Fuente:
Diario “El Mercurio”, Santiago de Chile,
18 de febrero 2002, B16
LA
IMPORTANCIA DE UN LÍDER CARISMÁTICO
DAVID
FISCHMAN
AUTOR DE “EL
CAMINO DE EL LÍDER”
El carisma es
un instrumento que en sí mismo no es ni bueno ni malo.
En 1993, ochenta y cinco personas murieron en Waco, Texas, guiadas por
el líder religioso David Koresh. Algunos
murieron por un incendio y otros fueron
asesinados antes de éste. Koresh eliminó los
matrimonios en la secta e hizo a todas las mujeres sus esposas para obtener
favores sexuales. Podríamos preguntarnos: ¿cómo pudo un hombre seducir a
ochenta y cinco personas para llevarlas a su propia muerte? La respuesta está
relacionada al concepto de carisma.
Según Max Weber, carisma es una palabra de origen griego que
significa “regalo inspirado en lo divino” . Esta definición
explica lo ocurrido en Waco, donde los seguidores
endiosaban a su líder. Pero el carisma no siempre produce resultados negativos.
Gandhi, Luther King y Mandela son líderes que
utilizaron su carisma hacia causas del bien común.
En las empresas también existen líderes carismáticos
que magnetizan a sus seguidores, pero los llevan hacia la discordia. Hay otros,
en cambio, que usan su carisma para desarrollar a sus subordinados y a la
organización.
El carisma es un instrumento que en sí mismo no es ni
bueno ni malo. El resultado de su uso dependerá de los valores, necesidades e
intenciones del líder. Es como un cuchilloo que se
puede usar para causas positivas como comer, o para causas negativas como
secuestrar aviones. House y Howell
identificaron el carisma que produce resultados negativos como consecuencia de
un deseo de poder egoísta de los líderes. Ellos usan su carisma para dominar,
manipular y someter a los subordinados. Aparentan hacer el bien a terceros,
pero en realidad sólo les interesa su beneficio.
De otro lado, se encontró que aquellos líderes que
usan su carisma en forma positiva también tienen un deseo de poder, pero tienen
un deseo de poder “social”. Es decir, un poder orientado hacia producir
verdaderos cambios positivos en los subordinados y la empresa.
Pero ¿qué le otorga a una persona el carisma? Existen
varias teorías. Según Conger y Kanungo,
el carisma es una consecuencia de los atributos del líder:
Otros investigadores como House
mencionan que también depende de los seguidores. Yo puedo tener un líder “imán”
de mucha potencia magnética, pero si le coloco al frente
subordinados “trozo de madera” jamás los atraerá. Si el subordinado no
se identifica con la visión y los valores que propone el líder, no se desarrollará
la magia magnética del carisma.
¿Es indispensable el carisma para liderar? Según Collins y Porras, autores del best seller “Built to last”,
no es indispensable. Estos investigadores estudiaron un conjunto de empresas
que en sus campos tuvieron los mejores rendimientos en la bolsa, tales como 3M,
P&G, Sony y Boeing,
entre otras, y consideraron que la mayoría de sus líderes no tenían el perfil
del líder carismático. Más bien, el carisma podrían
constituir un peligro para la organización, dependiendo de la actitud de los
seguidores.
Cuentan que un discípulo que idolatraba a un maestro
le preguntó hipnotizado: “maestro, ¿para qué has venido al mundo?”. El maestro
respondió: “Para enseñarles a idiotas como tú que no deben idolatrar a sus
maestros”.
Cuando el carisma es muy intenso, se puede caer en el
peligro de idealizar al líder y aceptar totalmente sus ideas sin cuestionarlas,
aunque estén totalmente equivocadas. Si usted es dirigido por un líder carismático,
tome la responsabilidad de reflexionar críticamente sobre las propuestas de su
jefe. No sólo le estará haciendo un favor, sino que estará ayudándose a usted
mismo y a la organización.