El día parecía como cualquier otro no había nubes en el despejado cielo mostrando un color azul claro, las alumnas del colegio habían asistido a sus clases matutinas como de costumbre las materias aburrían a más de alguna pero eran gajes del oficio y no había nada que hacer para remediarlo.
- Me encanta la clase de Química. - dijo Mariana, las tres compañeras que compartían su mesa de trabajo en el laboratorio voltearon a verla.
- Mariana no digas eso cuando estoy en lo más difícil de esta fórmula. - le respondió Cristal volviendo a bajar la cabeza hacia el cuaderno donde hacía una operación difícil tratando de encontrar la valencia de un elemento químico.
- Cristal quieres que te preste mi tabla de elementos - dijo Hikaru tratando de ayudar a su amiga.
- No ahora es por orgullo. - dijo la chica llevándose las manos al rostro con sufrimiento al ver que nuevamente el resultado era erróneo - Al diablo con mi orgullo préstame esa tabla. - dijo viendo a Hikaru con una sonrisa forzada.
- Cristal no te sale el resultado por que este número está mal - respondió Mariana corrigiendo con su lápiz el problema de su compañera.
- A ti quién te preguntó? - le respondió Cristal con cara de "Ya lo sé sabelotodo"
- Si sigues así creo que tendrás que ganarte a la maestra para que te pase en las calificaciones. - comentó Karina.
- En ese caso este es un trabajo para - Se ve a cristal con pose de superheroe - LA LAMBISCONA VERDE!!!!
A todas las compañeras que la vieron les cayó una gota de sudor por la cabeza al verla de pie sobre la mesa del laboratorio.
- Tendré que darte clases particulares - dijo Mariana acomodándose los lentes que traía puestos.
- NO MARIANA PERDÓNAME LA VIDA!!!!! - Lloró Cristal hincándose ante su amiga.
- Sólo quiere ayudarte Cristal. - dijo Hikaru.
- No la conoces Hikaru - dijo Cristal con unas cuantas lágrimas en los ojos - Ella es terrible, es todo un ogro cuando me da clases.
Una gota de sudor apareció en la frente de Mariana al mismo tiempo que una vena comenzó a saltar en su frente.
- No tienes que ser tan directa - dijo Mariana, Cristal la miró lentamente con una sonrisa mientras una gota le caía por la cabeza.
- Lo siento - dijo cerrando los ojos. - pero si tendré que estudiar más para pasar esta materia.
- Nosotros podríamos ayudarte - dijo Hikaru - también podría pedirle ayuda a mi amiga Fuu. - sonrió la chica.
- No gracias no quiero molestarlas sólo tendré que poner atención en las clases y será fácil. - respondió Cristal sentada sobre la mesa del laboratorio.
- Señoritas - La maestra se paró junto a su escritorio dirigiéndose a sus alumnas - Señorita Cristal podría bajarse de la mesa.
- Sí - Cristal acató la orden. - disculpe.
- Tengo que decirles que tendré que ausentarme unas semanas por motivos personales pero tendrán una suplente para esta clase así que se las presentaré - diciendo esto se dirigió a la puerta donde había una mujer de aproximadamente 20 años de largo cabello oscuro rojizo y ojos verde-azulados, alta, de buen talle y mirada firme, parecía una persona muy segura y decidida. - Adelánte - la chica pasó.
- Quién es ella? - susurró Karina - me parece conocida.
- Probablemente la hayas visto en la calle. - dijo Mariana.
- Ella es la señorita Debora Estrada - dijo la profesora. - En estos momentos esta chica estudia pedagogía.
- Así que es una pedagoga - dijo Mariana con interés - es muy joven para ser maestra no les parece.
- Sí - asintieron sus amigas.
La campana de salida sonó repentinamente anunciando el final del día de clases.
- Bueno señoritas las dejo ir, pero desde mañana esta joven será su maestra - la chica hizo una reverencia ante sus nuevas alumnas.
Mientras tanto las chicas platicaban encaminándose hacia sus casas.
- Qué les pareció la nueva maestra? - preguntó Hikaru.
- Tiene estudios universitarios eso da una buena impresión de ella - dijo Mariana.
- A mi me parece haberla visto antes. - dijo Karina - pero no recuerdo dónde?
- No debe ser tan importante si no te acuerdas - dijo Cristal sosteniendo una lata de refresco que estaba apunto de abrir.
En ese preciso momento se escuchó un ruido como si se tratara de una jauría de perros.
- Qué es ese sonido? - preguntó Hikaru.
- Parece - dijo Karina volteando a sus espaldas - ESO!! - gritó señalando una manada de perros que aparecieron a sus espaldas, al parecer eran perros callejeros y perseguían a un indefenso perro de color oscuro debido a lo sucio que estaba su pelo, el animal iba sangrando de varias partes de su cuerpo donde seguramente lo habían atacado sus perseguidores.
- CUIDADO!! - gritó Mariana empujando a Karina y a Hikaru hacia un lado para evitar que fueran lastimadas, Cristal se quedó parada donde estaba y vio pasar frente a ella el animal herido, sus ojos opacos la miraron por un segundo cuando estuvo justo frente a la chica, sin detenerse continuó su camino.
- Qué abusivos!!! - gritó Cristal arrojando la lata hacia la jauría que pasó a una distancia considerable de ella, y para su desgracia logró darle a uno de los animales emitiendo un chillido que llamó la atención del resto de la jauría, instintivamente los animales se detuvieron y Cristal sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver que se volvían hacia ella.
- CORRAN!!! - gritó Karina jalando a Cristal.
- AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!! - las cuatro chicas comenzaron a correr lo más rápido que les daban las piernas, pasaron por un campo de tiro al blanco y en ese momento Cristal se tropezó cayendo en el piso lastimándose un tobillo. - Maldición!! - En ese momento un perro se abalanzó sobre la chica. - AAAAAHHHH!!! - pero el perro que había sido perseguido se arrojó contra el otro y evitó que Cristal saliera lastimada.
Un disparo se escuchó en el aire haciendo que miles de aves emprendieran el vuelo de retirada, produciendo el mismo efecto en la furiosa jauría.
- Cristal estás bien!! - gritó Hikaru acercándose hacia su amiga al haberse percatado de su caída.
- Sí - dijo la chica tocándose el tobillo - pero me torcí el tobillo - agregó, miró hacia el frente y observó al animal que jadeaba manteniéndose en pie a pesar de sus heridas. - Oye!! - Gritó Cristal alejando a Hikaru y arrastrándose hasta el animalito - este pobre está herido debemos llevarlo a un veterinario. - Hikaru asintió.
- Pero tenemos que llevarte con un doctor también.
- Primero a él - dijo Cristal con ojos de tristeza - él está en peores condiciones.
- Si quieren yo puedo llevarlas - un joven habló desde el campo de tiro, mantenía una pistola en su mano, él había disparado intencionalmente al aire para ahuyentar a las furiosas bestias.
- Quién eres tú? - preguntó Cristal con desconfianza.
- Me llamo Gerardo Stivenson, y tu cómo te llamas linda? - dijo con una sonrisa.
- Me llamo Cristal Wings - respondió la chica mirando al perro - puedes llevarlo al veterinario? - preguntó.
- Claro, iremos en mi auto. - el joven se alejó.
- Cristal!! - Mariana y Karina se aproximaron, en ese momento Cristal abrazó al animal y lo recostó sobre sus piernas manchando su ropa con la sangre del animalito.
- Pobrecito, gracias por salvarme - dijo la chica acariciando al perro.
- Por lo visto es un perro callejero, eso resalta a simple vista - dijo Hikaru, viendo el deplorable aspecto del animal. - debieron atacarlo entre todos por que parece ser un animalito muy fuerte - agregó acariciando la cabeza del perro.
- Tu sabes mucho de perros verdad Hikaru.
- Eh? Sí, quiero mucho a Hikari y me preocupa todo lo que le pasa así que trato de saber. - dijo Hikaru.
- Hikari es tu perrito verdad? Entonces quiero que Escarcha sea mío - dijo Cristal mirando con cariño al animalito que yacía herido en su regazo.
- Escarcha? - dijo Hikaru.
- Cristal! Pero que haces sosteniendo a ese animal está sucio! - dijo Mariana con un poco de asco.
- Mariana si tu estuvieras en la calle por días enteros también estarías sucia - respondió Cristal con enojo ante el comentario de su amiga.
- Lo siento, no quise decir eso pero...
- Además él me salvó de los demás perros - dijo Cristal - cuando esté curado le pediré al veterinario que le de un tratamiento de belleza - sonrió Cristal.
- Para qué? - preguntó Karina
- Porque si le presento a mis padres a mi salvador en estas condiciones no me dejarán quedarme con él.
- Qué inteligente - sonrió Hikaru - estoy segura que tus padres aceptarán cuando vean a Escarcha limpio y perfumado.
- Además se anotó un punto a su favor al salvarme de la jauría - dijo Cristal mientras el animalito movía pesadamente la cola como si el simple hecho de hacerlo le implicara un esfuerzo sobre humano.
- Listas - un auto se detuvo frente a ellas y de él bajó el chico de cabello oscuro y ojos verdes.
- Sí, gracias. - Cristal entregó el perro a Hikaru y trató de ponerse de pie pero el dolor la tumbó y Gerardo la sostuvo mientras la chica aguantaba el dolor.
- Te duele mucho Cristal? - preguntó Mariana.
- La torcedura debe ser más seria de lo que creíste - dijo Gerardo levantando en brazos a la chica.
- Oye!! qué crees que haces?! - gritó Cristal sonrojada.
- Si no hago esto ni siquiera podrás subirte al auto - respondió el chico al tiempo que Cristal se llevaba la mano a la boca tratando de ocultar su rostro sonrojado. - Bueno chicas creo que es preferible que suban ustedes primero - les dijo a las otras tres jóvenes. - Ella irá al frente. - Las chicas subieron al auto, aunque Mariana no muy contenta de ir con un desconocido, después de subir a Escarcha, Gerardo dejó a Cristal en el asiento delantero y tomándole el pie tocó un punto del tobillo.
- AAHHH!! - gritó Cristal al sentir un agudo dolor - Qué haces?!!
- Descuida no está fracturado, pero si está muy hinchado el tobillo creo que será mejor llevarte al hospital.
- Estás seguro? - preguntó Cristal con una lágrima en el ojo.
- No llores no duele tanto.
- Eso te lo preguntaré cuando estés en mi lugar. - dijo la chica y Gerardo sonrió dejando escapar una leve risa.
- Vámonos. - cerró la puerta y subiendo en el carro partieron rumbo a... "EL VETERINARIO" pues fue el primer lugar al que Cristal exigió ir.
Una vez que llegaron Gerardo le pidió a Cristal permanecer en el carro.
- Pero por qué? - dijo la chica.
- Realmente quieres que te vuelva a cargar - respondió el chico con una sonrisa de picardía.
- Tienes razón esperaré aquí - dijo Cristal ruborizándose.
- Yo me quedo contigo Cristal - agregó Mariana.
- Yo llevaré a Escarcha - dijo Hikaru sosteniendo al perro en sus piernas. - te prometo que estará bien - dijo poniendo una mano en el hombro de Cristal. Gerardo ayudó a Hikaru a bajar a Escarcha y juntos entraron en el edificio con Karina.
- Crees que se recupere? - le preguntó Cristal a Mariana.
- No te preocupes parece que es un animalito fuerte.
- Eso mismo me dijo Hikaru.
- Lo ves si te lo dijo Hikaru entonces no tienes nada de que preocuparte.
El tiempo pasó y después de unos minutos los chicos salieron del lugar.
- Listo - dijo Hikaru subiendo al auto - toma Cristal este es el nombre del veterinario y su teléfono, dijo que Escarcha estaba muy lastimado pero que se recuperaría, por el momento se quedará aquí pero en unos cuantos días podrás llevártelo a casa.
- Perfecto ahora sólo tengo que hablar con mis padres - dijo Cristal. - no creo que se rehusen... bueno eso espero.
- Rehusarse?! - dijeron Mariana y Karina al mismo tiempo - pero si ante sus ojos eres perfecta no te negarían nada.
- Exageran chicas.
- Bueno señorita Cristal debemos llevarla al médico cuanto antes.
- Gracias por todo Gerardo, lamento haberte ocasionado tantas molestias.
- No hay problema, te perdono con una condición.
- Cuál? - preguntó Cristal, al tiempo que Mariana fruncía el ceño con desconfianza.
- Respóndeme una duda, tu eres la hermana menor de Adrián Wings?
- Sí.
- Lo suponía.
- Conoces a mi hermano?
- He oído hablar de él en el campo de tiro.
- Qué raro Adrián no practica tiro al blanco. - se sorprendió Cristal.
- Yo sólo dije que he oído de él.
- Algo bueno o malo? - preguntó Cristal.
- Un poco de todo.
- Ah! - Cristal quería preguntarle más cosas al muchacho pero no se sentía con la suficiente confianza como para entablar una conversación un tanto privada con un desconocido. - Y dime cuantos años tienes Gerardo.
- 20 años?
- En serio, luces más grande - dijo Karina.
- Sí lo sé, me lo han dicho.
- Por cierto tu novia no se pondrá celosa si nos ve a todas en tu auto. - instigó Mariana.
- No tengo novia en estos momentos, pero sigo esperando - diciendo esto volteó a ver a Cristal, la chica se sintió incómoda por aquella mirada.
- Espero que consigas una novia pronto - respondió con una sonrisa fingida.
- Sí yo también. - la miró Gerardo haciéndola voltear el rostro.
- AH!! - gritó Hikaru.
- Qué sucede Hikaru? - preguntaron las chicas.
- Mis hermanos me matarán si no llego temprano a casa, perdimos mucho tiempo en la veterinaria, Gerardo podrías dejarme aquí.
- Estás segura?
- Sí, no se preocupen tienen que llevar a Cristal al hospital y yo tengo que llegar a mi casa, nos veremos mañana en la escuela, claro si no tienes nada serio Cristal.
- Sí, no te preocupes nos vemos.
- Adiós.
Hikaru bajó del auto y comenzó a correr por la banqueta tratando de cortar camino por una calle.