La Mujer, el Humor y El Tango

Eltango, en su riqueza literaria, expresa alegrías, tristezas, deseos y frustraciones del ser humano que habita Buenos Aires. Constituye además, un valioso testimonio lingüístico e histórico social.

En sus orígenes encontramos su esencia y su destino. A pesar de haber nacido varón siempre tuvo mujeres a su lado bailando, cantando, componiendo y ejecutando.

El tango en sus comienzos ( fines del siglo pasado) reflejó una brecha cultural entre la sociedad conservadora con influencias europeas y el nacimiento de una cultura popular

de origen marginal. Con el tiempo se convirtió en un símbolo nacional de proyección mundial.

Conviven en él la poesía, las costumbres, los prototipos sociales, sus letras relataban los problemas de aquellos hombres inmigrantes y ribereños que le cantaban a sus dificultades de adaptación, su nostalgia por la tierra abandonada y la incertidumbre sobre el futuro. Sin embargo el tango tiene otro costado, el del humor, del doble sentido, que permiten expresar lo que de otro modo quedaría mudo y ausente.

El tango, sensual desde su cuna, expresa en el baile otra de sus principales características: la relación erótica entre el hombre y la mujer.

La fuerte connotación sexual del tango deviene del ámbito prostibulario en que nacieron muchas de sus letras y los ejemplos a veces picarescos y otras pornográficos se refieren a los órganos genitales o a características físicas de las prostitutas, así como al mismo acto sexual.

 

Orígenes del Tango

En 1820 la zona de la ribera de Buenos Aires, conocida como “El Bajo” era ya un centro de diversiones y alboroto nocturno frecuentado por las tripulaciones de los barcos y la gente de mal vivir. Muy a menudo ocurrían peleas entre la plebe y los marineros extranjeros. Por las noches bailaban en los burdeles al compás del violín y la flauta ante la mirada de asombro de las chicas criollas.

En 1833un informe policial indicaba la existencia de turbios lupanares y casas de juego donde también se bailaba. Por ser lugares de conflictos permanentes se ejercía sobre ellos cierta represión, años después, con un gobierno mas permisivo, tuvieron auge lasacademias de baile “ a precios módicos y con las mejores comodidades y decencia”. 

En 1857 los bailes se habían organizado, comenzaban a las cinco de la tarde y finalizaban a las tres de la mañana, siempre y cuando los serenos no los disolvieran antes. Se reunían cantidades de personas, los caballeros ( que superaban en número a las damas) pagaban cinco pesos a un italiano que hacia de maestro de ceremonias. Las damas asistían estimuladas por una prima de quince pesos por noche (pagados con anticipación por la empresa) y un par de zapatos en atención a los que se rompían bailando toda la noche, ademas les obsequiaban cigarros de papel o de hoja .

Hacia finales del siglo XIX Buenos Aires fue electa como sede del Gobierno central y cabeza de la República Argentina, el nuevo país estaba en marcha: económicamente agroexportador, ligado por lazos coloniales al Imperio Británico, regido políticamente por una élite culturalmente afrancesada, y con el grueso de su fuerza de trabajo proveniente de la inmigración. En ese marco habría de insertarse el tango.

En 1869 La Argentina tenia 1.7000.000 habitantes. Entre 1853 y 1930 ingresaron al País 6.000.000 de extranjeros. Eran Italianos, Españoles, Rusos, Polacos, Portugueses, Alemanes, etc.

Se desarrollo así un cambio fundamental que impacto fuertemente en lo cultural, nacía otro país y con él otra música. Confluían asíen el Río de la Plata diferentes culturas,con su poesía y sus instrumentos musicales, con un nuevo lenguaje, una mezcla de todas las lenguas. Estaba naciendo EL TANGO.

Entre los inmigrantes venían pocas mujeres y niños lo que produjo un desequilibrio demográfico, una desproporción sexual. El porcentaje de inmigrantes era predominantemente masculino, alrededor del 70% eran hombres que venían a buscar suerte en América.

Esos hombres sin mujeres daban así las condiciones para el auge de uno de los principales escenarios en el cual se desarrollo el tango: El Prostíbulo.

Al ser mayor la proporción de varones extranjeros se desplazó a los criollos del comercio amoroso. Se importaron prostitutas europeas. Se formó un sitio colorido y miserable: el arrabal.

El arrabal se extendió en rancherios que combinaban una ambigua ecología de pampa y urbe.

Cerca de la Plaza Mayor vivía un primer reducto marginal resistido por las calles del centro, mas allá la chusma aliada natural del mundo campesino. El poblado lindante: El Matadero refugiaba un hampa de pulperías, contrabandistas, garitos y prostíbulos. Un poco mas al sur los ranchos de las “chinas” estaban siempre abiertos al vicio: el juego, la bebida y las fiestas con finales violentos.

 Al terminar el núcleo céntrico de la ciudad entre las quintas y huecos pantanosos había extensos suburbios de población criolla donde se refugiaban malhechores, desertores y otros que desafiaban la autoridad pública.

Entre los barrios alegres debe recordarse Monserrat, barrio de negros candomberos, con su calle del Pecado, con un prostíbulo al lado del otro. San Telmo se mantiene criollo, poblado de guapos y Palermo hace gala de los cuchilleros que desvelaron a Borges.

Al final del siglo es famosa Constitución por sus lupanares. En la Boca hasta después de 1910 los lenocinios se aglomeraban junto a las cantinas y cafés de camareras.

Los arquetipos del malevaje suburbano incubado por la corrupción de la etapa comercial y dependiente de la economía argentina son: el malevo, los ladrones, rateros, pungistas, cuenteros, adivinos, curanderos; los auxiliares de la delincuencia como el reducidor, que compra lo robado, el usurero, el tratante de blanca, con su aparato administrativo de mediadores, regentas, agentes comerciales y prostitutas.

Hablan una jeringoza enrevesada y pintoresca el “lunfardo”, idioma delictivo que se permite negar (desde el lenguaje) las pautas juiciosas de los civilizados del Centro.

Las expresiones “mina”, “cafishio”, “gavión”, “giro”, son los arquetipos básicos de la dialéctica de la prostitución: el malevo y la mina.

El malevo es poco afecto al trabajo y por eso le gusta convertirse en parásito de alguna mujer de mala vida. Subestima a la mujer, que debe ser fiel y la traición se paga con la muerte.

La mina por ser pasional, asustadiza y emotiva, es presa fácil de celestinas y rufianes y necesita del hombre que la discipline y la defienda de las asechanzas del medio. La mujer en su afán de triunfar en la vida coquetea para excitar la competencia masculina y se rinde al más guapo. Se entrega totalmente al elegido y soporta resignada la pobreza, los golpes y la complicidad en los delitos.

Este era el escenario social en el cual se desarrollaron las historias tangueras. Ahora estamos en condiciones de presentar las letras que a mi juicio mejor nos expresan esta realidad con humor.

Algunos tangos fueron escritos para ser dichos por una mujer, otros escritos por mujeres que muchas veces se disfrazaban de hombre para cantar, o usaban nombre de varón para firmar sus trabajos, pero estaban presentes en todo momento, como artistas o como sujeto amado, deseado, añorado. La mujer fue musa inspiradora, creadora y protagonista

 

Los primeros Tangos.

Los primeros tangos fueron instrumentales y sus títulos reflejaban el lugar y los hechos que le dieron inspiración. Por ejemplo: “La Clavada”, “La Franela”, “Siete pulgadas”, “Cachucha pelada”, “Concha sucia”( con los años se transformaría en Cara sucia), “ La Concha de la lora” . Otros títulos prostibularios son: “ El fierrazo”, “Dos sin sacar”, “Sacudime la persiana”,“¡Que polvo con tanto viento!”.

Es curioso el destino del tango “Bartolo”, que con el tiempo se convirtió en ronda infantil y que preocupaba a los padres de familia que conocían el origen de la reiterada copla sobre la masturbación.

El primer tango escrito para una mujer fue: “La morocha”.

 

Yo soy la morocha,

la más agraciada,

la más renombrada

de esta población.

Soy la que al paisano

muy de madrugada

brinda un cimarrón.

En 1905 Enrique Saborido compuso la música inspirado en Lola Candales, una bailarina de aquellos años, y luego Ángel Villoldo escribió la letra. Lo estrenó Flora Rodríguez, quien lo popularizó rápidamente.

Sobre versos de Celedonio Flores, hay un tango emblemático, que en 1914 con el titulo de “Por la pinta” resulto premiado en el concurso de versos porteños del diario Ultima Hora. Luego fue musicalizado por Carlos Gardel y José Razzano y paso a llamarse “Margot”

MARGOT

Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada,

que has nacido en la miseria de un convento de arrabal,

porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,

la manera de sentarte, de charlar o estar parada,

o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal.

Ese cuerpo que hoy te marca los compases tentadores

del canyengue de algún tango en los brazos de algún gil,

mientras triunfan tu silueta y tu traje de colores

entre risas y piropos de muchachos seguidores,

entre el humo de los puros y el champán de Armenonvil.

Son macanas: no fue un guapo haragán ni prepotente,

ni un cafishio de averías el que al vicio te largó;

vos rodaste por tu culpa, y no fue inocentemente:

¡ berretines de bacana que tenías en la mente

desde el día en que un magnate cajetilla te afiló !

Yo me acuerdo: no tenias casi nada que ponerte;

hoy usas ajuar de seda con rositas rococó...

¡ Me revienta tu presencia, pagaría por no verte !

Si hasta el nombre te has cambiado como ha cambiado tu suerte:

ya no sos mi Margarita... ¡ ahora te llaman Margot !

Ahora vas con los otarios a pasarla de bacana

a un lujoso reservado del Petit o del Julien;

y tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana

pa poder parar la olla con pobreza franciscana

en el triste conventillo alumbrado a querosen.

LOS TANGOS HUMORISTICOS

En 1923 José Luis Panizza y Edgardo Donato compusieron “Julian”. La actriz Iris Marga lo cantó (teatralizandoló) en el Teatro Maipo y en 1926 lo grabó Rosita Quiroga.

Yo tenía un amorcito

que me dejó abandonada,

y en mis horas de tristeza

lo recuerdo con el alma.

Era un tigre para el tango

y envidia del cabaret,

pero un día taicionero

tras de otra se me fue.

Porque me dejaste

mi lindo Julian,

tu nena se muere 

de pena y afán.

En aquel cuartito

nadie mas entro

y paso las noches

llorando tu amor.( Fragmento)

En 1924 Pascual Contursi y Enrique Maroni, compusieron “La mina del Ford”. Fue interpretado por Luisa Morotti en el estreno de la pieza cómica “Un programa de cabaret”, en el Teatro Apolo.

Por eso, la mina aburrida

de aguantar la vida que le di,

cachó el baúl una noche

y se fue cantando así:

Yo quiero un cotorro

que tenga balcones,

cortinas muy largas

de seda crepé;

mirar los bacanes

pasando a montones,

    pa’ ver si algún reo

me dice “¡Que hace!”

Yo quiero un cotorro

con piso encerado,

que tenga alfombrita

para caminar,

sillones de cuero

todo rempujado

y un loro atorrante

que sepa cantar.

        Yo quiero una cama

que tenga acolchado,

y quiero una estufa

pa’ entrar en calor ;

que venga el mucamo

corriendo apurado

y diga “¡Señora!

¡Araca, está el Ford!”

En 1927 Roberto Fontaina y Ramón Collazo compusieron “ Mama... Yo quiero un novio”. Fue grabado por diferentes orquestas y es destacable la versión del maestro Víctor Buchino acompañando a la cantante Japonesa Ranko Fujisawa en 1952.

    Mama, yo quiero un novio

que sea milonguero, guapo y compadrón.

Que no se ponga gomina

ni fume tabaco inglés,

que pa’hablar con una mina

sepa el chamuyo al revés.

Mama, si encuentro ese novio juro que me pianto aunque te enojés.

Ayer un mozo elegante

con pinta de distinguido,

demostrando ser constante

desde el taller me ha seguido.

Mas cuando estuvo a mi lado

me habló como un caramelo

del sol, la luna, y el cielo

y lo pianté con razón.

( Fragmento )

 

 

 

Otros tangos humorísticos de aquella época son: Gorda (1928) de Darthés y fue interpretado, entre otros, por Rosita Quiroga. Menciona la lucha de una pobre joven obesa y las múltiples dietas y regímenes a que se sometió para poder estar en línea, desde luego no obtuvo nunca resultados y el nombre que su enamorado le da no es otro que “gorda”.

No es por hablar mal de Romero y Del Fino (1929). Cantado por Tita Merello, se refiere a la corrupción de la policía, los políticos, etc.

Mi Papito de Soliño y Fontaina (1929), interpretado por Tita Merello relata las “bondades” de golpear a la mujer para que “ande bién”.

Otras interpretes que continuaron cantando tangos humorísticos y desde un perfil femenino fueron: Elsa Rivas, Elba Veron y Josefina.

Es justo también mencionar el aporte inestimable de otras mujeres que le dieron tanto al tango como por ejemplo: Hebe Bedrune, quien fuera la primera directora de Orquesta típica, Paquita Bernardo, una de las primeras y más famosa bandoneonista.Cancionistas como: Linda Thelma, Pepita Avellaneda, Azucena Maizani, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Juanita Larrauri, Amanda Ledesma, Tania, Nelly Omar, María de la Fuente, Ada Falcon, Amelita Baltar, Virginia Luque, Graciela Susana, Susana Rinaldi y María Graña entre tantas otros mujeres que dieron lo mejor de sí para difundir y llevar a los más alto a la música del Río de la Plata.

 

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