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EL HOMENAJE A UN COMPAÑERO
ARTICULO EN EL DIARIO EL TIEMPO EN FEBRERO DE 2003
Hoy, la nación se enluta nuevamente con la muerte de varios de sus hijos predilectos,oficiales,suboficiales y soldados miembros de nuestro Ejercito Nacional que tras cumplir con su deber fallecieron en un absurdo accidente aéreo. Allí perdió la vida el Capitán Pablo Antonio Osorio Higuera, oficial llanero de excepcionales calidades. Hace un tiempo, en cumplimiento de su vocación, fue herido gravemente y quedó ad portas de la muerte. En su proceso de recuperación, fue enviado a una Unidad Militar en Bogotá, donde su espiritu infatigable y el deseo de cumplir con su deber hicieron que pese a su condición física, sus superiores le permitieran laborar. Fue enviado como coordinador de las obras de desarrollo comunitario que la XIII Brigada efectuaba en zonas deprimidas de la Capital.
Los vecinos de Ciudad Bolivar lo recuerdan como un trabajador incansable, sencillo, honesto, que laboraba hombro a hombro con la comunidad. Era usual verlo adelantando reuniones con miembros de las juntas de acción comunal,dialogando con los jóvenes, convocando a los miembros de laspandillas para hacer parte de los programas de reinserción, organizando jornadas lúdicas para los niños, pavimentando vías, construyendo caminos peatonales, dictando charlas a los padres de familia de los pequeños alumnos de las escuelas de primaria a su cargo. Tras cumplir con esta labor, fue enviado a la Aviación del ejercito, donde se destacó como uno de los más avezados pilotos.
Este Oficial y muchos otros caídos a lo largo y ancho de nuestra geografía, con su sacrificio renuevan la mística de la institución, la vocación de sacrificio, la fe en el país.
Para el Capitán Osorio solo queda el homenaje del recuerdo, aquel que permite expresar: "Yo tenía un compañero...otro igual yo no encontraré".
Capitán Cesar Augusto Castaño Rubiano |
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