vez lord Hajime no supo que responder.

- “He descubierto mi vocación: lo que deseo es ser invisible”

Pensó Rei Tsukishiro con amarga ironía, notando que parecía que nada, NADA, ¡nada! de lo que hiciera iba a dejar de ponerlo en la primera plana del periódico escolar  o similares. Ya había sufrido lo más parecido a un shock nervioso ante la reacción de sus padres cuando les avisó de que pensaba asistir al baile –de hecho, al recordar la pastelosa reacción de Ayame y Yukito, al pobre adolescente le entraba miedo a volverse diabético- pero nada lo había preparado para lo que seguiría a aquel sábado por la noche..

La noche más insólita de su vida.

Oks. Rei aun tiene 15 años... ténganle paciencia, todos los que tenemos más de esa edad sabemos que habrá MUCHOS más momentos embarazosos en su vida.. pero dejemos al muchacho en su feliz ignorancia.

Aunque de por si, cada vez que recordaba los acontecimientos del sábado, a Rei le entraban ganas de revisarse el cerebro. ¡Tenía que haber sufrido un lapsus cerebral!, ¡algún instante de locura temporal o insanía por una noche!. Eso era lo único que justificaba... o con lo que trataba de justificarse; pero ese lunes temprano su madre había partido muy temprano a visitar a Sakura Li y acompañarla pese a que Rei de buena gana hubiera faltado a la escuela por ir con ella a Li Manor, pero sabía bien que la condición de Shaoran Li no era seria porque sólo ameritaba descanso.

De haber sabido lo que iba a pasarle ese lunes.. Rei ni siquiera se hubiera levantado de la cama.. en serio.

Creyó que ver su propia imagen –en disfraz, en la entrada al Pabellón de secundaria- en un póster de casi 5 metros de alto al llegar a la escuela esa mañana era malo ¡pero no había sido suficiente! aquello solo había sido el inicio, pero no era todo. ¡Los siete periódicos escolares del Campus lo habían acosado por una entrevista para “que aclarara puntos” referentes a la fiesta! y en realidad pese a su gélido y hermoso semblante Rei estaba llegando al límite de su paciencia. Por eso es que aunque ese lunes pese a que sus clases aún no habían terminado todo le sonaba terriblemente ANORMAL. Tao estaba MUY extraño, hablaba en monosílabos, había venido temprano a la escuela -¡estamos hablando de Tao!- y apenas si le había dirigido la palabra en todo el día. Por si fuera poco, estaba preocupado por Sakura Li –se había sentido muy mal al ver el accidente de Shaoran Li la tarde anterior, ¡se sintió como un traidor de la peor especie!- y aunque su madre le había confirmado por teléfono la noticia que todo iba bien en el hogar de los Li esa mañana, sentía que las cosas habían cambiado mucho a partir de ese fin de semana.

¿Qué estaba pasando de pronto?.

- “Ocurrió durante la era del mito. Tan antigua, que el tiempo aún no había empezado sus trajines. Las grandes bestias habían desaparecido durante el último frío, pero este azote sólo había puesto de manifiesto la superioridad de algunos seres” –el narrador hizo una pausa- “las gentes simples les llamaban “dioses”...”

Una leve pausa.. y un murmullo de expectación se dejó sentir en el salón de clases..

- “En un momento sin tiempo... cuando aún nadie contaba las edades y el mundo era joven, ellos eran como príncipes. Una ciudad en lo alto de las cumbres, un pueblo sofisticado, guerreros y reyes con poder sobre los elementos. Varios reyes. Todos con poderes diferentes, místicos, sabios. Por sobre todos los reyes estaba el Tentai... el Rey Supremo, siempre poderoso y benévolo y protegido por su más feroz y leal rey-vasallo... el Rey de la Guerra: el Rey Ashura.. y otros, otros grandes reyes” –una nueva pausa y todos contuvieron la respiración- “pero no puede evadirse el destino, y el mundo pronto sería testigo de la traición, el crimen... y la primera profecía, antes que la historia fuera escrita”

- “¿Quién hizo la traición?, ¿el Rey de la Guerra?” –preguntaron los estudiantes.

- “La traición llegó de donde nadie lo esperaba. Bajo un amenazador cielo púrpura se sublevó un poderoso General, quien asesinó al Rey de la Guerra, se enfrentó al honorable Tentai y lo derrotó con astutas argucias... mostrando a los otros reyes su cabeza bajo el zumbido del rayo y las tormentas; entonces, el mundo y las simples gentes que lo habitaban entendieron que una nueva era había empezado. El poderoso Taishakuten era ahora el Emperador de los Cielos; pero entre los poderosos señores, la Gran Sacerdotisa dio su profecía”

- “¿Qué profecía?”

- “Seis estrellas descenderán... Astros de las sombras que traicionarán a los cielos. Antes de que los hilos del destino se enlacen, deberás tejer tu propio destino. Siguiendo las indicaciones de uno que morirá, adoptarás a una criatura que ignora qué es el bien y qué es el mal pero hace girar la rueda del destino que aguarda al reino celestial” –quien hablaba hizo una pausa antes de añadir- “Seis estrellas se reunirán y expirará el reinado del cielo. Alguien gobernará la orbita de las estrellas, tanto a las oscuras como a las celestiales pero ni siquiera mi poder conoce el nombre del elegido. La llama de vuestro espíritu arrasará el mal del universo y las seis estrellas reunidas lo dominarán todo. Nada podrá detenerlas. Entonces... destruirá todo"

Todo el alumnado quedó en silencio, antes de prorrumpir en aplausos..

- “Excelente dicción, buena entonación..” –murmuró el maestro, con leve asentimiento mientras el resto del aula parecía impresionado- “pero es una historia demasiado ficticia, joven Hoshino. Muy ambigua... muy compleja” –continuó tras una pausa- “en esta clase estamos evaluando capacidad literaria e investigación, aunque eso me parece más digno de una novela de Stephen King****** que un mito”

- “¡Pero señor..!”

- “Pero sabes contarla. Y lo rescatable es la investigación.. y que no es otra leyenda urbana” –el resto de la clase se encogió de hombros mientras el profesor lanzaba miradas decepcionadas- “pero con todo, desarrolle más la idea.. confusa o no, quizá tenga remedio y al menos hay algo de investigación en haber recurrido a aspectos del hinduísmo en lugar de cuentos sobre desconocidos en alguna carretera o muertos con sierras eléctricas como la mayoría de ustedes lo han hecho” –continuó el profesor mientras la clase murmuraba cosas sobre alguien llamado Freddie Krueger o un tal Jason- “jóvenes: este es el campus Clamp y como tal, sabemos que ustedes son chicos con talento pero estoy francamente decepcionado por la investigación sobre cuentos y mitología que estoy revisando hoy. ¡El 95% de ustedes ha recurrido a cosas dignas de películas de horror y ni siquiera tienen alguna raíz histórica o mitológica alguna! quizá la mayoría no planee ser literato pero en mi clase no voy a dejar de exigirles y..”

Kujaku Hoshino lanzó un suspiro resignado y su mirada se paseó agudamente por el salón de clase tratando de captar si alguno de sus condiscípulos se había sentido particularmente interesado en su relato mientras el profesor seguía comentando su desilusión por la labor escolar; pero nada satisfizo sus expectativas... salvo la mirada de franco interés que Naru Kiyama le dirigía desde el fondo de sus gruesas gafas y eso lo alentó un poco..

- “¿Podría ser ella?” –se dijo con leve inquietud- “nunca se me había ocurrido, pero todo es posible y siendo que no puedo sentir poder alguno de nadie, no puedo descartar nada” –sonrió para sí- “aunque en sus sueños sólo sale el cabezota de Hiu”

- “No conocía ese mito” –murmuró súbitamente la voz de Rei Tsukishiro y Kujaku se sobresaltó- “¿de que libro lo sacaste?”

- “Eh... pues....”

- “Viejo, los mitos medievales son tu negocio, ya lo sabemos” –intervino Tao, salvando a Hoshino de dar una respuesta- “pero por muy sabio que seas, no significa que te sepas todos los mitos del mundo. Ya ves que Hoshino encontró uno que tú no sabes y eso es un verdadero triunfo, ¿no crees?”

Tsukishiro miró a su mejor amigo con leve inquietud, mientras Hoshino tenía una gotita sobre la cabeza..

- “¿Mitos medievales?”

- “El de Isolda y el caballero ese... el triste.. o algo así, ¿es un mito, o no?”

Rei alzó levemente una ceja y Kujaku Hoshino apenas pudo ahogar una exclamación de asombro. No era solamente que el “Rey del Hielo” hubiera hecho un gesto en su normalmente inexpresivo rostro, sinó era más bien el tono de extraña pesadumbre con que Tao Hiu habia mencionado el tema del disfraz de Tsukishiro del sábado pasado..

Detalle que tampoco había pasado desapercibido para Rei .. y menos para Naru Kiyama, que miraba la escena sonrojada.

- “¡Lástima que me perdí la fiesta!” –murmuró Kujaku, tratando de aligerar el ambiente, que de pronto se había hecho muy pesado.

El comentario de Hoshino coincidió con una mirada extraña de parte de Tao –quien miró a Rei como si estuviera enfadado, triste, y a la vez a punto de gritar- y también con la salida del docente, que al terminar su clase tropezó con el pequeño Romanova que ingresaba al aula en el mismo momento en que Tao abandonaba esta, de forma precipitada.

- “La próxima vez, procure llegar cuando inicie la clase alumno Romanova. No al terminar. Porque no pienso hacer ninguna excepción con usted a la hora de colocar las notas”

El niño lanzó una mirada despectiva y no contestó al profesor saliente pero Tsukishiro salió detrás de Tao y Naru Kiyama también abandonó el aula....  siendo seguida por Kujaku, quien tenía la desagradable sensación que se había perdido de algo realmente espectacular en ultima fiesta de los superiores.

- “¿Estas enfadada porque nadie te reconoció?” –inquirió a la chica de las gafas gruesas, cuando esta halló refugio en la biblioteca- “¿o acaso te maltrataron de alguna forma?”

La chiquilla negó con suavidad, mientras Hoshino se sentaba a su lado, aprovechando que el lugar estaba desierto.

- “No había forma que alguien me reconociera... la amiga de la mamá de Tsukishiro hizo casi una transformación conmigo, estoy segura que aunque hubiera tropezado con mis padres, ni siquiera ellos me hubieran reconocido” –suspiró después de una leve pausa- “gracias por no decir nada, Hoshino”

- “No es nada. Sabes bien que escuché casualmente cuando aceptaste ir con Tsukishiro, y no es mi estilo ir por allí soltando comentarios que puedan perjudicar a alguien... a veces uno debe ser cuidadoso con lo que dice” –añadió melancólico, antes de continuar con inocencia- “¿no crees que Hiu está muy raro hoy?”

Naru lanzó un gran suspiro y pareció hundirse en su asiento.

- “Yo.... no quiero hablar de eso” –pidió bajito- “no me gusta, ¡no me gusta!”

El chico observó a su condiscípula con interés y lamentando su falta de tacto. Quizá algún observador casual le hubiera parecido extraño verle charlar con la “cerebrito” del colegio pero Hoshino y Kiyama habían simpatizado desde el primer día de clases.. antes que un accidente causado por Tao hiciera que Yoko Hiragizawa le cambiara las gruesas gafas de Hoshino por unos suaves lentes de contacto..

Algo que había mejorado MUCHO la imagen del escolar.

- “Eh... bueno, ¿qué te pareció mi proyecto?” –murmuró apurado y tratando de cambiar el tema, ya que Naru parecía estar a punto de llorar- “es un mito hindú pero al profesor le pareció muy rebuscado, aunque creo que al salón le gustó como lo conté.. ¡y con lo mucho que dudaba para presentarlo!”

- “¿Qué dices?”

- “El mito hindú que presenté hoy, el trabajo de literatura..”

- “¿El trabajo de literatura?” -repitió Naru, olvidando de pronto sus ganas de llorar por su interés académico- “¡es cierto!. ¿De donde lo sacaste?, sólo tu, Tsukishiro y yo hemos presentado verdaderos mitos antiguos y el que mencionas suena apasionante... ¡y no lo conocía!” –sonrió suavemente- “y eso que me encantan los mitos antiguos”

- “Lo noté cuando empezaste a hablar de mitología nórdica”

- “Bueno...  me gusta mucho la mitología, había leído mitos hindúes también pero esa profecía que mencionaste me dejó muy interesada” –añadió, tratando desesperadamente de no pensar otra vez en lo ocurrido en la fiesta- “¿de que trata el mito en sí, ¿puedes explicármelo?”

- “Bueno.. es algo largo. Lo de hoy sólo fue.. una introducción, ¿realmente quieres que te lo cuente?”

- “Si. Quiero distraerme Hoshino.. y si la historia es interesante y compleja, no se me ocurre nada mejor para no pensar en cosas que no quiero. Pero.. en realidad te ves mal” –murmuró Naru, observando el aspecto cansado y ojeroso del chico- “¿te quedaste sin dormir por investigar para la clase sobre esa leyenda?”

El adolescente asintió suavemente antes de contemplar con interés a la chica flacucha y de gruesas gafas. Sabía que no debía preguntar.. ¡pero la curiosidad le estaba matando!

- “Bueno.. algo así, aunque hubiera deseado ir a la fiesta.. pero no estaba de humor. ¡Pero dime como fue eso de Isolda..! ¡no te reconozco en las fotos!”

- “¡Shhhhtttt!, ¡cállate!”

La chiquilla casi saltó sobre el otro chico, cubriéndole la boca con las manos mientras Kujaku agitaba sus manos pidiendo auxilio y algo de aire, pero en vista que la biblioteca lucía desierta, Naru soltó a su interlocutor y este pudo volver a respirar a gusto..

- “Ya te dije que no quiero que nadie se entere” –susurró Naru- “¡y no quiero seguir hablando de eso!”

- “Entiendo, pero creo que fui el único del salón que no fue a la fiesta y realmente lo lamento. ¡Y pensar que yo sí sabía lo que iba a pasar pero a pesar de todo no fui!”

Naru lanzó otra mirada interesada sobre el lugar, y satisfecha ya por la privacía, suspiró.

- “Todo ha sido muy raro desde la fiesta. La escuela anda especulando sobre mí y eso me asusta” –se corrigió- “por supuesto que nadie ha notado que Isolda era yo, pero es... ¡es raro!, es muy raro ver mi cara en el periódico escolar junto con adjetivos como “preciosa”, “hermosa” o “belleza”.. ¡es extraño!”

Kujaku sonrió.

- “Es raro cuando nunca nadie te ha visto.. ¿verdad?”

- “Tu lo has dicho” –aceptó la chiquilla- “pero tú también luces bastante mal. Hoy es lunes y parece como si no hubieras dormido nada el fin de semana..”

- “No he dormido nada. Desde el sábado de la fiesta, apenas consigo dormir”

- “¿Y eso?”

Kujaku no supo que decir, pero de pronto soltó lo que pensaba. Simplemente. Quizá por eso le agradaba Naru. Era fácil charlar con ella.

- “He tratado de dormir.. y curiosamente ha sido el fin de semana más insomne que he tenido. ¿Nunca te ha pasado que deseas dormir y de pronto no tienes sueño, no importa lo mucho que deseas dormirte?”

- “Ese concepto, puede aplicarse a distintos criterios”- interrumpió alguien.

La serena voz de Rei Tsukishiro interrumpió la charla entre Naru y Kujaku. Este hizo además para retirarse, pero un leve brillo en los ojos de Rei le indicó que se quedara.

¡Este chico sabe hacerse entender casi por gestos!

- “No hay nadie en la biblioteca, además de nosotros” –dijo el hijo mayor de Yukito, de pronto- “me dirás ahora, ¿porqué no has dicho nada hoy pese a todas las preguntas que se hace la gente?” –continuó- “tu sabías bien que llevaría a Kiyama a la fiesta, has tenido mil ocasiones de decirlo hoy, has visto todos y cada una de las cosas raras que la gente especula.. y no has dicho nada. ¿Cuál es el motivo?, ¿qué tienes en mente?”

- “¡Tsukishiro!” –murmuró Naru, asombrada.

- “...........”

- “¿Vas a contestarme o no?” –continuó, inexpresivo- “por que tú sabes que llevé a Kiyama al baile y también sabes que no es mi novia ni nada. Me pregunto porqué no has hablado todavía”

Kujaku estaba en shock pero aclaró la garganta antes de contestar, pese a la sorpresa.. ¡Rei Tsukishiro había hablado en esos minutos más que en meses!

- “Eh.. pues, en realidad...” –la mirada fría de Rei se clavó en Kujaku con lo que Tao llamaba “hielo ártico” y el adolescente se revolvió, incómodo ante esa presión- “en realidad entiendo bien porqué lo hiciste, por eso no he dicho nada. Tanto tú como yo sabemos que querías darle a Hiu y a los demás una lección y la diste. Osea, la gente aquí se fija demasiado en el aspecto y no habían visto a Kiyama por eso. ¡Yo lo he pasado, ¿recuerdas?!, ¡todos se reían de mí por mis gafas!” –se ruborizó- de no haber sido por la hermosa dama Yoko, aún se burlarían de mí..”

- “¿Te sentiste identificado con Kiyama, por eso no dijiste nada?”

- “Sí Tsukishiro, aunque no lo creas” –continuó Kujaku- “quizá no lo entiendas porque siempre has sido popular pero prácticamente fuiste al rescate de Kiyama por caballerosidad; además ambos sabemos bien que es la única chica que no está loca por ti porque está enamorada de Hiu, pero él necesitaba una lección y...”

- “¡¡¿¿¿¡QUE ESTAN DICIENDO??!!” –chilló Naru, espantada- “eh... yo...” –la chica sudó ante la mirada tranquila de los dos muchachos e hizo mil gestos de negación para apoyar sus balbuceos- “¡yo no... no, yo no...!”

- “¿Que más sabes?” –continuó Rei, muy flemático.

- “¡¡¿EHHH???!” –se espantó Naru- “¡pero Tsukihiro!”

- “Pues..” –sudó Kujaku, algo incómodo por haber soltado lo que sabía tan de pronto, pero la mirada de Rei era apremiante y tuvo que seguir- “pues eso. Por eso no dije nada. No soy un cretino”

- “Eres observador”

La mirada de Naru Kiyama pasaba de un chico al otro, sintiéndose a cada segundo más y más avergonzada. ¿Cómo era posible que ambos estuvieran tan enterados como ella de lo que sentía hacia Tao?, ¿por eso le había ayudado Tsukishiro?, ¿Hoshino lo sabía también?, ¿ambos chicos habían callado y ayudado respectivamente, por caballerosidad?, oks, sabía que era para dar compasión por lo patético de su situación pero...

¡¡¿ERA ACASO TAN OBVIA?!!

La pobre chiquilla se puso de pie con lágrimas en los ojos y salió corriendo del lugar. Una cosa era estar enamorada del chico más alegre del colegio –quien por cierto era el primero en tildarla de “fea”, aunque además la llamaba amiga- y otra muy diferente descubrir que has inspirado compasión a más de un compañero en clase por lo evidente de sus sentimientos. Pero la salida abrupta de la chiquilla había provocado que una gruesa gota orbitara sobre la cabeza de Kujaku Hoshino –quien ya estaba arrepentido de haber tocado el tema- mientras Rei Tsukishiro se limitaba a ....

Hacerse el desentendido.

No entendía nada del amor.. y no tenía la menor intención de hacerlo algún día. Bastante complicado le era para él aceptar el tierno sentimiento que experimentaba por Sakura Li para desear ahondar en los vericuetos de las expresiones del amor adolescente por una persona de tu misma edad. De hecho no estaba en las intenciones de Rei prestar “alguna ayuda” a Kiyama, pero las burlas y el plantón de Tao habían despertado su caballerosidad -y eso que ya estaba bastante arrepentido luego de tantos malentendidos- por eso había querido arreglar puntos con Hoshino, quien, al parecer, era alguien sensato.

Para variar.

Lejos de sus compañeros de clase, Naru Kiyama corría a toda velocidad por los amplios jardines del campus hasta detenerse ante algunas fuentes de agua, donde contempló su propio aspecto actual, sintiéndose confundida. Esa era ella. NO Isolda. Isolda, la linda chica que había ido con Tsukishiro a la fiesta de los superiores había quedado atrás en la fiesta y había vuelto a ser Naru Kiyama, la chica fea, flacucha y de lentes de fondo de botella que pasaba desapercibida en la escuela. La misma a la que Tsukishiro había invitado por piedad a esa reunión. La misma que había estado durante casi toda la fiesta.. con Hiu hablando de cosas simples y tontas como viajes a países lejanos, música, familia, y hogares rotos.

- "Hogares rotos" -susurró.

Jamás había recibido tal revelación en toda su vida.. Tao Hiu, el alegre y dicharachero Tao Hiu ¿era un chico huérfano?, ¡jamás lo hubiera creído!, es decir, ella sabía que vivía con su hermana y el esposo de ella, pero pensaba -al igual que todos en el colegio- que los padres de Hiu vivían en China ya que el adolescente era originario de aquel lugar; nunca, ni en sus más locas fantasías hubiera imaginado que aquel chico divertido y popular hubiera quedado huérfano y pasando hambre a los 5 años. De hecho, en un principio había sospechado que le estaba diciendo una elaborada mentira para captar su atención -¡No la de ella, sinó la de Isolda, claro!- pero según la noche había avanzado había notado la melancolía y veracidad en la voz del chico que todo el mundo en el colegio pensaba que había sido siempre alegre, dichoso y millonario.

- "El dinero no es mío" -había murmurado Tao con calma y leve resignación cómica- "en realidad, yo no tengo nada ¿sabes?. Yoko trabajó muy duro antes de casarse con Eriol y puso todo lo que ganó en cuentas de banco a mi nombre ¡supongo que a estas alturas ya debe ser una cantidad respetable! pero eso no es mi dinero sinó de ella. Aunque nunca lo admitirá ¡ella cree que no recuerdo que nuestros padres no nos dejaron un céntimo al morir!” –rió bajito- “lo que pasa es que ella quiso siempre que yo tuviera un patrimonio personal, para que no me sienta incómodo..."

- "¿Estás enojado con tus padres por dejarlos solos?" -había preguntado Isolda, cuando el chico hizo esa confesión.

- "No" -contestó Tao, tranquilísimo- "No recuerdo a mi padre pero a mi madre sí, y era una mujer triste, muy buena y que me quería muchísimo" -continuó tras una pausa- "yo le prometí a ella que cuidaría de mi hermana.. y que haría todo lo posible por reír siempre. Por estar feliz” –añadió tras una pausa- “Estoy tranquilo por Yoko porque Eriol la adora y ellos son felices; él es como un hermano menor para mí ¿sabes?, ya que antes cuando Clow, yo era mayo..."

- "Querrás decir mayor, hermano mayor" -había dicho ella, desconcertada- "Lord Hiragizawa es como un hermano mayor para ti, ¿no?, te aconseja, supongo. ¿Quién es Clow?"

- "¿Eh?.. ¿dije Clow?, ¡no, no, ¡no es nadie!. Y... pues, Eriol y yo estamos algo locos.. ¡ejem!" -carraspeó- "bueno.. digamos que tenemos personalidades parecidas, así que no existe diferencia de edad conmigo. Casi siempre somos cómplices" -añadió- "Eriol y Rei son como hermanos míos, ¿sabes?" -se revolvió, incómodo por la mención a Tsukishiro- "eh.... lamento haber monopolizado la charla, debo aburrirte mucho"

Ella se había avergonzado.

- "No, claro que no. De hecho.. me sorprendiste. No creí que hubieras pasado cosas duras de niño. No parece"

- "¿Verdad que no?" -se entusiasmó- "pero ¿que hay de ti?, yo he hablado como perico contándote cosas... que son algo bobas" -admitió avergonzado- "y tú no me has dicho nada"

La chiquilla había seguido su paso.. la fiesta quedaba lejos y ambos continuaban paseando por los jardines del Campus, lejos del auditorio donde todos continuaban bailando.

- "En realidad.. no hay mucho que contar. Mis padres son divorciados y ambos volvieron a casarse. Tengo hermanos pequeños por los dos lados, pero no me siento a gusto con sus nuevas familias ¡no es que sean malos conmigo!" -añadió rápida- "sólo que... siento que estoy de más, así que si bien vivo con mi madre, ella está más ocupada con su esposo y mis hermanitos que ocupándose de mí"

- "Ya veo.. pero ¿no la pasas mal, verdad?"

- "En realidad no. Estoy acostumbrada a que me ignoren"

Volviendo a la realidad de pronto, Naru se golpeó la cabeza con la mano, reprochándose su estupidez mientras no notaba que estaba ya por los pasillos de primaria.. todo por caminar distraída. ¿Cómo pudo decirle esas cosas a Hiu?, ciertamente él ni nadie sabían de su familia -salvo Hoshino, quien pese a tener tan poco en la escuela, era ya un buen amigo- pero eso de "acostumbrada a que la ignoren" ¿acaso no era casi como gritarle "¡SOY NARU KIYAMA!". Hiu no había dicho nada pero quizá ya se había dado cuenta... porque definitivamente, en aquel momento no pudo notar ese detalle..

- “Yo nunca te ignoraría” –murmuró el chico, antes de tomarla suavemente por la barbilla e inclinarse hacia ella.

- “¡¿Eh?!”

Se sonrojó furiosamente al recordar.

Tao Hiu le había besado. Y ella había salido corriendo a toda prisa después que él la soltó sintiendo que tenía un ataque de pánico, pero afortunadamente había encontrado entonces a Tsukishiro y él la había llevado a casa en silencio -¡de pronto había notado lo tranquilizador que podía ser caminar en silencio con Tsukishiro!- sin preguntar nada, sea por desinterés o cortesía.

Y es que Rei Tsukishiro no lo sabía.. pero ese era el motivo del raro comportamiento de Tao.

- “Me besó.. me besó.. ¡me besó!” –pensaba Naru temblando aún- “¡me besó!, ¿cómo pude dejar que me besara así el sábado?”

- “¿¿LE BESÓ??”

Ante la atónita vocecita infantil frente a ella, Naru regresó de pronto a la realidad. Y es que en medio de su angustia personal no había notado que una niña de primaria a quien no conocía había estado caminando casi a su lado y ante sus frases.. ahora le miraba con casi miedo y desesperación brillando en esos ojos..

¿Quién era esa adorable niñita?

- “Fue Tao... a quien besó, ¿no es cierto, Superior?” –los ojos azules de Miriel parecían estar a punto de romper en llanto- “¿verdad que no fue el joven Rei?, ¡por favor, por favor!, ¡dígame que no fue el joven Rei!”

- “¿Quién.. quien eres?”

- “¡Por favor, dígame que no fue el joven Rei!”

Aquellos ojos infantiles parecían sufrir tanto como ella y eso desconcertó a la de por sí angustiada Naru quien pese a la tristeza infantil no pudo ser capaz de dar una respuesta y volvió ha hacer lo mismo que hace un rato.. huir lo más lejos que pudo. Si hubiera sido una circunstancia normal la escolar se habría preguntado por el interés desmedido de la niña y sus auténticos motivos para preguntar algo tan íntimo y tan desesperadamente, pero la adolescente no podía ni con sus propias emociones y mucho menos lidiar con las ajenas de modo que escapó y Miriel solo la vió partir... antes de apretarse detrás de una columna llorando a lágrima viva. Las cosas habían sido tan cambiantes esos días que sentía que de sólo imaginar a Rei besando a una chica algo horrible le quemaba en el pecho. ¿Acaso no era cierto que Rei y aquella chica eran sólo amigos?.. ¿no pudo esa chica besar a Tao o a cualquier otro chico en esa fiesta?, ¿porqué Rei?, ¿porqué?... ¡ella había estado tan contenta el domingo anterior y ahora se sentía tan miserable!..

Y es que como los adultos habían estado atareados en llamar a los médicos y todo, Yukito había dejado a los pequeños al cuidado de su hijo mayor, ya que May May estaba muy ocupada lidiando con Yuu Tsukishiro, a quien su madre le había encargado antes de quedarse junto con las demás, apoyando a Sakura.

Y es que Tao había elegido un mal día para encerrarse en su habitación. De hecho, Rei estaba seguro que el chico Hiu ni siquiera había notado el alboroto... ¿qué rayos le estaría pasando?.

- “El papá de Li se pondrá bien” –había comentado la niña el día anterior, sacando a Rei de sus cavilaciones- “¿no es así, joven Rei?”

- “Si”

- “Ojalá se despierte pronto. Me asusté mucho cuando se cayó del caballo, además Li quiere muchísimo a su papá y es un niño muy bueno” –había continuado la niña pese al mutismo del muchacho, al que además estaba acostumbrada- “Yo sé que si algo así le pasara a mi papá estaría muy asustada..”

- “Fue un accidente”

- “Si. Pero asusta ver que un papá puede lastimarse.. dá miedo pensarlo” –comentó inquieta, pensando en las consecuencias o mejor dicho “las desgracias sueltas” que podía acarrear si fallaba en recolectar las Sakura Cards- “me dá miedo pensar que algo malo le pase a mi papá o mi mamá.. a la gente que yo quiero, ¡algo que no pueda evitar o que pueda ser mi culpa!”

- “No”

- “¿No?”

- “Tú no harías eso”

- “¿Esta seguro joven Rei?.. yo...” –dudó al añadir- “sé que me porto bien, pero no siempre soy tan buena como me veo” –aceptó en medio de su nerviosismo- “¡por eso le dije el otro día que quería ser tan buena como mi mamá pero no lo consigo!.. me dá un poco de miedo el Embajador, y a veces” –dudó- “creo que estoy haciéndole algo muy feo a Li y a Kinom..”

- “Eres incapaz de hacer nada malo”

- “Ojalá. Pero no” –de pronto sentía remordimientos por los apuros en los que ponía voluntariamente a los primos Mamoru y Hien- “a veces.... hago cosas.. para divertirme, pero los demás no se divierten” –suspiró- “¿y si Dios me castiga y algo le pasa a mis papás por hacer eso?”

Los pálidos ojos de Tsukishiro habían mirado a la niña levemente, antes de añadir.

- “A tu padres no le pasará nada.. y aunque así fuera, yo siempre te protegería” –dijo con su misma seriedad y veracidad acostumbradas- “lo sabes, ¿verdad?”

Los ojos azules de Miriel se abrieron como platos antes de volverse a mirar al adolescente, que sólo revolvió un poco el cabello infantil y parecía mirar con profunda preocupación la habitación donde estaba el herido junto a su esposa; pero la niña no lo notó. Su corazón latía a marchas forzadas de la emoción, porque la pequeña conocía a Tsukishiro lo suficiente como para saber que el adolescente jamás mentía y esas palabras le habían brindado una gran esperanza de alcanzar alguna vez a tocar el sereno corazón de Rei. De hecho, sus palabras le habían sonado tan sinceras y directas que Miriel aún las sentía zumbar en sus oídos y todos sus sueños parecían rodearla llenándola de felicidad..

Aquellas palabras y estar sentada a su lado, esos detalles valían un mundo para la niña y de pronto sentía como si fuera a estallar de dicha al compartir aquellos instantes con la persona que la hacía pensar en sí misma como mujer, más que como niña, pero su cara continuaba tan  tremendamente roja que hasta Nadeshiko y Mamoru -que tironeaban de su primo para acabar de sacarlo de la habitación donde estaba su padre- no dejaron de notar el rubor de la única hija de Eriol.

- “¿Cómo está?” –preguntó Rei en ese momento, poniéndose de pie y yendo al encuentro de los primos Li y Kinomoto- “¿tienen noticias?”

- “Papá dice que tío Shaoran vá a ponerse bien, Superior” –replicó Mamoru- “Mamá y su madre están con tía Sakura. El Director dijo que Hien viniera con nosotros y...”

- “¡Pero yo quería quedarme con mi papá!” –protestaba Hien.

- “Shaoran sólo duerme.. y ya Yoko y Eriol están coordinando el traslado niños” –informó Yukito, asomándose un momento desde la habitación donde descansaba Shaoran- “hijo, por favor, sigue con los niños y haz que Hien tome algo..”

- “¡Pero yo estoy bien, Director!”

- “Si. Pero tu mamá quiso que comieras algo.. y comer es saludable. Vamos, sé un buen niño y sigue a tus primos. Allí está Miriel y ella les pedirá algo bueno a los chefs...” –los inteligentes ojos de Yukito notaron algo al instante y llamó a su hijo con un gesto- “Rei, por favor, creo que Miriel se ha impresionado.. me parece que tiene fiebre. Desde aquí la estoy viendo muy roja”

Sólo entonces Rei reparó en lo tremendamente sonrojada que estaba la niña. Nadeshiko estaba en ese momento tratando de hacerla charlar y Mamoru insistía todavía en que su primo debía comer algo, pero Hien miraba a la niña inglesa con el ceño fruncido sin acabar de creer que ella podía ser la card captor ¡y que le había estado engañando todo ese tiempo!

- “No sé porqué tu papá me revisó Mamoru” –bufó sin dejar de mirar a Miriel- “Me cansé de decirle a tío que yo no tengo nada”

- “Papá nos revisó a todos.. no te quejes. Pero papá es doctor” –añadió Mamoru, lanzando una mirada burlona sobre la niña inglesa y notando que el superior Tsukishiro venía hacia ellos- “él no cura los gustos de las niñas que miran a los supe.. ¡auchh!, ¡torpe!, ¡¿estás loca?!”

Nadeshiko había lanzado una patada a su hermano. Y es que por distraer a Hien, Mamoru era capaz hasta de poner en evidencia a Miriel y la niña de ojos miel lo sabía perfectamente... ¿porqué los niños no podían ser un poco más considerados?.

- “¿Pasa algo?”

- “No superior” –asintió Nadeshiko mientras Hien aún miraba con una gotita sobre la cabeza cómo Mamoru daba de saltos mientras frotaba su tobillo lastimado ante la mirada interesada de Tsukishiro- “a mi hermano eso le pasa cuando se pone pesado. Además mi papá nos revisó a todos ya, no hay nadie enfermo”

- “Creo que si”

El adolescente había mirado con preocupación a Miriel provocando sendos signos de interrogación en los niños presentes que ahora sí miraron descaradamente la carita rojísima de Miriel –quien aún estaba en el mundo de los sueños- quizá por eso la niña inglesa apenas contuvo un grito cuando Rei la tomó en brazos y la condujo hacia su habitación indicando a los demás que lo siguieran. Y es que Miriel había estado tan pasmada y casi en éxtasis al sentir que el objeto de sus sentimientos la llevaba en brazos que no atinó a nada. Mamoru iba aún protestando por la patada recibida y Hien parecía confundido. Pero Nadeshiko estaba feliz por su amiga, mientras los chefs –a pedido de Rei- les habían atosigado de leche, galletas y dulces –Lady Yoko se asustó temiendo por la salud de los niños, en medio del alboroto y agradeció mucho a Rei su apoyo- hasta que por fin Hien había obtenido permiso de acompañar de nuevo a su madre..

- “¿Miriel?” –la voz de Nadeshiko sacó a la niña inglesa de tan lindo recuerdo y notó entonces que estaba sollozando. De hecho, había estado caminando entre sollozos- “¿qué pasa?”

- “Ella.. ella.. ¡snif! ¡ella le dio un beso!” 

Los bellos ojos miel de Nadeshiko parecieron desconcertados mientras Miriel echaba a correr muy lejos entre sollozos. La hija de Tomoyo corrió a su vez, tratando de seguirla –pese a que se dio varias caídas y golpes- pero al no hallarla, fue a la secundaria. Personalmente el Superior Tsukishiro le imponía mucho al ser tan alto, tan serio y tan guapo pero la tranquilidad de su mejor amiga priorizó la natural timidez de la hija de Touya y Rei escuchó con preocupación lo que la pequeña le explicó.

- “Creo que... esta triste, Superior. ¡No entendí que decía, sólo salió corriendo y estaba llorando!. Miriel no es llorona y me dá miedo que sea algo malo!”

- “Ha estado muy extraña desde ayer. Quizá se impresionó con el accidente. Será mejor que la busquemos y hagamos que vaya a su casa” –pensó rápido y preocupado por la pequeña- “no me gustaría que se enfermara..”

- “¿Superior?”

- “Busquémosla”

Los grandes y puros ojos melados de Nadeshiko brillaron cuando trató de reunir valor para preguntar qué pensaba hacer Rei cuando hallara a la niña, pero la verdad.. no se atrevió. El superior Tsukishiro era muy bueno pero siempre tan reservado que la natural timidez de Nadeshiko le impedía hablar demasiado... y menos con alguien que –como Rei- era famoso precisamente por ser de pocas palabras.

Así que ambos se separaron para buscar a la niña inglesa.

- “El la besó, él la besó!” –repetía Miriel, llorando- “yo.. yo.... ¿por qué fue tan bueno conmigo?, ¿porqué no me quiere?”

Su imagen en el lavabo de niñas apreció responderle. Era bajita de estatura –de hecho, Nadeshiko, la torpe Nadeshiko era un poquito más alta que ella apenas por una pulgada- demasiado pálida... demasiado niña. Rei Tsukishiro era un adolescente que era amable con ella, pero nada más. ¿Qué le importaba a él que ella hubiera sentido su corazón salírsele cuando la llevó en brazos ayer a su habitación?, ¿qué sabía él que todo lo que ella quería era que le abrazara y le sonriera?, ¿qué culpa tenía él que ella nunca le hubiera considerado “un hermano” desde que tuvo memoria?...

Si alguna vez había dudado lo había descubierto esa misma mañana. Lo que sentía hacia Tsukishiro era demasiado fuerte, a tal punto que le brillaban los ojos al verlo.. ¡tanto como su papá a su mamá! y de hecho eso era mucho más importante que si sólo le gustara pero Miriel entendió de pronto porqué su madre había estado tan aprehensiva. La pequeña nuna había imaginado que algo que sentía tan bonito podía ocasionarle tanto dolor...

Y hasta ganas de querer morirse, pero él nada sabía... y no le importaría saberlo. Porque no le importaba. A él le importaba alguien más.

- “No le importaría... porque besó a la superior Kiyama. Ahora ella será su novia y yo voy a morirme de la pena ¡voy a morirme porque él nunca va a quererme!, ¡porque tiene a alguien a quien sí llamará su novia!” –sollozó- “pero no debo llorar!, ¡no debo!... ¡y no puedo parar de llorar!”

- “¡Mirieeeeeeeeeelll!, ¡¿Miriel?!” –Kerberos había entrado volando por el tragaluz de la ventana y miraba su semblante lloroso totalmente estupefacto- “¿qué..? ¿qué tienes?, ¿porqué lloras?. ¿qué pasa? ¿quién te hizo algo?, ¡¿¿¿¿qué pasaaaaa???!”

La niña procuró enjugar sus lágrimas.. con escaso éxito, ocasionando que el Guardián se pusiera más y más nervioso ¿porqué no podía parar de llorar o de imaginar al joven Rei besando a la superior Kiyama?...

- “Na... nada, no pasa nada” –hipó entre sollozos- “por... porque.... ¿porqué estas aquí Kerberos?, ¡por favor déjame sola!”

- “Pero..¡estás llorando!”

- “No... yo no lloro” –dijo intentando secar las lágrimas rebeldes, que no dejaban de ahogarla pese a sus esfuerzo- “¿qué pasa?, es mejor que vuelvas a casa y...”

- “¡Hay dos cards aquí, en la escuela, AHORA!.. ¿no las sientes?”

La niña le miró con asombro. ¿Cards?.. ¿allí?.. ¿AHORA?.. ¡noooo!, no podía ser! ¡no podía tener tan mala suerte!, ¡ella solo quería que la dejaran morirse en paz y de la pena y ahora veía a Kerberos muy preocupado y tenía cards que capturar!, ¡no, no y no!, ¡esta vez no!..

- “No voy a ir Kerberos... ¡¡¡no puedo!!!, ¡QUIERO ESTAR SOLA, QUIERO QUE ME DEJES SOLA, POR FAVOR!”

- “¿Quién te hizo algo malo? ¡dimeeee!”

- “¡KERBEROS POR FAVOR, QUIERO ESTAR SOLA!”

Los puntitos que eran los ojos del guardián la miraron sintiendo un extraño “deja vú”. Una niña llorando por haberse sentido rechazada.. ocultando su pena de él. ¿Porqué sentía que eso ya lo había pasado?...

- “Mirielita... déjame ayudarte” –pidió contrito- “dijiste que éramos amigos ¿no?. Si alguien te hizo daño deja que el Gran Kerberos le dé una lección y...”

- “Eso no hará que me quiera Kero” –dijo la niña de pronto, pero el corazón del guardián dio un vuelco ante ese diminutivo de su nombre- “¡snif!” –Miriel recordó la card suelta y suspiró- “pero.... ¿de verdad tengo que atrapar esa card ahora?”

- “Son 2 cards. El problema es que una de ellas es MUY peligrosa”

En el pabellón de primaria y ajeno totalmente a las dudas sentimentales y existenciales que agitaban a su pequeña condiscípula y a la vez rival en captura de cards, Hien Li respondía con gesto enfadado la pregunta que le hacía un niño de clase superior a la suya. Después de todo, Hien no tenía idea que había una card suelta en los alrededores del campus... y tenía algo que le estaba molestando hace días.

- “¿Peligroso?.. ¿porqué siempre piensas mal de Morgan?”

- “Porque es un mentiroso” –replicaba Hien con expresión molesta, en ese momento.

Al hijo de Sakura aún se le hacía difícil creer que Miriel Hiragizawa fuera la card captor. Mc Nessa se lo había dicho muy convencido hace ya varios días, pero el niño chino estaba molesto y frustrado ese día. No se llevaba nada bien con el occidental –de hecho cada vez que se veían siempre acababan discutiendo- y no era fácil creerle a alguien con quien no te llevas bien pero la sola idea le estaba poniendo más frenético al paso de los días..

Eso, además que Mc Nessa no había asistido a la escuela.

- “Morgan no miente.” –replicaba un niño con gesto convencido antes de añadir- “Pero.. ¿no quieres ser mi amigo?” –se entusiasmaba el rubio lanzando una deslumbrante sonrisa, mientras a Misa Yamazaki que le acompañaba esa vez y era testigo de la escena, le surgía una gotita sobre la cabeza- “¡sería genial!, ¿puedes convencer a Kinomoto que acepte mis obsequios?, ¡he cocinado varios almuerzos para él pero no ha querido probarlos y..!”

- “Bueno Superior, yo no vine a hablar de Mamoru... ¡le decía que Mc Nessa, su primo..!” 

- “Entonces ¿jugarás conmigo?” –el rubio estaba dando tantos saltos y se veía tan entusiasmado, que Hien empezó a ponerse nervioso- “¡estaba hablando con Nadeshiko sobre las mejores formas de peinar las muñecas pero no la encuentro y...!”

- “Necesito saber de...” –lo que dijo el rubio llegó a su cerebro infantil y un gigantesco signo de interrogación apareció detrás de su cabecita- “¡¡¡¿tú peinas muñecas??!!!”

- “¡KAWAAAAAIIII!” –saltó Connor mirando con arrobo la curiosa y adorable expresión que ponía Hien cuando estaba confundido- “¡QUE LINDO ERES!, ¡QUE BONITO TE VES CUANDO PONES ESA CARA!... ¡ERES REALMENTE LINDOOOO!”

- “¡A Nadeshiko le hubiera gustado filmarte!!” –se entusiasmó la hija de Takashi Yamazaki- “¡sería genial filmarte así Li!”

- “¡ES MUY LINDOOOOO, REALMENTE BONITO!” –siguió chillando Connor- “¡es el niño más lindo y bonito que he visto y...!”

- “¿¿¡Que???” –saltó Hien, indignado ante el calificativo que siempre le sacaba de quicio- “¡¡YO NO SOY BONITO, NI LINDO NI ESAS COSAS!”- se enfadó al punto- “¡ESO ES COSA DE NIÑAS Y NO DE NIÑOS Y..!”

- “¡Ahhhh!, ¡que miedo!, ¡eres muy lindo pero cuando te enojas me das mucho miedoooo!” –lloriqueó el rubio, ocultándose detrás de la niña, quien lanzó el pequeño una franca mirada de reprobación.

- “¡Li!, ¿cómo puedes ser tan malo?!” –murmuró la niña, que no entendía como los niños de la escuela eran tan crueles con el rubiecito- “Connor sólo quiere tener amigos, ¡sólo quiso ser amable contigo y tú le gritas!”

- “¡¿Le dices por su nombre?!” –se sorprendió.

- “¡Yo si soy su amiga!” –había dicho Yamazaki antes de tirar de Connor y alejarse de allí con el rubio.

Una gruesa gota había surgido sobre la cabeza del hijo de los Li y así le encontró su primo, quien le escuchó cruzado de brazos y negando con la cabeza, con énfasis.

- “Ya entiendes porque no me agrada ese tipo ¿verdad?” –había bufado Mamoru, al terminar de oírle - “es muy... muy... muy...”

- “Raro”

- “Si” –asintió el hijo de Touya, convencido- “lo del almuerzo extra para mí es cierto. ¡Claro que yo no lo comí!” –dijo al punto- “pero Nadeshiko sí, y dice que es delicioso. Yo también sé cocinar, como papá pero no como eso porque Mc Nessa me pone nervioso ¡y no me agrada que siempre aparezca detrás de mi diciendo que yo le agrado!. La torpe se lleva muy bien con él, mira que le pidió que no le diga “superior” sinó que le llame por su nombre”

- “¿En serio?, ¡también a Yamazaki!”

- “Pues a mí me cae muy mal” –insistió Mamoru antes de murmurarle- “¿estás seguro que no vas a seguir las Cards hoy?.. siento presencias muy fuertes..”

Hien negó con energía.

- “No, quiero estar seguro de algo.. y no le voy a dar el gusto a ese enano occidental”

- “¿El pelirrojo?, ¡pero no dijiste que no ha venido a tu clase hoy?!”

- “Se cree que lo sabe todo” –gruñó Hien- “y no le quiero creer. ¿Sabes?, tenías razón.. ni siquiera debí aceptar que tú tenías magia ante él. Debí darle un buen puñetazo”

- “Ustedes no se llevan nada bien” –Mamoru se encogió de hombros- “pero el peor es el otro, a quien yo sí voy a darle de puñetazos un día de estos y..”

Una flor había aparecido ante ambos niños de repente y los ojos verdes de Hien parpadearon al notar que una gigantesca vena había aparecido sobre la frente de su primo ante la inocente planta. Detrás de dicha flor estaba la figurita menuda de una niñita de kinder de largo y rubio cabello que extendía su mano y su flor en dirección a....

Mamoru.

- “¡ARGHHH!, ¡lo sabía!. ¡Te he dicho mil veces que dejes de darme flores!” –saltó el mayor de los hermanitos Kinomoto- “¡la ayuda que te dí fue hace semanas!, ¡ya me agradeciste bastante!, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?”

Sólo entonces Hien reconoció a la pequeñita. Era hermana del rubio Mc Nessa.

- “¡¡¡No, no voy a tomar esa flor!!!, ¡¡es la tercera vez en el día que me das una!!, ¡¡!YA ESTOY HARTO!!!” –Mamoru empezaba a entrar en pánico y hacía mil gestos con las manos, tratando de escabullirse de la inocente mirada celeste de la niña- “¿acaso vives en una florería?, ¡ya me agradeciste!, ¡deja de darme flores cada vez que me ves!”

- “Vas a asustarla Mamoru”

- “¡Ya quisiera!, ¡no deja de darme flores todos los días!, ¿crees que eso me hace feliz?” –finalmente tomó a la nena de una mano, aunque estaba furioso- “¡voy a llevarla con su hermano y le daré a él una patada! ¡el tonto ese va a escucharme!”

Los enormes ojos verdes de Hien habían visto partir a su primo tirando del brazo de la nena de kinder y había suspirado con vergüenza ajena.

- “Mamoru nunca escucha” –murmuró.

- “Si, te estoy escuchando” –bufó Touya Kinomoto con un leve puchero, mientras Yukito Tsukishiro sonreía al atacar briosamente su quinto plato.. de almuerzo, en el restaurante donde ambos amigos comían- “te escucho, Yuki”

- “Te decía que me gustaría acompañarte más tarde a Li Manor” –comentaba Yukito- “sé que Shaoran está bien, pero de todas formas me gustaría hablar con Hien y con el propio Shaoran”

- “Está sedado Yuki, está sedado”

- “Es lo que no entiendo.. ¿porqué lo mantienes sedado?” –el director del Campus Clamp en Tomoeda notó que la mirada y la atención de su amigo estaban más en una pareja cercana, que parecía estar discutiendo- “¿Touya?”

- “¿Eh?.. bueno, Ayer le puse un somnífero para el dolor y hoy en la mañana fue para que no se anduviera moviendo o quejándose .. no me gusta que preocupe más a mi hermana. El sujeto es bueno para lastimarse y es el peor paciente que he tenido”

- “¿No le hará daño estar sedado?”

- “Despertará por la tarde o en la noche Yuki. El que duerma tanto no lo matará”

- “Ya sé, pero Sakura debe estar muy inquieta.. y no se le pasará hasta que lo vea despertar del todo y..... ¿Touya?, ¡Touya!”

- “¡Shhhtttt!”

El médico hizo un gesto pidiendo silencio y Yukito se quedó desconcertado mirando a lo lejos, a la pareja que parecía captar la atención de su amigo.

- “¿Qué quieres que te diga?, ¡no es justo mentirte!, ¡así no podemos casarnos!”

- “¡Por supuesto que no!, ¡si aceptas al fin que amas a esa otra mujer, claro que no nos casaremos!”

La mujer de la mesa cercana se puso de pie y salió del restaurante con gesto ofendido, mientras el doctor Kinomoto fruncía el ceño ante el asombro de su amigo, que sabía que Touya era alguien discreto, y le sorprendía notar tanto interés del médico en personas que él –Yukito- ni siquiera conocía...

- “¿Conoces a la señorita?”

- “No. Pero sí al sujeto” –murmuró irritado mirando de reojo al hombre de la mesa cercana- “y no me gusta para nada”

- “¿Porqué?”

- “Trabaja en la revista. Es el contador... un tal Higarashi” –casi masticó el apellido- “y Tomoyo me había dicho que iba a casarse, pero por lo que veo, ya no es así, ¡Maldición!”

Yukito ahogó un suspiro resignado. No hacía falta ser un genio para notar que allí iba Touya otra vez con sus celos casi shakesperianos y como amigo que era, el docente no pudo menos que procurar tranquilizar a su viejo amigo con algunas frases, antes que el médico armara una tormenta en un vaso de agua*******..

- “Se ve un sujeto agradable pero el hecho que peleara con su amiga no tiene que ver contigo o Tomoyo”

- “Era su novia” –murmuró Touya- “¿qué, no lo oíste? ¡el sujeto ya no tiene novia!”

- “Tal vez se enamoró de otra mujer” –murmuró Yukito con inocencia.

¡Crack!.

Ese fue Touya.. rompiendo los palillos  con los que comía.

A Yukito le surgió una GRAN gota sobre la cabeza.

- “Touya.. no vamos a empezar otra vez” –pidió conciliador- “Sabes bien que Tomoyo te ama ¿porqué no puedes dejar de torturarte asi?”

- “¡Yo no dudo de mi mujer Yuki!, ¡pero si de ese tipo!” –murmuró en voz baja, irritado- “el otro día que llegué a la oficina de ella, habían terminado una reunión con los demás miembros de la junta directiva.. ¡y él se quedó más tiempo y la miraba de una forma que..!”

- “Touya, por favor... trata de ser razonable y...”

- “¡Maldición Yuki, no me hables como si tuviera 6 años!, ¡Soy razonable pero no estúpido!.. y si te digo que ese sujeto miraba a mi mujer es que es cierto. ¡Y ahora lo escucho romper con la novia!, ¿quieres que me muera de la risa acaso?”

- “No, pero no es asunto tuyo amigo. ¡Que mala suerte venir a encontrarnos a estas personas aquí!”

- “Yo no lo creo así. Es mejor que sepa que ese tipo..”

- “Que ese hombre ¿qué?” –continuó el profesor sin perder la paciencia- “Touya, trata de no mirar tan feo al pobre hombre...  míralo, ya se va” –continuó el padre de Rei- “vamos, deja de pensar en cosas así. Sé que te pones nervioso porque amas mucho a Tomoyo pero nadie va a quitártela porque ella te adora”

Touya se sonrojó. Detestaba que Yukito hablara tan tranquilamente de los sentimientos que le unían a su esposa –le daba pena, vaya- de modo que enterró casi su cara en la taza de té, mientras el docente miraba la cara roja de su amigo con paciencia y gusto. Su amigo no iba a cambiar nunca. Afortunadamente Tomoyo estaba acostumbrada a lidiar con sus ocasionales ataques de celos pero si bien siempre estos le costaban a Yukito dormirse ante el teléfono –el medico no era parlanchín pero cuando los celos le pateaban con fuerza tenía la costumbre de llamar a Yukito y hablarle hasta desahogarse... algo que podía durar de segundos a horas, en el peor de los casos- el profesor sabía, al igual que Tomoyo, que Touya Kinomoto estaba totalmente loco por su esposa al punto de celar a todo el que trataba con Tomoyo.

Eso le trajo otras ideas a la cabeza.

- “Oye Touya.. ¿y no se te ha ocurrido que Shaoran también sea algo celoso?. Tu dijiste que habías notado algo rara a Sakura la noche de la fiesta de Rei. ¿No sería que él se puso algo celoso y Sakura se sintió algo abrumada..?”

- “Que tontería Yuki. Ese tipo NO TIENE porque ponerse histérico” –dijo con fastidio- “¿No has visto como mi hermana lo mira?.. ¡arghhh!. Es casi vomitivo. Anoche la pillé casi besándolo mientras dormía, antes que los trasladaran a su casa.. ¡que asco!, ¿porqué me haces recordar eso?”

Yukito sonrió.

- “¿Crees que sería muy tonto de parte de Shaoran si se pusiera celoso?”

- “Si. Eso es de reverendos imbéciles como él. Como si mi hermana no lo adorara” –bufó- “pero bueno, no me sorprende, la monstruo tiene PESIMO gusto y...”

- “Tomoyo también te adora Touya, tanto como Sakura a Shaoran y por si no lo has notado, sus ojos también brillan más que nunca cuando te ve” –el médico volvió a sonrojarse- “tener celos porque un empleado suyo rompió con su novia es .... ¿cómo lo dijiste? ¿de reverendos qué?”

Kinomoto se puso más rojo pero lanzó un gruñido y no dijo más. Anoche había sentido presencias rondando la embajada y aunque Hiragizawa dijo que se encargaría de todo supuso que esa situación lo había puesto muy nervioso al punto que hasta sintió un segundo el poder del Sakurazukamori muy cerca.. pero no había sido nada y en realidad esta mañana empezaba a dudar aún de lo que había sentido la noche anterior. Había sido un domingo verdaderamente agitado y ciertamente él siempre estaba en alerta, pero como que empezaba a pensar que la noche anterior se había puesto paranoico.

Al fin y al cabo, su shikigami no había sentido nada y por eso volvió a su propia aura esa mañana. De modo que procuró dominar su último ataque de celos. No fuera que Yukito decidiera delatarlo con su esposa..

- “Lo delataron.. ya veo” –suspiró Eriol antes de contemplar los datos ante sí con profundo interés- “aquí dice que Ridolfo murió antes de la caída de Famagusta pero...”

Los ojos azules se cerraron, mientras el aura alrededor del inglés era más pronunciada por segundos. Solo Yoko sabía lo que le había molestado el hecho que pretendiera meterse a su hogar aquellos thughs pero Eriol entendía que la mejor forma de ayudar a Shaoran era haciendo algo, más que quejarse o soltar amenazas. De modo que esa mañana se había puesto a trabajar desde muy temprano.

Los datos históricos que había logrado obtener por internet desde especializadas paginas en italiano eran bastante específicos al indicar escuetamente la muerte de Ridolfo Mocenigo el día de la caída de Famagusta; pero el inglés, fiel a su palabra, había decidido investigar un poco en los recuerdos de Etienne Boisloire pese a que nunca antes lo había hecho, pero dejando que los recuerdos fluyeran solos, relajándose y recordando lo que sabía de Boisloire.. cuando era Clow. Y es que no ignoraba que si se esforzaba demasiado podía sufrir visiones inoportunas de su vida pasada en los momentos más inesperados y ya había visto los resultados en Shaoran como para desear que le ocurriera algo parecido ...

Chipre, Fortaleza de Famagusta, del año del Señor de 1571

- “Vais a pagar por esto ¡Lo juro por mi honor!” –las manos empuñadas del caballero hospitalario contenían su ira a duras penas- “¡me encargaré yo mismo que el Dux se entere de que fuisteis responsable de la muerte de Ridolfo!” –los ojos azules brillaban de dolor y lágrimas contenidas- “¡vais a pagarlo De Danann!, ¡lo juro por mis ancestros!”

- “¡Estáis borracho Boisloire!” –insistió una voz- “¡De Dannan no tuvo nada que ver!, ¡el romance prohibido de Mocenigo fue lo que ocasionó su muerte!, alguien los delató y no hubo otra cosa que Mocenigo pudiera hacer, más que hacerse matar así..”

- “¿Alguien les delató? ¿quién?”

- “Una mujer. ¡No sé quien...!”

- “¿Qué mujer?, ¡¡¿donde esta?!!”

- “Dejadle que hable Rinardi” –otro caballero se levantaba del suelo donde le había lanzado un fuerte puñetazo del caballero de ojos azules- “Ya ves que nuestro camarada Boisloire no parece sorprendido del romance de su amigo con una infiel. Nosotros sólo le hicimos entender que debía tomar una salida honorable y..”

¡Plaff! ¡plaff!

Un par de golpes bien dirigidos a la mandíbula del que hablaba le cortaron en seco lanzándolo al piso otra vez antes que Boisloire diera fin al asunto, volteándose para marcharse.. pero desde el suelo, el rubio caballero golpeado miró la espalda del de ojos azules con odio y sacó la espada listo para atacarlo por la espalda cuando en un movimiento certero y veloz, Boisloire se volvió y le asestó un tajo tal sobre la cara que el otro retrocedió con espanto...

- “¡Bastardo de rey!” –gritó notando la sangre escurrírsele espesa por el rostro ahora marcado para siempre- “¡pagareis por esto!”

- “No. Consideradlo un recuerdo no de mi parte, sinó de Ridolfo” –le espetó el aludido- “esa estocada me la enseñó él y si os conozco, sé bien que vos lo habéis orillado a hacerse matar así” –dijo con dolor- “habéis sido siempre un maldito envidioso De Dannan. Decís ser creyente pero sé muy bien de los círculos paganos que dibujáis en la tierra cuando estáis solo... os disfrazáis de cristiano pero sois un mentiroso”

- “¡¡¡Mentís!!!!, ¡¡¡¡no soy un pagano!!!!”

- “¿En serio?. Soy francés como vos De Danann. ¿Creéis que no sé bien los ritos de vuestra familia?... algunos sois ingleses, otros franceses pero ¡claro que sé que sois brujos, druidas!” –el rubio retrocedió espantado- “agradeced que nuestros camaradas de armas confirman que Ridolfo eligió morir así” –apretó los puños con rabia e impotencia, antes de añadir- “porque de lo contrario os hubiera matado aquí mismo y de una forma muy dolorosa. Aunque os conozco y estoy seguro que vos habéis presionado para llevar a mi mejor amigo a ese fin.. y lo pagareis” –feroces gritos de una cercana matanza llamaron la atención de todos en ese momento y Boisloire continuó- “pero tenéis suerte. Ahora debo cumplir mi deber de Caballero de San Juan y hacer salir a todos los que aún viven... Famagusta ha caído. Orad pues a Dios o a vuestros dioses para que muera aquí, porque en cuanto abandone Chipre os denunciaré como pagano ante la inquisición..”

- “¿Qué estáis haciendo aquí?” –el Gobernador de Famagusta en persona se acercó a toda prisa mirando con asombro a esos caballeros, que en medio de una catástrofe luchaban entre si- “¡pelead contra los infieles señores!, ¡no entre vosotros!”

Boisloire al ver al fin al Gobernador Bragadino casi se plantó ante el veneciano de un salto, pero el curtido guerrero, al notar la mirada en los ojos del francés , se le enfrentó..

- “Idos chiquillo” –comentó con algo parecido al pesar y el remordimiento- “Sois francés. No tenéis que dejar la piel aquí como un hijo de Venecia si debe hacer”

- “¡¿Es lo mismo que le habéis dicho a Ridolfo!?” –insistió el hospitalario, mientras una nube pasaba por los ojos del gobernador- “¡señor, ¿cómo habéis podido permitir..?!”

- “Basta chiquillo.. basta” –el curtido guerrero detuvo la explosión de indignación del hospitalario tomándolo de los hombros con fuerza, antes de añadir- “por eso os pido que os vayáis Boisloire” –dijo rápido, mientras los alrededores empezaban a hervir de sangre, ruido y matanza- “yo debo morir aquí porque jamás debí consentir que ese infortunado niño..”

- “¡Ridolfo era hijo del Dux, señor!”

- “¡Defended vuestras vidas!” –ordenó el gobernador a los demás, arrastrando al hospitalario a toda prisa lejos de las turbas turcas pero hablando con rapidez y lo más bajo posible- “si muchacho, el signorino Ridolfo no debió morir aquí... de esa forma” –apretó las manos con remordimiento- “ Jamás me perdonaré no haber elevado mi voz para salvarle, por eso es que me quedo aquí y moriré en este lugar. Un veneciano no abandona lo suyo y yo no evité la tragedia de un niño que era un hijo de Venecia, como yo” –Boisloire estaba atónito y mudo, hasta su rabia y dolor parecía haberse enmudecido por la confesión y remordimientos del respetado gobernador- “por eso debéis salvaros al menos vos. No debéis morir aquí. El signorino Mocenigo jamás hubiera aceptado que vos no huyerais y perdierais vuestra vida por una venganza que no tiene sentido..”

- “¡Señor!”

- “Idos, chiquillo. Idos para aseguraros que la desgracia de aquel amigo al que querías como vuestro hermano, no llegue como chisme al Palazzo de su padre, ni empañe su nombre” –ya el estruendo de los turcos brotaba por todas partes- “idos Boisloire. Ridolfo dejó una barca oculta bajo el cabo del sur.. no creo que los turcos sepan algo de lo ocurrido aquí y dudo que ataquen el símbolo que ostenta la barca ¡idos!. ¡Ridolfo me pidió antes de despedirse que me asegurara que al menos vos lograríais escapar de aquí y ahora no hay otra forma más que esa! ¡corred!”

Las cimitarras turcas rodearon a los caballeros –que habían retrocedido protegiendo inconscientemente al Gobernador y por ende, a Boisloire- pero el rubio a quien el Hospitalario acusó, retrocedió mirando al francés con temor y odio reconcentrado. Ciertamente había azuzado la reacción general contra el joven e infortunado Mocenigo –a quien envidiaba por la posición que tuvo como hijo del Dux de Venecia- pero la muerte terrible del joven capitán veneciano podía achacársele a bastante gente además de él y el tipo se dijo que quien era mas culpable que nadie, era la mujer que había denunciado la ilícita relación del veneciano con la infiel. Lo peor es que a estas alturas el rubio caballero no sabía si había sido mejor que Boisloire hubiere estado fuera de la fortaleza cuando las cosas se habían presentado, ya que posiblemente el Hospitalario hubiera muerto o hecho hasta lo imposible por evitar la muerte terrible de Ridolfo; pero pese a haber llegado casi reventando un caballo había sido demasiado tarde para cuando Boisloire se presentó.

- “¿Qué tanto le estará diciendo el gobernador?”

Se preguntó, mientras lamentaba con toda sinceridad que el Hospitalario de ojos azules no compartiera el mismo triste final que el infortunado veneciano; pero Famagusta había caído finalmente ante los turcos. Quizá con algo de suerte y algunos ruegos del rubio hacia la céltica diosa de la muerte –Morrigan- el mismo Boisloire moriría ese día ya que Famagusta estaba perdida y él mismo, si Boisloire llegaba a denunciarlo con la inquisición.

Las cimitarras turcas, fuego y la sangre y la veloz carrera de un corcel rumbo a una barca dejada por su perdido amigo muerto, fueron lo último que Eriol recordó mientras volvía a la realidad...

- “Una mujer delató a Mocenigo, ocasionando su muerte” –reflexionó, dejando de hacer esfuerzos por recordar a Boisloire y volviendo a mirar los datos en su pc- “el mismo día o quizá la noche anterior a la caída de la fortaleza de Famagusta  pero ¿cómo?, ¿de que forma murió?” –pensó fríamente- “Boisloire era quien llegaba del campo de batalla.. Ridolfo estaba en la propia fortaleza ¿acaso salió por otro lado a hacer una salida suicida?. Si, eso tendría sentido pero ¿y la persona que los delató? ¿un romance con una infiel?” –recordó con disgusto a aquel hospitalario rubio- “¡De Dannan!” –reflexionó- “no hay duda que las casualidades no existen.. sólo lo inevitable. No fue casual que Clow conociera a Soté De Dannan en su tiempo, ni que Tsu Chin, la reencarnación de De Dannan, tratara de matar a Shaoran en la Torre de Tokyo” –suspiró- “nos conocíamos de antes. Pero... me pregunto si ese tipo, si el De Dannan de ese tiempo, realmente tuvo que ver con la muerte de Ridolfo y la de Boisloire”

El hijo de Hajime Hiragizawa no tenía respuesta para esas preguntas aunque estaba seguro ahora que Shaoran no le había dicho todo sobre lo que había recordado de su vida pasada. ¿Así que un romance con una turca?, ¿qué había con eso que pudiera avergonzar a su amigo como para no decírselo? ¿qué no era Sakura?.. eso podría ser, tratándose de Shaoran pero...

- “Roxelana” –recordó el nombre de la turca que Shaoran había mencionado el día anterior antes del accidente- “si.... una Roxelana que viviera en esa época” –frunció el ceño cuando los enlaces aparecieron ante su pantalla- “¡oh, que incomodidad!.. sabía que alguna vez me iba a servir aprender lenguas árabes... pero no puedo leer esto. Debo tratar de aprender turco lo antes posible o no podré descifrar este asunto. Esto no es algo que pueda confiar a un traductor”- se puso de pie y preguntó por su esposa en la línea privada, antes de sorprenderse un poco- “¿no está?”

- “No milord. Yo misma voy a explicarle en este momento..”

- “¿A dónde pudo haber ido?” –se preguntó- “Sakura dijo que no necesitaba que la acompañen hoy.. Ayame iba a ir por la mañana y Tomoyo por la tarde, ¿dónde pudo haber ido sin avisarme?”

Unos pasos se dejaron sentir en el vestíbulo y después su propia secretaria anunciaba a la nueva asistente de Yoko, quien con paso suave se presentó a Eriol con una sonrisa. El elegante y atractivo Secretario de Cultura de la Embajada Inglesa no solía demostrar emociones –en realidad, daba la impresión de ser permanentemente encantador- pero era obvio que se había incomodado cuando la muchacha no había sabido responderle..

- “Milady no me dijo donde iba Milord. ¡Ya son casi tres horas que se fue!. Lo siento... quisiera ayudar pero..”

- “Olvídelo” –sonrió Eriol, con falsa calma- “no se preocupe. Gracias”

La muchacha abandonó el despacho del joven Lord y cuando la puerta se cerró Eriol volvió a fruncir el ceño. Se sentía enfadado, incómodo, casi frustrado y culpable. La tarde anterior había sido un completo desastre y aún sentía que tenía cierta responsabilidad por el accidente de Shaoran..

- “Debí haberlo detenido. No debí insistir que montara a caballo.. estoy seguro que lo que le distrajo tanto fueron los recuerdos de Mocenigo” –pensó- “para rematar esos thughs colándose por aquí.... ¡como si no los hubiera sentido! y Yoko que se puso aprehensiva y los atacó..” –se puso de pie, sentía que se ahogaba en su despacho- “ciertamente no les quedará ganas de volver por aquí pero Yoko no debió intervenir. Sólo espero que no reconocieran el poder de Kai Sung y los Sheng en ella... o podrían ponerse tan insoportables con nosotros como lo son con el propio Shaoran”

El inglés salió de su despacho cerrando la puerta con aparente calma mientras se dirigía a su ala familiar de la embajada. Mientras Sakura había estado cuidando de Shaoran y el doctor Kinomoto muy ocupado con el equipo de médicos que atendían al joven chino, él había notado la presencia de algunos thughs en su casa y eso le había sido... incómodo. Había demasiada gente en su casa el día anterior y encargarse de ellos sin hacerse notar por tantos invitados había sido un poquito más fastidioso de lo que hubiera querido.  Eso, además que Kerberos seguro que había sentido su magia y Yoko se había puesto tremendamente aprehensiva.. casi tanto como el doctor Kinomoto –que al parecer también había sentido las presencias, y a quien Eriol se apuró en tranquilizar- pero no había podido evitar que su esposa también le diera algunos sustos a esa gente con su poder...

Y no le gustaba la idea que los thughs supieran que ella era reencarnación de Kai Sung. En teoría, de saberlo la hubieran protegido y venerado tanto como a Shaoran, pero en la práctica la idea de que esos temibles asesinos vigilarían de por vida a su esposa, Tao y a Miriel no le gustaba nada.

- “No contesta” –murmuró levemente, frunciendo el entrecejo mirando su teléfono móvil- “no está y no contesta.. ¿dónde se metió?”

- “¿Hablas de alguien en particular?”

Eriol se sobresaltó pero lo disimuló hábilmente. Había estado tan distraído pensando en lo ocurrido la tarde anterior que no había notado que su padre biológico estaba en el salón principal del área familiar, leyendo un libro con total calma.

- “Se nota que el fin del mundo ya ocurrió.. ¡no puedo creer lo que veo!”  -pensó como por acto reflejo al notar a su padre sin hacer nada por primera vez en su vida, pero añadió- “nada especial, Embajador”

- “La asistente de Yoko me preguntó por tu esposa hace un rato. ¿Buscabas a Yoko?”

- “No importa” –replicó mecánicamente, girando para volver al área administrativa de la embajada.

- “Parece molestarte que tu esposa no esté en casa” –siguió el Embajador, quien parecía querer entablar una charla que Eriol no deseaba no importa la excusa, y al parecer iba a continuar intentándolo ese día- “¿ocurre algo?”

- “No, no es nada importante” –replicó con cortesía, para no dejarlo hablar solo... eso hubiera sido muy grosero y Eriol siempre se había enorgullecido por sus modales- “hasta luego”

- “Es extraño que estés tan acostumbrado a la presencia de tu esposa. Siempre has sido muy independiente”

Ante esta frase, Eriol se detuvo en seco. ¿Qué pretendía el Embajador al hablarle así?, anoche había soltado una frase similar y ahora... por un instante los ojos azules y los negros se miraron uno al otro y el Embajador continuó como si quisiera provocar una reacción en su único hijo..

- “Sin embargo, Yoko le dijo a su asistente que no comentara con nadie que iba a salir. Lo sé porque yo estaba allí ¿no crees que esa muchacha fue bastante indiscreta?”

- “¿Indiscreta?”

- “Si. Yoko es su jefa.. y si le pidió que no comentara que iba a salir, quizá fue porque era algo serio.. o porque era algo tan insignificante que no merecía que te enteraras, pero esa muchacha traiciona su confianza muy alegremente..”

- “Yoko es mi esposa” –replicó el antiguo amo de Ruby Moon- “no está traicionando a nadie al decirme que ella no está”

- “El que seas su esposo no te hace dueño de ella. ¿Acaso tú le das cuenta de todos tus actos que ella no puede salir sin que tú debas saberlo?”

Eriol miró a su padre entre desconcertado y enfadado –y disimulando tan bien como siempre- pero Hajime Hiragizawa continuó..

- “Yoko es una chica muy dulce y gentil... pero está tan consagrada a ti que temo que te está consintiendo demasiado. Ella vive al pendiente de ti pero eso no es motivo..” 

- “Sé que no estás acostumbrado a que alguien esté al pendiente de mí” –comentó suavemente, con leve ironía- “pero sobrevivirás, estoy seguro” 

El embajador miró a su hijo con sorpresa pero no alcanzó a decirle nada, porque Eriol ya se había marchado, pero con todo.. suspiró. Había logrado al fin sacar una reacción de Eriol.. y eso, en su caso... era un avance.

- “Es un avance que hayas venido al fin pequeña” –murmuraba en ese momento una figura encapuchada ante el asombro de Yoko, que esperaba encontrar a Alice Birmingham- “hace mucho que quería verte.. ¿no te acuerdas ya de mi?”

- “¿Quién eres?, ¡me conoce?!”

- “Yo no debería reconocerte con esa ropa y lo bonita que estás, pero no es cortés que le hables así y no reconozcas a quien hizo que comieras no una, sinó muchas veces en Hong Kong” –continuó el desconocido- “¡que ingrata eres!, ¿acaso no has recibido mis cartas?”

Los ojos grises estaban desconcertados.. ¿quién era esta persona ante ella? ¿le había conocido antes que ella se casara?

Sakura había tenido que salir de Li Manor casi al atardecer por un asunto de la Agencia noticiosa poco después que Tomoyo se marchara a su casa luego de acompañarla toda la tarde. En realidad, y pese a que tenía prisa por volver a su hogar, la hija de Fujitaka Kinomoto tuvo que admitir para sí que haber salido a ocuparse de asuntos profesionales le había ayudado a despejar su mente. La presencia de su suegra en el complejo de Li Manor la tenía nerviosa, además que Shaoran había estado permanentemente sedado desde el accidente y aunque agradecía el apoyo recibido por sus amigos, realmente necesitaba pensar a solas un poco sobre lo ocurrido con Akasha. Fue por eso que camino de regreso de la oficina se había detenido en un café, para poder pensar a solas y lejos de su hogar. 

- “Lo sabe. Lo sabe todo.. todo. Esa mujer..” –tembló al recordar el enfrentamiento que tuviera con la Bakthar la noche anterior- “esa mujer es terrible. ¿Porqué Hin Lu no quiere creerme cuando le digo que está interesada en Shaoran?”

- “¡¿Akasha?!” –se había sorprendido el secretario la noche anterior, cuando la antigua card captor comentó levemente que “le parecía” notar cierto interés de la thugh en su esposo- “¡no Sakura, eso es imposible!”

- “¿Por qué no?”

- “Porque es una thugh” –dijo el secretario, como si eso fuera concluyente, pero tuvo que añadir ante el desconcierto de Sakura- “mira, Shaoran desciende del Rey del Cielo ¡sería como una fantasía ridícula!.. no sé si me entiendes, pero jamás se permitiría a los thughs mezclar su sangre con la de un descendiente directo del Rey del Cielo, ellos son los primeros en saberlo..”

- “¿Porqué no?, ¿por qué son un clan oscuro y todo eso?”

- “Bueno.. tiene que ver. Pero no es en sí por eso” –explicó el esposo de Mei Ling- “es por que ellos son criados, servidumbre...”

- “¡Hin Lu!, ¡que clasista suena eso!”

- “Yo lo sé Sakura, pero es la verdad” –se encogió de hombros- “sé de la modernidad actual y todo eso, pero tú no ignoras que los clanes piensan aún en esos términos porque todos los que tienen poderes mágicos en el mundo descienden de alguna forma de los hijos del Rey del Cielo” –continuó- “ciertamente  los clanes del Concilio se formaron no de los hijos del Ten-ouh, sinó de sus nietos.. los hijos del emperador de Jade para ser precisos”

- “El... ¿Emperador de Jade?”

- “El constructor de la Gran muralla... el que ordenó la quema de libros para que nadie recordara la civilización previa a su reino. Era el menor de los hijos del Ten ouh pero no tenía magia, se dice que por eso era Emperador entre los hombres; pero el Rey del Cielo puso su trono bajo la protección de la bestia mítica: el Dragón. Por eso se dice que los Emperadores de China se sentaban en el trono del Dragón”

- “Pero.. ese trono.. ¿no es?”

- “Lo sé. Es el que se usa ahora en el Concilio. El trono del Supremo Jefe, del Tai Pan” –continuó- “el Concilio y el Jefe Supremo de turno lo recuperaron de Mao Tsé Tung*** durante la revolución a un costo muy alto, pero ese no es el punto. Toda la magia del mundo proviene de los hijos del Rey del Cielo esparcidos por el mundo, pero nadie sabe bien quien desciende de quien pero aquí no hemos perdido los registros y sabemos por tanto que la magia de Oriente viene de una sola rama: de los hijos del Emperador de Jade; cada uno de ellos dio nombre a un Clan Mayor y los demás clanes se formaron de la unión entre ellos. El clan Li desciende orgullosamente del menor de los hijos del Emperador de Jade: Li, pero ahora somos los únicos de todos los clanes mayores que han conservado la tradición de pasar el poder de padres a hijos, de forma directa; los otros clanes se extinguieron en el curso de los tiempos y de los hijos del Rey del Cielo... bueno, ellos ni siquiera figuran en la historia”

- “Aún no veo que tiene que ver eso con Akasha”

- “Es simple, Sakura. Los thughs descienden del más fiel servidor del emperador de Jade.. del supervisor de la matanza de los sabios y la quema de libros. Por eso ningún clan que se respete aceptaría mezclar su sangre con ellos y ellos no osarían siquiera pensar o mirar a un descendiente directo del Ten ouh y del Emperador de Jade, hijo de Ten ouh y Señor del Dragón..  como es el clan Li, ¿ahora lo entiendes?”

- “¡Oh Hin Lu!” –suspiró con conmiseración- “.. eso es tan mítico que ya dejó de tener sentido..”

- “Sé que en esta época puede sonar raro pero no lo es. Todos nosotros hemos sido educados bajo esa tradición Sakura. No importa que tengamos computadores de última generación o que el hombre vaya a la Luna o Marte... nosotros vivimos y respiramos nuestro pasado como parte de nosotros. La gente común ni siquiera acepta la magia pero nosotros sabemos que somos el nexo entre el mundo antiguo y los poderes con este mundo actual, de equipo sofisticado y tecnología de punta”

- “Si lo que dices sobre las tradiciones es tan riguroso, no entiendo como es que permitieron que Shaoran se casara conmigo”

Hin Lu sonrió, aunque suprimió un “auch” involuntario. Y es que tenía la huella de un golpe en la cara desde que llegó de China.

- “Fue tu magia.. ¿no lo entiendes?. Eres tan poderosa que no hay forma de dudar que desciendes indirectamente de algún hijo del Emperador de Jade.. o quizá un hijo del propio Ten Ouh” –explicó- “mi Señora notó eso cuando te conoció la primera vez.. creo que aún eras una niña, por eso le agradaste. Después de todo fuera de los clanes nadie lleva un árbol genealógico tan exacto pero cuando la magia es tan fuerte como la tuya, no hay forma de dudarlo”

- “Sigo sin entender, pero el punto es que Akasha no me gusta”

- “Y en eso te entiendo... porque es peligrosa. Pero no para el clan Li” –le tranquilizó-“Aunque Shaoran la aprecia y le tiene mucha lástima”

- “¿Sabes por que?”

- “¡Claro!... ella fue pupila de los Li antes de que su padre, el líder de los thughs, la reclamara como heredera. No es común, pero así lo hizo y no lo culpo. Era la única hija viva que le quedaba.. todos sus hijos varones habían muerto ya”

La mujer de ojos verdes había contenido una exclamación de asombro.

- “¿Se crió como pupila? ¿cómo huérfana? ¿y después la reclamaron como asesina?”

- “Si, por eso Shaoran le tiene lástima. Ya sabes que mi Señora Ieran encargó la crianza de Shaoran a Wei, pero Wei tenía en sí el encargo de vigilar a los pupilos del clan Li y por eso Shaoran se crió tan cerca de Mei Ling. No es muy común que el heredero se criara entre los pupilos y niños del clan porque debía tener trato especial pero mi señora creyó que ese tipo de educación era mejor para él, pero Mei Ling, Akasha y Shaoran se criaron juntos desde pequeños, con pupilos y el resto de los primos..”

Sakura cerró los ojos, mientras se sentía más nerviosa a cada instante. Ella sabía que el clan educaba a niños huérfanos o sin recursos de diversos clanes, los llamados “pupilos” que se incorporaban a los Li si demostraban tener aptitudes, pero nunca había esperado algo así... 

- “Por lo que me dice Mei Ling, Akasha era ferozmente tímida, miedosa y apenas si decía palabra ante la gente.. mucho menos ante Shaoran, que no siempre era un niño amigable, aunque eso tu lo sabes. Pero como sea... ellos compartieron maestros hasta que Shaoran obtuvo el permiso para venir a Japón, a buscar las Clow Cards” –Hin Lu había sonreído- “sé que no tiene porqué gustarte Sakura, pero entiendo porqué Shaoran quiere ayudar a su clan. Le tiene mucha lástima. El conoció a Akasha antes que fuera.... lo que es, y vé la diferencia, lo que esa vida le ha hecho a ella y lo que le hace a la gente en general. Por eso es que quiere ayudarlos”

La antigua card captor se estrujó la cabeza con las manos.. sin notar que su té estaba casi helado. Había olvidado que estaba sola en esa cafetería y sólo pensaba en lo feliz que había estado la tarde anterior en brazos de su esposo y como irónicamente horas después aún se sentía tan confundida. Ver a aquella mujer mirando a Shaoran de esa forma le había provocado tal rabia y celos que se sentía estremecer -aunque no pensaba hacérselo saber a Shaoran nunca- pero ahora sólo quería que él despertara, que la abrazara con fuerza y que le dijera que el amor que se tenían duraría para siempre...

- “Aunque condenara a todo y a todos.. ¡¡te seguiría hasta el fin de los tiempos, si sólo entonces volvieras a nacer!!. Y de una u otra forma… sabiéndolo o no, encontraré la forma de llamarte a mi lado. ¡De hacerte venir a mí¡.. ¡¡¡¡aún si las más profundas aguas se interpusieran entre el lugar donde tú y yo hubiéramos nacido!!!!”

Le dolió la cabeza cuando esas frases vinieron a su mente. Un hombre de anchas espaldas, cabello oscuro y con una culpa. Un hombre que amaba a su esposa hasta lo indecible y al que la mujer que fue alguna vez había amado también con una fuerza tal, que aquellos ramalazos de recuerdos la estremecían..

- “Debo ir. Se los debo, sabes que se los debo” –Sakura estaba a punto de llorar del desconcierto ¡esa era la voz de Shaoran, no podía ser otra!, quizá fuera imposible, pero lo era-  “Los abandoné y ahora lo menos que puedo hacer es saber cómo murieron... yo les fallé”

- “Si mueres, moriré también. Tu eres uno de los dioses y yo sólo una mortal. Tú..”

- “Yo iba a ser muchas cosas Shara. Ustedes nos llaman dioses pero yo iba a ser Jefe de mi clan, del más poderoso clan bajo el reinado del Emperador Taishakuten, pero nada de eso hubiera tenido sentido sin ti. Tu has sido mi vida, pero les debo eso... les debo saber que pasó. Y morir si es mi destino”

- “¡No, no quiero!, ¡y aún me pides que te deje ir así esposo mío!” –sollozó la mujer, casi histéricamente- “si.. si tan sólo, te hubiera dado un hijo yo... ¡oh, no, no, no vayas!”

- “Tu vales para mi más que la vida, esposa. A sido nuestro destino no tener hijos.. quizá porque era mi sino morir como los de mi clan y que se extinga mi línea..”

- “¡No puedo dejarte ir!”

- “Lo harás Shara” –dijo aquella voz amada- “sabes que si. Eres lo que más amo en este mundo y aún más allá pero vivirás una larga vida aún. No quiero que llores por mí, ¡quiero que me prometas que no llorarás por mi y...!”

- “¡Nooo!, ¡no! ¿cómo me pides eso?, ¡ya te he dicho que te seguiré en vida o muerte, ahora o si vuelves a renacer!, ¿como pensar en vivir si no es para encontrarte?”

- “¡¡Shara..!!”

- “R....”

Trató de esforzarse en escuchar el nombre del hombre de sus recuerdos, pero no lo logró. Tan violenta, devastadora y súbita había sido aquel recuerdo que el dolor sacudió la cabeza de Sakura y quizá se hubiera caído aún de la silla, desvanecida, pero entonces alguien la sostuvo por un instante..

- “¡Señora Li!”

- “¡Por favor... no.. te vayas” –tembló aún Sakura, sacudida por las emociones de la mujer que había sido en su pasado, la misma que había tenido que soportar ver a su esposo partir hacia la muerte- “te buscaré... sólo entonces, ni los mares profundos nos separarán..”

- “¡Señora Li!, ¡por favor, vuelva en sí!”

Aquella voz le sonó de pronto familiar y la desconcertó. Azorada, la antigua card captor abrió al fin los ojos –no recordaba haberlos cerrado, pero había estado tan tensa que aquel recuerdo había sido inesperadamente vívido y como hace algún tiempo que ya casi no los tenía estaba confusa- notando desconcertada que estaba en un lugar público y..

- “¡Lord Ruthwen!” –se apenó al notar el rostro desconcertado del Lord, que era quien la había reconocido y se había adelantado cuando la vió casi desmayarse- “¡oh, lo siento!”

- “No se preocupe, por favor. ¿Se siente bien?.. ¿cómo está su esposo?”

- “Shaoran está bien.. yo..” –se sintió ridícula pero aún no se sentía con fuerzas como para pararse, el lapsus había sido realmente intenso- “lo siento. No es la primera vez que me ayuda y..”

- “Descuide Dama Li. Supongo que ha acumulado mucha tensión... le pedí a mi secretario que enviara un arreglo floral y una tarjeta indicando mis deseos que su esposo se recuperara pronto” –dijo con suma delicadeza.

- “Si.. agradezco su cortesía” –murmuró antes de añadir aún confundida y en el idioma que siempre recordaba su pasado.. una lengua muerta- “no... ninguna de las vidas tendría sentido hasta que no se encuentren..”

- “´Encontrar´ puede ser complicado Dama Li”

- “¿Qué?”

Los ojos verdes se abrieron desmesuradamente... atónitos.. perplejos. El Lord inglés que alegaba ser “tío” sanguíneo de Rei había... ¡había hablado en el mismo idioma que ella!, ¡el idioma de sus recuerdos!, ¿cómo era posible? ¡¡ni siquiera Shaoran había dado muestras de entender ese idioma..!!

- “¡¿Qui.. quien es usted?!”

- “Por lo que veo, un apasionado en lingüística, fonética e idiomas muertos.. como Ud, supongo” –comentó el Lord, algo desconcertado por el tono de la pregunta que Sakura había hecho- “¿realmente esta bien?”

- “Si, si” –la joven estaba asombrada- “dice.. ¿qué conoce el idioma?”

- “No tan bien como Ud... pero si mis conocimientos no fallan, habla usted un tipo antiguo de hindú bastante arcaico, extinto. Creo que es anterior al sánscrito incluso. Lo sé porque hice un estudio de idiomas muertos hace algunos años”

- “¿Estudió eso?”

- “Por afición o hobby, como prefiera” –el lord parecía aún algo desconcertado- “en realidad no necesito mi carrera por mi título nobiliario, pero siempre he sido apasionado del estudio de los idiomas, dialectos, sonidos.. y las lenguas muertas fueron mi pasión hace como 20 años. Nunca creí que una joven tan ocupada como Ud tuviera ese gusto..” 

Solo entonces la mujer de ojos verdes notó que había casi estado interrogando al extranjero de un modo que para cualquier observador casual le hubiera parecido... extraño.

- “Eh.. si. Un poco” –se apenó de pronto-“Pero..... ¿tiene información sobre el origen de.. del dialecto?, yo no.. no tengo referencia del origen de ese dialecto”

- “Eh.. no lo sé. No lo tengo en mente ahora”

Sakura dudó aun por unos instantes... antes de decidirse. De pronto todo estaba claro... tan claro que no entendía cómo no lo vió antes. Shaoran había estado apartándose de ella hasta la tarde pasada porque se había sentido incómodo e intimidado desde que ella empezó a recordar cosas de un pasado no en común, hablando lenguas extrañas –y eso que Sakura no tenía la menor idea que había murmurado y llorado en ese idioma después de algunas situaciones íntimas con su esposo- y ella misma, al hallar a ese extraño que aún buscaba a “algunas personas” en sueños sólo había empeorado la situación al indagar en el pasado de Akasha.. descubriendo que aquella mujer en su encarnación previa había tenido algo muy fuerte con el hombre que había sido Shaoran en su pasado...

Y el enfrentamiento con la thugh aquella anoche.. eso había sido el límite.

Iba a ponerle fin a esto.

- “Milord... podría ¿solicitar su ayuda para un proyecto personal?” –preguntó, decidida a saber sobre su pasado pero sin renunciar a su esposo, ni ante Akasha o nadie- “necesito averiguar algunas cosas sobre... este idioma. Aunque me escuchó hablarlo... en realidad no tengo datos históricos necesarios..”

- “Con... gusto, Dama Li” –el Lord estaba aún desconcertado, pero era exquisitamente cortés- “cuando usted quiera.. estoy a su disposición”

Sakura asintió antes de ponerse de pie. Estaba más decidida que nunca. En cuanto Shaoran despertara iba a hablarle de sus recuerdos, de la voz que escuchó la primera vez –la voz de mujer que le advirtió que tenía “dones” que eran suyos, porque no reencarnaría jamás y que le dijo que debía proteger a alguien que amaba- de la primera hipótesis sobre la identidad del hombre asesinado de sus recuerdos. Ella había pensado que aquel hombre era Shaoran... aún no podía dejar de creer eso. Su voz, sus palabras, la forma en que cargaba con la responsabilidad de los suyos...

Pero... ¿y los recuerdos de Akasha? ¿y Mocenigo?

Como sea, se despidió del lord con cortesía antes de abandonar el café y subir a su automóvil rumbo a su casa. Su mente no dejaba de trabajar. Las cosas podían ponerse todo lo confusas que fuera posible pero Sakura sabía que sus sentimientos por Shaoran no cambiarían jamás. Ya lo había asumido antes pero quizá había necesitado del shock casi provocado por el accidente del día anterior o sólo verlo tan pálido y desvalido cuando lo llevaron al fin a una habitación en la Embajada... 

- “¡Sakura!.. ¡Sakura!” –había gemido él, débilmente en medio de su fiebre y su dolor- “No, no... ¡no!”

- “Estoy aquí Shaoran.. ¡aquí estoy!, ¡no voy a dejarte!”

Su frente estaba húmeda de sudor y tomó un pañuelo para limpiarlo, mientras besaba sus manos con ternura. Si bien Shaoran había estado inconsciente e inmóvil, durante el traslado se había quejado mucho en medio de sus sueños y a cada protesta de él, Sakura había sentido que se le partía el corazón..

- “No.. perderte no. ¡Dejarte ir, no puedo, no puedo!” –balbuceó con sufrimiento mientras la muchacha palidecía, sin comprender porqué él se atormentaba así- “no.. por favor... prefiero morir”

- “¡Pero Shaoran.. no me iré de tu lado!, ¡estoy aquí!”

- “Prefiero morir..” –gimió por toda respuesta.

Fue entonces que la antigua card captor había roto en lágrimas. ¿Qué estaba temiendo?, ¿porqué las cosas habían tenido que ser tan desafortunadas?.. minutos atrás se había sentido en el cielo en medio de sus besos y ahora lo veía sufrir tanto que le dolía. Le dolía la impotencia de no saber que le atormentaba y no poder quitarle el dolor . Por eso lloraba. Pero nublada como estaba su mirada por las lágrimas, no percibió que los ojos de él se habían abierto lentamente y ahora era Shaoran quien parecía estupefacto por su llanto, al despertar levemente..

- “No... no llores. Odio verte llorar Sakura. Por favor.. nunca lo hagas” –le dijo entonces, levemente y la joven mujer le miró por unos segundos antes de acariciar el rostro masculino- “no quiero que llores por mí. Siento como si me sacaran el corazón del pecho al verte de esa forma..”

Canción “Every Heart”
Cuarto Ending - Serie Inuyasha

Ikutsu namida o nagashitara                       Si hubieran muchas lagrimas cayendo
every Heart  sunao ni nareru darou            Cada corazón se volvería gentil
Dare ni omoi tsutaetara                              Si todos expresaran los que piensan
every Heart kokoro mita sareru no darou  Cada corazón podría ser satisfecho

- “¡Shaoran, no te esfuerces!.. le aviso a mi hermano y...!”

- “No... no. No me duele mucho... pero sí me duele saber que te he hecho llorar” –había un rictus de dolor en su rostro y Sakura procuró calmarlo- “¿no lo entiendes?” –suspiró, tratando de contener el dolor- “yo aguanto lo que sea, menos tus lágrimas Sakura”

La joven trató de contenerse y él sonrió.

- “He sido un maldito idiota últimamente ¿no es así?” –murmuró tratando de esbozar una sonrisa- “y justamente ahora cometo esta tontería. ¿Has estado mucho tiempo aquí?, te ves cansada, creo que.. es de noche ya, debes descansar”

- “Yo te cuidaría cuantas noches hicieran falta.. lo sabes, ¡me asusté tanto al pensar que podía perderte!”

nagai nagai yoru ni obieteita                     Estaba asustada por la noche interminable
Tooi hoshi ni inotteta                                Asi que recé a las estrellas lejanas

- “Soy muy terco.. lo sabes ¡Auch!” –se quejó- “esto.. al menos estoy vivo”

Sakura procuró sonreírle pero en ese momento Shaoran se había desmayado de dolor, motivando que la mujer de ojos verdes pidiera ayuda desde la puerta; sin embargo, antes que el médico ingresara la antigua card captor acarició nuevamente su rostro, murmurándole..

- “No me importa quien fuera yo antes de haber nacido... para mí, siempre serás tú. No importa lo que pase ¡no importa nada más!”

meguru meguru toki no naka de              En un interminable tiempo repetido
Bokutachi wa ai o sagashiteiru               Estabamos buscando el amor
Tsuyoku tsuyoku naritai kara                 Porque queríamos volvernos mas fuertes
kyou mo takaisora miageteiru                Miramos hacia arriba al lejano cielo

Podía haber sido su imaginación o quizá los sedantes, pero esa frase pareció haberle tranquilizado porque desde entonces Shaoran había caído en profundo sueño..

- “¡Y hemos pasado por tanto!” –pensaba, volviendo a la realidad- “Yo era sólo una niña miedosa al conocerle, sólo enfrenté los problemas de las Clow cards con su apoyo.. y cuando afronté los retos de Eriol fue porque él estuvo a mi lado, combatiendo conmigo. Cuando lo volví a ver fue él quien me salvó del último card captor exponiéndose tanto por crear las Protection Cards para mí. Después, en la torre de Tokyo.. yo no hubiera podido sostener aquella espada y enfrentar a esa sombra si no hubiera sentido siempre su esencia a  mi lado, si no hubiera llevado a su hijo en mis entrañas, pero sobrevivimos por él.. y por nosotros”

donna egao ni deaetara                          Nosotros dos, sonriendo, aquí nos encontramos
every heart yume wo fumidasereruyo      cada corazón tiene el habido de recibir sus sueños
                             
hitowa kanashimi no mukou ni        la tristeza no nos afecta
                   
every heart shiawase ukabete nemuru       cada corazón gana la felicidad cuando vuela

- “Sin embargo debo admitir que he dudado. He dudado de mí misma, he sentido miedo, celos y temor .. pero nunca dudé de su amor y de lo que siento por él. Siempre siento al verle ese cosquilleo en mi pecho, esa alegría, esa felicidad cuando sonríe... eso no ha cambiado y espero que no cambie nunca” – sonrió para sí- “¡cuanta razón tenía Ayame!” 

Recordó otra vez..

itsuka itsuka subete no tamashii ga         Algún día nuestras almas se unirán
yasuraka ni nareru youni                         daremos una aprobación pacifica

- “¿Sakura, ¿ha estado bien todo?” –había comentado discretamente la esposa de Yukito, en un instante que la había acompañado- “te he notado algo extraña cuando llegamos... parecías.. algo triste y preocupada”

- “Estoy bien Ayame.. sólo.. sólo que...”

- “Quizá creas que me estoy metiendo donde no me importa.. pero te debo a Rei y Yukito y yo sentimos que nunca podremos pagarte nuestra dicha de tenerlo con nosotros, por eso nos preocupan tus problemas” –dudó, antes de añadir muy tenuemente- “¿Tú y Shaoran estaban algo distanciados? ¿no es así?”

- “No. Bueno...” –había añadido, desarmada ante el dulce tono en que le había hablado la señora Tsukishiro- “Bueno... quizá un poco, pero...” –volvió a dudar pero se animó al notar genuina preocupación en los ojos de su interlocutora- “Ayame yo.. hay algo que no entiendo. A diferencia de mí, Tomoyo y mi hermano o Yoko y Eriol, tú y Yukito jamás parecen tener la menor duda, desacuerdo o sombra en su relación y no sé como.” 

- “¿Crees que no tenemos también altibajos? pero si eso es normal Sakura. Es normal pasar miedos, temores.. celos y a veces sentir que nada está bien”

- “¡¡¿Entonces ustedes también?!!”

- “Vivimos diariamente con los hombres que amamos.. con su lado bueno y su lado cotidiano, con nuestras virtudes y defectos, pero el sentir aún celos, miedo, temor y ese calor que hace saltar nuestro corazón cuando los miramos es lo que nos indica que no caemos ante el enemigo mayor.. la rutina” –Ayame había sonreído con paciencia- “Pero es la parte más difícil y a la vez la mejor. No un simple “vivieron felices para siempre” sinó viven y se aman... cada día un día a la vez” –hizo una larga pausa- “Eso lo he aprendido de Yukito”

meguru meguru toki no naka de          En un interminable tiempo repetido
boku tachi wa ikite nanika wo shiru   Sabemos porque vivimos.
toki ni warai shugoshi naite               Vamos por la noche riendo
                               
kyou mo mada aruki tsuzukete iku        Ambos de oscuro, y aun seguimos caminando

- “Vivir y amar con todas nuestras fuerzas.. Un día a la vez” –pensaba Sakura, mientras conducía- “Ayame expresó lo que siento con palabras sabias pero sinceras. No es fácil lidiar con los problemas cotidianos o conflictos como los que Shaoran y yo enfrentamos pero no podría vivir sin estar a su lado. Y no por rutina; pero ya no somos niños o novios simplemente. Compartimos una vida con cosas muy fuera de lo ordinario... pero los sentimientos no han cambiado desde que fuimos niños” –sonrió mientras sus ojos brillaban llenos de respuestas- “sólo evolucionaron haciéndose más profundos a cada paso de nuestras vidas” –suspiró, anhelando su pasión y su ternura- “ Si, es por eso que cada día lo vuelvo a amar más y más”

osanai kioku no kata sumi ni             Las memorias de todo se han asentado
atatakai basho ga aru soushi            este es un lugar cálido para estar
hoshi tachi ga hanasu mirai ga        las estrellas nos separan del futuro
itsumo kagayaite ita                        nosotros siempre estamos brillantes
so shine                                            brillamos

Mientras se aproximaba a su hogar la mirada de Sakura era cada vez más cálida y llena de luz ahora que iba a llevar adelante su decisión de decírselo todo a Shaoran. Akasha no iba a alejarla de su esposo mientras ella se hundía en un silencio cómplice y torturador...

Iba a pelear.

osanai kioku no kata sumi ni           Las memorias de todo se han asentado
atatakai basho ga aru soushi          este es un lugar cálido para estar
hoshi tachi ga hanasu mirai ga      las estrellas nos separan del futuro
itsumo kagayaite ita                      Nosotros siempre estamos brillantes

so shine                                         Brillamos

Canción “Every Heart”
Cuarto Ending - Serie Inuyasha

- “Pelear es lo que necesita Sakura en este instante.. y me alegro de saber que te tiene para ayudarla, chiquilla” –la figura traslúcida de la espectro de la bisabuela Li estaba en la habitación de su nieto, mirándolo con preocupación- “porque ciertamente si lo que me dices es cierto, el atrevimiento de esa thugh es inconcebible.. ¡venir a mirar a mi Shaoran de esa forma!, ¡es demasiado!”

- “Pienso igual bisabuela” –asintió May May con gesto convencido- “pero descuide. Nosotras sabemos lo tontos que pueden ser los hombres pero Sakura puede ponerse realmente furiosa ¡hubiera tenido que verla anoche!, yo de buena gana me hubiera vestido de animadora y hasta hubiera sacado mis pompones para animarla ¡pero no hacía falta!. ¡¡¡Ella solita puso a esa zorra en su sitio!!!”

- “La pobre Sakura tiene el problema de toda mujer casada con un hombre guapo. Siempre tiene que cuidarse de que ninguna coqueta ande mirando a Shaoran...”

- “Pero eso..” –reflexionó la más joven- “es sólo de parte de las otras mujeres bisabuela. Ud y yo sabemos que Shaoran es incapaz de mirar a nadie más”

- “Tú y yo sabemos bastante más una de la otra, chiquilla”

- “¡Cierto!.. ¡ja, ja, ja!”

Ambas mujeres –la adolescente viva y la espectro- se miraron con malicia sabiendo que compartían más que el nombre. Afortunadamente el pobre Shaoran estaba profundamente sedado porque hubiera sudado horrores de los nervios ante la astucia y maquinaciones femeninas que podían urdir aquellas dos. Y es que después del primer instante de susto al ver colarse el espectro por allí, ambas habían charlado con tranquilidad y la adolescente May May había aceptado con total desfachatez no ser en realidad sobrina de la familia Li, pero curiosamente eso sólo había tranquilizado a la fantasma, que desde que supiera las angustias matrimoniales de su querido nieto, no había vuelto a sentirse en paz.

- “Es bueno que el joven Hiragizawa pusiera a esta “prospecto a guardiana” entre la familia” –pensaba la espectro- “una aliada como ella es lo que necesita Sakura, además que sería una estupenda guardiana para mi bisnieto. Sí... creo que puedo sentirme tranquila y volver a donde debo estar” –suspiró mentalmente-“.. si ese pequeño niño gruñón de ojos azules descubre cómo hacerme volver”

- “Lo que no entiendo aún es quien pudo mover los sellos que rodean Li Manor, bisabuela. ¡Ni siquiera yo hubiera podido sacarlos, son muy antiguos!” –insistía May May con gesto convencido - “pero al menos ya se resolvió el misterio del porqué los thughs pudieron colarse hasta aquí... ¿crees que Shaoran o Sakura movieron los sellos?”

- “Pueda ser niña. Pero tendrás que esperar que Shaoran despierte para volver a colocarlos.. No olvides avisarles sobre eso” –la espectro sonrió finalmente antes de desaparecer- “yo trataré de ponerle las cosas en claro a Ieran... y al fin saludar a mi bisnieto”

- “¿Porqué se va ya?”

- “Porque no quiero meter a quien me trajo a este mundo en problemas” –la anciana fantasma había escuchado ya en los pasillos la seria voz de Touya Kinomoto, que al parecer había coincidido con su hermana en la puerta principal- “y Sakura también esta aquí”

- “¿No quería verla?”

- “Si, pero con los sustos de esa thugh y el accidente de mi nieto, verme sería demasiado para la pobre Sakura.. al menos ahora”

Sin añadir una palabra más la fantasma desapareció por una de las paredes, justo minutos antes que los hermanos Kinomoto ingresaran a la habitación: Sakura algo irritada y Touya dando indicaciones sobre cómo tratar al accidentado; por lo que la adolescente les dejó en paz y quedó sumida en sus pensamientos pese a la atmósfera burlona que había ingresado a la habitación junto con el médico.. 

- "No soy gay" -May May recordaba la gélida voz de Tsukishiro con amargura- "simplemente no estoy interesado Li. Eres una buena persona, pero.."

- “¡¡¡¿Buena persona??!!”

La vena sobre la frente de May May se hizo mayor al recordar lo ocurrido en la fiesta. Había sacado a Rei de allí casi tirándole del brazo sin hacer frente a sus gélidas protestas sólo porque ¡tenía celos!. Es decir, Rei le gustaba muchísimo.. era tan o más bello que ella misma, tranquilo y muy serio. ¡Tal y como le gustaban los hombres!, pero a estas alturas May May estaba desconcertada. A diferencia de los otros guardianes, ella sabía muy bien quien había sido antes y no había dudado en usar la experiencia y vivencias de Naruku Akizuki como armas de seducción, pero a la vez entendía que Rei iba a ser todo un reto. Es decir.. ¡estábamos hablando de Yue!, Yue, el mismo bello ángel helado que  ella conocía, el mismo a quien se había obsesionado con conseguir como una forma de compensarse a sí misma por la pérdida de Touya Kinomoto. 

Yue. 

El mismo a quien había acosado por toda la escuela con cosas como brincar sobre él hasta toques bastante más insinuantes por debajo de los pupitres que sólo habían dado por resultado que Rei se alejara de ella, lanzándole esas increíbles miradas heladas que tanto y tanto le gustaban.

- "Bajo esa capa de hielo hay todo un volcán, eso puedo jurarlo.. ¡y voy a conseguirlo!"  

Aunque debía admitir que la realidad había sido muy diferente a lo que ella había planeado.

Le había gustado muchísimo Touya Kinomoto.. y había sido el hombre que más reparos le había puesto cuando era Nakuru Akizuki, sin embargo se había dado el gusto de vivir con él por tres días (Y May May sonreía burlonamente, envidiando lo que "la pequeña" Tomoyo disfrutaba ahora sin malicia, porque había apreciado a la diseñadora cuando la conoció siendo niña); en ese entonces le había dado una buena pedrada al orgullo cuando el médico había preferido los lánguidos ojos azules de la hija de Sonomi que su propia belleza, pero esta vez estaba decidida. Tendría a Rei. Aunque aún no sabía cómo. Y lo tendría porque le gustaba, le gustaba incluso más de lo que le había gustado Touya Kinomoto -a quien encontraba aún atractivo e interesante- y lo tendría, porque quería descubrir como "descongelar" al Rey del Hielo. 

Lo inquietante era que cada día que pasaba Rei le gustaba más, y lo peor era que todavía se sentía desconcertada sobre el método para llegar a él.

- "No puedo haberme enamorado de alguien que no me dá ni la hora" -pensaba - "pero me gusta aún más de lo que me gustó Touya, y lo veo más sexy aún que a Shaorancito, ¡tengo que pensar en algo!"

La chica bufó mientras seguía mirando a los hermanos Kinomoto charlar. Sakura parecía levemente abochornada y Touya –fuera lo que le estuviera diciendo- parecía estarlo disfrutando, pero May May estaba enojada, taimada y enfurruñada. ¡La fiesta había sido un fiasco!, ella había ido luciendo como Cleopatra (Tao Hiu había ido disfrazado de Marco Antonio) pero ninguno de sus obvios encantos había interesado a Rei. Lo había arrastrado a un aula lejos del auditorio, allí se había lanzado sobre él -y si, aunque lo negara, ella sabía que Tsukishiro había sudado cuando la tuvo sobre él luciendo ella tan escasa ropa y con sus obvios atributos bamboleándose sobre su cara- pero ¡no había pasado nada! ¡estaban solos y no pasó NADA!, el gélido hijo de Yukito se había mantenido serio y helado aún cuando ella le dijo que le gustaba..  le había soltado el asunto que no era gay, pero que no estaba interesado. 

¡Y eso la había puesto furiosa!, ¡ni siquiera había logrado besarlo! 

- "Debe pensar lo peor de mí" -se lamentó, recordando que Rei había siddo educado bajo el amoroso hogar Tsukishiro- "¡¡pero yo no tendría que hacer todas estas cosas si él no fuera tan cabezotaaaaa!, ¡hmm, no es justo, no lo es!. Tengo que hacer que se enamore de mí porque me estoy enamorando de él, ¡no quiero que se enamore de otra!" -bufó, taimada- "pero no me hace caso y esa linda cosita que es Hien ¡NO ABRE EL LIBRO! y ya me estoy cansando de esperar.. ¡no soy buena para esperar!, ¡de verdad, de verdad que quiero conseguirlo!!"

- “¡¡¡Voy a conseguir que aceptes la verdad de una vez por todas!”!! 

- “No tengo nada que aceptar” –decía Rei Tsukishiro en ese preciso instante.

Los ojos grises de Tao Hiu no podían disimular su sorpresa. Había esperado con impaciencia el fin de las clases y de las reuniones en los clubs –Rei no pertenecía a ninguno, pero parecía estar buscando a alguien porque siendo casi anochecer aún no abandonaba el campus- para reunir el valor de admitir ante Tsukishiro lo ocurrido en la fiesta, entre “Isolda” y él. Pero estaba desconcertado. Ellos se conocían desde bastante tiempo y Hiu sabía perfectamente que si bien Rei no era muy dado a relacionarse con las personas una vez que alguien ganaba su afecto o amistad Tsukishiro era la persona más leal, confiable y casi sobreprotectora del mundo..

Que el gélido hijo de Yukito sentía “algo” por Isolda era algo que Tao no dudaba. ¡Había ido a una fiesta de parejas por primera vez en su vida!.. para cualquiera eso podía ser algo que entrañaba diversión y coqueteo ocasional pero para Rei Tsukishiro eso NO era así... ¡Y Tao lo sabía perfectamente!..

- “¿No vas a decir nada?, ¡Kiyama está aquí y sabe que estoy diciendo totalmente la verdad!”

- “No sigas, Tao”

- “¡¿Que no siga qué, viejo?!, ¿no ves que me siento como basura por traicionarte y me he estado ahogando?” –Tao estaba insólitamente histérico- “Kiyama también lo sabe porque si no lo confesaba a alguien iba a explotar. ¡Pero dime algo!, ¡maldición!”

- “Miriel esta mal. Tu sobrina está mal desde ayer. Anda muy rara”

- “¡Infierno, Rei!, ¡te acabo de decir ante nuestra mejor amiga que te traicioné!, ¡que besé a tu chica a espaldas tuyas!  ¿y me sales con eso?!!”

- “.........”

- “Hiu.. por favor” –suplicaba Naru- “¿porqué no lo dejas allí?... mejor hablan mañana”

- “Soy basura, pero no hipócrita” –replicó Tao- “pero no te preocupes Kiyama. Sólo te pedí que vinieras aquí porque no quiero que nadie piense mal de Rei si me cae a golpes. El traidor fui yo y tú eres mi testigo..”

- “¡Hiu!”

Los pálidos ojos de Rei Tsukishiro se mantuvieron tan imperturbables como de costumbre mientras Tao le miraba con cierto aire de irritación y desafío casi como si quisiera provocar una reacción de celos que el frío hijo de Yukito no sentía en lo más mínimo; sin embargo Naru parecía estar a punto de desmayarse..

- “¡Hiu!” –susurraba aterrada.

- “Soy una basura. No lo niego... pero viejo, no podía mirarte a la cara cada día sin que lo supieras” –Tao estaba muuuy serio- “¿y qué?, ¿no vas a decirme nada o a partirme la cara? ¿por qué no dices nada de una maldita vez?”

- “No” 

- “¡Demonios!, ¡no puedo creerlo!” –el chino estaba irritado- “¡te estoy diciendo que besé a tu chica y te quedas mirándome como si te preguntara la hora?, ¡porqué demonios no me pegas, me insultas o algo?, ¡soy tu mejor amigo y te he hecho una trastada así y te quedas tan tranquilo?” –tomó aire- “¿acaso Isolda no te importa o que??”

- “No”

Naru miró a Tsukishiro, mortalmente pálida.

- “¡Te estoy diciendo que me gusta Isolda!” –espetó Tao, bajando la mirada ante su amigo- “Yo.... yo... siento algo bonito cuando... cuando la ví.... yo..” –tartamudeó- “¡Oh, demonios!, ¿qué rayos pasa contigo?, ¿es todo lo que vas a decir? ¿NADA MAS que “no”?”

- “Yo no tengo nada que decir. Pregúntale a ella”

Rei se encogió de hombros disponiéndose a marcharse. Su paciencia había acabado y de pronto se decía que la tontería del sábado –presentarse en la fiesta- no tenía nada de importancia ante el hecho que Miriel le había rehuído cuando al fin la encontró esa tarde y eso le molestaba. ¿Qué podía haberle pasado a la pequeña? ¿estaría enferma?. La niña de los Kinomoto le había pedido disculpas por preocuparle después que Miriel los tranquilizó a ambos, pero Rei no tenía un cabello de tonto y conocía a la pequeña de ojos azules lo suficiente para saber que estaba sufriendo en serio por algo que  no le había dicho. Por eso era que prefería dejar en manos de los verdaderos interesados los enredos ocasionados por Isolda y todo lo que quería era ir a casa de Lord Hiragizawa y sentarse al lado de Miriel..

Estaba convencido que la niña acabaría por contarle sola su problema. Siempre había sido así, y él le había prometido que siempre la protegería.

Ajena a los pensamientos de Tsukishiro, Naru Kiyama temblaba. Su corazón latía con fuerza, casi desbocado, mientras Hiu estaba perplejo. Esa misma tarde, a la hora del almuerzo el chico le había comentado lo que sentía por “Isolda” y la infortunada escolar no había encontrado forma de negarse al pedido de Tao, de que le acompañara a hablar con Rei esa tarde porque la chiquilla lo sabía. Tao se culpaba tremendamente y por eso era que le había pedido ayuda. Hiu no deseaba que si Rei tuviera problemas si se enojaba con él y la había llevado en calidad de testigo, pero de pronto todo le era tan confuso..

- “¿Qué quieres decir?, ¿porqué debo preguntarle a Kiyama?”

- “Hazlo”

- “¡Basta de tonterías viejo!, ya estoy harto... me he estado rompiendo la cabeza desde la fiesta y odio que me mires como si no te importara Isolda.. ¡la llevaste al baile porque te importa!, ahora te digo que la besé, que me gusta ¿y no dices nada?”

- “....................”

Los fríos ojos de Rei notaron la tormenta interna que estaba afrontando su amigo y no sabía que hacer .. delatar a Kiyama le parecía muy bajo pero seguir haciendo creer a Tao que él tenía algo con “Isolda” le parecía aún más ruin, de modo que sólo miró fijamente a la chiquilla esperando que ella lo aclarara todo..

- “¡Maldición!, ¡dime algo por una vez en tu vida!” –Tao estaba al borde de un colapso y tomó a Rei por el cuello de la chaqueta- “¡dímelo!, ¡dime que me odias, dime lo que quieras, pero dime algooo!...  ¡no resisto que me mires como si supieras algo que yo no sé!”

- “Suéltame Tao”

- “¡Basta Hiu!”

- “¡Ten algo de dignidad e insúltame!, ¡sé bien que no estás hecho de piedra y a ver si de una vez me dices que diablos está pasando!”

- “Suéltame”

El brazo de Rei tomó con fuerza el de su amigo y ambos se miraron con actitud de reto por segundos difíciles hasta que Naru se interpuso entre ellos, tratando de reunir todo el valor que tenía..

- “¡Por favor, por favor!.. no... no.. no peleen!, Tsukishiro sólo fue amable contigo.. sólo eso... ¡sólo!”

- “Esto no es cosa tuya Kiyama. Esto es cosa de Rei, Isolda y yo”

- “¡¡¡PERO YO SOY ISOLDA!!!” –sollozó la chiquilla.

- “¡No es momento para bromear Kiyama!, ¡ya basta!”

- “Basta digo yo. No puedo perder el tiempo con esto. Estoy preocupado por Miriel”

Naru lloraba a todo pulmón y Tao miraba aún a su amigo y a la chica.. desconcertado como nunca en su vida..

- “¡Basta por favor!, ¡Kiyama, odio ver llorar a las chicas!... ¿porqué sales con esa... mentira?”

La chiquilla sólo miró el aturdido e incrédulo rostro de Tao antes de salir corriendo camino a su casa a toda velocidad, y llorando a lágrima viva otra vez..

- “Ella es Isolda” –dijo al fin, Rei- “¿no te das cuenta?, yo la llevé a la fiesta porque tú no quisiste llevarla y la señora Kinomoto nos hizo el favor de arreglarla”

- “¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEE????”

- “Miras demasiado el aspecto de la gente. Espero que esto te haya enseñado algo”

Tao se quedó como de piedra mientras las escenas de la fiesta pasaban ante su cabeza. Su mente de adolescente trataba apenas de procesar la información y entender cómo de ser el gran culpable y traidor... había pasado a ser víctima de una burla. Al menos, eso fue lo que sintió porque de pronto una horrenda sensación de ridículo y vergüenza de sí mismo le inundó la mente y no pudo pensar más. Todo lo veía rojo. Rei giró sobre sus talones para marcharse a seguir buscando a Miriel pero entonces el puño de Tao le cruzó el rostro con furia y el adolescente miró incrédulo el rostro indignado de su mejor amigo..

- “¡¡¡Te gusta ser siempre el perfecto!!! ¿no es así?, ¿quién demonios te crees para burlarte así de mí?, ¡el señor don “perfecto” tenía que reírse de mí!, ¡¿cómo te atreviste a hacerme eso?!”

- “Exactamente ¿qué te hice?”

- “¡Te burlaste de mi! ¡los dos se burlaron de mí!, ¿te pareció divertido presentarte y ver mi cara de imbécil cuando me la presentaste?, ¡cuánto debiste haberte divertido mientras te burlabas así de mi! ¡¡mientras yo como imbécil aquí estoy pidiendo que me caigas a golpes mientras tú y Kiyama se han reído de mí!!”

- “Contrólate Tao. Nunca quise burlarme de ti”

- “¡MIENTES!”

Ambos muchachos parecieron ensarzarse en una especie de lucha de fuerzas –Tao tratando de golpear de nuevo y Rei tratando de contener los puños de su mejor amigo pero sin lastimarlo más de lo que ya estaba- cuando de pronto algo pareció acercarse a toda velocidad y se vino a estrellar de frente contra ambos chicos..

Haciéndolos brillar...

- “¡NOOOOO!, NO PUEDE SER!” –gritó Kerberos, que venía detrás de aquel “algo” seguido de alguien más- “¡esto no puede estar pasando!”.

Miriel contuvo la respiración.

- “No puede ser... ¿qué me pasó?” –pensaba Shaoran en esos instantes, en Li Manor,  mientras abría los ojos con lentitud y trataba de sentarse en su lecho- “ ¿qué..? ¡ay!”

- “No haga ningún esfuerzo señorito. El doctor dijo que debe tener cuidado con su hombro..”

- “¿Wei?” –reconoció al afable anciano que había cuidado de él desde niño- “¡que.. ¿que pasó?!” –estaba tan confundido que en ese momento sólo recordó el instante del accidente- “¡Hien!, ¿dónde está?, ¿está bien? ¿Sakura??”

- “Si, él esta muy bien, señorito. No lo lastimó en lo más mínimo, aunque él y la señorita Sakura se llevaron un buen susto” –le tranquilizó el gentil anciano- “De hecho, la señorita Sakura acaba de salir con el doctor..”

- “¿Doctor?..  ¿qué me pasó?”

El anciano ayudó a Shaoran a sentarse en el lecho, mientras el aturdido muchacho trataba de coordinar sus ideas y todo volvía a su cabeza: subirse a ese caballo, la caída de Hien frente a su corcel, el accidente...

También recordó haber visto a Sakura llorar al lado de su lecho..

- “¡Auchh!... al menos no me rompí el cuello” –aceptó sintiendo remordimiento por las lágrimas de ella- “Pero Hien y Sakura están bien, ¿no es así?”

- “Si señorito. Ellos están muy bien... ¿le duele algo?”

- “¿Además del insoportable dolor en el hombro y parte de la espalda?.. ¡auch!.. mi cabeza me está matando..”

El anciano sonrió, antes de disponerse a acomodar las almohadas del joven jefe y Shaoran lanzó un profundo suspiro..

- “Debo encontrar la forma de parar todo esto. A este paso estos malditos sueños van a volverme loco” –pensó- “entre Mocenigo o la maldita voz de mi conciencia que resuenan en mi cabeza. A este paso se me fundirán hasta las ideas”

- “Si sigues protestando tanto, se te fundirá el hígado.. monstruo” –comentaba Touya mientras se ponía los zapatos para abandonar la residencia- “¿qué más quieres?, sólo trato de ayudarte..”

- “¡Hermano, no te atrevas!”

- “Sólo estoy siendo profesional” –replicó serio antes de añadir con una risita evidentemente maliciosa- “pero no puedo negar que disfruto mucho al hacer mi trabajo ¿qué puedo hacer?”

Los ojos de Sakura parecieron echar chispas mientras Touya Kinomoto se sentía realizado. No tenía que ver el que fuera un gran médico, o que su cuñado hubiera salido con una lesión menor en un accidente como el que tuvo –que bien pudo costarle la vida- pero el hecho era que esa tarde se sentía prácticamente realizado pese a que sabía que Sonomi iba a visitar su casa el próximo fin de semana..

- “Nada de agitaciones hasta que ese hombro esté totalmente sano” –había dicho antes de salir de la habitación poniendo a Sakura roja y casi en estado de shock porque hasta entonces, todo lo que el médico había dicho eran indirectas muy directas y ahora era tan brutalmente directo que Sakura se sintió avergonzada-“claro, si quieres que se recupere de verdad”

- “.........”

- “Vamos monstruo.. no es para tanto” –se burló otra vez.

- “Hermano, ¿puedes ser realmente insoportable cuando quieres, ¿sabes?” –Sakura estaba rojísima pero indignada, sabía que Touya experimentaba cierto deleite malévolo al mortificarla de esa forma- “¡no sé como Tomoyo puede aguantar a un insensible y cabezota como tu y..! y.. ¡te divierte decir esas cosas y... y... a Shaoran le vá a...”

- “¡Oye!, ¡No me cargues a mí tus intimidades, ¿quieres monstruo?!” –se despidió con una sonrisita- “nos vemos”

Sakura sintió que casi iba a explotarle una vena en la cabeza.. ¡su hermano seguía siendo el mismo insensible de siempre!, ¡parecía disfrutar en verla rabiar o hacerle sufrir cosas bochornosas mientras él se quedaba tan tranquilo!

- “Mi pobre amiga...” – Tomoyo escuchaba a lo lejos la voz de su querido esposo y las protestas de Sakura, mientras la sobrina de Shaoran sostenía el auricular del teléfono en alto, para que la diseñadora no perdiera detalle- “gracias por mantenerme informada May May”

- “Bueno... yo sólo quería preguntarle si siempre el doctor ponía a Sakura tan frenética. Sé que son hermanos, pero la pobre no ha tenido un buen día, y con Shaoran así..”

- “No te preocupes” –le tranquilizó Tomoyo- “sé que Sakura está bajo mucha presión y entiendo que te sorprendiera la forma en que mi esposo la mortifica, pero yo me ocupo de Touya, May May.. gracias”

Tomoyo lanzó una tosesita por teléfono y May May sonrió picarescamente para sí. Sabía que la inteligente hija de Sonomi iba a ponerle las cosas en su sitio a Kinomoto. Y la verdad, no se le había ocurrido mejor forma de vengar a Sakura que acusar al médico con su esposa..

- “¡Ese sí que esta metido en un buen atolladero!” –pensó malévola antes de volverse hacia Sakura, que sólo entonces notó que May May la había seguido y se sonrojó- “¡no te asustes Sakurita!, no hay que tomar las palabras de tu hermano tan en serio!”

Una gruesa gota resbaló por la nuca de la aludida..

- “¿Porqué me seguiste May May?” –murmuró con un suspiro resignado- “¿no sabes lo que es privacía?”

- “¡Pero yo te seguí por una buena causa!” –rió la chiquilla, enigmáticamente- “además, ¡no tienes porqué hacerle caso!.. hay muchas formas en que puedas darle satisfacción a tu hombre sin tener que dislocarle el hombro otra vez..”

- ¡¡¡¡¡¡ MAY MAY!!!!!”

- “¿Qué??, ¡no me digas que no lo sabías!. Yo tengo en mi cuarto un ejemplar del Kamasutra y...!”

- “¡Noooo!, ¿tú también?” –la cara de Sakura era un semáforo- “¡¡parece que eso lo heredaste junto con el nombre de la abuela.!!.”

- “No entiendo de lo que hablas” –replicó la escolar con fingida inocencia- “pero volviendo al punto.. es cosa que seas imaginativa Sakura. ¡No es cosa de decir “soy su esposa” y ya!, ¡nooo!. ¿Te imaginas lo que sería si Shaoran se siente frustrado y filtra el chisme?.. ¡no es que él sea de contar eso! pero las dos sabemos que el pobre es el amo del despiste y no hace falta ser un genio cuando un hombre luce... atormentado” –la cara de Sakura era todo un poema mientras May May seguía soltando cátedra sobre relaciones íntimas- “¡eso es malo para su prestigio y también del tuyo! pronto los condenados chismosos del Concilio empezarán a difundir los rumores que no eres capaz de mantener contento a tu hombre y con esa zorra thugh babeando por él ¡los chismes podrían ser insoportables!” –razonó con aires de entendida- “además nosotras sabemos bien que muchas de las esposas e hijas de algunos jefes le hacen ojitos tiernos a tu marido, ¡que él sea un despistado que no lo nota no significa que nosotras no lo notemos!, ¿verdad?”

- “¡PERO MAY MAY..!”

- “Mira, esa zorra thugh es además una promiscua de la peor especie” –dijo la escolar con énfasis- “¿no sabes que la mujercita es como esas arañas “viuda negra” que sólo usan a los machos para su placer y luego lo matan?. Su esposo murió muy convenientemente hace años y muchos dicen que ella ordenó su muerte” –añadió en tono confidencial- “Se sabe que tuvo una hija que debe tener la edad de la edad de Hien pero nadie la ha visto en años... ¡pobrecita niña!” –continuó- “y ahora anda por allí lanzando miradas de “oh Shaoraaaaannnn ayudameeeee!” mientras se mueve a su alrededor moviéndole los pechos, a ver si le quita con eso el despiste..”

- “¡May May ya basta!” –Sakura no podía evitar una sonrisa por el tonito de la muchacha,  pese a sus liberales palabras- “¡eres.. eres!”

- “¡¿Qué?!, hay que atacar el problema de raíz. ¡¡Los dioses nos libren de las murmuraciones y de las sucias mujerzuelas como esa!!” –exclamó la muchacha con énfasis, ante la avergonzada expresión de Sakura- “mira, que si deseas te paso el libro que te digo..”

La antigua card captor había suspirado con resignación otra vez y su cara había mudado de color a paso relámpago mientras May May soltaba su peculiar discurso pero de pronto sólo un temor quedaba en su mente. Esa mujer era muy bella y atractiva, y había dicho que Shaoran estaba con ella porque era ella, Sakura, quien era una mala copia suya..

- “No te preocupes por esa zorra” -la voz animada de May May la sacó otra vez de sus temores- “Si de todas maneras Shaoran no mira a nadie más que a ti. ¡Y la tarde del domingo, antes que se accidentara!” –le guiñó el ojo socarronamente- “¡se pusieron ustedes muy osados!!, ¿verdad?, ¡como se demoraron en abrir la puerta y aun tienes esa mordida en tu cuello Sakura!”

- “¡¡¡¡¡MAY MAY POR FAVOR DEJAME EN PAZ!!!!”

- “Pero te lo digo de buena fé... ¡te envidio!. ¡El debe besar riquísimo...!”

A las solas palabras malintencionadas de la chiquilla Sakura se dirigió mecánicamente hacia su habitación... ¡May May la estaba volviendo loca! ¿cómo podía ser tan.. tan?... ¿tan brutalmente directa?, ¡no eran cosas que ella pensara contar a una adolescente!..

Sin embargo, se detuvo ante la puerta de su habitación, muy sonrojada de recordar.

¡Si, había sido tan dichosa en ese momento!

- “¿Te sientes mejor?” –susurró la suave voz de repente, acariciando su rostro- “dime.. ¿te sientes mejor si o no?”

- “Si.. siempre que estés tú sabes que me siento feliz”

Las manos frágiles se movieron en la penumbra con sutileza, mientras el roce de las pieles hacía subir más y más la temperatura y la figura femenina se perdía más y más al calor de aquella viril caricia, moviéndose suavemente.. revolviendo el suave cabello castaño, acariciando los anchos hombros varoniles, estremeciéndose a cada segundo. Ella le rodeó con sus brazos, y se empezaron a besar con fruición mientras ella sentía su cuerpo estremecer al contacto de la piel de él..

Su piel desnuda, sobre ella...

- “Te amo Sakura..”

- “¡No, ELLA NO!”

Los ojos castaños de Akasha se abrieron de pronto y  tomando lo primero que encontró lo estrelló con fuerza y ferocidad al otro lado de su habitación. Sus puños se contrajeron con violencia y una profunda frustración y despecho pareció apoderarse de cada fibra de su cuerpo..

Había vuelto a soñar con él... con él, este vez con él mismo y no con el capitán veneciano...

Pasos apresurados y un toque disciplente en la puerta, atrajeron su atención.

- “¿Sucede algo, mi señora Akasha?” –preguntaron desde la puerta, con inquietud.

- “No, nada Mahat” –replicó rápida, furiosa por estar todavía totalmente estremecida ante el sueño- “saldré en un rato.. sólo era una pesadilla”

- “Como disponga.. mi señora”

Con un profundo suspiro Akasha Bakthar se volvió a dejar caer en su lecho mientras trataba de regresar imaginariamente a su sueño.. ¿porqué?, ¿porqué él tenía que mencionarla a ella aún en sus sueños?, ¿acaso no podía tenerlo siquiera en sus más atrevidas fantasías?. Suspirando aún, envolvió su cuerpo con una bata, antes de salir de su lecho y mirarse al espejo. Si, era hermosa. Lo sabía bien, pero estaba marcada. Marcada por ser una thugh, marcada por la inferior posición que siempre había tenido, marcada por un esposo al que había aborrecido con toda su alma –y que estaba bien muerto- y marcada por un amor que había estado en su corazón aún cuando había sido siempre un amor sin esperanza, sin futuro... un amor al que no había podido renunciar.

- “Los clanes dicen que soy una mujer de vida fácil” –pensó con amargura- “ellos unen asesinato a degeneración.. aunque en una semana, quizá reciba alguna propuesta matrimonial” –se miró al espejo, preguntándose a sí misma- “¿Aceptaría alguna?, ¡no, sabes bien que solo hay un hombre al que anhelas en tu cama... ¡lo anhelo tanto, tanto!”

Una semana. En una semana se llevaría a cabo la sesión que sacaba a los thughs de milenios de sombras y asesinatos, reintegrándolos a la vida del Concilio con los mismos derechos de cualquier clan. Los miembros más viejos de su gente –escasos, porque pocos de los estranguladores llegaban a edades avanzadas- tenían cierta curiosidad y los jóvenes estaban llenos de entusiasmo... aunque había un escaso grupo que sabía que nunca podría reintegrarse a la vida normal. Psicópatas a tal extremo que era imposible su reinsertación y que Akasha pensaba mantener a su lado ahora más que nunca, porque no confiaba en su misterioso aliado, quien si bien le ayudó a vislumbrar el pasado que la unía a Shaoran en su encarnación previa parecía demasiado interesado en conservar el anonimato.

- “Siempre se oculta detrás de ese amplio sillón” –bufó- “ni siquiera tengo idea si es un hombre viejo o joven, alto o bajo”

No confiaba en este “Grotzni” o como quiera que se llamara el extraño sujeto que le mostrara su pasado. No le gustaba para nada, sabía que aquel no era su nombre real. Aquella figura hundida en las sombras -siempre de espaldas a ella, como si fuera tan poderoso que le permitiera ser confiado- podía ser cualquiera y había sido un duro golpe para su orgullo de thugh no haber sido capaz hasta ahora de descubrir la identidad del tipo. Pero el sujeto le había mostrado que alcanzar su anhelo era posible..

De hecho.. era su destino tenerlo esta vez.

- “¡Maldita Sakura Li, maldita sea!” –barbotó furiosamente, porque la sola idea que la japonesa disfrutaba de lo que ella anhelaba la hacía sentirse enferma- “él está con ella sólo porque se parece a mí, ¡sólo por eso!, ¡nunca debí haber sido tan estúpida, tan conformista! si sólo hubiera tenido el valor de decirle todo entonces, ni Mei Ling, Mai Tsi o esa estúpida Sakura hubieran podido separarme de su lado”

Se vistió con diligencia .. como siempre, todo en negro. Como asesina no podía permitirse colores brillantes pero en el fondo le gustaba. Le gustaba mostrar sus curvas sensuales bajo la ceñida ropa y el color negro aumentaba su peligrosa sensualidad y quizás alguna vez él la miraría y como acostumbraba a moverse más de noche, se sentía más activa que nunca en ese momento..

Sólo necesitaba una vez. Sólo necesitaba que una sola vez en su vida Shaoran la mirara como mujer....

Ignorante de los atrevidos pensamientos que la thugh guardaba para su esposo –pero que sospechaba con su intuición sensible de mujer enamorada- Sakura se encontró mirando a otra mujer del pasado. Casi a la puerta de su habitación le habían anunciado esa presencia y no había podido contener la sorpresa ni el asombro al verla..

- “Lamento ser inoportuna Dama Li, pero acabo de llegar a la ciudad y recién me enteré que la salud del Jefe del Concilio era precaria. Había venido para hablar con él de algo muy grave”

- “Arashi.. Kishuu” –aún no podía creer que aquella hermosa y serena adolescente que había sido la adoración del simpático Sorata Arisugawa fuera esta mujer de helado rostro ¡y que estuviera en su sala!- “¡Creí que habías muerto!”

- “Eso es algo que yo deseaba que creyeran” –replicó la antigua dragón del cielo, inexpresivamente- “pero sorprenderte no es el motivo de mi visita Dama Li..”

- “Por favor.. Arashi. Nos conocemos de antes. Soy Sakura”

La antigua dragón del cielo no movió ni un músculo, pero asintió.

- “Lo siento” –la faz de Kishuu era más serena y fría que antes- “pero no vine a hablar del pasado. Me he enterado que tu esposo está haciendo algo que me parece digno de ayuda y por eso vine a ofrecerme para esa labor”

- “¿Labor?, ¿a qué te refieres?”

- “A la reorganización de la Policía Secreta del Concilio. Los thughs serán un clan común y corriente en cosa de días.. y sé que tu esposo necesitará quien le reorganice la policía secreta de modo que sea realmente algo al servicio de la magia y la humanidad. Vine a ofrecerme para ello”

Sakura parpadeó ante la sorpresa. No ignoraba que ese era uno de los proyectos de Shaoran pero hallar ante sí a Arashi Kishuu, la severa antigua dragón del cielo y doncella de Ise.. le sorprendía. Más aún porque notaba que los años habían hecho a Kishuu más fría, gélida y más seria que nunca. De hecho, su forma de vestir y obrar le hacían verse mucho mayor que la propia Sakura pero no había tenido datos de Kamui y los dragones del cielo desde la noche que abandonó Tokyo hace años –aún con serias heridas producto de la pelea en la torre de Tokyo, y estando aún encinta- por lo que ver a la doncella de Ise le parecía aún increíble..

- “Arashi... ¿y Kamui?” –preguntó sin poder contenerse- “¿y el joven Arisugawa?, ¿sobrevivieron también? ¿y los demás? ¡Shaoran no me dijo nada y..!”

- “No vine a hablar de eso”

- “Por favor, yo soñé con Kamui varias veces antes” –insistió- “¡Shaoran no me dijo que estaban vivos algunos de ustedes!, no sé como pudo..”

Kishuu lanzó un suspiro exasperado.

- “El Jefe del Concilio no puede hablar sobre aquello que juró callar. La identidad de los que sobrevivimos. Lo juró por sobre las cabezas de lo que ama y me complace saber que no juró en falso ya que ni a ti te lo dijo Sakura”

- “¡¿Porqué... hicieron que Shaoran jurara eso?!”

- “El motivo no es importante..”

- “¡¿Pero entonces Kamui y el joven Arisugawa también..?”

- “Ambos están muertos Sakura” –los ojos de Kishuu brillaron al insistir- “Muertos. Y como yo no juré nada no tengo porqué mentirte.. pero te agradeceré que no los menciones nunca más”

La antigua card captor y su sobrina May May intercambiaron miradas desconcertadas y confusas, antes que la adolescente se encogiera de hombros, murmurando..

- “La vida nos dá sorpresas. En cualquier momento”

¡Nunca esa frase fue más cierta que esa tarde, mientras anochecía!

- “¡Debes estar...... bromeando!” –murmuraba Miriel en ese instante, mirando a Kerberos y a dos personas ante ella con profunda sorpresa pintada en su carita- “es... imposible ¿verdad?”

El peluche no encontró nada que decir mientras dos adolescentes parecían estar profundamente desconcertados. Por un lado Rei se sentía satisfecho de ver que Miriel ya no parecía rehuir su presencia pero no entendía porque la niña les miraba con esa expresión de sorpresa. Así que trató de dirigirse a ella –que les miraba con los ojos muy abiertos- pero notó con asombro que Tao era quien se había movido..

- “¡¡¡¡AAAAHHHHH!!!!” –gritó Kerberos- “¡Ese era “change”!!.. ¡los ha cambiado a los dos!”

Rei giró lo que sentía era “su” cabeza.. pero de pronto se encontró mirando su propio cuerpo desde ojos ajenos.. y su rostro, aquel rostro pálido y frío siempre barrido de expresión alguna esta vez coronado de espanto, con la boca abierta enormemente y lanzando gritos histéricos..

- “¡NAAAAAAAHHHHHHH!!, ¡¡¡NO PUEDE SER!!” –chillaba Tao en el cuerpo de Rei, agitando su cabeza y despeinando el cabello de plata, mientras su cara hacía mil gestos- “¡ESTO NO PUEDE PASARME AHORAAAA!”

Rei miró entonces a Miriel.. que parecía atónita ante el despliegue de gestos diversos de ¿Rei? ¿Tao?.. ¡ese no podía ser Rei! ¿ o si?. El rostro sereno y frío de ¿Tao? se enfrentó a la niña desde su altura.. y la voz serena de Rei brotó desde la cara conocida de Hiu, señalando a Kerberos..

- “Creo que me tienes que explicar que es eso... y que es lo que está pasando”

- “No, no, no... esto ya es demasiado. ¿Acaso se supone que es una mala broma?” -Pensó Shaoran al abrir un sobre con su nombre que encontró sobre su mesita de noche- “¡esto debe ser una maldita broma...!”

Pero la letra bailaba ante él y el joven Jefe sintió que le iba a explotar una venita de la pura indignación y vergüenza al releer el texto por quinta vez..

 “Nada de XXX o tu hombro es historia. Es prescripción médica.. nada personal, aunque sí, es personal. Atentamente. Touya Kinomoto”

La cara de Shaoran se puso totalmente verde y se congeló ante el asombro de Wei.. y lo siguiente que Sakura y May May escucharon un grito indignado..

- “¡MALDICIÓN, MALDICIÓNNNNNN!, ¡maldición!”

- “¿Shaoran??, ¡¡¿¿Shaoran, que pasa?!!”

Sakura y May May ingresaron a la habitación rápido y se encontraron a Shaoran lanzando una serie de maldiciones en chino, japonés, cantonés e ¿italiano?, mismas que se congelaron al ver a Sakura quien se sintió feliz de verlo despierto al fin pero no entendía porqué estaba tan molesto, si ni siquiera le había anunciado aún la visita de Arashi Kishuu y...

- “¿Shaoran??.. ¿qué .. sucede?”

- “Eh.. eh... yo... lo siento” –replicó avergonzado mientras trataba de ocultar el papel que ocasionara su tremendo ataque de enfado- “yo.. este..”

- “¿Qué?”

- “Nada”

Pero la suerte no estaba del lado del joven jefe porque en su ataque de ira el papel que ocasionara su malhumor había escapado de sus manos y estaba hecho bolita a los pies de la misma Sakura, quien lo recogió ante el pasmo de su esposo y May May y Wei notaron que ambos estaban de pronto rojísimos..

- “Odio a tu hermano” –murmuró Shaoran en voz baja.

- “¡Vaya!” –pensaba Eriol al sentir el poder de “change” activarse y notar sólo con su aura la situación peculiar sufrida por Tao- “parece ser que mi cuñadito está en un problemita muy divertido” 

Pero si hablamos de cuñados, en la casa Kinomoto, el médico había estornudado y mirado con asombro a su esposa.. 

- “¿Queeeeé?, ¡pero, pero pequeña, ¿porqué?”

- “Tu sabes que a veces ocurren cambios Touya” –comentó Tomoyo con inocencia- “eso mismo le dijiste tú a Sakura ¿no es así?”

- “¡NO PUEDES SEGUIR SOLIDARIZANDOTE ASÍ CON SAKURAAA!”

- “Sí” –Tomoyo amplió su sonrisa- “si puedo”

Continuará..

Notas de la autora: ¡AL FIN!, que guerra me ha dado este capítulo!. Como que la aparición de Akasha me trajo mala suerte, porque tenia avanzado buena parte y me cayó encima el curso intensivo de verano. Y allí quedó. Finalmente el curso acabó y ahora reiniciando el nuevo curso, me ha costado un poquito recuperar la hilación pero luego de escribir, borrar todo y escribir.. ya salió. 

Solo espero que la espera valiera la pena. ^___^ ´

Como ven uds. ya vamos despejando -¡al fin!- los misterios sobre la relación de la thugh y Shaoran –Eriol nos ayuda mucho, con sus recuerdos como Boisloire- pero mientras Sakura pone a esa mujercita en su sitio –Mikki tiene pompones y hace vivas por Sakura, igual que May May- Tao necesita una buena despejada de ideas, porque el escolar ha estado en estado casi de energúmeno todo el capítulo -¡ey!, y eso que el energúmeno oficial es nuestro querido Touya!- con todo, Kujaku anda soltando ya pistas sobre las “personas” que busca (créanme la leyenda que está relatando es importante!, de hecho, es gracias a Kujaku que iré explicando de a poquito a paso el manga RG Veda); y nuestro querido Shaoran se la pasó bien dormidito casi todo el capítulo -¡el no tiene idea de la casi pelea que ocurre “mientras dormía” (eeeyyy!, ese es el título de una película que me gustaa!).  Pero ha sido un inicio complicado de semana para nuestros personajes..  especialmente la pobre Naru y Miriel, quienes se han hecho un mar de lágrimas con tanto malentendido ocasionado por Rei y Tao; y mientras la paciencia de Eriol se está agotando -¿o será que su padre le busca la sinrazón adrede?.. créanme, si supiera todo sobre Eriol, sería más cuidadoso de no hacerle enojar- no sabemos quién es el encapuchado que le ha estado a Yoko esas cartas pero al menos Sakura encontró ayuda para entender su pasado y el idioma ancestral que habla.

Pero como que Hien no quiere la ayuda de Mc Nessa .. es más, definitivamente el hijo de los Li no confía en el ausente pelirrojo –amén que Connor se pone cada día más bizarro- y Mamoru va a acabar alérgico al polen de tanta florecita que recibe. Nadeshiko sigue preocupada por Miriel y Miriel.... bueno, tuvo que dejar de llorar por perseguir a la card de turno.. que resultó ser ¡NADA MENOS QUE LA CARD “CHANGE”!. Bien, esperemos que Rei y Tao no tengan un colapso nervioso como Shaoran lo tuvo al leer la simpática notita de su cuñado –¡pero Tomoyo te está vengando Sakura!, ¡Viva la solidaridad femenina!-. Ahora es cosa que May May le explique realmente a Sakura como usar bien aquel librito tan comentado además que alguien se consiga algo para que Akasha deje de andar teniendo esos sueños XXX ¡con un hombre que está enamorado de su esposa! (>.<XXXX).

Y leer al rusito Romanova hablando de lunas de sangre me toca los nervios ¿a uds. no?

Bien, la canción utilizada aquí es “Every Heart", cuarto ending de la serie Inuyasha, un agradecimiento especial a mi amiga Flor_de_Sakura que me ayudó con la traducción, ¡espero les guste el midi!. Como siempre, cualquier duda, comentario o tomatazo, al mail mikki.chan@gmail.com o mejor, en el foro de emita (Elshi´s place) porque he estado recién abriendo mi correo luego de clases ^^´..

Vocabulario:

* “Su nombre será Xiao Lang”: El nombre de original de “Shaoran” es Xiao Lang.. que es el mismo nombre.. en chino. Ya saben , significa “pequeño lobo”

**”esta casa tiene una seguridad que envidiaría el mismo Fuerte Knox”: May May se refiere a la seguridad del famoso fuerte donde se guardan las barras de oro de USA, se dice que tiene un sistema de seguridad MUY sofisticado.

*** “¡Hien era tan sobreprotector y machista a veces!.. no había duda que había nacido en China”: la cultura china, siendo más antigua aún que la de Japón y como casi todas las culturas orientales es tremendamente patriarcal. Es decir, la educación masculina era tremendamente machista.

**** “la Tai Tai del  Jefe del Clan Li y Supremo Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente.. Sakura Li.” : Así como la expresión”Tai Pan” es Jefe Supremo en chino, la expresión “Tai Tai” vendría a ser “la superior entre las superiores”, y es el título que se le otorgaría a Sakura por ser esposa del Tai Pan.

***** luna de sangre : Científicamente se produce -que la luna se ponga totalmente roja o ccon manchas rojizas- porque al proyectarse la sombra de la Tierra sobre la cara iluminada de la Luna cuando ésta atraviesa el cono de sombra que genera la Tierra. El color anaranjado de la Luna se debe a la refracción de parte de la luz del Sol al atravesar la atmósfera terrestre e incidir sobre la Luna. La atmósfera terrestre absorbe las longitudes de onda de la luz blanca del Sol dejando pasar solamente la componente roja del espectro. Mayores detalles en http://www.sanpedrociencia.com.ar/lunasol.html en la historia lo uso –como en otras historias de anime y manga lo hacen- como simbología. Representa que algo muy importante o un hecho sangriento está cercano y como anuncio la luna se pone así.

***** “en esta clase estamos evaluando capacidad literaria e investigación, aunque eso me parece más digno de una novela de Stephen King” : famoso autor de libros de terror.

******* “Touya otra vez con sus celos casi shakesperianos (..) y como amigo que era, el docente no pudo menos que procurar tranquilizar a su viejo amigo con algunas frases, antes que el médico armara una tormenta en un vaso de agua” : La expresión “tormenta en un vaso de agua” se usa en mi país para decir de alguien que se complica la vida viendo problemas donde no los hay (no es posible que se desate una tormenta en un vaso de agua ^^´)

Adelantos para el próximo capitulo!

¡La expresión “ponerse en el lugar de otro” toma un verdadero matiz literal para Rei y Tao! ^^´ con resultados no siempre alentadores según las personas. La pequeña Miriel descubre que hay un tema que sí que le es difícil tratar con Rei (esté este en su propio cuerpo o no) y la confusión de Naru escala aún mayores alturas. Touya y Tomoyo reciben una sorpresa mientras Mamoru toma una decisión madura y Nadeshiko trata de brindar ayuda; Eriol empieza a notar ciertos pequeños cambios en el comportamiento de su esposa y más de un Guardian se siente desconcertado a la vez que Hien tendrá una conversación que jamás olvidará; pero Sakura empieza su investigación personal y gracias a Akasha, Shaoran siente un temor reinstalarse en su corazón mientras Yukito y Ayame tienen un mal presentimiento..

Y un viejo conocido hace su reaparición.

 Capítulo IX “Complicaciones”

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