AL SERVICIO DEL SEÑOR
Por: Karla
Castellanos
Si el día de hoy
hiciéramos una encuesta a los miembros de tu Congregación ¿cuáles crees que
serían los resultados en cuanto al número de creyentes involucrados al servicio
del Señor? Sería muy importante para honra del Señor que el resultado de esa
encuesta apuntara hacia un alto índice de servicio, gloria a Dios si eso ocurre
en tu Congregación, sin embargo es muy probable que eso pueda ser solamente una
excepción.
Jesús está
esperando por ti, para que te unas a cualquier ministerio para servirle al
Señor dentro de tu Congregación. Él nos
dio el ejemplo, ya que en Mateo 20:28 está escrito que “el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar
su vida en rescate por muchos”. ¿De qué manera sirves en tu congregación?
Por gracia del Espíritu Santo obtenemos dones que debemos utilizar al
servicio de nuestro Señor, si no los has descubierto ora para que el Señor te
guíe y te muestre cuál es tu Ministerio.
Quizá vengan pruebas difíciles
antes de consolidarte en el mismo, porque el enemigo te pone tropiezos
para que desvíes el camino correcto hacia el servicio del Señor, pero cuando
sepas cuál es el don que nuestro Señor te ha regalado, procura utilizarlo para
la edificación de la iglesia y vendrán muchas bendiciones, para ti, para tu
familia y para tu Congregación.
Existen varios dones, que claramente podemos discernir en Romanos
12:6-8: “De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese
conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en
la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con
alegría. No pretendo entrar en
polémica respecto al tema de los dones y de los talentos, que algunas veces
pueden ser fácilmente diferenciados, otras no... he allí el porqué de la
polémica. Sin embargo si reconoces un
don que te ha sido dado en gracia por el Espíritu Santo, úsalo al servicio del
Señor, si al contrario, reconoces que lo tuyo no es un don, sino un talento,
también úsalo al servicio del Señor.
Existen ministerios dentro
de la Iglesia en los que fácilmente podemos identificarnos, como el de
alabanza, ayuno, oración, entre otros.
¿Quieres hacer algo que realmente te gusta hacer? Seguramente si te informas con los líderes,
ancianos o con el Pastor de tu iglesia, podrías encontrar el ministerio al cual
puedas servir, en cual te sientas bien y te goces haciendo lo que haces. ¿Qué te gustaría hacer?: ¿ayudar para
la grabación de los mensajes de tu
iglesia? ¿Utilizar las cámaras de televisión?
¿Escribir para la revista o cualquier otro medio escrito de tu
congregación? ¿Cuidar niños de la escuela dominical? ¿Evangelizar? Hazlo!
Porque fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así
hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones. (1 Tesalonicenses 2:4) ¿Nace
de tu corazón visitar personas en las
cárceles, hospitales, asilos de ancianos?... ¿qué esperas para buscar
información de cómo poderlo hacer? ¿Te gusta cantar o tocar algún instrumento
musical? Únete al ministerio de la
alabanza, “porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza” (“1 Crónicas
16:25)
Si perteneces al grupo de jóvenes/jóvenes, al de jóvenes adultos, al
familiar, al de matrimonios, al de mujeres en la mies, cualquiera que sea tu
edad puedes servir, si quieres hacerlo.
Pide la gracia al Espíritu Santo para que te guíe en oración para llegar
al ministerio en el cual Dios desea que estés; cualquier cosa que hagas recuerda
que únicamente será como muestra de agradecimiento al Señor, porque él es bueno
y es para siempre su misericordia. (2
Crónicas 5:13)
¡Qué gran gozo es recibir las bendiciones del Señor! Seguramente lo será mayor poder ser
instrumento del Señor para bendecir a muchas personas más que no conocen de él
o bien, motivar a aquellas personas que le conocen, pero que no se han
involucrado en la Iglesia para solidificar más la hermandad, para honrar más al
Señor, para dar algo a cambio de lo mucho que obtenemos con su amor y su
infinita misericordia.
Ojalá que si no estás sirviendo dentro de un ministerio, o si no haz
descubierto tus dones o tus talentos, empieces ya, porque nunca es tarde para
servirle al Señor, para honrarle y agradecer su gran amor por nosotros. Piensa en servir y servirle bien al Rey de
Reyes y Señor de Señores, no pongas tus ojos en las personas que tienes a tu
alrededor, hazlo por el Señor y piensa que “hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en
todos, es el mismo. (1 Corintios 12:4-6)
En donde quiera que sirvas, serás bendecido y serás de gran bendición
para los demás.
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