¿Podremos ser católicos los
judíos o viceversa?
En
conmemoración del día del Encuentro de dos Mundos, llevado a cabo
por un criptojudío...
Esta es una pregunta bastante
inquietante, que a través de los siglos su posibilidad de ser ha
sido duramente rebatida. Tanto rabinos como sacerdotes se han dado
la tarea a especular sobre el tema llevando así al dudoso a una
postura extremista demostrando su incompatibilidad y muchas veces
conduciendo hacia el antijudaísmo o hacia el anticatolicismo.
Estas realidades, que para muchos en teoría y práctica son
antagónicas como ya sabemos, no son más que producto de una misma
fuente. Si bien comparamos el judaísmo como fe y el catolicismo como
religión veremos que guardan y son lo mismo en su esencia. Estos
puntos comunes no los tienen las congregaciones protestantes (nos
referimos como tales no sólo a los protestantes históricos sino a
sus descendientes por extensión) o hermanos separados o los que bien
podríamos llamar desde un punto de vista geográfico "iglesias
occidentales" para diferenciarlas de la Iglesia central, la Católica
Romana y de las Orientales Ortodoxas y Monofisitas (véase cuadro de
las grandes divisiones del cristianismo).
Vamos a dividir este artículo en dos secciones, la primera desde el
punto de vista religioso o de fe y la segunda desde el punto de
vista histórico-antropológico.
PRIMERA PARTE:
Puntos convergentes de fe entre el judaísmo y el catolicismo.
Comenzaremos aquí con los puntos inmediatamente más importante, pues
están relacionados con la Presencia de Di-s y Sus ministros.
El
Di-s de Yisrå'el: Para muchos judíos es importante que alguien
crea y ame en todo su corazón al Di-s de Yisrå'el, así como lo
ordenó Yeshú'a en el Shemá: «...Y amarás al Señor tu Di-s con
todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tus fuerzas...»,
muchos consideran hermano al que profese esto. El mismo Yeshú'a nos
demostró cómo un judío hacía realidad todo esto y se hizo ejemplo
hasta morir y más allá no sólo para la nación de Yisrå'el sino para
la humanidad entera. Los católicos han
recogido el mandato y ejemplo de Yeshú'a y muchos hasta han
derramado y seguirán derramando sangre por amor al Di-s de Yisrå'el
y Su Hijo Yeshú'a.
El
sacerdocio: Aunque el sacerdocio aaronita judío está como congelado en
estos momentos, tuvo su razón de ser hasta la destrucción del Mishkán o
Templo por parte de los romanos en el año 70 d.C. Esta es una figura
fundamental en la que los judíos y católicos convergen, no obstante
la principal diferencia es que el sacerdocio católico está
consagrado en la orden Eterna de Melkhitsedeq-Melquisedec y el judío
en la de Aharón. La característica que diferencia a estas ordenes es
el sanguíneo; la orden aaronita debía ser de linaje familiar,
mientras que la orden de Melkhitsedeq es vocacional.
El misterioso
personaje de Melkhitsedeq, como nos lo muestra Bereshit, es un rey
de la ciudad de Salem, o sea Jerusalén, el cual no había nacido de
casta sacerdotal y del que ni siquiera se mencionan sus antepasados
ni su origen ni su fin, sólo que "era sacerdote del Di-s Altísimo",
que a través de él fue bendecido Abraham por Di-s Altísimo, Creador
del Cielo y de la tierra y al que Abraham mismo donó su diezmo. Este
personaje resulta extraño, pues en el pueblo de Yisrå'el los reyes
no eran sacerdotes ni tampoco se ofrecía pan y vino para
sacrificios, para este tiempo sólo venía a prefigurar a Un Sumo
Sacerdote: Yeshú'a, que sería tal pero no por su casta sino por su
naturaleza de llamado divino. El nacimiento de esta orden, por lo
tanto, es más antiguo que la aarónica como muestra Gen,14. Los
sacerdotes católicos en su vocación de seguir a Yeshú'a, han optado,
a semejanza de Él, continuar con este Sacerdocio Perpetuo pero con
bases características del sacerdocio aarónico.
El
Templo: Como ya se sabe el Templo de Jerusalén fue destruido, en
este templo se encontraba la Shekhiná o sea la Santa Real
Presencia de Di-s. Hoy en día vemos que la Shekhiná se encuentra
presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía en cualquier
templo católico. Los
protestantes no tiene Shekhiná, pues su culto está vacío, se han
limitado a tener solamente sinagogas, asambleas o sea cual fuere su
denominación, sin el Templo para la Shekhiná, pues muchos de ellos
niegan la Real Presencia e ignoran el poder infundido por el Ruakh
HaQodesh o Espíritu Santo para consagrar la Eucaristía.
Tabernáculo: Este era, para los tiempos del Mishkán el sitio más
sagrado del templo a cual sólo podían acceder los kohaním o
sacerdotes. Hoy vemos como esto no ha cambiado, sólo el sacerdote
puede abrir el tabernáculo o sagrario para la acceder a la
Eucaristía.
Altar: Los católicos tienen el altar dentro del templo al igual
que en los tiempos antiguos del judaísmo, igualmente se utiliza para
ofrecer el sacrificio.
El
Sacrificio: Los primeros kohaním del Antiguo Testamento eran los
encargados de hacer el sacrificio por los pecados propios y de las personas,
no muy diferente los kohaním católicos actuales que son los
que se encargan de administrar el Cordero para el sacrificio, pues
está en sus manos hacerlo. Al igual que los antiguos kohaním se
encargan de mediar entre Di-s, las ofrendas y los hombres. Los
protestantes no saben de sacrificios, pues según ellos estos cesaron
al morir Yeshú'a, ¡y ciertamente así fue! ya los corderos, carneros, chivos,
toros, pichones y otros animales que se utilizaban para sacrificio
dejaron de serlo, sólo un Hombre se atrevió a ser Sacerdote y
Víctima de Sacrificio a la vez y por eso es el Seh HaElohím o sea el
Cordero de Di-s. Cesaron los sacrificios de animales pero no el del
Seh HaElohím, pues Él mismo se instituyó como tal y ordenó Su
inmolación perpetua en conmemoración Suya!
El Pan y Vino: Es conocida por muchos cristianos como la
Eucaristía. Los judíos la comen y beben para celebrar Pesakh o
Pascua, Shabat y otras ocasiones. Su primera aparición en la Tanakh
la podemos ver en manos del rey Melkhitsedeq, de cuya figura ya se
habló arriba, y quien también fue el primer sacerdote mencionado del
Di-s Altísimo. En la Iglesia Católica también para
celebrar Pascua de Resurrección, sólo que ya este Pan y Vino tiene un
ingrediente más: La Shekhiná. Algunos cristianos occidentales o
protestantes se enredan un poco con este tema algunos dicen que no
está, otros que sí pero de otra forma, lo cierto es que hay que
verificar si Yeshú'a al unirse al Pan y Vino lo hizo metafóricamente
o qué. Si al decir "este es Mi Cuerpo..." y "esta es Mi Sangre..."
haría una alusión hipotética o realmente estaría hablando en serio.
Nada más veamos cuando dice "quien come de Mi Carne y bebe de Mi
Sangre tendrá Vida Eterna", si así no fuera, que la Eucaristía no
tuviese Su Santa Presencia, entonces ¿donde conseguiríamos Su Sangre
y Su Carne?¿dónde nos las puso que no sea en el Pan y Vino tal como
lo dijo? y otra
cosa vemos la Sabiduría del Eterno: elevó el sacrificio temporal de
animales hacia el de un Pan con Vino ¡algo más práctico de tener y
menos doloroso!
El Solideo: o kippá, aunque actualmente entre los judíos lo
visten todos los varones y en algunas corrientes las mujeres, en el
catolicismo lo usan solamente los kohaním cuando se reciben de
obispos hacia arriba y algunos judíos católicos. Entre el judaísmo
es un símbolo clásico de identidad con variados significados según
la corriente.
La
creencia en la Tradición: Los judíos saben muy bien que la Torá
o Biblia no es suficiente fuente de fe, tienen tradiciones, como por
ejemplo el hecho de ungir con aceites a un fallecido en el caso del
cuerpo de Yeshú'a. El Talmud a su vez es una serie de comentarios
compilados por años, escritos por estudiosos rabinos basados en la
Torá. Muchos protestantes no aceptan otra fuente de inspiración
divina que no sea la Biblia. Los católicos por su parte tienen a los
Padres de la Iglesia, Santos y Doctores de la Fe que han
desarrollado la comprensión de la fe inspirados por el Ruakh
HaQodesh. A la final también está escrito que no todo lo que Yeshú'a
hizo se pudo haber escrito ya que no cabrían tantos libros
para plasmarlo (Juan 25).
El Bautismo: o Tevilá es un pieza fundamental en la fe judía
llevada a todo el mundo con las enseñanzas de Yeshú'a. Es el único
sacramento aceptado como tal por todas la iglesias cristianas.
Decimos que es fundamental este punto porque
vemos como los gentiles se hacen judíos por adopción ya que al
cumplir su tevilá pasan a ser hermanos de Yeshú'a quien fue judío.
Los
Patriarcas: Ambas corrientes de fe respetan y veneran los mismos
patriarcas de la antigüedad. Avraham, Yitsak, Ya'akov, Moshé, son
tenidos en fe por ambas corrientes y son vistos como sus padres.
SEGUNDA PARTE:
Puntos de convergencia histórico-antropológica entre judíos y
católicos.
En esta división se tratará de ver desde un punto de vista de
reflexión lógica la similitud entre ambos pueblos.
La Raza: El Génesis o Bereshit nos habla de un mismo
principio u origen para toda la raza humana de una forma poética,
como científicamente se ha comprobado el mundo tiene millones de
años de creado y algo menos el hombre. De cierta forma Bereshit nos
viene a confesar sutilmente el principio de lo que nos rodea, sin
titubear nos muestra la verdad cuando afirma que primero fueron
creados el cielo, el sol, las estrellas, el mundo, los animales y
después el hombre, tal como sucedió en realidad. Es muy probable que
hayan existido razas de homínidos pero que partieron de un tronco
común y que actualmente sólo existe una raza y es el Homo sapiens
sapiens.
Vemos pues que ciencia y Biblia no están por caminos muy bifurcados.
La Etnia: En Bereshit vemos cómo ocurre un diluvio del cual
sólo tuvo salvación una familia: la de Noé. Éste era un hombre el
cual había sido escogido por Di-s para que preservara la vida en la
tierra, de él no solamente se salvó la humana sino también la animal
y vegetal. Noé tuvo tres hijos llamados Shem, Kham y Yafet, del
primero se dice fueron sus descendientes los hebreos, fenicios,
árabes y arameos, por eso es que este grupo humano es étnicamente
conocido como semitas; del segundo hijo de Noah descendieron los
egipcios, etíopes, libios-beréberes y sudaneses, entonces este grupo
es conocido como los camíticos. Y de Yafet descendieron los
europeos. Hay muchas personas que cuestionan la sangre de los
europeos, principalmente rabinos, pero si vemos esto nos damos
cuenta que su extranjerismo es relativo y si nos atenemos a esto
somos la misma etnia. Lingüísticamente hablando los grupos humanos
se dividen en familias de lenguas para lo cual estos tres grupos
tienen su denominación de familia. Los semitas y camitas están
emparentados genética y lingüísticamente entre sí, a lo cual los
versículos de Noé no están equivocados, solo existen cambios y
alteraciones debido a los movimientos migratorios de la humanidad
pero es evidente que parten de un tronco común, esta familia se ha
pasado a llamar últimamente afroasiática. No obstante para el grupo
europeo el emparentamiento está muy distante, estos pertenecen a la
familia indoeuropea, que es aquella que como su nombre lo trata de
decir, aunque no exactamente, va desde la India hasta Europa.
Pertenecen a esta familia: 1) Todos los grupos europeos nacionales
autóctonos
con excepción de los vascos, húngaros, estonios y finlandeses. 2)
Grupos nacionales asiáticos ubicados desde Turquía hasta Irán
(como los kurdos y persas), Afganistán, Pakistán, la mitad norte de
la India y Nepal. Aunque es evidente esta diferencia hay un rasgo
muy importante que resaltar: las lenguas semíticas y las
indoeuropeas son lenguas de flexión, es decir que tienen raíces que
son declinables, característica que sólo la poseen estos dos tipos
cercanos de lenguas. Morfológicamente hablando las familias de
lenguas se dividen en cuatro: las monosilábicas, como el chino y el
tibetano; las aglutinantes, como el turco, el vasco, el japonés y
gran parte de las lenguas aborígenes americanas; las flexivas, como las
semíticas e indoeuropeas; las polisintéticas como algunas lenguas de
pueblos del círculo polar ártico.
Según estudios recientes, y que es una sospecha constante para los
investigadores lingüistas que profundizan en este tema -debido a su
proximidad y relaciones históricas-, hubo en el pasado un solo grupo del que
emergieron las familias indoeuropea, semítica, altaica (turco,
uzbeco, kazajo, mongol y otras) y urálica (finés, húngaro, estonio y
otras), dicho grupo de estas cuatro familias ha querido ser llamado
"nóstrico" y que tuvo su origen y separación en algún lugar del Asia
Central, nada mal para estar alejado del Edén bíblico, que aunque
este se lo sitúa entre el Tigris y el Éufrates o del escenario de
Babel que fue donde se separaron los idiomas, está por esa misma
región.
Así de esta forma vemos cómo se recupera la identidad de Europa en
Yafet.
El Mestizaje: El término de "raza pura" no debería ser
utilizado, incluso sería descabellado el solo pensarlo empezando por
que el simple término raza se encuentra en debate entre biólogos,
antropólogos, sociólogos y otros científicos y humanistas a quienes
les compete trabajar con dicho término, pues algunos lo ven como
un detonante hacia la discriminación. Éstos emplean el término
"etnia" al referirse a lo que comúnmente llamamos "raza" y dicho
término lo emplean para una sola que es la humana. Y si existe una
"raza superior", no queda otra opción que indudablemente afirmar que
es la Homo sapiens sapiens a la cual sencillamente
pertenecemos todos los seres humanos por la gracia de Di-s quien «de
una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres» (Hechos 17, 26). La
humanidad por lo tanto ha estado expuesta a constantes cambios
migratorios y con este la mezcla entre distintos grupos humanos, es
así como vemos que muchos israelíes se trajeron los rasgos y
costumbres europeos a Erets Yisrå'el. Los judíos, como grupo humano
no como religión, han estado por toda Europa, Asia y norte de África
desde tiempos antiguos, vemos en HaNebí Amós, el Profeta Amós, como
existieron grupos en España, por ejemplo, antes de Yeshú'a. El mismo
Rav Shaúl, San Pablo, nos relata en una de sus cartas su paso por
Sefarad o España. En la Edad Media hasta 1.492 estuvieron en Sefarad
aquellos judíos no católicos que posteriormente fueron expulsados y
que se esparcieron por toda América, Europa y norte de África. Los
americanos y especialmente los latinos estamos concientes del
mestizaje, ni siquiera pueden vanagloriarse de "raza pura" los
alemanes o nórdicos, pues ellos también vinieron de Asia Central al
igual que otros indoeuropeos que, pues, de no haberse mezclado así
no fueran Homo sapiens sapiens. Es más el mismo patriarca
Avraham y su familia eran babilónicos o caldeos y sus costumbres e
idioma eran arameos, fue a partir de él que, según una teoría, se
procedió el nombre "hebreo". Sin embargo los mestizajes tienen sus
grados entre más y menos, por ejemplo recientes investigaciones
genéticas demuestran que la casta brahmánica hindú, que es la casta
sacerdotal de la India, es la que más preserva sus genes
indoeuropeos, o sea que están más emparentados con los europeos
actuales, el hinduismo divide la sociedad en cuatro castas:
brahmanes, chatrias, vaisias y sudras, en teoría ninguna casta
puede emparentarse con la otra y si lo hace pasa a ser parte de un
último nivel que son los parias. Esto, evidentemente, viene a
demostrar ese por qué de la preservación de genes en ese estrato
social. Pero no nos desviaremos del tema,
la cuestión que aquí interesa no es cultura general sino la realidad
del judío y del católico, que ya a la postre terminamos siendo los
mismos como aquí se ha querido demostrar.
En conclusión y para
finalizar, está mucho más allá de pensar si el judío deja de ser tal
al convertirse a Yashú'a, solo resta analizar lo anteriormente
expuesto y honestamente investigar un poco más si se requiere,
dejar a un lado los extremismos y rigideces filosóficas y que
recuerde que ya existen comunidades, movimientos y asociaciones que
respaldan y apoyan la identidad cultural judía dentro de las iglesias. Y para
el católico que sepa y entienda de donde vienen sus raíces y
que la religión que está profesando no es otra cosa sino el judaísmo
mismo como fe en el Primer Hombre que hizo posible "judaizar" al
mundo. Pero que quede claro que en cuestiones de identidades ritual
y litúrgica, el judaísmo y el catolicismo apostólico romano tienen
mucho que compartir más que cualquier protestante pero sin ánimos de
excluir a éstos.
Nota: La teoría de la
evolución está actualmente siendo rebatida por muchos sectores
fundamentalistas, especialmente del sector protestante, no obstante
está claro que es simplemente un concepto hipotético y que ningún
ser humano hasta ahora, en el más de un siglo aproximado que fue
expuesta la teoría, haya observado a algún organismo en evolución y
que según el método científico los hechos no sólo deben ser
demostrados sino verificados. La posición de la Iglesia frente a
esta realidad no prohíbe a ningún creyente el abrazar dicha teoría,
aclara que queda de parte de los científicos esclarecer la materia
del origen humano. La Iglesia acepta la materia preexistente para la
formación del hombre pero no se pronuncia sobre la naturaleza de
esta, es decir si es mono o barro, esto es estudio de los
científicos.
En
la Encíclica Humani Generis del año 1950 Pío XII aborda el tema y
dice que "el Magisterio de la Iglesia no prohíbe que, según el
estado actual de las ciencias humanas y de la Sagrada Teología, se
trate en las investigaciones de los entendidos en uno o en otro
campo, de la doctrina del evolucionismo, en cuanto que busca el
origen del cuerpo humano en una materia viva preexistente, pues las
almas nos manda la fe católica sostener que son inmediatamente
creadas por Dios”. Juan Pablo II ha desarrollado más esta idea
viendo una compatibilidad cada vez más clara.
Y en conclusión a esta nota, el creer en la teoría evolucionista o
no es igual en paralelo a creer en los átomos o no y, más profundo
aún, en el creer en la existencia de Di-s o no, pues ésta se
demuestra pero no se verifica.
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