Graciela Kiriadre

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EL HAMBRE DE MI PUEBLO

Hoy me duele la panza de hambre ajena, al ver como revuelven la basura

pobres indigentes en nuestra tierra

hurgando sobras, tapando hambruna.

Hombres, niños, niñas embarazadas, en el baldío terreno

no, para ver un partido, ni jugar

están llevando migajas al cuerpo.

Entre moscas, ratas y lagartijas, se entremezclan el negro barro y sueños

sueños que quedaron entre cenizas

desde que dejaron de ser obreros.

Hoy me duele la panza de hambre ajena, siento vergüenza, porque estoy comiendo

un asado o guiso de lentejas

da lo mismo, ellos están muriendo.

El orgullo está enterrado, buscando basura en la comida

perdieron las técnicas por no sembrar

nadie los siguió educando.

Hoy me duele la panza de hambre ajena, siento vergüenza, porque estoy comiendo

¿Le pasará lo mismo al gran jefe?

¿O tan sólo pensará en su gobierno?

 

 

LEVÁNTATE sin mirar el mal de los demás

 

A pesar de no saber

qué camino he de seguir

que algunos señalan mi andar

tengo que sobrevivir

mi alma errante algo sabe

que no es necesario morir para caminar.

A pesar de creer en la existencia de injusticias

que a menudo un juez dictaminó

tengo que valorar mi lucha

mi semblanza

y mi dolor

que me deja sin fuerza algunas veces

pero demuestra, no ser en vano

cuando, no acallo mi voz.

Creen los malvados

que alardean

que en cada día

de mis sueños se adueñan

sin ver claro el horizonte

sin ver los jardines de mis flores

creciendo estrepitosamente

ya que tienen lo necesario

el roce y la brisa diaria de esperanza

diciendo

—Presente, aquí estoy.

Gritáis todos al viento

a los que viven y se desviven

al amigo y al enemigo

a los hijos y a los sueños

a la hipocresía y a la decepción

¡Yo, me levanto cuando quiero!

Por creencia y con pasión

 

 

 

 

—¡Loca!

— Me han gritado

unos cuantos

sin ver claro mi dolor.

—¡Aquí estoy!

—Yo les digo.

—¡Aquí estoy!

Yo, mi amor y mi dolor.

Porque en mi dolor, creo

con mi dolor, sueño

y convivo sabiendo

que es impropio

enterrarlo, por precaución.

Prefiero colocarlo frente a una mesa

mirarlo, sin pestañeo y observarlo;

observando y mirando aprendo

que todos somos su creador.

Desde niña supe

de igualdades y parecidos

de temperamentos y características

de virtudes y de flagelos

de maldades y de bonanzas

creyendo yo ser la buena

y los malos ellos;

hasta que crecí

y pude ver, mi no - razón.

Todos poseemos un jardín

con flores blancas y olor a jazmín

con bellos pimpollos y gladiolos

con arañas

y algún malvón.

Todos poseemos un jardín

con hierba seca

yuyos

moscas y mosquitos

con ortigas

con pulgones

babosas y caracoles

y alguna hormiga

adueñándose de las hojas del verde pimentón.

Todos poseemos un jardín

sufriendo largas lluvias y sequías

penando escarchas

soportando quemados calores

suplicando días mejores

colocando nuevos brotes en estanterías

sin destruirnos

sin llorar

resignando y amando

sin dejar de trabajar.

A pesar de no saber

qué camino he de seguir

que algunos señalan mi andar

tengo que sobrevivir

mi alma errante algo sabe

que no es necesario morir para caminar.

Y todas las noches

salgo para ver, mi jardín

sabiendo que la lucha es larga

penosamente larga

porque detrás de un pimpollo

rojo, rosa, blanco o celeste

el enemigo se refugia en su guarida

esperando por mi partida.

Yo, les digo

—¡Aquí estoy!

Luchando por embellecer mi jardín

sabiendo que unos cuantos

no luchan, por un tan sano y benéfico fin.

 

¿Acaso serás.....?

 

Tu rostro dibujado en las estrellas

despertaban mis mañanas

¿Acaso, eres un visitante distinto?

¿O eres el de siempre?

Cubierto por lágrimas secas, alejadas.

¿Eres un sueño,

una imagen,

..............un deseo?

¿Eres Dios, un ángel, o la muerte al acecho?

 

¿QUIÉN DIJO QUE ES COSA SOLO DE HOMBRES?

 

Para que no quieras llorar

para que no duermas sola

para usar tu mano

sobre tu cuerpo un rato

para que la cama calme

tus horas encantadoras

haciendo de tu sueño

una gloria amansadora

con éxtasis alocado

propongo un rato

de invitación auto proclamado.

Para sentir,

para volver a transpirar,

tal vez

tenga un poema que quiera encender

en tus mejillas blanquecinas

perdidas arrugas

perdidos años joviales

que busca entre películas

el amor de un grande.

Despeina tus años

escapando un nuevo movimiento

mano tímida, gruesa

que el frío del día

hierva esperando

sabiendo de roces

de bienvenidas.

Para concentrar el encuentro

la experiencia me enseñó

a desconectar el teléfono

apagando el televisor

de las moscas y mosquitos

que distraen en vos

que molestan en esta situación

dos pequeños toques

de repelente

adelantándose al problemón.

Para disfrutar el momento

tu momento

mi mejor consejo

cierra los ojos del dormitorio

boca abajo escuchando tu respiración

creyendo estar frente a ti

un retoño

brazos esculturales

piel acaramelada

un fuerte joven grandulón.

Siento que ahora estas más cerca

de reír que de llorar

no sé, si carcajadas tendrás

no sé, si reirás

pero, en las esquinas de tu barrio

charlando con doña Rosa la quejosa

mientras ella refunfuña

de su esposo lento

alardeando no usar bolsa caliente en invierno

refregando sus no solitarias noches

recalcando tu soltería envejecida

recordarás aquella noche

que entre sueños y sin reproches

disfrutaste tu mejor

auto compañía.

 

RECUERDOS ETERNOS

 

Dueño de mis recuerdos

convirtiendo a los días

en sueños de ausencia, eternos.

 

Extraño tus besos sobre mis mejillas

barba ruda

a veces cruel, amarga

sintiendo seguridad

rozando mis faltas, mis fallas de cordura.

 

Apoyaste el crecimiento adolescente de mi vida

enseñándome a ser un ruiseñor

cantándole a las tristezas, a las alegrías

creando imaginariamente puentes

barandas de donde asir las dudas

a los presentes y futuros desamores

pero, nunca me enseñaste

a vivir sin ti

sin tu mano, en mi frente.

 

Hoy observo un espejo

y encuentro en mí

tu figura sin tu cuerpo

soy tu sombra

soy tu ilusión

soy tu niña enamorada

soy yo, tu nieta,

que aún te extraña con pasión.