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"Razones para construir juntos" | ||||||||||||
Revista electrónica semanal, Puebla, México, año 1, núm. 6, 26 de septiembre de 2004 | ||||||||||||
Política - Sociedad - Cultura | ||||||||||||
Editorial | ||||||||||||
SENSATEZ No hay política de altura, es la queja frecuente entre los ciudadanos comunes y corrientes; y para la mayoría ni siquiera hay política como tal, surge entonces el escepticismo, el desaliento, la indiferencia y el desinterés de los asuntos públicos. Y esto no es asunto menor, pero vale la pena ir más allá de lo que se ve, y preguntar qué tipo de política se está haciendo, quizá incluso preguntar cuándo hay política y cuándo, en vez de ella, lo que existe es un sucedáneo. Si la política ha surgido cuando los seres humanos resolvieron -o han intentado resolver- sus conflictos sin recurrir al garrote, es decir, mediante la razón, el argumento, el diálogo, la política entonces significa el apelar a la razón para resolver los problemas que conciernen a la sociedad: política es entrar en la civilización o, para emplear términos más recientes, en la civilidad. Pero la condición sine qua non de apelar a la razón en los asuntos colectivos es, precisamente, el contar con los demás. Cuando no se cuenta con los demás, cuando las decisiones las toman unos cuantos y sus camarillas, entonces lo que hay es todo, menos política. Durante mucho tiempo en México, las decisiones las tomaba un solo hombre y su grupo; la política que había -si es que mereciera tal nombre- era la del no contar con los demás; el resultado, lejos de la política genuina, era un país de ficción; así, por mucho tiempo, nos acostumbramos a un poder público que decía una cosa y en realidad pasaba otra cosa, se anunciaba el fortalecimiento del peso (por poner uno de tantos ejemplos) y lo que ocurría al día siguiente era una devaluación. La política en México vivía encarcelada, o enferma, según se la quiera ver. Y después de un largo tiempo en la mazmorra, o de una larga convalecencia, la política comienza a salir a la luz pública, y las consecuencias son bastante visibles: a penas estamos aprendiendo a contar con los demás. |
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La política convalece y por ello se explica que nos cuesta trabajo ponernos acuerdos, construir consensos y llegar a la zona adulta de la sensatez política. Con todo, es mejor una política convaleciente que una política enferma, una política en libertad que una atada a la mazmorra. El riesgo -como parece que lo estamos viviendo- es que quien ha salido de la mazmorra prefiera las cuatro paredes de la prisión que las calles inciertas de la ciudad. Signos de esa incertidumbre se pueden ver en los escenarios nacionales, en donde los poderes públicos -convalecientes de un largo letargo- apenas pueden dialogar y construir; y como esto parece imposible, algunos prefieren y querrían volver al régimen monolítico del priísmo rancio, autoritario, tramposo y acostumbrado a no tomar en cuenta a los demás, a la sociedad, a la gente. No gozamos de cabal salud -y falta tiempo para que lo logremos-, pero de eso a volver a la cama o a la terapia intensiva sería una tremenda regresión al autoritarismo y la arbitrariedad política. Como sociedad, querríamos apostarnos por la razón, por lo razonable, por el contar con los demás y saber hacerlo. De esa suerte podríamos darnos cuenta de que grupos políticos -camarillas bien apoltronadas- siguen interesados en la política del no contar con los otros (como con frecuencia ocurre con las declaraciones de un senador de apellido Bartlett) y de ver la política como un botín particular y de camarilla. El escenario político en Puebla se encuentra en ese enclave y es preciso que pongamos atención para que la actual contienda política no tenga los visos de una política enferma y rancia, política de camarilla y de mafia. Es preciso que exijamos a partidos y candidatos sensatez, es decir, exigirles que no pueden prescindir de los demás. Alternativa en este tenor busca fomentar esta cultura del contar con los demás, abriendo sus espacios para la reflexión y la opinión sobre lo público y lo colectivo. En este número ofrecemos diversos artículos sobre política, sociedad y cultura. Esperamos que la sensatez también se traduzca en sinceridad. |
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