Jim Black. Avanzándose a su tiempo.
La aparición de esta figura con nombre propio fue una verdadera sorpresa, ya que salió al mercado de improviso, y bastante antes de figurar en los catálogos.
Hay que decir que la discreción no es una de las cualidades de este cuarto modelo de pirata.
Además de los estridentes colores de su indumentaria, lucía un enorme pendiente dorado en su oreja izquierda, en fuerte contraste con el oscuro color de su rostro. En 1975, cuando esta figura salió a la venta, en ciertos ámbitos este detalle podría haberse interpretado bastante mal, y fue, como mínimo, una temeridad.
Afortunadamente no pasó nada y todos pudimos disfrutar de esta magnífica figura, otro modelo más de la gran época de Madelman.
A pesar de que a Madel todavía le iban muy bien las cosas, se apreció un detalle que quizá hacía presagiar que el final de su ‘edad de oro’ se estaba acercando: Aunque la caja todavía era del formato antiguo, incluía una ilustración que, sin ser mala, fue realizada por primera vez usando rotuladores, en sustitución de las fantásticas pinturas que hasta entonces eran norma de la casa. ¿Renovación de imagen o reducción de costes?
Dibujos aparte, se trata de otro Madelman espectacular. Si te gustan los piratas no puedes perderte este. |