HAGEO
Por: Raul Cruces
Se trata de la reedificación de Israel. El marco histórico del libro de Hageo
fue que el templo del Rey Salomón estaba destruido por las constantes guerras
que había sufrido el pueblo de Israel, todo el oro, y piedras
preciosas que lo caracterizaban, habían sido robadas por constantes
asaltos por los pueblos que habían hecho guerra contra la nación. Había la
voluntad de reedificar ese templo pero desde la primera la intención hasta el
momento histórico del libro de Hageo había pasado ¡16 años!. Imagínate la falta
de decisión.
Veamos lo que dice Hageo 1:2
"... Este pueblo dice: No ha llegado aún el
tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada..."
Nosotros somos ese pueblo y decimos que no ha
llegado el tiempo en que la casa de Dios, esto la casa de Dios en mi propia
vida sea reedificada, esto es mi relación con Dios, decimos que no ha llegado
el tiempo en que tengamos que ponernos bien con Dios y hacer las pases con Él,
sino que decimos que lo haremos después. Ahora dice, REEDIFICADA, esto
quiere decir que tal vez haya ruinas en nuestra vida de lo que era nuestra
relación anterior con Dios. Nuestra vida está en ruinas pero en lugar de
edificar nuestra relación con Dios, preferimos ponernos a tratar de rejuntar
las ruinas y los pedacitos del rompecabezas de nuestra vida al que no le
encontramos ni pies ni cabeza. Imagínate que es como si fuera una hermosa
vasija de barro que se cayó y se quebró y la tratamos de reconstruir nosotros
mismos uniendo pieza por pieza, pero no podemos porque no le sabemos como
unirlas. Solo el que conoce nuestras vidas, nos puede, no solo rejuntar las
piezas, sino hacernos para nosotros otra vasija nueva, nada que ver con la
primera, al contrario una vasija nueva, sin parches y sin hoyitos por donde se
salga la felicidad.
Pero sigamos leyendo en Hageo 1: 3-4
3 Entonces vino palabra de Jehová por medio del
profeta Hageo, diciendo: 4 ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar
en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?..."
Preferimos vivir en "nuestras casas
artesonadas", artesonadas viene de la palabra paneles o más bien dicho:
"falsas vistas" son como esas casas que le ponen paneles vistosos,
pero no tienen nada, son huecas, no son de material sólido, son de alambre con yeso.
Así nuestra vida está llena de farsas, llena de paneles, y vistas falsas, no
tienen contenido, nos la llevamos aparentando lo que no somos, mientras que la
"casa de Dios está desierta", mientras que nuestra relación con Dios
está vacía, no tiene nada, está empolvado nuestro teléfono con el que nos
comunicamos con Dios.
Sigamos leyendo Hageo 1: 5-6
5 Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad
bien sobre vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os
saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el
que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.
Dios nos dice que meditemos en nuestros caminos que
hemos tomado, pero ¿Qué meditaremos?, Verás: sembramos mucho esfuerzo, pero
cosechamos realmente muy poco (en la casa, familia, hijos, trabajo), comemos y
bebemos pero no quedamos satisfechos, por mas que compramos de las mejores
ropas y nunca quedamos satisfechos ¡pero si son de las mejores ropas!, Exacto!
Esto quiere decir: "os vestís y no os calentáis". Trabajamos duro y
como si lo que nos pagan lo echamos a la bolsa del pantalón y está rota la
bolsa, ¡No nos alcanza para nada!
Otra vez nos dice en Hageo 1: 8
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre
vuestros caminos. Pero ya nos lo dijo en anteriormente en 6 "MEDITAD EN
NUESTROS CAMINOS", porqué razón Dios nos repite algo. ¡Fácil!, el que es
maestro ¿Cómo le hace con un alumno que no le entiende lo que le enseña? Se lo
repites 2 o más veces hasta que te entiende. Pues en su amor, Dios nos conoce
tanto que nos lo repite dos veces el consejo, nunca meditamos nuestros caminos,
pero Dios en su misericordia nos lo repite dos veces porque sabe que no
entiendo su palabra hasta que me la repite dos o mas veces.
Sigamos leyendo Hageo 1: 8
8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la
casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. Esto
es ve a su presencia, humíllate ante él a reedificar tu relación con Dios, trae
madera para reconstruir su casa, esto es trae de tu adoración, adórale, no ya
como un Cristo crucificado, sino como Señor de Señores. Y veras como Dios
pondrá en tu vida su voluntad agradable y perfecta, que ya la quisiera SUPERMAN
para ser FUERTE, ya la quisiera DOÑA SARA GARCÍA para SOPORTAR LAS PENAS, ya la
quisiera LA MOLE para ser como LA ROCA FIRME. Cuando la voluntad de Dios está
contigo verás como tu vida prospera y sigues adelante y todo lo que está por
delante de ti es prosperado.
Sigamos leyendo Hageo 1: 9
9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en
casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? Dice Jehová de los ejércitos. Por
cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
Esta palabra habla por sí sola, le buscamos y le buscamos la solución a
nuestra vasija rota, y no le hallamos pies ni cabeza, dice Dios, "yo
disiparé (las piezas) en un soplo", ¿Pero porqué? Porque su casa está
desierta, le damos más importancia hacer nuestra propia cosa sin tomar en
cuenta a Dios, perdemos el tiempo "tratando de reedificar" algo que
no le entendemos, así muchos hasta se les acaba la vida edificando y
edificando y ¿en qué terminan? Algunos pobres, otros con nervios de tanto que
cuidan su dinero, otros se suicidan porque ya no soportan, otros son secuestrados
y asesinados por acumular tanta riquezas. En lugar de edificar primeramente la
casa de Dios, de edificar nuestra relación con Dios.
Sigamos leyendo Hageo 1: 10-11
10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la
lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11 Y llamé la sequía sobre esta tierra,
y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo
lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo
trabajo de manos.
Esto me recuerda el desierto de mi ciudad,
Hermosillo, ¡seco! No había llovido en días pasados, la tierra no había dado su
fruto, en nuestra tierra escasea el trigo, el vino y el aceite, las bestias del
campo se nos mueren de sed por la falta de agua, pues así están nuestra
vidas, ¡secas! No hay vida en ella hay escasez por todas partes. Por la razón
de que no tomamos en cuenta a Dios en nuestra vidas.
Sigamos leyendo Hageo 1: 12
12 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de
Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios,
y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió
el pueblo delante de Jehová. Lo primero que debemos hacer en cuanto escuchemos
la palabra de Dios es "TEMER A DIOS".
Sigamos leyendo 1: 13
13 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por
mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14 Y
despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá,
y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo
el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los
ejércitos, su Dios,
Una de las cosas que hacen que en nuestra vida no
construyamos una relación con Dios es que nuestro espíritu está dormido, por
eso no entiende las cosas de Dios ni su presencia, en consecuencia no percibe
su palabra, debido a esto no recibimos de sus beneficios. Pero aquí vemos que
después de que el rey Zorobabel y el pueblo empezó a temer a Dios, Dios
les despertó su espíritu para que vieran y entendieran. Una persona dormida no
ve ni entiende lo que le rodeo porque está sencillamente dormido. ¿Qué siente
un maestro cuando un alumno se le duerme en la clase? Pues Dios despertó
al pueblo para que entendieran.
A partir de ahí el pueblo empezó a reconstruir su
relación con Dios. La casa de Dios representa nuestra relación con Dios,
y solo ahí empezaron a reconstruir.
Sigamos leyendo 2: 15
15 Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde
este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de
Jehová.
Nos los vuelve a repetir, ¿nos conocerá algo Dios?. No meditamos, hacemos las
cosas sin pensar. Sin tomar en cuenta a Dios.
18 Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día
veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de
Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón.
No solo eso, nos lo vuelve a repetir ... en el 2:18. ¿Desde qué día?,
¿Desde qué mes dejamos de meditar en Dios? ¿Te acuerdas? El pueblo de Israel se
acordó de Dios el día 24 del mes noveno, es decir Septiembre. Dios conoce el
día exacto cuando tu te acuerdas de él. También se acuerda del tiempo que
llevas desde que no te acuerdas de él. ¿ya sacaste la cuenta? Dios sí se
acuerda.
Sigamos leyendo Hageo 2: 19
19 ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la
vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía;
mas desde este día os bendeciré. Cuando
el pueblo de Israel tomó la decisión de acordarse de meditar bien en las cosas
de Dios, todavía ni siquiera el pueblo se había presentado en el templo para
adorarle cuando ya las bendiciones estaban dadas, ni siquiera había brotado la
primer raíz de la vid, menos habían dados sus primeras uvas, ni los olivos
habían dado sus primeras aceitunas cuando ya estaban bendecidas.
Cambia tus problemas por soluciones hoy mismo,
cambia tus tristezas por alegria hoy mismo, cambia este mundo por Cristo Hoy. Y
desde este momento Dios te empezará a bendecir. Cuando tú te decides por
Cristo, Él empieza a cambiar tu situación en el momento, acuérdate que Él no
vive conforme a nuestros tiempos, Él vive de acuerdo a su buena voluntad. Él al
que quiere hace misericordias. Él da gracia a los humildes y resiste a los
soberbios de corazón. Acerquémonos a Cristo con humildad, dejándole que Él haga
su voluntad y dale la Gloria que Él se lo merece.
Atentamente:
Raúl Cruces M.
e-mail: rcruces@tecnovision.com.mx
ICQ#: 74597482
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