Segundo episodio

 

Al momento de sentarse, Águila se sentó al lado de Lucy, pero Mirisa se sentó a su lado, jalando otra silla para poder sentarse Marina, Caldina y Anahís se sorprendieron de la actitud de Mirisa, y la desconfianza hacia Mirisa creció en ellas 3. Así transcurrió una semana, Águila siempre marcaba un alto a Mirisa, un día Lucy trató de hablar con ella

-Mirisa, quiero saber qué es lo que te pasa

-¿A mí? ¡Nada! ¿Por qué?

-Es que... veo que eres muy cariñosa con Águila y...

-¿Por eso?-Y rompe a llorar hipócritamente-Es que yo... me siento sola... y... no tengo a nadie en este mundo que me quiera... me deprimo con facilidad... yo...

Lucy al verla llorar se conmueve y se acerca para consolarla, la abraza

-Yo... lo siento Mirisa, discúlpame por favor te juzgué mal

Una sonrisa de triunfo se dibuja en el rostro de Mirisa y finge una vez más

-Tú y Águila se quieren mucho, te envidio

-Nos queremos mucho, él es una de las personas más importantes en mi vida

-¿Le perdonarías una infidelidad?

Lucy se queda pensativa y responde

-Si él dejara de quererme, yo lo entendería y le dejaría libre para que sea feliz con esa persona

Mirisa finge estar más calmada

-Gracias por tu apoyo Lucy

Mirisa se aleja con una sonrisa de triunfo: lo único que tiene que hacer es crear un malentendido entre Águila y Lucy para que todo termine entre ellos. Dos días después, Mirisa llega al salón de Lucy, y le entrega en privado un sobre

-Ábrelo cuando estés a solas

-¿Qué es?

-Pronto lo descubrirás, es un chisme que surgió en mi salón y yo, como tu mejor amiga me vi en la obligación de decírtelo, guárdalo bien y que nadie lo vea

Cuando Lucy se encuentra en su habitación abre el sobre: es una carta de amor de ¿¡Águila!? No, esto no podía ser cierto... pero ahí estaba, la letra correspondía a la de Águila... triste, se tiró en su cama a llorar, en eso estaba cuando su hermano Satoru tocó a su puerta

-¿Puedo entrar Lucy?

-Adelante-Dijo ella triste y llorosa

-¿Porqué lloras hermana?

-Lee esto-Mientras le extiende la carta-Es una carta de amor de Águila para Mirisa, ahora entiendo muchas cosas

-Dime Lucy ¿Crees en esto? por cierto, hablando de mensajes, unas personas te buscan, pasen por favor Anahís, Marina y Caldina

-¡Anahís, Marina, Caldina!-Mientras corría a abrazarlas

-Ya, ya pasó Lucy, todo estará bien-Dijo Anahís

-¿Por qué?

-Verás, cuando salimos del salón, 5 minutos después de que Mirisa entró, pasamos por el salón de ella, estaba platicando con dos de sus amigas y...

-Y nos enteramos de cosas muy interesantes, una de esas es que nos tiene envidia y la otra, te quería quitar a Águila

-¿¡Cómo!?

-¡Esa araña me las pagará!-Dijo Marina-¡Ahora entiendo por qué siempre se la pasaba molestando a Águila y él tampoco sabía!

-Pero... ¿Y la carta? Porque esta es la letra de Águila

-Efectivamente es mi letra-Dijo Águila quien apareció al lado de Satoru-Pero fue Mirisa quien me pidió que escribiera mientras ella dictaba, porque según ella era para la novia de un amigo suyo y con el pretexto de que yo era la única persona que estaba ahí en ese momento me pidió que escribiera, de haber sabido que era para hacerte creer esta mentira y alejarte de mi lado no lo hubiera hecho Lucy

-¡Muchas gracias chicas, hermano, gracias por haberme abierto los ojos, iba a cometer el peor error de mi vida!

-No es nada hermana, sabes que cuentas con mi apoyo

Al día siguiente, Lucy y las chicas hacen el mismo recorrido, al llegar al patio, Águila espera a Lucy no con una rosa, sino con todo un ramo, al mediodía, Lucy se encuentra con Mirisa en los pasillos

-¿Ya viste lo que había en el sobre?

-Sí Mirisa y gracias a eso me di cuenta quienes son mis verdaderos amigos, así que por favor, aléjate de Águila y de mí, personas como tú no valen la pena

-¿Porqué me haces esto Lucy? ¿Qué te he hecho? Yo... sólo quería ayudar...

En ese momento Águila alcanza a Lucy y Mirisa intenta abrazar a Águila fingiendo una profunda tristeza

-Aléjate de mí Mirisa

-¿Porqué?

-No quiero a personas hipócritas a mi lado

-No, no me iré hasta conseguir lo que quiero y lo que quiero es a ti Águila

-Por favor Mirisa, déjame en paz, vámonos Lucy

-¡Se arrepentirán por esto! ¡A mí nadie me rechaza!

Un murmullo generalizado se oye en los pasillos y Mirisa es el tema principal

-¡Fue rechazada!¡Por fín le pusieron un alto!

-Era lógico, Águila y Lucy hacen una magnífica pareja

-Se quieren mucho

-Estoy de acuerdo contigo

Al cabo de 2 días, Mirisa sigue con sus intentos de quitar a Lucy del camino, pero el rumor de su comportamiento llega hasta la dirección, el director llama la llama

-Señorita, lamento informarle que tendrá que abandonar esta institución, debido a su conducta reprobable

-Pero... señor director

-Tiene el día de hoy para recoger sus cosas y marcharse

-Sí señor director. "Lucy, ya me las pagarás"

Al día siguiente, la expulsión de Mirisa del Colegio era un hecho. En el parque, una chica de 1.70, cabello verde y largo recogido en una coleta, con una blusa blanca y un falda negra, se hallaba planeando la forma de cómo separarlos: era Mirisa. Repentinamente, enfrente de ella la figura del tobogán que estaba frente a ella, empezó a distorsionarse, una figura salió de ese espacio, llevaba ropas oscuras y cabello negro. Mirisa creyó que estaba soñando, de repente la figura se acercó a ella

-¿En dónde estoy?

-Oye, primero se dice hola-Dijo ella algo molesta, por cierto ¿Eres un extraterrestre o algo así?

-No, vengo de Céfiro

-¿Céfiro? ¿Dónde está Céfiro?

-Primero dime dónde estoy

-Estás en Tokio, en el parque del Rey Pingüino y...

-¿Sabes dónde queda el Instituto Eriol?

-¿Instituto Eriol? Sí, claro, yo estudié ahí y...

-Llévame

-¿¡Estás loco!? ¡Me expulsaron de ahí!

-Sólo indícame el camino

-Está bien, sigue derecho 5 calles y das vuelta a la izquierda y ahí está, pero no me has dicho tu nombre aún...

Demasiado tarde, el chico ya había desaparecido

-¿Cómo es que sabe del Instituto?

Mirisa, algo desconcertada decidió regresar al Instituto

-Quiero ver lo que sucede

Águila y Lucy conversaban, animadamente, era fín de semana y habían decidido hacer planes para ese día

-¿Que te parece si vamos de día de campo?

-¡Me encantaría! Así podrás conocer otros lugares muy interesantes fuera de Tokio

Marina, Anahís, Caldina y Presea se unieron a la pareja, ya estaba decidido: irían a un día de campo, de la nada, apareció el chico que Mirisa había visto y saludó a Lucy con mucha familiaridad

-Hace mucho tiempo que no nos veíamos Lucy-Dijo la voz

-¿Latis? ¿Eres tu?

-Sí, he venido por ti

Lucy se quedó pasmada, no entendía el comportamiento de Latis, si bien era cierto que Latis no manifestaba sus sentimientos abiertamente, pero esto...

-¿Es una broma?-Dijo Lucy tomando a Águila de la mano fuertemente, cuando Latis vio que las manos de ellos estaban tomadas dijo:

-Veo Águila que no has perdido el tiempo durante tu estancia en Tokio, gracias por haberla cuidado todo este tiempo, pero ya estoy aquí, así que apártate de ella

-No me haré a un lado, y quiero recordarte que tú siempre fuiste muy distante con ella ¿Con que derecho vienes ahora a reclamar algo que no es tuyo?

-Con el derecho de saber que ella me ama

-¿¡Cómo se te ocurre pensar eso Latis!? Desde hace mucho tiempo me enamoré de otra persona, y no lo niego, después de que supe que tú y Alanis eran novios, decidí regresar a Tokio, pero ahora, no siento nada por ti

-Cuando me enteré que me amabas, decidí terminar con Alanis y venir en tu búsqueda

-Estás loco, no pienso ir contigo a ningún lado

-No me daré por vencido Lucy, regresarás conmigo a Céfiro por las buenas o por las malas.

Sacó su espada y se disponía a atacar cuando cientos de picos de hielo cayeron sobre él encerrándolo

-¿¡Quién!?

-Hola, chicos, supongo que se acuerdan de mí-Dijo Una figura esbelta en lo alto del Instituto

-¡Alanis!

-¿Qué está pasando con Latis?-Dijo Águila

-Está actuando de una forma muy extraña-Dijo Anahís

-No se preocupen, todo esto fue mi culpa, discutimos en Céfiro y dije cosas que no debí haber dicho

-Por lo visto, sigues siendo igual de temperamental que antes-Dijo Caldina-Pero me gusta la Alanis de ahora, la anterior...

-Ha muerto aquella Alanis rencorosa-Dijo Alanis sonriente-Ahora soy la hechicera de Céfiro, puesto que Gurucleft dejó para seguir a Presea

Sin que nadie se diera cuenta, Latis pudo derretir el hielo que lo aprisionaba, toma a Lucy de la mano y ambos desaparecen ante la mirada atónita de todos

-¡Lucy!-Gritan todos

-¿Hacia dónde se fueron?-Dice Águila-¡Tengo que recuperar a Lucy!

-Regresaron a Céfiro-Contesta Alanis

-¿¡Qué estamos esperando!? ¡Vamos a Céfiro!

Alanis cubrió a todos con una esfera de hielo y desaparecieron, Mirisa, que estaba cerca de ahí, logró infiltrarse dentro del domo

-¿Mirisa, qué haces aquí?

-Yo... ¿Qué clase de personas son ustedes?-Dijo algo asustada

-Guarda silencio por favor, esta es una situación crítica-Dijo Marina algo molesta y preocupada por Lucy

Por fín llegaron, Céfiro se veía esplendoroso, el poder del Pilar había sido derogado ¿En dónde estaban Latis y Lucy? A lo lejos, se podía distinguir el palacio, era realmente esplendoroso, algunos habitantes, al ver a Alanis acudieron a darle la bienvenida

-¡Alanis, qué alegría verte de regreso!-Dijeron algunos aldeanos

-Gracias por el recibimiento ¿Han visto a Latis?

-¿Latis? Sí, esta mañana pidió su caballo y salió hacia el bosque del silencio

-¡Anahís, Marina, Caldina, Presea, Águila! ¡Me alegra verlos de nuevo!-Dijo una voz juvenil

-¡Qué alegría tenerla de nuevo aquí en Céfiro señorita Anahís!-Dijo otra voz masculina y algo tímida

-¿¡Aska, Sanyon!? ¡Cómo han crecido!-Dijo Anahís, y los abrazó con mucha felicidad, los demás se quedaron sorprendidos al verlos

-¿Acaso se han olvidado de nosotras?-Dijo otra voz algo molesta

-¿¡Tata, Tatra!?-Dijo Marina adelantándose

-Así es, hemos venido de visita y...

-La verdad es que vino a buscar novio-Dijo Tatra

-¡Eso no es cierto Tatra!-Dijo Tata

-Pero no se queden ahí, entren-Dijo Alanis-Tenemos que buscarlos en el bosque del silencio, no debemos perder el tiempo, por favor preparen nuestros caballos, saldremos en 15 minutos

Partieron de acuerdo a lo planeado, mientras que en el bosque del silencio

-Tengo que disculparme contigo Latis, pero realmente yo no te puedo corresponder, sólo puedo verte como un amigo y nada más

-¿Por qué no?

-Soy una persona que tiene derecho a enamorarse de quien quiera, y me enamoré de Águila

-Pero yo se que te enamoraste de mí

-Pero eso fue en el pasado, además... Alanis y tú se enamoraron, y por lo que veo ustedes se quieren todavía

-Pero... Lucy... es que... Alanis no me ama... -Dijo desconsolado

Lucy lo miró con ternura

-¿Discutieron? Si fue porque discutieron, deben solucionarlo, debe haber comunicación entre ustedes dos

-Tienes razón, pero dime, si tenemos diferencias tan marcadas...

-Todo tiene solución, incluso entre Águila y yo a veces hay diferencias y las solucionamos, lo que tiene que haber entre ustedes dos es comunicación

-Haré todo lo que pueda por solucionar este problema, Alanis y yo nos dijimos cosas que nos lastimaron, creo que fuimos demasiado exigentes

-Entonces hablen, eso se puede solucionar todavía, porque si lo dejan así, más tarde pueden arrepentirse

-Gracias por tu consejo Lucy, creo que mejor regresamos al castillo y disculpa el mal rato que te hice pasar, estaba molesto, pienso que todo esto lo hice para hacer sentir mal a Alanis.

-Has cambiado mucho, Latis, cuando yo te conocí, eras una persona que nunca manifestaba abiertamente sus sentimientos

-Así es, pero el amor de Alanis me hizo cambiar, pienso que el mostrar nuestros sentimientos no es signo de debilidad

-Estoy de acuerdo contigo ¿Amigos?

-Amigos-Dijo Latis mientras estrechaba la mano de Lucy-Creo que Águila me va a matar cuando regresemos

-No lo creo, ustedes dos son grandes amigos

Lucy y Latis ya habían montado al caballo, cuando a lo lejos oyeron el galopar de otros caballos

-Alguien se acerca

De repente, apareció Alanis, con los demás, ella bajó de su montura

-Es tu oportunidad-Le dijo Lucy a Latis

-Gracias por tu consejos Lucy

Latis bajó de su montura y Lucy y Águila corrieron a encontrarse

-¡Qué bueno que estás bien!-Dijo Águila, y la besó tiernamente

Alanis y Latis estaban frente a frente, ambos bajaron la cabeza algo avergonzados por haber tomado una actitud poco cooperativa

-Quiero disculparme de... -Dijeron los dos al mismo tiempo

-Yo quiero decir... -Volvieron a repetir los dos y empezaron a reír

-Quiero que me perdones por lo que te había dicho-Dijo Latis-Algo apenado

-Yo también quiero disculparme-Dijo Alanis-Todavía soy algo impulsiva

-Ambos nos hicimos daño con los comentarios que nos hicimos-Dijo Latis mientras tomaba la mano de Alanis

-No va a volver a suceder-Dijo ella

Ambos se miraron a los ojos, una leve sonrisa se dibujó en el rostro de ambos, Latis acarició el rostro de Alanis y ella se inclinó en el pecho de Latis. Después vino un largo y tierno abrazo

-Bésame-Le dijo Latis

-Primero tú-Dijo Alanis

Y ambos se fundieron en un romántico beso

Los que se encontraban presentes, aplaudieron al ver que la pareja por fín se había unido nuevamente, todos regresaron al castillo, donde decidieron pasar el fín de semana, ahí organizaron el día de campo.

-¡Tatra, qué alegría saber que ya eres casada!-Dijo Marina

-Ash-Dijo Tata-No entiendo cómo pudo haberse casado antes que yo...

-Es que ella no tiene el carácter de un ogro, Tata-Dijo Marina

-¿¡Qué has dicho!?-Dijo Tata-¡Me las vas a pagar Marina!-Mientras Tatra trataba de detenerla

-¡Felicidades por haberse casado!-Dijo Anahís –Ustedes hacen una hermosa pareja-Dijo Anahís a Aska y a Sanyon

-¡Si no me hubiera declarado yo primero, él no hace nada!-Dijo Aska

-Pero Aska, sabes que Sanyon es muy tímido, además, desde niños se notaba que su amor era recíproco-Dijo Anahís

-Pero lo más importante-Dijo Sanyon-Es que ella es la mujer más feliz del universo y yo también lo soy a su lado

-Supongo que tuviste que luchar contra varios príncipes, ¿No es así Sanyon?

-S... sí, así es

-Pero yo no le hice caso a ninguno-Dijo Aska-Además, yo también tuve que luchar con cierta cortesana ¿No es así Sanyon?

-No es cierto, ella sabía que mi amor eras solamente tú

-Y tú Anahís?-Dijo Sanyon

-Yo estoy comprometida con Paris, pero no pudo venir

-¿Cuándo piensas regresar a Autozam?-Dijo Geo

-Considero que dentro de un año, después de que Lucy termine sus estudios

-Por  cierto Lucy ¿Existen chicas bonitas de mi edad en tu mundo?

-Sí Zas, precisamente una de ella vino con nosotras, se llama Mirisa

Mirisa pensaba en lo sucedido, por lo visto, sus planes se habían echado por tierra desde el momento en que insistió en separar a Lucy de Águila, pero ella era necia

-Mirisa-Oyó una voz arriba del árbol

-¿Quién eres?-Dijo sobresaltada

-Soy el espíritu que habita este árbol, habitante de Céfiro desde tiempos remotos-Dijo  la voz

-¡Muéstrate!-Dijo ella

-¿Así está bien?-Dijo una pequeña hada de color blanco-Te mostraré porqué vale la pena recapacitar de nuestros errores y reconocerlos

Un haz de luz la envolvió

-Ya puedes abrir los ojos

-¿Dónde estoy?

-Te encuentras en el Céfiro de hace 3 años

-¡Ahí están Alanis y Caldina!-Agitó el brazo, pero nadie le hizo caso

-No nos ven, somos invisibles a ellos, ahora observa

-He oído que te vas Alanis-Dijo Caldina

-Cierto, no tengo nada que hacer aquí

-¡Eso es una mentira! ¿Qué harás respecto a Latis?

-No tiene porqué enterarse, mis sentimientos hacia él no creo que cambien, pero no quiero que crea que lo amo pro el recuerdo de su hermano Zagato

-Pero tú misma dijiste que lo de Zagato sólo fue capricho

-Cierto, pero no creo poder hacer nada la respecto, así que me iré lejos aunque lo ame demasiado, es más, se de alguien que lo quiere también y...

-¿Te refieres a Lucy?

-Sí, ellos hacen una bonita pareja, dime ¿Qué haría con alguien como yo?

-Eres una tonta Alanis, debes confesarle lo que sientes por él

-Ya te dije que aunque el infierno se congele no diré nada

-¿Pero sabe Latis que Lucy está enamorada de él?

-No, pero se lo diré

-¡Pues díselo, espero que entres en razón Alanis!

Latis se acerca en ese momento, saluda a Caldina y luego a Alanis

-Latis, Alanis tiene algo importante que decirte

Alanis mira a Caldina con una mirada inquisidora

-Bueno chicos, los dejo solos para que platiquen

-Bueno, Latis, lo que quiero decirte es que le gustas mucho a Lucy y espero que puedas encontrarla en Tokio, ser feliz con ella y...

-¿Eso es lo que realmente deseas Alanis?-Dijo Latis

-S... sí, tu felicidad-Dijo ella

-¿Sabes acaso que mi felicidad no es al lado de Lucy sino a tu lado?

 

Continuará