Comando / Tropa de Choque. El primero, el verdadero.

Inspirado en su hermano mayor G.I. Joe, este es el verdadero primer Madelman.
Un soldado raso de aspecto anónimo y vestido con ropa de camuflaje que fue la
avanzadilla del desembarco de los Madelman en el mercado.

Su primera apariencia al estilo 'Segunda Guerra Mundial' con su inseparable
Thompson siempre nos hizo pensar en el ejercito americano, aunque realmente
jamás supimos cual era su bando.
La enigmática bandera incluida en la Misión Campaña tampoco ayudó demasiado a
desvelar el secreto.
De hecho hasta la aparición del Guerrillero ni siquiera tuvo enemigos contra los que
luchar.

Fue adaptado a los nuevos tiempos y aguantó con firmeza la llegada de los Geyperman y sus 'Soldados del mundo', pero no fueron las figuras grandes sino los Clics de Famóbil quienes acabaron con él.

Una variante interesante fue la segunda versión del Comando, que utilizando una figura de raza negra intentaba emular a los soldados de color enviados por el ejercito americano a la guerra del Vietnam.
Como se utilizó el mismo modelo de rostro tipo africano que para el Porteador, más parecía un soldado de la guerrilla de una república bananera que del 'todopoderoso' ejercito de los U.S.A.

Un clásico.
Cazador. Madelman Legendario.

Si hay un modelo que identifica plenamente a las figuras de Madel, este es el
Cazador Safari.

Con una aspecto bastante anacrónico incluso para la época en la que apareció, con
sus pantalones 'bombachos' y su formidable Salakof, recuerda a los personajes que
aparecían en las primeras películas de Tarzán.
Junto a su inseparable Porteador, fue durante muchos años uno de los principales
modelos del catálogo.

El intento de Madel de modernizar sus productos hizo que se apagara su buena
estrella, y con la llegada de las nuevas figuras perdió gran parte de su encanto,
quedando relegado a un triste segundo plano. Algo parecido a lo que le sucedió a
Tintín cuando Hergé intentó modernizarle cambiando sus famosos pantalones de golf por unos de 'pata de elefante'.

El paso de los años ha demostrado que su estilo clásico le ha hecho mucho más intemporal que a su colega el Guía Safari.

Es EL MADELMAN por excelencia. Una buena colección no tiene sentido sin él.
Astronauta 2001. El más buscado.

El lanzamiento de la línea Madelman coincidió en el tiempo con la carrera espacial
y la llegada del hombre a la luna. Al mismo tiempo, Stanley Kubrick acababa de
rodar la que más tarde se convertiría en su película más emblemática, '2001: Una
odisea del espacio'.

Estos factores provocaron que los diseñadores de Madel crearan un astronauta, que
además estaba inspirado en esta película.

En una época en la que el merchandising basado en el cine brillaba por su ausencia,
se dio la paradoja de que fue uno de los pocos productos a nivel mundial basados en
este famoso film.

A pesar de su espectacular aspecto fue el primer modelo que verdaderamente sufrió la incomprensible tacañería de Madel a la hora de crear nuevos modelos de botas.
Salir al espacio con zapatos de cordones puede entrañar sus riesgos.

Su singularidad, junto con la escasez de figuras en buenas condiciones, a las que hay que sumar la demanda por parte de aficionados a la obra de Kubrick, le han convertido en un modelo muy codiciado por coleccionistas de todo el mundo.

Fundamental (si puedes conseguirlo).
Tropa Polar. El bueno de la película.

Su aspecto inmaculado, junto con un magnífico juego de esquíes (blancos, por
supuesto) que contrastaban con su arma de fuego, le convirtieron en uno de los
favoritos del público.
Su sóla apariencia sugiere la idea por la que fueron concebidos los Madelman:
Acción.

Se trata del segundo modelo de Madelman que en las primerísimas series llevaba
unas botas más cortas de lo habitual y más tarde fue mejorado añadiéndole una
gorra y un arma de fuego, que pasó de rifle a un fusil de asalto tipo cetme. 
Lo único que se le puede reprochar a Madel es que no incorporara las
gafas de Ski, tal y como figuran en la fantástica ilustración de la caja.

Mantuvo su éxito durante toda la vida de Madelman y su excelente trayectoria le hizo merecedor de aparecer en un Super Equipo al final de su carrera.

Más tarde se convirtió en una pieza de culto para los coleccionistas.

Imprescindible.
Marinero. ¿Quién maneja mi barca?

Con su eterno traje de 1ª comunión, o de
Village People según se prefiera, este
modelo fue menospreciado por unos y venerado por otros.

La polémica probablemente se deba a que su fama como figura de exposición
contrasta con la escasa utilidad práctica que tuvo a la hora de jugar con él, así como
con la inutilidad de sus accesorios (llegó a aparecer en fotos de catálogo incluso con
un ancla).

Imposibilitado para el combate, su única misión era la de participar en las labores
de un buque que, por otra parte y como es lógico, jamás existió.

Esta podría ser la causa de sus repetidas desapariciones del catálogo, así como de
sus múltiples cambios de accesorios.

Imprescindible?
Breve descripción de
modelos MADELMAN
(1ª etapa)
Fotos gentileza de J.M. Padilla.
Porteador. Inalterable hasta el final.

Es otro de los primerísimos modelos, y se mantuvo sin apenas variaciones durante
15 años, hasta el final de Madel allá por 1983.

De aspecto estrafalario, ya en las primeras series lucía unos curiosos ojos claros
'de cristal' (mucho antes que sus hermanos de raza blanca), y unos enormes labios
color carmín a juego con su llamativo gorro, que afortunadamente bajaron de tono
en posteriores tiradas.

A diferencia de su homónimos como Sgt. Kojo de Marx Toys o Big Jack de Congost,
vistió pantalones largos (posiblemente a causa de la delgadez de sus piernas), lo que
le aportó la dignidad que necesitaba.

Probablemente concebido como comparsa del Madelman Cazador, acompañó a éste en la célebre Misión Safari y más tarde en el Super Equipo Kenya.
Sin embargo acabó por ganarle protagonismo y llegó a ser el acompañante de su sustituto, el Guía Safari, en los Super Equipos de la última época.

De tenencia obligada en cualquier colección de Madelman que se precie.
Tropa de Montaña. Aventurero peligroso.

Otro modelo clásico que fue el primero de los equipos básicos.
El diseño de su caja, junto con la del Hombre Rana, probablemente sean de los
mejores de toda la línea Madelman.

Aunque en la publicidad lo presentaban como a un aventurero (querían enviarlo
al Aconcagua), se trata de una figura militar con todas las de la ley.
¿Es acaso necesario un Mortero para subir a las cumbres?

Probablemente esta doble identidad fue la razón de la gran aceptación que tuvo
por parte del público.

Con los años fue perdiendo peso en el catálogo, y aunque no llegó a desaparecer,
quedó relegado a ser un triste Montañero sin apenas equipo. Una pena.

¿Hay algún coleccionista de Madelman que no lo tenga?
Hombre Rana. Especie en vías de extinción.

Un gran modelo de Madelman, que dio mucho de sí y que mantuvo su éxito desde
su aparición hasta el final.

Con un diseño y complementos soberbios, tan sólo se le puede reprochar la
tardanza en la aparición del tiburón, que no se produjo hasta los últimos tiempos
de Madelman.

Sin embargo contaba, y sigue contando, con un grave inconveniente:
Su traje de látex con el tiempo degenera y se hace pedazos sin remedio posible.
Lo mismo sucede con su lancha neumática color naranja.

Para colmo de males en la versión Super Equipo Investigación Submarina apareció
con un Pulpo que cuenta con el mismo problema.

Este hecho ha provocado que conseguir un ejemplar original en buenas condiciones, en especial de la primera época, sea una misión cada vez más difícil, por no decir imposible. ¿Alguien tiene uno?

Hay que conseguirlo (en las condiciones que sea).
Espeleólogo. Sin miedo a la oscuridad.

Este modelo, llamado erróneamente 'minero' probablemente por su complicado
nombre para un niño, fue la antítesis del Tropa de Montaña, pero en cierto modo se
complementaban, ya que podían hacer realidad dos grandes aficiones infantiles (o no
tan infantiles).
Mientras uno se encaramaba hasta lo más alto, el otro no cesaba en su empeño de
introducirse en las más profundas e inexploradas cavidades, enfundado en su
reluciente mono blanco.

Este aventurero, sin ser demasiado espectacular, supo ganarse un sitio en el corazón
de los aficionados.

Pero su fulgor se fue apagando poco a poco y acabó siendo sustituido al final por un
Picador de Mina de verdad.

Siendo relativamente fácil de conseguir, sería incomprensible el no tener uno en la colección.
Mecánico Estación Servicio. Currantes al poder.

Madelman atípico que intentó convencernos de que aún se podían vivir
grandes aventuras de acción llenando con eficiencia el depósito del coche o
reparando una junta de culata.

Sin demasiada utilidad práctica, tan sólo la existencia del Jeep Madelman
le salvó de la inutilidad.
A pesar de todo, tuvo un éxito más que notable.

Durante un breve periodo de tiempo coexistió con su colega el Mecánico de
Boxes, pero este último, más simple y llamativo, terminó por sustituirle.

Su nivel de detalle, la dificultad de conseguir todos sus accesorios, y el
hecho de ser el único modelo que desapareció totalmente con la llegada de los nuevos muñecos con pies, le han convertido en una pieza muy codiciada por los coleccionistas.

Un modelo interesante de poseer.
Expedición Polar. ¿Frío yo? ¡Nunca!

Inspirándose en los grandes exploradores del Polo, Madel sacó al mercado una serie
figuras perfectamente preparadas para soportar los rigores del Ártico.
Su gruesa vestimenta de pana, modesta pero eficiente, consiguió transmitir el
aspecto abrigado que necesitaban.

Los ‘esquimales’ no fueron modelos espectaculares, pero sus accesorios estaban
muy bien realizados, y eran perfectamente coherentes con la filosofía del resto de
figuras de la línea Madelman.

Entre las posibles críticas que se les pueden hacer, quizá la más evidente es la falta
de algún complemento que les hubiera convertido en una serie mucho más
interesante, como por ejemplo un iglú. O bien un oso polar, como parece sí se hizo
en México.
Manos con guantes tampoco les hubieran venido mal.

Aunque tal vez el primer perro esquimal de goma era más bonito, en esta ocasión los Sres. de Madel pusieron solución al famoso 'mal del caucho' cambiando esta pieza por otra fabricada en plástico.

Un buen modelo de Madelman.
Socorrismo de Campaña. Doctor, no siento las piernas!

Los Sres. del Departamento Técnico de Madel debieron pensar que, entre
tanto combate, se hacía necesario algún modelo que diera la nota
humanitaria a la colección.
Bajo está idea nació el Madelman Socorrismo de Campaña, en sus dos
versiones.

El tremendo dibujo de la caja, con el apocalíptico cielo teñido de rojo y el
soldado gravemente herido de la camilla, quizá ayudó a que los chavales
se dieran cuenta de que la guerra no es tan bonita como la pintan en las
películas.

Un muñeco bien intencionado, muy bien equipado y con un aspecto
intachable, que tal vez no daba tanto juego como el resto de figuras militares, pero al que no se le caían los anillos si tenía que extraer un trozo de metralla o amputar una pierna.

Con la renovación de la línea Madelman acabó siendo sustituido por una mujer, en concordancia con los nuevos tiempos que corrían.

Aunque en apariencia apenas se diferencia del resto de sus compañeros del frente, su filosofía es completamente distinta y le hace de obligada presencia en dioramas de guerra.
Marinero Servicio Portaaviones. Quien maneja mi barca 2.

He aquí a otro marinero sin demasiada utilidad práctica.

Pero en este caso, a punto estuvo de tener un caza con piloto incluido al que dirigir
en el aterrizaje, aunque en lugar de sobre la cubierta de un Portaaviones fuera
sobre la mesa del comedor.

En realidad durante un tiempo fue el sustituto del Marinero original, quitándole los
accesorios, el puesto en el catálogo e incluso el nombre, pero éste volvió a resurgir
más tarde lo que obligó a añadir la coletilla ' Servicio Portaaviones' para
diferenciarles.

En cualquier caso es un Madelman muy bien presentado y equipado para su trabajo,
con una buena legión de seguidores.

Recomendable.
Policía Militar. Repartiendo orden.

Era tal la proliferación de muñecos militares que Madel no tuvo más remedio que
crear un nuevo modelo para poner un poco de orden entre ellos.

A pesar de ser un modelo bastante sobrio, sus complementos, blancos como la
nieve, le dieron un toque de espectacularidad. Pero encontrar su delicado casco en
buenas condiciones le ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para
los coleccionistas.

La porra y su pistola reglamentaria eran argumentos suficientemente
convincentes como para imponer un cierto respeto.

Teniendo en cuenta el éxito de las figuras militares en general, esta no podía ser una excepción.

Muy recomendable.
Policía Montada del Canadá. Bonito del Norte.

De todos los Madelman 'bonitos', este es el más bonito de todos, y con él arrancaba
la mejor época de Madelman en todos los aspectos.

Si exceptuamos las botas (como casi siempre), fue un modelo muy fiel a los
Policías Montados originales. La combinación de colores, así como la riqueza y
calidad de los detalles hacen de esta figura un modelo realmente espectacular.

Sin embargo la tela afelpada que se utilizó para confeccionar el traje con los años
tiende a desintegrarse. También su sombrero es una pieza a tratar con cariño.

La fragilidad de estas piezas y la escasez de figuras de este modelo 'en caja', le
han convertido en uno de los Madelman más difíciles de conseguir.
Por lo menos en buenas condiciones.

El resto de accesorios eran los adecuados, y el perro pastor alemán resultaba incluso simpático, pero lo que se imponía era subirlo a un caballo como su nombre indica.
Afortunadamente años después con la aparición de la serie Oeste y sus correspondientes equinos se puso solución a este problema.

Figura a conseguir como sea.
Trampero. Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Este modelo apareció al mismo tiempo que el P.M. del Canadá, y adolece de más
o menos de los mismos problemas: Guerrera que se desintegra, gorro de goma
que se 'pudre' y pantalones tipo cuero que se pegan literalmente a las piernas.

No obstante esta figura es bastante más fácil de conseguir en unas condiciones
más o menos aceptables, e incluso en caja, que su colega del Canadá.

Inspirado en los cazadores que habitaban las Montañas Rocosas en Norteamérica
entre siglos XVIII y XIX, fue el primer modelo en saltarse claramente una de las
hasta entonces 'reglas de oro' de Madelman:  'Una fiel reproducción de activos
hombres de nuestro tiempo.'
Pero era un Madelman de impecable factura, y con muchas y novedosas
posibilidades.

Los resultados fueron tan satisfactorios que todo el mundo pasó por alto ese detalle, y abrió una vía para la creación de nuevos y espectaculares modelos, como se vería más adelante.

¿Es que aún no lo tienes?
Infantería de Marina. Camuflaje en alta mar.

Como no hay dos sin tres, aquí está el tercer modelo Madelman relacionado con
la Marina, aunque este probablemente sea el mejor de la trilogía.

Muñeco bien equipado para el combate, con un aspecto estupendo y con un
curioso traje mimetizado en color azul para... ¿camuflarse entre las olas?

En cualquier caso es un modelo magnífico que gusta mucho a los aficionados, y
uno de los mejores equipos individuales de todos los tiempos.

Muy recomendable.
Buzo. Mejor imposible.

Poco después de la aparición de modelos tan fabulosos como el P.M. del Canadá o el
Trampero, Madel nos volvió a dejar boquiabiertos con el Madelman Buzo, una figura
absolutamente asombrosa.

Para empezar sorprendía su aspecto clásico.
Madel volvía a lanzar una figura inspirada en el pasado, concretamente en los buzos de la
primera mitad del siglo XX.

Lo siguiente que llamaba la atención era el nivel de detalle y la calidad del traje y
complementos.
El aspecto final del muñeco con todos los accesorios colocados era y sigue siendo
impresionante.

Por último, y para rematar la faena, Madel se las ingenió para que su Buzo 'funcionara'.
Quizá alguien no lo sepa, pero los que jugamos con él en el agua pudimos comprobar como
la bomba suministraba aire al muñeco y hacía que éste subiera y bajara de la superficie a
voluntad, en perfecta posición vertical y soltando burbujas a través de su espléndido casco
de bronce. ¿Se puede pedir más?

También se editó una versión muy interesante en color azul y amarillo, que fue incluida
en la segunda versión del Super Equipo Investigación Submarina, dicho sea de paso, un Super Equipo
extraordinario.

No es un modelo fácil de conseguir, pero es absolutamente indispensable en una buena colección.
Mecánico de Boxes. Mejorando lo pasado.

En realidad esta figura se trata más de una evolución del Mecánico Estación Servicio
que de un modelo nuevo propiamente dicho, aunque como ya dije anteriormente
ambos modelos fueron comercializados simultáneamente.
Aún así dispone de bastantes características propias.

Para empezar fue editado en formato individual, cosa por otro lado bastante lógica
ya que accesorios grandes como la gasolinera o el elevador, a pesar de tener su
encanto, eran piezas bastante prescindibles.

Otras característica interesante es la vestimenta, con un mono de trabajo con diseño
y color completamente diferentes. Asimismo fueron incorporadas en el traje sendas
pegatinas de la escudería Ferrari y una gorra, con lo que se conseguía darle un
aspecto mucho más deportivo.

Aunque también era mecánico, esta vez sí transmitía una cierta sensación de dinamismo.
Lástima, una vez más, que Madel no fabricara un coche deportivo.

Además de la consabida caja de herramientas, este modelo incorporaba una pequeña pizarra para anotar el número de vueltas de carrera, junto con uno de los accesorios más curiosos de Madel:
Un lápiz a la cera de color blanco marca Lápiz-Hito envuelto en papel arlequinado, uno de los accesorios de Madelman más difíciles de conseguir, por increíble que parezca.

Recomendable.
Antitanque. ¡No pasarán!

Los señores de Madel tuvieron la brillante idea de coger un modesto soldado como el Tropa
de Choque y potenciarlo hasta el límite, convirtiéndolo en uno de los más exitosos Equipos
Básicos del catálogo.

Para ello le asignaron un completo juego de armas, compuesto por granadas de mano, una
pistola con cartuchera, y de los entonces novedosos lanzallamas y bazooka, dos accesorios
excelentes.

En definitiva, le dotaron de armamento suficiente como para pararle los pies incluso a un
carro de combate.

Su éxito entre el público fue muy notable, desde el mismo momento de su aparición.
De todos los modelos del ejercito de tierra, este es sin duda el mejor.

Muy recomendable.
Guerrillero. Acción a raudales.

Sigue la buena racha de Madel, que con la aparición prácticamente simultánea del
Antitanque, el Super equipo Alto Mando y de este soberbio Guerrillero, volvió a dar en la
diana por partida triple.

Da igual que posiblemente esté inspirado en modelos de otros fabricantes.
La realidad es que los iguala en incluso supera en muchos aspectos.

Con un traje y equipo de lujo, esta figura se podía disfrutar tanto por su impresionante
aspecto como por la extraordinaria 'jugabilidad' que ofrecía.

No es una figura exactamente militar, pero sí es una figura bélica al 100%.
Nada más divertido que hacer volar por los aires un campamento que costó horas construir.

Este modelo, con permiso de los piratas, el más gamberro de los que fabricó Madel, contaba
con un muy completo juego de accesorios, entre los que destacan un detonador practicable
y un mortero con garfio para escalar murallas.
Si además hubiera incorporado munición para el mortero sería un modelo absolutamente
perfecto.

No hay datos de ningún aficionado a los Madelman a quien no le guste este modelo. Indispensable.
Alto mando. Oficial de 2ª.

Sea porque las figuras militares siempre venden, o bien por la
presión de otras marcas, el caso es que del departamento creativo
de Madel surgió este modelo en forma de oficial del ejercito.

Aunque el resultado final fue muy bueno, para los expertos en
figuras militares este modelo probablemente se quede corto, y
nada tenga que hacer al lado de los impresionantes oficiales de
Geyperman, por ejemplo.
Pero para los que no somos tan exigentes en cuestiones
castrenses este modelo es más que correcto, y vino a poner la
guinda en lo que a la línea militar de Madelman se refiere.

Esta figura conformó el núcleo de un Super equipo muy interesante y completo, heredero de la mítica Misión Campaña.
Como sólo apareció en esta caja, esta figura es poco usual de encontrar, en especial la antigua, que poseía unas características propias y de la que se fabricaron pocas unidades.

Para coleccionistas más aficionados a los Madelman en general que a las figuras militares.
Pirata. Aventuras por los 7 mares.

Cuando parecía que la creatividad de Madel había tocado techo, volvió a sorprender a propios
y extraños con una línea totalmente nueva: Los piratas.

Estas figuras contaban con unas características muy destacables:

Para empezar reafirmaban y ampliaban el concepto de figuras de época iniciada por modelos
tan exitosos como el Buzo o el Trampero.

También sirvió para que Madel se desmarcara de sus más directos competidores, empeñados
en sacar al mercado cada vez más y más modelos militares.

Por otra parte, los Sres. de Madel, probablemente presionados por el éxito de otras líneas
como Big Jim rompían otra, hasta entonces, norma fija de la casa: La de los modelos
'clónicos'.
A pesar de que aún tenían todos la misma cara, esta vez cada modelo de pirata poseía un
traje y características propias, con lo que se les dotaba de cierta personalidad.

El primero de este entrañable grupo de minusválidos fue el Pirata básico, que con un garfio
por mano y un atuendo bastante vistoso (totalmente diferente al del catálogo, aunque quizá
no tan realista), hizo las delicias de los que gustan disfrutar de la aventura con mayúsculas.

El hecho de ser un muñeco bastante fácil de conseguir le ha hecho perder cierto prestigio, pero no consigue empañar su destacable calidad.

Para coleccionistas de Madelman en general y aficionados al cine de aventuras en particular.
Capitán Pirata. Saqueando con estilo.

Sin duda este es el pirata más elegante jamás visto, y una de las figuras más espectaculares
del catálogo de Madelman, quizá tan sólo superado por el Policía Montada del Canadá.

El parche que le cubría el párpado le daba un aspecto diferenciador y amenazante.
¿Alguien pudo resistir la tentación de comprobar si había ojo debajo?

Realmente tenía aspecto de líder, cosa que quedó bien patente en la extraordinaria
ilustración de la caja del Super equipo, en la que ni el loro se atreve a llevarle la contraria.

Él, junto al Pata-Palo, fueron la base de un Super Equipo magnífico, en el que sólo
desentona la balsa de troncos.
Sabemos que era imposible comercializar un barco pirata a escala, pero quizá un bote si
hubiera sido posible incorporarlo, y hubiera elevado todavía más la calidad del conjunto.

Por otro lado, Madel estuvo preparando la comercialización de un Capitán pirata en Equipo
Básico.
Incluso llegó a aparecer en los catálogos, pero el proyecto se retrasó y finalmente apareció
como Corsario, con figura moderna y más o menos los mismos accesorios, entre los que
destaca un precioso cañón. 
Más tarde nos enteramos de que su nombre era Dick 'el tuerto'.

Incluir a esta joya en tu colección hará que ésta suba muchos puntos.
Pata-Palo. Ganando prestigio pasito a pasito.

Aunque puede que sea el modelo menos carismático de toda la línea pirata, Madel
también diseñó su Pata-Palo, personaje que no puede faltar en una buena historia
de piratas.

Con él se completa el trío de marinos tullidos, y a pesar de que su prótesis de madera
llama bastante la atención, en la caja del Super equipo quedó bastante ofuscado por el
brillo del su acompañante, el Capitán.

Posteriormente tuvo la oportunidad de tener una caja para él solo (en formato
individual, eso sí), pero tampoco tuvo mucha suerte y le fueron asignados unos
complementos bastante tristes.

Probablemente se debiera a sus propias limitaciones físicas, pero da la impresión como si su misión fuera dejar la cubierta del barco como los ‘chorros del oro’.

A pesar de todo es una figura que como en muchos otros casos ha ganado con los años, y gusta más ahora que en el momento de su lanzamiento.

Hay menos ejemplares en buenas condiciones de los que se cree. Si no lo tienes, hazte con él en cuanto puedas.
Piloto de Aviación. La leyenda del Madelman invisible.

En los últimos catálogos que aparecieron de la serie 'Los Madelman
lo pueden todo' se podía apreciar que, además de figurar la foto del
Capitán Pirata básico, había un misterioso espacio en blanco en una
de las páginas.
También llamaba la atención el extraño salto en la numeración de
las referencias, que pasaba de la 119 a la 121 (Guía Safari).

¿Que había sido de la referencia 120, y qué foto tenía que haber
aparecido en aquel inquietante espacio en blanco?
Durante muchos años no hubo respuesta a estas preguntas.

Más tarde circuló el rumor de que Madel había ideado un misterioso
modelo de piloto que no llegó a comercializarse, pero no se sabía
exactamente como era y ni tan sólo si el rumor era cierto.

De golpe surgió la sorpresa: Una maravillosa foto publicada en
Internet, proveniente de los archivos de Madel, en la que aparece a
todo color el prototipo en caja del Madelman Piloto de Aviación Ref. 120.
Increíble.

El rumor se confirmaba, y el famoso piloto era por fin presentado al gran público 25 años después.

Observando la foto se puede apreciar que era un modelo espléndido, un tesoro para cualquier aficionado a los Madelman. Muchos nos preguntamos por qué Madel no nos permitió disfrutar de aquella maravilla.

Parece ser que la razón principal fue la cancelación del proyecto para la creación de un caza tipo F-16 especialmente diseñado para esta figura. Otra lástima más.

Otro detalle que podría explicar esta decisión es que, si observamos detenidamente los complementos podemos observar que aunque estaban muy bien conseguidos, quizá tenían poca entidad como para completar un Equipo Básico como se pretendía.
Quizá esta es la razón por la que apareció un poco más tarde el Piloto de Helicóptero en formato individual.

Una estupenda réplica realizada en tirada reducida ayudó a calmar 'el mono' de este modelo a algunos coleccionistas afortunados.

Teniendo en cuenta que el original es imposible de conseguir, no vamos a entrar en la conveniencia de incorporarlo o no a la colección.

Por cierto, ¿a dónde iría a parar el ejemplar de la foto?
Jim Black. Avanzándose a su tiempo.

La aparición de esta figura con nombre propio fue una verdadera sorpresa, ya que
salió al mercado de improviso, y bastante antes de figurar en los catálogos.

Hay que decir que la discreción no es una de las cualidades de este cuarto modelo de
pirata.

Además de los estridentes colores de su indumentaria, lucía un enorme pendiente
dorado en su oreja izquierda, en fuerte contraste con el oscuro color de su rostro.
En 1975, cuando esta figura salió a la venta, en ciertos ámbitos este detalle podría
haberse interpretado bastante mal, y fue, como mínimo, una temeridad.

Afortunadamente no pasó nada y todos pudimos disfrutar de esta magnífica figura,
otro modelo más de la gran época de Madelman.

A pesar de que a Madel todavía le iban muy bien las cosas, se apreció un detalle que quizá hacía presagiar que el final de su ‘edad de oro’ se estaba acercando: 
Aunque la caja todavía era del formato antiguo, incluía una ilustración que, sin ser mala, fue realizada por primera vez usando rotuladores, en sustitución de las fantásticas pinturas que hasta entonces eran norma de la casa. 
¿Renovación de imagen o reducción de costes?

Dibujos aparte, se trata de otro Madelman espectacular. Si te gustan los piratas no puedes perderte este.
Guía Safari. No hay dos sin tres.

Siete años después de la aparición de los primeros Safari, Madel decidió crear un nuevo
modelo, pero esta vez en versión Equipo Básico.
En realidad se trata de una versión potenciada y renovada del Cazador Safari.

Si lo analizamos con detenimiento podremos darnos cuenta de que aparte de una
indumentaria más moderna, apenas aporta nada nuevo respecto a su predecesor: 
Un mapa, un mono más 'gordo', una pantera un tanto estrábica y una red para cazarla
(quizá lo mejor).

No es que estuviera mal, pero a muchos nos gustaba más el Cazador.

No obstante hay que reconocer que este modelo es más vistoso que su antecesor, y que
colocado en dioramas de Safari queda fantástico.

Si las figuras de Safari son tu debilidad, esta no puede faltar en tu colección.

Muy recomendable.
Piloto de Helicóptero. El fin de una época.

Retomando algunos elementos del malogrado Piloto de Aviación, Madel sacó a la
venta su Piloto de Helicóptero.
Un modelo bastante simple pero bien acabado, ideado con el fin de complementar el
flamante Helicóptero que Madel acababa de sacar al mercado y no al revés, como
parece que hubiera sido lo lógico.

Esta vez Madel no cometió el mismo error que ocasiones anteriores, en que
dejó 'huérfanos' a algunos de sus modelos.
Si posees un Helicóptero Madelman, no olvides poner dentro a esta figura.

Por su parte, el Helicóptero es uno de los grandes complementos del catálogo, por no
decir el mejor (versión Superman aparte).
Fue galardonado en varios certámenes por su calidad, y puso totalmente en evidencia a artilugios similares de la competencia.

La aparición de este extraordinario complemento, acompañado de su tripulante, marcó el punto de inflexión en la trayectoria de Madelman, que acababa de alcanzar su momento más álgido.

Al mismo tiempo, con esta figura se cerraba toda una época, siendo el último modelo que aparecería en el formato antiguo.

Se acercaban malos tiempos para el juguete nacional que traerían como consecuencia una importante renovación de productos.

Pero Madel aún nos depararía muchas e interesantes sorpresas.
Piloto de pruebas. Sin coche, no conduzcas.

A pesar de que la idea no era mala en absoluto, parece ser que en Madel, o en
Exín que para el caso es lo mismo, se hicieron atrás a la hora de crear un vehículo
adecuado para este intrépido piloto, con lo que su éxito se vio claramente
mermado.

Una lástima porqué el muñeco valía la pena.

Como en otros casos tan sólo el Jeep y más tarde el Buggy dieron cobijo a esta
devaluada figura.

Otros optaron por buscar vehículos de otros fabricantes para darle un mínimo
sentido.

Sea por esta razón u otra, el caso es que aunque no lo parezca este es uno de los modelos antiguos más difíciles de conseguir. Incluso con figura nueva.

Para coleccionistas sin prejuicios y además afortunados.