Triste despedida,
que me acecha sin parar,
¡oh! melancolía,
que me tiene tan fatal.

Todos mis sentidos,
están sin funcionar,
todos mis sentimientos,
revueltos por ti están.

En esta triste tarde,
el adios fue nuestro final,
en esa triste carta,
cerré mi ansiedad.

¡Oh! triste despedida,
que no te puedo aguantar,
pareces como un libro,
que se acaba de cerrar.

Es difícil entender,
que hoy te doy mi adios,
es difícil comprender,
sí te quiero, y es mi error.

Esta despedida,
se asemeja a una daga,
que se clava en mi vida,
y que por dentro me mata.

Como es posible,
que yo te dé al olvido,
pues se que no podré,
borrarte de un soplido.

¡Oh! amarga despedida,
rondando por aquí estás,
¡oh! triste recuerdo,
que no podré quitar.

Si es castigo el quererte,
el olvidarte será mi pena,
si es castigo el amarte,
el recordarte es mi condena.

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