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28.000 puñaladas (2004) |
La rueca A caballo Virgen del fracaso Con la camisa rota Latido jondo El hijo de la Inés Dos alpargatas Como los trileros Ciudad de los gitanos Al culo de una lombriz Que se joda el viento |
La rueca Compadre, se canso la mula de la noria y el espejito de sentirse tan opaco, el lapicero de comerse las historias, el calabobos de las nubes de tabaco, y al bufón se le tuerce la risa con cada amuleto, se canso de esperar a su sueño despierto. ¿mi sueño donde esta?, durmiendo la taja, que se ha pinchado con la rueca en el baño de un bar, que no es titiritero, ni perro cortijero, ni la cigarra ni la hormiga le han dejado entrar, lo mando pa lo oscuro y ya le pueden dar bien por el culo a los fantasmas de la soledad, me bastan cuarenta duros de felicidad, la boca se canso de lengua de madera, los peces viejos de desenredar anzuelos, cada petacho de tapar besos a ciegas, los trasquilones de dormirse entre tu pelo, y los charcos se aburren de dar puñaladas al cielo, las mañanas de hablarnos con el papo lleno, ¿mi sueño donde esta?, durmiendo la taja, que se ha pinchado con la rueca en el baño de un bar, que no es titiritero, ni perro cortijero, ni la cigarra ni la hormiga le han dejado entrar, lo mando pa lo oscuro y ya le pueden dar bien por el culo a los fantasmas de la soledad, me bastan cuarenta duros de felicidad, y si me canso de vender los perdigones te cuento las pecas, reparto manteca y colchones a los mesias que vienen a ver como me canso de embestir los corazones, y cada plazuela me cambia la piel por cartones que me cambian la cara a su vez, ¿mi sueño donde esta?, durmiendo la taja, que se ha pinchado con la rueca en el baño de un bar, que no es titiritero, ni perro cortijero, ni la cigarra ni la hormiga le han dejado entrar, lo mando pa lo oscuro y ya le pueden dar bien por el culo a los fantasmas de la soledad, me bastan cuarenta duros de felicidad. A caballo Silencio, me estoy tirando al monte, silencio, hay pasos que me vienen siguiendo... ¿pero esos es que me ha dao siempre igual, jaleo, ¿tu te vendrás conmigo?, jaleo, si hasta al cerrar los ojos te veo, si nunca nos vienen a buscar, y los olivos me cuentan que me canso de soñar contigo, que estoy acorralado y no me quedan tiros, que va siendo hora de despertar, y en los nogales acuesto el beso que te empaña los cristales, el que escrito con mierda entre los matorrales que va a morir en un barrizal, y tallo corazones a navaja en el torso desnudo de un naranjo, que quiero ver bajar de tu mirada, con las armas cargadas, bandoleros a caballo, y con sus crines hacerte una cama para que siempre duermas a mi lado, y darnos al vaivén de la mañana, que nos dará mas vueltas que una piedra en un barranco, que una piedra en un barranco, te huelo, te crees que estoy roncando y te huelo, y vuelo entre la cama y el suelo, y vuelvo pa quitar el serrín a tiempo, a tiempo de decirte... nos vemos y yo seré la sombra de un sueño, la luz será la luz de un candil, y de un almendro te haré una flauta para que la sople el viento y una cachaba para apalear al tiempo que siempre se nos quiso escapar, y de una encina te haré carbón si se te cae la noche encima y que su manto sea un paño de cocina para desempañarte el cristal, y tallo corazones a navaja en el torso desnudo de un naranjo, que quiero ver bajar de tu mirada, con las armas cargadas, bandoleros a caballo, y con sus crines hacerte una cama para que siempre duermas a mi lado, y darnos al vaivén de la mañana, que nos dará mas vueltas que una piedra en un barranco, que una piedra en un barranco, y agárate a la grupa si empieza a oler mal, que vamos galopando hacia ningún lugar, y ahuecando, que vienen a miles los Guardia Civiles y la Nacional, y con menos papeles que una liebre andar, por trochas y caminos volver a empezar, donde no haya un ojo que vigile, y tallo corazones a navaja en el torso desnudo de un naranjo, que quiero ver bajar de tu mirada, con las armas cargadas, bandoleros a caballo, y con sus crines hacerte una cama para que siempre duermas a mi lado, y darnos al vaivén de la mañana, que nos dará mas vueltas que una piedra en un barranco, que una piedra en un barranco, Virgen del Fracaso Se solla con las bragas de meter corazones, de tanto sube y baja, de tanto responder a tantas oraciones con brazaos de paja, y yo sigo rumiando, blandiendo mi espada por todos los renglones, ¡Válgame, compañera!, sobran ratoneras para tus rincones, se desdicen los que dicen que su musa ya no es virgen, que es la virgen de la Luna, la de la palabra impura, la mas puta, la que pide cuatro capas de pintura cuando no puede dormirse, le pido que no venga, que no quiero nada mas que lamer los huesos, que si aparece y quiere que le de patadas me la como a besos, y su carmín resbala que parece sangre que forma nubarrones, ¡ Válgame, compañero!, ya no habrá mas hambre que la que te comes, se desdicen los que dicen que su musa ya no es virgen, que es la Virgen de Luna, la de la palabra impura, la mas puta, la que pide cuatro capas de pintura cuando no puede dormirse, cuando vengas por mi... ¡adiós delantal!, la barraca la cierro, si me quedo en el redil... vete a olisquearle el ojete a otro perro que te haga mas caso, que yo estoy aleteando de nuevo, que rompa los vasos brindando tus pasos entre vuelo y vuelo, y los poetas que te cantan que se vayan todos a tomar por culo que como me ponga chulo voy a hacer alunizajes a cualquier hipermercao de esos que venden versos y sonetos, ye en algún sucio paraje en cualquier hoyo los meto y no me he de poner traje... ...para cagarme en sus muertos, mientras me barro los pies pa no casarme con nadie que quiera exprimir la vaca, y en cada mano una faca pa que siempre corra el aire, ¡Válgame virgencita!... ser puta y bendita se hizo para ti... cuando vengas a por mi... ¡adiós delantal!, la barraca la cierro, si me quedo en el redil... vete a olisquearle el ojete a otro perro que te haga mas caso, que yo estoy aleteando de nuevo, que rompa los vasos brindando tus pasos entre vuelo y vuelo. Con la camisa rota Vengo a robarte la siesta con la manilla del desván, con toses de carretero vengo vendiendo cal, y es que traigo colmo en los cajones de hollín de mis pulmones, de agujas de tejer, chispas de cruzar de cables de ojitos miserables que no quisieron ver, vengo de tranzar esparto para la reja de un penal, despeinando la tristeza, que esta recién pintá, y es que guardo su lamento quedo goteando entre los dedos en cantaros de cinc, y en zurrones de miseria, bombillas de la feria, perfume de alperchín, y me voy con la camisa rota porque me he hecho una bandera con guirnaldas de guijarro, plumas de palomas negras, que el verso que le di al aire muere de cualquier manera, y en el cielo de tu boca se lo comerá la niebla, vengo a herrar a la orugas para después condecorar a las abejas que no venden la miel de su panal, y es que traigo nubes de rabieta que inunden las macetas de ganas de encallar, lagrimitas traicioneras, tiñendo las bañeras... ...cuchillas de afeitar, y me voy con la camisa rota porque me he hecho una bandera con guirnaldas de guijarros, plumas de palomas negras, que el verso que le di al aire muere de cualquier manera, y en el cielo de tu boca se lo comerá la niebla. Latido jondo Si ves que lloro, tírame una trenza, no seas pelleja y despeja el torreón, mira a ver, que ataos con un cordel te ofrezco mis respetos, ni te la meto ni me pongo un cascabel, que el llorar es por tus ojos, no es por cojones, que si me miras van cantando Camarones por seguirillas, latiendo bajo, como el badajo que hay en nuestros corazones, que no palpita, que pega voces, que esta hasta el coño de mentiras y de roces, no quiera el otoño que se pare por mi, si ves que pego coces en la cuadra abre la puerta y despierta, que no voy a meter mi vida en tu sostén, ni la tuya en un marco, demasiado charco pa este barco de papel, de besar... beso a la luna, pa hacerte un feo, me d un deseo y pido el mango de una escoba, de lomo bravo, de pelos tiesos, para montarla o pa mover la sopa boba que he comerme solo y compuesto, y lo que sobre... a los geranios de tus tiestos, no quiera el otoño marchitarlos por mi, que la madrugada solo se dedique a pudrir tendederos, que la hagan morir resaca y luceros, por sus tuberías corren poesías de lo que mas quiero y lo quiero perder... no quiero querer, latido jondo es lo que quiere tener mi cama que no tiene sueño, un ruido sordo, potro de rabia y miel de la piel hacia dentro, latido jondo, mas hondo que un mar de hiel amargo del fondo hasta el techo, ratas a bordo y tira millas que en la orilla nadie nos puede ver, si oyes que lleve ruina en la despensa dale a las ubres, las manos nunca piensan ni ven, que ya no hay mas que ver, ni luz, ni Dios que baje, ni mas brebaje que abrevar que el de tu sed, de beber... bebo por gula, no por sediento, me importa poco si fue uno o fueron cientos los paladares que echas de menos, que pa mi credo solo quiero un mandamiento, y es que mis labios secos de invierno sigan lamiendo las hojitas de un cuaderno, no quiera el otoño deshojarlo por mi, que la madrugada solo se dedique a pudrir tendederos si quiere perder, si quiere querer, latido jondo es lo que quiero tener. El hijo de la Inés Buscaré tu jaula a tientas pa que otra vez me mientas y digas que no hay carbón que manche mi almohada, que el alma me chilla, que salen astillas de mi corazón, sube conmigo a la acera, verás la tiritera que da de ver el color que dan a la tierra los hijos de perra que pintan de oscuro todo corazón que se atreva a latir y quieren derribar el tronco de ruiseñores roncos donde vivimos tú y yo, que no tiene dueño, ni dioses, ni reyes, que suenen los muelles de mi corazón, “ten cuidado con la luna”- dicen las estrellas- más guapa que ninguna me quedo con ella otra vez, me mata, pero a gatas vuelvo a nacer, bizquean las farolas de los sueños míos, mis pensamientos llenan de escombros el río de miel, de cada sitio que roza su piel, mi madriguera tiene cuatro mil ventanas, para salir corriendo si me viene en gana correr... y que amanezca si va a amanecer, que el hijo de la Inés me ha roto las esquinas, para que en mi azotea aniden golondrinas, ya ves, no sabe ná de lo que hay que saber, y en su patio caen las pinzas de la ropa de algún Dios para el que le abra la puerta, y en el mío, de cuclillas, se ha puesto a cagar el solo, para que nunca me duerma, que dicen que la noche se ha quedado corta, a ti te da lo mismo y a mi no me importa, y ayer... ¿qué voy a hacerle si ayer era ayer?, que el hijo de la Inés no entiende de colores y dice que entre amores nunca se ha caído de pie, que se descuida y se vuelve a caer, y en su patio caen las pinzas de la ropa de algún Dios para que le abra la puerta, y en el mío, de cuclillas, se ha puesto a cagar el sol, para que nunca me duerma. |
Dos alpargates Son un barreño tus tristes ojos, cando no estamos cerca somos dos gorriones cojos, dos alpargatas de piel de saco y un puerto cada cama donde no atraca ni un barco, y una mijilla de sol a la terraza y al poco paladas de arena para el corazón que muera en tus brazos, que dé taconazos con la luna llena, y entre mis borrones he sido un borrico que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo y no puede ser, no vuelvo a nadar en los mares de trigo que se ensucia el pan de mirarme al ombligo, llegan las dudas, echa el pestillo, que saco un ramillete y después paso el cepillo con mi chaqueta de seis botones, que no me la cambiaron ni hijoputas ni ladrones, y de puntillas se irá la soledad después de cambiarme los pétalos del azahar por una chumbera que pincha los globos de mi primavera, y entre mis borrones he sido un borrico que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo y no puede ser, no vuelvo a nadar en los mares de trigo que se ensucia el pan de mirarme el ombligo, y en mis dienteles, el mal fario se va haciendo fuerte y rebuznando se me olvida que vine a verte, que si en las baldas de tu armario no busco comida tal vez me acorrale la vida y me folle la suerte, y entre mis borrones he sido un borrico que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo y no puede ser, no vuelvo a nadar en los mares de trigo que se ensucia el pan de mirarme al ombligo. Como los trileros Debajo de mi mesa sudan los manteles, si me echan las cortinas rompo los rieles, y sube un marinete por las escaleras, más fino que el coral para que tú me quieras, y mientras tanto se va anegando el día, resuena el fuelle con la mirá perdía, y pongo el cazo para achicar porquería, si voy cuesta arriba, tu me agarras, y otra vez le meto mano al suelo, con saliva en los dedos, como los trileros, y me llevas a coger chatarra de ésa que hay tirada por tus sueños, con un ojo en la espalda, como los trileros, si el cielo me ata corto, ladran los chuqueles, culeo, me encabrito, rompo los reteles, y tápiame la playa y cemento a la arena si mi buenaventura nunca fue tan buena, y los sudores afilando alicates, pal colorcillo, que no hay quien lo desate, y apaño miga sin que la vida me mate, si voy cuesta arriba, tú me agarras, y otra vez le meto mano al suelo, con saliva en los dedos, como los trileros, y me llevas a coger chatarra de ésa que hay tirada por tus sueños, con un ojo en la espalda, como los trileros, y esconde la sorna, el manró y los jurdeles, si vienen los payos, los picos, las leyes, cucharas que nos guardan en la estaribel, respeta a tus batos y nunca les bailes el agua a otras manos, ni bebas los mares por nadie que la sangre te quiera beber, por nosotros no muere undebel, que no han de cogernos rondando sus peras, y su puta madre que aguante las velas, que mueran costaleros que quieran coger nuestros pies de madera que abrazan las brasas sin nadie que vea que el día está herido y la noche cojea y jalea, que les duele vernos recoger la alegría en puñados de a diez y con ella saciar el puchero que el ruido de las tripas es un sonajero, y en cueros, se adormece como un churumbel al amor verdadero, que no le hace falta deshojar claveles, ni billetes gordos, ni lucir laureles, ¡que vuelen!, que nos dejen en paz recoger la alegría en puñados de a diez. Que no queremos ser tanto. Queremos vivir en nuestra tierra agrietada de manantiales cristalinos, andar un poco más lejos que las fronteras por la sublime añoranza del regreso. Que no queremos ser tanto. Queremos ser un poco de sol y un poco de noche, queremos ser viento y calma, tormenta, lluvia y olor a tierra mojada. Manolillo Chinato Ciudad de los gitanos Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen Manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras. Con el alma de charol Vienen por la carretera. ¡Oh ciudad de los gitanos! ¿Quién te vio y no te recuerda? Ciudad de dolor y almizcle con las torres de canela. ¡Oh ciudad de los gitanos¡ ¿Quién te vio y no te recuerda? Apaga tus verdes luces Que viene la benemérita. La ciudad, libre de miedo, Multiplicaba sus puertas. Cuarenta guardias civiles Entran a saco por ellas. Los relojes se pararon Y el coñac de las botellas Se disfrazó de noviembre Para no infundir sospechas. Por las calles de penumbra, Huyen las gitanas viejas Con los caballos dormidos Y las orzas de monedas. Por as calles empinadas Suben las capas siniestras, Dejando detrás, fugaces, Remolinos de tijeras. ¡Oh ciudad de los gitanos¡ ¿Quién te vio y no te recuerda? Dejadla lejos del mar Sin peines para sus crenchas. ¡Oh ciudad de los gitanos¡ ¿Quién te vio y no te recuerda? Que te busquen en mi frente. Juego de luna y arena. Rosa de los Camborios, Gime sentada en su puerta Con sus dos pechos cortados Puestos en una bandeja. Pero la Guardia Civil Avanza sembrando hogueras, Donde joven y desnuda La imaginación se quema. ¡Oh ciudad de los gitanos¡ ¿Quién te vio y no te recuerda? Que te busquen en mi frente. Juego de luna y arena. ¡Oh ciudad de los gitanos¡ La Guardia Civil se aleja Por un túnel de silencio Mientras las llamas te cercan. Al culo de una lombriz Las baldosas que hay en nuestro descansillo saben lo que follamos, empezamos enroscando algún tornillo y se nos fue de las manos, y a patadas con las piezas nadie pudo deshacer este puzzle cabezón, como un rabo de cereza que las va aguantando de dos en dos, al culo de una lombriz nos metimos a dormir mientras afuera se derrumbaba y allí nos fuimos tachando un abril y otro abril, al culo de una lombriz nos metimos a dormir, cuando salimos ya no quedaba nada y aquí seguimos tachando un abril y otro abril, el huequillo del rellano huele a nicho y sabe decir “te quiero”, y aunque sólo quedan bichos aún recuerda que se nos vio el plumero asomar por encima de las antenas y quemarse con las penas del sol, y aguantar el duermevela cuando hiela dentro del corazón, al culo de una lombriz nos metimos a dormir mientras afuera todo se derrumbaba y allí nos fuimos tachando un abril y otro abril, al culo de una lombriz nos metimos a dormir, cuando salimos ya no quedaba nada y aquí seguimos tachando un abril y otro abril, las paredes del portal, mudas y ciegas, donde ya nadie pinta, ni nosotros, que ya no pintamos nada ni corremos la tinta, no hay quien clave con la punta de una llave recordando un nombre para olvidar, ni se besan como saben los que saben que no saben besar, al culo de una lombriz nos metimos a dormir mientras afuera todo se derrumbaba y allí nos fuimos tachando un abril y otro abril, al culo de una lombriz nos metimos a dormir, cuando salimos ya no quedaba nada y aquí seguimos tachando un abril y otro abril. Que se joda el viento Ponte el moño apretao, sirena, que se joda el viento, rompe las horquillas de espuma, y déjame que te remache sonrisas de hierro de ésas que disipan las brumas, y sé que entre los males nos lloverán cristales, yo iré descalzo y tú desnuda, al son del amor del ronco tambor que toque la luna, vamos a trepar a la copa de este sol de enero, y a hacer un nido en su ramaje, y allí reírnos viendo como a cada minutero se lo devora el oleaje, que cuando entre mis brazos resuenen cañonazos yo iré perdido entre tus dunas dejándolo todo, quemando los tronos donde reinen dudas, y bálate en mis ojos, que se joda el mar que quiera mecerte a su antojo, si no somos nadie a nadie va a encontrar, y si a las heridas quiere echarles sal sólo va a encontrarse cerrojos y las cicatrices de la soledad, coge resina para untarnos poco a poco el cuerpo, por si vuelve la ventolera, y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo, deja volar tu cabellera, que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras nos cogerán frente con frente y codo con codo, cada vez más solos, rodeados de gente, y báñate en mis ojos, que se joda el mar que quiera mecerte a su antojo, si no somos nadie a nadie va a encontrar, y si a las heridas quiere echarles sal sólo va a encontrarse cerrojos y las cicatrices de la soledad. |