24 de Diciembre.
La nieve cubría todo con su blancura, el frío era exagerado, podía verse a las personas usando abrigos para cubrirse de las inclemencias del tiempo, pero a pesar de todo las personas parecían felices de celebrar una fecha tan especial, las amas de casa se encontraban atareadas por terminar de hacer las cenas de esa noche, los niños corrían y jugaban con la nieve por las calles, las vacaciones parecían notarse en los rostros alegres de los infantes, mientras tanto en una casa en especial una persona esperaba con ansias la cena de esa noche.
- Ya quiero que sea de noche - Cristal ayudaba a su madre y a la cocinera a hacer los postres.
- Cristal has dicho eso toda la mañana. - dijo Dannaé.
- Lo sé pero es verdad - respondió la chica sonriendo.
- La niña... snif... Cristal... snif... tiene una buena razón... snif.
- Ana termina de una vez por todas con esa cebolla, ese llanto tiene demasiado sentimiento.
- Ay!... snif... señora.. snif - se quejó la cocinera mientras madre e hija reían.
En ese momento una persona entró en la cocina.
- Hmmm, algo huele muy bien por aquí?
- Papá! - Cristal reaccionó. - qué haces aquí? - sonrió con malicia.
- Esto parece bueno. - levantó la tapadera de una de las cazuelas y olfateó el contenido.
- Ah no! Tendrás que espera hasta que esté la cena. - sonrió Dannaé y tapando la cazuela sacó a su esposo.
- Pero quiero probar. - objetó Stuart.
- No, pareces niño pequeño. - dijo Dannaé, y Stuart sonrió.
- Entonces esperaré castigado en la sala. - se burló.
- Si me haces el favor.
Con esto el dueño de la casa fue sacado por la dueña de la cocina.
- Pobre papá - rió Cristal.
- Tal vez me apiade de él y le mande unos cuantos aperitivos después - sonrió Dannaé - pero no muchos o no cenará. - Cristal siguió con su trabajo.
- Mamá puedo salir con Escarcha? - preguntó Cristal.
- A dónde vas a ir Cristal? - respondió su madre.
- No tardaré - sonrió la chica.
- De acuerdo.
***
A pesar del frío una chica jugaba con su perro en el patio trasero del jardín, la chica reía y el perro corría tras una rama que su dueña le había arrojado.
- Bien hecho Hikari - la pelirroja tomó la rama del hocico de su mascota y sonrió, el animal sacó la lengua un par de veces y de la nada comenzó a gruñir. - Qué sucede Hikari?
Hikaru volteó hacia el lugar a donde su mascota dirigía sus gruñidos, dos brillos amarillos aparecieron entre unos árboles.
- qué es eso? - Hikaru se levantó y Hikari seguía gruñendo, otro misterioso gruñido sonó y sin previo aviso el par de ojos brillantes brincaron hacia Hikaru quien cerró los ojos y cubrió su rostro con los brazos en señal de defensa, unos segundos pasaron y Hikari continuó gruñendo, la pelirroja abrió los ojos y encontró frente a ella a un perro completamente blanco gruñéndole a Hikari.
- Grrrrrrrr, Guau!! - Hikari se aproximó un poco más.
- Escarcha!! - El perro blanco dejó de gruñir y moviendo sus orejas volteó a ver a la chica que apareció poco después, la chica lucía extenuada por la carrera. - ...ah... aquí .... estás... ah... hola... Hikaru - decía Cristal con la respiración entrecortada.
- Grrr. - Hikari seguía gruñendo.
- Por qué... gruñe ... tu perro.
- Por que no te conoce - Hikaru se acercó a Cristal y le tomó la mano en señal de saludo y con una sonrisa - cómo estás Cristal? - en ese momento Hikari dejó de gruñir.
- Bien... eh? Por qué dejó de gruñir? - preguntó la chica confundida.
- Es muy simple - Hikaru se arrodilló acariciando a Hikari - al tomarte la mano y saludarte es como si le dijera a Hikari que no hay problema, que eres una conocida y no debe temerte.
- Entonces si te saludo Escarcha no te atacará.
- Sí - sonrió la pelirroja.
- Aunque Escarcha en estos momentos está en territorios de Hikari así que es normal que se comporte a la defensiva por unos momentos - sonrió Hikaru acercándose al animalito y acariciándolo en la cabeza.
- Qué haces? Le das confianza para que juegue con tu perro o algo así? - dijo Cristal y Hikaru soltó la risa.
- No, simplemente lo estoy acariciando, es mucho más bonito ahora que cuando lo conocí y seguramente reconoce mi aroma por eso me permitió tocarlo.
- Ah, crees que pase lo mismo si toco a Hikari?
- Puede ser - Dijo la chica.
- Bueno Hikari no vayas a morderme - le dijo Cristal antes de extender su mano, el perro se mostró dócil al ver que su dueña no era atacada por el otro perro, aun así Cristal acercó temerosa su mano hacia Hikari pero no lo tocó. - No me va a morder verdad? - le preguntó a Hikaru.
- Claro que no. - sonrió la pelirroja.
- Eso espero.... - Cristal cortó sus palabras al notar que Hikari había levantado la mano que Cristal mantenía suspendida y se acariciaba contra ella. - ...Hikari, hola pequeño - Cristal sonrió al ver la actitud de la mascota de su amiga y arrodillándose continuó acariciándolo, Hikaru sonrió pero abrió los ojos un poco confundida.
- A qué debo tu presencia Cristal?
- Eh? A si claro, vine a saludarte y a desearte una feliz navidad amiga. - Cristal se levantó y extendió los brazos para felicitar a Hikaru.
- Igualmente - La chica correspondió al gesto.
***
La tarde calló y la noche llegó pronto, Cristal regresó a su casa y terminó su tarea en la cocina, subió a cambiarse de ropa, bajó tan pronto estuvo lista y ayudó a su madre a recibir a los invitados para la cena, no eran muchas personas, sólo algunos antiguos amigos de su padre y entre ellos se encontraba la familia Keeper Shield, Cristal sonrió al ver entrar al amigo más antiguo de su padre, mas no fue sólo eso sino la presencia del primogénito de esa familia.
- Bienvenidos - Sonrió Dannaé al recibir a la señora Mabel Keeper.
- Siempre es un placer volver a verla. - respondió con agrado la señora.
Cristal miró a Cristóbal, el chico inclinó respetuosamente la cabeza y ella respondió con una reverencia.
La cena transcurría sin novedades.
- Cristal, te parece si hablamos con él antes qué abran los regalos? - le susurró Cristóbal a Cristal y la chica asintió.
- Después que regrese, fue a contestar una llamada de Eleanor.
- De acuerdo. - respondió Cristóbal con una sonrisa y esperó junto a Cristal.
Adrián apareció 10 minutos después y la pareja se acercó, aunque a Cristal le latía con más fuerza el corazón, respiró profundo y comenzó.
- Adrián. - dijo la chica.
- Sí, qué se les ofrece a los dos.
- Pues...
- Queríamos hablar contigo - volteó a ambos lados cerciorándose que nadie más les ponía atención.
- Adrián, quería decirte que... - Cristal titubeó. - quería decirte que soy.... la novia de Cristóbal - Cristal cerró los ojos un segundo hasta sentir a Cristóbal tomándole la mano y volteó a verlo, el chico sonrió, Cristal volvió el rostro y miró a Adrián.
- Bueno Cristal, que quieras que te diga, que te de mi permiso para ser la novia de Cristóbal - sonrió Adrián.
Cristal lo miró y pestañeando unos momentos confundida, al comprender las palabras de su hermano terminó por sonreír.
- Lo dices en serio? - preguntó con alegría.
- Tómalo como mi regalo de Navidad. - dijo Adrián.
- Gracias hermanito - La chica lo abrazó.
- Cristal - Dannaé llamó a su hija. - puedes venir un momento hija.
- Claro mamá - sonrió Cristal y se alejó dejando a los dos chicos solos
Una vez que la chica se alejó.
- Que bueno eres, me sorprendes - se burló Cristóbal.
- Cállate - respondió Adrián volteando el rostro un tanto enojado y Cristóbal sonrió.
- Veo que ya está mejorando tu labio, lamento haberte golpeado tan fuerte. - rió el chico, Adrián lo miró asesinamente haciéndolo callar y sonrió con malicia.
- Ten cuidado, si recibo una sola queja de mi hermana date por muerto entendido?
- A la orden
- Puedo ganarte cuando quiera, sólo te di una oportunidad en la pelea eso es todo, podría ganarte en cualquier momento.
- Claro, como digas... cuñado - sonrió el chico.
- No me llames así?
Cristóbal sonrió al ver a Adrián completamente molesto.
- Nos vemos, cuñado - Cristóbal se alejó acercándose a donde Cristal estaba ayudando a su madre con unos regalos.
- Idiota - sonrió Adrián.
- Adrián - Mabel se acercó al chico. - has visto a mi hijo? - La madre de Cristóbal era una señora bastante alta, delgada y de buen talle, tenía cabellera larga castaña recogida en un congo elegante y ojos de color aceituna bordeados por un color azul marino.
- Sí, está por haya - dijo mirando en dirección a donde se encontraba su amigo - sucede algo?
- Nada importante. - sonrió la madre de Cristóbal. - Adrián qué te pasó en el labio? - la mujer se acercó un poco al chico, era como una segunda madre para él así que se sintió intimidado.
- Nada importante tía, me lastimé, pero ya estoy mejor - dijo el chico tratando de alejarse y evitar que le viera el golpe.
- No te peleaste con nadie o sí? - preguntó Mabel guiada por su sexto sentido.
- Claro que no tía, no te preocupes.
- Adrián, no me mientas.
- Tía ya te pareces a mi mamá, estoy bien, no hice nada malo - se disculpó Adrián.
- No tienes remedio muchacho. - dijo Mabel negando - algún día eso te traerá problemas.
- Tía linda - Adrián abrazó a Mabel - ya lo sé - le dio un beso en la mejilla - no te preocupes estaré bien, ya lo verás.
- Eso espero hijo, si no me preocupara yo también, tu pobre madre estaría hecha una completa angustia. - negó la señora. - espero que tengas propósito de corregirte este año nuevo.
- Por ti, lo que sea tía - dijo Adrián sin soltar a Mabel del abrazo. - si me pidieras que me volviera un santo lo haría, sólo pídemelo - Adrián comenzó a jugar con su tía.
- Nunca cambias muchacho - le da una palmadita en la mejilla y se aleja - iré a hablar con Cristóbal.
- Claro tía.
Mabel se acerca a Cristóbal y después de saludar tanto a Dannaé como a Cristal se aleja un poco con su hijo, comenzaron a platicar un poco y después de ver la cara seria que el chico había puesto una vez que se alejó su madre, Adrián se acercó.
- Sucede algo?
- Sí, parece que mi tío está pensando en que me vaya a vivir con él a Inglaterra.
- Qué?
- Ya sabes lo que dice, que soy un niño consentido y que necesitó un poco de disciplina.
- Bueno pero eso no es una razón para que te vayas a Londres con él.
- Mis padres le han cedido mi tutela a mi tío.
- Entonces te iras a Londres?
- Ni loco, sólo si a mis padres les sucediera algo tendría que irme.
- Despreocúpate en ese caso, tus padres están más sanos que tu tío.
- Tienes razón, no debo preocuparme - Cristóbal volteó a ver a Cristal. - Gracias por mi regalo - sonrió el chico.
- No te pases de gracioso - dijo Adrián enojado, Cristóbal sólo rió entre dientes.
***
Cristal se centró en uno de los extremos de la pista manteniéndose en pie sobre el pico de sus patines mantenía la mano derecha abajo y la izquierda levantada.
Respiró profundamente esperando que la música comenzara, la tensión que formaba el silencio era demasiada pero respirando nuevamente sintió el escalofrío típico de los nervios recorrer su cuerpo, no había ningún sonido que rompiera la tensión y creyó escuchar por un segundo su corazón latiendo por la adrenalina que corría por sus venas en ese momento, la música tardaba una eternidad, pero finalmente las suaves primeras notas de música le devolvieron la vida al cisne que se encontraba entre la cortina de niebla que producía la temperatura del hielo, su aliento formaba el mismo tipo de neblina en esos momentos.
Levantando los brazos, dio un medio giro y frenó con el pico, manteniendo ahora el brazo izquierdo abajo y el derecho en alto, lentamente levantó la vista y completó el giro con un solo pie, comenzó a cruzar para atrás hasta adquirir una buena velocidad y realizar una combinación de filos y terminar con una mariposa con el pie izquierdo, cambiando a una mariposa hacia atrás terminó en el centro de la pista con varios giros haciendo un tornillo.
Volteó la vista con una sonrisa siempre plasmada en su rostro, nuevamente comenzó a patinar hacia atrás dando una vuelta a la pista realizando un salto de valet y una nueva combinación de filos, al llegar nuevamente al centró realizó una combinación de molinetes: camel cambio camel invertido y terminando con un sentado y una salida espectacular en el invertido simple, continuó cruzando por la pista y realizó un águila, un desplante y moviendo sus brazos y manos con gracia se levantó realizando una combinación de saltos, doble loop, towloop, y doble flyp para llegar nuevamente al centro de la pista a realizar un Layback, saliendo de este molinete con mucha fuerza tomó el último impulso para realizar el salto más difícil el doble Axel, cayendo en esta ocasión con la misma gracias, fuerza y perfección que había logrado con los entrenamientos y ensayos, como último se deslizó por la pista con un desplante hasta quedar de rodillas y por último recostada en hielo junto a una rosa roja que había llevado con ella todo el tiempo.
Su respiración era agitada por todo el esfuerzo que había realizado, los aplausos comenzaron tan pronto como terminó la canción y la chica se levantó respirando todavía con dificultad la lluvia de flores no se hizo presente, sonriendo con alegría se paró y recogió las flores que le brindaba su público, pero una sola voz llamó su atención.
- ANGEL!! – gritó alguien entre la multitud, Cristal se aproximó hacia las gradas en la dirección donde había escuchado la voz, Cristóbal se encontraba ahí y le dio un gran abrazo cuando la tuvo frente a él. - Estuviste estupenda.
- Gracias - en ese momento se escuchó un "HHUUUUU" haciendo que la chica se sonrojara, varias de sus amigas de la escuela y del patinaje comenzaron a hacerle burla por que el novio de la chica había ido a verla, por último Cristóbal le entregó una rosa blanca y la chica se apartó saliendo de la pista, fuera su entrenadora la recibió con un efusivo abrazo.
- Estuviste maravillosa, ahora sólo falta esperar el resultado de los jueces... y dime cuando ponemos la florería - bromeo al ver la cantidad de flores que había recogido la chica.
- Sara - la regañó Cristal.
- Sólo bromeo, pero dime quien era ese muchacho que te saludó. - guiñándole el ojo le sonrió.
- El es mi novio - dijo Cristal sonrojada pero con una sonrisa en su rostro.
- Vaya que escondido te lo tenías. - dijeron sus amigas al escucharla - Felicidades!!!!!! - Gritaron y abrazaron a la chica.
- Cállense quieren.
- Cristal - una voz masculina hizo que las chicas voltearan, encontrando al joven de cabello rubio y ojos verdes frente a ellas.
- Que esperas tonta ve con él - le susurró al oído su entrenadora.
- Sara... - dijo Cristal pero no tuvo tiempo de decir nada más por que sus amigas la aventaron y la chica tropezó al incrustar uno de los picos del patín sobre el hule que cubría la salida de la pista para que no se dañara la cuchilla de los patines y para buena fortuna de la chica cayó en los brazos de Cristóbal, él sonrió.
- HUUUuuuuuu - ese sonido hizo que Cristal se sonrojara aun más.
- Cállense!! - volteó molesta y sonrojada, los resultados de la competencia comenzaron a aparecer fuera del podium donde estaban los jueces, una chica llegó corriendo.
- CRISTAL!! CRISTAL!! FELICIDADES!! GANASTE!! MIRA!! - diciendo esto le enseñó la lista donde aparecía como la ganadora de su categoría.
- No puedo creerlo... - dijo Sara sorprendida.
- Qué dices Sara, acaso dudaba de mi, entrenadora? - preguntó Cristal.
- No, lo que no puedo creer es que Elena haya arrancado la lista, eso amerita un castigo y severo jovencita - dijo Sara seria y molesta mientras los demás sonreían con una gota en la frente.
- Pero entrenadora - se disculpó la chica - fue por una buena causa...
- No me importa si fue por una buena causa o si de ello dependiera tu vida, no es excusa, desde el lunes comenzarás a practicar el axel. - terminó Sara.
- Nooooo, por favor entrenadoraaaaa - lloró Elena pero Sara no cambió de parecer, las chicas sonrieron.
- Felicidades - le susurró Cristóbal a su novia.
- Gracias - dijo ella volteando a verlo con una sonrisa y sin pensarlo le dio un pequeño beso en los labios.
- Huuuuuuu. - escuchó nuevamente y volvió a sonrojarse.
- Ya cállense!! - gritó Cristal molesta mientras sus amigas sonreían.