APUNTES

Desde Club de Paleontología para Aficionados

EL ÁMBAR


Insecto atrapado en ámbar.

El ámbar (nombre que viene del árabe, que significa, lo que flota en el mar), es un material derivado de las resinas fósiles, producidas por la secreción de ciertas coníferas del pasado. Su nombre se generó por que éste flota en el agua salada, siendo arrastrado hacia la playa, en las zonas del Mar Báltico.

Es también conocido como electrón debido a las propiedades eléctricas producidas por el roce, en tanto que en los diccionarios aparece con el nombre de succino (del latín succus: jugo de árboles), este material tubo por primera vez su reconocimiento como una substancia derivado de los árboles, con el naturalista griego Caius Plinius (23-79-D.C), quien acertadamente afirmó que el ámbar proviene de una piña.

El ámbar es una "piedra" muy apreciada desde la prehistoria ya que se le atribuían propiedades curativas siendo también usado como talismán, en este contexto por ejemplo en Dinamarca se encontró una pequeña pieza de ámbar en forma de cuña, el lugar del enterramiento fue fechado en 10.000 años. Durante largo tiempo se le ha dado diversos usos en medicina popular. Actualmente esta restringido su uso a joyas y en la industria de la perfumería como preservante.

Posteriormente en el siglo XVII, el ámbar fue reconocido como una resina vegetal fósil, que secretaban ciertos árboles en el pasado.

En épocas pasadas (Jurásico - Cretácico - Terciario) existieron grandes bosques con árboles que secretaban una sustancia resinosa que caía en forma de gotas y que se acumulaban en ramas, corteza, o a los pies de los troncos, atrapando en su caída toda clase de vegetales e insectos que se adherían a esta aromática substancia natural. Luego comenzaba un proceso natural de enterramiento, poco a poco la resina se endurecía transformándose en el mineral que hoy conocemos como ámbar.

El ámbar en su forma natural es irregular, luego estas piezas se pulen para poder apreciar los materiales contenidos en su interior.

Propiedades y características del ámbar

El ámbar es un material generalmente amarillo. Sin embargo existen diversas tonalidades que van de los amarillos, anaranjados, rojos, marrones, azules, verdes hasta aquellos que no tiene color y por lo tanto son transparentes, y por ende los más valiosos. El ámbar es inodoro, muy liviano pero quebradizo, cálido al tacto y no se disuelve con el agua, se
derrite sólo con el calor aproximadamente a los 300° celcius. Es muy blando siendo de 2 a 3 su dureza dentro de la escala de Mohs.

El ámbar se da en diferentes tonalidades que van desde el transparente al rojizo pasando por los azulados, verdosos, amarillos y anaranjados, siendo los primeros los más valiosos.

Depósitos

Importantes yacimientos se encuentran en los países que se ubican en el Mar Báltico, como Rumania, Rusia, Birmania, donde llegan flotando a cada momento grandes cantidades de ámbar que es arrastrado hacia la orilla, este ámbar viene a medio pulir ya que el arrastre y el roce van puliendo las piezas.

Uno de las grandes depósitos se encuentran en la península de Samland en Rusia. La edad de este ámbar es terciaria y pertenece a un Abeto (Picea Succinifera), otros depósitos con gran abundancia de ámbar son los de República Dominicana, en este país existen estratos profundos y por lo tanto se debe excavar mucho metros. Sin embargo en otras circunstancias aparece casi superficialmente. También hay yacimientos en Lituania y Puerto Rico.

El ámbar se caracteriza por una conservación extraordinaria de todo tipo fauna, como arañas, moscas, hormigas, grillos, termitas, escarabajos, inclusive reptiles, y flora como, flores, hojas, ramas, esporas, espículas de los pinos, entre otros.
Esta conservación muestra todos los detalles anatómicos, incluso se puede extraer material genético de ciertos individuos, como por ejemplo, el material extraído a una abeja de 40 millones de años, proveniente de Santo Domingo, que se ha convertido en el argumento de la película Parque Jurásico. También se ha recuperado material hereditario de una termita de 25 millones de años.

Oxígeno fósil

La resina al envolver a los insectos u otros materiales, también deja atrapadas burbujas de aire, las que pueden ser rotas al interior de una cámara de vacío (con ausencia de oxígeno), para determinar el nivel de oxigeno en las atmósferas pasadas y los componentes de la misma. Este proceso nos ayuda a reconstruir los paleoambientes pasados con una mayor certeza.

Investigaciones en este campo lo realizan el químico Robert Barner, de la Universidad de Yale, y Gary Landis, del servicio Norteamericano de Geología, quienes en un trabajo, rompieron un trozo de ámbar de una edad de 90 millones de años, encontrados diferencias en los niveles de oxígeno en el pasado con respecto al presente.

Además del oxigeno encerrado en el ámbar podemos encontrar algo que es mucho más raro y menos factible de conservar, estos son los líquidos fósiles, ya sea agua, sangre, u otros compuestos.

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