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DRUVINIA I Necesito encontrarlo. Es viscoso y un poco alargado. Hace mucho tiempo lo perdí en el horizonte, una ráfaga de viento se lo llevó y quedó perdido en la oscuridad. Tendría que ir yo solo a buscarlo porque nadie se atreve a llegar hasta allá, aquella es una zona prohibida, pero no por alguien que lo haya impedido, sino por el miedo, el peligro, las dificultades para llegar hasta allá… y lo desconocido. Aquella es una zona oscura, desolada. Dicen que en el lugar hay extraños fenómenos nada lógicos, nada normales, que guarda los restos de muchos parientes que han sido de pronto tragados por la oscuridad, y cuentan además que hay extraños objetos de seres de otras dimensiones que nos han visitado hace mucho en otros tiempos, y además conserva intactos restos de gran parte de nuestros antepasados antes de que evolucionaran a los druvinianos de hoy, incluso antes de que pudiéramos pensar. Ese lugar es más oscuro que el mismo universo, dicen que silva tenuemente todo el tiempo, nadie sabe por qué; dicen que no se puede ver nada más allá de medio paso, que allá no se puede respirar y que de pronto brincan cosas... Con ese panorama tan sombrío se me acaban las alternativas, pero sin duda tengo que partir hacia allá sin alternativa, pronto deberé ir a buscarlo si es quiero seguir con vida. Y vaya que me estoy preparando para ello, ya perdí la cuenta de cuanto tiempo llevo construyendo el traje con los dispositivos que espero me protejan lo suficiente. El líder principal me ha hablado para que vaya por ellos, y espero me tenga noticias positivas del permiso para poder viajar, algo que ya debo hacer sin más demoras. ¿Qué quién soy?, no lo sé, camino a recoger mi traje pasé por ese yacimiento que nos ha dado algunas respuestas; no conocemos todavía nuestro origen con exactitud, pero estoy grabando estas notas desde uno de los lugares que podrán darnos una explicación de eso; estamos contentos por haber descubierto un nuevo yacimiento antiguo que nos aclarará más dudas, un yacimiento con seres antiguos de nuestros antepasados que algún día vivieron aquí en la zona, y ese es el sexto extraño cuerpo que encuentran en lo que va del ciclo volcánico y seguimos descubriendo más; son cuerpos diferentes, son semitransparentes, son novedosos para nosotros y no creo que en este sitio esté lo que yo busco, para eso deberé investigar más lejos para salvar mi vida, y tal vez encuentre otros depósitos de seres más extraños que estos cuando llegue a la zona oscura. Si los encuentro, además de salvar mi vida seré famoso. Hace demasiado calor ahora, esta es la época de mayor actividad telúrica y el fin de la estación pronto cambiará las cosas, llegará de repente el frío, bajará la temperatura tanto, que deberemos dejar la superficie para protegernos allá abajo, cerca del ojo de este volcán de vapor ardiente que fluye hacia el cielo; hasta que el calor de la superficie regrese podremos vivir normalmente, así ha sido desde que tengo uso de memoria. Y sin embargo tenemos miedo, de vez en cuando acercarse demasiado al ojo para recibir su calor, se puede sufrir a cambio las explosiones repentinas que alguna vez ya mataron al 20% de los druvinianos. Ahora somos alrededor de cuatro mil pensantes y unos ochenta mil seres no pensantes entre animales y seres mixtos, sin contar los que aún no conocemos, quienes según creemos se ocultan justo en el lugar a donde me dirijo. Hace mucho pudimos llegar a ser hasta 35 mil pensantes, pero últimamente ha habido varias épocas de demasiada actividad volcánica, tanta que el aire tan caliente de esas erupciones en lugar de vida nos la ha quitado intempestivamente, matando en forma masiva a cientos de druvinianos por sorpresa. Estamos muy preocupados porque vuelva a suceder lo mismo, eso pasó el ciclo pasado, hubo una erupción tan fuerte que mató a cerca de doscientos de nuestros hermanos, eran unos investigadores que estaban poniendo a prueba un aparato flotador, que se iba a poder desplazarse muy alto para viajar de un lugar a otro, pero la explosión repentina del volcán hizo que el aparato fuera lanzado hacia el espacio, y no tuvimos oportunidad de rescatarlos. Ahora los doce tripulantes están perdidos, se han ido muy lejos de nuestro alcance, no creo que puedan regresar porque la velocidad a la que vamos todos hace imposible que alguien pueda ir por ellos. Creo que se han perdido en el espacio para siempre, o tal vez cayeron a donde yo tengo que ir y eso dificulta más las cosas para mí, porque mi tiempo de vida se agota y además debo investigar si ellos cayeron allá. Muchos de mis compañeros prefieren morir antes de pasar por el terror de tener que aventurarse a esas regiones ocultas para salvar su vida. Cuando algún pariente ha sido expulsado hacia esa zona, muy pocos tienen el valor de ir a rescatarlos; pero es que es necesario encontrar al menos a un padre para poder seguir con vida, porque al crecer necesitamos de una parte del código que tienen nuestros padres para seguir viviendo; si ellos nos lo otorgan por su voluntad entonces podemos vivir muchos ciclos más, pero si no logramos convencerlos o faltan por muerte o por ausencia, entonces estamos condenados a la morir en poco tiempo, por eso debemos tener cuidado de no hacerles ningún mal, porque si sienten la falta de amor o respeto, entonces puede ser suficiente para que decidan no obsequiarnos su código, esa es la manera como se controlan los excesos de la especie, muriendo sin remedio en unos cuantos ciclos. Ese es mi terrible caso ahora, no estoy seguro de que lo encuentre, aunque sea sin vida, pero lo importante es encontrar el código para completarlo con el mío; hace mucho que se fueron con la explosión, yo mismo los vi perderse, sólo algunos en la historia han encontrado con suerte a sus parientes, pero todos han caído relativamente cerca, no tan lejos como el mío y eso me complica aún más las cosas. Pero la vida sigue y camino con mi mascota. El día de hoy los científicos están muy activos en esta aldea; tenemos dos pequeños aparatos voladores que se encuentran en etapa de experimentación y unos 28 investigadores trabajando, atando cabos en el yacimiento. ¿Qué cómo somos físicamente?, eso es fácil de describir, somos completamente oscuros como el universo, traslúcidos, casi transparentes y sumamente brillosos como el metal, nuestros órganos internos son de colores y pueden verse a simple vista; tenemos pequeñas extremidades, algunas grandes y cuatro chicas para las cosas finas, pensamos por todo el cuerpo y nos desplazamos en dos extremidades, creo que nos movemos lento pero somos muy flexibles. Cada quien tiene su roca, cada quien trabaja en lo que quiere y cada quien ayuda en todo lo posible; cada quien de vez en cuando se ataca y cada quien a veces quiere independizarse. Algunos muestran afecto entre sí y otros nunca se acercan, algunos piensan mucho y otros sólo lo hacen al principio de sus vidas, nadie se queda tranquilo, todos vivimos como nerviosos casi todo el tiempo. Y sin embargo somos curiosos. Hace ocho ciclos de volcán se encontró del otro lado una muy antigua cueva con imágenes de nuestros antepasados, que alguien plasmó desde el principio de nuestra evolución; no se parecían a nosotros y ellos ya creaban, poseían seis extremidades, se deslizaban por el suelo y tenían una cavidad que les rodeaba el cuerpo por el cual podían ver hacia todos lados. Se dice que tenían que hacerlo así porque hubo una época muy larga en que los meteoritos eran feroces con nosotros, así que teníamos que mirar hacia todos lados para estar muy listos esquivando bólidos que venían de todas partes, fue la época en que un gigantesco cinturón de asteroides pasó cerca de nosotros, como si un gran planeta se hubiera desintegrado antes. Y si al ataque del espacio le agregamos las explosiones repentinas de este volcán, podemos entonces entender por qué necesitamos cuidarnos; mi pariente no pudo evadir una de esas explosiones, por eso fue lanzado hasta el lado oculto, me interesa ir a buscarlo, yo si quiero vivir más y por eso me he estado entrenando. Pero esta historia de nuestro pasado no es la más emocionante. Hace a penas dos ciclos de volcán fue encontrado un artefacto antiguo cerca de la frontera de vida que está del otro lado de los riscos y que es la más fría, plana y llena de pequeños cráteres, grutas y estalactitas flotantes que hacen la zona imposible para la vida. Uno de nuestros más resistentes exploradores logró llegar hasta esa zona y trajo consigo este extraño artefacto que ahora se expone cerca de mi roca; al parecer fue hecho por seres pensantes, pero tan raro y desconocido que es, que ni siquiera sabemos para qué sirve o si funciona, y si logramos activarlo o descifrarlo, será un hito más para los sabios de la civilización Druvinia, entonces podremos conocer mucho más de este mundo nuestro que ha volado por todo el universo sin parar. Y es que después de tantos millones de ciclos que hemos viajado, no hemos podido saber cómo es que llegamos hasta aquí, cuál es nuestro origen y cómo es que hemos logrado sobrevivir en un cometa tan hostil que ha vagado por tanto tiempo en el espacio, surcando tantos sistemas y lugares tan lejanos. Tal vez obtengamos las respuestas pronto, tal vez este nuevo hallazgo nos revele más enigmas. El artefacto es cúbico, verdoso radiante, y dicen que guarda parte de nuestro origen en imágenes, ya una vez alguien pudo ver alguna señal, todavía pulsa tres luces azules, verdes y naranjas que indican que puede estar vivo o algo así, pero no sabemos de dónde vino, quién lo dejó aquí o cómo funciona. Actualmente los científicos no dejan de estudiarlo con mucho cuidado y con la tecnología más avanzada que hemos podido. Es el más grande hallazgo arqueológico que hemos hecho en esta gigantesca roca llena de formas intrincadas, con tonalidades fluorescentes y colores oscuros; con una estela hermosa y no muy larga, que va soltando los restos del hermoso volcán y otras sustancias, incluyendo las nuestras. Yo vivo cerca de una de esas fluorescencias con mis amados, tengo una vida fácil pero muy importante: relato todo lo que se mueve. En mis ratos libres escribo sobre la vida y la muerte, sobre nosotros, sobre el espacio, sobre todos los descubrimientos. Hay un registro visual muy antiguo cerca de aquí con pequeños murales que se han pintado por miles de ciclos desde que nuestros antepasados aprendieron a plasmar lo que veían del cielo, mientras recorrían todos esos sistemas del espacio. Por eso la pregunta es si estamos solos o si algún día encontraremos a alguien más adelante si seguimos viajando; no sabemos si la vida surgió aquí o llegó desde un planeta, los aparatos inventados nos dicen que hemos pasado por sitios candidatos, pero no hemos encontrado un lugar o un asteroide que nos dé la pista para saber si hay alguien más allá afuera. Pudimos haber visto objetos luminosos moviéndose alrededor de un planeta remoto, pero no pudimos analizar más porque nos alejamos. ¿Y hacia delante?, ¿qué podemos esperar del rumbo hacia el cual nos dirigimos?, desde que tenemos uso de razón nos ha dado miedo chocar contra algo que nos haga fenecer, los restos geológicos indican que eso ya ha sucedido antes, debido a que hay por lo menos dos impactos de objetos grandes que han chocado contra nosotros, uno está en la parte de atrás y el otro al otro lado del cometa. Pero también sabemos que una vez chocamos contra un objeto de tamaño muy importante, porque partió en pedazos al cometa con el 12% de la población pensante. Una parte se perdió atrás con cientos de seres vivos que se fueron por el espacio, tuvimos contacto con ellos por un tiempo, pero poco a poco se fue perdiendo la señal... Sin embargo, una gran suerte salvó al resto del enorme fragmento que se separó del cometa, tanta, que desde entonces ha seguido viajando por un lado a la misma velocidad que nosotros, así que un cometa dividido en dos ha tenido que impedir que el pedazo más pequeño se vaya rezagando y entonces todos juntos trabajamos en construir lo que ahora se considera la mayor obra de ingeniería de la civilización driviniana: un sistema de puentes transparentes que además de mantener unidos a los fragmentos, nos permite pasar de un lado a otro por medio de túneles de cristal líquido. Allá viven varios de mis amados más cercanos y allá es donde recojo a mis descendientes cuando los germino, hasta ahora tengo tres viviendo allá y pienso germinar dos más, tengo permiso de fertilidad allá porque he logrado buenos resultados en mi labor y mi vida, amén de que aquellos a los que nos queda poco tiempo se les da preferencia, y así es como tengo derecho a más descendientes que los demás. Siento un cariño inmenso porque pronto voy a recogerlos. Miro siempre el hermoso paisaje que esas doce rocas forman al viajar con nosotros, liderados por aquella más grande que va delante, como si estuviera guiando a las demás. Me encantan esos túneles que traen y llevan druvinianos hasta allá, me quedo siempre fascinado contemplando la increíble obra que hemos creado, nos ha dado siempre preocupación de que otro choque pudiera destruirla, y de que todas esas rocas pudieran irse, como ya sucedió con ellas algunas una vez. Hasta ahora no podemos controlar al cometa, esperamos no chocar contra algo más adelante, Aún nos falta mucho por controlar de nuestro mundo, un mundo que nos parece grande pero que en realidad es pequeño al compararlo con la enorme cantidad de planetas y soles que hemos visto por tantos ciclos; si hay algo que nos ha regalado la naturaleza es la belleza de este viaje eterno que no sabemos cómo comenzó y cuándo acabará. Muchos piensan que eso podría suceder dentro de poco tiempo, por eso han aparecido en la otra roca grupos rebeldes, grupos de poder que están pugnando por separarse de Druvinia, hay seres nerviosos que quisieran fomentar hostilidad y gobernantes que han exigido la separación para volar por cuenta propia. Me interesa vivir más para saber qué pasará en el futuro, por eso me estoy apresurando para irme lejos. Estoy preparando varios sistemas que me permitirán fortalecerme para el viaje y encontrar aunque sea un fragmento de mi pariente perdido para poder pegármelo y transmitir la información que me hace falta. Soy el único de esta época que quiere hacerlo, me dicen que es una locura, que muy pocos lo han conseguido y que no traen relatos buenos de ese lugar, quedan muy dañados y muchos mueren en poco tiempo por las radiaciones oscuras. Ese riesgo pienso correr, no me pienso quedar tranquilo como otros, espero salir adelante para ayudar en lo que sea necesario cuando regrese. Este recubrimiento transparente por lo pronto me ayudará a proteger todo el cuerpo, estos magnetos ayudarán a que no me separe de la roca tan fácilmente, un transmisor que levita tomará imágenes de todo lo que me pase y lo que descubra servirá también para que los investigadores tomen nota. Mis aportaciones también podrán servir para conocer el origen de este cometa y qué ha sido de él desde entonces. Veremos si esas tesis son ciertas o si deben corregirse. ¿Cuál es nuestro origen?, ¿dónde empezó todo según ellos? Algunos estudiosos especulan que se trata de un sistema que explotó hace 200 millones de ciclos en una galaxia ancestral, y que el origen de la vida es externo a nosotros, de algún planeta u otro sistema; se ha encontrado que dos o tres precursores de vida diferentes han sido recogidos por el cometa desde entonces, donde varias especies diferentes se desarrollaron antes que nosotros y desaparecieron por una extraña causa, pero todavía se habla de que en lugares muy recónditos del cometa como la zona oculta, podría haber seres vivos que algún día encontraremos o que algún día podrán atacarnos. Alguna vez ya sucedió eso, algunos exploradores antiguos dejaron nota de sombras de seres extraños que fueron vistos en las lejanías del lado frío del cometa. Me gustaría encontrarlos, o por lo menos verlos para comprobar sus teorías, ya hice la petición a los científicos más importantes, ya entregué el proyecto y un explorador también quiero ser, comenzando por la encomienda que ahora tengo. Aún así parece que somos los primeros y únicos pensantes que hemos alcanzado este grado de desarrollo en la historia del cometa. Parece que hace muchos ciclos hubo una extraña extinción masiva que coincide con la edad del artefacto que encontró el intrépido explorador hace tiempo. Entonces hemos pensado que logrando descifrar el mensaje de ese objeto, podremos determinar si fue de una especie que habitó nuestro cometa antes que nosotros, si fueron los restos de un visitante exterior que pasó por aquí hace mucho tiempo, o si fue él quien sembró la vida en este lugar o alguien que la quitó para permitir que nos desarrolláramos. Tal vez nada de eso sucedió y sólo estamos especulando, pero de que tenemos que saberlo, no dejará de ser nuestra obsesión. Por eso escribo esta crónica, que sé que no es la mejor, ni la peor, ni la única, pero sí sé que será la más emocionante. Estoy preparando todos mis aditamentos y ya casi estoy listo. Un detector de druvinianos para encontrar a mi pariente, un sensor de movimiento, sensores arqueológicos, siluloides de distancia, puedo ver casi tan lejos como es posible con grandes visores a adelante, atrás y hacia los lados, tal y como han hecho del universo los astrónomos que viven en el observatorio. En ese lugar también estamos diseñando propulsores como el que me estoy colocando ahora, para modificar el rumbo de nuestra casa cuando lo necesitemos, pero hay muchos opositores que se han resistido a ello porque nunca lo han creído necesario; nosotros pensamos que si algún día nos acercamos a una amenaza, tenemos que estar listos para esa contingencia. Preparo también mi rastreador, como el que inventamos para detectar a alguien que haya quedado atrás; siempre que se ha podido hemos soltado hasta trescientos módulos de información para aquellos seres vivos que algún día existan y quieran encontrar nuestros vestigios, y también hemos enviado una docena de mensajes orgánico-luminosos para quienes tienen el desarrollo suficiente que les pueda hacer saber que no están solos, son mensajes muy semejantes a los que ahora cargo para el momento en que me adentre a la zona oscura e inestable y entre en contacto con alguien. También tenemos geólogos, amigos que se están esforzando por lograr el control de la temperatura interna de este cometa y poder compartirlos con los avances de los científicos de la otra roca. Los del otro pedazo han conseguido controlar en buena medida esa falta de energía que les dio no tener un volcán que dé calor como a nosotros; ellos aprovechan la fricción del viaje para tomar de él la energía y almacenarla en un mineral amarillo que abunda en esta zona, nosotros le llamamos letenio. De esta manera ellos pueden tener su propia reserva de energía para cuando el ciclo del volcán cambie y nosotros ya no podamos abastecerlos. Así ha sucedido desde hace muchos ciclos. De hecho la energía se ha vuelto escasa porque la población ha crecido últimamente, por eso casi todos nos vamos adentro para seguir calientes y tener el gas que nos mantiene vivos. La energía que cargo conmigo proviene precisamente de la zona del volcán donde se genera. A pesar de todo lo que relato no todo es alegría en nuestra hermosa casa fugaz. Nosotros tenemos un serio problema hereditario, un terrible problema genético contra el que también lucho yo. Algo le sucedió a nuestros antepasados hace mucho, que cada ciclo tenemos que mutar para adaptarnos a los ciclos de frío, eso ha logrado que suframos un proceso involutivo que nos impide pensar mientras el ciclo de frío pasa, ese ha sido nuestro gran problema porque cuando termina el ciclo y logramos volver a pensar tenemos que recordar mucho de lo que somos y en muchos casos comenzar de nuevo, por eso dejamos todo anotado en grifos para recordar después. Pero algunos como yo hemos logrado desarrollar un tipo de inteligencia que nos permite resistir un poco más ese cambio natural que nos afecta cada ciclo sin remedio, y utilizarlo en nuestro provecho para fungir como vigilantes. Espero que en un futuro todos podamos avanzar a la par hacia ese objetivo, para lograr pensar todo el tiempo como deberíamos. Tal vez por eso nos importa tanto el pasado, porque de lo contrario no podríamos haber llegado hasta donde estamos. Sin embargo, también nos importa mucho el futuro, porque si estamos en eterno movimiento, siempre nos intriga saber nuestro rumbo y hasta dónde vamos a llegar. Alguien viene de pronto para avisarme que el gobernante principal me está esperando, llego a su casa y escucho atentamente. ¡No puede ser!, me acaba de avisar que los separatistas de la otra roca han cruzado la frontera de lo permitido y van a adentrarse al lado oculto en busca de artefactos bélicos que se piensa dejaron ahí visitantes de otros tiempos. Si logran encontrar esos objetos los usarán contra nosotros y entonces seremos destruidos. Los rebeldes quieren separarse del cometa para seguir su propio rumbo por el universo, una parte de ellos ya ha desarrollado la tecnología secreta para guiar al cometa, pero muchos de nosotros siempre nos hemos negado, incluyendo muchos de los que habitan en las doce rocas. Es una increíble coincidencia, resulta que el gobernante me ha encomendado que vaya y los persiga para prevenirlo de los hallazgos que ellos hagan, entonces los motivos se me están cuadruplicando, ahora tendré que encontrar a mi pariente, descubrir nuevos yacimientos de seres antiguos, detectar nuevos seres que puedan vivir allá, y perseguir a los separatistas para prevenir a mis hermanos de un posible ataque con armas desconocidas. Alguien viene de pronto a avisarme de algo que está sucediendo, ¡no es posible!, en este momento han detectado un enorme objeto justo enfrente de nosotros que se acerca a gran velocidad, si no lo esquivamos pronto, chocará dentro de poco contra nosotros. Ahora estoy indeciso, me pongo ante el enigma de lo que debo hacer ahora que estoy a punto de partir, ¿me quedo para ayudarlos con los problemas, o corro a la zona oscura para buscar la prolongación de mi vida?, ¿ayudo en los cálculos y fabricación urgente del dispositivo que nos desvíe de la trayectoria, o marcho a vigilar a los separatistas agresores?, las dos cosas quiero, las dos cosas debo hacer, todo ahora me está alarmando. Me dicen que es un objeto enorme, no puedo creer que justo ahora esté viviendo el tiempo exacto donde puede cambiar toda la historia radicalmente. ¡Esto no puede ser!… Los druvinianos corren por todos lados, mueven objetos, los llevan al centro científico, salen y entran del observatorio, se están preparando para lo peor y yo que justo estoy en la frontera de no retorno hacia mi futuro me siento muy asustado. Los científicos preparan el sistema de desvío. Justo en frente está la zona oscura que debo afrontar, miró atrás de mí a lo lejos y puede verse la alarma de todos por lo que va a suceder. Titubeo. Decido adentrarme hacia la zona obscura. Es verdaderamente pavoroso. ¿Cuánto tiempo me queda?, ¡NO PUEDE ESTAR PASANDO ESTO!, la profecía que algunos negaban tanto ¿podrá hacerse realidad ahora?... II Hasta aquí el gran relato de nuestro antepasado que escribió de nosotros hace ya cincuenta millones de ciclos de volcán. Qué lejano parece aquello ¿verdad hijos? - Si padre, y pensar que se referían a nosotros como sus mascotas… - Si, suena cómico - Decían que nos parecíamos mucho a ellos y que éramos sus amigos inseparables… - Siempre estuvimos con ellos, ojalá ahora lo supieran Esta es la primera lección de historia driviniana que encontramos del antiguo Yaren, un cronista que se dedicaba al cultivo de seres proveedores de alimento y que pertenecía a una especie que ahora ya está extinta. Como verán, ya todos sabemos lo que pasó después de la emergencia, estos seres pensantes que vivieron aquí mucho tiempo antes que nosotros se extinguieron poco después de que Yaren terminó su relato, justo cuando tuvo lugar el último evento que se tiene registrado, la guerra más violenta que se tiene memoria cuando las comunidades que vivían en los fragmentos del cometa quisieron separarse por la fuerza y tomar su propio rumbo en el espacio, presas del pánico por la llegada del objeto que iba a colisionar contra el cometa. Después de que lograron esquivar el objeto que resultó ser un enorme asteroide del tamaño de un planeta, se desató la guerra civil definitiva. Los separatistas habían creado secretamente varios tipos de armas que romperían los túneles. Al poco tiempo eran ya comunes los druvinianos de ambos bandos saltando alturas enormes y disparando con sus armas centellas hacia todos lados, en medio de la oscuridad eterna del universo como fondo, flanqueados sólo por la iluminación blanca del gas emanado por aquel volcán. Los separatistas accionaron las armas, varios túneles explotaron, las primeras rocas comenzaron a alejarse y sus habitantes consiguieron huir. El túnel de la roca más grande seguía intacto, la defensa era encarnizada, por todos lados luchaban por accionar las armas, pero los separatistas fracasaron rotundamente después de varios ciclos y cientos de muertos. Y de aquellos que se fueron nunca se volvió a saber. Yaren decidió adentrarse a la zona oscura, si él veía una explosión a lo lejos, entonces el fin de su cometa estaría muy cerca, pero si no sucedía nada Druvinia seguiría a salvo y podría seguir adelante con menos preocupaciones. Luego de terminada la guerra el ciclo de hibernación involutiva llegó, todos bajaron de nuevo a las cercanías del volcán y volvieron a dormir para dejar de pensar por un buen tiempo sin remedio. El fin de Yaren es una tragedia que hasta el ciclo de hoy contamos. Como sabemos él se preparó muy bien con ese recubrimiento especial que le daría sustento para vivir por varios ciclos. Luego se adentró a la zona oculta, comenzó a utilizar el equipo de investigación y a defenderse en caso de que enfrentara a los separatistas. Tenía la esperanza de que hallaría a su pariente -o por lo menos algún resto-, y quería detectar un yacimiento o descubrir algún ser raro. Él siguió lentamente hacia el horizonte oscuro, caminó lleno de pánico sin saber qué pasaría, entonces se dio cuenta de que el aire comenzaba a faltar, activó su traje y siguió caminando, encontró huellas raras que nunca había visto, no eran de druvinianos y pronto se dio cuenta que estaba siguiendo los rastros de otros seres desconocidos, nunca había visto pisadas petrificadas en la roca de esa forma, tendría que investigar más adelante y seguir caminando. Siguió andando un tiempo más, estaba intrigado cuando a lo lejos notó que había alguien adelante y redujo la energía, a penas se divisaba adelante algo que no sabía lo que era, no estaba lejos de descubrir de quién se trataba cuando de pronto a sus pies vio unos restos de pisadas druvinianas que iban por un camino distinto al de aquellos seres extraños que había encontrado, así que nuevamente tenía que decidirse por seguirlos, o tomar la ruta de alguno de los dos tipos de huellas. Siguió caminando de frente y las huellas se alejaban, estaba cada vez más cerca de ellos cuando titubeó de nuevo, ahí a lo lejos un aparato le decía que su pariente podría estar cerca, pero del otro lado esos seres recogían extraños artefactos rodeados por una estructura que nunca había visto. Así que cayó en la cuenta de que eran los separatistas que estaban saqueando los restos de una civilización perdida, recogiendo armas tal vez y caminando de regreso por el lado opuesto cada vez más lejos. Yaren tenía que decidirse, miró en repetidas ocasiones de un lado a otro y no tuvo más alternativa que virar de regreso hacia su pariente, no tenía idea de qué tan lejos se encontraban esos restos, pero antes soltó en el aire varias esferas que seguirían a los separatistas para tomar imágenes, atacarlos y reportar de regreso hacia la aldea. Los separatistas vieron las esferas y se lanzaron contra ellas, Yaren comenzó a disparar con ellas a larga distancia y fue descubierto, la persecución comenzó, la velocidad de huida de Yaren era cada vez mayor, a cada momento se acercaban más y él respondía repeliendo y disparando. Pronto de vio rodeado, comenzó a saltar en círculo, regresó al punto donde los había encontrado y las explosiones comenzaron. La batalla se prolongó por un buen tiempo. Yaren estaba herido, varias esferas comenzaron a defenderlo y los separatistas se enfocaron en ellas, pero Yaren abrió una gran roca y se ocultó dentro de ella para salvarse, los separatistas le perdieron el rastro. Esto lo sabrá el consejo, regresen a su casa, de todos modos serán destruidos, gritó Yaren mientras los separatistas se alejaban de regreso. Al poco rato salió de la roca y se curó las heridas, reparó sus cosas y se levantó para seguir buscando. Al mismo tiempo en que logró detectar los restos de su pariente y rendirle luto, pudo recuperar la parte del código que le faltaba para vivir por largo tiempo, pero hubo algo más que de nuevo interrumpió su trabajo. Sin haber comprobado todavía que estaba por encontrar los restos de una civilización extremadamente antigua que dejó sus vestigios en el cometa, se llenó de sospecha al observar formaciones extrañas de piedra antigua, así que en el momento en que abrió la superficie de la tierra con un haz de luz, pudo ser testigo del conjunto de yacimientos que ahí se encontraban, objetos que fueron dejados por una cantidad enorme de seres que fueron atraídos por este hermoso cometa que siempre había dado señales de vida, atrayendo a exploradores de todas partes del universo que dejaron muchas cosas escondidas, listas para ser descubiertas. Sería pues el pensamiento de otras especies lejanas nunca vueltas a encontrar jamás. Yaren se acercó lentamente a ellas, estaba anonadado, eran docenas de artefactos desconocidos esparcidos casi hasta donde la vista llegaba, algunos todavía emanaban luz y se acercó a uno de los objetos, lo levantó, lo observó por todos sus ángulos y entonces el aparato comenzó emitir sonidos demasiado raros, lo soltó y la imagen de algo o alguien comenzó a correr, no entendía nada pero estaba claro que era una especie de comunicación y un tipo de ser que podría estar diciendo algo. En ese instante la imagen muy lejana del cometa comenzó a mirarse hasta que se hizo grande y ellos aterrizaron, estaban insinuando que dejarían algo ahí, eran docenas de burbujas con conocimientos adentro, había también inventos, filosofía, información cultural, información espacial, información del tiempo en el que habían venido, unos mil millones de ciclos atrás, si ese era el legado de sólo una civilización, qué sería del resto de los extraños objetos que ahí había y que claramente eran muy diferentes entre sí, todo justo en frente de sus propios ojos… Yaren debió haberse quedado pasmado, era un yacimiento de especies antiguas, había incluso restos de artefactos con información arcaica casi infinita. Yaren vio un archivo de conocimientos ancestrales, la conjunción de toda una estirpe de especies de todas partes, algunas de las cuales regresaron varias veces, dejando sus aportaciones y sus secretos cada vez que se daban cuenta que de eso se trataba. Los antepasados de los druvinianos habían sido pues los guardianes de ese yacimiento de conocimientos, que luego habría quedado sepultado y olvidado cuando se extinguieron. La atmósfera era misteriosa. Esos polígonos dimensionales podían mostrar casi en tiempo real el sitio por donde podían verse seres en torno a un sistema binario de planetas gemelos; luego encontró dos cubos que contenían la información de toda la sabiduría de una civilización que se desarrolló antes de la última explosión universal, los había dejado otra civilización que vivió tiempo después de la gran explosión. También había cápsulas con componentes orgánicos listos para crear especies casi bajo diseño, además de aparatos cuánticos esperando transportar a quien quisiera por agujeros de gusano hacia regiones del universo de hasta cincomil millones de ciclos-luz de distancia; había sustancias extrañas con instructivos para que cualquier especie pudiera aprender a cambiar de forma, y poder ser diferentes especies incluso al mismo tiempo; había seis máquinas de tiempo inservibles, dos extraños órganos vivos de alguna especie contenidos en triángulos, armas de guerra imposibles de descifrar su uso, y una norme cantidad de imágenes creadas por cientos de especies diferentes, cada una aportando una pintura personal para compartir su propia visión del mundo. Eran las pinturas más bellas y fabulosas que Yaren había visto jamás. ¿Qué hubiera sido de todo eso si los separatistas lo hubiesen encontrado? Así que al regresar a casa, Yaren no contó con que todo estaba destrozado y hecho ruinas, cubierto de cuerpos destrozados, con el aparato de desviación aún encendido y los restos de túneles que habían desaparecido. No había nadie y algunas rocas ya no estaban, pero la roca mayor seguía viajando a un lado, aunque comenzaba a alejarse sin nada que la uniera. Caminó hacia abajo del volcán y ya todos estaban hibernando. El tiempo pasaba sin que él pudiera hacer nada, mirando cómo todas las especies se estaban extinguiendo: el volcán había resultado dañado. Todos estaban vivos, pero él no tenía recursos para activar el géiser. Él pudo vivir muchos ciclos más, pero pronto se fue quedando verdaderamente solo, viendo petrificarse uno a uno todos sus hermanos. Así que por varios ciclos fue el único que vivió en este increíble cometa viajero de todos los tiempos. Lo que sucedió después también es conocido. Por si fuera poco el volcán comenzó a recibir alteraciones en su ciclo como nunca antes, por causa también de una fuerza electromagnética que comenzó a afectar al cometa, y debido a que nunca habían pasado por esa zona del universo, el campo magnético impidió que la energía del volcán aumentara en el momento acostumbrado, de manera que esa catastrófica alteración provocó que les fuera imposible salir de la hibernación para mutar de nuevo y volver a pensar. Tantos millones de ciclos paradójicamente no les permitieron preveer tal situación, probablemente por pensar demasiado en su pasado y su futuro, no pensaron que estaban dejando intacto su presente. Yaren continúo vivo por varios ciclos más, se quedó sólo, lloraba muy seguido, a veces caminaba por su aldea y todo lo veía inerte, inmóvil. Bajaba a visitar a sus hermanos y sólo veía cómo poco a poco iban quedando dormidos. Ninguno pudo enterarse de sus descubrimientos en la zona obscura, ya nada de eso lo hacía feliz, ningún artefacto pudo ayudarle a pesar de los intentos desesperados. Hallazgos posteriores encontraron a Yaren parado, fosilizado en uno de los lugares más escondidos del cometa, con restos de haber luchado contra alguien al pie de otro yacimiento arqueológico muy antiguo que acababa de descubrir y que nunca nadie pudo analizar después. Luchó hasta el final, los restos de la batalla nos han hablado de eso, nunca supimos contra quién peleaba. Sabemos que nosotros estuvimos hibernando con ellos alrededor de cinco millones de ciclos, muchísimo tiempo, lo suficiente como para que ellos no pudieran mutar cuando el volcán volvió a calentarse. Así que llegó nuestro turno. Las investigaciones han concluido que en realidad también somos descendientes de ellos, hoy sabemos que una parte de nuestra especie se fusionó con los druvinianos que dejaron de pensar, dando por resultado la reaparición de dos especies fusionadas en una sola. Eso sucedió antes, y esto es lo que somos ahora, ellos viven aún en nosotros de alguna manera. También sabemos casi con certeza lo sucedido 45 millones de ciclos después hasta la fecha. Habría sido una fascinación para los druvinianos descubrir hasta dónde iban a llegar. Resulta que nuestra casa siguió viajando varios millones de ciclos a la deriva, hasta que salimos a la superficie de nuevo y fue ahí cuando nuestra especie aprendió mucho de los yacimientos arcaicos de Druvinia;. Decidimos volver a llamarla así. Pudimos desarrollar una civilización más avanzada con su ayuda inicial. Seguimos viajando por el espacio y pudimos conocer infinidad de fenómenos y planetas. Todo el cometa se convirtió en una inmensa urbe interestelar equipada con todo lo necesario para un desarrollo cada vez más acelerado de tecnología, cultura y conocimiento, con un laboratorio de desarrollo de nuevas especies, centros de arte avanzado, el área de juegos dimensionales y muchos centros de investigación paleontológica que nos permitieron atar más cabos de la transformación de nuestras especies, su desarrollo y extinción. También determinamos el momento en que se perdieron varios fragmentos más del cometa, por donde se fueron varias especies unicelulares y pluricelulares, además de un rastreo del destino final de algunas de ellas, que lograron sobrevivir para poblar de vida algunos planetas. Por último, desarrollamos también aparatos y máquinas sofisticadas que permitieron viajar a los sistemas más recónditos para explorar sitios cercanos a nuestro paso anterior; mientras viajábamos por el espacio explorábamos planetas, dejábamos mensajes, obteníamos materia prima, encontrábamos vida. De ahí obtuvimos varios millones de hallazgos que ahora están en la biblioteca fluorescente que está atrás del centro energético donde se fabrica aire. En 45 millones de ciclos* desde la desaparición de los druvinianos nuestro cometa ha sido visitado por cuatro especies más en distintos momentos. La primera poco tiempo después de que los druvinianos entraron en la última hibernación cuando su historia terminó. En ese momento nosotros también estábamos hibernando junto a ellos, así que era difícil que nos detectaran como seres pensantes. Se trataba de seres extremadamente sofisticados de un color azulado, que al encontrar vestigios de tecnología e investigar el lugar, hallaron debajo de la superficie a seres no pensantes que dormían muy cerca del ojo de un volcán de gas, y debido a que no encontraron restos de seres pensantes más allá de un enorme parecido con esos animales que dormían, dejaron el lugar casi intacto, realizaron una copia idéntica de todo lo que contenía el cometa y de lo sucedido, y se la llevaron en su viaje. Ahora estamos a punto de entrar en contacto con los descendientes de esa civilización, que tienen una copia de nuestro pasado y que podrían proporcionárnosla para conocer mucho más a detalle lo sucedido. Pasado el tiempo, el ciclo volcánico comenzó a regularizarse cuando terminó la influencia del campo magnético. Tuvieron que pasar 20 millones de ciclos para que volviéramos a evolucionar, hasta que llegó nuestro turno de pensar. Entonces logramos desenterrar nuestro pasado y el de los druvinianos, para conocer su cultura y tecnología. Aquel tiempo coincidió con el segundo contacto de una civilización inteligente hace 25 millones de ciclos, otro contacto más del que tanto hubieran soñado nuestros antepasados. Fue un tiempo en que viajábamos muy cerca de un sistema solar en el que había mucha turbulencia, pero no por la naturaleza, sino por seis civilizaciones que se disputaban el control de algo; eran seis especies diferentes que se estaban destruyendo una a la otra en una guerra extremadamente sofisticada, y decidimos no hacer contacto con ellos. Aunque pasamos desapercibidos, varios de esos seres que salían de la destrucción pudieron detectarnos porque estaban pasando muy cerca de nosotros. Fue la época de la primera defensa antiespecie que vivimos. Una defensa heroica, muy interesante y didáctica. Antes de eliminarlos tuvimos tiempo de estudiarlos, aprendimos mucho de ellos, pero ellos no se dieron cuenta que ahí estábamos para compartir nuestras experiencias y ahora tenemos aún más conocimiento del que podíamos haber desarrollado, gracias a todos sus avances. Con los conocimientos adquiridos pudimos descifrar el mayor de los enigmas que aquejaba a los druvinianos. Pudimos saber lo que contenía ese artefacto que en un principio habían encontrado en la zona más fría del cometa, y que ahora tiene una antigüedad extrema acumulada de más de 250 millones de ciclos. Se trataba de los restos de un ser que originó la vida. Antes de que se desarrollara la existencia en nuestro cometa, un extraño viajero llegó desde un sitio desconocido con su tecnología y se ocultó en el centro del cometa, los vestigios dicen que se hacía llamar Urbe, parecía estar hecho de energía y era semejante a un ente artificial. Fue el primer viajero que controló al cometa y lo dirigió hacia donde quiso, tanto, que un día llegó con el cometa a un planeta que tenía vida y se detuvo en las afueras de su atmósfera. Bajó a explorar el interior y trajo consigo varias encimas sin vida que colocó muy cerca del volcán. Después, por alguna extraña razón decidió meterse en su artefacto y no volver a activarse jamás, permitiendo que la naturaleza siguiera su curso y las encimas consiguieran desarrollarse y evolucionar hasta crear un ciento de especies diferentes que vivieron apaciblemente en el cometa por mucho tiempo. De esas especies surgirían más adelante los seres pensantes de Druvinia. Hoy está comprobado que un enigmático ser sintético fue el creador de todas las especies que surgieron en el cometa y de nosotros mismos. Todo eso lo sabemos porque nuestros antepasados siguieron viajando, hasta que pudieron convertir al cometa en una ciudad viajera y controlarla a su gusto en lo que somos ahora. Ahora era nuestra la incógnita por saber hasta dónde íbamos a llegar, por dónde íbamos a pasar, a quién descubriríamos al viajar por aquí y por allá. Pero ahora nos ha llegado la invitación de conocer el último secreto que nos falta, para dar fin a nuestro viaje por el universo, travesía que ahora, por gran mayoría absoluta, ha decidido que el cometa por fin tendrá que detenerse. Y para que viaje por última vez, deberá dirigir su rumbo hacia un planeta líquido que tiene la respuesta de la invitación para que podamos conocer el secreto. La decisión comenzó a tomarse un tiempo en que nos dimos cuenta de algo extraño. Hace unos pocos ciclos descubrimos que uno de los primeros murales pintados por los druvinianos, tenía un parecido asombroso con uno de los paisajes galácticos por los cuales estábamos pasando en ese momento. Eso no tenía absolutamente ningún sentido ya que el universo siempre cambia constantemente, aún cuando regreses al mismo lugar ahora sería distinto. Eso tendríamos que investigarlo porque significaría que ya habíamos pasado por aquí de alguna manera, aunque tampoco eso tenía sentido porque si ya antes habíamos pasado entonces habríamos viajado por el tiempo hacia el pasado y sería casi imposible que no nos pudiéramos percatarnos de ello, a menos que… En ese lugar llamado Láctea fue donde llegó el cuarto y último contacto que hemos tenido con otros seres pensantes. Se trata de la más sofisticada civilización que uno logre imaginarse y que en mucho tiempo haya existido; son descendientes de seres de un pequeño y líquido planeta que tenía muchas especies viviendo en su interior, y que después sabríamos fue la precursora de otra rara civilización llamada humana. Aquella civilización sofisticada fue recogida antes de que pensara como animal antropoide por alguien que pasaba por el sistema; entonces aquella especie evolucionó por separado en el espacio, hasta convertirse en la gran civilización que hoy admiramos. Los seres que visitaron el planeta estuvieron ahí algún tiempo y se fueron unos miles de ciclos antes de que los humanos aparecieran. Ellos mismos nos dijeron después que en ese tiempo nos vieron viajando en el cometa, incluso antes de que nuestra especie existiera y pensara. Es por eso que alguna vez pasó nuestro cometa por esta parte del universo, siendo entonces descubierto por los extraños seres que ahora volvemos a encontrar en forma de sus descendientes. Y es que la evolución se ha diseminado tanto por el universo, que hace mucho tiempo los seres que estuvieron relacionados entre sí en algún momento, dejaron de ser parientes por la distancia que comenzó a separarlos, entonces las trasformaciones de cada especie siguieron su propio rumbo pero no el olvido de su origen histórico. Nosotros nada tuvimos que ver con esos seres, así como muchas civilizaciones del universo nunca se han conocido o relacionado. Pero los descendientes de aquella especie que evolucionó en el espacio antes que los humanos, son los que ahora entraron en contacto con nosotros y quisieron compartirnos El Secreto. Jamás fue olvidado ese deseo común de compartir un mismo destino, de confiarnos hacia dónde tenemos que ir para encontrarnos todos de nuevo, ahora todos juntos. Sin embargo, para poder descifrar el secreto, primero tenemos que ir al planeta líquido para encontrar tres artefactos que ahí fueron escondidos. Dos de ellos fueron dejados hace cinco millones de ciclos en la luna, y otro más, el más importante quedó guardado en las profundidades del planeta. Hace poco, cuando llegamos, nos dimos cuenta que el desarrollo de los humanos era a penas más avanzado que el que alcanzaron los druvinianos; nosotros nos mimetizamos en el cometa de siempre, haciéndonos pasar por un objeto cualquiera del espacio que iba a explorar muy cerca de la Tierra para conocerla, pero jamás para entrar en contacto. Cuando pasó nuestro cometa por la trayectoria más cercana al planeta, soltamos varios módulos de información en el espacio y creímos que habíamos pasado desapercibidos. Dos buscadores quedaron incrustados por debajo de la superficie de su satélite natural para encontrar los objetos, y un tercero cayó y se hundió hasta lo más profundo del líquido que compone al planeta. Sin embargo, por una falla inexplicable de parte nuestra, perdimos contacto con el buscador que cayó a la Tierra, así que alguien tenía que bajar hasta allá para sacar el tercer objeto. En ese momento nos dimos cuenta que los humanos estaban siendo atacados por dos de las especies que vimos luchar anteriormente; parecía que la defensa del planeta estaba siendo encarnizada, contaban ya con una poderosa tecnología bélica que estaba repeliendo los ataques, pero nada comparado con lo que vimos que se estaba acercando desde afuera del sistema solar, se trataba de miles de millones de invasores que estaban sedientos de dominio, no de una especie, sino de tres que al mismo tiempo estaban luchando entre sí. Fácilmente los humanos iban a ser destruidos, había llegado el momento de intervenir. No acercamos sigilosamente lo más que pudimos, teníamos dos motivos, salvarlos y rescatar El Secreto, la Tierra comenzó a ser atacada, miles de esferas nuestras salieron en defensa, nuestra tecnología era infinitamente mayor a cualquiera de las cuatro civilizaciones juntas, esa era nuestra confianza de triunfo. En ese instante comenzaron a atacarnos objetos humanos creyendo que éramos sus invasores, se trataba de naves semitransparentes que traían consigo dos seres, uno adelante y otro mucho más pequeño a un costado mirando hacia atrás; eran mujeres que traían a cuestas a sus hijos, emulando alguna época lejana de su historia; ellas atacaban ferozmente, parece que sus hijos les daban un poder mayor. Nosotros decidimos esquivarlas con simples cálculos analógicos, pero ellas no se daban por vencido, en ese momento llegaron las otras civilizaciones y la verdadera batalla comenzó, no había espacio para más naves, todo el lugar estaba plagado de objetos extraños, los humanos eran sumamente poderosos, pero las demás civilizaciones eran más y entre todos estaban combatiendo; no había alianzas, no había misericordia. Podían observarse naves que de pronto se dividían en dos, en tres, en cien y juntas atacaban al unísono, eran comunes los rayos, pero también podían observarse hombres abriendo campos de tiempo y teletransportándose de un lugar a otro para atacar por atrás. Esta podría ser la batalla final, teníamos que asegurar antes El Secreto para detener esta masacre de una buena vez; no sabíamos dónde estaba, aún para nosotros estaba siendo difícil de encontrar, tal vez ya no existía y nosotros buscábamos a nada. Las demás especies estaban llegando, millones de centellas transparentes del grosor de un satélite como la luna eran disparadas, desintegrando todo lo que encontraban a su paso, una barrera de naves de otra especie se agrupó para repeler el ataque, las centellas rebotaron, pero como si hubieran sido indestructibles se volvieron a agrupar y de nueva cuenta se impactaron contra ellos. Varios de los planetas del sistema solar comenzaron a ser destruidos, dos de ellos incluso dejaron de existir. Otra civilización poseía túneles de ocultamiento dimensional que aún para nosotros era difícil de detectar. De esa manera la batalla seguía mientras nosotros buscábamos afanosamente las esferas, cuando de pronto uno de los buscadores detectó en lo profundo del mar una cúpula hundida en cuyo interior estaba El Secreto entre las manos de un humano que había muerto hacía mucho tiempo; parecía como si nadie hubiera encontrado ese lugar y nosotros lo dejamos intacto después de tomar el tercer objeto. Salimos de ahí rápidamente. Regresamos a Druvinia y nos preparamos para defender a los humanos. Comenzamos por crear una barrera de sonido convertido en barricada para contener a las naves, aprendimos a convertir el sonido en materia por la aportación de una de tantas civilizaciones que ahora se encuentran casi infinitamente lejos de nosotros. Ahora viene la mejor parte, todas las especies se marchitarán, comenzarán a experimentar un proceso de involución en sus sistemas donde por más sofisticados que sean sus organismos, dejarán de tener la fuerza de que ahora gozan, dejarán de pensar como ahora lo hacen y a penas podrán tener capacidad de discernir, dejaremos que sus naves nodrizas se conviertan en asteroides habitables y veremos cómo el sistema solar se transforma en un increíble santuario de diferentes especies cohabitando sin que lo sepan. Para cuando vuelvan a evolucionar dentro de millones de ciclos, será demasiado tarde para que recuerden que eran enemigos. Dejaremos en paz a los humanos, sólo gozarán de tecnología modesta. Emprendemos el nuevo viaje interestelar, ya sabemos ahora a dónde vamos a ir. Con el tercer objeto que hacía falta hemos descubierto El Secreto y descifrado el código plenamente. Sabíamos lo que tienen los otros objetos que estaban enterrados en el satélite, se trata de dos dispositivos que contienen la información para conocer la ubicación exacta de nuestro destino histórico final, son las coordenadas espacio-temporales del llamado recibido hace muchos ciclos para que nos reunamos todos. Ese momento ha llegado y gracias al tercer objeto ya sabemos para qué nos han llamado, ya sabemos por qué nos vamos a reunir ahora. Hijos míos, lo que yo cuento ahora es la historia muy comprimida de lo más importante que ha sucedido en todos estos ciclos. Muchas cosas más han pasado, pero ya habrá tiempo de enseñarles todo más adelante. Ahora que estamos muy cerca de nuestro destino final, esta vez dejaremos atrás al ser humano porque tenemos algo más importante que hacer. Sólo nos llevaremos a uno… Justo ahora me dicen que los investigadores han completado la información de los dispositivos que contienen la ubicación exacta de nuestro destino. Por fin se hará realidad el sueño de reunirnos todos los que hemos viajado por el universo. Ha llegado el momento de atender a ese llamado y aportar nuestro granito de arena. Los módulos se acoplan, transfiguramos el cometa y los objetos ensamblan a Druvinia en la máquina transformadora que nos llevará al sitio del encuentro. El cometa se prepara para viajar, todos los componentes se transmutan, ya no parece tanto un cometa, sino el objeto más extraño que uno pudiera haber construido. Comenzamos el viaje, en muy poco tiempo estaremos todos ahí, se trata de una travesía de regreso a la historia, 110 mil millones de megaciclos que serán cruzados en un abrir y cerrar de ventosas. Llegaremos pronto… Soy muy feliz. El momento de inmovilizarse ha llegado. Este cometa se detendrá por primera y última vez. Toda clase de objetos extraños comienzan a rodearnos. Nuestra velocidad disminuye, muy lentamente Druvinia por fin se estaciona, no volverá a volar nunca más. Hay algo allá afuera que es mucho más fascinante que viajar por el universo, mucho más. Estaremos conectados desde ahora y para siempre todos juntos. Ha llegado el momento de crear la nueva civilización más fascinante, ha llegado el momento de saberlo todo. Por cientos de tiempos y espacios ellos también vagaron por el universo y aprendieron mucho, es el momento de compartirlo todo... Cada vez que veo por la ventana y miro todos esos millones de objetos con estela propia que se están acoplando y que algún día también fueron viajeros, me doy cuenta que todo esto se lo debemos a los druvinianos, aquellos lejanos seres que nos dieron aliento y esencia propia para que siempre en la vida les rindamos homenaje, aunque ellos ya no estén aquí, todo lo que somos se lo debemos a ellos. Hasta siempre antepasados que emprendieron el viaje por el universo al principio de la historia. Ahora que miro con todo estupor y agrado a cientos de miles de cometas que se han estacionado provenientes de diferentes dimensiones y universos, agradezco la convocatoria para que nos reunamos todos para transmitir nuestras esencias. Todos se colocan en frente de este gigantesco superplaneta artificial acoplándose los unos con los otros por medio de un sistema de pasadizos para entrar en contacto e intercambiar experiencias. Ahora ya veo y siento porqué la vida en el universo no se puede comparar con otra cosa, pero mucho menos la alegría de pensar y saber que podrás compartir y recibir todo aquello que has soñado desde lo más profundo de las especies que habitan este universo con sus diversas características. Ahora si estoy agradecido con la tecnología porque hemos alcanzado lo único que nos hacía falta: Uno de los cometas del otro lado quiere transmitirnos algo especial… Por fin sabremos dónde se encuentra Dios. FIN ALFREDO ORTIZ GARCÍA, RINOCEREBRO V10 A L13-VI-05 MÉXICO D. F. Correcciones y depuraciones en diciembre de 2005 y abril de 2006 |