by
Rei Kinomoto
Capitulo
1
¡Bienvenidos a Londres!
Era un caluroso día de agosto, el cielo estaba despejado
y la mañana transcurría con lentitud. En la casa de los Kinomoto se podía
notar más actividad de lo normal: un ir y venir de cajas que unos fornidos
hombres depositaban en un enorme camión bajo la supervisión de un mal encarado
Touya; mientras, Fujitaka terminaba de decidir que iban a llevarse y que dejarían
en la casa de Tomoeda. El trabajo era arduo; limpiar la casa, embalar los
objetos frágiles, hacer las maletas, terminar los arreglos para la mudanza...
Pronto abandonaría Japón y comenzarían una nueva vida.
Sakura terminaba de empacar su ropa en la maleta,
mientras, Kero comía vorazmente una torta antes de marcharse al aeropuerto.
Engulló el último trozo y se detuvo un momento para observar a su ama.
El tiempo había transcurrido demasiado rápido...
La adorable niña que siempre iba en patines a la escuela
se había convertido en una preciosa adolescente de 16 años. Nunca se cumplió
su deseo de ser tan alta como un poste para poder aplastar a su hermano, más
bien era una chica bajita de grandes ojos verdes que contrastaban con su pálida
piel; su cabello estaba peinado con un estilo muy similar al que tenía cuando
era pequeña y su delicada figura que le daba un aspecto de encantadora
feminidad.... Sin embargo aún conservaba esa aura tan especial, esa inagotable
energía, esa encantadora ingenuidad y esa alegría de vivir que siempre la había
caracterizado, y que la hacían tremendamente popular entre sus compañeros.
-¿Quieres más? preguntó Sakura
-No, estoy totalmente lleno dijo satisfecho el pequeño
guardián.
-Eso espero, porque no podrás comer mucho durante el
viaje; advirtió la joven.
-¿Ya terminaste de empacar? grito el señor Kinomoto
desde la sala.
- Ya casi papá
Rápidamente metió las últimas cosa, hizo señas para
que Kero se introdujera en el bolso de mano y tomó las maletas. Caminó hacia
la puerta y antes de irse le dio un ultimo vistazo a su habitación vacía.
Tantos recuerdos...
Su vida había cambiado mucho desde sus aventuras como
Card Captor cuando tenía tan sólo 10 años. Las fantásticas aventuras, los
extravagantes diseños de Tomoyo Daidoji, la inexpresiva faz de Yue, las
intrigas de Eriol Hiragisawa, los celos de Meilin Li, su infantil amor por
Shaoran... Todo había quedado atrás.
Poco después de que Shaoran regresara a Hong Kong,
Sonomi Daidoji decidió mudarse a Francia con el fin de mejorar las
posibilidades comerciales de su empresa, lo cual significaba que Tomoyo, su
mejor amiga, también se marcharía.
La despedida fue emotiva, se prometieron mutuamente que
se mantendrían en contacto y que siempre serían las mejores amigas... y así
lo cumplieron. Cinco años después, se escribían con una frecuencia de dos
cartas por semana, incluso, Tomoyo continuaba diseñando vestidos para Sakura,
cuyos bocetos se los enviaba por e-mail y que sin duda demostraban su talento
para la moda.
Yukito fue otro de los que no tardo en irse, esta vez a
Okinawa, en busca de un clima más benigno para sus abuelos. A pesar de todas
las protestas de Kerberos, ella estaba totalmente conciente de la
responsabilidad de Tsukishiro con sus abuelos y el derecho que tenía de hacer
una vida aparte, sin tener la carga de cuidarla bajo la forma del Guardián de
la Luna, porque sencillamente no había nada que pusiera en peligro su vida. No
dejarle ir hubiera sido muy egoísta de su parte...
Naoko se fue en primero de secundaria por el trabajo de
su padre y Rita se mudó a Tokio, sólo quedaban Yamazaki, Chiharu y ella,
ahora, era su turno de dejar atrás a la pacifica Tomoeda.
En cuanto a Shaoran...
Sólo fue un amor infantil. Se estuvieron comunicando por
un tiempo pero luego cada uno tomó su propio camino; cinco años de separación
pudo más que ese simple sentimiento de gusto que sentían el uno por el otro.
Todo cambia nos guste o no... y eso le daba algo de
miedo.
-Todo estará bien murmuró para sí misma intentando
reconfortarse.
Cerró la puerta tras ella, con la esperanza de ser tan
feliz en su nuevo hogar como lo había sido hasta ese momento en la pequeña
ciudad de Tomoeda.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Viento azotaba sin piedad las antiguas casa victorianas y
una tensa calma se apoderaba de Londres. En lo alto de Canary Wharf Tower (1)
una oscura figura observaba la ciudad.
-Soplan vientos de cambio dijo para sí Dentro de poco
llegaran los nuevos integrantes de la cofradía... me pregunto cuáles serán
sus verdaderas intenciones y el papel que jugarán en todo esto...
Una vez concluida sus reflexiones, una densa neblina
comenzó a inundar las calles de la capital de Inglaterra y poco a poco el ser
comenzó a deshacerse, como si él mismo sólo fuera una ilusión creada por la
bruma de la noche.
Debía continuar con su trabajo.
OOOOOOOOOOOOOOOOO
Sakura se asomó por la pequeña ventana del avión y miró
las estrellas que brillaban en el cielo, como si esperara que éstas le dieran
una respuesta a todas sus preguntas. Sentía algo de miedo, porque no sabía que
esperar.
¿Cómo será la ciudad? ¿Lograría hacer nuevos amigos?
A pesar de que estaba bastante fatigada por el largo
viaje le era imposible conciliar el sueño. Su forma de vida cambiaría
totalmente dentro de diez minutos; dejaría por tiempo indefinido su país, su
ciudad, su casa de toda la vida, sus amigos, su secundaria, es decir; todo lo
que quería y a lo que estaba acostumbrada.
Se reclinó sobre el asiento y observó a su padre, el
cual dormía profundamente al igual que la mayor parte de los pasajeros.
Él siempre había colocado a sus familia muy por encima
de su trabajo, lo cual limitaba bastante sus posibilidades ascenso en sus
profesión; ya había perdido la cuenta de cuantas veces suspendió congresos,
excavaciones y reuniones fuera del país para no dejarla sola. Sin embargo había
conseguido algunos logros: hacía dos años daba clases en la Universidad de
Tokio, después de que el propio rector se lo pidiera luego de ver una de sus
conferencias.
Y finalmente había recibido la oportunidad de su vida y
ella no era quien para hacerle desistir. En su mente estaba grabada la imagen de
su rostro al recibir la noticia, aquel peculiar brillo de felicidad en sus ojos
cuando le informaron que había sido escogido para participar en las
investigaciones de uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de
los últimos tiempos.
Se acercó a él y le quitó los lentes con mucho cuidado
para que se sintiera más cómodo.
Sin duda había sacrificado muchas cosas por ellos, y por
esto le estaría eternamente agradecida. Para ella, él era el mejor padre del
mundo. Definitivamente tenía que hacer un esfuerzo por su papá y adaptarse a
su nueva situación.
-¿Cuánto tiempo nos falta para llegar? dijo con
impaciencia una voz chillona desde el interior del bolso que tenía en su
regazo.
-Habla más bajo Kero murmuró Sakura La azafata me dijo
que aterrizaremos en 10 minutos
-¡Es que ya no puedo más! protestó el guardián.
-¡No grites! contestó entre dientes.
-¿Le puedo ayudar en algo? dijo una amable voz a sus
espalda.
-AAAAAAAAAAYYYYYYYYYY.....
-Oh, ¿la he despertado? preguntó algo apenada la
aeromoza Realmente lo lamento, pero juraría que la escuche quejarse
-No se preocupe, es que..... es que.... la mente de la
joven Kinomoto comenzó a buscar una respuesta medianamente convincente lo más
rápido posible ...Es que a veces hablo dormida concluyó con una sonrisa
nerviosa.
-Comprendo. Le recuerdo que debe colocarse el cinturón
de seguridad
-Sí, ahora mismo contestó, mientras ajustaba torpemente
el cinturón.
La mujer sonrió y se marchó, aunque era difícil saber
si fue porque creyó en las palabras de Sakura o por pura amabilidad. A la
muchacha le regresó el alma al cuerpo cuando vio alejarse a la azafata y se
volvió con expresión disgustada hacia el muñeco.
-Debes tener más cuidado, por poco te descubren
-Lo... lo siento Sakura, pero es que tengo hambre, frío
y además estar en ese pequeño bolso es muy incomodo...
-Sólo unos minutos más Kero, ten un poco de paciencia
le consoló la joven.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Por más que lo intentaba, no lograba comprender el
significado de aquellas palabras; suspiró con algo de frustración y la leyó
nuevamente. Nada. Definitivamente aquello no tenia ningún sentido.
-Déjame intentarlo de nuevo dijo una voz a su lado.
-Es todo tuyo contestó con fastidio, mientras le pasaba
el viejo y pesado libro.
-Tal ves sea alguna especie de señal concluyó al cabo
de unos minutos.
-Tiene sentido... Entonces debemos esperar ver una
estrella brillante en el Este; pero todavía no entiendo lo demás
-No sé, podría ser algún objeto que debamos buscar...
sabes que aquí todo esta escrito en metáforas.
-Metáforas... Podrían haber incluido un diccionario
para hacernos este trabajo un poco más fácil comentó con ironía.
Su acompañante lo miro de reojo con reprobación. ¿Cómo
podía tomara tan a la ligera ésta situación?.
-¿Qué crees que pase ahora? preguntó sin hacer al caso
a gesto.
- Es difícil de decir. le contestó Tenemos que esperar
y ver que ocurre
-Eso
es lo único que hemos hecho desde ese día dijo con rabia, al mismo tiempo que
se colocándose de pie.
-¡¿Y acaso crees que eres el único que se siente
impotente?! cerró el libro de un golpe - Esto es difícil para los dos, pero
por ahora no podemos hacer nada. ¡Ese sujeto es demasiado poderoso como para
combatirlo nosotros solos! Si lo hacemos, seguramente nos aplastara como a
insectos.
El primero reflexionó unos instantes, y comprendió que
su actitud no era la mejor de todas.
-Lo siento, no quuise comportarme de esa manera murmuró
con vergüenza.
-No importa, creo que estamos demasiado presionados
-¿Haz tenido notiicias de él? preguntó recordando algo.
Su acompañante se limitó a hacer un gesto negativo.
-Se esta demorando demasiado en darnos una respuesta...
comentó con suspicacia.
-Aún no confías en él ¿verdad?
Se disponía a contestar cuando una extraña sensación
estremeció todo su cuerpo y un pequeño objeto colocado sobre la mesa comenzó
a brillar intensamente.
Otra vez esa poderosa y aterradora energía se
manifestaba. Ambos intercambiaron una mirada de preocupación, eso sólo podía
significar una cosa: una nueva victima había sido escogida...
Y debían detenerlo cuanto antes.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
El aeropuerto internacional de Londres era un verdadero
laberinto de pasillos, salas y escaleras; Touya tomó parte de las maletas y
junto a su padre y hermana empezaron a buscar a la personas que iría
recibirlos, pero con todo ese bullicio parecía imposible encontrarla.
-¿Cómo es la señora Wesley papá? preguntó Sakura
buscando con la mirada entre la multitud.
- Bueno, ella es pelirroja, alta y...
-Olvídenlo, allá esta dijo Touya con una gota de sudor
en la cabeza.
-¿Dónde? dijo la más joven de los Kinomoto siguiendo
la mirada de su hermano y una enorme gota resbaló por su nuca.
Entre la muchedumbre destacaba una mujer pelirroja que
alzaba un gran cartel de un tono anaranjado muy similar al que usan los fiscales
de transito, que con certeza se podía divisar desde un avión en pleno vuelo;
en él estaba escrito en letras enormes su apellido: KINOMOTO
Era obvio que la famosa discreción británica no era una
de las características de la arqueóloga.
-¡Tanto tiempo sin verte Fujitaka! - saludó con alegría.¿Ella
es la pequeña Sakura? ¡Pero si ya es toda una señorita! - Al ver que la chica
miraba perpleja el letrero explicó con cordialidad Se que es un poco exagerado,
pero como estamos al final de la temporada alta hice el cartel lo más
estridente posible para que me pudieran localizarme con mayor facilidad. Además
deben estar deseando descansar en su nueva casa
-Y vaya que funcionó comentó divertido el señor
Kinomoto.
Después de los saludos respectivos se encaminaron a la
salida del aeropuerto.
-El próximo lunes comenzaremos a trabajar dijo Wesley
mientras se dirigían al auto Te vas a quedar boquiabierto cuando la veas, ¡es
enorme! y tiene los grabados más raros que he visto. Debo confesarte que esto
me tiene totalmente desconcertada, el lugar y la forma en que apareció... además
las pruebas que hicimos son incapaces de dar una fecha; inicialmente pensamos
que estábamos cometiendo algún error, pero cuando recibimos los resultados de
Cambridge, Harvard y la universidad de Columbia con las mismas conclusiones nos
dimos cuenta que esto no era una simple casualidad. Y tú, ¿qué me puedes
decir de los muestras que te envié?.
-No pudimos concluir nada - respondió haciendo un gesto
negativo. Pensé que podía haber contaminación y por eso el carbono 14 no daba
resultados coherentes, después, cuando vi los gráficos, me di cuenta que esto
no tenía ni pies ni cabeza.
El seño Kinomoto suspiró algo frustrado, sin embargo
Susan parecía estar totalmente complacida. A Fujitaka no le extraño nada, sabía
perfectamente el significado de ese brillo en sus ojos. Si algo le encantaba a
su amiga era los retos y este reunía todos los requisitos para mantenerla
distraída durante un buen tiempo.
Efectivamente, las investigaciones sobre el Arca de
Salisbury (nombre con el que los medios informativos habían bautizado al
singular objeto) se habían complicado más de lo esperado. La primera
dificultad era las descomunales proporciones del mismo: era un enorme cilindro
de piedra de 2,5 metros de alto por 5 metros de diámetro, lo cual hacía
imposible meterlo en un laboratorio. La segunda era que su datación se hizo
irrealizable (por razones desconocidas ninguna de las pruebas dio una fecha
siquiera aproximada) y tercero, el terrible debate que se formó con relación a
su origen y utilidad. Ni hablar del revuelo que causaron a nivel mundial los
hechos en Salisbury... y no era para menos; en total fueron 228 muertos, 634
heridos y 716 millones de dólares en daños materiales. Se especuló de todo,
desde la presencia de OVNIS hasta anuncios del fin del mundo, pasando por el
fraude y los ataques terroristas... definitivamente las redacciones de los
tabloides sensacionalistas británicos nunca habían estado tan convulsionadas.
La Universidad de Oxford se sentía orgullosa de ser la
encargada de efectuar las indagaciones concernientes, pero pronto se dieren
cuenta de que la situación se le escapaba de las manos, por lo cual buscaron la
ayuda de otros institutos. Comenzarían a llegar expertos de todo el mundo para
tratar de descifrar los misterios del Arca por lo que se decidió trasladarla al
Museo Británico donde se tenían mejores instalaciones para la investigación.
Una vez en el auto, Susan y Fujitaka comenzaron a hablar
del Arca de Salisburyen términos muy técnicos que resultaban totalmente
incomprensibles por lo Touya se recostó de la puerta con toda la intención de
dormir un poco más, mientras que su hermana se dedicó a ver por la ventana el
que sería su nuevo hogar.
Las diferencias entre Londres y Tomoeda eran más que
evidentes. Londres era una ciudad enorme, con mucha historia, de clima lluvioso
y algo sombría, pero innegablemente fascinante...
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Sakura cuando
comenzó a sentir una sorprendente energía...
Increíblemente poderosa...
E igualmente maligna...
La Card Captor comenzó a buscar con la mirada la fuente
de aquella presencia tan oscura, no debía estar muy lejos de allí, de hecho la
sentía cada ves más cerca. No tardo mucho en divisar una sombra que se
desplazaba con agilidad entre los techos de los edificio únicamente luminados
por los rallos de la luna.
-!Allí esta! pensó.
- Sakura... murmuró Kero con nerviosismo desde el bolso.
Ella sólo asintió sin apartar la vista de aquel ser.
Tomó el pequeño dije que escondía el poder de su báculo entre sus manos con
fuerza; algo le decía que en cualquier momento eso la atacaría sin piedad y
debía estar preparada para lo peor.
El auto se detuvo ante la luz roja de un semáforo y para
sorpresa de la joven Kinomoto la sombra también lo hizo en el tejado de una
casa cercana. En ese momento pudo detallar mejor al desconocido: Aparentemente
era humano, ataviado con una capa tan negra como la noche y una capucha que
impedía ver su rostro, pero lo más sobresaliente era la enorme hoz que sostenía
en sus manos, la cual centelleaba con la luz de la luna.
Sakura palideció ante aquella imagen, era como
encontrase cara a cara con la muerte...
Sin embargo...
Desapareció en un abrir y cerrar de ojos... al igual que
su maligna influencia.
¿Por qué?¿acaso fue por qué se dio cuenta de que lo
había descubierto?
-¿Sucede algo Sakura?; preguntó Touya
-No, nada hermano; mintió Sakura.
Tal ves todo fue producto de su imaginación.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
El
muchacho se sentó agotado. No había sido un viaje fácil, a causa de la
imprevista tempestad que estalló durante el vuelo y que forzó al piloto a
regresar a Hong Kong; pero eso ya había pasado, ahora estaba a salvo en tierras
británicas y sólo esperaba que Wei terminara el tradicional papeleo de
inmigración.
De repente, su descanso se vio interrumpido cuando la
mochila que traía entre sus brazos, empezó a emanar una tenue luz; intrigado,
la abrió y vio que el causante de ese fenómeno era el tablero que alguna vez
le sirviera para atrapar las cartas Clow. El brillo que envolvía al artefacto
se hacia cada ves más intenso, hasta que disparó un rayo de luz que atravesaba
uno de los pasillos del aeropuerto. Sorprendido ante tan insólito hecho, decidió
averiguar que era lo que lo producía.
Caminó con calma entre la multitud de transeúntes hasta
una sala poco concurrida, donde el rayo terminaba abruptamente en el medio de la
nada. El joven se concentró intentando percibir alguna presencia extraña, pero
no consiguió ninguna.
- Tal vez se daño durante el viaje; murmuró mirando con
cierto desdén al aparato.
Sin embargo, algo llamó su atención: era una muchacha
de aspecto occidental, rubia, que estaba parada frente a las grandes ventanales
que daban hacia las pistas de aterrizaje. Le dio la impresión de que estaba
esperando a alguien, y a juzgar por la expresión de su cara debía estar
realmente preocupada. Por un momento sintió el impulso de acercarse a ella,
pero luego consideró la idea absurda, era una perfecta desconocida y lo más
seguro era que ni siquiera conociera su idioma; lo mejor sería buscar a Wei y
revisar el tablero en cuanto llegara a casa.
Se disponía a marcharse cuando una densa niebla de color
negro empezó a inundar el lugar. Miró a los lados. Todas las personas que se
encontraban a su alrededor seguían normalmente con sus actividades;
aparentemente él era el único que podía ver la inexplicable bruma. Súbitamente
empezó a sentir una presencia muy poderosas... y maligna.
En el punto en el que el rayo de luz se había detenido,
había comenzado a surgir una figura difusa que poco a poco se hacia más clara;
ante él apareció un extraño ser de aspecto humano, ataviado con una túnica
oscura y una capucha que impedía divisar parte de su pálido rostro, en sus
manos sujetaba una enorme hoz, que le daba el aspecto de la misma muerte.
El ser buscó con la mirada entre la gente, que
continuaba con su rutina como si nada estuviera pasando, cuando sus ojos se
toparon con los del joven mago; lo observó por unos segundos con evidente
desagrado. Shaoran estaba paralizado, la energía que irradiaba esa cosa era
aterradora; armándose con todo su valor dirigió una mirada desafiante al
desconocido con toda la determinación de enfrentarse a él si le lo atacaba;
pero éste no hizo nada... algo más atrajo su interés y una malévola sonrisa
curvo sus labios de aquel ser...
Shaoran contempló como la misteriosa figura se dirigía
hacía la joven rubia (que se mantenía inmóvil mirando a través de lo
ventanales) levantando amenazadoramente su hoz.
¿Qué estaba haciendo hay parado?. Ese sujeto estaba
apunto de matar a la chica frente a sus ojos ¡él debía hacer algo para
evitarlo!.
Sin tener muy claro que iba hacer, comenzó a correr
hacia la joven con todas sus fuerzas, dejando caer el tablero. El ruido alertó
al ser sobre la intromisión del mago, lo que le obligó acelerar el paso... No
estaba dispuesto a perder esa oportunidad; empuño su arma con decisión preparándose
para asestar el golpe mortal.
- ¡CUIDADO!;
gritó Li mientras se arrojaba sobre la sorprendida muchacha, justo a tiempo
para salvarla del ataque del sombrío ente.
Ambos cayeron aparatosamente al suelo. Sin perder tiempo
sacó de su bolsillo el talismán para invocar su espada, estaba dispuesto a
enfrentar a su enemigo, pero... ¿dónde estaba?. Había desaparecido al igual
que la neblina. Observó a su alrededor, todo había vuelto a la normalidad y
además ya no sentía la perversa presencia...
-¡Suélteme!; casi gritó una asustada y furiosa voz
femenina.
En ese momento, el joven se dio cuenta que estaba encima
de la chica en cuestión... y de una forma muy poco apropiada. A decir verdad,
cualquiera que hubiese visto la escena, hubiera pensado que Shaoran estaba
haciendo cualquier cosa menos ayudarla...
Los dos quedaron justo detrás de una fila de sillas y la
mano izquierda de joven chino estaba sobre el... pecho de la muchacha, con tal
firmeza que impedía que ésta pudiese levantarse, y peor aún, la forma en
sujetaba el talismán era bastante sospechosa, parecía que la estuviera
amenazando con un extraño puñal.
Li quedó en shock durante unos segundos, mirando a la
indignada europea, mientras su rostro comenzaba a tomar un color rojo encendido.
Estaba tan nervioso que no podía pensar (apenas y podía respirar), prácticamente
por acto reflejo se apartó de ella totalmente sofocado. Esta era con creces la
situación más embarazosa de toda su vida.
-¡Te juro que no es lo que estás pensando...!; intentó
explicarse, mientras la joven rubia se apartaba de él con aprensión;es que
yo... yo...
-¡APÁRTATE DE MI HERMANA DEGENERADO!
El mago no tuvo tiempo ni de reaccionar, alguien lo agarró
por el cuello de la camisa y lo tiró con todas sus fuerzas contra una columna
cercana. Totalmente aturdido por el golpe consiguió encarar a su agresor, era
un chico rubio de aspecto occidental que lo miraba con cara de querer matarlo ahí
mismo.
Para ese momento, ya todas las personas de la sala
observaban con curiosidad el acontecimiento.
El muchacho occidental lo tomó por la chaqueta levanto
el puño con toda la intención de darle una paliza. Aún confundido por lo
sucedido, Shaoran sólo cerró los ojos, esperando el golpe... pero no sintió
nada. Decidió ver lo que ocurría. La mano del muchacho se encontraba a pocos
centímetros de su rostro, había sido detenido por la joven.
-Déjalo tranquilo y salgámonos de aquí, podría
descubrirnos en cualquier momento
-Está bien... cuando termine de darle un lección a éste
idiota
-¡Si viene un guardia te vas a meter en problemas! Además
todo el mundo nos esta mirando.
-¡Pero es que...!!
- ¡Ahora!; lo interrumpió con firmeza.
Su hermano odiaba aceptarlo, pero ella tenía toda la razón.
Después de reflexionar por unos instantes se volvió a Shaoran (al que aún tenía
fuertemente sujeto contra la columna) para darle una última advertencia.
- Escúchame bien desgraciado, si te vuelvo a ver cerca
de mi hermana, ten por seguro que te voy a despedazar con mis propias manos y lo
que quede de ti será comida de cuervos... Espero que te haya quedado claro.
dijo en tono amenazador.
Soltó a Li de muy mala gana y se marchó.
El mago siguió con los ojos a la pareja de hermanos
mientras se encaminaban a la salida. Antes de irse, la muchacha le dirigió una
última mirada que él evadió de inmediato, no tenía el valor para verla a la
cara. Seguramente ella debía pensar que era alguna especie de pervertido o algo
así. Quería disculparse, hacerle entender que todo era un malentendido, ¿pero
qué le iba a decir?... Perdona que te moleste otra ves, pero puedo explicártelo
todo... Había un espectro vestido de negro con una gran hoz que intentó
matarte; y como yo era el único que lo podía verlo era mi deber ayudarte....
Cuando ese sujeto estaba apunto de cortarte en dos yo me tiré sobre ti para
protegerte. Me preparaba para luchar con él con éste talismán que sirve para
invocar una espada mágica, pero desapareció antes de que pudiera hacer algo...
- Dios... si le digo eso, no sólo pensará que soy un
pervertido, sino que también estoy completamente loco; pesó Shaoran mientras
se llevaba la mano a la cara totalmente avergonzado.
Y por su puesto, no podía olvidar el ultimátum que le
había dado el bestia que tenía como hermano. Lo mejor sería retirarse y dejar
las cosas como estaban... por mucho que le incomodara.
Totalmente adolorido por choque con la columna, recogió
el tablero del suelo y lo miró fijamente.
Por un instante dudó de sus propias facultades, incluso
de su salud mental. Tal vez todo lo que vio no habían sido más que
alucinaciones suyas, sin embargo...
- Si fue así, entonces... ¿por qué el tablero reaccionó
ante esa presencia...?
Agotado por todo lo ocurrido se quitó la chaqueta, lo
que descubrió le heló la sangre. En la parte posterior de la misma había una
enorme abertura que iba de izquierda a derecha de forma descendente,
aparentemente realizada por una hojilla filosa...
No, ese ser no pudo ser producto de su imaginación, era
real, escalofriantemente real...