"Razones para construir juntos"
Revista electrónica semanal, Puebla, México, año 1, núm. 4, 12 de septiembre de 2004
Política - Sociedad - Cultura
Sociedad y desarrollo
Cerca de Manresa - donde San Ignacio de Loyola hizo y escribió sus Ejercicios- en el campo experimental de Can Padró: donde se entrenan diferentes cuerpos de bomberos, nos permitían realizar nuestras quemas con hidrocarburos; pero los árboles son otra cosa; "un árbol es material vivo", nos recordaban con frecuencia por no decir que nos advertían; y nos contaban el caso de un campesino a quien se le ocurrió cortar 6 pequeños árboles: las autoridades del pueblo lo habían castigado a sembrar 10 árboles por cada árbol que había cortado. En este contexto aparecían otras preguntas: ¿Quien seria el responsable?, ¿los bomberos nos ayudarían?, ¿y si se salía de control "la quema"? Entonces, se generaban ideas; y con una cámara termográfica pudimos ver el perfil de temperaturas de algún incendio, todo se mostraba interesante: ¿Por qué no grabar desde un helicóptero?  Observar el comportamiento del incendio, descubrir cómo con la dirección del viento lo que antes era cola o costado se puede convertir en un peligroso frente, y por la noche con la termografía infrarroja, porqué no continuar estudiando las geometrías y formas -los denominados puntos calientes -. Momentos de entusiasmo.
Entusiasmo que por momentos sufría reveses; como cuando nos preguntaron que si teníamos algún tipo de seguro para situaciones de alto riesgo. El "jefe de bomberos" de la provincia nos proponía que estuviésemos durante una temporada preparados para que en cualquier momento que nos llamase asistiéramos a algún incendio y que, una vez que estuviese controlado, nos daría la oportunidad de obtener datos (temperaturas, formas y geometrías) información que dicho sea de paso, ya habíamos constatado en las quemas con hidrocarburos, que presentan grandes dificultades para su lectura exacta debido a un comportamiento fluctuante con respecto al tiempo y al espacio; con la cámara podíamos obtener 6 imágenes termográficas por segundo, pero la experiencia nos había mostrado que entre ellas podían existir grandes diferencias; también nos daba la oportunidad que nos habíamos imaginado: subirnos al helicóptero y desde la altura estudiar la dinámica del incendio y descubrir los puntos calientes; nos brindaba la oportunidad que habíamos imaginado, desafortunadamente un helicóptero había caído y habían muerto  el piloto y un reportero. Entonces nuestro sueño sufrió un crudo despertar; investigamos e intentamos, pero nuestro seguro no cubría esas situaciones de riesgo,  y por otra parte el cuestionamiento seguía presente: ¿qué tan grande debe ser el involucramiento con tu línea de investigación?
PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES
Luis Zárate
Hablar de mi participación en la elaboración del "Manual de Ingeniería básica para la prevención y extinción de incendios forestales" es recordar vivencias durante mi formación doctoral en la Politécnica de Cataluña; significó para mi iniciar una línea de investigación en un grupo con amplia experiencia en el estudio de los incendios industriales, profesores - investigadores, ahora colegas y amigos,  compañeros con un nuevo objetivo: El estudio de los incendios forestales.
Debíamos introducirnos en sistemas cuyos limites tienen como paredes el cielo y el relieve de la tierra; los ductos y configuraciones ahora son cañones, barrancos, pendientes y  montañas; cambiamos los hidrocarburos, -combustibles bien caracterizados en sus propiedades termofísicas- por combustibles vegetales únicos para cada región del planeta: composiciones, cargas, formas, tamaños, disposiciones, que en innumerables combinaciones generan miles de variables; aunado a lo anterior la influencia del clima, meteorología y, desde luego, sin olvidar las actividades diversas del hombre: labores agrícolas o silvícolas, infraestructuras viales (caminos, carreteras), líneas eléctricas, casas aisladas o urbanizaciones.
Extraordinaria complejidad de estos sistemas, exige que la Química, la Biología, la Termodinámica, los Fenómenos del Transporte, la Meteorología, se conjunten para explicar, modelar, adelantarse al siniestro, generar  "la cultura de la prevención" y por tanto no tener que lamentar pérdidas de vidas humanas, daños a la vegetación -a la fauna y al suelo-, el impacto negativo -a largo y mediano plazo- con efectos, directos o indirectos, de repercusión económica de difícil evaluación, cuando no inciden directamente sobre productos o servicios; ¿como evaluar los daños a los acuíferos? ¿o a las especies en peligro de extinción?¿o al turismo o al transporte?
En resumen el reto es estudiar y entender el fenómeno, aplicar y conjuntar conceptos y metodologías de las diversas ingenierías: química, industrial,  ambiental, agronomía; el reto es la búsqueda de soluciones a problemas concretos.
El inicio, como en toda investigación,  es aprender del camino recorrido por otros investigadores, sin importar en qué otra parte del mundo estuvieran, después de todo, aun es un problema mundial: Australia, Canadá, Portugal, Francia, o los estados Unidos.
Las bibliotecas se hicieron indispensables, leer artículos, tesis, asistir a cursos, luego congresos, realización de una base de datos, hablar con bomberos,  involucrarse en el campo, reuniones con propietarios, asociaciones de protección al bosque, todo esto se volvió parte de una vida, de un trabajo, de una metodología, que supuso empaparnos del tema.
Con trabajo y constancia -después de un tiempo- creció nuestro conocimiento; ahora descubríamos vacíos y lagunas de información, datos que nos hacia falta para modelar, mucho empirismo imposible de extrapolar; desde luego, ahora, allí podíamos aportar; se empezó a planear la adquisición de los datos que hacían falta, y por doquier surgían preguntas: ¿Cómo experimentar? Para hacerlo, ¿era necesario quemar parcelas?
Así fue como fuimos adquiriendo experiencia en este campo. Llegábamos a otra fase: dar respuestas y aportar soluciones; faltaba transmitir la experiencia y se le dio cauce, en forma de artículos, congresos, encuentros donde no faltaban calurosas discusiones; en esta etapa también se establecieron los fundamentos para lo que más adelante serian las bases de varias tesis doctorales.

Por otra parte, la oficina técnica de incendios forestales de la Diputación de Barcelona quería y necesitaba una herramientas, que ayudase en los cursos de formación y capacitación de futuros especialistas; una herramienta que partiendo de conceptos simples aproximara -con fundamentos científicos- al fenómeno de los incendios forestales, que en su lenguaje no desaparecieran los símbolos que describen y aproximan (las ecuaciones matemáticas), que auxiliado de gráficos, figuras, fotografías atrajera y se hiciera amena la lectura, en pocas palabras: facilitar a los técnicos su aplicación en la gestión y planificación de la prevención y extinción de los incendios forestales; y ese es el espíritu que impulsó la elaboración del Manual de ingeniería básica para la prevención y extinción de incendios forestales.
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