El Fantasma de la Opera.

 

Capítulo 5

 

Me levanté muy temprano ese día estaba emocionada y lo primero que hice fue buscar entre mis ropas el vestido que llevaría puesto esa noche, encontré uno de color plata elegante, llevaba un collarín de diamantes y guantes poco más arriba del codo, mis zapatos hacían juego con el vestido y ahora sólo me quedaba esperar.

Ese día Clef se portó especialmente alegre, era muy amable, más de lo normal, me parece que también se había emocionado y esa era su forma de demostrarlo, Ascot se mantenía cerca de mi en todo momento y eso me molestaba un poco pues sentía que Clef no se podía acercar a mí, si hubiera sabido antes que esa era la intención de Ascot habría aplicado alguna estrategia para alejarlo, pero creí que era algo sin relevancia

 

Faltaban cerca de 7 horas cuando llegamos a la opera, Anaís nos recibió calurosamente cuando los guardias nos impidieron el paso a los camerinos, queríamos desearles suerte a ella y a Lucy.

-          Eres muy amable Marina, no sé exactamente donde esté Lucy en este momento pero en cuanto la vea le haré llegar tu mensaje - Anaís sonrió.

-          Claro... Bueno, creo que eso es todo. - Extendí la mano hacia Anaís.

-          Por que no se quedan un rato, creo que Paris y los muchachos querían hablar con ustedes, se encuentran en el salón que está al final del pasillo.

-          Entonces iremos a ver - dijo Clef, quien despidiéndose amistosamente de la chica se marchó, yo me quedé con Ascot y Anaís todavía unos momentos más "quitándole el tiempo" a la prima dona

 

***

 

-          Lucy parece que no entiendes que así no debe ser estamos a unas horas de la presentación y no das muestras de mejorar, ayer lo hiciste muy bien, qué pasó contigo?

-          Pero aún tenemos tiempo Aguila además, soy sólo una suplente, Anaís es la estrella de esta obra, si acaso tendré una aparición será por que a ella le ocurra algo y sinceramente espero que no sea así.

-          No digas tonterías Lucy, tendrás tu presentación pero si no veo mejorías... suspenderé tu presentación.

-          Pero Aguila...

-          Te veo después. - Con esto Aguila salió del salón y Lucy permaneció unos momentos parada en el escenario luciendo su vestido de color escarlata brillante y pedrería de dorados colores. Bajó el rostro y una lágrima corrió por su rostro.

 

***

 

Aguila caminaba por uno de los pasillos cuando repentinamente se topó con Anaís.

-          Aguila has visto a Lucy? - preguntó Anaís, mientras salía del camerino de la chica.

-          La dejé hace unos minutos en el escenario - respondió el chico con tristeza.

-          Parece que ocurrió algo malo. - Anaís percibió el estado de ánimo de Aguila.

-          Es que creí que había mejorado pero por alguna extraña razón la voz de Lucy empeoró, es como si ella no quisiera cantar.

-          La asustaste con la presentación, eso es todo, ella había mejorado, incluso creo que podría llegar a superarme.

-          No cree que exagera señorita Hououji, ella podría ser una buena cantante pero usted tiene una voz realmente hermosa y privilegiada.

-          Muchas gracias por sus halagos pero iré a buscarla, necesito darle algunos consejos antes de la presentación.

-          Estaré con los chicos por si se le ofrece algo.

-          Sí gracias y por cierto quería decirle que ha hecho un excelente trabajo con la voz de mi amiga, créame yo la conocí muy niña y sé lo que le digo - sonrió Anaís.

-          Gracias - Aguila le correspondió la sonrisa. - mucha suerte con su presentación.

-          Lo mismo digo - terminó la chica.

 

***

 

-          Entonces no hay duda, sólo se le permitirá una presentación - respondí ante la conversación de Ascot.

-          A sí es, el director les concedió una presentación, ahora sólo falta decidir cual será - comentó el chico.

-          Pues espero que Lucy esté lista, su voz ha sufrido varios cambios y creo que podrá cumplir con el papel a la perfección. - diciendo esto entré en un cuarto donde se encontraban muchos de los actores de la obra, Ascot me abrió la puerta caballerosamente y me sorprendió ver a Clef hablando con Latiz y Paris, habían compaginado mucho en esos días y parecía que ahora se llevaban muy bien.

-          Señorita Ryusaki mucho gusto en volver a verla - Paris tomó mi mano y la besó, me sentí toda una damisella cuando hizo eso, por el contrario Latiz sólo inclinó la cabeza en una reverencia de respeto y Clef me sonrió al verme entrar.

-          No sabía donde estaban Marina estuve buscándolos a ambos para informarles que los actores darán una rueda de prensa antes de la obra.

-          En serio? - dije mirándolo con sorpresa.

-          En efecto, los actores de la obra hablarán en una rueda de prensa privada y aunque no son reporteros profesionales se les permitirá entrar como una "prueba" para cuando sean profesionales.

-          Esto es un gran honor - dije con una sonrisa ante las palabras de Paris.

 

Llegó la hora de la rueda de prensa, Anaís no había vuelto y no podían empezar la rueda de prensa sin la prima dona.

Por fin la chica llegó tenía un sobre en sus manos y su mirada parecía extraña, noté que algo malo pasaba cuando la vi aparecer en la puerta, el director la llevó a su silla y la chica le susurró algo, el director asintió y dio inicio a la rueda de prensa, me llamó la atención que había dos asientos vacíos, el director se disculpó por la ausencia de dos de los suplentes en el podio y dio inicio a las entrevistas.

A pesar de no lucir con su alegría de siempre Anaís respondía a las preguntas con naturalidad.

-          Señorita Hououji, se rumora que su suplente es una rival para usted?

-          En lo más mínimo, ella y yo somos muy buenas amigas desde la infancia, no hay nada que no hiciéramos la una por la otra.

-          No cree que esa confianza que se tienen mutuamente pueda ser razón para asestar un golpe más certero en un posible choque de opiniones.

-          La señorita Shidou y yo no somos rivales en ninguna forma.

-          Entonces cómo se explica su ausencia en la sala.

-          La señorita Shidou no se encuentra en óptima condición como para dar una rueda de prensa, eso no significa que difiera conmigo en cuanto a su presencia en la obra, ella tendrá su presentación eso puedo asegurárselo. - concluyó Anaís mirando al reportero con seguridad, me preocupó la expresión que tenían sus ojos, algo grave había pasado, su comportamiento era defensivo algo sumamente raro en ella, y por el contrario su expresión era bastante melancólica.

-          "Qué pasa Anaís?" - me pregunté mentalmente mirándola a los ojos desde mi lugar.

Las preguntas se extendieron un cuarto de hora y el director dio por terminadas las entrevistas para que los actores pudiera arreglarse para la obra.

 

Tan pronto como los reporteros fueron desalojados de la sala, con excepción de nosotros tres, somos muy hábiles para escabullirnos sin que se den cuenta, Anaís soltó un suspiro, Latiz se paró junto a mi poco después, no lo había visto durante la rueda de prensa y me asustó su presencia.

-          Chicos, Lucy ha desaparecido. - dijo Anaís volteando a vernos, el director y Aguila abrieron los ojos asombrados.

-          Cómo que ha desaparecido? – preguntó Paris, después de escuchar a Anaís.

-          Fui a buscarla a su camerino y no estaba, Aguila me comentó que estaba en el escenario y en su lugar encontré esta nota.

El director tomó la hoja de manos de Anaís y leyó.

 

 A todos los actores de la Opera:

 

        Les saludo con agrado advirtiéndoles de mis futuras intenciones. La señorita Shidou se encuentra en mi poder en estos momentos, sana y salva por el momento, permanecerá conmigo durante unos días, yo le ayudaré a pulir sus habilidades como cantantes y la única condición que pido para regresarla en igual condicione es que se le permita cantar entera la última representación de Opera, la señorita Hououji no debe presentarse ese día en el escenario o de lo contrario no volverán a saber de la señorita Shidou.

 

                Atte.

                     El fantasma de la Opera.

 

 

 

Me quedé en shock por unos momentos, Lucy había sido secuestrada.... por el Fantasma de la Opera!!!!! Esto era demasiado, simplemente no podía creer lo que estaba escrita en esa hoja de papel, y por otro lado no podía creer que Lucy pudiera estar jugando una broma de esa magnitud, simplemente eso me parecía poco menos que imposible, ella quería ayudar a Aguila en su experimento y la única forma de ayudarlo era perfeccionando su voz, los últimos ensayos realmente habían mejorado mucho las habilidades de Lucy pero también nos preocupaban mucho sus constantes desapariciones que habían comenzado a suscitarse cada vez más seguido desde que la compararan con la señorita Daaé.... pero mi mente se rehusaba a aceptar la idea de un secuestro por parte de una legendaria figura como lo era “el fantasma de la Opera”.

-          Por qué la última representación? - preguntó Ascot con algo de inseguridad.

-          La última representación es la más importante es el cierre de todo el esfuerzo en ella se consolidan las mejores actuaciones, es como el mejor y último esfuerzo - dijo el director.

Lo miré por unos segundos, no tenía idea que esa fuera la razón por la que el secuestrador pidiera esa condición para regresar a la chica.

-          Y si vamos a las catacumbas de la Opera? – dijo Paris tratando de dar una solución al problema.

-          Nunca lograríamos encontrarlo ahí – dijo Latiz – los corredores y túneles que conforman las catacumbas son semejantes a un inmenso laberinto en cada piso hacia el subterráneo, simplemente es poco menos que imposible llegar hasta el último piso, a menos que tuviéramos los planos originales para saber el camino, y nadie los ha visto desde hace muchos años. – concluyó Latiz matando toda esperanza por parte Paris. - y no creo que esté ahí, no puede ser posible, simplemente.

-          Latiz tiene razón, además corremos el riesgo que ese loco le haga algo a Lucy si llegamos a encontrarlo. – comentó Clef.

-          Entonces qué haremos? – preguntó Paris.

-          Tenemos que cumplir con sus condiciones además no son demasiado exigentes sólo quiere la última representación.... – Aguila dijo y volteó a ver a Anaís. – estaría dispuesta a ceder la última representación para recuperar a Lucy.

-          Haré lo que sea necesario para recuperar a mi amiga. – Anaís dijo con sinceridad.

-          En ese caso así será.

Creí que todo eso era una farsa y que terminaría pronto, pero...

-          Esperen como sabemos que no es una de sus artimañas - dijo el director a Aguila.

-          Como se le ocurre pensar eso, que ganaría yo con desaparecer a mi estrella femenina, necesito que ensaye para que perfeccione su voz, si está pensando que he sido yo, le aconsejo que piense en otra cosa, no gano nada...

-          La última presentación es siempre la más importante.

-          No me vale de nada si mi estrella no está perfeccionada en cuanto a su voz y usted sabe perfectamente que no poseo permiso o lugar alguno donde pueda ensayar con ella, no le habría pedido permiso ni me habría rebajado a casi suplicarle para que me dejara ensayar aquí para probar mi teoría, necesito a Lucy conmigo y si aun lo duda le doy mi palabra de caballero que no he sido yo quien escribió esa nota y tampoco estoy escondiendo a Lucy. - dijo Aguila exasperado pero con firmeza, el director pareció notar la sinceridad en las palabras del joven.

-          Confío en su palabra pues se que tiene razón. - concluyó el director después de escuchar a Aguila.

-          Sí algún loco la secuestro, ella estará en peligro - comenté y todos voltearon a verme, mantenía mis puños apretados y mi mirada de confusión y temor plasmada, me había encariñado con Lucy y Anaís, las consideraba buenas amigas y no quería que nada malo les pasara a ninguna de las dos.

-          Cumpliremos sus órdenes. - terminó el director. - si esa chica es tan importante no puedo rehusarme,  además mi estrella principal ha aceptado el trato así que no tengo por que oponerme.

 

Hikaru Shidou

 

29 de Mayo del 2001