![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
clic en las flechitas de la derecha para contraer barra lateral | |||||||
REFLEXIONES REALIZADAS EN LA MATERIA DE ANÁLISIS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE LA UAM. Marzo/05 | |||||||
¿POR QUÉ A UNOS SÍ Y A OTROS NO? ¿Por qué a Corea si y a Indonesia no? ¿Por qué a España si y a Portugal no?, ¿por qué a la India y China si y a México no? ¿Quién define cómo y cuándo ayudar a los estados a desarrollarse? ¿Por qué a unos sí se les apoya y a otros no se les permite el desarrollo?, si el argumento es el nivel de corrupción de los países, ¿por qué si México, que según Transparencia Internacional, ocupa el lugar 64 no es apoyado económicamente para el desarrollo y en cambio China que ocupa el 71 y la India que está en el 91, si son apoyados siendo ellos países mucho más corruptos? ¿Cuáles son los argumentos de fondo para determinar a quién apoyar y a quién no?, hasta ahora no lo sabemos pero tenemos algunas pistas. La primera es que por ejemplo Corea del Sur tiene un enemigo militar muy poderoso en el norte, su hermano gemelo –pero el monstruoso-, Corea del Norte, la única dinastía comunista del mundo. Estados Unidos debe permitir que Corea del Sur se desarrolle para justificar el capitalismo en la zona, para crear un bastión contenedor y mantener su influencia en la zona. Ahora, ¿por qué China si?, la respuesta se hace más compleja. En primer lugar a nivel endógeno China necesita legitimar su sistema ideológico y político comunista pero antes primero debe legitimar su nacionalismo; requiere de implementar un desarrollo económico acelerado que por lo menos permita que coma, tenga techo y trabajo el pueblo al máximo posible. En segundo lugar necesita la formación de riqueza que le permita convertirlo en potencia económica a largo plazo. Pero a nivel exógeno es lo más importante, Estados Unidos necesita en primera instancia de altas ganancias a costos bajísimos, reproducción de mercancías sin originalidad para quien las maquila, es decir que el diseño esté a cargo de Estado Unidos y la fabricación en serie sea de China. En segunda instancia Estados Unidos necesitará cada vez más consumidores para aumentar aún más su riqueza, pero antes debe de permitir que se forme riqueza al interior de países con grandes poblaciones y potencial de consumo, para que después ellos mismos tengan el suficiente poder adquisitivo como para consumir los productos estadounidenses maquilados en el mismo país donde serán consumidos, de esa manera se creará un tipo de dependencia inteligente que presionará a China en dos sentidos. El primero, que lo obligue a desarrollar tecnología y productos propios para impedir la dependencia tecnológica de Estados Unidos; y en segundo lugar como consecuencia de la anterior moverse en el sentido como lo está pidiendo Estados Unidos, a largo plazo gestar la competencia con China para abrirla al capitalismo competitivo (es decir, obligarla a hacerse capitalista), o dejarla que maquile los productos norteamericanos y convertirla en un país capitalista dependiente como cualquiera de LA. Desde cualquiera de las dos vertientes Estados Unidos gana. Pero como a China, país comunista, le están interesando más sus necesidades apremiantes de otorgar trabajo a una altísima población china, y a su vez no le interesa el capitalismo más que en sentido masivamente productivo, su dirección indica a que se hará, por lo menos en primera instancia, un país capitalista dependiente no de vanguardia, con un sistema político no democrático. China construye una originalidad sistémica que para muchos es incompatible: es el primer sistema que está alcanzando crecimiento económico sin antes cambiar su régimen político. Para que Inglaterra se desarrollara con la revolución industrial, primero tuvo que ir acotando el poder monárquico; Francia destronó con la revolución el absolutismo estamental antiguo para que los liberales llegaran; para que Estados Unidos se convirtiera en potencia económica y militar primero fue necesaria la independencia; incluso para que Alemania y Japón fueran potencias actuales, fue necesaría la ruptura brusca con el totalitarismo facista, para alcanzar un desarrollo estable con el apoyo de las democracias europea y norteamericana. La transición española es uno de los casos más recientes, en que al morir la dictadura de Franco se llegó fácilmente a la democracia y ahora ese país ha sido compensado con el apoyo económico de Europa, a cambio, la nueva modalidad de ultraderecha de Aznar le dio apoyo a la invasión de Irak. Todos estos casos no son el caso de China, quien está mostrando un crecimiento económico relativamente estable sin que su sistema político cambie. Será necesario desarrollar nuevas teorías en ese sentido para entender lo que puede pasar, ¿podrá China seguir así?, ¿o tendrá que reformar su sistema político al haber decidido entrar en el juego economicista de Estados Unidos?. Al interior de ese gobierno hay algunos que ya quieren que así sea. Estados Unidos ha requerido de implantar históricamente la primera dictadura de la democracia en el mundo: Irak. A la par de sus intereses económicos y de sus intereses de crear un bastión de vigilancia y presencia en el mundo árabe, también ha decidido implantar una democracia porque a diferencia de China, Irak se volvió un país muy inestable con la invasión del 2003. Fue necesaria también la dominación política. Y puesto que Estados Unidos no tiene una relación inestable con China, tampoco le conviene tenerla como enemiga porque China sí significa un rival, no así Irak, un país que fue fácilmente vencido más de una vez en la guerra. Irán por su parte sí podría significar un rival, por eso E. U. no se atreve a atacarlo, lo mismo sucede con Corea del Norte. Pero sí es necesario tener bastiones cercanos de control, por eso Corea del Sur ha sido uno e Irak recientemente es el otro. La democracia implantada en Irak es la primera más importante en la historia que se implanta con métodos no democráticos en el mundo. Se trata del desarrollo de Bush en dirección hacia novedosas formas de ultraderecha, sin que los demócratas de derecha, centro y aún los socialdemócratas se estén dando cuenta real. Está claro que el imperialismo siempre será la ultraderecha de nuestros tiempos, dígase lo que se diga. La actitud crítica aparece no por que se tengan deseos de que aparezca la izquierda, sino porque son las nuevas formas de ultraderecha no democráticas, disfrazadas de democráticas, las que nos interesa desenmascarar. El liberalismo y la democracia clásicos, así como nuevas formas de pensamiento que podemos aportar están en riesgo por esta nueva modalidad de ultraderecha no facista. Por último, si es importante México. ¿Qué papel tiene Estados Unidos pensado para el caso nuestro?, ya lo ha dicho recientemente el poder político estadounidense, seguirlo dejando como su patio trasero. No se olvide Estados Unidos que hay alrededor de veinticinco millones de latino-mexicanos en ese país, y que la economía cada vez depende más de la mano de obra barata, afuera con China, o adentro con los hispanos. Cualquier exceso en el desprecio hacia los indocumentados puede fácilmente desestabilizar a ese país, si así siguen las cosas, no será tan necesario otro ataque terrorista por parte de Osama bin Laden, porque una buena cantidad de millones podrían perder la paciencia y con toda razón porque están siendo insultados. Alfredo Ortiz García |
|||||||
OPINIÓN ESTADOS UNIDOS HA SIDO EN GRAN PARTE RESPONSABLE Los siguientes son una serie de reflexiones y descubrimientos que he encontrado en mis estudios e investigaciones sobre relaciones internacionales en la universidad, y en concreto para el caso de América Latina. Para empezar, Estados Unidos ha cometido el error histórico de no buscar la promoción de valores profundamente democráticos en América Latina, eso es un hecho. Se trata del descuido histórico que han tenido Europa y sobretodo Estados Unidos por no acercar inteligentemente a la cultura occidental a las naciones latinoamericanas, mismas que, por si no lo han notado, aún siguen sin ser ciento por ciento occidentales y democráticas. Estos tipos de afirmaciones las han considerado una crítica liberal a una ideología liberal. Estados Unidos tendrá que seguir haciendo caso a la confrontación con las ideologías que ellos mismos han permitido que se desarrollen, precisamente las que se contraponen a los intereses e ideología de Estados Unidos y olvidar por completo las propuestas de atención que los mismos demócratas les hacen. Estados Unidos se maneja bajo un halo de hipocresía al haber desarrollado históricamente políticas de apoyo a Japón, Corea e Israel por ejemplo, cuando se trata de países muy alejados de su geografía, y en cambio no ha existido ni una sola política de apoyo consistente para algún país de Latinoamérica cuando se trata de desarrollo económico y consolidación democrática duradera. A Estados Unidos le encanta jugar a las guerritas ideológicas cuando sus intereses se ven amenazados, con una actitud infantil del club de Tobi que se confronta con el club de Lulú porque no profesan la misma manera de pensar que el país de las barras, y puesto que Estados Unidos tiene todo el poder del mundo, entonces al pronunciarse actualmente contra países como Venezuela, sabe de antemano cuáles serían las soluciones, un bloqueo económico, una invasión, un golpe de estrado o el inicio de una escalada de presión diplomática, económica e ideológica como la que actualmente está llevando a cabo, mientras que Hugo Chávez por su parte comienza a jugar al ratón que empieza a azuzar al gato cuando sabe que podrá esconderse en el hoyo del petróleo si el gato lo ataca. El caso de Cuba como el país socialista más cercano a los Estados Unidos es la prueba del gran fracaso en la atención democratizadora de Estados Unidos, cuando un país que no está suficientemente modernizado se levanta en armas, la lógica indicaba que éste podía convertirse en socialista, y puesto que actualmente a Estados Unidos no le interesa la democracia sino en el fondo velar por sus intereses económicos, no velará más que por sus empresas trasnacionales, y es entonces cuando, si la ausencia de democracia o el socialismo avanzan lo suficiente como para poner en amenaza los intereses económicos, entonces y sólo entonces Estados Unidos sí tomará medidas. Los intereses en Iraq son una muestra de ello, la democracia sólo es un pretexto para colocar un bastión occidental dentro de una zona que no solamente es rica en petróleo, sino que además es sumamente hostil a Estado Unidos y por eso es necesario colocar un parapeto. Se trata de un país que está tan alienado que cree que ha sido muy inteligente, cuando en realidad ha sabido perfectamente disfrazar los instintos de dominación sobre gran parte del orbe. Estados Unidos es responsable de no haber sacado partido del desarrollo de la democracia venezolana de cuarenta años. Está claro que si un país escapa de cierto límite en el cual su grado de modernización es tal que la instauración del socialismo sería imposible como se piensa del caso venezolano, la hipótesis que comienza a manejarse es que tampoco el grado de modernización alcanzado hasta la fecha por Venezuela permite que la democracia se convierta en un régimen permanente no sólo en ese país sino en todo América Latina, pero sí perfectamente preparado para crear a otro dictador. El problema con los teóricos anglosajones es que conciben que el desarrollo de la democracia se hará bajo la premisa de los modelos económicos, en concreto del lesaire feare que deja a las fuerzas democráticas que actúen para que la democracia se instaure; el asunto es que en todo Latinoamérica históricamente no han habido fuerzas lo suficientemente poderosas como para consolidar una democracia; el error histórico está en pensar que si ahora un país será democrático, mañana también lo será porque todo indica que su democracia se está desarrollando. La experiencia histórica nos indica que tal suposición es falsa en América Latina. El último gran error de Estado Unidos ha sido no haber promovido y permitido políticas económicas y de mentalidad de desarrollo para América Latina. A Estados Unidos nunca le ha interesado en el fondo lo que sigue del sur del Río Bravo, para ellos somos países exóticos, llenos de aventura que se puede visitar porque son interesantemente diferentes, porque la libertad para hacer lo que los gringos quieran es mayor que en su propio país, pero también son países a los que históricamente se les tiene prohibido el desarrollo. La idea hipócrita de apoyar a los contras en Nicaragua, para después dejarlos a su suerte, no es la misma que la idea de apoyar a Alemania o a Japón después de la segunda guerra mundial, porque esos sí eran países que si ya habían sido una amenaza real alguna vez, qué indicaba que no lo iban a ser una siguiente. Nicaragua, como país “bananero”, no sería más una amenaza una vez desmantelada la “amenaza” de los sandinistas, porque Nicaragua nunca fue realmente una potencia de ningún tipo. Por último, nuestra parte de responsabilidad es la siguiente: permitir que Estados Unidos haga con sus empresas lo que quiera, sin una regulación equitativa y con verdadera competencia; permitir que el caos sociopolítico y económico prevalezca, impedir que la mínima organización sistémica comiencen a implantarse en América Latina; impedir a toda costa los pactos políticos para el desarrollo; no innovar o implantar políticas virtuosas de desarrollo, no inocular hasta la médula valores democráticos que se implanten en la psiqué humana; impedir a toda costa la activación pensante de los ciudadanos; no abrir a la educación y el desarrollo tecnológico acelerados, el desarrollo endógeno; no cambiar la mentalidad egoísta de los ciudadanos hacia una dirección de participación colectiva y desarrollar revoluciones culturales y de pensamiento. Esa ha sido parte de la responsabilidad en Estado Unidos, y esa ha sido la nuestra. |