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El Objeto del Crimen Inmotivado (continuación)

¿Es posible evitarlo? ¿Acaso no hay signos premonitorios que nos alerten? El trato en los medios de comunicación genera una paranoización de la población, en particular, de los padres y maestros que recurren a los servicios de salud mental “solicitando” –“exigiendo” sería mejor dicho- una “solución”, una “vacuna”, una medida “precautoria”. Esto es un producto de la alianza entre los medios de comunicación con algunos miembros de esa extraña comunidad “psi” que se dedican a repartir dosis de culpas, especialmente dirigidas a los padres, a los maestros, a los terapeutas, a todo el mundo salvo, of course, a ellos mismos.

Ante un punto sensible como éste, los saberes establecidos vacilan y entonces se produce una cascada de explicaciones en los terrenos biológico, moral, psicológico y psiquiátrico. Muchas de esas explicaciones generan más problemas que soluciones. Por ejemplo, si tanto se sabe sobre la esquizofrenia, ¿no es de llamar la atención que nunca se haga nada antes? ¿Qué valor tendrá ese saber acumulado al respecto? ¿En qué medida son teorías que los actos criminales tocan en su dramático frenesí? Además, quienes ejercen diversas prácticas –la pedagogía, la psicología y la psiquiatría, incluyendo el psicoanálisis- deben enfrentar la fuerza persecutoria de tales explicaciones, que insinúan de forma inquisitorial su supuesta responsabilidad. ¿Qué ocurre para que a toro pasado se pretenda poseer el saber previo al acto? ¿Desde dónde? [3]

Actos así cobran una dimensión singular cuando implican a personas de corta edad, como los jóvenes, tanto del lado de las víctimas como del de los victimarios[4]. Cuando la víctima es de corta edad, se suma a la tragedia la enorme pena producida por la perdida de una vida no realizada. Una situación aún más delicada es cuando entran en juego mecanismos jurídicos como la declaración de inimputabilidad. Entonces, en estos casos, ¿quién mató a la víctima? ¿Cómo encaran sus deudos el duelo de alguien asesinado por un asesino no imputable? ¿No se abre así el camino para un duelo que nunca se inicia, junto a una promoción de la venganza que torna inalcanzable una “solución” ante tamañas tragedias? Del lado del victimario, la inimputabilidad lo deja con una vida en suspenso, semejante al limbo de quien no es bautizado por morir al nacer[5].

Es extraño observar que esos crímenes demenciales muestran una rareza: la locura —la demencia es una forma de ella— reconocida como una causa, quizás la más importante del crimen, no ocupa un lugar preciso. Sin esa precisión, los motivos del crimen demencial quedan sin aclarar y, por ende, todo permanece en tal situación que será necesario su repetición para intentar que se lea parte de ese escrito  enigmático y dramático. Llamamos “escrito enigmático” al crimen demencial, al crimen donde participa la locura distinto a los crímenes del narcotráfico, un crimen que escribe algo con su acto. En este contexto, leer no es un salvoconducto de indemnidad que justifique algún tipo de acto: el psicoanálisis sirve sólo para analizar y no para justificar conductas, ideologías o banderas morales o éticas. De ello se ocupan, a veces, otras prácticas. Sin embargo, sólo el análisis ofrece, en algún momento, una vía de “solución”[6] para el enigma insoportable desatado por semejantes situaciones.

[3] En Monterrey, Nuevo León, el tratamiento dado en los medios, a un crimen donde quedó unido, a nivel del vox-populi, asesinato más locura producen notas de carácter persecutorio para quienes se hacen cargo de atender casos semejantes, como lo revela:Debieron vigilarlo.- Sicóloga”, por Melitón García, El Norte, 4 de Febrero del 2002.

[4] Al cometer el crimen, las hermanas Papin tenían 28 y 22 años, respectivamente. En Inglaterra hay casos donde los victimarios son niños, en Monterrey, en las últimas fechas se trato de  un crimen a cargo de un adolescente.

[5] Cfr.: “El arte ritual de la muerte niña” en Revista Artes de México, 15, México, DF. , 1992.

[6] Encomillamos el término solución dado que en semejantes situaciones toda “solución”  es un exceso... de dificultades a enfrentar por los afectados.

 

 

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Última modificación: 20 de Mayo de 2002