¡aclarando!

10

Al volver Guru Clef a su habitación se topa con Marina, ambos reaccionan con nerviosismo, quisieran salir de ese cruel encuentro, pero Guru Clef decide que es mejor hablar que seguir evitandose mutuamente y lo mismo decide Marina. Ambos se van hacia la biblioteca, allí Marina toma asiento con nerviosismo y Guru Clef se queda parado.

GURU CLEF: Sigo pensando en lo que me diiste la otra ves, pero...

MARINA: Antes que digas nada, quiero que sepas, no me arrepiento de lo que dije, todo lo que te dije es cierto, te amo y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión, se que tu no me correspondes que amas a otra persona, pero no me importa, para mi era un gran dolor saber lo que sentía y que tu no lo supieras, ahora me siento mejor pues aunque se que no me correspondes, por lo menos tengo la satisfacción de que lo sabes y que no lo guarde en mi corazón para mi sufrimiento.

GURU CLEF: Yo nunca he amado a una persona, quiero que entiendas que yo solo estoy aquí para proteger Céfiro de cualquier mal que quieran hacerle, y si llega a existir un Pilar, yo seré quien le proteja, ese es mi deber, mi deber esta con Céfiro y el Pilar, con ninguna otra persona, soy como el Pilar no puedo amar a alguien, pues también para mi esta prohibido, lo lamento Marina, yo para ti solo puedo ser tu guía, nada mas.

MARINA:   ¿Prohibido?  No me puedes negar que amas a alguien, es algo que ya note, si la amas entonces sabes, que por mas cosas que me digas es imposible que arranque este sentimiento de mi, no saldrá tan fácil.

GURU CLEF:   Lo lamento Marina, lo que siento por ti es solo amistad, soy tu guía, solo eso, estoy aquí para ayudarlas, lamento si en algún momento te hice creer algo que no era, o si te di algún motivo para este sentimiento, nunca fue mi intención.  Debes tratar de borrar ese sentimiento, te aprecio solo eso, perdona si suena cruel pero no se de que otra forma reaccionar ante esto. Y en verdad, jamás me he enamorado, y no estoy enamorado de nadie, tal ves te confundiste, perdóname Marina.

MARINA: Lo entiendo, pero aún así nada cambiara lo que siento por ti.

Marina se levantó, abrió la puerta y salió de la biblioteca, mientras Guru Clef se quedó meditando, sobre las palabras de Marina, se sentí mal por no poder corresponder a sus sentimientos y por haberle mentido.

Ese día Lucy, Marina y Anaís, se dirigian a ver a Vera, para ver como había amanecido, al llegar encontraron a Guru Clef y a Caldina en su habitación, Marina no pudo evitar sentir celos.   El mago salió para dejarlas hablar tranquilamente.

LUCY:   Hola Vera, ¿cómo te sientes?

VERA: De maravilla, tengo unas ganas de salir a correr.

CALDINA: Tan solo recupérate y pronto saldremos y nos divertiremos mucho.

París también llegó a la habitación y vió a su hermana de pie muy alegre.

PARÍS: Veo que te sientes mejor. Quieres salir de la habitación, también no es bueno quedarse tanto tiempo encerrada.

Vera se acerco a su hermano, lo abrazó y lo besó en la mejilla, y le dio las gracias por haber cuidado de ella, así todos salieron de la habitación y se dirigieron a donde estaba la Sala del Trono, ahí encontraron a los demás.

Todos estaban felices de la recuperación de Vera, aunque poco les duro la felicidad, unos guardias entraron corriendo a avisar que habían encontrado personas fuera del Castillo, pero que los monstruos los perseguían de inmediato, Lucy, Anaís, Marina, Latís y París corrieron a ayudar, tenían la esperanza de que entre ese grupo de personas estuviera el nuevo Pilar, Vera también intentó ir a ayudar pero Latís y Guru Clef se lo impidieron, aún estaba muy débil para luchar.

Ella no desobedeció y se quedó con Caldina, Ráfaga, Presea y Nikona que saltó en los brazos de Vera.

Guru Clef salió a ayudar a los demás, Lucy convocó a su genio que lucía renovado y con mas fuerza que antes, Anaís, Marina y Latís hicieron lo mismo.

Al final lograron rescatar a las personas, pero unos monstruos se habían colado dentro del Castillo de alguna manera, Latís, corria detrás de uno y mientras luchaban, en el Salón del Trono, una batalla se libraba. Vera no podía usar su magia debido a que todavía no estaba recuperada del todo, un gran poder salió de la habitación del Trono, los demás se dieron cuenta de donde provenía y de inmediato corrieron a el, Ráfaga luchaba contra los monstruos a pesar de estar ya mal herido, los otros cuatro monstruos se dirigieron a Vera, pero Caldina y Presea se pusieron delante de Vera para protegerla, pero pronto una a una cayeron muy mal heridas y Ráfaga se encontraba inconsciente, Vera se quedó sola abrazando a Nikona.

Nikona trato de protegerla con la joya que tenía en la frente pero los monstruos eran muy poderosos. Uno de los monstruos golpeó a Nikona y la aventó lejos de Vera, la cual trató de defenderse, pero su magia no estaba restablecida, así que su guante no le servía de nada, trató de escapar pero uno de ellos la golpeó en el vientre y Vera rodo por el suelo, los cinco monstruos se dirigieron a ella, pero en el momento en que uno de ellos ponía su mano sobre ella, un gran Torbellino de agua atacó a los seis monstruos.

Solo dos de ellos voltearon hacia Marina, los otros cuatro se dirigieron hacia Vera que trataba de hacer reaccionar a los demás.

Vera vió que se dirigían a ella y trató de alejarse de Presea, Rafaga, Caldina y Nikona, para que no los fueran a lastimar mas, y así fue, los monstruos solo la seguían a ella, Lucy y Anais atacaron a los monstruos con sus poderes combinados que después se unieron al Dragón de Agua de Marina, sin notarlo Marina, una puerta negra se habría detrás de ella y otro monstruo verde con enredaderas en ves de brazos golpeó a Marina por la espalda aventandola contra la pared, Marina, perdió el conocimiento con el golpe, Guru Clef, se acercó a ella y la tomó en sus brazos para sanarla, Marina despertó y ambos observaron como tres de los monstruos tomaron a Vera que trataba de escapar golpeando al que la llevaba agarrada, incluso pataleaba, pero nada servía, los otros dos iban al lado del que llevaba a la joven, París, llegó atacó a uno de ellos y lo derribó, Ráfaga atacó al otro monstruo y las guerreras atacaron al que llevaba a Vera.

El monstruo la solto, pero aún quedaban otros cuatro incluyendo al monstruo verde, eran poderosos y Vera solo podía observar como sus amigos combatían a esos seres sin poder ganar. El monstruo verde trató de tomar a Vera otra ves, pero Guru Clef se lo impidió lanzandole un poderoso rayo que lo derribó, Guru Clef pusó detrás de él a Vera y Marina los protegía a ambos, pero las cosas se pusieron peor, Vera empezó a sentir su respiración agitada y sus piernas se debilitaron, cuando sintió que caía, sintió los brazos de un hombre alrededor de su cintura, era Latís, que había llegado a ayudar, Vera, lo miró a la cara y perdió el conocimiento.

Al momento Latís la tomó en sus brazos y la saco de ahí, todos se quedaron consternados al ver como aquellos seres seguían a Latís, Latís encontró un lugar en donde detenerse dejo a Vera recargada sobre la pared y enfrentó a los misteriosos seres, los demás llegaron también y comenzó de nuevo la lucha, Guru Clef se colocó al lado de Vera, con su mano tocó el rostro de la chica y horrorizado notó que Vera se estaba poniendo fría, Latís y los demás también notaron el rostro de Guru Clef y de inmediato supieron que algo andaba muy mal, París, tomó en sus brazos a su hermana y corrió, delante de él una puerta se abria y una gran luz escapaba de ella, París corrió sin darse cuenta de lo que pasaba, sentía que perdía a su hermana y que solo la salvaría alejandola de ese lugar, todos corrieron tras él y entraron corriendo al lugar, de inmediato se dieron cuenta que los seres también entraban en la habitación y como eran desintegrados por un poder extraño.

París, ni siquiera noto eso y solo corrio hasta que se detuvó delante de una fuente que tenía un objeto brillante flotando, todos se dieron cuenta de que estaban en la habitación donde se encontraba el Símbolo del Pilar, el cual empezó a brillar con mas fuerza.

Guru Clef y Latís no entendían como habían entrado a esa habitación sin abrirla con la llave, a menos de que el Pilar estuviera cerca....



¡fin de la parte diez!