1978
Corella donde yo nací
José Jiménez Delgado, C.M.F.
Doctor en Filología Clásica

Corella donde yo nací
Una página elogiosa de Corella de uno de sus hijos más ilustres, ALFONSO LOPEZ DE CORELLA, médico del siglo XVI.

Con letras de oro tendría que grabarse una página sumamente elogiosa, que dejó escrita uno de los hijos más ilustres de nuestro pueblo, conocido mundialmente con el nombre de Alfonso López de Corella, médico relevante del siglo XVI. Figura dicha página en uno de sus opúsculos escritos en latín, que lleva por título "Las ventajas del vino", opúsculo, que dentro de unos meses publicará, Dios mediante, la institución cultural navarra "Príncipe de Viana".

Mientras sale la edición, no estará de más dar a conocer en este Programa de Fiestas de Corella de 1978, la elogiosa página de referencia, que honra a la vez a España, a Navarra y al pueblo donde nació el ilustre escritor corellano.

Lo mismo que el Laus ltaliae de Virgilio, el Vir Celtiberus de Marcial, el Laus Hispaniae de San lsidoro, la página que voy a transcribir, representa el Laus Cureleae y el Laus Navarrae, digno de figurar en cuantas antologías se publiquen en alabanza de Navarra y de uno de los pueblos más importantes de la Ribera.

Dice así la página, que hoy ofrezco a la admiración de los corellanos en Fiestas:

"Digo, pues, que si alguna tierra es digna de alabanza por sus buenos vinos, esta tierra es sin duda España; pues España produce toda clase de vinos, perfectos en su género, cuales en vano tratará de encontrarse en otros pueblos. Hay una ciudad llamada San Martín, que da un vino rosado superior al falerno. La ciudad de Toro produce un tinto que no cede a ningún otro. ¿A qué encomiar la ciudad de Madrigal, Yepes, Ribadavia, que por el generosísimo vino que producen, son célebres en el mundo entero? Pero, entre otras, también nuestra Navarra, así como es fertilísima en todo, así es fecundísima en la producción de vinos. Pues hay muchas regiones que tienen buenas viñas, pero no son fructíferas; otras en cambio son muy fructíferas, aunque no dan buen vino. Pero Navarra produce vinos excelentes y abundantes más que ninguna otra región. Y para recomendar la fertilidad de Navarra, basta fijarse en Corella, tierra donde yo nací, donde el suelo es tan rico, que es muy apto para producir cualquier clase de frutos. Allí se dan abundantes mieses, copiosas uvas, ricos olivos, de los cuales están plantados en orden admirable sus tierras. Pero, a ¿a qué ponderar su trigo, sus uvas, sus olivos, si no hay árbol que no se dé en el suelo de Corella? Y ciertamente, anque en toda España, como dice Justino, es maravillosa la salubridad de su clima, hay que confesar que Navarra - lejos de mí la jactancia o adulación - es la más saludable de todas; pues en ella el sol de verano no es abrasador, el frío de invierno no es horripilante, sino que reina una temperatura placentera; por lo cual esta región es sumamente saludable".

La página que acabo de transcribir está tomada, como antes he dicho, de un interesante tratado sobre las ventajas del vino, que lleva el título siguiente: "De vini commoditatibus". Dicho tratado, que constituye un verdadera tesoro, está escrito por un médico de Corella del siglo XVI de fama internacional, y estudia bajo el punto de vista médico las ventajas del vino y los inconvenientes del mismo, cuando de él se abusa, presentando un análisis detallado de la borrachera, sus clases y sus remedios. El opúsculo se imprimió en Zaragoza en 1550 y constituye hoy una joya bibliográfica de incalculable valor, ya que sólo existen, que yo sepa, dos ejemplares de dicha edición: uno que se conserva en la biblioteca universitaria de Salamanca y otro en la biblioteca nacional de Madrid. Por otra parte el libro, escrito sin pretensiones literarias, constituye una obra digna de todo encomio, tanto por su autor, como la espontaneidad y elegancia de su latín, por el recurso sistemático a las mejores fuentes de su época y aun por la naturalidad y finura de la exposición del tema. Hora es, pues, de sacar a relucir esta página gloriosa de nuestro pueblo y con ella la justa fama de que él goza desde tiempos muy remotos por la salubridad de sus tierras, la fertilidad de sus campos y sobre todo por la excelencia de sus vinos.

Madrid, Julio de 1978.

José Jiménez Delgado, C.M.F.
Doctor en Filología Clásica