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Pinturas rupestres en el agua |
Seminario permanente , nov. 06 |
Cambiar... Sólo dame un beso en la mejilla y lo convertiré en un verso aunque no me ames, sólo abrázame un minuto o lo que gustes y escribiré de ti sobre el agua de todos los mares. Haré para ti una oda interminable aunque no me sueñes, cambiaré el salino de las olas por el vaivén de tu sudor en mi lecho, y pintaré sobre el agua para cambiar la piel del mar por tu cuerpo. |
INCANSABLEMENTE TE HE BUSCADO ¿En qué alma de chamán podría yo habitar para después regresar a la vida si no sé dónde estoy y atardecer sobre tu cuerpo si me estoy convirtiendo en noche? He vestido de pieles los esqueletos bajo la tierra... y no te vi adormecida en el cementerio del olvido. He acelerado a niñas para ver si eres tú en la juventud... y no te vi sentada en el jardín de musas nunca encontradas. He brotado de alas a un colibrí hasta sumergible para encontrar el néctar de tu flor marina... y no me ahogué extasiado en el eterno abismo del deseo. He sido tulipán, silvestre flor cercano a tu casa para que mi aroma conozcas y de él te enamores... desencanté al saber que mis pétalos olían al muerto que yacía yo abajo. He sido pues manos entrenadas para confluir tus lágrimas y he sido base para que poses tu escultura en este escrito. Pero por más que anhelo, busco y quiero una mujer como tú difícilmente será alcanzada por mi retorno a un espejismo de tu mirada que un día alcanzó a verme destellante en el mar del atardecer de lo que nunca ha existido. |
MIENTRAS LA MUERTE Sollozo con tristeza porque te he perdido, no estás Tú, ya no estoy yo en tu calma. Andando y andas mientras voy cavando, bajando y bajas mientras voy contigo. Te miro, se va tu estética, se va tu vida... y yo te amo, clausuro el llanto, lo cohíbo, tanto te quiero que no quiero que en tu cuerpo choque, bastante tiene él sufriendo la muerte, bastante tienes tú mirándolo cada vez más lejos. Me he escondido contigo bajo la tierra, y he cerrado tus ojos negros perdidos en la nada, ningún ingrato se había molestado en hacerlo. Espero en ti, y lentamente tu mirada se disipa, mientras perpetuos se abren los ojos de tu cráneo, ahora más negros, ahora mucho más perdidos. Te amé mucho, te extrañaré, pero aquí se quedará éste poema, nadie lo profanará, sólo estará junto a ti, sólo en tu entraña, ¡EMPÚÑALO!, que ni siquiera la historia nos lo quite, que no se vaya, que aquí se quede... Ya no queda la reserva, mi vela encerrada quiere ya guardar silencio. De tu hueso brota una última lágrima, la yema de mi dedo logra atraparla, y con ella extingo la llama muerta... ADIÓS. |
Cuerpo metálico (estudio) |
POESÍA |
ARTE DEGITAL |
El Amor contra la desesperanza |
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SEMINARIO 2008 |