Un amanecer más, ¿qué hacer? No quiero salir a la calle. Si le hubiera pedido que se quedara no habría amanecido con el frío matutino que nunca se lleva el dolor. No pude hacer que se quedara, no lo intenté. Déjame sólo, déjame arrastrarme. Su sonrisa me hacía bien. La soledad es una mala consejera, bien lo decía mi abuela: "No vayas a perder la fe". ¿Y qué me queda hoy? Una cajetilla con dos cigarros y mis sábanas frías. "La vida va seguir sin mí", me dijo. La vida va a seguir sin mí... claro que la vida seguirá, pero no me gusta pasarla sólo. ¿Dónde está la pistola que conseguí la semana pasada? Ése vendedor era como un ángel caído del cielo directo a Tepito, donde los sueños se vuelven realidad. Es la mejor de su clase, ésta la usan los judiciales. Rápida y letal. Cargador de diez tiros 9 milímetros. No sé de qué hablaba pero me convenció. Mil pesos por una pistolita, un juguete para el niño. Ya no soy un niño pero sigo actuando igual que hace 25 años cuando tenía 4. Odio amanecer sólo. El sol es un martirio en ocasiones. ¿Por qué no le pedí a Alicia que se quedara?
Cantar una canción alegra el alma, no... maldito azar. Nunca me había por la mente cruzado quitarme la vida. Parece tan sencillo. ¿Pero por qué dejar que los problemas me agobien? ¿Acaso no puedo olvidarlo todo? Siempre ignoro todo y al final la solución llega sola. Así ha sido mi vida, sobrepaso todo por casualidad, pero nunca me repongo. Cuando tenía 18 no imaginaba lo que iba a ser de mi futuro, pero me partí la madre cuando me estrellé en la pared de la realidad. Siempre quise estar en coma para no hacer nada y seguir vivo ¿cuál será la diferencia entre el coma y la muerte? ¿Debo intentarlo? ¿Y si sólo me vuelo la boca en lugar de quitarme la vida? He sabido que sucede. Hay que sostener la cacha con fuerza y escoger el ángulo correcto para dañar lo más importante. Es difícil. ¿Detrás de la oreja o dentro de la boca? ¡Puta madre! ¿Por qué se fue Alicia? ¿Por qué la dejé ir y no le pedí que se quedara? La jodida pistola pesa como diez kilos. Detrás de la oreja... ¿quién toca? Han de ser unos testigos de Jehová. ¿Dónde está mi pantalón? Voy a fingir como que salgo a comprar algo... ¿y las llaves? ¿Cómo se atreven a ofrecer la salvación si no pueden salvarse a sí mismos? al menos mi treta funcionó, no quería quedarme a discutir tres horas como la última vez con aquel anciano que no dejaba su perorata, ni sus ideales. Eso está bien, mientras sean ideas firmes, pero de pronto ya no sabía ni de qué hablaba. "La palabra de Dios es lo que te ofrezco, ¿no te gustaría un mundo sin barreras?" ¡Y cómo le cambió la expresión en la cara cuando le dije "no, si eso me obliga a compartirlo con usted". Eso fue gracioso.
¿Salí a comprar aspirinas? La señora del 107 sigue bastante bien, recuerdo que cuando éramos menores, todos los niños del edificio nos la queríamos coger. Doña Marga Calderón. Su esposo es tan imbécil, y la hija, para tirársela... ¡pero a los perros!. ¿Pero qué tal la hija del pendejo de la farmacia? Un bombón que no es Alicia. ¿Por qué no le pedí que se quedara? ¿Siempre he de ser tan cobarde? Ahí viene el hijo de Lucero, 22 años y ya tiene un niño de 4. Me agrada el mocoso, no sé si le simpatice que le palmeé la cabeza. A mí nunca me gusto que me dijeran niño ni que me hicieran "cariñitos", hasta que conocí a Alicia. Pinche Alfredo, creo que tenía razón cuando me dijo que las mujeres eran la causa de los males del mundo, pero no, a fin de cuentas los culpables somos los hombres por permitírselos y vivir los martirios a los que nos sometemos por ellas. Los hombres somos masoquistas. Amamos más el dolor que una mujer nos pueda causar que a ella misma.
¿Qué hago? Desenfundo, me llevo el dinero de la farmacia, luego corro y cuando me agarren los polis saco la pistola y me pego un tiro. Pinches tiras, a pesar de mi pésima condición física no me alcanzarían. Ése es el heroico cuerpo policíaco, de más de 100 kilos. ¿O llego a la farmacia y me doy un tiro nada más? ¿O busco a Alicia y la mato a ella? ¡No, ni pensarlo! Amo a Alicia... ¿y si la amo por qué la haré sufrir con mi suicidio? ¡No, Alicia es una puta que debe estar con otro ahora mismo! Eso es lo más seguro. "No Alejandro, nunca te he engañado. Me ofende que me preguntes algo así. ¿No estás seguro de mí o de ti mismo? ¿Por qué habría de abandonarte si te amo tanto?" Yo sí la amo ¿por qué hacerla sufrir con mi muerte? ¿De veras le importaría? ¿De veras me ama?
-Quiero una caja de aspirinas y una Bonafont de un litro- La pistola me pesa en las nalgas. ¿Aquí es un buen momento? No, mejor la llamo. ¿Para que me diga que me llama después? No, gracias -¿cuánto es? ¿Tiene cambio de 200? Gracias.
¿Para qué lo pienso más? ¡BANG!