En esta sección y
sin guardar un orden cronológico o temático, escribiré
sobre temas variados relacionados con el Ojuelos que se fue pero que aún
vive en mis recuerdos.
Las campanas
Nuestra Parroquia fue remodelada
y decorada en su interior estando al frente de la Parroquia el Sr. Cura
Dn. Francisco López, y al mismo tiempo mandó hacer las campanas
porque las que había estaba rotas sobre todo la mayor.
Estas nuevas campanas fueron
fundidas aqui en Ojuelos en la casa “El Diezmo”. Era un verdadero espectáculo
el ver como se iba construyendo en primer lugar los hornos para fundir
el metal, después los moldes para que una vez que el metal llegaba
a estar líquido lo vaciaban en los moldes. Era, como decía,
una verdadera admiración, siempre había mucha gente viendo
el proceso desde su principio hasta la terminación y hasta que fueron
puestas en su lugar no solamente en el templo parroquial sino que también
hicieron una para el Santuario del Refugio, dado que ahí en ese
santuario se utilizaba como campanas un par de cilindros de gas y una llanta
de carro que eran de metal pero que se oían bien, claro que no tan
bien como las campanas que después colocaron y que actualmente se
usan.
Desgraciadamente por el ruido
que hay por el tráfico de los vehículos que pasan por el
lugar ya no se escuchan las campanas que trasmitian alegría o tristeza
según el caso, porque cuando alguien muere tocan las campanas de
una manera y cuando es fiesta se tocan con mucha alegría,
El ejecutor de la hechura de
las campanas fue Dn. Julio Elizalde allá por los años cuarenta.
Campanas
en Semana Santa
La Semana Santa en el tiempo
que estuvo al frente de nuestra Parroquia Dn. José Quezada se celebraba
de una manera curiosa el Jueves Santo se cerraba la “Gloria” y en ese momento
dejaban de tocar las campanas hasta que se abría que era el "Sábado
de Gloria" como a las diez de la mañana.
Cuando estaba cerrada la “Gloria
“ se llamaba a misa y a los actos litúrgicos de dos formas una ponían
una matraca grande en el campanario era como un cilindro de madera más
o menos de un metro de largo y una circunferencia de aproximadamente un
metro misma que tenia espacios y entre ellos maderas pesadas que al darle
vuelta sonaban como matraca.
Con el paso del tiempo y debido
al tráfico de vehiculos, se ideó la manera de llamar a los
oficios con un artefacto que consistía en un cajón delgado
con unas como jaladeras pero un poco mas grandes y que al moverla de izquierda
a derecha sonaban fuertecito y andaban por las calles sonándola
para que los fieles se dieran cuenta de la primera llamada, la segunda
y la ultima,
El altar
y los juegos en Semana Santa
El altar de Jueves Santo lo decoraban
con naranjas, una banderita dorada, botes con trigo verde y un buen numero
de velas. Alrededor del templo en la pared colgaban pajaritos en su jaula
y cantaban sus trinos, detalle que alegraba ese día, mientras que
en una capilla que tenia como una especie de reja ponían a Jesús
el Nazareno preso y tocaban con una flauta (chirimia) melodías muy
tristes.
La mayoría de la juventud
como cuando se cerraba la “Gloria” no se trabajaba y se ponían a
jugar a los cocos de aceite, por la calle que ahora se llama “José
Robledo”. Era un verdadero espectáculo, quien vendía los
cocos era Dn. Pánfilo Pedroza que tenia una batea grande atiborrada
de cocos y toda la gente le compraba. Estos cocos los usaban compitiendo
a base de pegar uno contra otro y el que se descarapelaba primero era el
que perdía y se llevaba el coco de aceite.
Después que desapareció
esta costumbre a los jovenes les dió por jugar en la Plaza al “Quien
te pego” que consistía que se ponía un muchacho agachado
y tapado de la cara y alguien le daba una nalgada, el castigado tenia que
adivinar quien habia sido y mientras no lo hiciera seguían pegándole.
Desgraciadamente esos juegos
ya se han perdido.
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