Max Weber, la burocracia I Parte Introducción Organización; "unidad económica de coordinación
que posee fronteras identificables y funciona con continuidad para cumplir
determinados objetivos compartidos a priori por sus miembros". La burocracia puede afectar de modo notable a estos dos ámbitos de la empresa, también veremos que el grado de burocratización tiene que directamente con el tamaño de la empresa, la especialización, la coordinación y la formalización. En los siguientes puntos, antes de empezar a plantear las diferentes teorías de la burocracia, y intentar céntranos en la figura de Max Weber, deberíamos intentar responder las siguientes preguntas, ¿cuándo surge la burocracia?, ¿Por qué?, y finalmente en la conclusión ¿realmente es útil la burocracia?. Aunque una cosa si podemos decir que la teoría de la burocracia, es tan importante en la Economía de la Empresa, como lo puedan ser las teorías de la producción y de coste. Espacio burocrático Así, la estructura de una empresa se caracteriza en primer
lugar por su modo principal de especialización. En realidad, a
menudo es tanta la complejidad de la empresa, que su estructura debe tener
en cuenta simultáneamente varios modos de especialización.
De hecho, la elección del modo de especialización se plantea
para cada nivel jerárquico. La coordinación En la mayoría de las empresas, la jerarquía sigue siendo el principal modo de coordinación. La jerarquía garantiza la coordinación siguiendo grandes líneas verticales determinadas por la especialización principal. Por otra parte, la coordinación se apoya también en mecanismos de circulación de la información que no pueden disociarse de la estructura propiamente dicha, estos mecanismo que varían de los simples a los más complejos, contribuyan a la eficacia y a la flexibilidad de las relaciones jerárquica y horizontales. La formalización Es un instrumento que fija, necesariamente para un tiempo determinado, el marco para el funcionamiento de la organización y que tiene dos tipos de limites. El primero esta relacionado con las fuerzas externas a la empresa que la obligan a adaptar sus estructuras. El segundo está relacionado con la influencia de los individuos que componen la empresa y las luchas de poder que se libran (las que por cierto no benefician nada a hacer eficiente la burocracia). De este modo, los gráficos y los organigramas expresan con frecuencia intenciones y no una realidad. La formalización puede poner de manifiesto las tareas que debe cumplir el titular de una función. Se inscribe entonces en una concepción mecanista de la división del trabajo, en la que cada uno es considerado como un ejecutor en un territorio delimitado, que no puede traspasar, sino quiere cuestionar la lógica de la organización. Así que, para alcanzar los objetivos que le han sido asignados, un responsable de nivel superior debe ante todo velar para que sus subordinados alcancen los que les han fijado. (por otra parte esto parece lógico).
Muy pronto, el crecimiento impone la creación de un nivel intermedio de responsabilidades entre la dirección y el núcleo operativo, al que se atribuyen diferentes funciones, objetivos, medios y autoridad. en esta fase aparecen las primeras dificultades de formalización de los roles y las relaciones, que tienden a despersonalizarse debido al aumento del numero de personas. La coordinación deja de ser un fenómeno espontáneo. el tamaño induce una mayor división del trabajo y el establecimiento de procedimientos estandarizados con el fin de asegurar el tratamiento de un volumen de información cada vez mayor. La correlación entre el crecimiento del tamaño y la burocratización es evidente. Sin embargo nada indica que la estructura de una gran empresa sea necesariamente menos eficaz que la de una empresa más pequeña. La gran empresa busca el mejor equilibrio entre el coste de coordinación y el de autonomía de las unidades que la componen. La formación de los directivos permite reducir el coste de autonomía y mejorar la coherencia de las decisiones. La creación de unidades autosuficientes disminuye el coste de coordinación y las necesidades de coordinación. Cada vez que la naturaleza lo permite, se pueden evitar mediante un diseño ingenioso la mayor parte de los inconvenientes de las estructuras demasiado grandes y reducir los costes de coordinación y los costes de autonomía. En conclusión, si bien el tamaño no determina la forma de una estructura, necesita adaptaciones cuya naturaleza depende esencialmente de los otros parámetros como: tecnología, entorno, diferenciación o integración. Así que podemos decir que si aplicamos una organización burocrática en una empresa grande el resultado puede ser igual de eficiente que en una empresa pequeña, pero no al contrario, ya que en una empresa de pequeño tamaño la relaciones entre las diferentes unidades, no necesitan se reguladas, puesto que el entramado de la estructura organizativa es simple, y fácilmente controlable por un individuo, del nivel superior del orden jerárquico, e incluso eso puede dejar de ser necesario en una estructura de orden horizontal.
Normalmente a las organizaciones que han sido diseñadas y operan como maquinas se las denomina actualmente burocracias. Pero muchas organizaciones se burocratizan en algún grado por el modo mecanista del pensamiento que conforma nuestro concepto básico en lo referente a la organización. Por ejemplo, cuando hablamos de una organización tenemos generalmente en el pensamiento un conjunto de relaciones ordenadas entre las partes diferentes. Aunque la imagen no es muy explicita, estamos hablando sobre un conjunto de relaciones mecanistas. Nos referimos a las organizaciones como si fueran maquinas y por tanto, tendemos a esperar que trabajen como maquinas de una forma rutinaria, eficiente, exacta y predecible. En ciertas circunstancias, un modo mecanista de la organización puede conseguir las bases de una operación efectiva. Pero en otros casos puede traer consecuencias desafortunadas, por no decir, desastrosas. Es importante comprender cuando y como estamos empleando un pensamiento mecanista, así como otras muchas teorías e ideas sobre organizaciones que soportan este pensamiento. Uno de los mayores retos que encararon las modernas organizaciones fue sustituir esta clase de pensamiento por ideas y métodos frescos. Veremos con más detalle la historia del desarrollo de nuestro concepto mecanista de la organización. En donde sin duda veremos la gran aportación de Max Weber a este concepto, y como consecuencia a las teorías de la burocracia.
Con la revolución industrial encontraremos un incremento de la tendencia a la burocracia y la rutinización de la vida en general. Los propietarios de las fabricas y los ingenieros se dieron cuenta de que el rendimiento eficiente de las maquinas nuevas requería una mejor distribución del trabajo. La división de las tareas en el trabajo, divulgada por el economista escocés Adam Smith en su libro "The Wealth of Nations" (1776), intensificó e incrementó la especialización en la fabricación, buscando le eficiencia mediante la reducción de la propia discreción de los trabajadores a favor de las máquinas y de ellos por sus supervisores. Mucho se aprendió de lo militar, que en tiempo de Federico
el Grande de Prusia llego a tener un prototipo de organización
mecánica. La pretensión de Federico consistía en
modelar un ejercito como un eficiente dinamismo que funcionase por medio
de fracciones estandarizadas. Esto aseguraba que máquina militar
operaba ordenadamente. Federico de Prusia fomentó el principio
de que a los hombres debían enseñarles a temer más
a sus jefes que al enemigo. Con el tiempo se introdujeron más refinamientos,
tales como la descentralización de los controles para crear mas
autonomía en las fracciones. Una de las mayores contribuciones fue la del sociólogo alemán
Max Weber, que observo el paralelismo evidente entre la mecanización
de la industria y la proliferación de las formas burocráticas
de la organización. Hizo notar que la burocracia rutiniza los procesos
de administración exactamente como la mecanización rutiniza
la producción. En su trabajo encontramos la primera definición
concreta de la burocracia, como una forma de organización que realza
la precisión, la velocidad, la claridad, la regularidad, la exactitud
y la eficiencia conseguida a través de la creación de la
división prefijada de las tareas de la supervisión jerárquica
y de detalladas reglas y regulaciones. Como sociólogo Max Weber
se intereso en las consecuencias sociales de la proliferación de
las burocracias, y al igual que el anciano de la historia de Chuang-tzu,
vio que la burocracia tenia el potencial suficiente para rutinizar y mecanizar
casi todos los aspectos de la vida humana erosionando el espíritu
y la capacidad de acción espontánea. También reconoció
que podría tener graves consecuencias políticas socavando
formas de organizaciones más democráticas. |
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