Elogio fúnebre a 

JUAN DIXON WORTTMAN

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La muerte de un Gran Masón

Comunicado a la Masonería Chilena del Venerable Maestro de la Logia Sebastián Jans P.

 

Con profunda consternación, la Respetable Logia de Investigación y Estudios Masónicos “Pentalpha” # 119, se sobrecoge en respetuoso silencio y cubre sus columnas con los negros atavíos del dolor y el duelo, ante la partida a lugares que nos son desconocidos de nuestro fundador, miembro activo  y miembro honorario, Juan Dixon Worttmann, hasta ayer único sobreviviente de aquella generación de masones excepcionales que, hace 44 años dieron vida a esta logia única en América Latina, y que nuestro ilustre extinto ayudó a trascender por  la tierra de los Libertadores.

En efecto, el Venerable Hermano Juan Dixon Worttmann fue el más joven de aquellos masones de enorme bagaje y profundas convicciones en nuestra Orden, entre los cuales podemos mencionar a Eduardo Phillips Müller, Óscar Ortega Sepúlveda, Luis Sandoval Smart, Ernesto Benkhe, Carlos Gayán, al español Antonio de Lezama, Pedro Zuleta Guerrero, Ernesto Silva Román, que como Juan Dixon, son referentes que cualquier masón puede tomar para construir el templo inmaterial que, con las herramientas de su grado, está llamado a construir para bien de la Humanidad, con sincero amor a lo más profundo de nuestras prácticas y doctrinas.

Juan Dixon Worttmann, igual que aquellas esfinges modelares, fue un masón referencial. Un prototipo de las mejores virtudes que constituyen un Símbolo Mayor – un arcano abierto y sin velos que oculten su transparencia -, que resume las virtudes y valores de toda la complejidad simbólica que nutre la esencialidad de nuestra Augusta Orden, y que se manifiesta en ejemplo y virtud: probo, transparente, afecto a las tradiciones de nuestro proceso de perfectibilidad gradual y simbólico, intachable, de una prudencia magisterial, abierto y sin matices, responsable, sereno, prudente, reflexivo, tolerante, laicista, sencillo, y de una fraternidad a toda prueba.

Su compromiso masónico, en su último año de vida, le llevó incluso a sobreponerse a sus dolencias y dificultades, arrastrando más de noventa años de vida, no escatimando sacrificio y consagración a lo sublime de nuestros principios, para acometer responsabilidades que exigían una vez más de su amor sincero y honesto  por la Masonería.

En recuerdo de tan significativo masón, ícono de nuestras mejores convicciones en lo que la Masonería está destinada a construir en el hombre individual y en la sociedad en que vive y convive,  emblema de nuestro esfuerzo de perfectibilidad, llamamos a todos los masones a observar un minuto de silencio y reflexión en honor del Venerable Hermano Juan Dixon Worttmann (Q:.D:.E:.O:.E:.), y a los masones de la Región Metropolitana, los invitamos a sumarse a sus exequias con respeto y veneración, porque parte de lo mejor de nuestra Orden se ha ido con sus despojos materiales, y solo nos queda hacer votos para que su inmaterialidad nos siga alimentando, por el bien general de nuestra Orden.

Que la cadena que dirigirá su última hija, la Respetable Logia “Wolfgang A. Mozart” # 206, sea la expresión no solo de nuestra despedida a su presencia corpórea entre nosotros, sino la expresión de nuestra certeza de que sus virtudes serán un símbolo vivo de nuestra aspiracionalidad masónica en el ideal que nos convoca día a día en nuestro trabajo iniciático.

 S:.F:.U:.

 


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