LOS HEROES SON RECORDADOS PERO...

 

 

EPÍLOGO

PRINCIPIO

 

Día tras día, la vida trae cambios.

Lagrimas un momento, felicidad el otro.

Ojalá recibas regalos que siempre te acompañen,

alguien a quien amar, un amigo leal.

Ojalá el arco iris te sonría después de la tormenta

Ojalá esperanzas te entusiasmen el alma,

Ojalá tengas un ángel a tu lado.

 

 

…la ceremonia comienza, el Rey deposita la flor en el altar, como prueba de su amor, un amor que sobrevivió al tiempo, a la distancia, he incluso a la muerte. Bajo la mirada atenta del Gran Sacerdote, que funge como testigo, la reina hace lo mismo, las flores brillan, y el pueblo vitorea a los soberanos.

 

-¡Larga vida, al rey y la reina!-

 

Los nuevos soberanos se besan apasionadamente y sonríen mirando a sus amigos, a su pueblo. Es el principio de una nueva era en Céfiro, una era de paz, belleza y conocimiento.

 

F I N

 

eeeee
 

 

 


Deje la computadora a un lado y me recosté en el respaldo de la silla metálica del jardín. Cerré los ojos, mientras sentía la calurosa brisa, del verano, sobre mi cara.  

 

- ¡Muy bonito!, ¡Durmiendo en las horas de trabajo!- Grito una autoritaria voz, detrás mío.

 

- No me molestes Lulú, ya he trabajado toda la tarde.-

 

Escuche a mi hermana, sentarse y abrir la laptop, que estaba sobre la mesa del jardín.

 

- ¡Lo has terminado ya!- Sonrió complacida y guardo silencio, unos minutos. para leer lo que había escrito y dejarme dormitar un poco. Cuando termino, inmediatamente me pregunto:

 

- ¿Por qué lo terminaste así?, No es precisamente lo que paso, ¿o si?-

 

- A todos nos gustan los finales felices hermana, nos permiten seguir soñando y ver que hay una luz al final del túnel, aunque no todo termina, exactamente como pensamos. A veces nuestro final feliz, no esta al lado del príncipe de nuestros sueños –

 

- No te pongas a filosofar. Hace un día precioso y tu ya has terminado el libro, ¿Por qué no llamas a Lucy y la invitas a venir?, Los niños la adoran, y tanto a ella como a ti, les hará bien un poco de distracción.-

 

- No será posible, debe estar muy ocupada en el hospital y no tiene descanso hasta el sábado. -  

 

Guarde silencio, y pensé en mis amigas, la magia de Céfiro  pronto se desvanecería, y quizás no pudiera volver a ver a ninguna de las dos.   

 

Suspire, y mi hermana leyó la melancolía en mis ojos.

 

- ¿Por que no has ido a verlos?, ¿No extrañas a tus amigos?, ¿A Marina?, ¿No quieres conocer a los gemelos?-

 

- Si, pero no puedo volver. Para ir a Céfiro, tienes que desearlo con el corazón, y yo, simplemente no puedo, no deseo volver.-

 

- ¿Por qué?-

 

Otra vez, Lulú había chocado con un punto muerto. Cuando volví a la casa, poco a poco, le fui contando a mi hermana, el enorme rompecabezas, que era mi vida, pero había cosas, que aun no me atrevía a contarle, quizás por lo dolorosas, por lo intimas que eran, quizás por miedo a que ella supiera, de las cosas que había sido capaz. Por fin, conteste:

 

- Aun no puedo verlo.-

 

- ¿A quien?-

 

- Al rey.-

 

- ¿Por qué?-

 

- Yo lo amaba hermana, y aunque renuncie a él, y me alegra que sea feliz, aun no puedo sanar del todo.- Cerré los ojos dolorosamente, y recordé, podría decirse que volví a vivir, el momento en que me despedí de él. Había ido a disculparme con Iris. El nos estaba escuchado, ¿Cómo iba a saber yo, que él me seguiría?

 

Me alcanzo en uno de los tantos pasillos del castillo y sin más, me beso.

 

- Te amo.-

 

- Paris, yo…- Puso sus dedos sobre mi boca, impidiéndome que siguiera.

 

- Anais, no regreses a tu mundo, ya te perdí una vez, no quiero que eso pase de nuevo.-

 

- ¿Estas seguro?-

 

-  Podríamos intentarlo.-

 

Nos miramos uno al otro, él se quedo callado y no pude evitar que un par de lágrimas salieran de mis ojos.

 

- París, no estas seguro, y yo tampoco lo estoy, no podemos hacer esto, lastimaríamos a dos personas que son muy importantes para nosotros, a quienes no se merecen que hagamos esto.-

 

- ¿Entonces te iras?-

 

- Si.- Me di la vuelta, y seguí mi camino.

 

- Anais… tú también eres el amor de mi vida.- Seguí adelante hasta llegar a mi habitación, mis ojos estaban llenos de lagrimas. 

 

Hubo una vez, una guerrera que se enamoro de un príncipe, ellos estaban destinados a estar juntos, a reinar una tierra de ensueño, donde solo bastaba creer...

 

 Pero los dos, habíamos crecido, cambiado, escogido diferentes caminos y a diferentes personas…

 

- ¿Qué tu renunciaste a él?, ¿Por qué Anais?- Mi hermana me regreso a la realidad.

 

- El ya no me amaba.-

 

- ¿Como estas tan segura?-

 

- El amaba un recuerdo, una preciosa niña de cabellos dorados que tenía un corazón noble e inocente, el amaba el recuerdo de una niña hermosa, de una noble guerrera mágica del viento, amaba una leyenda. Yo deje de ser esa niña, muchos años atrás, tantos que a veces me parece un sueño. Incluso yo no se, si yo lo amaba a él, o tan solo a su recuerdo, ahora somos tan diferentes…-

 

- ¿Por qué no le diste una oportunidad?-

 

- Trate de dárnosla. Y los celos, me hicieron hacer cosas, que jamás en mi vida pensé que haría, hice todo lo posible por lastimar a la mujer que había ocupado mi lugar.-

 

- ¿Qué?-

 

- El la ama Lulú, creo que pude verlo en sus ojos desde el primer día, y creo que todo el tiempo que pase en Céfiro, lo único que hice, fue intentar separarlos. No tengo excusa para todo lo que hice, pero creo que al final, hice lo correcto. Por eso no puedo volver a Céfiro. Quiero que él, sea feliz, con la mujer que ama.-

 

- Anais…- Mi hermana me abrazo, ella entendía mi dolor y lo compartía. El tiempo, mi familia y la fuerza que nunca pensé tener, me indicaban que un día miraría el pasado, a ese hermoso par de ojos color miel y ya no dolería. Paris iba a ser feliz, con la mujer que amaba, pero yo también iba a ser feliz, sin él.

 

- ¡Mami!, ¡Tía Anita!, ¡Mira lo que Mabel y yo le enseñamos a  Kaze!-

 

Salió corriendo y gritando de la casa, Otoniel, el más pequeño de mis sobrinos con apenas cinco años, seguido de Mabel de ocho, que se esforzaba por cargar a una nena rubia, de más o menos año y meses de edad. Otoniel, bajo a la bebe a mitad del césped, a una distancia no muy lejana de mi y mi hermana

 

- Ve con tu mama.- Le ordeno como un gendarme, y la nena estiro los brazos, para dar unos tres pasos vacilantes y después otros tres con mayor seguridad.

 

- ¡Mi nena ya camina!- Grite orgullosa mientras alzaba a mi pequeña, mi hermana y mis sobrinos aplaudían contentos.

 

- ¡Esto hay que celebrarlo!, ¡Vamos por un helado!- Dijo Lulú emocionada.

 

- ¡Siii!.- Corearon mis sobrinos, mientras salían disparados rumbo a la puerta de la gran mansión, seguidos por nosotras.

 

- Kaze es un sol. Tiene unos hermosos ojos dorados, picaros y llenos de luz.- Me comento mi hermana, ella también estaba orgullosa.

 

- Si, tiene los ojos de su padre.- Dije sin pensar.

 

- Shon tiene los ojos verdes.- Intento recordarme Lulú.  

 

- Lo sé.- Sonreí con complicidad, y me apresure para alcanzar a los niños que ya nos llevaban una cuadra de distancia. Lulú se retraso unos segundos, como intentando entender lo que acababa de decirle y después corrió para alcanzarnos.

 

Mientras caminábamos por el parque, entendí que, aunque la leyenda viviera para siempre en el corazón del pueblo de Céfiro, mi vida como guerrera mágica, había terminado.

 

Los ciclos deben cerrarse, para que otros comiencen.

Un final, no es más que el principio.

 

 

P R I N C I P I O

 

 

 

Notas de Autora:

 

 

Hoy, 24 de Mayo del 2006, siendo la 1:30 PM de la tarde, he puesto punto final, a una historia que comencé a escribir, hace aproximadamente diez años, cuando yo apenas tenía trece.

 

Hoy cumplo 23 años, muy bien vividos como una amiga me dijo una vez, y no puedo creer que al fin, allá terminado esta historia, voy a extrañarla. Muchas cosas han cambiado a lo largo de todos estos años, quiero pensar que escribo mejor que cuando comencé, pero creo que lo más importante es que los personajes han evolucionado conmigo, con nosotros. Por que esta historia, no hubiera sido posible, sin ustedes, los lectores que la siguen.

 

Gracias por todo, gracias por que muchos se convirtieron en mis amigos, he inclusive en cyberfamiliares, por esta historia. Mil gracias, los quiero mucho y a ustedes esta dedicada esta “Leyendas”. Especialmente tengo que mencionar a mi amiga Ángel, que fue quien rescato del olvido Leyendas, y quien más presiono para continuarla. Chica, sin tu apoyo, Leyendas se queda sin final ;).

 

Ya había mencionado que el final, iba a ser diferente a como originalmente lo había planeado, si quieren tener una idea de cómo era más o menos ese final,  concentre esa idea en “Utopía”, así que si gustan pueden leerlo.

 

Me he extendido mucho, y no se como terminar, no soy buena con las despedidas :P.

Espero que les halla gustado, muchas gracias por todos estos años y no se olviden de escribirme eh!!!!!!!, quiero conocer sus reacciones acerca del final.

 

Un abrazo y un beso.

 

 

Su amiga

Anais

alix2cool@hotmail.com