- Como pude olvidar a mis hermanos, me matarán si no llego - decía mientras aceleraba el paso.
- Hikaru!! - escuchó una voz al pasar por una florería.
- Eh? - se frenó en seco al escuchar la voz, volteó y para su sorpresa se encontró con Umi.
- Umi!! - corrió a abrazarla cuando la divisó - cómo estás amiga?
- Bien gracias, tu luces muy bien aunque algo sucia - Hikaru hacía manchado su uniforme con la sangre de Escarcha y la falda tenía unas pequeñas gotas de color oscuro.
- Es sangre?!! - preguntó Umi.
- Tuvimos que llevar a un perrito al veterinario por que había sido herido y tuve que llevarlo en mis piernas.
- Pobrecito - dijo Umi - por qué corrías hace unos momentos?
- AH! Lo olvidé!! Debo llegar a casa temprano, le prometí a mis hermanos ir directamente después de la escuela y estoy retrasada!!
- Si me esperas un momento estoy segura que podré llevarte hasta tu casa.
- En serio - dijo Hikaru con alegría. - Gracias.
Umi sonrió y volteó hacia la florería.
- Es todo señora sólo llevaré las violetas y las rosas.
- Señorita Ryusaky le enviaremos el pedido hasta su casa.
- Qué amable muchas gracias. - cuando volteó encontró a Hikaru con una cara de pregunta. - Sucede algo?
- No, sólo me preguntaba para que necesitabas las flores.
- A Mamá le agrada tener flores frescas en la casa - respondió con una sonrisa - y hoy quiero comprarlas yo. - terminó diciendo.
- Por qué?
- Ningún motivo en especial - respondió con una sonrisa. - Nos vamos.
- Sí.
Subieron al auto y mientras el chofer conducía hacia la casa de Hikaru, Umi platicaba con ella.
- Entonces, dices que Cristal piensa quedarse con... como dijiste que le puso?
- Escarcha. - respondió Hikaru - realmente me alegra que haya tomado esa decisión, sino lo hubiera hecho ella creo que Hikari habría tenido un compañero. - Umi cerró los ojos mientras sonreía.
- No me extraña que sean amigas, ambas tienen un gran corazón, pero me pregunto si sus familias pensarían lo mismo.
- A qué te refieres?
- Creo que si recogieran a todos los perros callejeros en desgracia de la ciudad no tendrían los suficientes recursos para mantenerlos.
- Pero no puedo evitarlo cuando veo a un animalito en desgracia me siento obligada a ayudarlo - dijo Hikaru.
- Esa es tu forma de ser, creo que si me hubiera pasado eso a mi, también habría adoptado a Escarcha, pero no creo que mis padres me hubieran dejado mantenerlo así que habría terminado en tus manos después de todo. - dijo alegremente.
- Y Hikari habría tenido un compañero!! - respondieron las dos al unísono.
- Tal vez le pida a Cristal que lleve a Escarcha a casa de vez en cuando.
- Sería interesante que se hicieran amigos así como sus dueñas - recapacitó Umi. - me agradaría saberlo.
- Cuando los presentemos te diré el resultado.
- Estaré esperando el resultado - en ese momento el auto se detuvo - Ya llegamos Hikaru.
- Nos veremos Umi.
- Cuídate Amiga - poco después de eso el auto se alejó mientras Umi se despedía por la ventana del auto de su amiga, la chica permaneció unos momentos en la entrada de su casa indecisa acerca de entrar.
- "Espero que no estén muy enojados" - pensó Hikaru - Ya llegué! - entró en un cuarto y vio a sus hermanos y a su madre sentados en la mesa. - Lamento llegar tan tarde pero tuve...
- HIKARU!! - sus hermanos la miraron sorprendidos al ver la sangre que traía la chica en el uniforme - TE PASÓ ALGO?!! - Kakeru se levantó, Masaru hizo ademanes de acercarse, Satoru la miró asustado al igual que su madre, pero Hikaru sonrió agitando sus manos frente a ella.
- No me pasó nada es que... - nuevamente contó la historia de Escarcha.
- Por qué no vas a cambiarte hija, serviré la comida cuando tu regreses. - dijo su madre.
- No quise retrasarlos, lo siento. - Hikaru se levantó y salió del cuarto, justo en ese momento sonó el teléfono - Yo contesto! Hola! - levantó el auricular y esperó unos momentos. - Fuu, amiga que gusto escucharte!! - sonrió Hikaru. - Qué dices? Este sábado... así que es para reunir fondos para la graduación de tu hermana, escuché que se graduará el próximo verano.... Gracias por la invitación... Umi acaba de dejarme en mi casa es probable que llegue pronto, tal vez cuando vuelvas a llamar la encuentres... claro, pediré permiso para asistir pero no será hasta muy tarde verdad... sí Fuu sé que las kermesses son en la tarde pero terminan muy entrada la noche... de acuerdo asistiré... gracias... adiós - diciendo esto colgó el teléfono y se dirigió hacia su cuarto para cambiarse.
***
- Qué sucedió Fuu? - dijo Kuu.
- Nada, me dijo que pediría permiso para asistir.
- Perfecto ahora sólo me faltan..... 25 boletos.
- Creo que necesitarás más que mi ayuda para vender todos esos boletos. - dio Fuu con una sonrisa y una pequeña gota en la cabeza.
- Y que lo digas... Pero aun así ya vendí más de la mitad.
- No crees que son demasiados boletos?
- No!!! Mientras más boletos vendamos, más dinero recogeremos y así tendremos más fondos para hacer el viaje de graduación.
- Aun así me parecen demasiados boletos.
- Bueno vale más que sobre y no que falte.
- Como quieras - Fuu se alejó en dirección a su habitación.
- A dónde vas?
- A diferencia de ti hermana, yo si hago mi tarea.
- Oh, vamos! El día es joven, aun tengo muchas horas para hacerla.
- Espero que no te desveles demasiado. - con una sonrisa Fuu entró en su alcoba. - Me pregunto si esta noche también tendré que ayudarle. - La chica se aproximó a la ventana de su cuarto, fuera había un hermoso árbol que daba sombra a su habitación, un pajarillo trinaba mientras los rayos del sol se filtraban a través del follaje. - Parece que las lluvias pronto terminarán. - Fuu admiró un charco de agua que se había formado en el borde de la ventana debido a una lluvia pasajera que había caído hacía algunas horas, respiró profundamente y corrió la cortina trasparente para disminuir un poco la corriente fría que irrumpía con fuerza en la alcoba, sentándose en su cama por unos instantes tomó su portafolio, introdujo la mano dentro y sacó un cuaderno, se levantó dirigiéndose al escritorio y lo abrió colocándolo sobre el escritorio.