"FÁBULA DE LOS COCHINOS"
 
Hace mucho tiempo, muy lejos de aquí
un par de cochinos fueron a vivir
Él, de botas verdes y palto levita
salía de paseo con su cochinita.

Como no había lobo que los asustara
estos dos cochinos el tiempo pasaban
entre desayunos, las cenas, almuerzos
y cinco meriendas que hacían sin esfuerzos


Camino a la casa compraban helados
y los saboreaban con pollos asados,
dejaban el rastro de los bizcochuelos
que se habían tragado con los caramelos.


Come que te come pan con mermelada
y papitas fritas con carne esmechada,
se servían montones de fresa y natilla
y a todo le echaban mucha mantequilla.


Flan de chocolate con crema batida,
era obligatorio para la comida.
Salchichas horneadas antes de dormir
con cien pastelillos de queso y maní.

Sitio preferido era la cocina
en donde abundaba miel y gelatina.
Tomaban por litros jugo de limón
y engullían por kilos tortas y turrón.

Y si en golosinas gastaban los reales
también olvidaban los buenos modales.
Entonces un día se sintieron mal
y fueron corriendo para el hospital.
Hasta el autobús quisieron subir
y el chofer la puerta no les quiso abrir,
estaban tan godos, casi al estallar,
que hasta los asientos podían reventar.

Así que tuvieron que seguir andando,
un poquito a pie y otro caminando,
con fiebre, sudores, calor y calambres
y, a pesar de todo, con sed y con hambre.

El doctor los vio de abajo hacia arriba
y diagnosticó: dolor de barriga.
Les dio de receta algo que aprender:
que de esa manera no debían comer.