El día parecía como cualquier otro, (a sí era el día del aniversario de Cristal) la chica no parecía muy emocionada, se levantó, desayunó fue algunas horas a la pista de hielo para entrenar con su instructora, regresó a su casa y llamó por teléfono a alguna de sus amigas de su antigua escuela pues le habían dejado un mensaje, se metió a bañar y se cambió su atuendo de ese día era una blusa de cuello alto sin mangas de color azul y unos pantalones de color azul marino acampanados con unas botas negras y una bolsa del mismo color para hacer juego y esperó a Gerardo en la sala de su casa al tiempo que hablaba con Mariana por teléfono.
- Sí madre superiora tendré cuidado... - dijo la chica - ...acaso estás intercambiando papeles con mis padres... - sonrió al seguir escuchando a su amiga por el auricular - ... no entiendo por qué desconfían tanto de él, pobre no me ha hecho nada como para sospechar... no, ahora no me vengas con tu historia de las ovejas y el lobo...hay por favor ni que tuviera cinco años... sí claro, por cierto cuando puedes darme otra clase de química estoy teniendo problemas con los enlaces y todo eso. - sonrió al escuchar como Mariana le reclamaba el cambio de tema. - Oye tengo que irme, te veré el lunes en la escuela, si, claro, adiós. - diciendo esto colgó.
- Cristal - su madre apareció.
- Mamá creí que habías salido con papá.
- Aún no llega hija, pero quería decirte que te cuides.
- Sí mamá, no te preocupes, sólo vamos a ir a ver una película, bien.
- De acuerdo, pero regresa temprano.
- Claro. - sonrió la chica y en ese momento sonó el timbre.
- Es él, debo irme.
- Pero... - su madre la vio salir rápidamente. - ... vaya parece que no quería pasarlo a la casa. - dijo al ver salir de a Cristal de la mansión y subir a un auto.
***
El auto arrancó y la chica saludó a su novio con un beso en la mejilla.
- Y bien?
- Vamos a ver una película que me recomendaron, dicen que es muy romántica.
- En serio. - dijo Gerardo haciendo una mueca de disgusto pero con una media sonrisa. - Una historia de amor? - preguntó con algo de tristeza como queriendo a convencer a Cristal de cambiar de película.
- Gerardo no pienso ir a ver "el regreso de los muertos vivientes" en el día de mi aniversario, por cierto, qué me compraste?
- Ehm... un.... eh... chocolate! - respondió Gerardo tratando de salvar la situación.
- Nada mas? - dijo Cristal. - pues entonces no te daré este regalo. - diciendo esto sacó un objeto envuelto en papel de china de su bolsa.
- Vaya, bonita envoltura. - dijo mirando el objeto un poco amorfo.
- Oye di antes que te regalo algo - respondió un poco molesta la chica pero después sonrió.
- Y qué es?
- Dame mi chocolate y te lo doy
- De acuerdo pero está en la cajuela te lo doy cuando lleguemos
- Como que en la cajuela!!! los chocolates se derriten con el calor.
- Lo sé. - Gerardo sonrió y Cristal pestañeó confundida.
- Entonces?
- Te lo doy cuando lleguemos.
Llegaron al cine y después de estacionarse Gerardo bajó del auto y ayudó a bajar a Cristal (la chica le había enseñado después de dos largos meses a ser caballeroso con ella y a Gerardo no le quedó otra opción que aprender ^^)
- Así que pusiste un chocolate a derretir en la cajuela del auto. - dijo Cristal con los brazos cruzados mientras Gerardo introducía la llave haciéndola girar.
- Quieres por lo menos esperar un poco. - dijo Gerardo con una sonrisa mirando a la chica encogerse de hombros
- Como quieras pero un chocolate derretido no es apropiado para un aniversario. - dijo enojada.
- De acuerdo... aquí está tu chocolate - diciendo eso sacó una caja de tamaño mediano con el letrero de una prestigiosa marca de chocolates (NdA: por no poner publicidad y por no saber sus preferencias chocolatosas dejaré que ustedes se imaginen la etiqueta de chocolate que quieran de acuerdo ^^) semejando un enorme chocolate.
- Vaya así que a esto te referías con un chocolate. - dijo Cristal sorprendida tomando la caja y sintiéndola no muy pesada. - Qué es? - sonrió y abrió la caja en el interior había un oso panda de peluche junto con una rosa y una tarjeta de corazón. - Aah! Que lindo! - sacando el animalito lo abrazó. - Gracias.
- De nada y tú que me ibas a regalar?
- Bueno creo que después de todo te lo ganaste. - diciendo esto le entregó la bolsita de papel de china dentro habían varias piezas de rompecabezas y una llave.
- Y esto?
- Es mi regalo, junto con esto - diciendo esto sacó una caja de madera con varios gravados y cerrada con candado.
- Supongo que la llave es del candado - dijo Gerardo y Cristal sonrió. - y estas piezas de rompecabezas parecen ser mi carta no?
- Así es, pero será mejor que nos apresuremos a abrir la caja o el contenido no resistirá toda la película
- Eh? Qué es?
- Lo hice yo misma. - dijo extendiendo la caja y Gerardo tomó la llave abriendo el candado, para su asombro dentro habían diferentes clases de dulces, desde los típicos chocolates hasta pequeños pastelitos de diferentes clases.
- Sabes cocinar?
- Claro, prueba, mamá y yo tomamos un curso de repostería - dijo con una sonrisa.
- Hmmmm... están muy buenos. - sonrió Gerardo después de probar uno de sus dulces.
- Te lo dije, pero si no nos vamos ahora no encontraremos alguna película.
- Y dónde dejo esto?
- Tranquilo le pediremos a una de las personas del cine que lo guarde en el lugar donde tienen los helados. - acto seguido Cristal cerró la caja y le colocó el candado. - Bueno vámonos.
- Sí.
***
- Cristal supe por ahí que te solían llamar ángel. - Temiendo que Gerardo comenzara a llamarla por ese nombre mintió.
- Sí, pero no me gusta que me llamen así. - se apresuró a responder.
- En serio? es un lindo nombre.
- Sí pero no me gusta, me llamo Cristal no ángel. - diciendo esto bajó la cabeza al recordar a la única persona que aun la llamaba así. - No quiero que me llames así. - susurró y Gerardo sólo asintió.
- De acuerdo.
~*~
Los pequeños jugaban por toda la casa, para Cristóbal era su primera visita a la casa de su ahora amigo Adrián, todos los niños jugaban a la guerra y para hacer el juego más interesante los niños se ocultaron alrededor de toda la casa, Cristóbal estaba perdido en la inmensidad de puertas que había en la planta alta cuando escuchó a uno de sus compañeros subir las escaleras, sin pensarlo dos veces abrió una habitación y cerró con suavidad, permaneció unos segundos espiando con la puerta entrecerrada pero Rafaél no se movía del lugar, lentamente cerró la puerta y decidió esperar un poco, fue entonces cuando se percató que todo el cuarto estaba adornado con muñecos, había varios accesorios para niña y muchos objetos de un color rosa pastel, el pequeño sintió curiosidad por ese nuevo lugar, siendo hijo único no conocía el mundo in