Tres bellas, ¡qué bellas son!
Me han exigido las tres
Que diga de ellas cuál es
La que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
Digo, ¿que amo a Soledad?
¡No! ¿A Julia, cuya bondad
Persona humana no tiene?
¡No! Aspira mi amor a Irene,
Que no es poca su beldad.
Aquí tienes el segundo.
Es una carta. El contenido, pues, es a tu juicio y discreción!
Señor Maestro Pablo:
Es un pícaro de siete
suelas usted.
Lo corregirá como merece
el señor comisario. Le prenderá
el día menos pensado
y le pondrá a la sonabra por sus
pillerías.
Conque si no se enmienda, el chico me lo dirá, y le
daré un buen vapuleo.
Su afectísimo,
___________