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El Objeto del Crimen Inmotivado (continuación) Al
agotarse las municiones de las armas que portaba, los campesinos lo detuvieron,
le cercenaron un brazo y lo dejaron tirado, dándolo por muerto. Horas más
tarde, el ejército lo tomó prisionero y lo entregó a las autoridades. Al
sospechar la presencia de la locura, éstas solicitaron al doctor Robert Gaupp
un peritaje psiquiátrico. Como resultado del peritaje, Wagner fue declarado
inimputable y no se le aplicó el castigo previsto por el código penal vigente:
la pena de muerte. El autor de los hechos esperaba precisamente esa pena, y así
la solicitó y siguió haciéndolo durante sus más de treinta años de
internamiento psiquiátrico. En
su monografía, Anne-Marie Vindras estudia los textos del doctor Gaupp, en
particular cuando da testimonio de las palabras de Ernst Wagner sobre lo
sucedido, así como las obras de teatro escritas por Wagner, además de realizar
una minuciosa lectura de documentos públicos de la época, entrevistas y
recorridos por los diferentes lugares donde ocurrieron los hechos. Este método
de estudio clínico de un caso de crimen demencial deja un amplio terreno para
construir un saber que parta justamente del caso y no de teorías más o menos
establecidas. La monografía clínica, su construcción y el despliegue de la
misma permiten acercarse a casos semejantes donde lo monstruoso, lo instructivo,
la construcción teatral del escenario y la ejecución de un crimen masivo
generan condiciones para abordar tales eventos sin demasiados pre y perjuicios
de diverso tipo. ¿No será el estudio de cada caso, uno por uno, un método
para de arrojar un poco de luz sobre la enorme cantidad de sombras que hechos
semejantes desatan en el terreno clínico, doctrinario y en el universo social y
cultural donde se llevan a cabo? Ehrenberg
y Lovell subrayaron que los manuales psiquiátricos tan en boga se interesan en
la investigación de grandes grupos de pacientes, favoreciendo la investigación
epidemiológica, con un sesgo pronunciado hacia el campo farmacológico.
Los mismos autores reconocen que el “diagnóstico psicodinámico” muestra
“interés sobre todo por la clínica [donde el inviduo es fundamental] y por
ello es preferible “en la investigación del proceso terapéutico y para el análisis
de los single case studies”[8] Ernst
Wagner se sentía perseguido por haber sostenido relaciones sexuales con
animales[9],
y suponía que muchos cuchicheaban al respecto, lo cual aumentaban la persecución
de la que se sentía víctima. Esa situación contribuyó a su pasaje al acto
criminal. Entonces, el crimen demencial se presenta como una respuesta esquizofrénica
—es necesario estudiar las articulaciones de la esquizo con la unidad entre
semejantes, por ejemplo, la que se presenta entre hermanos— ante el avance
incontenible de una persecución de carácter sexual y erótico. Esta es una hipótesis
que pondremos a prueba durante el curso de este seminario. [8] Debo esta indicación al Dr. Héctor Pérez-Rincón, psiquiatra, psicopatólogo e historiador de la psiquiatría, miembro de la Societé Internationale d’Histoire de la Psychiatrie et de la Psychanalyse, además de tener a su cargo la Colección de psiquiatría y psicoanálisis del Fondo de Cultura Económica, México, DF [9] Anne-Marie Vindras, “Ernst Wagner declara: “Ich bin sodomit”, en revista artefacto, 9 de diciembre de 2001. Se trata de una práctica erótica extendida en los medios rurales y que hoy la pornografía distribuye en las ciudades. En lengua alemana, Sodomit quiere decir: relaciones sexuales con animales, y no guarda relación con el término “sodomita” o el verbo “sodomizar” de la lengua española. |
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