Como la oscura noche al claro día
sigue con inefable movimiento,
así sigue al contento el descontento
de amor, y a la tristeza la alegría.
Sigue al breve gozar luenga porfía,
al dulce imaginar sigue el tormento
y al alcanzado bien el sentimiento
De contrarios está su fuerza hecha,
sus tormentas he visto y sus bonanzas
y nada puedo ver que me castigue.
Ya sé que es lo que daña y aprovecha,
mas ¿como excusará tantas mudanzas,
quien ciego tras un ciego a ciegas sigue?