VISIÓN  MEXICO – ESTADOS UNIDOS.
DOS VANGUARDIAS DIFERENTES


Por: Alfredo Ortiz García

(SEP. Todos los derechos reservados)
RESUMEN


En este rápido estudio trataré de identificar las formas como ambos países se ejercen mutua influencia y cómo influyen al resto de la región y el mundo. Trataré de realizar un estudio crítico-analítico de las formas como ambos países tienen contacto y los efectos que estas relaciones tienen para ambos. El interés que suscita la realización de este estudio se hace desde la perspectiva mexicana como nación poseedora de un potencial de desarrollo a futuro y como generadora de procesos de cambio cultural que pueden otorgarle un papel mucho más importante y activo a nivel nacional, regional y mundial.

En la primera parte intentaré demostrar que uno de los elementos que caracterizan la historia de contactos culturales está basada en la dirección de atención o interés que ciertas regiones del orbe occidental generaron para ciertos pueblos y civilizaciones, y cómo esta atención, que generaron esas regiones para conquistar, colonizar, poblar y desarrollar, pronto se vieron confrontadas entre sí en varios momentos históricos, la historia de las relaciones internacionales puede conocerse desde una perspectiva de enfoques de atención, influencia y contactos culturales.

En la segunda parte profundizaré en las diferencias básicas existentes entre dos de los enfoques culturales más importantes, los de Estados Unidos y México, para determinar cómo y por qué ambos países son tan importantes para el resto del mundo.

DESARROLLO


Los enfoques de atención

Para empezar es necesario observar las ventajas que México tiene en relación con su ubicación geopolítica. La dirección de la atención psicológica en relación con lo geográfico es uno de los puntos más importantes para definir la importancia de dicha ubicación.
Progresivamente en la historia de México la atención se concretó en el conjunto de nacionalidades que formaron las diferentes culturas asentadas en el área conocida como Mesoamérica, donde la variedad cultural prehispánica era no sólo de las más desarrolladas, sino una de las más ricas del continente. La atención de origen hacia la región tuvo primero un carácter endógeno; las culturas Maya, Mixteco-zapoteca, Chichimeca, Totonaca, Tarasca, Azteca y Teotihuacana entre otras muchas, se relacionaban políticamente tanto entre sí por sus diversas modalidades y momentos históricos, como hacia el entorno inmediato; por ejemplo los Mayas –con idiomas incluso diferentes-, mantenían contacto entre sí con las diversas ciudades-estado, o los Tarascos –sin parecido lingüístico con otras culturas aledañas-, se relacionaron con los Mixtecos ubicados más al sureste –hoy Oaxaca-. En menor escala y con sus tranformaciones culturales propias, hoy podemos conocer a los descendientes de esas culturas, por ejemplo los Otomíes como descendientes de los Chichimecas, o los Tzeltales y Lacandones como herederos de los Mayas, lo que nos permite especular que para el caso de que no se hubiese presentado la conquista española, muy probablemente toda la zona de Mesoamérica hoy contendría una cantidad tan variada de nacionalidades como sucede hoy con Europa, pudiéndose tratar de imperios o Estados-nación con su propia historia de contactos pacíficos, influencias, confrontaciones militares, invasiones, conquistas y resistencias como ha sucedido en la historia europea. La variedad cultural de México en la etapa prehispánica era tan variada, numerosa y proporcionalmente desarrollada como la que hoy presenta la unión europea, de manera que la actual riqueza cultural y peculiaridad existente incluso hoy en cada estado de la república mexicana responde en gran medida a la diversidad cultural que tuvo de origen.
Este punto de vista nos permite observar cómo la concentración de la atención hacia la región es sumamente antigua, y cómo en la actualidad se verá ella misma revitalizada incluso con la aparición del movimiento indígena y el EZLN de Chiapas a partir de 1994, aspecto que en especial para los europeos e indígenas sudamericanos ha permitido ayudar a globalizar el enfoque indígena que muestra su raíces más lejanas en el florecimiento de grandes culturas prehispánicas.

El segundo punto histórico de enfoque de atención hacia México se ubica en la Europa del siglo XVI. La necesidad de investigación de nuevas rutas marítimas y nuevas tierras permite que las búsquedas se enfoquen hacia una región inexplorada del mar, que en 1492 permitirá el hallazgo fortuito de islas en una región muy occidental hasta entonces desconocida: las Antillas. Este enfoque de atención comienza a intensificarse al dar inicio los primeros descubrimientos de grandes extensiones de tierra y se inician las primeras traslaciones de españoles que, al entrar en contacto con las diferentes culturas, en poco tiempo se enfocarán sobre aquellas que geopolíticamente tenían mayor importancia en la región recientemente hallada. Los buscadores de oro privados y los conquistadores españoles se centraron básicamente en los dos pueblos que ofrecieron mayor oposición: los Incas en el sur y los Mexicas en el oeste, quienes para esa época se habían convertido ya en imperios. A partir de este momento la atención de los españoles y europeos se inclinaría fuertemente hacia América, después de haber sido Asia y en menor medida África, las direcciones clásicas de atención.
¿Por qué América y no África que estaba más cercana y era fácilmente mejor controlada y monitoreada, se convirtió en el enfoque principal de atención de los europeos?, las respuestas pueden ser múltiples, pero originariamente la necesidad de conocimiento de una bastísima región hasta entonces inexplorada, el descubrimiento de sus potenciales en metales y recursos, así como el espíritu conquistador, dominador y colonizador inicialmente de españoles y luego de portugueses, ingleses y holandeses, permitió que el enfoque de atención se centrara plenamente en la expansión y colonización americana. La Nueva España como colonia se convertiría en el principal centro de colonización y cultura de España en el continente, no siendo menos importantes las zonas andina (hoy Perú y Bolivia), de Córdova y Nueva Granada (hoy Colombia y Venezuela) entre otras y en el este la colonización portuguesa sobre lo que hoy es Brasil. Sin embargo, está históricamente comprobado que para la corona española oficialmente la Nueva España se convirtió en la zona más importante política, cultural y económicamente, y su capital, México, sería el punto cultural y político de mayor  importancia y desarrollo (y que por un tiempo lo fue también del continente). De esta manera se confirma objetivamente el segundo gran enfoque de la atención hacia México por parte de los europeos, muy seguido de Brasil aunque un poco más limitado geográfica, económica y culturalmente.
El segundo enfoque de atención nos sirve para conocer el origen histórico del interés que México ha tenido desde hace 500 años por parte de Europa, un enfoque de atención que es tradicional entre otras razones por su fortaleza cultural y su antigüedad.

El tercer gran enfoque de atención no lo ocupa México exclusivamente sino América en su conjunto. Sabemos que los lados portugués y en tercer lugar el inglés, estarían haciendo lo suyo en poco tiempo, consiguiendo que el enfoque de atención se centre en todo el continente y no solamente en la Nueva España. Portugal desarrolló una gran cultura en Brasil desde los siglos XVI al XIX, mientras que las migraciones inglesas a Norteamérica comenzaron el proceso de colonización al este del continente. Los enfoques español y portugués serían los predominantes los primeros doscientos años, y sobretodo la colonia española alcanzaría el nivel de civilización en toda la región desde Mesoamérica hasta la Patagonia, pero progresivamente el enfoque de atención hacia Norteamérica por los ingleses y franceses adquiriría fuerza por el incremento aún mayor de las migraciones hacia las trece colonias, Terranova y Nueva Francia, en Canadá.
La modalidad del enfoque inglés, al igual que España y Portugal, era predominantemente económico, pero en las trece colonias el enfoque comenzó a ser específicamente económico, y con la independencia se adquirió una forma de organización democrática y capitalista, que trasladó la revolución industrial inglesa a Norteamérica cuando el enfoque de atención se hizo económico.
A partir de aquí podemos observar que dos culturas, la española y la inglesa, de origen contendrían una ideosincracia y estilo de vida muy diferentes entre sí por su origen cultural, tipo de organización, religión e idioma, puntos que al ser trasladados a América acentuaron sus diferencias porque en el caso de la Nueva España se realizó una fusión de culturas que gestarían las diferencias culturales históricas y contrastantes entre ambas regiones y culturas.
Sin embargo, la cultura occidental se encuentra, con sus respectivas modalidades, insertas tanto en España como en el Reino Unido y Francia, lo que permitirá que el conectivo cultural entre las trece colonias y la Nueva España se mantenga de alguna forma. No debe olvidarse que la Ilustración, la independencia de E. U. y la Revolución francesa le darán el toque liberal a ambas regiones, de modo que la cultura liberal asimilada por los criollos mexicanos después de la independencia, aunque distinta a la estadounidense, reproducirá tanto parte del sistema político como el económico aunque mucho menos desarrollado, además muchas prácticas y usanzas occidentales que, con sus variantes pequeñas y grandes, fueron practicadas en ambas culturas.
La aportación de México a la cultura política occidental tampoco fue del todo ausente, está claramente demostrado que el original sistema federalista mexicano desarrollado en las primeras constituciones de vida independiente aunque no influyó hacia el exterior, fue tan sofisticado y efectivo como el estadounidense, el problema que también aparece muy tempranamente, es la diferencia en las eficiencias entre ambos países para mantener su estabilidad económica, política, educativa y cultural, mismas  que, como sabemos, fue inmensamente más exitoso en Estados Unidos que en México. Ya desde antes de la independencia de México el contacto occidental de España con sus colonias comenzará a ser insuficiente por la bastedad del territorio, la invasión napoleónica y la aparición de originalidades culturales en América, tanto criollas como mestizas e indígenas, que durante trescientos años se fueron desarrollando y que progresivamente se volvieron independientes y con identidad propia diferente a España, desarrollaron en tantos años una nueva nacionalidad con carácter cultural más variado por la diversidad de culturas que se habían desarrollado. No sucedió así en las trece colonias, las cuales, a pesar de tener una fuerte vinculación en todos aspectos con la metrópoli, fueron las primeras de América que declararon su emancipación.
De esta manera el tercer enfoque de atención hacia el continente fue cortado históricamente de tajo con la llegada de los movimientos independentistas en toda la región, de modo que la atención de Europa se enfocó en combatir los movimientos emancipadores que a la postre lograrían el objetivo de convertirse en naciones nuevas. El tercer enfoque pues de colonización, en los casos de México y Estados Unidos –que nos interesa estudiar-, se transformó en un cuarto enfoque independiente que al mismo tiempo se convirtió nuevamente en un enfoque endógeno como en el caso del primer enfoque, pero ahora con una dinámica y culturas totalmente diferentes.
Este nuevo enfoque de atención endógena para América está caracterizado por los nacientes Estados Unidos que fijaron su interés en toda la basta región al oeste de las trece excolonias. La conquista de estos bastos territorios se realizó sin influencia ni contacto cultural, porque los colonos ingleses desde el principio no se fusionaron con ninguna cultura, lo que permitiría reproducir a la cultura occidental de una manera aunque más castiza, culturalmente menos enriquecida que la ya centenaria cultura mexicana; la creación de cultura propia por parte de Estados Unidos sólo vendría hasta después de su independencia y no antes como sucedió con México doscientos años atrás. Es aquí donde aparece la primera diferencia cultural histórica que va a definir las relaciones internacionales actuales, culturalmente hablando entre México y Estados Unidos, y el primer punto de controversia para definir la occidentalidad en los dos países. México, ya sedentario desde que terminaron las exploraciones de la Alta California se centraba en su desarrollo cultural y problemas políticos y económicos internos, mientras que Estados Unidos se convirtió en caminante, desarrolló poco su cultura pero se enfocó en avanzar en su consolidación económica y política. México se plantó en su cultura centenaria e incluso milenaria, mientras que Estados Unidos comenzó a desarrollar la suya.
Con la independencia de las colonias españolas deviene el primer corte y concluye el tercer enfoque directo de atención Europea (ahora el enfoque, por ejemplo de migración de Europa a Estados Unidos, tendrá que hacerse considerando que Estados Unidos se ha independizado), mientras que el primer enfoque en México, el indígena, continuará en su crisis histórica permanente adquirida desde la conquista; no desaparecerá del todo, pero tampoco será el más importante y mucho menos el que impere.
En las dos regiones la civilización se siguió desarrollando por separado aunque unidas por su origen occidental, con mayores elementos en Estados Unidos, pero menos variado que el de México; con mayor organización y estabilidad económica que el mexicano, pero con menor tradición en las artes y riqueza cultural.
El cuarto enfoque de atención, ahora más intenso en Estados Unidos que en México, si bien fue nuevamente endógeno, ahora también tendría un cariz  externo que llamaba la atención para Estados Unidos, porque en Europa los migrantes mostraron su interés por Estados Unidos y la atención cambió de México a Estados Unidos, mientras que en Estados Unidos el mismo enfoque endógeno se observará con la expansión y conquista hacia el oeste; se trata pues de un doble interés externo e interno por Estados Unidos, externo por parte de los migrantes e interno por expandirse al interior mismo.
Mientras tanto, para el caso de México el cuarto enfoque de atención será uno que se encuentre en crisis permanente, esto quiere decir que México dejó de ser atractivo para Europa y que al interior tampoco estaba bien enfocado en fortalecer sus bastos territorios, esto quiere decir que la atención interna también perdió fuerza, muy diferente al caso de Estados Unidos, en el cual la atención se encontraba vigorosamente en desarrollo. Ya desde el siglo XVIII España había aminorado su atención efectiva para México, lo cual se verá reflejado cuando México se vuelva independiente; querrá vigorizar su atención al interior creando por ejemplo imperios como el de Iturbide, pero fracasarán inmediatamente de haber aparecido. Con la independencia la importancia de México ya se había centrado entorno a su capital y por tal motivo, aquellas regiones apartadas como Centroamérica o Texas –e incluso Jalisco o Yucatán parcialmente-, que ya no se sentían parte de este nuevo enfoque desde el principio nacido en crisis, decidieron tomar su propio rumbo o independizarse.
En resumen el caso de México puede entenderse de esta manera: el primer enfoque indígena se mantiene en crisis, el segundo ha terminado con la conquista-colonia, el tercero, el de menor duración, termina con la colonia-independencia, y el cuarto se mantendrá en crisis todo el siglo XIX hasta el fin del porfiriato.  Para el caso de Estados Unidos el primer enfoque no existió; el segundo de colonización tiene una menor duración que el español y es donde se origina la migración; el tercero termina con la independencia de las trece colonias pero trasciende la costumbre migratoria, el cuarto, ya como país independiente, comienza con un desarrollo ascendente, un incremento en la migración y la expansión territorial al interior.

En todo el siglo XIX la atención europea hacia México disminuye pero no desaparece, en el cuarto enfoque independiente el país sólo será motivo de atención cuando se trastoquen intereses ingleses, franceses o norteamericanos, o cuando por ejemplo se invita a nobles austrohúngaros como Maximiliano para gobernar un país exótico que necesita de estabilidad y de un imperio. La crisis permanente de este cuarto enfoque llevará a que Texas, muy alejada del centro y ya más relacionada con Estados Unidos, comience a querer separarse de la nación mexicana, mientras que al mismo tiempo se ve también llamado por el esplendor del propio cuarto enfoque de atención de Estados Unidos hacia el oeste, de manera que entran en coincidencia la crisis del cuarto enfoque de atención mexicano, con el esplendor de expansión endógena de Estados Unidos. Es en este momento cuando un interés de E. U. por querer llegar a su límite territorial hasta California, choca de frente con el aminorado interés mexicano por atender a un norte muy alejado del centro.
Pero mientras que Estados Unidos estaba llegando al límite de su atención endógena territorial, al mismo tiempo se estaba creando a partir de la década de los veinte del siglo XIX una nueva atención abstracta hacia el exterior de ese país. Con el  fortalecimiento interno alcanzado por el cuarto enfoque se estaba creando un quinto que comenzaba a fijar su atención al exterior del país, los intentos por adquirir Cuba fueron los primeros resultados patentes de la nueva dirección en la atención, la cual ya se había hecho patente primero conquistando, comprando y anexionando territorios originalmente mexicanos, españoles y franceses y luego buscando la expansión de la libertad y la democracia estadounidense al exterior del mundo con la famosa ideología del destino manifiesto y las doctrinas Monroe, Roosevelt y Wilson.
El quinto enfoque de atención en la región surge pues en Estados Unidos y viene de adentro hacia fuera del país cuando éste va incrementando su poderío territorial, económico y militar; el segundo enfoque de colonización inglesa hereda la expansión militar hacia fuera por parte de E. U., quien empezará a interesarse por el exterior más que en el caso de México, el cual no hereda de parte de España el segundo enfoque colonizador, no interesándose por lo tanto en el exterior para influir hacia fuera, mientras que su interés por el interior seguirá en crisis. Todo el siglo XIX será para México una atención latente para otros países, tanto de América Latina como de Europa y el mismo E. U., adquirido desde la colonia y nunca desaparecido, y en otros momentos transformado en un quinto enfoque de atención más cultural que militar, económica y de bienestar como en el caso de todos los enfoques de E. U.
El cuarto enfoque representa para Estados Unidos el momento del inicio de su consolidación como nación, mientras que para México es el inicio de su crisis y al mismo tiempo de esplendor cultural y llamada de atención por esa riqueza. El quinto enfoque de atención hacia fuera por parte de Estados Unidos, significará la línea directa hacia la conversión en superpotencia que alcanzará en el siglo XX, la cual a la postré gestará un sexto enfoque una vez que concluya la guerra fría.
El caso de México no será una pérdida de atención total por parte del exterior, pero realmente será mucho menor que el cuarto enfoque que significó el atractivo de migrar hacia E. U., o el definitivo quinto enfoque que significa  convertirse en superpotencia. La importancia de E. U. para la atención mundial evidentemente adquirió una fuerza más importante a la de cualquier país de la región, e incluso mayor que el adquirido por la Nueva España en la época de la Colonia.

El siglo XX

El quinto enfoque de atención de México se reforzó con la revolución mexicana, mismo que ya desde el porfiriato era interesante para las inversiones inglesa y estadounidense, así como un motivo para que la cultura francesa ejerciera influencia, pero lo sucedido en la revolución permite que la atención hacia el país se refuerce a nivel regional y a corto plazo, aunque pronto quedará atrás por la aparición de otros enfoques de atención que se originan afuera de la región; Europa reaviva su propio enfoque permanentemente histórico y vuelve a ser protagonista al estallar la primera guerra mundial, o Rusia y la revolución bolchevique está creando un segundo enfoque después del primero desarrollado en el zarismo.
A partir de aquí los enfoques de atención pueden ser entendidos por diferentes puntos de vista que deben de responder a la intensidad y variedad de de acontecimientos sucedidos a lo largo del siglo XX. Por una parte están el desarrollo económico, el incremento poblacional, los acontecimientos históricos, el desarrollo de la cultura, la ciencia, la tecnología, el arte y el estilo de vida de nuestros países de estudio. Por el otro el incremento de relaciones entre las regiones, los albores de la globalización contemporánea, la capacidad de influencia hacia el exterior que en nuestro estudio, México y Estados Unidos han podido ejercer, así como el tipo de influencia que crearon, la voluntad conciente o inconciente con que la hicieron, la obligatoriedad de esa atención, la necesidad de dirigir esa atención, el campo semántico ejercido y cómo varía según la región que observa a cada uno de los dos países por separado.

MEXICO

El método de desarrollo endógeno de México es diametralmente diferente al de Estados Unidos. México es constructor de una fortaleza cultural poderosísima sobretodo a partir de la revolución, de hecho el quinto enfoque de atención estará sustentado en el boom cultural del siglo XX. El éxito de la atención de México por encima de cualquier país latinoamericano se debe a su origen multicultural, a la antigüedad de su atención y a su fortalecimiento con la llegada de nuevas creaciones, expresiones y manifestaciónes culturales en el siglo XX.
El país no se enfocó en crear expansión dominante de valores hacia afuera, lo hizo permitiendo que su fortaleza cultural creciente lo hiciera por sí misma. El país comienza a ser conocido por los resultados de la revolución, las políticas de puertas abiertas y de no intervención, así como el desarrollo del cine mexicano, el mariachi, la gastronomía, los sombreros, la pintura y el muralismo, el Huapango  de Moncayo, el milagro mexicano, juegos olímpicos y mundiales de fut-bol, el folclore y su multiculturalismo, ese grito típico que desahoga, las serenatas, las piñatas, Acapulco, la diversión, la cerveza y el tequila. El quinto enfoque es uno que pretende evitar que la atención del cuarto enfoque de crisis permanente proveniente del siglo XIX y que nunca habrá desaparecido, se convierta en el enfoque dominante en el país. Si bien ese nunca será erradicado del todo incluso hasta la actualidad, el nuevo enfoque de esplendor conseguirá que la atención mundial hacia México sea equilibrada y suficiente, si bien no es la atención más destacada del mundo para el exterior, tampoco es la que menos pasa desapercibida a nivel latinoamericano.
Por otra parte, la fortaleza aguerrida del mexicano adquirida en la revolución, le permitirá ganarse el respeto de Estados Unidos lo suficiente como para que éste deje de acosarlo como antes a pesar de ser el más cercano a él. México será dominado de otra manera, y México también influirá a Estados Unidos lenta y progresivamente. Estados Unidos exportará el american way of life y la música en inglés, México contrarrestará con su desarrollo endógeno cultural del quinto enfoque en esplendor. Estados Unidos pasará por un florecimiento cultural también, creará el charleston, el cine mudo, las grandes bandas y el rock and roll, México contrarrestará con el cine clásico, el mambo, el danzón, el mariachi, la música indígena y por lo menos otra media docena de géneros menores. La premisa del contacto enriquecedor de la que hablamos al principio sólo podía ser válida si México recibía una influencia externa pero a cambio creaba otra interna tan fuerte y equivalente a la exterior, de modo que el país creó una contención cultural enriqueciendo aún más su horizonte de creaciones, incluso ligeramente en un principio por encima del de Estados Unidos gracias a su ventaja milenaria. El nuevo enfoque cultural de Cuba apareció en escena, y ambos países también se unieron por un tiempo para crear su propia tradición.
El atractivo de migración de la mejoría económica para E. U. tuvo su equivalente mexicano, el atractivo cultural, con ello el campo semántico de atención externa hacia ambos países queda completamente definido, ambas modalidades permiten que el mundo incremente su interés por la zona de distinta manera y México por su parte, crea una atención que no necesita promoción hacia fuera, este atractivo se bastará casi por sí mismo. La política cultural de E. U. tendrá que ser dirigida, la de México tenderá a ser espontánea y fácilmente promovida; cuando E. U. decide lanzar un nuevo género que influya hacia afuera surge Elvis Presley; cuando México se conoce hacia el exterior es porque alguien inventó el mariachi o el mambo y por la respuesta espontánea del pueblo salió a la luz exterior sin grandes esfuerzos; ambas modalidades fueron eficientes, pero al mexicano por su desventaja económica, territorial y política le podría haber costado más trabajo si por sí mismo no hubiera sido atractivo. El movimiento hippie también fue espontáneo en E. U., pero éste país prefirió seguir planificando de nuevo mercantilistamente y entonces lanzó la música disco y luego a Madona, Michael Jackson y Van Halen, aún cuando por debajo y espontáneamente el heavy metal, el punk, el dark y el slam se mantenían como no oficiales y eran socialmente espontáneos. La influencia de la música de E. U. y Gran Bretaña serían tan fuertes en México, que éste no tardaría en seguir al rock, la música disco, el rock pop y luego las actuales música pop, dance y trance, pero tarde o temprano tendrían que aparecer las reacciones nacionales de la salsa capitalina, la tambora sinaloense o la banda tapatía, así como las respuestas modernas del rock en español, el hip-hop, la Maldita, Jaguares y sobretodo Café Tacaba que también retomaría magistralmente muchos elementos de la música tradicional mexicana.
Por último, la radio y sobre todo la televisión mexicana se convertirán en las más importantes de Latinoamérica por su capacidad y creación de programas propios y originales; Kalimán, y sobretodo las telenovelas, los musicales y los programas cómicos ejercerán influencia hacia los países de habla hispana, y muchas telenovelas se verán dobladas a otros idiomas variados, de modo que esta vía también coadyuvará para que la cultura mexicana consiga ocupar un sitio importante en la atención del quinto enfoque cultural mexicano. He aquí la diferencia en la atención del quinto enfoque endógeno cultural mexicano con respecto al del vecino del norte.

ESTADOS UNIDOS

Alrededor de 1890, mientras las principales naciones europeas expanden sus imperios coloniales, un nuevo ímpetu animó a la política exterior estadounidense, de manera que políticos, periodistas y misioneros protestantes declaran que la raza anglosajona tenía el deber de llevar los beneficios de la civilización occidental a los pueblos de Asia, África y América Latina; en este punto es donde aparece la sublevación de Cuba contra el colonialismo de España, y luego de la guerra hispano-estadounidense, Estados Unidos se apodera de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. El quinto enfoque de atención hacia fuera se hace más que evidente.
Ya comenzado el siglo XX Estados Unidos mantiene un crecimiento económico constante y ascendente, se ha convertido en la primera potencia económica del mundo, su desarrollo tecnológico ha tomado ventaja, el atractivo de migración europea se mantiene y el desarrollo militar también sigue su marcha. Las doctrinas Roosevelt y Wilson reactivan la necesidad de que el país se convierta en guardián de la libertad y la democracia en el mundo, de manera que los intereses por el medio externo circundante se hacen más que evidentes. Con la primera guerra mundial Wilson declara que la guerra constituiría una gran cruzada en pro de la paz mundial y la autodeterminación nacional. "El mundo debe convertirse en un lugar seguro para la democracia", declara cuando Estados Unidos entra en "la guerra que pondrá fin a todas las guerras".
Desde este punto la postura comenzó a ser aprobada por muchos países y criticada por otros, por un lado el expandir los valores de paz, libertad y democracia constituía un noble deseo de promover valores virtuosos para el mundo, por el otro formaba indicios de imposición de valores –incluso coloniales-, para aquellos que no compartían esos principios, de manera que al fortalecerse las ideologías también se fortalecieron las presiones internacionales. El quinto enfoque de atención de Estados Unidos hacia fuera comenzó a entrar en contacto por lo menos con otros dos enfoques más que también comenzaron a predominar en otras latitudes. Si desde el cuarto enfoque Estados Unidos fijó su expansión endógena y chocó con el cuarto enfoque mexicano en crisis, esta vez el quinto enfoque de expansión hacia fuera chocaría también de frente por lo menos con dos enfoques igualmente poderosos, el nazi-fascismo y el comunismo, los cuales una vez que no se encontrarán en crisis interna, sino que por el contrario su esplendor se encontrará a la par del estadounidense y aliado, iniciarán también su proceso de expansión hacia afuera. El surgimiento de dos nuevos enfoques de atención internacional y fuera de la región, coincidirían en tiempo con la internacionalización de un tercero de la libertad y la democracia, de manera que los contactos tarde o temprano tendrían que hacerse presión mutua porque la característica de los tres, con sus propias modalidades, era de actitud imperial, de influencia externa, de dominación y control, de contención ideológica y territorial o de expansión de intereses económicos, políticos, culturales e ideológicos. De esta manera el campo semántico y la imagen que Estados Unidos comenzó a crearse tomó un rumbo muy diferente al de cualquier país de América, pero similar al de los países de Europa, G. B. y Francia.

La capacidad de influencia hacia el exterior se hizo patente cuando Wilson consigue la creación de la Liga de las Naciones, pero también se le da el primer límite cuando los aliados imponen sanciones a Alemania con las que Wilson no estaba de acuerdo. Por su parte, los congresistas estadounidenses se aseguran de que el control de las fuerzas armadas no estuviera a cargo de la Liga, lo que llevó a una controversia con el presidente quien estaba en desacuerdo, y por esa razón Estados Unidos nunca perteneció a la Liga. El carácter de benevolencia Wilsoniana no sería del todo desechado por E. U., de hecho esa forma sería utilizada posteriormente para comenzar a crear la costumbre de disfrazar intereses con un halo de bondad y apoyo solidario en ocasiones tan posteriores y lejanas como la ayuda económica a los países pobres o las demostraciones de que la libertad está del lado de los justos y contra las tiranías y el comunismo. Eso fue observado ya desde la revolución mexicana cuando Wilson se “oponía” a los subterfugios de un embajador gringo en México que al mismo tiempo fraguaba golpes antidemocráticos apoyando a un usurpador como Victoriano Huerta.
Los primeros ensayos de influir hacia el exterior aunque limitados y hasta cierto punto fracasados, no afectaron a los estadounidenses, porque el cuarto enfoque de atención hacia el interior estaba pidiendo que el país continuara su desarrollo interno, pero esto no fue suficiente para que el país entrara en la peor crisis sistémica y económica de su historia con el crack de 1929, el cual persistió por toda la década siguiente. De esta manera, al comenzar la segunda guerra mundial la atención seguía centrada hacia adentro y Roosevelt se declara neutral aunque no indiferente.
Es aquí donde nuevamente cobra fuerza un enfoque fuera de la región ante la aparición del nazi-fascismo europeo y las pretensiones imperialistas japonesas, de manera que el ataque a Peral Harbor trastoca todo el sistema de valores estadounidenses y se reaviva la conciencia de respuesta externa y activa a tal situación. Cuando Roosevelt desde el principio se percata de que los principios y valores de estos países, a pesar de que en el fondo muestran intereses similares de expansión hacia fuera como los de su país o Inglaterra, no contienen el valor cultural de libertad que él preconizaba, entonces reacciona con la idea de contener este enfoque de atención creado por Alemania, Italia y Japón diferente al enfoque estadounidense y aliado. Desde este punto ya es más que evidente que la expansión de valores estadounidenses tenía un carácter más abstracto que el de invasión y dominación directa física y materialmente de los países del eje hacia sus países aledaños. El sentido abstracto y sutil de expansión estadounidense, y que a la postre sería el que triunfaría, apareció al terminar la segunda guerra mundial; aún cuando éste ya era practicado desde fines del siglo XIX, no es sino hasta después de la segunda guerra cuando la combinación de intervenciones armadas, con la sutileza de dominación económica y la expansión y control de intereses se hacen presentes. El quinto enfoque hacia él tomará pues demasiada fuerza y entonces se volverá permanente.
A partir de aquí, y después de la segunda guerra, aparece un siguiente enfoque externo a la región y diferente también ideológicamente al estadounidense: el comunismo ruso. El quinto enfoque pues, se encuentra con su siguiente rival más poderoso con el cual desarrollará el primer contacto indirecto de combate de intereses llamado guerra fría. El más cercano contacto físico se verifica con la guerra de los misiles, pero éste no alcanza a tocar territorio estadounidense, la barrera de contención de expansión de intereses hacia fuera creada desde el cuarto enfoque había tenido mucho éxito, y ésta no sería la excepción. Ningún enfoque expansionista proveniente de otra región e ideología, salvo el homicidio de Kennedy, alcanzaría territorio físico estadounidense. El triple papel de expansión de influencia ideológica, desarrollo económico e intervención armada directa significaron para Estados Unidos los móviles de acción de la guerra fría, mismos que se hicieron patentes con la ya conocida idea de libertad y democracia para el mundo, ahora en su modalidad de policía del mundo; un desarrollo económico ascendente que convirtiera a los países subdesarrollados de la región en dependientes, y una contención físico-militar directa ante los avances del comunismo en Corea, Cuba y Vietnam, y luego Nicaragua y El Salvador. La Unión Soviética por su parte, utilizó los mismos tres mecanismos que empleó Estados Unidos para expandirse, pero de una manera muy diferente; mientras que E. U. fue sutil y un tanto más subliminal y menos directamente presionante para mantener y extender los valores de libertad, la U.R.S.S. fue directa e impositiva, doctrinaria e irrestricta para mantener sus intereses. Estados Unidos logró convencer, la Unión Soviética pudo controlar; Estados Unidos dominó persuadiendo, la U.R.S.S dominó imponiendo. Ambos lograron, aunque de distintas maneras, dominar a sus países de influencia y con el paso de los años el método sutil e indirecto de E. U. sería el triunfador.

CONCLUSIONES

La tierra es redonda, y ahora es multipolar y liderada por un solo país. Después de la guerra fría no existe otro sexto enfoque de atención tan poderoso como el de E. U., quien mantiene su atención hacia el exterior movido por el terrorismo y la creación hasta cierto punto artificial de un nuevo rival, la cultura árabe-musulmana. Al interior, un nuevo enfoque de interés le llama la atención, los migrantes mexicanos. Al mismo tiempo, el sexto enfoque de atención mexicana está movido por la transición a la democracia, la globalización y la migración hacia Estados Unidos; el movimiento zapatista ahora está muy olvidado desde hace varios años. Por primera vez entra en ligera decadencia el quinto enfoque de esplendor cultural mexicano y toma fuerza –también por primera vez en muchos años-, un sexto enfoque de atención hacia el exterior: la migración a Estados Unidos. El contacto entre ambas naciones es extremadamente alto actualmente, ambas emiten su propia influencia, ambas dominan en cierta forma a la otra, pero Estados Unidos en lo económico y cultural tiene la absoluta ventaja; México trata de responder con los mexico-americanos que viven allá. El nuevo cine mexicano, que no termina de levantarse, tiene ahora nuevos actores en Estados Unidos como Robert Rodríguez y su Crepúsculo al amanecer, Pistolero o Miniespías. Al mismo tiempo los Simpson admitirán y declararán que el sitio más divertido del mundo es Tijuana, la cual, convertida en la tercera nación, será poseedora de la frontera más transitada del mundo y la más rica culturalmente en todo México. En lo político México mantiene su postura propia internacional, puede seguir criticando y disintiendo como lo ha hecho, pero su debilidad foxista lo hace poco contundente, mientras que el instinto dominador de Bush es ahora más fuerte, y la democracia liberal interna se convierte en dominación conservadora al exterior y cada vez tergiversa más sus principios de democracia y libertad para el planeta con su pretensión de instaurar la primera dictadura de la democracia en el mundo: Irak.

En un ambiente globalizado es muy difícil establecer una línea de predicción porque el principio de incertidumbre terrorista ya afectó físicamente por primera vez el enfoque endógeno de Estados Unidos, luego de más de cuarenta años de no haber sucedido algún atentado, sucedió con el derribo de las torres gemelas. El nuevo enfoque de atención terrorista no puede confundir un enfoque mexicano emigrante a E. U. que nada tiene que ver con el sexto enfoque estadounidense de control sin límites hacia la dominación de otros países. Salvo Corea del Norte e Irán, no hay quien quiera detener ese enfoque de control, mientras que económicamente sólo China a largo plazo podría hacerlo, aunque imposibilitada al interior por su falta de originalidad tecnológica, su régimen todavía autoritario y su escaso interés por la creación de una influencia eficaz al exterior.

Mientras tanto el mundo se mueve, el calentamiento global, la pobreza y las hambrunas no terminan de alarmar a nadie. Podremos esperar a que los teóricos continúen haciendo descubrimientos, y esperar a que los acontecimientos se hagan más claros ahora que sigue en curso el sexto enfoque surgido a partir de 1989, o pensar que Estados Unidos está mirando hacia el espacio, es él quien lleva la vanguardia, ¿el séptimo u octavo enfoque de atención podrá estar dirigido hacia el cielo?, aún no lo sabemos. Mientras tanto, la pluma permanece en el aire.





14-jul-05
Alfredo Ortiz García
rinocerebro@yahoo.com
www.oocities.org/rinocerebro