Como empezar a relatar esta historia, yo misma no puedo creerla aún, si no hubiera estado presente.
Mi nombre es Marina Ryusaki reportera especial de un prestigioso periódico, todo comenzó cuando estudiaba el último semestre de mi carrera de periodismo, había conocido muchos amigos, entre ellos se encontraban personas como Caldina y Ráfaga una pareja muy interesante por conocer, pero un tanto difícil de comprender por la diferencia tan marcada de caracteres, la srita Alanis sus historias tienen un toque muy personal transportando a las personas que lo leen al lugar mismo donde sucedió el acontecimiento, me agradaría tener un estilo tan especial pero aún tengo que practicar mucho en ese respecto, uno de mis amigos que me acompañó en esta aventura fue Ascot, un chico muy atento al que estimo con todo el corazón pero no pienso en el más que como un simple hermano, y el último de mis compañeros Clef, siempre dando su punto de vista desde un enfoque frío y calculado como su personalidad, sabe tomar el toro por los cuernos como suele decirse, acepta cualquier trabajo por difícil que pueda parecer y lo realiza con un profesionalismo asombroso, creo que es lo que más me llama la atención de él, esa entrega que tiene hacia su trabajo, sin rendirse por más difícil o complicada que sea la situación, espero que algún día llegue a tomarme en cuenta tanto como yo a él.
Me he desviado un poco de la historia, suelen ocurrirme estos pequeños deslices cuando hago recuentos de mi propia vida, estudiaba el último semestre de mi carrera y como trabajo final debíamos presentar algún tipo de noticia que fuera interesante para el público, muchos se enfocaron a los sucesos económicos, sociales y políticos que acontecían en ese momento en la ciudad, tratando de analizar profundamente las circunstancias que llevaron a tales o cuales problemas y persiguiendo noticias desde su origen. Teníamos suficiente tiempo para hacer un buen análisis, pero para mi no era tan sencillo elegir un tema de agrado, es cierto que la política daba mucho que hablar para todos los estudiantes, pero no quería ser del montón como se dice vulgarmente, pensaba que existía una noticia que yo pudiera describir y llenar un artículo a ocho columnas en el periódico, buscaba algo que impactara a cuanto público lo viera pero por más que pensaba no encontraba nada adecuado a mis necesidades y solicité un plazo corto para poder recapacitar al respecto, las vacaciones de pascua se aproximaban y mis padres propusieron un viaje a Europa, fue entonces cuando se me ocurrió la idea de hacer el reportaje acerca del arte en París pues sería ahí donde nos quedaríamos y podía solicitar un poco más de tiempo como excusa de estar realizando el trabajo.
Llegó la fecha límite para que los alumnos rezagados definiéramos el tema de nuestra noticia. Llegué al salón de clases como normalmente hacía, unos cuantos minutos antes; ahora llegaba puntual, no como el primer semestre donde me perdía entre tantos corredores en esta enorme universidad, me senté en el primer asiento de la clase, cuando mis amigas entraron, Flor y Susana hablaban acerca de un problema económico que acontecía en Estados Unidos debido a una inflación de precios, una nimiedad para ese país pero que sería un buen tema para que ellas presentaran como tema final, pensé que sería mejor no interrumpirlas pues parecían estar enfrascadas en lo más candente de la discusión aunque las había saludado no se tomaron la molestia de voltear a verme, sonreí, era increíble la forma en la que trataban el asunto con tanta seriedad como si se estuvieran involucradas directamente en el.
Escuché algunos ruidos fuera del salón, Ascot entró portando una cámara de video y varios chicos saltaban sorpresivamente para aparecer en la cinta, las chicas se alisaban el pelo y acomodaban sus faldas para cualquier posible intromisión de la cámara sorpresa, Ascot sólo realizaba pruebas para saber en que condiciones estaba el aparato pero el resto del mundo parecía tomarlo muy en serio buscando sus 15 minutos de fama, repentinamente la cámara se posó sobre mi y no se movió.
- He aquí a la más bella universitaria que pronto se graduará - habló Ascot y su voz se gravó en el video.
- Ascot deja de decir tonterías quieres - volteé la cara un tanto sonrojada por el piropo del muchacho, fue en ese momento cuando Clef hizo su aparición y no pude dejar de seguirlo con la mirada sin darme cuenta que Ascot seguía mis movimientos con la cámara.
- Aunque sea parpadea - le escuché decir y me puse color tomate.
- Dame esa cámara! - Me levanté a una asombrosa velocidad sorprendiendo no sólo a Ascot sino a mi misma y le arrebaté la cámara con ambas manos.
- Ten cuidado Marina, es una cámara un poco vieja y...
- Sólo quiero borrar lo último - dije apretando el botón para regresar la cinta, habíamos tenido un semestre para estudiar los movimientos y controles de las cámaras portátiles y sabía muy bien lo que estaba asiendo aunque Ascot me repetía constantemente que tuviera cuidado con su más valioso tesoro, se veía tan inocente suplicando por su cámara que me hacía recordar a un niño pequeño.
Por fin logré borrar el último pedazo, aunque antes lo había visto, Oh por Dios! Me vi tan obvia siguiendo a Clef con la mirada y él ni siquiera parecía darse cuenta o sabía disimularlo muy bien.
- Listo - dije al ver que el último vestigio había desaparecido. - Toma, y no lo vuelvas a hacer. - extendí la cámara a su dueño y este la tomó como si se tratara de un bebé recién nacido, con sumo cuidado y delicadeza. - No seas payaso Ascot sabes que no le pasará nada si la tomas normalmente - me burlé de su actitud, sabíamos que no era importante la cámara sino lo que simbolizaba para él, había sido un regalo que le dejara su abuelo hacía algunos años antes cuando aprendimos a manejarlas y aunque en ese tiempo era la más moderna que pudo haber encontrado, a estas alturas y con la modernización el modelo había quedado obsoleto.
El profesor entró en el salón de clases y el silencio imperó en todos los rincones, era asombroso pero tratándose de alumnos en el último semestre debíamos comportarnos a la altura de la situación como decían los maestros, éramos el ejemplo a seguir de las futuras generaciones y eso nos daba un aire de respeto, aunque fuera de las horas clase éramos los más irresponsables, irrespetuosos, incumplidos y demás cosas que pudiéramos hacer con nuestra juventud, lo primero que recuerdo de las palabras del profesor fue.
- Espero que los alumnos que no habían elegido su tema ya lo tengan seleccionado - Respiré profundamente era un alivio que en mis vacaciones estuvieran planeadas en un sitio interesante o de lo contrario estaría en serios problemas. - al parecer eran cuatro los alumnos que definirían al tema hoy así que comenzaremos con la srita. Martínez - La chica se levantó al escuchar su nombre.
- Profesor he pensado en hacer una noticia acerca de todos los acontecimientos revolucionarios que se han dado en el último siglo y los que se esperarían para el siguiente milenio.
- Muy interesante - el profesor anotó el tema en su lista y continuó.
- Srita. Ryusaki - me levanté al ser nombrada y comencé - Mi noticia será acerca del arte Europeo desde Europa.
- Supe que sus padres harían un viaje piensa acompañarlos.
- Sí señor.
- En ese caso sería bueno que llevara una cámara para documentar mejor al respecto no le parece, debe sacarle jugo a esta noticia srita.
- Así lo haré profesor.
- Yo haré el trabajo con ella - Ascot se levantó parándose a mi lado.
- Usted? - dijo el profesor.
- Sí, yo seré quien haga el video. - Me quede mirándolo con los ojos entrecerrados y expresión seria cuando le susurré al oído.
- No encontraste un tema verdad.
- Shhh - me calló, no había problema en que me acompañara pero, tendría dinero para pagar un viaje tan caro? Claro, cualquiera que estudiara en esa universidad tenía el dinero suficiente como para hacer ese viaje en cualquier momento, además su familia era acomodada y podían facilitarle algo de dinero en esos momentos.
- Ustedes dos harán el trabajo - El profesor meditó un poco al respecto no creo que dudara de mis dotes como reportera pero con la compañía de Ascot cualquier estudiante podía bajar un poco su rendimiento, no era un mal chico pero tenía el peculiar carácter de distraer a los demás con sus ocurrencias y desviar el tema de la forma más imprevista. - Clef tendrías algún inconveniente si te pidiera que acompañaras a estos dos alumnos, tu también buscabas un buen tema para presentar cierto.
- Sí - respondió Clef y no pude evitar voltear a verlo un momento.
- Podrías acompañarlos?
- Sí - dijo en un tono indiferente pero eso fue más que suficiente, sonreí como tonta en ese momento pero no pudo verme pues estaba sentado a mis espaldas, me senté y cubrí mis labios con una mano tratando de disimular la sonrisa involuntaria que se pintaba en mi cara.
- En ese caso los designaré a los tres para cubrir esa noticia. - el profesor anotó el tema en su libreta y ahí comenzó todo.
Los días siguientes preparé mis maletas y hablaba con Ascot para ver la hora de partida y con Clef, al fin tenía una excusa para hablarle y para que me hablara, era increíble cuan rápido transcurría el tiempo mientras platicábamos, era la chica más feliz del mundo en esos momentos, el único que no pareció muy contento fue mi papá cuando recibió el recibo telefónico, pero no me arrepiento de ni una sola llamada y después de un sermón de dos horas acerca de las cuentas interminables que pagaba mi padre por mis muchos momentos felices todo quedó olvidado, es una suerte para mi pues debía llamarle esa noche a Clef para ultimar detalles, creo que papá pegó el grito en el cielo al ver que sus consejos habían sido inútiles.
Una vez que subimos al avión Clef y yo terminamos sentados uno junto al otro mientras Ascot se sentó detrás, realmente no sabía que él pensara en mi más que como una simple amiga, pero yo amaba locamente a Clef desde que lo conocí y nunca había tenido el valor de acercarme a él, ahora que la oportunidad llamaba a mi puerta me aferraba a ella como un naufrago al borde de la muerte, tal vez era obsesionante la idea pero trataba de no parecer tan asfixiante ante Clef no quería alejarlo de mi lado por una tontería así, esperaba cualquier oportunidad para saber más acerca de él y Ascot quedaba relegado a segundo plano, era una tristeza que no supiera de sus sentimientos en ese momento pero al mismo tiempo me alegro pues no habría aprovechado la situación.
Las 10 horas de vuelo llegaron a feliz termino y nos vimos por fin en el aeropuerto de Paris, todo era emocionante en ese momento, Clef y yo en París, claro también iban Ascot y mis padres pero eso no me importaba en primera instancia.
- Bueno lo primero que haremos será ir al hotel para desempacar y después les dejaremos todo el tiempo libre para que busquen su noticia - anunció mi padre mientras rentaba un auto para que él y mamá pudieran transportarse mejor, pero me temo que yo no iba incluida en esos planes y tendría que moverme a pie o en cualquier otro transporte público, en un principio me pareció injusto pero al entender que no siempre mis padre irían conmigo y que tendría que viajar a lugares donde ni siquiera existían ese tipo de transportes decidí que sería un buen entrenamiento.
- Papá podrías darnos alguna sugerencia con respecto al arte parisino. - le pedí amablemente a mi padre.
- Se encuentra el museo del Louvre, el palacio de Versalles, la Torre Eiffel, la casa de la Opera...
- La casa de la Opera? - recapacité un momento - no era ahí donde vivía el fantasma - me burlé.
- Así es hija podrías hacer alguna reseña acerca de esa obra, algunas personas dicen que fue verdadera - dijo mi madre con una sonrisa en el rostro.
- En serio? - preguntó Ascot quien grababa la ciudad con su cámara para probar la cinta.
- En ese caso iremos primero a la Opera - agregué. - investigaremos un poco el día de hoy.
Al llegar al hotel dejamos el equipaje y partimos rumbo a la "Opera House" el edificio era imponente y hermoso, había miles de estatuas doradas por doquier, musas inspiradoras supongo, Ascot filmaba todos nuestros movimientos y Clef estudiaba la arquitectura del lugar, entramos y al parecer había un ensayo de alguna Opera famosa pero no lo supimos hasta que escuchamos una hermosa voz proveniente de algún sitio, fuimos atraídos por la curiosidad y por la hermosa melodía, como reporteros estudiantes tuvimos mucha precaución con los guardias de seguridad, abrimos una puerta y vimos el auditorio donde se presentaban las operas, una chica alta de cabello rubio y ojos verdes llevaba un largo vestido oscuro, se encontraba en el escenario mientras la orquesta interpretaba una melodía y la chica cantaba con su hermosa voz.
Quedé asombrada por la voz de la chica, era hermosa, seguramente ella era la prima dona de la obra que se presentaría recientemente, cual sería su nombre? Me pregunté mientras nos acercábamos al escenario.
La orquesta terminó y para mi sorpresa una chica pelirroja salió corriendo de una de las esquinas del teatro y abrazó a la chica.
- Anaís eres estupenda!! - dijo la chica con una desbordante alegría
- Lucy, hola, cuándo llegaste?
- Hace poco por qué?
- Paris me dijo que llegarías para probar un experimento, creo que escuché que eres el conejillo de indias.
- Bueno, algo por el estilo amiga
Mientras las dos chicas continuaban con su amena plática, Clef se había apresurado a entablar una conversación con el director de la orquesta, un joven de buen porte, era alto, delgado, su cabello era de color verde y sus ojos dorados me hicieron recordar dos joyas de ámbar, Ascot había dejado la cámara de lado por un momento mientras se fascinaba con la elegancia del lugar.
- Es hermoso no te parece? - me dijo sacándome de concentración.
- Eh? Ah sí, es realmente espléndido, siendo la máxima casa de Opera no podía quedarse corta a su título. - respondí con una sonrisa y volteé nuevamente hacia las dos chicas que continuaban platicando, hasta que una de ellas volteó a verme, era la chica llamada Lucy, logró sorprenderme cuando volteó a verme de súbito pero siendo yo una reportera aprendiz debía aprender a controlar ese tipo de circunstancias.
- Hola! - dijo acercándose al borde del escenario, Anaís volteó a verme también lo que me llenó de gusto, realmente quería felicitarla por su presentación de hacía unos minutos.
- Hola - respondí con un poco de timidez como si fuera una infante a la que un extraño interrogara por primera vez. - Estuvo sensacional señorita, tiene una hermosa voz - terminé diciendo alejando cualquier rastro de inseguridad.
- Muchas gracias señorita....
- Marina, Marina Ryusaki.
- Mucho gusto mi nombre es Anaís Hououji. - dijo la cantante - y ella es mi amiga Lucia Shidou.
- Encantada de conocerla.
- El placer es mío - respondió la chica con una alegre sonrisa.
En ese momento se acercó Clef con el director de la orquesta y me olvidé por completo de presentarlo tanto a él como a Ascot.
- Marina te presento a Paris, este chico es el director de la orquesta de la obra que se presentará en unos días, la señorita Anaís será la cantante estelar y al parecer la señorita Shidou será la suplente en turno.
- Suplente? - pregunté mirando a la pequeña.
- Es una larga historia - dijo la pequeña - soy el conejillo de indias de un experimento. - terminó diciendo y sentí más curiosidad acerca de ese "experimento" como ella lo llamaba.
- Lucy vendrás a cenar esta noche? - preguntó Paris.
- Claro, Latiz desea ver a su hermano desde hace mucho tiempo. - Lucy parecía no perder nunca la sonrisa de los labios, una chica muy vivaz.
- Cof - Ascot trató de llamar mi atención y fue entonces cuando recordé presentarlo.
- Permítanme presentarles a mis amigos ellos son Ascot y Clef, somos reporteros estudiantes.
- Reporteros estudiantes? - se preguntó Anaís.
- Mucho gusto Ascot - Lucy extendió su mano y Ascot correspondió al gesto, la chica ahora se encontraba sentada en el borde del escenario.
- Me podrías explicar como es eso que eres el conejillo de indias de un experimento. - Pregunté intrigada y Lucy sonrió con los ojos cerrados.
- Lo que ocurre es que un amigo mío llamado Aguila tiene una teoría, él dice que cualquier persona, mientras se encuentre sana y se le eduque adecuadamente puede llegar a ser un increíble cantante.
- Y tu lo crees? - le pregunté.
- No mucho, pero de ello depende su futuro así que decidí ayudarlo.
- Es interesante, a mi me gustaría tener una hermosa voz como la de Anaís. - sonreí y la chica correspondió a mi halagador comentario.
- Es muy amable señorita.
Estuvimos platicando un buen rato más acerca de la trayectoria artística de la señorita Hououji, y nos enteramos que la siguiente obra en la que participaría sería en la opera de "El fantasma de la Opera" y la señorita Shidou sería la suplente en caso que algo malo le ocurriera a Anaís, lo cual era poco probable.
- Lucy - escuchamos la voz de un hombre repentinamente.
- Latiz!! - Lucy bajó del escenario de un salto y corrió al encuentro del hombre, era alto, de cabello negro y ojos azules; una vez que llegó hasta él se colgó del cuello del chico en un efusivo abrazo y le dio un beso en los labios. - dónde estuviste? no te vi en todo el día - preguntó Lucy.
- Fui a arreglar el hotel donde estaremos hospedados, Aguila no quiere separarse de ti y piensa que necesitas ensayar más.
- Otro ensayo más? - preguntó Lucy no muy animada. - Estoy cansada y me duele la garganta.
- Hablaremos de eso después entendido?
- Sí - Lucy volteó a vernos y nos presentó al que en ese momento era su novio, con suma delicadeza nos aproximamos al hombre, realmente no me inspiraba confianza la mirada fría que nos dirigió pero al ver lo amable que se comportaba con la chica hizo que alejara un poco esos pensamientos.
- Latiz mucho gusto en verte nuevamente. - dijo Paris, al parecer ellos dos se conocían de algún otro lugar.
- Latiz es el cuñado de Paris - me susurró Lucy al oído al ver mi expresión de duda en el rostro, volteé a verla con asombro.
- Entonces fue por él que conociste a Anaís? - pregunté.
- No, Anaís y yo fuimos amigas hace mucho tiempo, fue realmente una coincidencia que nos hubiéramos encontrado nuevamente. - volvió a sonreír.
Sentí curiosidad por mis nuevas amigas a partir de ese momento, estaría cerca de 3 semanas ahí justo el tiempo en que estaría expuesto en escena la famosa Opera y por cortesía de la cantante estelar, todos estábamos invitados a visitarla el día que deseáramos.
No me explico como pero cada que escribía en otra historia me surgían ideas para esta historia así que siguiendo a mi instinto y haciendo caso a mi inspiración les presento mi más reciente obra.