Propuestas para un Movimiento Nacional

 

Propuesta de una Nueva Defensa Civil Nacional

 

LA DEFENSA CIVIL

Ante los accidentes y desastres naturales se necesitan diversas respuestas, preventivas, inmediatas y posteriores a los hechos consumados, con el fin de menguar sus efectos y gravedad. La organización de una adecuada Defensa Civil en nuestra sociedad y territorio, permitiría accionar eficazmente en diversas situaciones de accidentes, desastres naturales o intencionales, reduciendo las pérdidas en vidas y en efectos materiales.

Situación actual

Cualquier diagnóstico actual sobre el estado de situación de la Defensa Civil, determinaría en un alto grado la desidia oficial, el desinterés sobre temas relativos, o la simple ignorancia del funcionariado que debiera tener competencia. Esta actitud es comprobable con el argumento usualmente oído de algunos supuestos entendidos, donde la situación actual de crisis no permite atender con suficiente capacidad a las emergencias, dados los escasos recursos públicos disponibles para un sistema integrado de Defensa Civil. Actitud connivente, o conveniente, a quienes priorizan los equilibrios presupuestarios sin mayores análisis en la calidad del uso de tales recursos. El planteo usual cae en la paradoja que en crisis no se pueden resolver crisis. Pero quienes consideramos la calidad del uso de un presupuesto de recursos, no podemos dejar de lado el interés social que las partidas públicas deben ejercer en beneficio de la población. Ciertamente que la Defensa Civil actúa sobre hechos trastornantes cuya conmoción debe dar lugar a la pronta reacción, esto es la médula de nuestra propuesta y aún todavía es una utopía disponer un sistema de rápida y eficaz reacción. Tales hechos no son de tratamiento "agradable" para funcionarios o el marketing político. De todas maneras, se debe actuar preventivamente. En consecuencia el estado debe hacer uso eficiente del recurso y ejecutarlo en razón de la utilidad social, entre ellas, una suficiente y adecuada Defensa Civil, de la que solo se recuerda cuando sobrevienen desastres y no quedan más posibilidades que acudir con precariedad e improvisación al rescate y auxilio de personas.

El sistema tradicional de la Defensa Civil se limita al sostenimiento de guarniciones con bomberos voluntarios, algún equipamiento básico, escasa difusión de folletos, inconstantes mensajes televisivos y radiales, y de tanto en tanto, algunos talleres con vecinos, funcionarios municipales, responsables de fábricas, depósitos y productores agropecuarios.


Necesidad de reforma en la Defensa Civil

Lo anterior es necesario pero insuficiente ante diversos hechos graves y la comprobada ineficacia a la hora de hacer frente a los problemas, cuya responsabilidad no recae en el voluntariado, muchas veces superado en sus fuerzas pero poseedor de enorme valor y pericia, sino que es de incumbencia de las autoridades públicas, por disponer del poder institucional para mejorar el sistema de la Defensa Civil. Los hechos conocidos: Incendios forestales en el sur y sierras de Córdoba, inundaciones en extensas áreas pampeanas, fuertes crecidas de arroyos montañosos, el desastre de Santa fe y el último en Río Turbio. Las consecuencias son, pérdidas de vidas, recursos naturales, calidad del suelo, deterioro de infraestructura y mayores costos de reparación o mantenimiento de infraestructura en general, pública y privada.

Ante la escasez crónica de recursos, la irresponsabilidad general y la desidia oficial evidente en años, el planteo de reorganización se torna gravoso en recursos pero imprescindible, siendo indispensable un cambio drástico en las actitudes a asumir ante un siniestro: Aceptando la realidad de un evento y tomar los recaudos apropiados y disponibles de la manera más eficaz posible. Nuestra propuesta es que un sistema de Defensa Civil bien organizado no necesariamente es más costoso, considerando los ahorros en pérdidas. Si bien el actual sistema es mas "económico", pero sumándosele las pérdidas habituales del año resulta muy costoso. Entonces, un nuevo sistema resultaría más costoso en su manutención original, pero económico al contabilizar las pérdidas anuales en caso de actuar preventivamente y eficazmente en casos de siniestros.

En general la Defensa Civil actúa sobre determinadas circunstancias, lo que se conoce como siniestros o desastres de diversas clases. La tipología de desastres se agrupa básicamente en naturales o causados por actividad humana. La primera es sencilla de establecer en cada región del país: Inundaciones, incendios forestales, crecidas de ríos y arroyos, temporales de agua y nieve, sudestadas y tornados. En menor medida sismos, terremotos o fenómenos de origen volcánico. La tipología de accidentes causados por actividad humana se relacionan al mal uso o descuido de infraestructura y/o medios de transporte, las cuales generan desde choques, explosiones, derrumbes, aplastamientos, hundimientos, contaminación, incendios, con la secuela de muertes, heridos y daños.

La Calidad en la Defensa Civil

Un sencillo planteo para medir la calidad de la Defensa Civil en cada ciudad o pueblo, es preguntarse hipotéticamente qué capacidad existe para atender un accidente de enormes proporciones, con decenas de heridos que requieran atención inmediata: ¿Se disponen los medios logísticos de evaluación y acción?¿Existen los transportes adecuados?¿Hay capacidad hospitalaria de terapia intensiva o emergencia?¿Hay capacidad aérea para traslados a otras ciudades?¿Hay suficientes bancos de sangre?¿El personal está capacitado para actuar ante imprevistos? Todos estos elementos de capacidad operativa demuestran fácilmente las condiciones de respuesta ante un siniestro, lo cual aún es insuficiente análisis. La profundización del planteo se introduce invariablemente en la capacidad organizativa y la planificación de acciones, lo que se denomina el plan de contingencia y sus protocolos de ejecución de acuerdo al tipo de siniestro.

 

El Nuevo Sistema de la Defensa Civil


La Defensa Civil como sistema, requiere ser conceptuado nuevamente e instalarse en el seno de nuestra sociedad a fin de lograr la habituación de todos para casos de desastres. Revitalizando el concepto de Defensa de la Sociedad, la defensa de todos, ante hechos gravosos ocasionados por la naturaleza o el hombre. El término Civil se refiere al carácter público del interés común, donde los sujetos proceden con acciones defensivas en sociedad. La familiaridad de estas prácticas sociales en Defensa Civil resultan en menores riesgos y mejor atención y comportamiento adecuado de cada uno ante hechos de desastre.


La Defensa Civil presenta diversas formas de organización según el caso. En la propuesta presentamos dos planteos de Defensa Civil, contra inundaciones en áreas rurales y contra incendios forestales, dado el interés socioeconómico de estos sistemas.



- La DC contra inundaciones:

El objetivo de este sistema es la protección de personas, bienes y recursos productivos ante una inundación, mediante monitoreo regionalizado de flujos de agua, el establecimiento de infraestructura apropiada para diversos usos conformando redes de derivación y contención para morigerar el volumen de agua en situación de riesgo, retenerla en términos razonables y derivar excedentes rápidamente. Practicar la reforestación a fin de reducir la formación de cárcavas por erosión hídrica. La divulgación de planes de contingencia ante una eventual inundación. Las actividades de acción deben contar con equipos voluntarios capacitados, con un mínimo equipamiento de salvataje, comunicaciones y refugios adecuadamente equipados con unidad sanitaria, higiénica y abrigos. Por último la región debe contar con el compromiso de autoridades municipales, provinciales, policiales, militares y del voluntariado de la Defensa Civil para coordinar acciones complementarias y de apoyo.



La DC contra incendios forestales:

El objetivo de este sistema es la protección de personas, bienes y recursos productivos ante un incendio forestal, mediante la prevención y manejo del fuego. Las actividades de prevención pasiva, deben contar con un sistema de cortafuegos conformados por caminos rurales o senderos, forestados con especies vegetales de difícil combustión en sus costados, así como el establecimiento o localización de fuentes de agua. La prevención activa se ejerce mediante monitoreos y vigilancia, así como campañas de concientización. El manejo de fuego debe contar con dispositivos y equipamiento activos apoyándose en la infraestructura de logística pasiva señalada, contando con equipos móviles de bombeo de agua, móviles de traslado de personal, equipos antiflama, comunicaciones y medios de derivación de voluntarios intoxicados o agotados en sus fuerzas físicas. Paralelamente debe contarse con una organización del voluntariado regional a fin de disponer de un gran número de personal en el menor plazo posible, para atacar el fuego desde todos los flancos, para evacuar personas afectadas, realizar vigilancia de propiedades, guardias de cenizas, etc. Cabe el mismo compromiso de las autoridades para coordinar acciones de apoyo y complementación, sin caer en alardes políticos vacíos de contenido, por parte de autoridades, sino que la práctica resulte de hechos concretos y evidentes mediante la participación consensuada verificable.

Por una Nueva Defensa Civil

El cambio en el sentido organizativo de la Defensa Civil, logrará una institución social saludable que nos acompañará a los ciudadanos en todo momento y en cualquier circunstancia, atendiendo en la reducción del margen de peligro o mitigando las consecuencias de un siniestro. La sociedad toda saldrá fortalecida mientras cuente con un adecuado sistema de Defensa Civil. Se debe recordar a las autoridades que la Defensa Civil no es un espacio para ejercitar la propaganda y supuestos logros de una determinada administración política, sino que es un espacio social donde se juegan la vida y las pérdidas materiales de toda una sociedad.