Fuente:
Diario “El
Mercurio”, Santiago de Chile.
LIDERAZGO:
CUIDANDO EL AGUA DEL RADIADOR
DAVID
FISCHMAN
AUTOR DE “EL
CAMINO DEL LÍDER”
La motivación
de personal y la relación con los empleados son igual de importantes que el
cumplimiento de las metas para el éxito de las empresas.
Fernando es un gerente exitoso, orientado a
resultados: supera sus metas cada año, invierte tiempo impulsando ventas,
innova, estimula la reducción de costos y supervisa el cumplimiento de
estrategias. Además, dedica esfuerzos a las relaciones públicas externas.
Aparentemente, Fernando es un buen líder, pero desgraciadamente su personal está
desmotivado. Existen conflictos, luchas de poder y un clima organizacional
negativo. ¿Cuál es el problema? Fernando es el típico caso del líder centrado
en las tareas, en los aspectos racionales del trabajo y en los objetivos, pero
que olvida una parte importante de su trabajo: las relaciones con las personas.
Volviendo a la analogía del radiador, tanto un auto
como una empresa pueden andar con poca “agua” en el radiador. Se recalienta de
vez en cuando, pero consigue andar. Pero cuando baja el nivel mínimo, puede
terminar fundiendo el motor de la empresa. Es decir, creando una cultura
reactiva y negativa difícil de cambiar.
A la mayoría de los líderes empresariales les cuesta
orientarse a las personas. Un estudio realizado en las 500 mayores empresas
norteamericanas, reveló que el 95% de los gerente es totalmente racional. El
mundo corporativo está dominado por gente racional y pragmática, cuyo
temperamento privilegia las tareas y deja de lado las relaciones. Sin embargo,
si los líderes quieren tener empresas competitivas, con personal motivado tendrán
que balancear sus conductas ¿cómo hacerlo? A continuación doy unos consejos:
1.- Asuma su responsabilidad como líder para motivar
a su personal. Separe un tiempo semanal para atender estos temas. Haga
encuestas periódicas de clima laboral para medir la satisfacción de la gente.
Pero, si decide tomar la encuesta, dedique tiempo y energías a resolver los
problemas que revelen. De lo contrario, elevará las expectativas de su personal
innecesariamente.
2.- No se limite a las encuestas, converse directamente
con los empleados. Uno de los mayores motivadores es la preocupación genuina
del líder por su personal. Pregúnteles cómo se sienten y qué creen que debería
mejorar para que se sientan más realizados como personas. No se limite a sus
gerentes, baje a todos los niveles de la organización.
3.- Asuma responsabilidad sobre la comunicación en su
empresa en todos los niveles. En mi experiencia la mayoría de los problemas de
clima y motivación se originan por problemas de comunicación. Genere espacios
donde las personas puedan expresar lo que sientan, tales como desayunos con
diferentes áreas de la empresa. Muestre apertura a las críticas constructivas e
incentive una comunicación directa y transparente. Haga explícita una política
de puertas abiertas aún si las noticias no son del todo agradables.
4.- Finalmente, no olvide los pequeños detalles que
hacen sentir humanas a las personas: saludar con atención al subordinado,
recordar sus nombres, felicitar con cariño verdadero a quienes cumplen años o,
simplemente, agradecer a quien a hecho un buen trabajo. El problema de algunos
líderes es que viven obsesionados por competir y lograr resultados que
desperdician estas valiosas oportunidades. No reconocen que son estas conductas
las que le permitirán competir en el largo plazo.
Cuentan que un águila criticaba a la gallina y le decía:
“Qué injusta eres, tu amo te da comida, agua, y cobija. Pero cuando te llama,
huyes y no dejas que te agarre. En cambio mírame a mí, cuando él me llama me
poso en si brazo”. A lo que la gallina respondió: “”Puede que tengas razón pero
dime, ¿alguna vez has visto un águila asada?”.
Lo que falta al águila de la historia, y también a
algunos líderes, es empatía. Haga un esfuerzo por ponerse en el lugar de su
subordinado y se convencerá de la importancia de tratar a las personas como
seres humanos.